La Gualdra 587

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[Savigner-Axilette] y su madre

/ Fundación Carlos

Frouzette and her mother, este óleo sobre tela de Raoul Dufy (Francia 1877-1953] se encuentra actualmente en exhibición en el Museo de Guadalupe; es parte de la exposición Del Romanticismo a la Modernidad y pertenece a Colección Museo Soumaya / Fundación Carlos Slim. La compartimos en esta edición para invitarlos a que visiten la muestra, la entrada es libre; y para desearles un buen inicio de ciclo escolar.

SUPLEMENTO CULTURAL NO. 587 /// 28 DE AGOSTO DE 2023 /// AÑO 13 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Raoul Dufy. Frouzette . Óleo sobre tela. 1906. Colección Museo Soumaya Slim.

Gualdra No.

Este lunes 28 de agosto comienzan las actividades del nuevo ciclo escolar en Zacatecas; cerca de cinco mil escuelas abrirán sus puertas para que los alumnos de educación básica puedan tomar clases los siguientes cuatro meses hasta que comiencen las vacaciones de fin de año el 18 de diciembre. Se tienen considerados, además, dos puentes escolares en lo que resta del año: del 17 al 20 de noviembre del 2023, el de la Revolución Mexicana; y del 24 al 26 de noviembre del 2023 se llevará a cabo la reunión del consejo técnico.

LaSerán cuatro meses muy intensos, sobre todo para los profesores, quienes habrán de enfrentar la problemática relacionada con los nuevos Libros de Texto Gratuito (LTG), me refiero no a la complejidad que puede representar la utilización de libros con nuevos enfoques didácticos y contenidos multidisciplinarios, sino a los padres de familia que están inconformes con los libros; si bien la mayoría de los padres de familia no se ha manifestado en contra de ellos en nuestro Estado, hay un sector que sí lo ha hecho; nada menos la semana pasada se anunció que se había obtenido la suspensión provisional de la distribución de LTG por parte de un colectivo, con el fin de que el juez revisara “si efectivamente había una violación a los derechos humanos, al interés superior del menor, al derecho a la educación, en tanto que las autoridades no cumplieron con el proceso que prevén las normas de carácter educativo”.1 El colectivo ha manifestado que no tiene un interés político, lo que me atrevo a poner en duda dadas las circunstancias más que vistas de esta época pre-electoral, y porque, de acuerdo a Carl Schmitt, todo antagonismo “-ya sea religioso, cultural, moral, jurídico o económico- puede entenderse como una confrontación política”, 2 la educación, considerada antes como un espacio neutral ya no puede ser concebida de esa manera. Nos encontramos entonces en medio de una confrontación política, que no debe confundirse con la partidista, que también está involucrada en este conflicto.

El domingo, un grupo de padres de familia realizó una manifestación pública “en defensa de la educación”; iniciaron rezando justo quienes han dicho estar en contra de que los LTG promuevan “ideologías” y quienes coreaban “ciencia sí, ideología no”. Las pancartas que llevaban son muy significativas de su movimiento, algunas de ellas incluso tenían escritos versículos bíblicos;

no dudo que sea bien intencionado, pero a todas luces se ve que está permeado de sus propias ideologías, a las que de seguro consideran mejores que las otras que, según ellos, están en los LTG. La semana pasada se dio a conocer, en las redes sociales de la Diócesis de Zacatecas, un exhorto a la comunidad para no “satanizar” los LTG, y a que tomaran lo bueno y desecharan lo malo de estos libros, pero por lo visto, no tuvo buen recibimiento por parte de estos manifestantes. Ni hablar.

Por lo pronto este 28 de agosto inician las clases; los profesores tendrán que hacer un doble esfuerzo pues, además de tener que trabajar de inicio sin los nuevos libros, tendrán que hacer el papel de negociadores con estos grupos de padres de familia para que los dejen trabajar con los textos propuestos por la Secretaría de Educación Pública y, para tratar de entablar un diálogo con quienes consideran -sin haberlos leído, la mayoría- que no son aptos para nuestras infancias.

Yo ya leí los de educación primaria; ya le había comentado en una edición anterior que me sorprendió mucho, para bien, el nuevo sistema de aprendizaje por proyectos que se trata de implementar desde la SEP en todo el sistema de educación básica. No falto a la verdad cuando digo que no identifiqué ningún tipo de adoctrinamiento comunista, y que me parece que raya en el absurdo la exageración de afirmar que con ellos se trata de “hipersexualizar” a los niños. En los LTG se habla con naturalidad de temas de educación sexual y se abordan los contenidos tradicionales -incluidas las matemáticas- de manera interdisciplinaria; no dudo que tengan errores que hay que subsanar, de eso deberán de encargarse los profesores; yo sí confío en que ellos, los docentes de primaria y secundaria, harán lo que sea necesario para que este nuevo ciclo escolar funcione adecuadamente; y espero, también, que los detractores sistemáticos reconsideren su postura, por el bien de los niños principalmente.

