Javier Garciadiego Dantán es el director de la Academia Mexicana de la Historia desde febrero de 2018 y estuvo en Zacatecas para presidir el dicurso de ingreso de Manuel González Ramírez como corresponsal de la Academia, y para atestiguar el nombramiento de la corresponsalía en Zacatecas del Seminario de Cultura Mexicana. Ha sido además director del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México y director general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, presidente de El Colegio de México entre 2005-2015, institución de la que es profesor-investigador desde 1991; desde principios de 2017 se encuentra al frente de la Capilla Alfonsina. El historiador es también miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua -desde 2013- e integrante del Colegio Nacional desde 2016.
[Una entrevista con Javier Garciadiego Dantán, por Jánea Estrada Lazarín, en páginas centrales]
SUPLEMENTO CULTURAL NO. 562 /// 20 DE FEBRERO DE 2023 /// AÑO 12 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Javier Garciadiego Dantán. Foto de Miguel Núñez.
562 La Gualdra No.
Dos acontecimientos muy importantes, en el ámbito de la cultura y las artes, ocurrieron la semana pasada en la ciudad de Zacatecas. El primero de ellos se llevó a cabo el 16 de febrero: el cronista de la ciudad de Zacatecas, Manuel González Ramírez, dictó su discurso de ingreso formal a la Academia Mexicana de la Historia, en el Teatro Fernando Calderón, ante la presencia del doctor Javier Garciadiego Dantán, director de la academia mencionada.
Manuel González Ramírez se convierte en el segundo corresponsal de la Academia Mexicana de la Historia que tiene Zacatecas actualmente, después de que en noviembre pasado hiciera lo mismo la doctora Mariana Terán Fuentes. El título de su discurso de ingreso fue:
“Dos ilustres zacatecanos: Cuauhtémoc Esparza Sánchez, del deber de la historia / María Luz González Cosío Acosta de López, benefactora de México”.
Con el nuevo corresponsal tendremos próximamente una entrevista, ya pactada, para que aparezca en esta casa gualdreña, mientras tanto, felicitamos al maestro González Ramírez por ingreso como corresponsal de esta academia, fundada en 1919 en la CDMX y en la que cada vez es más notorio el interés por establecer relación con quienes, desde el interior del país, se encuentran haciendo historiografía profesionalmente, para difundir de manera más amplia los resultados de su labor.
De este y más temas hablamos con el historiador Javier Garciadiego, quien nos hizo el favor de darnos la entrevista que hoy publicamos en esta edición. No está demás decir lo interesante que resultan los puntos de vista que este prestigiado historiador tiene no solo con respecto a personajes de la historia cultural de nuestro país como Alfonso Reyes, Ramón López Velarde y Vasconcelos; sino conocer también su opinión sobre los efectos culturales de la Revolución Mexicana en el ámbito cultural y cómo siguen, de alguna u otra forma, estando presentes en nuestra realidad nacional que necesita, hoy más que nunca, la existencia de un pacto nacional en el que participen los ciudadanos, los académicos, la iniciativa privada y los políticos para hacer frente a uno de los problemas más urgentes a solucio-
nar: la inseguridad ocasionada por el crimen organizado. “Lo que hoy quisiéramos todos los mexicanos es recuperar esa quietud pueblerina de la que nos habló López Velarde”, nos dice en la entrevista que puede leer en las páginas 4, 5 y 6 de esta Gualdra y que está disponible también en video en la página de YouTube de La Jornada Zacatecas.
El segundo acontecimiento fue el nombramiento de los integrantes de la corresponsalía en Zacatecas del Seminario de Cultura Mexicana; el Arq. Felipe Leal, su presidente, estuvo en Zacatecas en el acto protocolario llevado a cabo en el Museo Rafael Coronel el pasado 17 de febrero. Todo esto estuvo gestionado por el Lic. Manuel Fernando Sescosse, quien preside ahora la Sociedad de Amigos de Zacatecas y la corresponsalía zacatecana del Seminario, en la que integró a un grupo de ciudadanos que trabajarán ahora para continuar con esa encomienda vasconcelista de hacer proyectos y actividades que contribuyan a la difusión de la cultura, la ciencia, las artes y la educación.
Tuve la oportunidad también de entrevistar al Arq. Felipe Leal, presidente del Seminario de Cultura Mexicana y en la próxima edición estaremos compartiendo la conversación que tuvimos con él. Estoy enormemente agradecida tanto con el Dr. Garciadiego como con el Arq. Leal por la disposición y amabilidad que tuvieron para la realización de estas entrevistas, y, sobre todo, por el interés que manifestaron tener en que Zacatecas resulte beneficiado con la instauración de estas nuevas corresponsalías. Estoy segura de que así será.
Dice el Dr. Garciadiego que los historiadores solemos ser optimistas, y yo concuerdo con él; por eso confío en que cada vez sean más los jóvenes quienes paulatinamente se sumen a estos proyectos relacionados con la cultura y las artes, y con la pacificación de nuestro Estado. No perdamos el ánimo, sigamos trabajando para superar las adversidades haciendo lo que nos corresponde. Que disfrute su lectura.
Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
i La entrevista con el Dr. Javier Garciadiego Dantán puede verse en la siguiente liga: https://youtu.be/04EFHMZ5EQk
Un relámpago bermejo, de Ernesto Lumbreras por Ernesto Castro
Javier Garciadiego:
Lo que hoy quisiéramos todos los mexicanos es recuperar esa quietud pueblerina de la que nos habló López Velarde Por Jánea Estrada Lazarín
Desayuno Tiffany’s, mon ku
La belle marinière (1932), La mujer Vamp feliz
Por Carlos Belmonte Grey
The Banshees of Inisherin, de Martin McDonagh
Por Adolfo Nuñez J.
