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Los caminantes
LOSLOS CAMINANTES CAMINANTES
La mañana era clara, la luna casi perdida aún permanecía asomada en la ventana del cielo, por donde llama a la alborada dejando su blanca helada en el verde manto del suelo. La hierba bebe del rocío y se yergue bajo las sombras de los abedules del río. Los pajarillos trinan y pían entre las espesas ramas, de los pinos y los chopos saludando a la mañana. Uno a otro se invitan a descansar, Rafael reposa su espalda en una piedra, y Tobías sentado en la orilla hunde su codo en la hiedra. El agua ondulaba sus formas entorno a los caminantes, el limo verde del fondo coloreaba el instante. Mira compañero, Dice Rafael: ¿Viste ese pez inmenso saltar?. ¿Viste sus agallas rojas abrirse y resoplar?. ¿Viste su lomo dorado y su vientre plateado en el río serpentear? Ese vive tesoro te salvara dejará a tu Padre Tobit libre de su oscuridad. ya ti Tobías te permitirá pasar la noche de bodas con total seguridad. Tobías pesco el pez, lo eviscero, tomo el hígado y sus agallas y en una vasija guardo tal y como Rafael indico las vísceras que le salvaran.
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Juan Fernando García Arroyo