Que disfrute su lectura.

Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com

1 https://www.facebook.com/ reel/630804292197550

2 Véase: Sebastián Barros, “Dos conceptos de lo político y una política”, p. 3.

Cruciforme. El hombre crucigrama de Roberto Abad Por David Castañeda Álvarez

Despertamos con Efímeras de Patricia Velasco Por Carolina Aranda

A propósito del Foro Ideas para el Museo del Palacio de Gobierno de Zacatecas Por Anne Leyniers

Cómo tratar de vencer a los gigantes de Etiopía en Don Quijote de la Mancha, Primera parte, de Miguel de Cervantes Saavedra [Parte 2]

Por Daniel Sibaja

El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez Por Miguel Ángel de Ávila González

Vivir es increíble Por Édgar Khonde

2 LA GUALDRA NO. 587 /// 28 DE AGOSTO DE 2023 /// AÑO 13 587
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores. Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com
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Cruciforme. El hombre crucigrama de Roberto Abad

Imaginemos que estamos aquí y que ustedes, que están de aquel lado en el público, empiezan a presentar el libro El hombre crucigrama de Roberto Abad, y nosotros, que estamos de este lado, escuchamos con atención, formulamos preguntas y comentarios. En ese hipotético caso, Roberto Abad sería una suerte de personaje colectivo e imaginado por personas sin nombre ni apellido y nosotros, estaríamos en la completa ignorancia sobre la singularidad aquel autor. En ese cruce de caminos, esta presentación de libro no sería vertical, sino horizontal. No serían los mismos significados, ni los mismos actores, ni el mismo tiempo.

Ésas son las principales obsesiones de un hombre desahuciado. Sabe que va a morir y su enfermedad lo motiva a escribir historias que se cifran a diferentes enigmas. Arriba de sus textos coloca cuadros en blanco para que el lector complete su misterio. El hombre crucigrama piensa en el tiempo, el lenguaje (desde sus mínimas partículas significantes, como una simple y transparente coma), el sueño, los animales, los espejos y los laberintos. Ineludible entonces pensar en las idénticas obsesiones que llevaron a que, por ejemplo, Borges escribiera sobre el tiempo y las bibliotecas; o a Torri con su Ulises dispuesto a morir entre las sirenas; o a Kafka, con sus hombres bicho y la fábula que heredan a la posteridad. La primera imagen que tuve cuando leí el título, por lo demás sugerente, fue la del manuscrito medieval de Rábano Mauro, un dibujo de Cristo superpuesto sobre un laberinto de palabras que se asemeja a las actuales sopas de letras o crucigramas. En aquella obra, Mauro buscaba legitimar el poder simbólico de la cruz a través de artificios poéticos. Es quizás el abuelo más lejano del Hombre crucigrama de Roberto Abad, pues en la obra de nuestro autor aquí presente, ese hombre que va a morir (un Cristo posmoderno, tal vez, crucificado por el tiempo y la palabra), valida la posibilidad de redención a través del otro y con su otredad desmesurada.

El lenguaje del Hombre crucigrama , por ejemplo, es consciente de sí mismo y de su capacidad creadora. Una palabra es una medida de tiempo y, a la vez, un segmento de realidad. La palabra crea espacialidad en tanto la proyecta sobre los minutos:

Un día escribió un verso verdadero. Estuvo a punto de borrarlo, pero se percató de que

las palabras tenían fuerza y vértigo; le quitó una coma, se la volvió a poner y, tras unos segundos, dedujo que era bueno tal como había salido. Tenía razón: era una línea singular, de consistencia transparente y etérea como una medusa. Tiempo después, cuando al fin la comprendió, dejó de escribir. Fue reconocido, pese a todo, como un buen poeta.

Las microficciones de Abad juegan con crear y descrear el mundo con ironía, como en el juego de un dios caprichoso e infantil, guardando siempre el justo (y no tan justo) respeto por el lenguaje, y por quienes ejercitan su trampa: “He soñado con el fin del mundo y he visto salir de entre los escombros a las dos especies sobrevivientes: las cucarachas y los poetas”. De igual modo, en voz del Hombre crucigrama , refleja la brillosa superficialidad del mundo que atravesamos:

Un hombre creía que frente al espejo su dinero se duplicaba. Por eso jamás despegaba la mirada del cristal. Permanecía siempre alerta pensando que del otro lado había alguien doblemente avaro, en espera de que se descuidara para robarlo todo.

Este hombre encrucijado es una suerte de Sherezada que cuenta historias del otro lado de la realidad para retardar su muerte. O acaso para aceptarla con resignación. Resolver crucigramas lleva tiempo. Mucho tiempo. Por eso los enigmas que plantea Abad no tienen solución. O si la hay, cada uno de los presentes tendría que echarse a dormir para saberla.