El amor y la emblemática de Otto Vaenius
Por Salvador Lira
La higuera Por Pilar Alba
Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com
Sandra Andrade Diseño Editorial
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
2 LA GUALDRA NO. 562 /// 20 DE FEBRERO DE 2023 /// AÑO 12
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Carmen Lira Saade Dir. General
Directorio
Editorial
8
4 5
3 Contenido
6 7
Un relámpago bermejo, de Ernesto Lumbreras
6 Por Ernesto Castro*
Afuera, una luna llena escondida en nubes a punto de reventar adorna la noche citadina. Adentro, en el escenario semioscuro, otra luz, artificial, se centra y acompaña los movimientos tenaces y sutiles de las manos de una bailaora con su vestido flamenco, rojo y ondeante. Taconea. Hace hablar el tablao del teatro y callar a quienes la observan desde los asientos. Otra luz en dirección contraria muestra a dos, quizá tres guitarristas que acompasan el baile. Guitarras dramáticas. Desgarran el tiempo. Conmueven. Mientras, Pilar, gitana, danza y suda sin parecerlo. El teatro todo centra su vista en el espectáculo, que concluye con un faldeo final, enérgico, como ola reventando, que levanta los aplausos de quienes concurren al ritual.
Las luces se encienden y dejan ver en toda su magnificencia el interior del recinto. Esa noche, lejana en el tiempo y lluviosa, la aparición en el cielo de un relámpago cobrizo haría más inolvidable el recuerdo y la experiencia visual de Ernesto Lumbreras, coronada en la bóveda del Teatro Degollado con el mural de Jacobo Gálvez, de quien después supo que era el hacedor también del entonces y hasta ahora, mayor recinto cultural de Guadalajara, construido junto al sitio final de la fundación de la entonces villa. Por mera coincidencia, inicio esta reseña del libro Un relámpago bermejo. El Limbo de Dante en el Teatro Degolla-
do (Typotaller, 2022) del poeta Ernesto Lumbreras, el 14 de febrero de 2023, mientras que habitantes de esta ciudad cumpleañera se concentran en el centro de la ciudad junto con funcionarios de gobierno para celebrar con mariachi, chocolate, picones y jericallas su 481 aniversario.
Esta ciudad que se habita, contiene entre sus calles, cuadras y demarcaciones una cantidad no menor de acontecimientos intangibles y símbolos tangibles que la han ido moldeando paso a paso para poner a nuestros ojos lo que hoy es y que este día se celebra. A ese tenor, una significativa y añosa arquitectura define esta urbe, que ha evolucionado con el tiempo. En su primer cuadro, una serie de edificaciones y monumentos la hacen identificable nacional e internacionalmente. Hay entre ellas dos construcciones que destacan y que tienen ciertas semejanzas. Me refiero al Hospicio Cabañas y al Teatro Degollado, el primero decorado con murales de José Clemente Orozco y el segundo por el ya mencionado mural al óleo del arquitecto Gálvez. Sobre ambos recintos se ha escrito una cantidad significativa de ensayos y libros de distintas fechas y desde diferentes perspectivas, a la cual se agrega el libro de Lumbreras, testigo del baile de Pilar Rioja con el que se abre esta reseña. El libro se compone de 10 apartados presentados un tanto por orden cronológico y otro por el proceso de construcción del
teatro y la elaboración del mural. Inicia este periplo el autor haciendo una crónica de las fundaciones de Guadalajara, para establecerse con éxito donde años después se levantaría el planeado Teatro Alarcón, en honor al dramaturgo Juan Ruiz de Alarcón; las circunstancias zigzagueantes entre la paz y la guerra llevaron a que el nombre cambiara a quien inició con el proyecto de construcción del recito, el entonces gobernador Santos Degollado, y que recayó en la responsabilidad del arquitecto Gálvez.
El dossier de fotografías de Arturo Aguirre, incluido a la mitad del volumen, lo hace más deleitable y visual, algo necesario al tratarse del análisis de una obra arquitectónica y pictórica. También el diseño y la diagramación de cada capítulo, con pequeñas ilustraciones al margen de las páginas, hacen más estética la presentación.
Es importante decir que Un relámpago bermejo es un docto documento histórico tanto sobre el teatro, como sobre el estilo y contenido muralístico de la bóveda, la evolución del dogma del Limbo y las ideas de la época; pero, al mismo tiempo, es también una metáfora de la ciudad y su raigambre cultural.
Lumbreras, en su oficio de narrar y explicar un momento preciso, histórico, también, como una centella, nos alumbra con suficientes rayos de luz sobre una serie de interrogantes que nos hacen transitar por el significado de una cultura tapatía que se hermana con la universal a través de los símbolos y personajes que Gálvez plasmó en la bóveda, extraídos de la Divina comedia del poeta Dante Alighieri, particularmente del
canto IV del Infierno, dedicado al Limbo, donde “sin esperanza, vivimos en deseo”, en palabras del guía de Dante por ese lugar, Virgilio.
Desde el primer capítulo del libro, el autor define a Guadalajara como una ciudad dantesca, en el sentido de afinidad con el pensamiento y la obra del poeta italiano, pero destaco algo un poco más allá, y que tiene que ver con otro significado de lo dantesco, más relacionado con lo impresionante y desagradable, como lo es el clima de agresión y violencia que actualmente se vive.
