LA ALAMEDA ZARAGOZA
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ay un lugar que indiscutiblemente alberga recuerdos para todos los Saltillenses, me refiero a la Alameda, cuya construcción inició en 1856, aunque es justo decir que existen registros que, en 1835 Antonio López de Santa Anna, en su estancia en Saltillo, camino al Álamo, decretó su construcción. El encargado de realizar los primeros trazos de la Alameda y de plantar aquellos jardines recién nacidos fue Don Braulio Flores, mejor conocido como “El Rey Dormido”. Muchos acontecimientos históricos se han festejado en nuestra hermosa Alameda, como lo fue cuando Antonio García Carrillo, Juan Antonio de la Fuente y Andrés S. Viesca celebraron la desocupación de las fuerzas francesas quienes se aventuraron a profanar con sus plantas nuestro suelo mexicano.
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Si bien, como lo mencioné, la construcción de la Alameda inició en 1856 la formalización de esta se dio cuando los Saltillenses recibimos la parte sur en donación la cual fue realizada por Doña Adelaida Zepeda de Gonzales en 1879 y la parte norte en 1895 fue adquirida a Doña Ignacia Farias de Berrenechea y Pedro Berrenechea, quienes la vendieron por 3,000 pesos transacción reconocida por el registro público de la propiedad. En aquellas fechas la Alameda estaba dividida en dos secciones, la norte llamada Parque Zaragoza y la sur Porfirio Díaz. Cuya segmentación se encontraba marcada por un camino de tranvías de mulas, hasta
el 5 de mayo de 1897, fecha en la cual llegó la efigie del general Ignacio Zaragoza en su corcel, llamado “Telégrafo”, monumento del escultor Jesús Contreras, para inmortalizar la victoria de la república sobre el imperio. El gobernador Gustavo Espinoza Míreles, construyó el lago de la República, en el cual estuvo durante un tiempo el monumento a nuestro Poeta Manuel Acuña, en ese lago Don Rubén, rentaba pequeñas balsas para pasear en él. Entre los árboles de la Alameda Zaragoza se encuentra, el Padre de la Patria Miguel Hidalgo cuya estatua llegó en 1953, para 1957 hace su
arribo la representación en bronce del Padre de la Constitución Don Venustiano Carranza y el obelisco a los Niños Héroes, hoy Sor Juana Inés de la Cruz declama sus poemas en nuestra Alameda. Nuestra Alameda es un excelente lugar para, caminar, correr, jugar, descansar o leer, orgullo de los de Saltillo, nuestra Alameda Zaragoza, sin duda un paseo que no se puede dejar de disfrutar y mucho menos de presumir. La Alameda Zaragoza es un bello espacio para una hermosa ciudad, como lo es Saltillo.
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Pluma Invitada Los Rodríguez ¿En el camino real? Por: Luis E. Galindo Carrillo Hace unos pocos días, le pedí a uno de mis hijos, me llevara a la ex hacienda de Los Rodríguez, al norte de la ciudad, porque alguien mencionó que aún había piedras del original Camino Real de Saltillo. El arquitecto Arturo Villarreal y conocedor de la historia regional, me dijo, “no creo lo sea, sino más bien pudo haber sido un camino vecinal”. Le mostré la foto que tomo mi hijo del camino que pasaba junto a la iglesia y mencionó que la misma tendrá unos 200 años y que fue construida ahí en Los Rodríguez, en lo que era una galera de la ex hacienda de La Hibernia, llamada inicialmente de Santa Ana. Pasaron algunas personas en automóviles, mientras nosotros caminábamos, tratando de viajar al pasado, por lo menos 444 años. Igual pasaron por el Camino Real, héroes de nuestra Patria, como Miguel Hidalgo y su Ejército Insurgente, o el Ejército invasor en 6