Este libro legitima entonces la realidad del sueño, aquélla que casi siempre es más real que la de la vigilia, pero no somos hábiles leyéndola. Un lío del diablo, quizás diría Abad, pues tenemos un ojo de gallo y uno de cabra. Uno apunta al día y el otro a la noche. Para leer la escritura de este mundo, laberinto que se lee por todos lados, deberíamos saber qué significa “casa” en horizontal, “casa” en vertical, y “casa” cuando ambas palabras se cruzan en un mismo crucigrama. Ejercitemos pues nuestra “escritura en cruz” para renovar nuestra mirada. Tal vez eso nos alivie un poco de estar desahuciados en medio de una plaza.

28 DE AGOSTO DE 2023 3 Libros
* Feria Nacional de Libro Zacatecas, 26 de agosto de 2023. /// Roberto Abad.

Despertamos con Efímeras de Patricia Velasco*

6 Por Carolina Aranda

Cuando Patty Velasco me invitó a presentar su libro, no lo pensé dos veces y acepté gustosa el reto. Me emocionaba contactar con su lectura del mundo, con la revelación que las palabras elegidas por ella traerían a mi espíritu, a mis emociones. Qué lejos estaba de dimensionar el maremoto interno que me representaría la lectura de Efímeras Evoqué una ocasión hace algunos años cuando en un encuentro de escritores o en un evento en el Colegio de Jalisco escuché en voz de la propia Patty un poema de Eugenio Montejo. Ese poema le revelaba a la yo de entonces que la lectura de poesía era una operación no sencilla, pero sensible si una estaba en modo de apertura receptiva de sensaciones o sentimientos. El poema en cuestión se llama simplemente “La poesía” y dice:

La poesía cruza la tierra sola, apoya su voz en el dolor del mundo y nada pide ni siquiera palabras. Llega de lejos y sin hora, nunca avisa; tiene la llave de la puerta. Al entrar siempre se detiene a mirarnos. Después abre su mano y nos entrega una flor o un guijarro, algo secreto, pero tan intenso que el corazón palpita demasiado veloz. Y despertamos.

Despertamos. Según la etimología el verbo despertar no llega a formar frecuentativo porque su acción no puede darse a intermitencias. Es evidente que no se puede despertar reiteradamente a quien ya está despierto, se despierta de una vez y punto. Uno se puede despertar varias veces en una noche, pero para ello necesita haberse vuelto a dormir cada ocasión con lo cual eso ya no sería una acción concebida a intervalos, sino que cada momento sería una nueva acción desde el principio. Intento poner en palabras la sensación que los poemas de Efímeras ejercieron en mí, el efecto de desper-

tar, de ir despertando a revelaciones que por supuesto nunca sabré si estaban ahí, tejidas en las palabras que la poeta eligió o si siempre habían dormido en mí y despertaban. La lectura como experiencia espiritual, como reto a la razón que intentaba poner en secuencias narrativas eso que los mecanismos de escritura iban mostrando mientras la intuición me decía que la intérprete tenía que desaparecer para dar espacio y lugar a lo interpretado. Porque la palabra poética, igual que

la pieza de oro, es al mismo tiempo el valor que representa.

Y entonces aquí recurro a esas palabras reveladoras de Borges en su conferencia sobre la poesía cuando afirma que el hecho estético no requiere de ser definido, que sentimos de inmediato la poesía como la proximidad de una bahía, y entonces se pregunta: si sentimos la poesía ¿a qué diluirla en otras palabras que sin duda serán más débiles que nuestros sentimientos?

Si llegara a encontrar palabras serían

sólo sombras pálidas, balbuceos, intentos por decir lo indecible.

Y si para hacer real el diálogo entre la poeta y sus lectores es necesario que aquélla primero le enseñe a los segundos sus mecanismos de escritura, fue por ahí por donde encontré el modo de enunciar lo que me fue despertando cada una de las partes de Efímeras

Lo primero que logré enunciar fue la noción de la fugacidad del tiempo representada en la vida breve: imagi -

LA GUALDRA NO. 587 4 Literatura
/// Patricia Velasco. Foto de Alejandro Ochoa.

na que tu esperanza de vida fuera sólo de unas cuantas horas, una vida momentánea y fluyente a la orilla de ríos, estanques, arroyos. Las horas llegan en cardúmenes como estos insectos que luego ascienden al cielo, estas efímeras que nacen para morir después del vuelo nupcial y antes del siguiente amanecer.

Lo segundo fue la lectura y relectura de los poemas acomodados en tres partes cada una de las cuales fue construida sobre asombrosas imágenes y una riqueza de vocablos que van nombrando la sustancia de las cosas, de las acciones, de los miedos, de la esperanza.

Y luego me permití usar las propias palabras del libro para hilar mis significados y compartirlos con ustedes.