En este contexto, Lumbreras destaca el mural de Gálvez como un símbolo de la armonía y la belleza del pensamiento humano, a través de personajes que nos han legado la clarividencia de las ideas antes que la barbarie, artistas, filósofos y escritores que han pugnado y dado prioridad a una humanidad donde brille y reine la inteligencia y paz, no la guerra y la crueldad que acompañaron y acompañan al ser humanos y su expresión bélica y violenta que sin sentido amenaza al Estado, al país y al mundo.
Así, el teatro y su mural parecen decirnos, incluso desde su frontispicio, que merecemos la paz y no la discordia, iluminada por el pensamiento y por la herencia racional de quienes habitan el Limbo dantesco. Como lo menciona acertadamente el mismo Lumbreras: “Después de un campo de batalla permanente, el territorio mexicano debería convertirse en un jardín a imagen y semejanza del Limbo de Dante, donde las mentes más brillantes discutieran y acordaran –de una vez por todas– salir del infierno de las balas y los obuses”.
20 DE FEBRERO DE 2023 3 Libros
Ernesto Lumbreras.
* Ernesto Castro es escritor y corrector de textos. Escribe para Cuarto de Guerra y ha colaborado con Partidero.
Javier Garciadiego:
quietud pueblerina de la que nos habló López Velarde
6 Por Jánea Estrada Lazarín
Javier Garciadiego Dantán es el director de la Academia Mexicana de la Historia desde febrero de 2018. Ha sido además director del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México y director general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, presidente de El Colegio de México entre 2005-2015, institución de la que es profesor-investigador desde 1991; desde principios de 2017 se encuentra al frente de la Capilla Alfonsina. El historiador es también miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua -desde 2013- e integrante del Colegio Nacional desde 2016.
El Dr. Garciadiego estuvo en Zacatecas para presidir el discurso de ingreso de Manuel González Ramírez como corresponsal de la Academia el pasado 16 de febrero; y para, al día siguiente, atestiguar el nombramiento de los integrantes de la corresponsalía en Zacatecas del Seminario de Cultura Mexicana -del que forma parte también-, acompañando al arquitecto Felipe Leal, presidente del Seminario.
Nos encontramos con el doctor en el patio del hotel del centro histórico en el que se hospedó para conversar; llegó a la entrevista con una sonrisa amplia y una chamarra con el emblema de los Pumas, mostrando con orgullo su espíritu universitario, que va más allá de un equipo de futbol. Comenzamos hablando sobre las Academias en nuestro país. Garciadiego dice que, para él, las dos academias más importantes son la de la Lengua y la de Historia. Él dirige esta última academia mexicana que tuvo sus orígenes en el año de 1919. i
Jánea Estrada Lazarín: Hablemos de la Academia Mexicana de la Historia, doctor…
Javier Garciadiego Dantán: La Academia Mexicana de la Historia es una institución fundada en 1919, es una fundación relativamente tardía si se compara con otras de América Latina, que se habían fundado siempre auspiciadas desde España un poco antes de 1892 para que se coordinara la conmemoración del descubrimiento de América. España sabía que México no era tan hispanista, a diferencia de otros países latinoamericanos que tienen una relación con España, digamos, más respetuosa… México tiene ya muchos años de tener una relación distinta, vamos, somos el único país cuyos líderes de la Independencia murieron fusilados, a diferencia de otros países cuyos líderes murieron en sus camas. Entonces (la Academia) se fundó en 1919 como correspondiente de la Real de Madrid; aquí hay dos consideraciones, la primera: es cuando se empieza a pacificar el país y se comienzan a crear instituciones culturales, se retoma la vida cultural, editorial, universitaria, incluso, al año siguiente vendrá Vasconcelos; pero también hay otra interpretación que es que España quería coordinarse con América Latina para lo del cuarto centenario de la Conquista de México… bueno, la entrada de los españoles, de Cortés, al Valle de Anáhuac. Querían que fuera una conmemoración coordinada y efectivamente, la primera actividad de la Academia Mexicana de la Historia fue hacer unos homenajes absolutamente cortesianos. 100 años después, en el 2021, el recordatorio del encuentro de españoles y de la Conquista fue ra-
dicalmente distinto en términos ideológicos. […] La Academia es una institución que nace sin vínculos ni con el gobierno mexicano ni con la academia mexicana… así pasan los años, muy ajena a la Universidad de México y al gobierno mexicano… viene 1939 y con él el rompimiento de relaciones diplomáticas con España, entonces las relaciones con la Real Academia de la Historia de Madrid también se interrumpieron. La Academia pasó años muy difíciles, no tenía recursos, ni sede, se reunían en la casa de algunos de los miembros; hasta que alrededor de 1950-51, diría que en todo ese decenio, da dos giros: el primero es que se convierte en una asociación civil, legalmente ya es una institución mexicana, una AC que se rige por la normatividad de las asociaciones civiles de México y además empieza a tener contactos con el gobierno de México; Jaime Torres Bodet desde la SEP empieza a financiar un poquito a la Academia, le empieza a dar un subsidio que conservamos; también regalaron un lote de terreno y financiaron la construcción junto con un apoyo de Banamex. El segundo giro es que de haber iniciado con el aristócrata culto, el abogado interesado en la historia, el jerarca de la iglesia… en México no existía la historia profesional… empiezan a producirse historiadores profesionales que hacia los 50’s y 60’s se incorporan a la Academia, primero conviviendo con estos historiadores amateurs -algunos de ellos talentosísimos, geniales, pero no profesionales-; hoy en día todos los integrantes de la Academia somos historiadores profesionales.
