Yo Soy de Saltillo - ABRIL 2023

ABRIL 2023 FRANCISCO TOBIAS HERNÁNDEZ

MIGUEL

AGRADECEMOS A:

MIGUEL NOEMÍ GUERRA

Página 4

PLUMA INVITADA

Página 6

SE PREMIAN A LOS

ALUMNOSPágina 10

ATROPELLADOS EN PADRE FLORES

Página 12

JUANA MARÍA, LA TAXISTA

Página 14

Contenido

ABRIL 2023

BAILÓ Y NO PAGÓ

Página 16

EL AMORÍO DEL MULATO LIBRE Y CASADO CON UNA

CASADA Página 18

EL SALAO Página 22

LA ORTOGRAFÍA DEL SALTILLO DE 1917

Página 24

DIRECTORIO

Francisco Tobías Hernández

Director Editorial

Arq. Carlos Roldán

Ilustraciones

Gabidoo Magaña

Diseño Gráfico

Prof. Juan Campos Rodríguez

Corrección Ortográfica

Félix Reojas

Fotografía Editorial

Agustín Pérez

Productor Audiovisual

Yo Soy de Saltillo - La Revista Publicación mensual

Año 3 | Volumen 3

ABRIL 2023

Impresa en México en los talleres gráficos de Impresos Rivera

© Derechos Reservados

BALAZOS EN LA VILLA DE SANTIAGO Página 26

ROSARIO IBARRA DE PIEDRA

Página 28

EFEMÉRIDES

Página 34

CRUCIGRAMA

Página 37

Miguel Noemí Guerra

En esta ocasión te platico de la historia de un Saltillense por nacimiento que ha dedicado su vida al trabajo, me refiero a Miguel Noemí Guerra.

Don Miguel vio la luz por primera vez el 11 de septiembre de 1951, hijo de migrantes, su padre Miguel Noemí Saudí de origen sirio, nacido en Kafr Ram, quien me asegura su nieto Miguel, hijo de Miguel, nieto de Miguel que llegó a México siguiendo a su amada Georgina Guerra Whebe nacida en Beirut, Líbano con quien se casó, ellos dos juntos procrearon y educaron a 7 hijos, Jorge Moisés, Chata, Sara, Juanis, Lupe,

Miguel y Toño. Don Miguel, papá de Miguel en el año de 1949, abrió las puertas de un negocio llamado “Casa Miguel”, en el cual los Saltillenses podían comprar telas, pantalones, camisas, ropones y más, ubicada en el cruce de los que era la calle Venustiano Carraza y Zaragoza, déjeme aclararle estimada y estimado Saltillense que en aquellos años la calle que hoy conocemos como Pérez Treviño era llamada Venustiano Carranza. Al cumplir 12 años, Miguel, tuvo que dejar los estudios para entrarle al negocio, a la venta, a la vendimia, ofreciendo cortinas, casa por casa, puerta por puerta, buscando el masare, en el mismo año de

1963, en el que “Casa Miguel” cambia de nombre a “Decoraciones NyRSA”. Miguel Noemí Guerra, en un día, en un momento, en un instante del año de 1970, 26 de marzo fecha exacta, su vida cambió, pues de manera repentina su señor padre falleció y por intereses personales decidió dejar el negocio familiar, para buscar abrirse camino de manera personal, en el mundo de los negocios. En esa intentona, sus hermanos le decían, le recomendaban: “Miguel no te arriesgues, no la vas hacer”, Miguel sin embargo firme en sus decisiones y como buen comerciante, como lo somos los árabes, abrió las puertas de su negocio, el 13 de febrero de 1971, “Decoración Profesional”, sobre el Blvd. Constitución hoy Venustiano Carranza.

Don Miguel, hombre de negocios, hombre visionario, hombre que sabe que el arriesgar en el negocio aunado al trabajo es éxito seguro, realizó la hazaña comercial en 1981, cuando abrió su nueva tienda, ubicada en aquel momento, en la carretera a Monterrey, en aquellos años cuando nuestra hermosa ciudad de Saltillo, terminaba

en el Reloj de la Ford, Miguel se aventuró y cimentó su negocio más hacia el norte. Lugar en el cual hoy Miguel junto a su esposa, Pamela, sus hijos Miguel y Moisés sigue en la venta de artículos de decoración para oficinas y el hogar.

Bien aseguró Don Miguel, padre de Miguel, cuando nació, gritando a los cuatro vientos, que su hijo había nacido con estrella y que llevaría su mimo nombre, Miguel, motivo por el cual no es de extrañar que el logotipo de “Decoración Profesional”, en su parte superior esté rematada con una estrella. Aaaah por cierto se acuerdan que hace un momento les dije que los hermanos de Miguel le habían dicho que no la iba hacer, pues cuando vean las camionetas de “Decoración Profesional” podrán leer la frase: “No que no la hacía”

Don Miguel hombre de bien, hombre quien, junto a su esposa, Pamela, que en realidad no se llama Pamela, les han enseñado a sus hijos que el trabajo honesto te abre las puertas al éxito y una ventana grande a la felicidad.