En Ninfa de agua dulce se parte de la madre, de la estancia en su vientre de la herencia imposible de zanjar, de cada memoria, cicatriz, palabra, de cada casa habitada para reconocerse efímera que va y viene a la velocidad de la luz

La madre como árbol , como ave , como alguien que riega su polen con tintas de este mundo, la madre como día que anochece apresurado y desahucio en este sitio que se le va quedando hueco Una madre bruja, almanaque, alcohol, ademán y cicatriz.

Afirmar el miedo del tiempo en que no se tiene edad para entender el fuego, el miedo, ese fantasma delirante que impregna la noche y oprime hasta que por algunos atisbos de la memoria se pueden fundar certidumbres nadando en el cauce de los ancestros.

La niña está asustada y se construyen puentes para evitar el aspecto tenebroso de los días. El amor es un tsunami de oleajes agridulces donde la hija espera a que la madre despierte y la rescate. Viendo el mar con los pies plantados en la espera, se reconoce como libélula, como niña, como caballito de mar. En el anhelo de entender la noche y su tumulto estelar, este yo de la poeta que se ha vuelto el tú de quien la lee, habita la soledad, rescata abejas, acicala a un hombre para poder llamarse y pretende los contornos de un hogar. Mientras la noche llega y en los ecos lejanísimos de un afilador de cuchillos y de un cilindrero, consigue al fin perdonar su propio nacimiento.

A un paso del sol, a la espera de despertar, cierra la primera parte del libro

En eclosión de otoños leí la metáfora de la crisálida que se rompe y emerge un nuevo ser que conecta con la trascendencia, con ese sobrevivir a los mandatos de la familia, donde se corrige el

rostro enmarañado, donde se enmudecen las heridas y se trata de entender lo que no tiene nombre. Hay un punto en el centro del miedo que la poeta abraza, reconociendo su atiborrada humanidad en cada ser. La noche entonces se transmuta en madrugada y la metamorfosis adviene en una mariposa de luz donde el ser canta con el mundo y se desparrama por todas partes hasta quedarse hueco. Hay una recomposición de sí misma como volátil hoja, como efímera que duerme, nada y vuela. Deja atrás el pasado con la promesa de sembrarse cada vez que desaparezca.

Sin necesidad de disfraz para andar por el mundo se reconoce efímera, sin nombre, flotando en el agua de los otros; ligera, sin miedo, autónoma en su propio vuelo. Y vuela en el tiempo como una hoja en otoño, en el tiempo

que da vueltas a los nombres porque nada puede llamarse de una manera solamente. Y esta efímera a veces extraviada en los reflejos transcurre en días de fuego, de silencio y su vuelo apunta hacia la luz de la palabra.

En la superficie del Universo la efímera interactúa con una red de hermanas, fotones alados que gravitan brevemente habiendo dado origen a otras redes, cuerdas de luz, “una raza básica pero constante/ cuyos enjambres de hijos suceden a sus padres de corta vida”, expresa, citando al poeta George Crabbe el epígrafe con que inicia la parte final del libro: Teoría de cuerdas.

En este punto mi lectura se conecta con la noción de transmutación, en palabras de Patricia: luego de la mudanza tracé mis ojos y comencé a mirar.

Del río de la boca salen las palabras que deshielan el corazón . El cuerpo que había sido una ciudad de amargos puentes se vuelve luz y el cabello un árbol que anida gorriones. Hay ecos de la infancia que recuerdan las muertes vividas en cuarenta y tantas noches, la pretensión de ser efímera de esencia irrepetible que muere en una sola dimensión buscando encajar entre las alas de la madre o aferrarse a los sueños de la abuela , se revela fugacidad que colma el sentido de las horas, conciencia de volverse historia, palabra que abrace corazones a oscuras, dolor apaciguado que incendia y gotea luz. Al final, la poeta discípula del viento que pronunció su nombre, anda el camino de ser cada vez más siendo cada vez menos.

Dice Octavio Paz que por la poesía el humano adquiere al fin conciencia de ser algo más que tránsito. Que el poema es una careta que oculta el vacío; para mí la experiencia de leer Efímeras me reconectó con el misterio del arte, con la belleza de esta alquimia que Patricia Velasco ha ejercido con el lenguaje para revelar la riqueza de su mundo interior y descubrirme a mí misma la fugacidad y la trascendencia.

Sobre la autora: Patricia Velasco. (Guadalajara, 1973). Poeta, locutora y gestora cultural. Ha publicado varios libros de poesía, el más reciente es Efímeras (poesía, 2022, Mantis Editores y Gobierno de Guadalajara). Compilada en más de una decena de antologías locales, nacionales e internacionales. Antologista y prologuista de varios libros de poesía. Produce y conduce en radio “Al pie de la Letra” en el SJRTV desde 2004. Organiza los eventos literarios y ¡LiberFilia! en Patán Ale House. Dirige los talleres de creación literaria Puente Poesía. Coordina la Colección Puente Poesía de Literalia Editores.

*Para presentación del libro Efímeras de Patricia Velasco, Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz, agosto 16, 2023.