Hoy la Academia Mexicana de la Historia es una institución de con-
fluencia y de difusión; la investigación no la hacemos en la Academia, cada uno la hace en su institución; pero ahí nos reunimos, discutimos, compartimos ideas… y sobre todo hacemos mucha difusión. El año pasado la Academia dio entre 115 y 117 conferencias, primero fueron en línea y ahora son híbridas. En términos estructurales está compuesta por 30 miembros de número, de los cuales 20 son metropolitanos y 10 son foráneos; esto se ha ido modificando… y tiene un número indefinido de corresponsales nacionales e internacionales. Hoy en día tenemos cerca de 70 corresponsales nacionales y número parecido de internacionales. Zacatecas, ahora cuenta con dos corresponsales con diferencia de meses de ingreso -Mariana Terán Fuentes, en noviembre de 2022; y Manuel González Ramírez, en febrero de 2023-.
JEL: En Zacatecas estamos muy contentos porque tenemos ahora dos corresponsales, el último había sido el maestro Cuauhtémoc Esparza… JGD: Sí, pero murió en 2013. Y todavía más grave: antes no había habido miembros zacatecanos en la Academia Mexicana de la Historia. El único fue uno nacido en Zacatecas, pero que radicó en Nuevo León y había sido corresponsal por Nuevo León, Eugenio del Hoyo.
JEL: Eugenio del Hoyo, y esto me trae un nuevo tema… él, junto con Federico Sescosse y con Genaro Borrego -padre- conformaron la Sociedad de Amigos de Zacatecas; ellos hicieron todo un proyecto para que Zacatecas tuviera la posibilidad de emerger de un deterioro debido al paso del tiempo, al descuido, etc., y a partir
LA GUALDRA NO. 562 4
Historia
Lo que hoy quisiéramos todos los mexicanos es recuperar esa
de este febrero de 2023, la Sociedad de Amigos de Zacatecas tendrá una corresponsalía en el Seminario de Cultura Mexicana. Nos podría hablar de eso, de la importancia de que Zacatecas tenga esta corresponsalía en el Seminario… esto es histórico, porque no solo no teníamos corresponsales en la Academia Mexicana de la Historia; tampoco teníamos esta otra corresponsalía, pese a esa relación tan fuerte que se tuvo a mediados del siglo pasado…
JGD: Es increíble… el Seminario de Cultura Mexicana es un proyecto Vasconcelista; otra vez Torres Bodet estuvo presente, ex secretario particular de Vasconcelos y luego yo diría que su seguidor en términos de proyecto. Así como hablábamos de que se crearon instituciones historiográficas en los años 40, también se estaban creando instituciones culturales. México finalmente estaba en paz, había logrado un desarrollo económico, en fin… en 1942 se creó el Seminario de Cultura Mexicana y en 1943 el Colegio Nacional. Y son dos instituciones que uno dice: las planearon en el mismo escritorio, en la misma oficina. El Colegio Nacional dice que solo se van a dar conferencias en su sede, en la CDMX; y el Seminario de Cultura Mexicana dice: no se van a dar conferencias en su sede, el objetivo es salir y difundir cultura, ciencia, arte, por todos los rincones del país y se invita a crear corresponsalías.
JEL: Muy acorde al programa de Vasconcelos…
JGD: Claro, esto es en verdad creación, con perspectiva de lo que el país requería en ese ámbito. Se fueron creando corresponsalías; a la fecha hay cerca de 70. Zacatecas de manera increíble no tenía; porque si una ciudad tiene cultura es Zacatecas, porque además hubo zacatecanos muy distinguidos en el Seminario de Cultura, por ejemplo Manuel M. Ponce fue miembro fundador, Mauricio Magdaleno también… o sea, por Dios…
JEL: Esta corresponsalía se da gracias también a la gestión del Lic. Manuel Fernando Sescosse, sobrino de don Federico Sescosse…
JGD: Absolutamente, él es el gran impulsor de esta corresponsalía…
JEL: Hace un momento le comentaba que en la década de los 50 hubo una relación muy estrecha entre el Seminario de Cultura con Zacatecas, gracias a las gestiones de José Minero Roque, que editó con el Seminario su discurso “La cultura y el pueblo zacatecano”…
JGD: ¿Pero por qué no se hizo una corresponsalía? Tuvieron visitas del Seminario…
JEL: Claro, estuvieron aquí personajes como Rodolfo Usigli, Fanny Anitúa, Francisco Díaz de León…
JGD: Te voy a ser muy sincero, cuando yo oigo estos nombres de quienes fueron miembros del Seminario, como Manuel M. Ponce, Frida Kahlo, Mauricio Magdaleno, Rodolfo Usilgli…
JEL: Agustín Yáñez…
JGD: Agustín Yáñez, sí… más me atosigas con estos nombres y me pregunto, bueno, y ¿yo qué hago aquí frente a estos gigantes? Fueron gigantes…
JEL: Doctor, creo que está usted pecando de falsa modestia… el trabajo que usted ha realizado es impresionante…
JGD: No, estos eran gigantes, uno es esforzado… no sé cuál sea la diferencia, pero la entiendo.
