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El Belén del Pez
La Corporación
La Navidad es un tiempo que nos envuelve, es la época del año donde la sensibilidad aflora de una manera especial. Días en los que el espíritu navideño hace que se afiance en nosotros la amistad, la solidaridad, la confraternidad de una forma distinta que en cualquier otro período del año. Días que nos estimulan, nos sensibilizan, nos motivan y nos hacen partícipes a la convivencia, a la sinceridad, al derroche de sentimientos, en definitiva a querer a los demás. Días en los que de nuevo “La Historia de Tobías” procedía al montaje del Belén. Donde lo verdaderamente importante era manifestar la llegada de la Navidad recordándonos el nacimiento de Jesús. Una labor que tras las largas horas de montaje, las dificultades encontradas y el aliciente de verlo terminado, debe servirnos como mesa alrededor de la cual entonemos villancicos y vivamos momentos de alegría junto a nuestras familias, nuestros amigos y en particular junto a nuestra hermandad de la corporación bíblica “La Historia de Tobías”. El Belén debe ser el punto de encuentro durante estos días, con el único fin de compartir el espíritu que se nos infunde en esta época de forma tan especial, que nos hace mucho más sensibles, más receptivos hacia los demás, en definitiva más hermanos que de ordinario. El Belén debe tener como fin primordial el compartir momentos navideños, el fomentar nuestra relación personal y transformar la hermandad que ya existe, en una verdadera amistad.
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