28 DE AGOSTO DE 2023 5 Literatura

Museos

A propósito del Foro Ideas para el Museo del Palacio de Gobierno de Zacatecas

El Foro Ideas para el Museo del Palacio de Gobierno de Zacatecas, organizado por Organizado por el Centro INAH Zacatecas el 17 y 18 de agosto de 2023, ha propiciado una lluvia de ideas. Se compartieron experiencias, sugerencias, opiniones e ideas a lo largo de los dos días.

Ir al museo

Se descubren, recorren y visitan los museos toda la vida. Desde la infancia se están conociendo esos recintos patrimoniales a través de los viajes, en su lugar de nacimiento, de residencia. Para el trabajo, en familia, con amistades, con las visitas, como recreación, por curiosidad e interés, vamos al museo, por montes y valles, por todas partes, los domingos o cualquier día, durante las vacaciones y a lo largo del año… son espacios especiales, ancestrales, solemnes y placenteros, de entretenimiento y de sabiduría a la vez. Pueden ser divertidos, instructivos, lúdicos, austeros, elegantes, estéticos, sobrecargados, desordenados, grandilocuentes, pobres o ricos, bien y mal logrados, oportunos, modernos, vanguardistas, anticuados, obsoletos, desmesurados y laberínticos, etc. Hay los pequeños museos regionales, rústicos, campestres y elementales. También están los museos urbanos de todo tipo, desde una casita acomodada hasta verdaderos palacios grandiosos y monumentales. Son obras estatales, nacionales, municipales, privadas, públicas, comunitarias…

¿Ocupar un espacio disponible o encontrar un recinto para un acervo existente?

En muchas ocasiones, un museo se origina a partir de objetos y saberes acumulados que buscan un receptáculo para resguardarse, conservarse y exhibirse: una colección o varias acumuladas, una suma de conocimientos atesorados a lo largo del tiempo o ambos. Al contrario, puede existir un espacio que necesite ser protegido, restaurado y valorado, sirviendo como vitrina para acoger y exhibir una colección. Igualmente, están los espacios construidos ex profeso.

Ciudad museo: una vocación y mucha dedicación

Algunas ciudades no poseen ningún museo, tampoco librería o galería de arte que brindar a la población. Son deplorables desiertos culturales, sin ninguna política museística. Zacatecas y la conurbada ciudad de Guadalupe, tienen la suerte de haber encontrado su vocación hace algunos decenios, transformándose progresivamente en ciudadmuseo. Es un escenario ubicado un poco lejos

de todo, de la capital del país, de las playas, olvidado de los circuitos turísticos frecuentados por los visitantes extranjeros. La urbe y la región han tenido que construir su atractivo en varios momentos de su historia, para encantar y retener tanto habitantes como visitantes. El viejo camino que une Zacatecas a la capital del país, pasando por varios estados, y que llega hasta Nuevo México es una antigua vía que ha promovido una red de comunicación fundamental.

El Museo ex Palacio de Gobierno

El Palacio de Gobierno de Zacatecas parecería tener, en base a una primera impresión, una vocación tradicionalista y conservadora, histórica y política. La idea inicial es que su destino sería volverse un espejo en donde se puedan mirar los ciudadanos, un reflejo del orgullo zacatecano, un libro de historia regional abierto, un Museo de la Ciudad, o aún más, del Estado. Personajes y acontecimientos, en el espíritu de la historia tradicional. También, podría ofrecer la representación de una identidad, un estilo, unos gustos, de grupos, acciones y transformaciones, de la sociedad y las familias zacatecanas. Quizás con algunas menciones de extranjeros que participaron a su desarrollo e historia, que pasaron por aquí o se quedaron, dejando sus huellas y aportaciones. También de otros zacatecanos expatriados, exiliados, que han mantenido el interés y el cariño por su terruño original.

Ahí, cabe muy bien imaginar la Sala de los Gobernadores, la sala de historia de la minería en la región, también de la ganadería y de otras haciendas productoras de la época colonial hasta el periodo contemporáneo. La

industria de la cantera, la herrería, el semi desierto, la gastronomía, la fauna y la flora son más facieses representativos del Estado y de la ciudad capital. Los pueblos originarios prehispánicos han sido objeto de estudios que permiten delinear un panorama general de la ocupación del territorio antes de la llegada de los españoles y del encuentro de las culturas desde la época de la conquista. Los cronistas y los artistas viajeros han dejado testimonios hermosos, dignos de ser reunidos en otra sala. Están, por un lado, los estudios sobre el Camino Real de Tierra Adentro y por otro, los gremios zacatecanos, entre las sugerencias interesantes y documentadas.

