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Las huellas del qosqoruna
from Pulso Regional
by josvicsa
Escribe: Alberto García Campana (*)
UN CAMINO INTERRUMPIDO. Como congresista, Daniel Estrada Pérez logró que se recogiera, mediante ley, los derechos de los porteadores, así como se estableciera la tarifa plana de Internet para el acceso de todos los usuarios. Caída la dictadura de Fujimori, en 2001, Estrada encabezó la comisión investigadora de los ilícitos cometidos por el régimen fujimorista. Se hallaba en esta tarea cuando se produjo su deceso.
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Daniel Estrada Pérez (Cusco, 1947 –Lima, 2003) fue elegido alcalde de la Municipalidad Provincial del Cusco para el periodo 1984 – 1996. Luego de un paréntesis de tres años, volvió a postular y ganó la alcaldía del Cusco en dos mandatos consecutivos, de 1990 a 1992 y de 1993 a 1995. Por entonces, el mandato de las autoridades municipales tenía duración de tres años y la ley permitía la reelección inmediata.

Conocido como el qosqoruna (hombre del Cusco), Daniel Estrada dejó la alcaldía a comienzos de 1995 y postuló al Congreso de la República en mayo de ese mismo año, encabezando la lista de Unión por el Perú, confluencia de tendencias, matices e intereses, liderada por el exsecretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar. En aquel tiempo, la elección se hacía por distrito electoral único, es decir, que los partidos y alianzas presentaban una lista unitaria a nivel nacional. En dichos comicios, el exalcalde cusqueño obtuvo la tercera votación más alta a nivel nacional.
Posteriormente, en el año 2000, el qosqoruna volvió a candidatear, esta vez como representante por el Cusco, y consiguió la nominación para ser uno de los cinco parlamentarios por nuestro departamento. El 24 de marzo del año 2003, Daniel Estrada perdió la dura batalla que había emprendido contra el cáncer linfático. Dejó de existir en el Hospital de Enfermedades Neoplásicas de la ciudad de Lima. Esta podría ser una síntesis apretada de la actividad política de DEP, quedando como tarea una revisión de lo que significó Daniel Estrada para el Cusco y el aporte que hizo a la política nacional desde su curul en el Legislativo.
Daniel el travieso
Dos acciones pintaron de cuerpo entero el desempeño de Daniel Estrada como alcalde del Cusco en su primer mandato: el pleito judicial llevado hasta el Tribunal Constitucional contra la Compañía Cervecera del Sur del Perú (Cervesur) por la ne- gativa de ésta a pagar un tributo por el uso de las aguas subterráneas que atraviesan la ciudad. Y el segundo fue contra el gobierno central que pretendió -y finalmente lo consiguió- anular la Tasa Municipal de Embarque que había establecido el Gobierno local con Daniel Estrada a la cabeza, y que imponía a los turistas extranjeros el pago de un dólar adicional por uso del aeropuerto cusqueños, como aporte para generar ingresos que favorezcan el desarrollo local.
Se atribuye a DEP haber pronunciado esta frase: “si eliminan la TAME (Tasa Municipal de Embarque), yo me tiro al primer avión que llegue al Cusco”. De allí surgió el apelativo de Daniel el travieso que le endilgaron algunos medios de comunicación limeños.

El conflicto con Cervesur quedó en suspenso cuando Daniel Estrada culminó su primer mandato municipal. El 1 de enero de 1990, al asumir la jefatura del Gobierno local municipal, el qosqoruna recibió en su despacho la visita de los principales ejecutivos de la compañía cervecera, con quienes llegó al acuerdo definitivo: anualmente, Cervesur entregaría a la Municipalidad Provincial del Cusco la suma de 180 mil dólares, para la construcción de espacios deportivos y obras de saneamiento en los asentamientos humanos, así como para la promoción de la cultura, principalmente en la edición de libros. La ineptitud de alcaldes posteriores provocó que ese convenio quede sin efecto.
Con respecto a la Tasa Municipal de Embarque, el Gobierno central encabezado por el hoy preso Alberto Fujimori, anuló definitivamente dicho impuesto, privando al Cusco de una fuente importante de captación de recursos.