JEL: Por ejemplo, yo quisiera hablar de su más reciente trabajo relacionado con Alfonso Reyes, quien tuvo una relación de amor-odio con uno de nuestros personajes más queridos en Zacatecas, Ramón López Velarde… Y Alfonso Reyes, paradójicamente formó parte del patronato para constituir la casa museo de Ramón López Velarde. Usted acaba de editar un libro, muy interesante (Sólo puede sernos ajeno lo que ignoramos. Ensayo biográfico sobre Alfonso Reyes) en el que no solo da datos biográficos de Reyes, sino que hace un análisis que nos abre más el panorama con respecto a la vida y obra de este gran pensador mexicano… hablemos más de esto, por favor…
JGD: Primero hagamos un panorama general. Yo he tenido una relación con Alfonso Reyes muy curiosa, es un regalo que la vida me ha dado.
Fui presidente del Colegio de México 10 años y yo sabía que ahí había estado Alfonso Reyes, quien había sido el fundador de esa institución que yo estaba dirigiendo; en mi oficina siempre estuvo su retrato tutelar. Terminé en el Colegio de México y luego fui invitado a ser miembro del Colegio Nacional del que Alfonso Reyes fue miembro fundador, y ahí está el retrato que le hizo Siqueiros en la cárcel, lo pintó en su celda… es impresionante este país. Y luego me invitaron a dirigir la Capilla Alfonsina, soy “el capellán de la Capilla”. Había yo hecho una primera biografía de Alfonso Reyes hace años… y dije, ahora que estoy en la capilla y que tengo acceso a fuentes inéditas, ya que han aparecido tantas fuentes como el diario de Alfonso Reyes y muchos epistolarios… creo que es el momento…. Porque es muy actual, sobre todo en dos sentidos: el primero, en el invitarnos a evitar el nacionalismo ramplón; te diría, puedes ser un mexicano de excepción o un muy buen mexicano -como la mayoríasi lees a Homero o si lees a Octavio Paz, a quien sea; no es ser malinchista leer literatura internacional o literatura extranjera… los griegos son parte nuestra, El Quijote es nuestro también, o qué ¿nada más es de
los españoles? El Quijote es de quien lo lea, Homero es de quien lo lea… esa es la invitación de Alfonso Reyes “No nos reduzcamos a las fronteras político-administrativas. Abramos ventanas. Conozcamos el mundo. Si no puedes viajar hazlo a través de su literatura, de su arte”. Segundo, siento que el país está en un momento de enorme “rijosidad”, con mucha rispidez; el debate no solo entre políticos de diferentes tendencias, sino incluso entre artistas, intelectuales, es muy descalificador…. Alfonso Reyes lo que proponía es “Escucha al otro, conversa, no trates de imponer en una conversación tus ideas; trata de aprender de toda conversación”. Este es el motivo de que considere a Alfonso Reyes actual. Ahora, tiene una vida fascinante. Los historiadores nos movemos siempre buscando desmiti-
ficar o corregir y enmendar errores. Siempre se había dicho de Alfonso Reyes “Ah, sí, es ese viejito que se sonreía, bonachón, coquetón con las señoras, conservador…”. Y de repente uno entra a su biografía y es otra cosa; es un hombre con una vida de un enorme dramatismo que no se caracteriza por conservador, fue uno de los embajadores cardenistas más recalcitrantes y radicales; tuvo una vida trágica desde la muerte de su padre… cómo rompe con su familia… su relación con las mujeres no es de una simple coquetería -fue una relación muy dramática, yo diría fea-; hoy Alfonso Reyes sería rechazado de muchas asociaciones, no por acoso, sino por misógino, podríamos decir. Me lancé a hacer esta biografía en donde claro, uno de los capítulos es sobre López Velarde; ¿dónde estuvieron las diferencias entre Alfonso
20 DE FEBRERO DE 2023 5 Historia
Reyes y López Velarde? Yo te diría rápidamente, en una palabra: los celos. Y una segunda palabra sería la intriga. ¿Quién es el intrigante en este caso?
Julio Torri. Julio Torri fue el príncipe de las intrigas, el chismoso entre los escritores; aparece una reseña de López Velarde sobre un libro de Alfonso Reyes y Julio Torri le escribe y le dice “¿Ya viste, Alfonso, lo que dice Ramón López Velarde?”. En síntesis, lo que dice Ramón López Velarde, y creo que con toda razón, es: “Me gusta más verlo en la prosa”. No dice que sea mal poeta, dice que lo ve mejor en la prosa y tenía toda la razón. Después de eso cuantas encuestas, cuantas reseñas, cuantas antologías se han hecho de poesía, se dice, los poetas de México de la primera mitad del siglo XX, no los voy a poner en orden de importancia, tal vez en orden cronológico, son: González Martínez, Ramón López Velarde y José Gorostiza. No queda Alfonso Reyes, a él lo recordamos por su prosa, que estaba muy cerca de la modernidad porque estaba en Francia, en España, conocía esa literatura, le gustaba Mallarmé,
sensualidad; al igual que la crítica que hizo sobre el trabajo de Julio Ruelas.
JGD: Sí, de Julio Ruelas… tenía un enorme cariño por él. Alfonso Reyes escribía crítica literaria, pero a la crítica de artes plásticas era más renuente; hizo crítica cinematográfica, pero no la firmó con su nombre. En cuanto a la crítica de artes plásticas… lo que podemos resumir es que Julio Ruelas le fascinaba, al grado de que en la Capilla Alfonsina hay dos cuadros de Ruelas que presiden la capilla. En cuanto a la gastronomía, a Alfonso Reyes le gustaba muco comer, tomar algún vinillo… conoció muchas comidas, imagínate, vivió en España, en Francia, en Argentina, en Brasil. Hablas de sensualidad, él se volvió loco con la sensualidad brasileña….