la guerra de Estados Unidos contra México, o también, entre otros, el Presidente de México Benito Juárez y su gabinete. En Los Rodríguez, estábamos frente a su iglesia, “de por lo menos, del siglo XVIII, porque dice Villarreal, esta zona es muy antigua, ya que el Agua Navarreña, así llamada por ser propiedad de los Sánchez Navarro, ya era mencionada en 1592”. Pues, vamos a investigar más sobre el Camino Real, le dije a mi hijo. Me contacté entonces con el doctor en Historia, Carlos Recio Dávila, y confirma: “no me parece pasara por Los Rodríguez y al parecer era un camino más bien, vecinal, porque el Camino Real, iba directo de Saltillo a la Hacienda de Santa María, en Ramos Arizpe”. Recio Dávila, también especialista en La Batalla de la Angostura, me obsequia y comparto en “Yo Soy de Saltillo”, un mapa o plano, hecho por Josiah Gregg, soldado norteamericano en 1847, quien recorrió toda esta región. Recio, para mejor entender el plano, me señaló que “el camino era siguiendo lo que hoy es el bulevar Jesús Valdés Sánchez desde la calle de Miguel Hidalgo, y luego, se dirigía a Los González”. Los Rodríguez, sí aparece en el Plano de 1847, como también, un formidable núcleo de haciendas: Las Torrecillas, Los Ramones, Los Cerritos, La Aurora y La Libertad, en la mención de Las Fábricas,
Los Valdés, Los Cárdenas, y ya en Ramos, pero vecinos cercanos, Los Bosques, ahí en Planta DeAcero. En el plano, acota Recio Dávila, abajo a la derecha dice: “Nota doble línea indica camino de vagones (carros). Líneas punteadas indican camino de mulas”. Y mi hijo pregunta ¿pasaba o no por Los Rodríguez?... puede ser que sí. Hay por la colonia Guanajuato, una calle llamada Camino Real que siguiendo su trazo llega a Rancho de Peña y de aquí a Los Rodríguez, y luego a Los Cárdenas, a Los Bosques, y a La Capellanía.
Luis E. Galindo Carrillo Licenciado en Ciencias de la Comunicación
Publicaciones Autor del libro: Cabalgando en un Sueño, de Santo Domingo a Sabinas sobre la Cabalgata fundadora de Sabinas, Coahuila en 1883, y editor de 40 bimestres de la revista Evidencias sobre histografia regional de Coahuila.
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Casarán a Diego De Montemayor
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un nieto, de quien fuera de los fundadores de la Villa de Santiago del Saltillo, lo andaban buscando con la ley del Rey y de Dios en la mano para casarlo, me refiero a Diego de Montemayor nieto de Don Diego de Montemayor, quien también fundó lo que hoy es Monterrey. El joven Diego vivía en amasiato con María de la Rosa Flores, y fue el día 26 de enero del ya muy lejano
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año de 1693 cuando el Capitán Juan de Zigarroa quien era Teniente, Alcalde mayor y Capitán de guerra de esta villa, se trasladó al puesto de Ojuelos, donde se encontraba la pareja para casarlos y así dar fin a este gran escándalo, que se convirtió en la comidilla de todos los habitantes del muy antiguo Saltillo. Cuando Juan de Zigarroa llegó a casa del nieto de unos de los
fundadores de Saltillo y fundador de Monterrey, le informaron que había salido rumbo a la Hacienda Patos, hoy General Cepeda, por lo que la autoridad decidió platicar con María de la Rosa Flores quien le aseguró, o le confirmó lo que ya se sabía, que era cierto el que se hallaba por cinco años amancebada con el mentado Diego Montemayor, que le había quitado lo doncella con palabra de casamiento y que en ese tiempo había procreado dos hijos y que Diego la traía sólo entretenida con el tema de la boda, pero que por consejos de sus hermanas Chepa y María de Monterrey, no se animaba al casamiento. Palabras más palabras menos, pues que, gracias a las metiches de sus hermanas, Diego le había dado largas y largas al matrimonio con María de la Rosa, definitivamente como dice mi compadre: “No hay
metiche que se logre”. Para fortuna de la María, la madre de los hijos del nieto de uno de los fundadores de esta hermosa ciudad de Saltillo, la autoridad manifestó que la ley sería aplicada y que por la buena o a la fuerza la palabra de casamiento sería llevada a cabo y evitar así los escándalos que el Rey y la religión tienen prohibidos. Pues esta es una anécdota más, de nuestra hermosa ciudad de Saltillo, cuando aún era la Villa de Santiago del Saltillo, y que tan hermosa era y es Saltillo, que los nietos de quien fundara Monterrey, prefirieron vivir en esta villa que en la tierra del Cerro de la Silla.
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El Trenazo
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xisten las historias tristres y aquí tuvimos una, un día triste, un día en el cual, el terror se apoderó de Saltillo, olvidarlo no es posible, era el 5 de octubre de 1972 cuando un trenazo acabó con vidas Saltillenses que hoy todavía recordamos y amamos.