Gestión política y de desarrollo
En sus dos primeros mandatos como alcalde del Cusco, Daniel Estrada encabezó proyectos de marcado tinte político, incluso desde su origen, pues postuló en ambas ocasiones como candidato de Izquierda
Unida, conglomerado que reunió a colectivos como el Partido Comunista Peruano, el Partido Comunista del Perú (Patria Roja), el Partido Unificado Mariateguista, el Partido Comunista Revolucionario, el FOCEP y los no agrupados de izquierda. Ya para 1993, y tras el estallido de IU, Estrada Pérez promovió la conformación del Frente Unido, convocando a personas de distinta militancia política, pero de adhesión nítida a las propuestas del qosqoruna. Se mantuvieron al margen al margen de la convocatoria, Patria Roja y la llamada Izquierda Popular, agrupaciones que a pesar de perder las elecciones, colocaron regidores, en minoría, en el Concejo Municipal, al igual que el Apra y el PPC.
Se puede calificar al primer mandato liderado por Daniel Estrada básicamente como confrontacional, en procura de aglutinar a las fuerzas de la izquierda y hacer frente a los conservadores gobiernos nacionales.
El segundo mandato y el tercero, entre 1990 y 1995, fueron orientados sustancialmente al desarrollo, impulsando obras de beneficio colectivo, como la recuperación integral de los barrios tradicionales de San Blas, San Cristóbal, Santa Ana y San Pedro, así como realizando proyectos como el del Plan Maestro del agua Potable y la construcción de pistas que favorecieron la conexión interdistrital. Recuperar espacios históricos fue otra acción priorizada por Daniel Estrada, muestra de lo cual es la puesta en valor del complejo arqueológico del Qorikancha. La construcción de los monumentos al Inka Pachakuteq y al Kuntur Apuchin fue una respuesta digna del Cusco al cumplirse 500 años de la invasión española.
En policía nacional
En el pico más alto de su popularidad y con notables éxitos en la gestión municipal, Daniel Estrada se incorporó al Congreso de la República en julio de 1995, asumiendo el compromiso de luchar en favor de los pueblos del interior y en contra de la dictadura fujimorista que ya se había aferrado al poder mediante inconstitucionales reelecciones inmediatas.
El qosqoruna planteó algunas iniciativas legislativas, encontrando oposición incluso en su propia bancada. Algunos representantes de Unión por el Perú, como Harold Forsyth y Carlos Chipoco, trataron de minimizar la presencia de Daniel Estrada, quien a pesar de esas zancadillas tuvo presencia importante debido al respaldo de los legisladores provincianos. Como representante por Cusco, logró que se recogiera, mediante ley, los derechos de los porteadores del camino inka, así como se estableciera la tarifa plana de internet para el acceso de todos los usuarios a nivel nacional.
Caída la dictadura de Fujimori, en el año 2001, Daniel Estrada encabezó la comisión investigadora de los ilícitos cometidos por el régimen fujimorista. Se hallaba en esta tarea cuando se produjo su deceso.
La oscuridad posterior
Una vez que Daniel Estrada abandonó el sillón municipal de la plaza Regocijo, se sucedieron en la alcaldía provincial del Cusco personas que no prosiguieron la ruta del desarrollo y del protagonismo que el Cusco había alcanzado en los años anteriores. Quienes se colocaron la banda municipal no estuvieron a la altura de las circunstancias y pronto el Cusco dejó de tener una voz que se hiciera escuchar en los conciertos nacionales e internacionales.
La llamada “identidad qosqoruna”, es decir el sentirse orgullosos de ser cusqueños, herederos de una maravillosa cultura, pronto fue dejada de lado. Sin mayor trascendencia, las autoridades municipales llegaron y se fueron desde 1996 hasta la actualidad.
El verbo inflamado de Daniel Estrada en el Congreso fue reemplazado por la oscuridad de representantes que, en casi todos los casos, navegaron en medio de la mediocridad y las limitaciones, sin proyectos de ley, sin iniciativas legislativas, sin discursos rescatables. Y así también llegamos al año 2023, con legisladores que, en conjunto, tienen el rechazo de más del 90 % de la población.
El camino interrumpido tras la muerte de Daniel Estrada Pérez, en marzo del año 2003, no ha sido retomado. En procesos electorales pasados, algunos candidatos pretendieron escudarse tras la imagen del qosqoruna, asumiendo falsamente, y sin éxito, la herencia política del desaparecido exalcalde y excongresista. Los cusqueños no nos dejamos sorprender por esas artimañas, porque una cosa es vivir de Daniel Estrada y otra, muy diferente, vivir con Daniel Estrada.
Los cusqueños vivimos con el recuerdo del qosqoruna, pero al mismo tiempo demandamos el rescate de su memoria, la vigencia de su discurso y el respeto a su memoria.
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