PLUMA INVITADA

Por Salvador Rodríguez Saade

Por el Centro

Caminando me encontraba de la calle Aldama hacia la calle de Victoria, con el permiso de mi madre, para ir con mi primo Ricardo, que vivía en la “privada del Kentucky”, con quien pasaba las tardes, jugando, caminando y traveseando por todo el centro histórico. Teníamos nuestras tardes de box, nos poníamos los guantes y se hacían las retas entre varios amigos que también vivían ahí, omitiré decir quién ganaba, para no herir los sentimientos de quien hoy dirige ésta inmejorable revista y también cronista de nuestra hermosa ciudad de Saltillo, el buen Pancho. Otras veces nos íbamos a pescar en las verdosas aguas que tenía la Alameda, pulmón importantísimo de nuestro Centro, en donde nos

teníamos que brincar la rejita para poder llegar al agua y hacer nuestro enésimo intento de pescar, siempre sin éxito, hasta que teníamos que salir corriendo porque llegaba el encargado de cuidar el lago. Cabe señalar que nuestra caña de pescar era una caja de cerillos, en la que enrollábamos un hilito con un gancho al que le poníamos un pedazo de pan como carnada, creo que de ahí nuestro fracaso como pescadores. Vamos al cine, dice mi primo, y caminamos hacia el cine Palacio (Hoy extinto), y en cartelera una de las películas era La Risa en Vacaciones, la otra no recuerdo, ya que en esos tiempos pasaban dos películas y a mitad de cada película hacían una pausa para hacer compras o ir al baño, momento

que aprovechábamos nosotros para jugar luchitas al frente de la sala, contra los otros niños que se arrimaran, si la verdad si, era de los que jugaban luchitas al frente. Cuando las tardes eran calurosas, nos íbamos al hotel Arizpe, donde te cobraban una pequeña cuota para utilizar su alberca, otras veces tocaba en el techo del hotel San Jorge. O se hacían las retas de tochito con los de la privada de enfrente, que la mayoría eran más grandes que nosotros, se ponían muy buenos lo juegos. Una vez al año, recuerdo que nos juntábamos, nos íbamos al despacho que tenía mi padre en el primer piso de lo que hoy es la secretaría de salud estatal, precisamente enfrente de la privada del Kentucky. En donde gritábamos, “ahí vienen, ahí vienen”, eran los alumnos de la “Narro” (Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro), que por cierto aprovecho para felicitar a toda su comunidad por sus primeros 100 años de existencia, con su famoso desfile chusco, el cual aprovechaban para novatear a los de nuevo ingreso, y bromear con toda la gente que iba pasando. Se nos hacía muy divertido. Así pudiera contar una innumerable cantidad de anécdotas de nuestra niñez en el Centro

Histórico de Saltillo, como cuando Pancho y yo estábamos jugando pases, y mi primo, se había ido por un balón que se nos había volado, y sale arrastrándose por el pasillo de la entrada, y nos grita, ayúdenme, ayúdenme, y no le hicimos caso, ya que siempre salía con algo, como que había encontrado un tesoro o algo así, y resulta que se había caído del techo, un techo alto, equivalente a dos pisos y afortunadamente solo se quebró la pierna. En nuestra adolescencia y juventud, fuimos tomando diferentes caminos, fueron surgiendo nuevas amistades, como la tenía con los “fayuqueros” que había en la calle de Aldama y calle de Acuña, donde encontrabas productos “gringos” que no encontrabas aquí, algunos de ellos, ahora líderes de organizaciones de comerciantes de los mercados sobre ruedas. En aquellos años se llegó a un acuerdo para liberar las banquetas y así nació el Mercado Nuevo Saltillo, que fue a donde se fueron todos ellos.

No podían faltar los mariscos en el mercado Juárez, con una excelente vista, como lo es el Teatro García Carrillo. O comprar un cabrito, que ahí mismo te lo mataban, para poder hacerlo en casa, al horno relleno,

como nos lo hacía mi madre. Te invito al teatro, le digo a mi novia, me dice, si vamos, me pregunta ¿al de la ciudad?, le digo no, más al centro, ¿En el Centro? Me pregunta asombrada, le digo SI, al Teatro Palacio, ¿qué no es un cine ahí?, pues ya no y además tiene una excelente acústica, agrego yo. Fuimos en diferentes ocasiones, a ver diferentes obras, en esta etapa de teatro, en la cual nos tocó ver a Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”, Gonzalo Vega, entre otros. Yo creo que el estar yendo al centro fue lo que la conquistó, y terminamos casándonos y teniendo nuestra ceremonia religiosa en la capilla Santo Cristo, al lado de la Catedral. Y quien no se enamoraría del centro.

A través de los años, han llegado nuevas inversiones a nuestro querido centro, así como múltiples museos, los cuales, todos son dignos de visitarlos, no se pide nada uno a otro. Tanto públicos como privados. Por asares del destino, en 2014, mis compañeros comerciantes me eligen para dirigir la Asociación de los Comerciantes del Centro Histórico de Saltillo, hasta hace unas semanas que dejé la presidencia. Desde el primer día me hice un fehaciente promotor de mi queri-

do centro, ya que considero que quien no lo visita o lo vive, nunca podrá entender el Saltillo que hoy tenemos, ni podrá presumir el orgullo de ser buen Saltillense.

