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75 aniversario Hermandad Universitaria
La Hermandad Universitaria nace como contestación a un momento de expansión algo descontrolada de las cofradías salmantinas, con intención de asentar un carácter marcadamente penitencial y austero. Su primera procesión, hace 75 años, se realiza gracias a la ayuda de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, que le prestaría el primer paso sobre el que se colocaron dos imágenes custodiadas en el interior de la Clerecía aunque nunca habían formado conjunto previamente.
María Madre de la Sabiduría es una figura de altar que, de hecho, no tenía policromada la parte posterior. Las guías de los primeros años 50 especulan con la posibilidad de que sea obra de Salvador Carmona, atribución que no se corresponde con los estilemas propios de una dolorosa de finales del siglo XVI o muy principios del XVII. Hoy se considera que podría formar parte de un retablo de la desaparecida iglesia de San Pelayo (derribada en 1617).
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El Cristo de la Luz es un crucificado de impresionante calidad del que en el momento de fundar la hermandad tampoco se conoce su autor. En los años posteriores se atribuye a Pedro López de Reinaldo, quién posiblemente habría trabajado en el ensamblaje del retablo, pero no en la imagen titular. En 2006, formó parte de las Edades del Hombre celebradas en Ciudad Rodrigo. Gracias a los estudios desarrollados para el catálogo de la muestra se pudo adscribir con total seguridad a la gubia de Esteban de Rueda, el sensacional imaginero toresano con activo taller en Salamanca, y fechar su realización en torno al año 1620.
Dos imágenes de diferente época y mano que, sin embargo, adquieren sobre el paso una fusión perfecta como síntesis del Stabat Mater al pie de la cruz.
Su estética armonía se subrayaría desde 1949 al contar con su propio paso procesional. Realizado en valiosa madera de nogal, incluye en las esquinas las representaciones de los santos patronos de las cuatro facultades fundadoras del Estudio: San Lucas (Medicina), San Raimundo de Peñafort (Derecho), San Isidoro (Filosofía y Letras) y San Alberto Magno (Ciencias). También ese año Andrés López ha tallado una nueva cruz para el Cristo de la Luz, simulando un leño.
Es la imagen definitoria de la solemne procesión del Martes Santo, sumada a la decisión de imponer a sus hermanos (en un principio solo hombres y desde 1978 también mujeres) una túnica negra, de la tela más pobre del momento, sin capa ni capuchón, con verdugo, y con características sandalias de esparto. En el centro del hábito, un emblema hexagonal con el Crismón (XP) superpuesto sobre la M de María y sobre el color de la facultad a la que pertenezca cada hermano.

(Página 42): Nunca entró en la Plaza Mayor de Salamanca la procesión del Martes, aunque no siempre tuvo el actual recorrido. Aquí, pasando por la Isla de la Rúa / Ángel Esteban. Filmoteca de Castilla y León.

(Página 43, arriba): La procesión es recibida por el rector en el Patio de Escuelas. Aún no se ha reformado el lienzo izquierdo de la plaza y hay rejas rodeando la escultura de Fray Luis / Ángel Esteban. Filmoteca de Castilla y León.
(Página 43, abajo): Impresionante imagen de los hermanos con sus cruces de regreso a la Clerecía por la calle Compañía / Fernando Pérez Pena.
POR TAMARA NAVARRO
FOTOGRAFÍAS
PABLO DE LA PEÑA
MIRIAM LABRADOR
En un momento de resurgimiento de la Semana Santa en los años 40 del siglo XX se busca reforzar la ordenación procesional dedicando un día a cada una de las siete palabras de Jesús. Así, tras el perdón del Domingo de Ramos llegaría la promesa del Lunes Santo. En ese momento, no había ninguna imagen que pudiera cumplir esa función, por lo que se recurre a un gran crucificado que se custodia en la sacristía del convento de San Esteban. En febrero de 1948, en torno a esta imagen, se funda, como filial de la Dominicana, una nueva cofradía.