Su arribo estaba programado para las 21:00 horas, pero la salida de Real de Catorce se retrasó, por una revisión, “ya venía mal” de hecho desde que salió el 2 de octubre de esta hermosa ciudad de Saltillo rumbo a la ciudad minera. Decidieron, sin embargo, partir de regreso, a las 23 horas con 25 La locomotora 8405 – 08 Norte minutos del día 5, antes de llegar con sus 16 furgones de pasajeros, al llamado Puente Moreno, a unos provenían de Real de Catorce, escasos kilómetros de esta hermosa habían asistido a la peregrinación ciudad de Saltillo, sin zapatas, en honor a San Francisco de Asís. descarriló el “tren peregrino”.
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Los operadores del tren fueron a los tribunales, 9 años de su vida dedicaron para demostrar su inocencia, investigaciones posteriores al accidente confirmaron que no fue responsabilidad de los operarios, los furgones se encontraban en mal estado y los frenos habían sido reportados con fallas. Se comprobó por empleados de Ferrocarriles de México que el pesado mastodonte no contaba con balatas por ello el frenado del tren fue imposible. Ese día, los Saltillenses se presentaron a ayudar, el olor a sangre, los gritos de dolor, fuego, los fierros retorcidos, no lograron mermar la solidaridad de los ciudadanos de esta hermosa ciudad de Saltillo. Ejemplo de ello fue la acción médica del Dr. José F. Badillo quien para salvar la vida de un peregrino las dos manos le amputó. Estudiantes de la Narro los primeros en llegar, alumnos de la entonces Universidad de Coahuila, policías, bomberos, ejército, integrantes de la Cruz Roja cuya presidenta honoraria era la Profesora Eloísa Gutiérrez,
prestaron sus manos y sus fuerzas para rescatar ya sea alguien vivo o el cuerpo de un caído. Murieron más de mil peregrinos, se rescataron 250 cuerpos, muchos reclamados, otros no, pues toda la familia pereció, otros muchos encontraron su tumba precisamente ahí, donde la desgracia sucedió, por ello las autoridades decidieron tapar el lugar y que ahí muchos descansaran en paz. Alrededor de 213 personas sobrevivieron, muchos hoy en día pueden contar la historia que quisieran borrar de su mente, pero no pueden. Una historia que no debió de haber sucedido. Este año se cumplen 41 del fatal accidente, un acontecimiento que entristece a los Saltillenses, un hecho que nubla a Saltillo cada 5 de octubre, haya o no haya sol, el cielo de Saltillo es gris.
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Guadalupe González Ortiz
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i pudieramos ejemplificar el carácter de las mujeres Saltillenses, tendriamos que platicar de quien nació en esta hermosa ciudad cuando daba inicio nuestra Revolución, en el año de 1910, hago referencia a Guadalupe González Ortiz.
Mujer con ganas de estudiar y sobresalir, ejemplo de ello es el haber egresado en 1928 de
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la Escuela Normal del Estado y posteriormente de la Normal Superior. Guadalupe fue profesora en las emblemáticas escuelas Miguel López, y Coahuila, pero sus conocimientos y sus deseos de enseñar la llevaron también a la Escuela Federal del ejido La Angostura.
Indiscutiblemente su vocación social la llevo a trabajar junto a su esposo José Maldonado Rivera a las zonas indígenas de Oaxaca, Hidalgo y Guanajuato, así como en la Sierra Tarahumara en el Estado de Chihuahua.
Guadalupe siempre fue coherente con sus principios revolucionarios, siempre con compromiso revolucionario hacia sus hermanas de género.
Guadalupe González Ortiz fue un parteaguas en la vida política Ya a mediados del siglo pasado, de Coahuila, su vocación política gracias a su entusiasmo por el la llevó a ocupar puestos antes enseñar, participó en la fundación inimaginables para las mujeres, de la Escuela Preparatoria Nocturna logrando ser la primera regidora y en la de la Escuela de Trabajo mujer en el Ayuntamiento de Social, hoy ambas pertenecen a Saltillo de 1955 a 1957, y después nuestra máxima casa de estudios ser diputada local de 1961 a 1964, la Universidad Autónoma de siendo la primera mujer en ocupar Coahuila, también fue catedrática de dicho cargo de elección en de la Escuela Normal, su alma nuestro Estado de Coahuila. mater. El año 2007 fue el de su partida, Guadalupe González fue integrante seguramente donde quiera que ella de la comisión que solicitó al se encuentre estará luchando por la Congreso de la Unión el derecho igualdad entre el hombre y la mujer, a votar para las mujeres el 17 de Guadalupe González Ortiz una octubre de 1953. Saltillense, de muchas que tenemos y que vale la pena presumir. Destacó en la dirigencia de la Asociación Nacional Femenina Revolucionaria, en el estado, Doña
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El Vaivén
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l día 15 de diciembre del relativamente lejano año 1921, un Saltillense, don Camilo Sánchez, quien era vecino de la calle Terán, solicitó a las autoridades municipales ayuda para pagar el servicio telefónico de su negocio. Don Camilo argumentaba que en la calle mencionada tenía su negocio el cual se le conocía como “El Vaivén”, el cual era el único lugar donde se contaba con teléfono en el vecindario, y él por buena voluntad y buena fe, les prestaba el aparato telefónico a sus clientes por una módica cantidad de dinero.