JEL: Además de Alfonso Reyes, doctor, usted es un especialista en los estudios sobre la Revolución Mexicana; al respecto creo que se ha abordado mucho lo relacionado con lo político y poco sobre los impactos culturales que la revolución ha tenido… es usted un especialista en estudios culturales, en ese sentido, ¿qué le debemos a la revolución en cuanto a estos cambios culturales que todavía se están gestando?
sus altas y bajas, no ha perdido este compromiso de apoyo y difusión cultural. Si tú comparas lo que en este país se invierte, se apoya en cultura, con lo que se hace con otros países de América Latina, no hay comparación: nosotros tenemos un Bellas Artes, un INAH, zonas arqueológicas…
JEL: Pero aun así tendríamos que seguir pugnando porque los presupuestos aumentaran…
JGD: Por eso dije que con sus altas y bajas. Ha habido sexenios más pujantes que otros, tanto por el presupuesto como por el proyecto del secretario o secretaria en turno.
JEL: Con base a su experiencia, doctor, hablemos de arte y de cultura, vivimos un momento turbulento en todo el país en términos de inseguridad. Y yo quiero hablar de ese poder que puede tener el usar la belleza como estrategia de pacificación…. ¿De acuerdo con su experiencia, considera que funcionaría darle más impulso a la educación artística y cultural?
Apollinaire y demás; en cambio López Velarde está mucho más allá de la poesía pueblerina, que además es preciosa y que es lo que hoy quisiéramos. A ver, estoy en Zacatecas, yo creo que lo que hoy quisiéramos todos los mexicanos, y me imagino que los zacatecanos y zacatecanas más, es que recuperáramos esa quietud pueblerina de la que nos habló López Velarde. No puede ser que Jerez sea lo que es hoy, prefiero el Jerez de López Velarde.
JEL: La recuperaremos, porque la historia también nos da estos datos de ciclicidad; vivimos en un momento turbulento como el de ahora, pero la vamos a recuperar…
JGD: Sí, todo es histórico. Todo tiene un fin y un inicio. Quiero volver a López Velarde porque también era un poeta que conocía la vanguardia, por favor… no me pueden decir que era un “poeta pueblerino”, es el poeta de México.
JEL: De Alfonso Reyes me llaman mucho la atención también esos textos que hizo sobre la gastronomía y la
JGD: Le debemos, yo diría… primero, hay países que desarrollaron una cultura nacionalista sin revolución… en el caso de México este nacionalismo cultural nos vino de la Revolución Mexicana. Qué nos dio, primero, nuevos temas… quiere decir que aparecen como protagonistas, ya sea en pintura de los murales, en literatura, gente que procede de sectores sociales -que ahora se llaman pueblo-, esto no sucedía antes… nos dio también temas nuevos en la música… pero también democratizó a los artistas. No solo es sobre qué se escribía, sino quiénes escribían, prácticamente los autores empiezan a proceder y a emerger de sectores sociales que antes no tenían estas posibilidades. La revolución además de darnos temas y de democratizar el arte, no se puede negar que se hizo, tú puedes ver el Muralismo Mexicano, el taller de la Gráfica Popular y luego leer la novela de la revolución… es eso… sino que también hubo un apoyo institucional que tiene que ver con Vasconcelos. Él dijo, la revolución es varias cosas: es democracia política, es tierra para los campesinos, es derechos sociales para los trabajadores, es una definición nacionalista, soberanía internacional, y es educación y cultura; esas son las cinco grandes banderas. Vasconcelos dijo hay que darles educación a los niños, y sobre todo a los niños de las zonas rurales y populares y a los indígenas -creó un departamento de educación indígena-. Y, además, educación para Vasconcelos, a diferencia de "instrucción” para Justo Sierra… educación implica arte, implica cultura, implica responsabilidad cívica… implica todo; eso se lo debemos a Vasconcelos y yo creo que el Estado Mexicano, con
JGD: Sí, pero tiene que ser un proyecto muy integral: tienes que mejorar la educación de niños y niñas, tienes que darle distracción permanente a los adultos -que haya oferta cultural en todas las ciudades-, pero no basta: tienes que darle también opciones laborales; porque si no hay una opción laboral fuerte, sólida, la gente se va a ir a otros empleos que están en la absoluta ya no digamos ilegalidad, en la violencia cotidiana. Van a vivir de la violencia; su ascenso en lugar de ser debido a la mayor educación va a ser a la mayor capacidad de generar violencia. Después de la revolución lo superamos, pero sí hubo una propuesta de integración social, actos sociales y también hubo una oferta cultural. Yo creo que ahora lo que debemos hacer es esto, un pacto social, una oferta económica, una posibilidad educativa y una oferta cultural.
JEL: Yo creo que la oferta cultural sí la tenemos y que en todo caso tendríamos que trabajar en ese pacto social desde la ciudadanía, desde la academia, desde todos aquellos que amamos a nuestro país…
JGD: Y desde la política.
JEL: Claro, pero si desde la ciudadanía se impulsa eso es más fácil que la política lo adopte, creo…
JGD: Absolutamente, los historiadores somos optimistas. Si superamos la revolución, la intervención francesa… vamos a superar el crimen organizado; pero, sí necesitamos que la sociedad esté unificada, que los políticos estén unificados: frente al crimen organizado no puede haber diferencias partidistas, no se vale, es un crimen.
