SÁBADO 20 DE JULIO DE 2019
Julián Javier Solana Sedeño Redactor jefe de La Voz de Medina y Comarca desde el año 1994
Conmigo no sólo se marcha Javier Solana, sino muchos personajes de época de la radio como el Candajón de Ataquines, el Pitongo de Torrescárcela y Clotilde d´Aubisson
Julia Garrido Rochas
Julián Javier Solana Sedeño, licenciado en filología francesa y doctorado en literatura francesa, lleva al frente de la redacción de La Voz de Medina 25 años, una etapa que finaliza este lunes con su jubilación. Antes de pertenecer a este periódico, fue colaborador de varias emisoras de radio, y posteriormente en el Diario de Valladolid-El Mundo, un hecho que le aportó la experiencia suficiente para adentrarse en el mundo del periodismo. Durante estos años, Solana se ha encargado de dirigir este semanario, pero sobre todo se ha recorrido todos los pueblos de la comarca y ha informado de los mismos, de sus sucesos y actualidad.
-¿Cómo comenzó su andadura periodística en el semanario de La Voz de Medina? Empecé a trabajar en esta casa en los años 90. En aquellos entonces yo sufría una crisis nerviosa y me encontraba en unos momentos en los que nadie apostaba por mí, fue Javier Cuevas quien me repescó de un profundo sentir depresivo y me confió la sección de la comarca, convirtiéndome dos años más tarde en el redactor jefe del periódico. -¿Cómo ha evolucionado el periodismo desde los años 90 hasta la actualidad? El periodismo de aquel entonces era muy serio, contrastado, matizado, articulado y estudiado; a diferencia de lo que sucede en la actualidad, ya que la inmediatez se impone, los medios digitales vuelan y no se puede prácticamente contrastar la noticia de forma ade-
cuada. Antes había más investigación y temas mucho más bonitos. La esencia era buscar las noticias porque sino no tenías, no había convocatorias y ruedas de prensa ni comunicados oficiales. -¿Cuál cree que es el principal enemigo del periodismo actual? Son varios. En primer lugar, el aburrimiento porque fiestas hay todos los años en todos los pueblos, prácticamente las cosas se repiten año tras año, y estamos hartos de escuchar si se va a formar Gobierno o no en las cabeceras nacionales; en segundo lugar, la inmediatez; y el tercer elemento es la dependencia de la gente joven a las redes sociales con las fake news -noticias falsas- que aveces las elevan a categorías universales. -¿Cómo se ha sentido en el periódico durante estos 27 años? He estado muy a gusto prácticamente todos los años, salvo estos dos últimos debido a que
el ambiente ha cambiado, los tipos de periodismo son diferentes. Además, muchos compañeros se marcharon por diferentes motivos y me he visto rodeado de unos equipos que, para mi gusto, no corresponden al periodismo que yo represento. -¿Cuál ha sido su mejor etapa en el periódico?¿Y la peor? Mi mejor etapa ha sido cuando se colaboraba con una página diaria para El Mundo y se escribía a la vez La Voz de Medina, yo creo que fue la etapa con mayor esplendor porque te obligaba a trabajar mucho más, con temas más novedosos y una repercusión con gran influencia política. El peor momento que recuerdo fue posiblemente el hacer dimitir a un alcalde, amigo mío, en mi despacho a través de un SMS que mandó al presidente de su partido, le redacté la carta de dimisión para llevarla al registro para
que se fuera y evitar así un escándalo. -Veintisiete años dan para mucho, ¿ha desmantelado algún caso ilegal de corrupción? Sí, varios. Algunos de ellos han tenido tal repercusión que los autores de los mismos han sido condenados por los juzgados correspondientes, llegando a pactar con la fiscalía para no entrar a prisión dos años. -El periodismo conlleva a conocer mucha gente, ¿a qué personas le gustaría destacar? A lo largo de estos años he encontrado amigos, exactamente tres: Ramiro Ruiz Medrano, ex-presidente de la Diputación de Valladolid, Alfonso Centeno, alcalde de Olmedo, y Paquita Garzón, ex-alcaldesa de Fresno el Viejo. -Es una de las mejores personas que conoce la comarca de Medina, ¿cómo han sido las relaciones con los alcaldes? Las relaciones siempre han sido buenísimas en todo momento, tanto con los de izquierdas como con los de derechas. Solamente hubo un caso al que taché con una cruz y no volví nunca más por ese municipio, me refiero a la localidad de Tordesillas con su alcalde José Antonio González Poncela, nunca más hablé con él. -De todos los pueblos de la comarca, ¿cuál es su debilidad? Mis queridos Olmedo y Fresno el Viejo. Pero a todos les tengo mucho cariño, como por ejemplo La Seca, una localidad inolvidable para mí porque he estado de jurado en su teatro durante 20 años. Me gustan todos en general, me he
sentido querido siempre. -¿Cuál ha sido la mejor entrevista que has realizado? Fue una que hice hace años a Gaspar Llamazares, el secretario general de Izquierda Unida en un momento determinado. Recuerdo que entró por la puerta trasera de las instalaciones para hacer una entrevista de cinco minutos, estuvimos tan a gusto, tanto él como yo, que llegamos a estar hablando durante una hora y media. Fue una delicia hablar con ese hombre, ya que tenía una capacidad de síntesis y una visión de la sociedad que ya quisieran tener muchos políticos actuales. -¿Cómo es tu relación con los compañeros de Grupo 10? El Grupo 10 tiene varias secciones, con los trabajadores de la televisión y de la radio no tengo relación especial, salvo si me llaman para participar en una tertulia, siempre que tengan un mínimo de calidad los contertulios, si no, no entro. Por otro lado, con los compañeros de redacción, ya he dicho anteriormente que es otra época muy distinta, no soy una persona muy autoritaria, les dejo hacer lo que quieran, pero no estoy de acuerdo con el periodismo que hacen. -¿Quién podría ser su sustituto perfecto? Esta misma pregunta se la hicieron a la cantante María Callas y ella respondió: “Only Caballe” - sólo la Caballé-. Pues eso mismo, después de mí, nadie de esta época. -¿Le gustaría añadir algo más? Sí. Muchas gracias a la redacción y a los lectores por haberme aguantado todos estos años, me gustaría pedir perdón por si he ofendido a alguien. También quisiera destacar que conmigo no sólo se marcha Javier Solana, sino también otros personajes de época de la radio como el Candajón de Ataquines, el Pitongo de Torrescárcela; y, por supuesto, nuestra querida Clotilde d’Aubisson, porque Clotilde, “cést moi”.