la línea telefónica. Esta situación se presentaba día y noche, siendo que en reiteradas ocasiones se levantó de la cama a altas horas de la noche para abrirles la puerta del negocio a los agentes de seguridad que hacían ronda para reportar algún incidenPero su mayor argumento para pe- te. dir el apoyo económico, era que en muchas ocasiones el teléfono Además de eso, don Camilo señase había puesto al servicio de los ló que él lo hacía con gusto, ya que gendarmes, quienes lo utilizaban prestaba un servicio a la ciudadanía, en asuntos “policíacos”, y al tratarse pero que a él personalmente ya le de asuntos de interés público y ur- estaba costando mucho dinero. El gente no les cobraba por el uso de comerciante Saltillense mencionó
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que las ventas no iban muy bien, y si a eso le sumaban tal gasto, el destino sería la bancarrota de “El Vaivén”. Don Camilo, textualmente, manifestó: “No es que yo no esté dispuesto a prestarles el aparato, simplemente creo que sería justo que el Ayuntamiento me ayudara a cubrir, total o parcialmente y de acuerdo a su recto criterio, la renta del servicio”.
va, ya que a don Camilo le estaban saliendo muy costosas sus ganas de ayudar a la comunidad. Así es, amigas y amigos, don Camilo es indiscutiblemente una muestra de la solidaridad que tenemos los Saltillense, y eso es algo que vale la pena presumir.
Seguimos investigando cuál fue la respuesta de la Presidencia Municipal de esta hermosa ciudad de Saltillo, espero que haya sido positi-
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El que golpeó a su esposa y se hizo el loco
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n esta ocasión te platico del Con el llanto a flor de piel, y con la suceso vergonzoso y nada voz quebrada Don Antonio declaró: respetable que sucedió en mayo “Ignacio Gómez con poco temor de del ya lejano año de 1792 en esta Dios y menosprecio de la justicia, hermosa ciudad cuando aún se quebrantando las leyes humanas llamaba la Villa de Santiago del y divinas, falto a la caridad le da Saltillo. El día 30 de ese mes Don muy mala vida a mi hija tratándola Antonio Lizarraráz, se presentó mal de palabras e injurias y ante la autoridad, muy compungido por consiguiente aporreándola, y preocupado, para denunciar pateándola, guanteándola, al cobarde de su yerno, quien se dejándola desmayada, tirándola llamaba Ignacio Gómez, sujeto que de la cama al suelo y pisándola maltrataba, vejaba y guanteaba a y por consiguiente corriéndola y Francisca, hija de don Antonio y cerrándole la puerta a deshoras esposa de Ignacio. de la noche, sin atender a su buen nacimiento”.
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El suegro Antonio, aseguraba que su yerno Ignacio, tenía ese comportamiento gracias a las bebidas espirituosas, gracias al alcohol. El padre preocupado por su hija, no solicitó sino exigió a la autoridad, que se guardará en la cárcel al cobarde yerno.
golpeador, mantener la farsa, ya que la autoridad solicitó la presencia de un médico, para certificar su locura. Lo que provocaría que el muy hombrecito, se arrodillará ante su suegro, rogándole e implorándole compasión, haciendo miles de juramentos ante Dios Nuestro Señor de que en el futuro no tocaría de mal modo a su esposa Francisca.
La autoridad de manera pronto y expedita, mando llamar al esposo abusón, quien se presentó, Para fortuna del padre y suegro fingiéndose loco, con su mirada Antonio, pero aún para mayor errática tratando de engañar a alegría de mi tocaya, Ignacio, el que la autoridad, simulando que le se hizo el loco, fue a parar a la cárcel. patinaba el coco, pero quienes lo conocían aseguraron que Este no es un hecho del cual ese comportamiento no era la podamos sentirnos orgullosos los conducta natural del cobarde y Saltillenses, por lo que ahora sí, no ahora “destornillado” esposo. vale la pena presumir. Pero déjeme les termino de platicar, estimados Saltillenses, no fue posible para el “loco” y esposo
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Quieren cerrar la cantina y pulquería
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l día 15 de enero de 1914 las vecinas de la cantina “El Puerto Arturo” y de otra cantina anónima, es decir que no tenía nombre y que en realidad era una pulquería, realizaron una petición. Las vecinas muy molestas manifestaron que, en “El Puerto Arturo”, había muchos desmanes y ruido por los cantantes improvisados que llegaban, además textualmente dijeron: “Un mal ejemplo es que los jóvenes vean tan decadentes espectáculos”.
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Las vecinas vivían en la calle de la 3ª de Xicoténcatl y 3ª de Victoria, quienes también afirmaron que no era posible soportar el canto cavernario del “Puerto Arturo”, imagínese estimada y estimado Saltillense, lo mal que cantaban los beodos. Y la mayor preocupación de las afectadas, eran sus hijas, quienes ya tenían edad para cortejos y los ejemplos de las cantinas pues se convertían en un aliciente para los placeres mundanos. No vaya a creer que la manifestación o queja fue verbal, no de ninguna
manera, fue escrita e incluso fue hasta firmada por las siete quejosas. Y respecto a las quejosas de la pulquería, quienes se manifestaron en contra de este negocio eran las vecinas de la Col. Zarco, mujeres Saltillenses que tenían hasta por lema: “En bien de la moralidad” y por ello solicitaron el cierre de la pulquería ubicada en el cruce las Calles de la Llave y Democracia, cuyo dueño era el Sr. Plutarco Barrios, las buenas señoras afirmaron textualmente “ese establecimiento es un verdadero antro de vicio y prostitución”, señalando que quienes asistían a esa pulquería eran soldaderas, trúhanes, vagos, malandrines, prostitutas, golfos y que todos ellos cometían actos contra la moral. Las Saltillenses que estaban en contra de la pulquería, hasta investigaron al propietario y resulto que Plutarco Barrios no pagaba sus impuestos municipales.
Esto que les platico sucedió en esta hermosa ciudad de Saltillo, donde las mujeres se manifestaron contra una cantina que tenía por nombre “El Puerto Arturo” y una pulquería, cuyo dueño ni siquiera pagaba impuestos. Pero la verdad estoy casi seguro que la molestia no era por el canto cavernícola ni los actos inmorales que se realizaban en ambos lugares, ni la visita de mujeres de la vida galante o bien de vividores, el verdadero problema es que los esposos de estas damas Saltillenses no salían de esos lugares de “sano esparcimiento”, ya que es raro, muy raro que en ninguna de las dos manifestaciones haya participado caballero alguno. Con seguridad las señoras lograron su cometido, cerraron la cantina y la pulquería cuyos dueños perdieron sus negocios, pero los esposos de las manifestantes perdieron definitivamente el lugar donde divertirse.
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El regimiento militar y la manguera de Teófilo
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n el mes de junio del que ya pereciera lejano año de 1908, en esta hermosa ciudad de Saltillo tuvimos un caso, de un problema, de un enfrentamiento. Como sabemos esta tierra ha dado hombres y mujeres valientes durante toda la historia de nuestro país, desde que llegó Alberto del Canto y el aguerrido de Urdiñola, pasando por Braulio Flores, “El Rey Dormido”, sin olvidar a mi Gral.
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Francisco Coss, todos ellos con epopeyas, dignas de ser escritas por el mismísimo aedo griego Homero, pero ningún hecho de alguno de estos héroes, es de la magnitud del arrojo y valentía que tuvo Don Teófilo Quintero. Teófilo era comerciante de esta ciudad, dicen que traía de cabeza al coronel en jefe del tercer regimiento de la guarnición militar con la que
contábamos en aquella época aquí en Saltillo, y es que todos los días al pasar la tropa, algunos a caballo y otros a pie, frente al comercio, el mercader tenía la costumbre de salir a regar con manguera la banqueta y siempre, siempre fingiendo descuido o desatención terminaba bañando a contingente militar que osaba cruzarse por su negocio. La verdad que este Teófilito quería pleito con las fuerzas castrenses que estaban en la guarnición de esta hermosa ciudad de Saltillo, y en más de una ocasión, salió mal librado de su actuar.
la esquina no tuvo la precaución de cambiarse a la acera opuesta del negocio de Teófilo, quien salió, manguera en mano y con una serie de adjetivos calificativos, a la calle, terminando el militar y su penco bañados en agua, provocando así la ira del oficial. Dando la orden a su tropa, que en caso de que el presidente municipal no se hiciera cargo del comerciante Teófilo, lo pasaran al pelotón para su fusilamiento por hocicón.
Esta es la anécdota de cómo un comerciante Saltillense venció a todo un regimiento, mientras En cierta ocasión el teniente los militares traían máuseres, el Primitivo Pérez, quien, por cierto, distinguido Saltillense sólo contaba se acababa de incorporar y por con su manguera y eso sí, con su lo tanto ignoraba la conducta del vocablo florido. distinguido Saltillense, al doblar
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El comandante y su amiguita
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l chisme no nos gusta, nos encanta por eso te platico de una situación que tal vez fue chisme pero que estuvo de boca en boca o en boca de todos los habitantes de nuestro hermoso Saltillo.
En el año de 1918, el 10 de noviembre, para ser precisos, un día antes de que terminará la Primera Guerra Mundial, acá en Saltillo, en esta hermosa tierra, el comandante de la policía de nombre E. Galicia le escribió una carta al entonces Presidente Municipal, Sr. José R. Mijares. El comandante le informa a su Autoridad Superior, es decir al alcalde, de los motivos que tuvo para sacar de la reclusión a una mujer, a quien habían acusado por
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ejercer la profesión más antigua del mundo sin permiso alguno. La dama fue detenida por agentes de sanidad, quienes al verificar que no contaba con licencia o permiso para ejercer la prostitución la remitieron a la cárcel, y al llegar a la penitenciaría buscó desesperadamente al comandante. El comandante de la policía aseguró, afirmó, garantizó, aseveró, que la mujer, de quien por cierto se desconoce el nombre, era una mujer de buena conducta y alta moral, ya que ella había trabajado como sirvienta en su casa. Las dudas
comenzaron a surgir cuando nadie absolutamente nadie se presentó como testigo de la afirmación del policía. Los Saltillenses de aquellos años empezaron a decir que en realidad la detenida por prostitución era alguna amiguita del funcionario, y que de debieron de haber conocido en una noche de parranda desenfrenada. Las dudas, surgían con preguntas como, ¿la mujer le había prometido varias horas de placer a cambio del favorcito? O bien ella ¿había chantajeado al comandante?
Las dudas, desde el nombre de la mujer, hasta la relación de ella con el comandante continúan hasta nuestros días, pero lo que si se asegura es que al salir de la cárcel Galicia se llevó a la mujer de la vida galante a su casa, es decir a la casa de él. Esta es una anécdota más de nuestra hermosa ciudad de Saltillo en donde un comandante y una mujer cuyo nombre se desconoce estuvieron de boca en boca, una anécdota de la cual los vecinos aseguran que de la casa del policía habían corrido a la sirvienta.
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Padre Humberto González
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enemos un Saltillense muy querido, quien nació el 28 de noviembre de 1928, me refiero al Padre Humberto González, un Saltillense a quien sus conciudadanos respetan, admiran, pero más importante lo quieren. El Padre Humberto es el primer Coahuilense ordenado en el Vaticano, en el año de 1952. Prefecto de disciplina y profesor de latín, francés, historia y geografía en el Seminario de Saltillo. Entre los años de 1966 y 1990 gestionó y coordinó los trabajos de restauración de la catedral, también del mismo edificio el reloj y el órgano tubular. Fundador del Colegio Morelos el cual desde el año 1970 ha logrado contribuir en la formación de muchos Saltillenses. Testigos de la bondad del padre Humberto son Caritas Parroquial
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y Caritas Diocesana, como ejemplo de su sensibilidad por el prójimo quien se preocupa por las personas de escasos recursos, grupos marginados, así como personas con capacidades diferentes. Una cápsula es insuficiente para hablar del padre Humberto, él es un ejemplo de bondad y sencillez, Saltillo le reconoce su aporte a nuestra hermosa ciudad. Un Saltillense como muchos que tenemos y que vale la pena presumir, un hombre dedicado a los demás, quien ahora es rector de la Parroquia del Padre Nuestro.
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Fotografías con Historia Presentadas por:
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