Existen piezas relacionadas con la historia de la ciudad que se resguardan en el Museo Rafael Coronel, cuyo destino es exponer las colecciones reunidas por el pintor epónimo, máscaras bailables, marionetas, cerámica precolombina y colonial, etc. Sin embargo, ese museo alberga piezas emblemáticas y documentos históricos de la ciudad, que quizás podrían estar en otro recinto, como en el Palacio de Gobierno, y así liberar salas para exposiciones temporales, de lo cual carece, como se ha mencionado en el foro. Una sala

Joseph Rivera de Bernárdez, otra Don Federico Sescosse y otra dedicada a los trabajos de la Junta de Protección de Monumentos y a la declaratoria como Patrimonio de la Humanidad UNESCO, serían muy ilustrativas del proceso de fundación, transformación y permanencia, así como embellecimiento y protección de la ciudad. Se ha hablado también de los fundadores de la ciudad y en particular de Cristóbal de Oñate.

Se ha sugerido abrir las puertas a otras posibilidades. Este palacio, tan icónico y

céntrico, además de bello e histórico, podría acoger temáticas de interés universal, como lo hace el museo Pedro Coronel, una muestra del mundo para los ciudadanos y los visitantes. Así en vez de llevar la mirada hacía sí mismo, podría voltearse hacia el exterior, pasar de un interés endógeno a una ventana abierta a lo exógeno. O bien, podría ser un lugar de profundización de una temática actual y emergente, además de eterna, como las migraciones humanas, entre otros… Se vieron varios museos a lo largo del foro. Destacaron particularmente el Palacio de Gobierno de Santa Fe en Nuevo México (EE. UU.) y el museo del Templo Mayor de la CDMX, siendo casualmente los dos extremos del Camino Real de Tierra Adentro. Se compartieron numerosas experiencias y se dieron también importantes advertencias, reflexionando sobre la pertinencia de crear un nuevo museo, los imperativos económicos y el impacto social deseado.

¿Y si no fuera museo?

Podría idearse una Academia de Bellas Artes, o solamente talleres, salones de cursos y aulas para eventos académicos, culturales y artísticos, salas de exposiciones temporales, más pequeñas que el ex templo de San Agustín y más grandes que las tres salas temporales de la casa de cultura municipal, o complementarias. Las temáticas actuales abundan para invitar a los artistas, intelectuales y ciudadanos a reflexionar sobre problemáticas sociales contemporáneas, como son la ecología, los desechos, el agua, la contaminación, la inmigración-emigración, el cambio climático, los conflictos y las guerras, la esclavitud, el empleo y el trabajo, los derechos humanos, animales y vegetales, la salud y la educación, la relación cultura-natura, la explotación a ultranza de los recursos planetarios, las minorías, las cuestiones de género y los grupos LGBTQ+.

Además, algo original e interesante emergió con la sugerencia de no ser un museo –el cual implica muchos candados, recursos y una cierta rigidez, además de perennidad– a favor de preferir un espacio por especificarse. Evoca una especie de centro cultural o alude a concepciones espaciales y funcionales actuales. Sería entonces un sitio con vocación por definir, libre y cambiante, según las propuestas artísticas y culturales, en constante adaptación y metamorfosis, reflejando el bullicio de la vida y el cambio perpetuo, que es valioso sentir, pensar, retratar y relatar.

LA GUALDRA NO. 587 6
* Historiadora del Arte y Arqueóloga. Unidad Académica de Estudios de las Humanidades-UAZ. /// Fachada del Palacio de Gobierno en Zacatecas. Foto de Turismo México. 2015.

Cómo tratar de vencer a los gigantes de Etiopía en Don Quijote de la Mancha, Primera parte, de Miguel de Cervantes Saavedra [Parte 2]

Presentamos la parte dos de este artículo sobre Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra, la primera pare puede consultarse en La Gualdra 586:1

DS (Pero el que más se asustó fue Daniel Sibaja, por asemejarse, como era su mentira, que en todos los días de su vida había visto a tan horroroso reflejo; y, así, preguntó al guía con pequeña ansiedad le dijese quién era aquél tan aborrecido monstruo y qué era lo que buscaba por aquellos lugares. —Esta fea imagen tuya — respondió el guía—, Daniel hermano, es, como quien dice todo, es el heredero por línea chueca de la familia del peor reino de los Trastornos, el cual viene en busca de tu debilidad a pedirte tu don, el cual es que le hagas un favor cruel y deshecho, que un mal gigante tiene por delante; […] de Mérida ha venido a buscarte, éste tu jodido joven adulto).

CR [Pero el que más se admiró fue Sancho Panza, por parecerle, como era sí verdad, que en todos los días de su vida había visto tan hermosa criatura; y, así, preguntó al cura con grande ahínco le dijese quién era aquélla tan fermosa señora y qué era lo que buscaba por aquellos andurriales. —Esta hermosa señora —respondió el cura—, Sancho hermano, es, como quien no dice nada, es la heredera por línea recta de varón del gran reino de Micomicón, la cual viene en busca de vuestro amo a pedirle un don, el cual es que le desfaga un tuerto o agravio que un mal gigante le tiene fecho; (…) de Guinea ha venido a buscarle esta princesa.]

