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elpoemaseminal
gottfried benn: problemas de la poesía lírica (II)
[30.07.08]
atisbos P PR RO OB BL LE EM MA ASS D DE EL LA AP PO OE ESSÍÍA AL LÍÍR RIIC CA A ((IIII)) G Goottttffrriieedd B Beennnn V Veerrssiióónn yy eeddiicciióónn ddee JJoosséé M Maannuueell R Reecciillllaass (El oscuro sendero del hombre. Antología conmemorativa, de próxima aparición en Ediciones Alforja)
A
hora una palabra sobre el asunto de mi anterior argumento. He dicho que el autor posee un germen creativo, una materia psíquica. En otras palabras, esto sería entonces el objeto que debe ser traducido en un poema. A este respecto también hay interesantes discusiones, en particular de la escuela francesa, incluido Poe en ella, retomadas recientemente en un ensayo de Eliot. Uno dice: el argumento es sólo un medio para el fin, el fin es el poema. Otro dice: un poema no debe tomar como objeto más que a sí mismo. Un tercero: un poema no expresa absolutamente nada, un poema es. En Hoffmansthal, que al menos en su último periodo creativo aceptó conscientemente el vínculo con el culto, la cultura y la nación, he hallado una expresión asaz radical: “No hay ninguna vía que conduzca directamente de la poesía a la vida, ni de la vida a la poesía” – esto no puede querer decir más que la poesía, esto es el simple poema individual, es autónomo, una vida en sí mismo, y lo confirma la frase siguiente: “Las palabras son todo.” Más famosa que ninguna otra es la máxima de Mallarmé: un poema no surge de los sentimientos, sino de las palabras. Eliot asume la singular posición según la cual incluso la poésie pure debe conservar una cierta dosis de impureza y en un cierto sentido el argumento debe ser evaluado por sí mismo si un solo poema debe ser sentido como poesía. Diré que detrás de cada poema siempre está ―por invisible que sea― el autor, su naturaleza, su ser, su situación interior: incluso los objetos aparecen en el poema porque previamente eran sus objetos, por ende en cualquier caso en él subsiste esa impureza en el sentido de Eliot. En resumen, sostengo que en la poesía lírica no hay otro argumento que el poeta lírico 17 mismo. Me dirijo a un tercer tema particular y con eso probablemente me anticipo a una de sus preguntas. Me preguntarán, de hecho, ¿qué es en sustancia la palabra? Los teóricos de la poesía lírica y los poetas líricos hablan siempre de la palabra, pero nosotros tenemos palabras, ustedes incluso tienen palabras especiales – en resumen, ¿qué es la palabra? Pregunta sumamente difícil, pero deseo intentar responderles; sin embargo, debo recurrir a experiencias personales, experiencias de un tipo particular. Colores y sonidos existen en la naturaleza, las palabras no. En Goethe leemos: “De enjabelgadores se ha visto salir pintores excelentes”; debemos agregar que la relación con la palabra es de índole primaria, y esta relación no se puede aprender. Es posible aprender equilibrismos, 17
El tema de la autonomía del lenguaje fue siempre una de las obsesiones de nuestro poeta, incluso desde sus primeros textos, principalmente los narrativos.