. Y OPINO ‘En vacaciones’ – Pablo Manrique, 1º de Bachillerato D Estoy deseando que llegue mañana.
y desde ese momento no había podido
siguiente, me confesó que se había
¿Llegarás a tiempo? 22:21
hacer nada con tranquilidad. Allá por
metido en problemas y que por eso
donde iba, sentía que había alguien
tenía la sensación de que alguien lo
mirándolo, espiándolo. Por ese motivo
perseguía. Después de comer, hizo
llegó tarde al tren: iba tan despacio
unas llamadas y me dijo que ya había
comprobando que nadie lo seguía que
solucionado todo. No me lo creí y fue la
Volví a mirar sus últimos mensajes.
no se había dado cuenta de la hora que
primera vez en la que de verdad me di
Desde entonces Juan no había vuelto a
era y, a falta de diez minutos, estaba
cuenta de que nos espiaban.
conectarse. «Me da a mí que no va a
todavía muy lejos. Me pasé todo el viaje
llegar», pensé para mis adentros.
intentando tranquilizarlo, pero no
Estaba ya en el tren, sentada y con el
conseguí nada.
Sí, lo prometo. 22:21 Vale. 22:22 Hasta mañana. 22:22
móvil en la mano. Eran las seis y veinte de la tarde y nuestro tren salía en diez minutos. Dentro del vagón, el calor no cedía. Deseaba irme cuanto antes a la playa.
Cuando
el
tren
estaba
arrancando, vi a Juan saltando al interior. Sudaba y parecía pálido.
Al día siguiente, cuando estábamos caminando por el paseo marítimo, Juan se chocó con un señor alto. Me
él
pareció ver que le había entregado un
continuaba intranquilo. No sabía quién
sobre. Él no me dijo nada, pero yo lo
ni por qué, pero sentía que alguien nos
había visto claramente. Le insistí
vigilaba. Llegamos al hotel y, después
mucho,
de
nuestras
Pensando esa misma noche, lo entendí
habitaciones a descansar. Eran las 12 de
todo. Mi amigo de la infancia, aquel con
Cuando
llegamos
cenar,
a
subimos
Valencia,
a
pero
seguía
negándolo.
la noche cuando escuché unos ruidos
el que tantas cosas había compartido,
—¿Estás bien? —pregunté.
que provenían de alguna de las
era el espía que me estaba controlando.
—Sí, sí. No te preocupes —me contestó,
habitaciones.
después,
No tuve más elección que esa misma
pero sin mucha seguridad.
alguien llamó a mi puerta. Miré para
noche ir a su habitación y ahogarle con
Cuando lo miraba, parecía preocupado
saber
Juan.
la almohada de la cama. No podía
y cuando le pregunté que por qué había
Rápidamente abrí la puerta y se
arriesgarme a que descubriese lo que
llegado tan apretado de tiempo, no
desplomó
tenía entre manos.
reaccionó en unos minutos. Después
conocimiento en el hospital. Fue un
me contó que durante la madrugada
ataque de pánico, por lo que, tras unas
había empezado a sentirse perseguido
pruebas, le dieron el alta. A la mañana
quién al
Segundos era
y
suelo.
vi
a
Recuperó
el
Cogí el último tren y huí.
La respuesta de Mateo El narrador puede saber más o menos
Hernández como el de Pablo Manrique,
de su relación con Juan, un amigo de la
que sus personajes, pero también lo
tienen una calidad extraordinaria, no
infancia, quien está siendo acechado
mismo que ellos. La voz ficticia de un
solo
reglas
por un desconocido. Al final, el relato
relato ejerce sobre los lectores una
impuestas en la convocatoria, sino que
da un giro inesperado cuando el
atracción singular, de tal forma que los
el lector se siente intrigado por lo que
perseguido
hace partícipes del juego de la ficción.
pueda pasar. En el primero de ellos, el
perseguidor de la voz narradora que
Un testigo observa y espía a los
testigo de Sergio nos cuenta la historia
tiene
personajes, ojea el espacio y advierte
de un antiguo amor, cuando la amada
inesperada. Es asombroso cómo una
de peligros, vigila que todo marche por
de aquellos días regresa a través de
pauta creativa puede dar tanto juego y
el camino deseado y divisa el final,
unos mensajes de texto en el teléfono
hacer que dos escritores, usando los
otea, poco a poco, la tragedia y
móvil. La intriga ya está servida
mismos
contempla el estado de ánimo de unos
(«¿Sabes quién soy?») y el lector se
conclusiones diversas.
seres de ficción que a veces son sus
introduce en el clima típico de una
propios compañeros en el juego.
conspiración amorosa. En el segundo,
Ambos relatos, tanto el de Rubén
el personaje, una muchacha, nos habla
porque
cumplen
las
que
es,
en
tomar
materiales,
realidad, una
el
decisión
lleguen
a
Enhorabuena a los dos.
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