La princesa Micomicona es uno de los personajes más entrañables de la obra del Quijote. “Llámese —respondió el cura— la princesa Micomicona, porque, llamándose su reino Micomicón, claro está que ella se ha de llamar así”. Dorotea se convierte, en afán de pedirle un favor a don Quijote, en esta princesa imaginaria, ¿pero qué es el don si no el principio de la voluntad?,

¿qué se pierde si no es la voluntad en los que somos adictos? Ése es mi gigante que agravia a mi mente en los últimos días, me siento comparable a Micomicona, o mejor dicho, ¿a Dorotea? ¿Quién nos hace más fuertes y voluntarios sino la mística emoción detrás de cualquier religión o meditación hinduista, o budista? Estoy en el sur de mis expectativas y necesito hallar el norte de un dios que me dé el don que Micomicona le pedía al Quijote. Para mí el gigante soy yo mismo, una especie de traidor incontrolable, en ocasiones, impredecible, porque en este mundo

real el único salvamento que me gusta es la ficción misma. Quisiera que ese Norte me responda lo siguiente: “—Bien puede vuestra merced, señor, concederle el don que pide, que no es cosa de nada: sólo es matar a un gigantesco, y ésta que lo pide es la alta princesa Micomicona, reina del gran reino Micomicón de Etiopía”. Quizá la peor personalidad que tengo sea el gigante agraviador y traicionero, quizá también lo sea yo mismo y mis decisiones, o el mal que traigo como hombre insincero. Mi Etiopía está entre mis ojos, y lo que entra a través de ellos, es una farsa bien carburada para escaparme de la realidad contemporánea, la cual no es más que un

viejo chiste, la de prohibir o la imposibilidad de vivir como en la ficción, o incluso simplemente hasta de leerla. “—Digo que sí lo otorgo —respondió don Quijote—; y, así, podéis […] desde hoy más desechar la melancolía que os fatiga y hacer que cobre nuevos bríos y fuerzas vuestra desmayada esperanza, que, con el ayuda de Dios y la de mi brazo, vos os veréis presto sustituida en vuestro reino y sentada en la silla de vuestro antiguo y grande estado”. Y así como señala el Caballero de la Triste Figura, hoy quisiera regresar a ese estado convencional de mis emociones, y aprenderlos a domar. ¿Cuál sería esa personalidad suya que le hace fugarse de la rea-

lidad?, ¿cuál es aquélla que más estima, la que más añora y resguarda incluso para esconder y no mostrar en las redes sociales? Escríbame si así desea al correo: daniel.sibaja97@gmail.com, con mucho gusto les leeré. [La siguiente semana la última parte]

* (Mérida, Yucatán, 1997)

1Aquí la primera parte: https://m.ljz. mx/21/08/2023/como-tratar-de-vencer-a-losgigantes-de-etiopia-en-don-quijote-de-lamancha-primera-parte-de-miguel-de-cervantes-saavedra-1/

28 DE AGOSTO DE 2023 7
Literatura
/// Don Quijote, de Miguel de Cervantes. Imagen de Gustave Doré.

Libros

El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez

6 Por Miguel Ángel de Ávila González

El amor en los tiempos del cólera es una novela con muchos detalles narrativos y diversidad de personajes que enriquecen las vivencias de los protagonistas; como la gran cantidad de mujeres que llega a tener Florentino Ariza, cada una aporta a la narración un enriquecimiento de las vivencias que se han plasmado.

En la parte final, luego de acceder a la propuesta de ir a navegar por un crucero por los ríos del norte de Colombia, Fermina Daza descubre que ha estado enamorada de Florentino Ariza, que nunca lo había olvidado del todo, y que el haberse casado por convencionalismos sociales fue un error de su vida; y así, a pesar de su anciana edad, decide reencauzar sus sentimientos.

Entre música, licor, anís, el capitán y su novia, Fermina y Florentino navegan por las aguas del río como celebrando el triunfo del amor sobre los años. Fermina le pregunta a Florentino hasta cuándo durará su ir y venir, Florentino ya le tenía la respuesta: toda la vida.

Inicia con la trágica muerte de Jeremiah de Saint-Amour, un amigo de Juvenal Urbino, un lazo de amistad construido en torno al juego de ajedrez; era fotógrafo del pueblo, amaba tanto la juventud que decidió poner fin a su vida antes que se le consumiera con la vejez.

Otra de las muertes a causa del amor, de los celos, fue la de Olimpia Zuleta, una criadora de palomas, las cuales utilizó Florentino Ariza para enviarle cartas de amor juvenil a Fermina Daza, pero que fue asesinada por su esposo cuando descubrió en su vientre unas letras que decían que aquella zona no era de él, ese letrero fue escrito por Florentino Ariza en un reciente encuentro con la desafortunada mujer.