En cada junta o reunión, nunca falta el funcionario que me considera necio, o aferrado, y como no voy a serlo si prácticamente, como lo escribo arriba, he nacido, crecido y formado dentro de éste primer cuadro de la ciudad, y siempre estaré pendiente de lo que le pase a mi querido centro, y a mis buenos amigos de ahí. No por nada sigue siendo el área comercial más fuerte y visitada de todo el Estado de Coahuila.

Hoy seguimos poniéndonos los guantes mi estimado Pancho y yo, en defensa de nuestro querido Centro y de Saltillo en general, de su comercio, su patrimonio, su cultura y de su historia, que para eso mi buen Pancho se pinta solo.

Y ya me voy, que es hora de cerrar…..

Salvador Rodríguez Saade Saltillense, licenciado de mercadotecnia de profesión, comerciante por convicción, enamorado del Centro Histórico de Saltillo, Presidente de los Comerciantes del Centro Histórico de Saltillo AC (2014-2023).

En esta ocasión te platico de un suceso educativo que aconteció en la hermosa ciudad de Saltillo, cuando ya era ciudad, pero no se llamaba Saltillo, es más una parte del Saltillo de hoy era una Villa que tenía por nombre Villalongín y otra la parte que ya era ciudad llevaba el nombre de la dulcísima madre de la patria Leona Vicario.

Y es que el día 21 de febrero, pero del lejano año de 1834, el Secretario General del Supremo Gobierno del Estado de Coahuila, pidió que se informará a los habitantes de Ciudad Leona Vicario, que el Señor Gobernador

Se premian a los alumnos

quien era mi tocayo Francisco Vidaurrí y Villaseñor, tenía en su poder un tesoro estudiantil, un tesoro del saber que bien merecía la pena ser recompensado.

La autoridad estatal tenía en sus manos las planas de escritura hechas por los niños que asistían a la Escuela Nacional de primeras letras, asombrándose del aprovechamiento, por lo que dispuso que una comisión visitará a los escolapios, Juan Martínez y Encarnación Herrera para entregarles un escudo, es decir dinero.

Además de ello para los niños Nicolás Solís, Cesáreo Ibarra, Juan Goribar y Prudencia Ro-

dríguez, se les entregaría dos pesos a cada uno por sus avances.

Tanta fue la euforia que la sociedad de la Ciudad Leona Vicario, que después se llamaría Saltillo y la cual sigue siendo hermosa, participaron con la colaboración de pizarras, pizarrines y silabarios.

Esta es una anécdota en la cual la autoridad y la sociedad de Saltillo, bueno de esta hermosa ciudad que se llamaba Leona Vicario, se unieron para reconocer y motivar la educación de los pequeños futuros Saltillenses.

Atropellados en Padre Flores

En esta ocasión te platico de una historia que sucedió en esta hermosa ciudad de Saltillo, hace casi un siglo, hace casi 100 años.

Era el último mes del año de 1922, día 13 para ser exactos, cuando los vecinos de nuestra ciudad se quejaron ante la autoridad, el señor presidente municipal era Abel Barragán quien atento escuchó a quienes vivían por el rumbo de la calle de Padre Flores y todos los días sufrían de atropellos por parte de borrachos como del sitio de coches. Pero dé-

jeme aclararle estimada y estimado Saltillense que los coches, eran de esos jalados por mulas o caballos, no de esos de gasolina como los de ahora y los borrachos pues esos si como los de siempre.

En aquellos años había una gran cantidad de cantinas por ese rumbo y para casi casi terminando el atardecer “los beodos, ebrios, bebedores o borrachos” transitaban por la calle tambaleándose, entre los carros de sitio y por si fuera poco entre los negocios de fritangas que se instalaban para hacer su negocio por las noches.

La calle angosta, el cruzar de los coches jalados por mulas o caballos, los borrachos tambaleándose y los puestos de fritangas provocaban que los Saltillenses que necesitaban transitar por la calle de Padre Flores sufrieran las de Caín, tal y como lo dijo Don Catarino Partida: “Deberían siquiera quitar a las fritangueras para que las familias puedan pasar libremente y sin temor de ser atropellaos por los salientes y entrantes de cantinas o, por algún

descuido, ir a parar a la cazuela de mole”.

Me puse a investigar si la autoridad competente dio solución a los quejosos y pues resulta que los vecinos se quedaron en espera, asegurando que al tratarse de cantinas y puestos callejeros la mejor solución al problema era cambiarse de casa.

Esta es una historia, es una anécdota más que sucedió en nuestra hermosa ciudad de Saltillo.

Deliciosos desayunos

Huevitos al gusto, guisos mexicanos tortillas de harina y maíz recién hechas café refill y ¡Mucho más!

En esta ocasión te platico de una Saltillense digna de reconocer, de una trabajadora del volante, sí de una taxista quien se llama Juana María Luna Durán.

Hija de Don Ciro Luna y de Doña Antonia Durán, hermana mayor de un total de cuatro, cursó sus estudios de primaria en la Escuela Dionisio García Fuentes.

Pero no vaya a creer estimada y estimado Saltillense que Juana María, la mujer del volante, antes sólo se dedicaba al hogar, o que su primer empleo era al volante de un auto, pues era trabajadora de “Vitromex”, pero el amor de madre, el amor por su hijo Fernando y la intención firme de estar

Juana María, la taxista

al pendiente de él, provocaron que le pidiera a su hermano menor Víctor que interviniera por ella ante mi amigo David Cortés de los Radio Taxi para iniciar en eso de la ruleteada. Y fue así como en el año 2001, hace 20 años, Juana María se subió y tomó el volante de un carro Tsuru, color gris, año 2000 para convertirse en taxista.

En una corrida de varias cuadras platiqué con la taxista Saltillense quien me aseguró que de 7 mil trabajadores del volante sólo alrededor de 10, sí leyó bien 10, son damas. Su primera carrera fue desde el Fraccionamiento Fundadores hasta el Blvd. Rufino Tamayo de la Colonia Doctores, siendo su cliente un señor ya grande de edad a quien le cobró sólo la cantidad 15 pesos.

Me llamaba mucho la atención, en la plática que sostuve con

Juana María, el saber cómo era el principio, ¿se le complicaba dar con las calles?, ¿se sabía las direcciones?, y cuando le pregunté, soltó una risa muy sincera al afirmarme que era gracias, en un principio, a sus clientes que no se perdía, que podía dar con relativa facilidad con los destinos, gracias siempre a la atención y comprensión de sus pasajes. Su carrera más corta ha sido de dos cuadras, la más larga hasta Gómez Palacio, Durango. Con casi 20 años de experiencia al volante, gracias a su pericia, experiencia y concentración no ha sido causante de accidente alguno. Lo más chusco que le ha sucedido fue un día de mucho calor, cuando el astro rey pegaba duro en esta hermosa ciudad de Saltillo, provocando que los que pareciera vapor brotaba del pavimento, traía de pasaje a una jovencita, quien en diversas ocasiones durante el traslado le aseguró que no tenía prisa, tan concentrada estaba Juana María en el tráfico, empezando a sufrir los estragos del calor que le dio sed, motivo por el cual se estacionó en una tienda de conveniencia se bajó a comprar un refresco, el cual se lo tomó sin culpa, con paciencia y disfrutandolo has-

ta que se dio cuenta que la jovencita, es decir el pasaje seguía en el taxi. Hoy después de 20 años, después de haber utilizado como taxi un Tsuru, un atos color blanco, otro tsuru año 2005, para después utilizar el ya tradicional taxi color amarillo, hoy sigue al volante en un carro Beat color blanco con amarillo, dando como siempre y he sido testigo presencial de un servicio magistral. Con esta historia, con la historia de la taxista de Saltillo, me queda claro muy claro que esta hermosa ciudad no solo la conforman sus avenidas, sus calles, sus edificios, sus instituciones, sino la conformamos todos quienes entregamos amor y pasión, quienes por azares del destino llegaron a esta tierra bendita o por quienes tenemos la dicha de ser Saltillenses por nacimiento.

Definitivamente Juana María y todas las mujeres trabajadoras, madres de familia que se esfuerzan día a día por dar una mejor vida a sus seres queridos son algo muy de Saltillo y que vale la pena presumir.

Bailó y no pagó

En esta ocasión te platico de un Saltillense que bailó y no pagó, por lo que terminó calentando el cemento en las celdas municipales de esta hermosa ciudad de Saltillo.

Fue el día 9 de abril del nada lejano año de 1973, que el joven Andrés, bailó desenfrenadamente y con ritmo, durante cuatro horas, en un antro de vicio y el problema no es que haya bailado, ni el que haya con ritmo, es mas ni siquiera el problema fue el que haya demostrado su gran condición fisica, la

realidad del problema fue que había contratado a la Señora Martha para ser su compañera de baile, quien al término de los 240 minutos no recibió pago alguno por su trabajo, ni un quinto siquiera, motivo por el cual la estafada fue a poner denuncia ante el primer turno del ministerio público.

Doña Martha le aseguró al ministerio público que el tal Andrés le había ofrecido pagarle, pues en realidad era su trabajo, por bailar durante cuatro horas seguidas, pero al término del tiempo, el muy ladino se negó a pagar. Motivo por el

cual la policía, fue a buscarlo al bar donde se habían suscitados los hechos, y al llegar los uniformados, el bailador, armó un zafarrancho tratando de agredir a la autoridad, armando todo un circo, todo un espectáculo, dentro de la cantina, por estos hechos también se le acusó por escandaloso y estar en estado de ebriedad.

Esta es la historia, que no hace

mucho sucedió en esta hermosa ciudad de Saltillo, en la cual un hombre muy ladino, solicitó el servicio de baile por cuatro horas, y al final ni siquiera pagó, pero eso sí, a la estafada, a la bailarina, a la muchacha del tacón dorado, lo bailado nadie se lo quita. Gracias por acompañarme soy tu amigo Francisco Tobías y Yo Soy de Saltillo.

En esta ocasión te platico lo sucedido en esta hermosa ciudad de Saltillo, cuando aún no era ciudad ni se llamaba Saltillo pero que era hermosa como lo sigue siendo hoy en día. En la Villa de Santiago del Saltillo, se dio un hecho escandaloso, “inmoral, vergonzoso, impúdico”, que lastimó a las buenas costumbres y a la moral de la sociedad Saltillense en el año de 1703, cuando la Villa de Santiago y el Pueblo de San Esteban estaban divididos por un riachuelo.

El amorío del mulato libre y casado con una casada

Y es que, en el mes de enero de ese año, un mulato libre, es decir nacido de la unión de una persona blanca y otra negra, y que además no era considerado como esclavo, de nombre Antonio de Amaya, y quien estaba casado, fue encontrado “infraganti, es decir con las manos y no precisamente en la masa”, con una mujer que no era su esposa y que esta mujer también estaba casada.

Quien era el Acalde Ordinario de la Villa, capitán Nicolás Flores, fue el responsable, a petición de un grupo de vecinos, de darle un correctivo al mula-

to libre, por lo que se comprometió y cito textual: “a velar la casa a donde tenía la mala amistad y el cuarto de modorra”, déjeme aclararle estimada y estimado Saltillense que era el cuarto de modorra, no es otra cosa más que el cuarto donde se dormía, de ahí el término de andar modorro, pero volviendo al tema de la infidelidad y del escándalo en la sociedad de la Villa de Santiago, el Alcalde fue enfático al señalar que sacaría de la casa a esa mujer casada y que daría sanción económica a Antonio por llegar a la casa referida en sus pies o en ajenos, mucho menos de noche y que si incumplía esto le multarían con 50 pesos.

Ya para el mes de febrero de

ese mismo año, de 1703, Antonio de Amaya, había caído a prisión y esto debido a su insistencia de ver a la mujer casada, de quien por cierto no encontré sus generales.

Esta es una historia de infidelidad, tal vez de amor, que sucedió en esta tierra bendita, cuando era la Villa de Santiago del Saltillo, en la cual un mulato libre, sin importarle estar casado, mantuvo una relación con una mujer casada, y que al ser multado en varias ocasiones por desobediencia, la autoridad decidió mejor darle cárcel, para así acabar con esa relación ilegal que ocasionó escándalo, bullicio y demás antes nuestra sociedad.

TRIVIA SALTILLENSE

PRESENTADA POR:

General Saltillense que perdió la vida en El Carrizal, por el ejército norteamericano, motivo por el cual es conocido como “El Héroe del Carrizal”

Espera la respuesta en el siguiente número

Respuesta mes pasado: Corpitos

El Salao

En esta ocasión te platico de una anécdota que le sucedió a un habitante del ejido Santa Teresa de los Muchachos, acá por el rumbo de Derramadero, donde vive gente de bien, gente de trabajo, gente de campo, gente de esta hermosa ciudad de Saltillo.

Hace como 30 años, según me platicó mi amigo Juan Campos, Ricardo Muñoz, mejor conocido como “El Salao”, y sí lo escuchó bien, “El Salao” sin la (“d”), quien era chivero, de hecho dicen los que saben que en aquellos años tenía entre 500 y 800 chivas, las cuales día tras día tenía que sacarlas a pastear, sin importar el calor, lluvia, frío en fin como estuviera el clima tenía que

salir a pastorear.

Sin embargo “El Salao” tenía un sentimiento de celos no por un amor sino por el trabajo que tenía el responsable de la tienda de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares, mejor conocida como la CONASUPO, aquellas tiendas que buscaban garantizar la compra y regulación de precios en productos de la canasta básica, debido a que el vendedor no tenía que salir de su negocio a pastorear, así fuera día de sol, granizo o la nieve.

Un buen día “El Salao” decidió cambiar de giro, dejar las chivas para establecer un comercio de abarrotes en la

misma comunidad de Santa Teresa de los Muchachos, por lo cual vendió sus cabras, sus chivas y ya con el dinero en mano se subió a un “camión pitufo” para llegar así al mercado de abastos y surtir su tienda, sin embargo en esa ocasión no llegaría a Saltillo.

Pues al subir al transporte, del fondo un amigo de otra comunidad le gritó: -qué onda Salao?, ¿vas pa´las carreras, que hay en la Providencia?

La respuesta fue rápida: no, voy a otro negocio

Sin embargo “El Salao” se bajó en La Providencia, supuestamente con la única intención de ver las carreras de caballos, arrancaron las carreras, primero fue la del compromiso donde decidió apostar unos pesos por un alazán, que ganó por más de

un cuerpo a una yegua de la región. En las siguientes carreras a nuestro amigo no le fue tan bien, empezando a perder el dinero que llevaba para iniciar su negocio de abarrotes, ya para última carrera “decidió apostar todo por el todo”. Perdiendo de esta manera todo el dinero que llevaba para su nuevo negocio, quedándose sin negocio, sin chivas y sin dinero.

Decidió vender paletas de hielo de ejido en ejido.

Esta es una anécdota que le sucedió a un buen hombre del campo de Saltillo, que con seguridad tiene similitud con la de Nicolás Mangana quien decidió comprar con los ahorros de su vida un caballo asegurando que en su familia con ese equino comprado “no eran ricos, pero si muy felices”.

En esta ocasión te platico de una anécdota en la cual, el actor principal fue don Ramón Aria, quien fuera un Saltillense, bueno para la lectura, la ortografía y por supuesto con un inmenso amor por esta hermosa ciudad de Saltillo.

Esta historia que te platico sucedió en el mes de septiembre de 1917, cuando Don Ramón, decidió enviarle una carta al alcalde de Saltillo, quien era Don Abel Barragán, en la misiva afirmaba que cuando se recorría la ciudad daba tristeza y hasta ganas de llorar por la manera de cómo se denigraba nuestro idioma, el castellano.

La ortografía del Saltillo de 1917

Era común, muy común, encontrarse con letreros de negocios Saltillenses, en los cuales además de publicitar al establecimiento nos encontrábamos o más bien se encontraban con aberraciones ortográficas. Y aquí algunos ejemplos:

“Serbisio garantisado”, servicio con “b” y con dobles “s”, garantizado, en lugar de “z”, una “s”. “Se arreglan sapatos”, zapatos con “s”. “Labado y engrazado”, lavado con “b” y engrasado, en lugar de “s” una “z”. Ricas amburguesas, hamburguesas sin la “h”, se tomaron muy en serio eso de que es muda. “Regalos y nobedades”, en donde novedades está escrita con “b”. “Se bende ropa husada”, los comerciantes Saltillenses de aquellos ayeres, “bien escribían bende” con “b” y la “h”

aunque muda la utilizaban en usada.

Don Ramón al escribirle al alcalde le señalo textual: “he notado que la estética de esta ciudad deja mucho que desear debido a la impericia o mala fe de muchos propietarios de casas que tienen letreros en sus establecimientos, unos con nombres que lastiman nuestras glorias patrias y otros, no sujetos a la gramática…”

Pero Ramón no sólo señaló los errores o bien como decía mi maestra Gloria Cuellar, esos no “son errores son horrores”. Sino hizo una propuesta, la propuesta

de crear el puesto de inspector de rótulos y lo mejor de todo lo haría sin cobrar peso alguno, y, pues bien, el alcalde, por supuesto que aceptó la propuesta.

Esta es la anécdota de Don Ramón Aria, un Saltillense que estaba preocupado y que se ocupó en la ortografía de los letreros de los establecimientos de esta hermosa ciudad de Saltillo, y seguro estoy que somos la única ciudad no en México sino en el mundo que llegó a tener un inspector ortográfico para los rótulos de los negocios y hasta como nos gusta sin “gas”, sin gastar.

En esta ocasión te platico de una de policías y ladrones que sucedió en esta hermosa ciudad de Saltillo, cuando aún no era ciudad y se llamaba la Villa de Santiago del Saltillo, corría el año de 1717, el mes de marzo, cuando hubo una persecución, entre la autoridad y tres supuestos fuereños, en la cual hubo hasta balazos, mejor dicho, escopetazos.

Todo empezó ese día, el 12 a las 12, cuando tres desconocidos andaban de alborotados por la calle y al pasar frente a la casa de Juana García, quien ni tarda ni perezosa le envió mensaje al Alcalde de la Villa, por supuesto con un criado, no vaya a creer estimada o estimado Saltillense que fue por alguna red social o por

Balazos en La Villa de Santiago

e-mail, Francisco Galván, quien fungía como Presidente Municipal se trasladó de inmediato a la casa de la quejosa, y al llegar, se dio cuenta, pudo ver y observar que de dicha vivienda salían tres desconocidos a caballo, con armas de fuego en sus manos, por lo que decidió perseguirlos. Cuadras más adelante uno de los alborotados, fue encontrado, caído al suelo y el caballo con la silla en la barriga y sus dos compañeros de parranda haciendo todo lo posible por levantarlo para seguir en la fuga o tal vez en la parranda. Al no poder levantar rápidamente al caído los otros dos siguieron su camino buscando que la autoridad no les diera guante. La autoridad pidió que se entregaran a la justicia, los

parranderos quienes seguían armados se negaron y dando escopetazos huyeron rumbo al cementerio de San Francisco, aprovecho para comentarles que dicho campo santo, se encontraba atrás del templo de San Francisco, por donde hoy es la calle de Juárez.