La entrevista en video puede ser consultada también en la página de Youtube de La Jornada Zacatecas, en: https://www.youtube.com/watch?v=TV3ZsmHFXtg
LA GUALDRA NO. 562 6
Historia
Desayuno en Tiffany’s, mon ku La belle marinière (1932), La mujer Vamp feliz
6 Por Carlos Belmonte Grey
brimiento. Solo se hallaron 5 de las 9 bobinas del largometraje, o sea que casi la mitad de la película sigue perdida. Para la restauración se decidió incluir narraciones de lo que sucedía en esas bobinas para darle continuidad a la historia.
La historia es la vida de Pierre y su hermana que, en compañía de Silvestre, viven dentro de una Peniche que recorre los ríos franceses y van de pueblo en pueblo comerciando. La tranquilidad se interrumpe cuando Pierre encuentra a Marinette y decide casarse con ella en París. Su mujer y mejor amigo se enamoran y deciden fugarse.
Esto nos permite lanzar una hipótesis de por qué se filmó esta película en Francia. Porque Francia con sus manifestaciones artísticas y personajes era concebida como el país que se abría a la sexualidad y al cuerpo deseado, mientras que en EUA se trataba de liberar, aún el código y la censura controlaban (como sucedería por décadas) y bien que la apertura a estos temas era vista como una forma de crear industria, no se podía permitir que la mujer y el hombre se fueran felices sin el castigo merecido. Una película que hay que ver.
Recientemente nos topamos en una cineteca local francesa con un filme de esos medio perdidos y poco publicitados a pesar de contar con actores que ahora son leyendas. Películas viejitas, tan viejitas que son de los primeros años del cine sonoro y cuya calidad sigue siendo no la ideal, y eso que ya han sido restauradas. Hablamos de La belle marinière (1932) dirigida por Harry Lachman en
Francia y con los actores Jean Gabin, Madeleine Renaud, Pierre Blanchar y Rosine Deréan. Una película que desde su origen ya es una curiosidad al tratarse de una producción y dirección estadounidense con distribución de la Paramount. La cinta estuvo perdida por muchos años hasta que en el 2004 se encontraron unas bobinas que estaban mal clasificadas y al visionarse se dieron cuenta del descu-
La fórmula de la mujer vamp y del virginal romanticismo nos debería hacer pensar en un final trágico para los traidores, pero no. Es simplemente una pareja que se va feliz y un marido con hermana sufrientes.
La cinta nos deja ver a un joven Gabin afirmando su rol de hombre dominador que, sin embargo, en esta ocasión será derrotado por su mejor amigo. El dispositivo, por supuesto, clásico, centrado en las miradas y los fueras de campo nos van delineando la infidelidad y una intensa sensualidad.
The Banshees of Inisherin, de Martin McDonagh
6 Por Adolfo Nuñez J.
Con una premisa aparentemente sencilla, la nueva película del cineasta y dramaturgo Martin McDonagh (In Bruges, 2008; Three billboards outside Ebbing, Missouri, 2017) es en realidad un relato insólito y doloroso que reflexiona sobre temas como la soledad, el orgullo, el sentido de pertenencia y las relaciones humanas.
La cinta toma acción en una isla remota de Irlanda durante el año 1923, fecha en la que terminó la Guerra Civil de dicho país. Un día, Pádraic (Colin Farrell) descubre que, sin aparente razón, su mejor amigo Colm (Brendan Gleeson) ha decidido dejar de hablarle. Como si fuera un niño pequeño, Colm lo evita a toda costa en la calle, en la iglesia y en el bar que ambos frecuentaban juntos cuando todavía se dirigían la palabra.
Al ir perdiendo toda relación con el que en algún momento fuera su amigo más cercano, Pádraic tratará de encontrar consuelo en su comprensiva hermana Siobhán (Kerry Condon) y en Dominic (Barry Keoghan) un jo-
ven extraño dañado por los abusos de su padre, el violento policía del pueblo.
Fiel al estilo de su realizador, The Banshees of Inisherin (2022) se trata de una comedia negra que poco a poco se va volviendo tragedia. Lo que a primera vista salta como un mero capricho, un simple malentendido entre dos personas, es la excusa de McDonagh para que la narrativa escale hacia lugares insospechados, construyendo una creciente angustia e incertidumbre a lo largo de todo el relato.
Con una serie de intercambios humorísticos, algunos de tono amigable y otros más crueles, el director reflexiona sobre el concepto de la amistad o, más en concreto, de la amistad masculina. También plantea ideas interesantes sobre el paso de las personas por el mundo y los temores ante la incapacidad de trascender; al mismo tiempo, cuestiona si son más importantes los logros personales que los vínculos que se establecen con otros a lo largo de una vida.
En medio de estas reflexiones, se va desarrollando una historia donde las tensiones van escalando hasta resultados cada vez más irresolubles y violentos. Dentro de una disputa que no para de crecer y de producir daños colaterales, se plantea un interesante paralelismo con la Guerra Civil que acontece en ese momento prácticamente ante las narices de los protagonistas y que, como cualquier otro conflicto bélico entre dos partes, no deja de ser un sinsentido enorme.
Es así que, bajo su superficie de comedia irónica, la cinta de McDonagh en realidad se trata de un devastador relato sobre la imposibilidad de encontrar tregua en un mundo donde solo hay heridas abiertas, resentimientos y desacuerdos. Dentro de los conflictivos tiempos actuales, The Banshees of Inisherin resulta ser una película de una relevancia inesperada, produce una catarsis que surge de lo particular (el choque entre dos hombres) pero que resuena en inquietudes mucho más universales.