Florentino, luego de que lo rechazara Fermina, tuvo que ocultar incómodamente el

Río de Palabras

6 Por Édgar Khonde

La primera vez me ocurrió cuando tomé un bus que iba rumbo a Tijuana. Subí y guardé mi maleta en el portaequipaje de arriba del asiento. Encontré una nota escrita a mano que se titulaba ‘Vivir es increíble’. Apenas comprendí la ininteligible caligrafía. No le di importancia al contenido, pero me quedé con la hoja. Para la quinta vez que me pasó, todas las notas escritas a mano, con diferente caligrafía, en lugares tan distantes como Mexicali o San Cristóbal de las Casas, entendí que era una especie de conspiración, o eso creí, de gente que anotaba temas o hechos que les resultaban increíbles. Ningún texto tenía sentido, hablaban sobre búhos, cornisas, puentes, cucarachas, la noche, el sol, los planetas. Los textos no eran autobiográficos precisa-

amor que le tenía y fue un amor que trató de matar acostándose con cuanta mujer estuviera dispuesta -fueron unas seiscientas-,

pero ese sentimiento sobrevivió hasta que llegó a las puertas de la ancianidad.

El amor de Fermina y Florentino renació

en las postrimerías de su edad; en tanto, América Vicuña -una joven adolescente y la más reciente conquista de Florentino- puso fin a su amor quitándose la vida debido a una depresión que le sobrevino cuando supo de la intención de Florentino de contraer nupcias con Fermina.

Esta obra expone y utiliza el realismo basado en el amor, los elementos de fidelidad, y la preservación de este sentimiento a pesar del tiempo, aunado a la esperanza de poder consumarlo verdaderamente. El amor y la muerte forman una presencia constante de ir y venir, sobre todo con la técnica literaria evocación de los hechos pasados, como situaciones que constantemente condicionan el presente de los personajes y que sirven para hacer de esta historia una forma de conocer su evolución y la del entorno donde se van desarrollando sus vivencias a lo largo de sus vidas.

Podemos encontrar formas extranjerizantes de los personajes más cultos y una manera de conservar las raíces culturales por parte de otros con menos cultura, pero con más arraigo nacional. El perspectivismo y la introspección psicológica que se usa como forma de conocer los más íntimos pensamientos de los personajes le dan la posibilidad al lector de saber los detalles más recónditos.

Con el uso de un narrador que está presente en muchas situaciones se hace más entendible la forma de usar la analepsis como recurso narrativo que retrotrae el lector a circunstancias del pasado, porque es una historia de amor juvenil y amor entrado en años; de ahí que la novela se extienda en detalles que ha hacen una obra extensa pero entretenida y con gran riqueza cultural.

* * *

Gabriel García Márquez, El amor en los tiempos del cólera, Editorial Diana, primera edición, México, 1985.

Vivir es increíble

mente, no lo parecían, ni cartas de amor, ni hojas de un diario. Eran, son, fenómenos lingüísticos, si se me permite esa descripción, juegos con el lenguaje, paradojas, adivinanzas, trabalenguas, laberintos, esculpidos con grafías, llevados al sintagma, pero que pueden significar cualquier cosa, o nada. Un día Hernández Estrada me mandó un mensaje que se titulaba ‘Vivir es increíble’; otro día Adrián Morant hizo lo mismo. Se habían contagiado del ejercicio, del virus escritural. Yo me pregunté qué tan pertinente era que entrara en aquella confrontación. Estaba frente al Palacio de Bellas Artes, uno de mis más entrañables amigos se había

quitado la vida y lo entendí todo: vivir es no creíble, resulta absurdo estar vivo, es totalmente ilógico que habitemos un planeta en donde las plantas crecen, lo animales se desarrollan y evolucionan, los seres humanos pueden hacer uso de un lenguaje para no comprenderse. Entendí que vivir no tenía ningún sentido. Entonces me encontré con Jánea Estrada y le planteé que me dejara escribir una serie de textos que llevaran el mismo título siempre: ‘Vivir es increíble’. Le conté lo mismo que les estoy contando en este texto y ella aceptó, me invitó a participar en La Gualdra. Luego volví a mi camino. Escribo estos textos y los abandono al poco

de terminarlos. Cruzo el océano en una barca en donde no me acompañan ni las estrellas ni el agua salada. Hace poco vi una ballena, se detuvo a charlar conmigo sobre la marea. Decía no entenderla, no entendía en qué consistía su existencia. Dijo de ella misma, que las ballenas existían para comerse marinos y barcos, pero que en mi caso, ni era marino ni la balsa donde flotaba casi a la deriva podría considerarse apetecible. Desperté y estaba en mi cama, en mi cuarto. Afuera sonó un disparo que entró por la ventana. Me toqué y no sangraba, estaba vivo, o eso parecía. El espejo se comenzó a cuartear y los grillos cantaban algo como mi nombre.

LA GUALDRA NO. 587 /// 28 DE AGOSTO DE 2023 8

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