Yo Soy de Saltillo - MARZO 2022

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Café Viena

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n esta ocasión te platico de un negocio que inició hace casi 60 años en el número 323 de la calle de Abbott entre Padre Flores y Allende. René Molina de la Cruz y su esposa Guadalupe Aguirre, arrancaron el negocio familiar, que fue bautizado por Don René con el nombre de Café Viena. Cuando se le preguntaba a Don René el motivo del nombre, la respuesta era muy sencilla, ese nombre de Viena le gustaba. El negocio creció y se tuvieron que mudar a la calle de Manuel Acuña bajando Aldama y a la postre en la misma calle, pero, bajando Lerdo, hoy desde 1990 podemos disfrutar de un buen café, de una excelente comida y mejor compañía en la calle de presidente Cárdenas donde topa Secundino Siller.

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El negocio abrió sus puertas desde octubre de 1959, el Café Viena es un negocio Saltillense que ha dado servicio a 4 generaciones, cuando empezaron el delicioso café costaba 5 pesitos, así es amigos y amigas Saltillenses 5 pesos, pero de los de antes. Pero es importante que no confundamos, en el Viena no solo se sirve café, en la cocina son especialistas en menudo, el machacado, chilaquiles, la famosa sopa de ajo, las deliciosas tortas de ternera y por supuesto las ya emblemáticas palomas de ternera. Este último platillo el preferido de quienes somos asiduos clientes de este negocio tan Saltillense.


Al Viena han llegado a comer artistas de la talla de María Victoria, pero la sazón del Viena llego hasta Ocampo Coahuila cuando el presidente Luis Echeverría Álvarez visitó a que municipio y ahí pasó la Navidad de 1974, cuya cena fue servida por el Viena. Doña Guadalupe y Don René tuvieron 6 hijos, el tiempo ha hecho que crezca la familia, ahora son 13 nietos y 6 bisnietos. El Café Viena es indiscutiblemente un lugar muy tradicional de nuestra hermosa ciudad de Saltillo, es un centro de reunión de muchos Saltillenses, políticos y artistas, un lugar

donde comer es un deleite y tomar un café una delicia. Nuestros abuelos fueron al Café Viena, nuestros padres e hijos también lo han visitado, este es un lugar muy Saltillense y que siempre ha sido atendido por la misma familia, si eres Saltillense debes probar el Café y la comida del Viena. Sus propietarios orgullosos de su negocio, orgullosos de su tierra, Saltillo, orgullosos de servir a los Saltillenses, y los Saltillenses debemos sentirnos orgullosos de contar con un restaurante como el Café Viena el cual es un lugar que vale la pena presumir.

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Pluma Invitada

De Juárez a la Maquinita Por: Marte Alberto Quiroz Sandoval

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lamada en lejanos tiempos como calle del Camposanto, el sendero es testigo del trayecto mortuorio de parroquianos saltillenses hacia el panteón cristiano y cuyo cuerpo ha sido velado en los templos de San Juan o en el de Francisco. Por esta larga calle se avista desde el Barrial y con destino al panteón, una carreta llevando el cuerpo de soldados norteamericanos acaecidos en la batalla de la Angostura en 1847, cuyas heridas trataron de remediarse por el médico de su ejército dentro del espacio de la bóveda del templo de Santiago, ocupada ahora como hospital de cirugías y de restablecimiento o.… muerte. Al mediodía, los vecinos suspenden por un momento sus cotidianas labores al

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escuchar las tres campanadas del toque del ángelus cuyo sonido trae la ligera brisa de invierno de un febrero saltillense, cuya sonoridad gozosa envuelve como un aliento divino, las casas del oriente de esta antiquísima calle. Por este camino de tierra apisonada, se encuentra una señorial casa frente al templo de Dios, que es temporal residencia del presidente Juárez en los primeros meses de 1864. Aquí Juárez sueña con el triunfo de la República que lleva representada en las manos de su peregrino gobierno que ahora ha encontrado respaldo en Saltillo. El presidente Juárez sale en una mañana saltillera a dar un pequeño paseo rumbo al merendero del lado poniente, por las antañas fincas de


