1 minute read

Saluda del Presidente

Next Article
Una buena noticia

Una buena noticia

Manuel Jiménez García

Queridos hermanos: Una vez más la Semana Santa nos sorprende e invade nuestros sentidos de sensaciones agradables, típicas de estos días santos que estamos viviendo. Los olores a cera y a bengala, los colores de los mantos de nuestras vírgenes, del blanco resplandeciente de nuestras fachadas, los sabores de nuestros dulces, los sonidos de nuestros pasodobles y la campanita que nos llama la atención para acudir al lugar exacto y los profundos sentimientos de la Semana Santa, provocan en nosotros el calor del ascua manantera que renace con la fuerza de un incendio imparable que intenta quemar cada instante y cada momento de estos días de hermandad. Disfrutemos de la hermandad en estos días que nos hace sentir bien, ilusionados, contentos, pues hemos dedicado el cariño y el trabajo de todo un año en preparar, arreglar nuestra Corporación para vivir de una manera activa e incansable nuestra Semana Santa. Semana que aunque corta, nos va a impregnar de agradables momentos y situaciones y que nos van a hacer disfrutar y aprovechar hasta el último momento de sus instantes. Días que nos cargarán de fuerza interior para acompañar a nuestros titulares. Reforzarán nuestros sentimientos para llevar la compostura que requieren nuestras figuras, estimularán nuestra alma para inducirnos a la oración paciente y consecuente con nuestra fe y sobretodo nos predispondrán para vivir con entusiasmo y el más profundo cariño nuestra Semana Santa. Os invito, hermanos, a que viváis activamente estos días tan importantes, con la intensidad del afecto, del respeto, de la devoción, de la fe y la esperanza de la Resurrección. Pongamos lo mejor de nosotros en nuestras conductas, para que el reflejo de nuestros actos sirvan de ejemplo para los que seguirán nuestros pasos y heredarán las tradiciones que tanto esfuerzo y trabajo pusieron en ellos nuestros antecesores.

Advertisement

This article is from: