Saberes y Ciencias #120: Mujeres en resistencia

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marzo · 2022

Reseña (incompleta) de libros Alberto Cordero *

Juan Pérez Jolote **

JUAN PÉREZ JOLOTE La tierra de mis antepasados está cerca del Gran Pueblo en el paraje de Cuchulumtic. La casa donde nací no ha cambiado. Cuando murió mi padre, al repartirnos lo que dejó para todos sus hijos, la desarmamos para dar a mis hermanos los palos del techo y de las paredes que les pertenecía; pero yo volví a levantarla en el mismo lugar, con paja nueva en el techo y lodo para el relleno de las paredes. El corral de los carneros se ha movido por todo el huerto para “dar cultivo” al suelo. El pus que usó mi madre cuando yo nací, y que está junto a la casa, ha sido remendado ya; pero es el mismo. Todo está igual que como lo vi cuando era niño; nada ha cambiado. Cuando yo muera y venga mi ánima, encontrará ** Pozas, Ricardo. los mismos senderos por donde anduve en vida, y reconocerá (2018). Juan Pérez mi casa. Jolote. México: Fondo No sé cuándo nací. Mis padres no lo sabían; nunca me lo de Cultura Económica, dijeron. Trigésima cuarta Me llamo Juan Pérez Jolote; lo de Juan, porque mi madre reimpresión. me parió el día de la fiesta de San Juan, patrón del pueblo; soy Pérez Jolote, porque así se nombraba a mi padre. Yo no sé cómo hicieron los antiguos, nuestros “tatas”, para ponerle a la gente nombres de animales. Desde muy pequeño me llevaba mi padre a quebrar la tierra para la siembra; me colocaban en medio de ellos, cuando padre y madre trabajaban juntos en la milpa. Era yo tan tierno que apenas podía con el azadón; estaba tan seca y tan dura la tierra, que mis canillas se doblaban y no podía yo romper los terrones; esto embravecía a mi padre, y me golpeaba con el cañón de su azadón, y me decía: “¡Cabrón, hasta INTRODUCCIÓN cuándo te vas a enseñar a trabajar!” Algunas veces mi madre me defendía, pero a ella también la golpeaba. En otras ocasiones, siempre encontraba Juan Pérez Jolote” es el relato de la vida social de un hombre en quien motivo para pegarme; cuando él costuraba un sombrero de palma y yo torse refleja la cultura de un grupo indígena, cultura en proceso de camcía la pita para una costura, y la pita se reventaba, me jalaba las orejas y bio debido al contacto con nuestra civilización. me decía de nuevo: “¡Cabrón con qué me vas a pagar lo que te estás traEl marco de las relaciones en que se mueve el hombre de nuestra biogando, si no vas a aprender a trabajar como yo!” grafía, descrito aquí en sus rasgos más importantes, debe ser considerado Casi siempre me llevaba al monte a traer leña, y siempre que iba con él como una pequeña monografía de la cultura chamula. No se logra en su me pegaba; tal vez porque no podía yo cortar los palos con el machete. totalidad el conocimiento de un grupo, en un momento de su proceso cultuTanto y tanto me pegaba que pensé salir huido de mi casa. ral, mediante la narración del ambiente en que se mueve el hombre (menos Un día domingo, a la hora en que por el camino la gente que vuelve de aún, cuando faltan todos los antecedentes históricos del grupo); sin embarSan Andrés, después de la plaza, me acerqué a una mujer zinacanteca y le go, la comprensión de la biografía es más clara con la descripción de los dije llorando: “Mira, señora, llévame para tu casa, porque mi papá me pega componentes más importantes de dicha cultura. mucho; aquí tengo mi seña todavía, y acá, en la cabeza, estoy sangrando; Nuestro ejemplo es típico, ya que caracteriza la conducta de muchos de me pegó con el cañón de la escopeta”. “Bueno —me dijo la mujer—, vámolos hombres de su grupo (exceptuando la participación en el movimiento nos.” Y me llevó para su casa donde tenía sus hijos, en Nachij. armado de la Revolución Mexicana, que fue un accidente de su vida). No es No muy cerca de esta casa, en otro paraje, había una señora viuda que una biografía excepcional; por el contrario, es perfectamente normal dentro tenía cincuenta carneros. Cuando supe que yo estaba allí, vino a pedirme, de su medio, salvo las causas que obligaron a salir de su pueblo. diciendo a la mujer que me había traído: “¿Por qué no me das a ese muchaEn sus relaciones sociales, como todos los hombres de su pueblo, convicho que tienes aquí? No tiene papá, no tiene mamá; yo tengo mis carneros ve dentro de dos tipos de economía: indios con restos de organización prey no tengo quien me los cuide.” Luego me preguntó la mujer que me trajo: hispánica la una, y nacional de tipo capitalista, occidental, la otra. “¿Quieres ir más lejos de aquí; donde tu papá no te va a encontrar?” “Sí”, Dado el carácter de la narración, no es posible exponer, en forma sistele dije. Y me fui con la mujer de los carneros, sin saber a dónde me llevaba. mática, los dos tipos de economía a que se ha hecho referencia, pero, para Por el camino me preguntó si era yo huérfano: “No —le dije—, tengo ayudar a comprender mejor la distinción que se ha establecido entre padre y madre; sólo quiero que cuides mis carneros.” Y caminando siempre ambos, conviene algo acerca de estas diferencias. detrás de ella, llegamos a su casa; yo ya había andado por el monte con Constituyen los chamulas un grupo de indios, de más de 16,000 indivicarneros, yo solía llevaros para que comieran y bebieran, pero no conocía duos, que hablan la lengua tzoltzil y que viven en parajes diseminados por las tierras de los zinacantecos, no sabía dónde había pasto y agua. las montañas de la altiplanicie de San Cristóbal, cercanos a Ciudad Las Al día siguiente me recomendó la dueña de los carneros con otras Casas. Tienen un centro, el pueblo de Chamula, destinado a usos ceremogentes que tenían rebaños, para que anduviera con ellos por el monte niales, donde habitan las autoridades políticas y religiosas… pastoreándolos...

* acordero@fcfm.buap.mx


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