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Somos de ayer y n
A
sí habla Bildad al amigo abatido. Con verdad y saDetalles como si el avance de la historia es lineal u obebiduría. No en vano esa sentencia se encuentra en uno de dece a ritmos cíclicos, si el desarrollo se rige por la nelos llamados libros “sapienciales”. cesidad o está abierto al libre juego de los hombres son interesantes pero aquí los dejaremos de lado. Cuando la vida nos sonríe y las cosas nos van bien, ocurre a veces que nos sentimos omnipotentes. Gozamos. Importa centrar la atención en que, en opinión de Todo nos es debido, todo nos está sometido. Toynbee, la consolidación de un orden civilizado y civilizatorio surge como respuesta creativa ante una dificultad. También hay momentos en que la fortuna se niega a Y pudiera ocurrir que hubiese paralelismos entre la vida sonreírnos. Se acumulan sobre nosotros las desgracias y de los pueblos y la de los individuos. sentimos entonces que no somos nada, no valemos nada y nada vale la pena. Bildad tenía un amigo llamado Job. Al principio del relato, Job daba gracias a Dios por las grandes bendicioAlgo de esto parece ser la vida. Un flujo y reflujo como nes que había derramado sobre él. Tenía salud, familia, las olas, como las mareas. amigos, ganados… en suma, todo lo que contribuye a una vida gozosa. Job era un hombre bueno y sabio. Sabía, por Quizá la vida de los individuos y la historia de los pue- ejemplo, que todo lo que tenía era fruto de su trabajo pero blos no sea tan distinta. Quizá haya momentos de esplen- también de factores que no dependían de él (llamémoslos dor y de caída. “el favor divino”). Pensemos, en ese sentido, en Arnold J. Toynbee, en especial sus Estudio de la historia (A Study of History, doce volúmenes entre 1934 y 1961) y La civilización puesta a prueba (Civilization on Trial, 1948). Ahí Toynbee sostiene que las civilizaciones son la respuesta creativa a los desafíos (de tipo natural o cultural). La consolidación de una civilización es, por tanto, un tipo de respuesta ante dificultades, problemas, retos. Si la respuesta es exitosa, la civilización avanza; en caso contrario, colapsa y muere.
Job pierde todo. Es más fácil orar para agradecer bienes que implorar fortaleza en la adversidad. Ahí es cuando su amigo Bildad le dice que, al fin y al cabo, cada uno de nosotros lleva muy poco tiempo en este mundo (somos de ayer), no nos ha dado tiempo a aprender, a experimentar, a contemplar mucho (no sabemos nada). ¿Qué hacer? Job es sabio y tiene amigos sabios. Bildad le da la pista: “pregunta a las generaciones anteriores, acude a la experiencia de los antepasados”.