El alcalde les dio la orden de detenerse, pero al no poder detener a los dos prófugos que se habían escondido en el panteón, decidió regresar por el que se había caído del caballo, al llegar con él, se dieron cuenta que estaba embriagado, por lo que decidieron interrogarlo hasta que estuviera en su pleno juicio. Al paso de las horas, pudieron interrogarlo, cuando los efectos del alcohol ya habían pasado, por lo que se pudo saber sus generales, Basilio de los Reyes se llamaba, asegurando que había llegado a la Villa de Santiago acompañado de su hermano de nombre

Ascencio y con su amigo Juan Antonio, afirmando que venían en paz, ya que habían sido desocupados de una hacienda, donde cuidaban ovejas y que buscarían

empleo en lo que sería esta hermosa ciudad de Saltillo o bien en el Nuevo Reino de León.

Basilio, el borracho, el rijoso que se había caído del caballo y no había podida darse a la fuga, al momento de su interrogatorio aseguró que venían acompañados de dos damas, una de nombre María quien era la mujer de su hermano y otras más que era descendiente de los musulmanes y que había habitado en España, es decir era “morisca” y cuyo nombre era Martiana.

A los días siguientes, los tres, Basilio, su hermano Ascencio y el amigo Juan Antonio, dejaron a las mujeres y bienes que traían consigo para buscar empleo en La Encantada.

Esta es la historia de tres fuereños que llegaron con dos mujeres y “unos quimiles” de ropa a esta hermosa ciudad de Saltillo, cuando aún no era ciudad, se pusieron borrachos, andaban de traviesos, sólo uno de ellos fue detenido, gracias a que se cayó del equino, pero que se fueron a buscar empleo, a La Encantada dejando pertenencias y mujeres.

Rosario Ibarra de Piedra

En esta ocasión te platico sobre una mujer Saltillense quien fue la primera candidata a la Presidencia de la República de nuestro país.

María del Rosario Ibarra de la Garza, quien es mejor conocida como Rosario Ibarra de Piedra nació en el año 1927, y quien desde muy joven fue luchadora social, defensora de los derechos humanos e incansable guerrera de la justicia, su incorporación a la política se dio por un hecho lamentable, atroz, terrible en realidad; la desaparición de su hijo, quien tan solo contaba con 21 años, y a quien se le acusaba de pertenecer al movimiento guerrillero marxista-leninista urbano llamado la liga 23 de septiembre, esto que te comento sucedió en 1975.

Para el año del 77 fundó el

grupo Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos de México. Poco después el grupo cambió su nombre a Eureka, teniendo esta palabra griega, un significado especial para ella y su familia, ya que era la clave que ella utilizaría con su esposo como señal de haber encontrado a su hijo.

El 28 de agosto de 1978, 84 mujeres y cuatro hombres entraron a la Catedral de México, a las 11 de la mañana, sacaron una manta con la leyenda “los encontraremos” y se instalaron en huelga de hambre, la prime-

ra de 7 huelgas encabezadas por Rosario.

En 1982 fue nombrada candidata a la Presidencia de la República por el PRT (Partido de la Revolución de los Trabajadores) en estas elecciones compitió contra Miguel de la Madrid del PRI y Pablo Emilio Madero del PAN. En el 88 volvió a ser candidata por el mismo partido ahora contendiendo contra Manuel Clouthier, Cuauhtémoc Cárdenas y Salinas de Gortari.

Ha sido candidata al premio Nobel de la Paz en reiteradas ocasiones, en 1986, 1987, 1989 y 2006 y fue Senadora de la República de 2006 al 2012. Fundó el Museo de la Memoria Indó-

mita que está funcionando desde junio del 2012. Este mes, el Senado de la República, la galardona con su máxima condecoración, la medalla Belisario Domínguez, siendo electa de entre más de 400 propuestas, por ser una ciudadana de gran eminencia. Felicidades a Doña Rosario, la luchadora social, la solidaria, la mujer, la Saltillense.

Rosario Ibarra de Piedra una luchadora incansable, una guerrera indomable por lograr una sociedad más justa y equitativa, es definitivamente una Saltillense de la cual debemos sentirnos orgullosos y por supuesto, una mujer que vale la pena presumir.

PRESENTA:

FRANCISCO TOBIAS

Francisco Tobias Hernández es un Saltillense (Saltillense con mayúscula), papá de tres Preciosas Princesas Mágicas: Rebeca, Malake y Mariajose.

De profesión científico social, eco- nomista, egresado de la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático de las asignaturas de Microeconomía y Macroeconomía.

Ha impartido clases de economía en la UVM Saltillo y fue docente del CONALEP 2. Tiene el grado acadé- mico de Máster, por la Universidad Autónoma de

Barcelona, donde cursó el máster en Gestión de la Comunicación Política y Electoral, además cuenta con la maestría en Administración de Negocios con especialidad en Finanzas por el Tec Milenio.

Se ha desempeñado laboralmente la Feria Internacional del Libro en la administración municipal de Coahuila y en la Feria del Libro de Saltillo, en el H. Congreso del Estado de Coahuila de Zaragoza y en el Gobierno del Estado.

Desde octubre de 2012, se ha de- dicado a difundir la historia, acon- tecimientos,

anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas, en diversos medios como Tele Saltillo, Tv Azteca Coahuila, la estación radiofónica La Reina 100.9 FM y en el periódico El Heraldo de Saltillo.