20 DE FEBRERO DE 2023 7
Cine
El amor y la emblemática de Otto Vaenius
Lira
La emblemática es un género artístico–literario que proliferó a partir del siglo XVI, fundamentalmente con la publicación del Emblematum Liber de Andræ Alciato. La estructura denominada emblema triplex fue conformada por una producción visual (pictura), un poema (pôesis) y un lema o mote, recuperado de la tradición clásica o judeocristiana. Amplias fueron su recepción, difusión y reformulación en todo el Occidente, abarcando diferentes tópicos, como el concepto de Estado, el hermetismo neoplatónico y el amor.
Sobre este último tópico, quizá la obra más característica es Amorum divina emblemata… por Otto Van Veen, mejor conocido como Otto Vaenius, quien fuera maestro del también renombrado pintor Peter Paul Rubens. Nació en Leiden en 1556 y se caracterizó por ser un pintor y dibujante humanista creador de varios libros de emblemas. La obra en cuestión fue publicada en 1608, con múltiples reediciones políglotas, con interlocución en poemas tanto en latín, como en lenguas modernas. Luis de Toledo fue el responsable de traducir los versos al castellano, conjurando una fortuna de estructura poética según la tradición, ya fuese a través de décimas o sonetos.
La idea del amor que se inscribe en el Amorum divina emblemata… combina una suerte de consideración o dicotomía hermética entre el amor profano y el amor sagrado. La nostalgia o melancolía, producida por el saber y el movimiento del sentimiento, se realiza a través de la imagen mítica de cupido, quien en perspectiva es la imagen central de la pictura, así como el sujeto de las acciones y emociones del amor. Este se relaciona con otros
elementos iconográficos, que dan cuenta de distintas funciones y referencias simbólicas, dando pie a una reflexión de carácter moral.
Tómese el ejemplo del emblema LXVII. La pictura es un pequeño cupido que lee una carta, sentado sobre un montículo y postrado a la sombra de un árbol. A un lado se encuentra su arco y flecha, mientras que un viejo le entrega otro mensaje, quien se encuentra en dirección opuesta a las entradas de una ciudad con castillo. El mote central es de Cicerón, Litteris ab-
sentes videmus, que significa “En las cartas vemos a los ausentes”. En la edición de 1608 se integra un epigrama latino, una explicación de Séneca y dos estrofas en alemán y en francés. En el caso de los versos modernos, se reproduce una sentencia a la manera de mote, jugando así con el ajuste del sentido, puesto que en el francés dice La Lettre parle o “La carta habla”. El sentido central del emblema, que se explica en la sentencia de Séneca, es cómo a través de la memoria se resguardan los sentires de un
más allá, que quizá por breve tiempo habría podido caer en el olvido. De esta manera, el viejo es un heraldo que trae de diversas dimensiones las ideas y el recuerdo, como imagen al “volver a pasar sobre el corazón”. La versión castellana de Luis de Toledo recupera el sentido de prisión y el paso entre las emociones, que en perspectiva genera saudade: “[…] ya por imaginaria diligencia, / o por cifrarse ya en breves renglones / de un billete, el dolor del pecho triste / si en descubrir su mal su bien consiste”.
Aquí fui feliz por mucho tiempo. Dice, y los ojos de mi abuela se llenan de nostalgia. Mira, ahí me sentaba todas las tardes a esperar a que mi papá regresara: lo veía a lo lejos desde que era un puntito hasta que se iba haciendo grande, grande.
-M´ija- me decía, -ya vámonos a cenar-; y me daba la mano, ese era su único cariño. Antes no era como ahora, no necesitaba decirme más. Mira, mira; me dice y camina apresurada, como si los años se le hubieran borrado de inmediato y volviera a tener diez años. Mira, esa era mi recámara; y la tapia vieja parece cobrar vida con todo lo que ella me va contando; entonces puedo ver las cortinas, el cuadro de su ángel de la guarda, la mesita donde
estudiaba y tenía sus objetos de aseo, el veliz donde guardaba su ropa y la colcha de ganchillo que le había tejido su mamá. Sentada ahí sobre una piedra parecía que de repente todo lo que había vivido se le esfumara. Ya no recordaba cuando a su padre le quitaron las tierras y la casa, cuando murió su madre y ella tuvo que irse a vivir a la ciudad con una tía que más que tener una nueva hija, había ganado una empleada. Cuando se casó con mi abuelo Pancho nada más porque sí, porque él se lo pidió y ella quería salir de esa casa. Cuando mi abuelo la preñó por doce veces, así, sin pasión ni nada. Cuando perdió a cuatro de sus hijos, cuando otros seis se le fueron al norte, cuando los otros se casaron,
cuando murió papá Pancho y se quedó sola en su casa. De repente su voz casi quebrada me saca a mí de todos esos recuerdos y también me los espanta. Mira Luis, esa es la higuera, la que te platiqué que estaba en el centro de la casa. Por más que me esfuerzo no consigo verla entre tantos árboles y maleza, pero ella está segura de haberla encontrado. Se abre paso entre la yerba, respira profundo como si con ello quisiera llevarse todo lo que era su casa. Abue, le digo, ya tenemos que regresarnos. Me da su mano que de pronto se vuelve infantil. Sí, papá, se confunde, ya vámonos a cenar.
LA GUALDRA NO. 562 // 20 DE FEBRERO DE 2023 8
6 Por Pilar Alba
6 Por Salvador
La higuera
Río de palabras Arte