Director editorial de la publicación mensual “Yo Soy

de Saltillo, La Re- vista”, ha publicado tres libros sobre la historia de Saltillo. Es columnista del periódico Zócalo, La Prensa de Monclova, Nuestra Revista y Factor Coahuila con su columna Homo Economicus.

Ha expuesto sus publicaciones en Frankfurt Alemania.

Rosticeria “La Chispa”

Aldama Pte. 696, casi esquina con Obregon Pollo rostizado 23 pesos Chile relleno 4 pesos

Consome de pollo 1 peso con 75 centavos Proximamente “La Chispa No. 2”.

Anuncio publicado en el Sol del Norte el jueves 16 de diciembre de 1971.

¡Atencion, vecinos! Como es costumbre, estan enterados de todo lo que pasa en la villa, por eso informo que desde hoy Pedro de Vega ha acordado pagarme los 232 pesos de oro comun que me debe. Por favor, eviten ya recordarle ese asunto cada vez que tienen oportunidad. Sin mas, Francisco

Varela

Anuncio publicado en la Villa de Santiago del Saltillo, el 6 de abril de 1615.

1 de marzo de 1943.-

EFEMÉRIDES DE SALTILLO

PRESENTADAS POR:

En Saltillo, inicia sus funciones la Escuela de Leyes en el edificio ubicado en las calles de Madero y Cuauhtémoc.

2 de abril de 1906.-

En Saltillo, Coahuila, se instala un kiosco en la Plaza “San Francisco” o “Zaragoza”, como oficialmente se llamaba.

3 de abril de 1640.-

Se designa a Juan Bautista García, Alcalde Mayor de la Villa de Santiago del Saltillo, para que “con vara de la real justicia conozca de todas las causas civiles y militares”.

5 de abril de 1617.-

El Cabildo de la Villa de Santiago del Saltillo expresa que desde el primer reparto de tierras había quedado establecido que el sueldo del cura lo verificarían los hacendados y labradores de la Villa y el del cantor sacristán, los vecinos moradores.

11 de abril de 1737.-

El Cabildo de la Villa de Santiago del Saltillo ordena notificar a Juan Antonio De Casaferniza su designación como Capitán Protector del Pueblo de San Esteban de la

11 de abril de 1891.-

Nueva Tlaxcala, “a fin de que no alegue ignorancia”.

Se funda en Saltillo la Compañía de Luz y Fuerza Motriz Eléctrica de Saltillo, con lo que se instala el servicio eléctrico en la capital de Coahuila. Las farolas de gas se van sustituyendo por focos ordinarios en las casas y alumbrado de arco en las calles.

15 de abril de 1900.-

Abre sus puertas la Exposición Universal de París, en donde sería exhibido el monumento a Manuel Acuña, obra del escultor Jesús Fructuoso Contreras, obteniendo por su calidad artística el premio “Banda de la Legión de Honor” y el reconocimiento del célebre escultor Augusto Rodin. Esta obra se instalaría en Saltillo en 1917.

16 de abril de 1798.-

El Ayuntamiento de la Villa de Santiago del Saltillo dispone que los vecinos que se habían contagiado de viruela pasaran a curación con el Doctor José Vicente De la Peña, prohibiendo a los curanderos atender a enfermos “por las muchas muertes y estragos que ocasionan por su ignorancia”.

16 de abril de 1914.-

Un fuerte incendio consume en el centro de Saltillo la ferretería Sieber, el banco Purcell y la librería Fornés, entre otros comercios.

4 personas pierden la vida al intentar sofocarlo.

19 de abril de 1783.-

El Cabildo de la Villa de Santiago del Saltillo aprueba reformar la partida de 25 hombres

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que constituían la milicia encargada de defender y proteger a la Villa y su jurisdicción.

El Cabildo de la Villa de Santiago del Saltillo, ante la necesidad de “contener los pecados públicos y escándalos de borrachos”, acuerda castigos para los infractores.

Un numeroso grupo de vecinos labradores acude ante el Cabildo de la Villa de Santiago del Saltillo a presentar queja contra españoles criadores de ganado, quienes introducían sus bestias a sus sembradíos causándoles perjuicios.

Fallece en Saltillo Don José Tobias Barhum, migrante líbanes, quien se dedicó a la fabricación y venta de ropa y calzado.

Se informa al Cabildo de Saltillo que se habían pagado los precios justos a Melitón De León por los terrenos en los que se formaría la Alameda así como los que se habían tomado para las calles nuevas “que darían realce a la ciudad y mejorar el tráfico de habitantes, evitándose rodeos dilatados por cuadras que tenían mucho más de 400 varas de longitud”.

Sopa de letras con “S” de Sarape

· Agustín Jaime

· BENC

· El Merendero

·

La Angostura

· Ateneo Fuente

· Cine Royal

· El Rayo

· La Aurora

·

Mutualismo

· Purcell

·

Rosita Alvírez

· Saltillense

·

Saltillo

· San Estebán

·

Zorro plateado

· Zurdo Galván

La Cuponera de Saltillo

En la renta del Salón

AGRADECEMOS A:

Todo buen Saltillense debe de saber...