impronta tlaxcalteca. Al paso de su menuda figura y baja estatura, pero con imponente presencia, viste una levita oscura y sombrero de copa. Al sentir el gélido aire que viene de la Sierra de Zapaliname, avanza resuelto pues el hombre es firme y engrandece sus ideales con la visión de un país independiente. El humo de leña de roble y de mezquite que arde en los anafres y cocinas de las casas aledañas, logra cubrir la vista a lontananza de las pequeñas lomas que circundan el nacimiento del Valle del Saltillo. Las volutas caprichosas de las chimeneas desprenden un aroma atractivo, rústico y noble del carbón de mezquite y se diluyen descubriendo su vaporoso cortinaje que muestra un radiante devenir del tiempo. Entonces México asoma después de un centenar de años para conmemorar la muerte del Benemérito de las Américas, acaecida en 1872. Ahora es 1972 y los escolares que estudian en la primaria Centenario fundada en 1912, ubicada en la esquina de las calles de Juárez y Abasolo y adaptada al espacio de una gran casona del periodo revolucionario, construida justamente sobre el suelo del antiquísimo camposanto, salen por la

puerta del poniente hacia la calle Licenciado Benito Juárez bajo la rígida observación del joven profesor Cesar Escalera Rodríguez, ya que irán caminando hasta el edificio Coahuila para aprender más sobre la vida del Benemérito de las Américas a través de una película con dibujos animados, moderno recurso pedagógico del maestro que de esta manera atrae y fortalece el interés del alumnado. Al salir de la escuela los niños miran entrar por el espacioso zaguán de la antigua construcción que hoy es su escuela, a un profesor que representa autoridad y disciplina ante las miradas infantiles. Él viste un pantalón color azul turquesa, camisa blanca de mangas cortas, y zapatos- tenis, que es el uniforme que portan e identifica a los maestros de educación física. La persona que ven los alumnos es un hombre de más de sesenta años de edad, de estatura mediana y cuerpo un poco grueso pero recio. Su piel es morena rojiza y tiene el cabello corto y totalmente blanco. Tal vez por su edad o por cansancio, camina arrastrando los pies y sus zapatos hacen un suave raspado al desplazarse. Entonces este andar muestra el esfuerzo que aplica con un mo-

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vimiento peculiar y esforzado de su cuerpo al impulsar la marcha. Es la presencia señera del estimado profesor saltillense, Estanislao Flores Rivera, a quien con mucho afecto y admiración se le conoce cariñosamente como “La Maquinita”. Al emplazar la dirección de su rumbo hacia el aprendizaje que les espera, los niños dejan atrás la figura afectuosa y legendaria de su profesor Estanislao Flores Rivera , como un amado sueño de dicha infantil y avanzan por momentos en tropel por la calle de Juárez cerca del tramo denominado en otra época como Calle de la Parroquia, y también Antigua Calle del Camposanto para arribar ahí mismo a la plaza de San Francisco que cruzan en diagonal, bordeando su viejo Quiosco de hierro y puertas de madera en su base, para llegar al edificio Coahuila en la calle Ateneo. Las ramas bajas de los pinos acarician las cabezas de los infantes que saben de esta larga calle que al paso de las épocas ha llevado diferentes nombres en ciertos tramos, como Callejón que va a Tlaxcala y Tacuba. Aquí, en medio de un cortinaje de neblina saltillera se arropa por siempre el sendero de la calle de Juárez. Y con el eco de pasos y voces de conciencias llenas de ensueños finaliza este relato, justo al llegar a la calle de Morelos que envuelve otra gran historia...de la señorial ciudad de Saltillo.

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Marte Alberto Quiroz Sandoval Nació, creció y se desarrolló en Saltillo Coahuila. Egresado de la Benemérita Escuela Normal de Coahuila y de la Escuela Normal Regional de Especialización. Laboró durante 34 años como maestro especialista en Educación Básica. Coautor de investigaciones psicopedagógicas: El proceso de integración educativa. 2003. Instrumento de Evaluación Institucional 2014. Actualmente escribe relatos familiares con vías a su edición.


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Agustín García

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n esta ocasión te platico sobre un personaje Saltillense quien se ha convertido en una institución del futbol americano estudiantil en Saltillo, quien forma parte de un selecto grupo, de quienes jugaron y después se abrieron paso para enseñar a jugar este hermoso deporte.

ganadora de 10 Oscares, Ben Hur, su película favorita, pero no niega que es fanático de las películas de charros, admirando a Pedro Infante, Jorge Negrete, pero nunca más que al “Gallo Giro”, Luis Aguilar.

Responsable desde joven, y ejemplo de ello fue el haber rechazado la Me refiero al Coach Agustín García, beca para estudiar en la vecina ciuquien nació el 25 de septiembre de dad de Monterrey sus estudios uni1936, en una casa con el número versitarios, para no dejar de apoyar 412 de la Calle de Corona en esta económicamente a su familia. hermosa ciudad de Saltillo. A su esposa la conoció en un jueAdemás de ser periodista deportivo go de béisbol, cuando reporteaba y es cinéfilo, y muestra de ello es la jugaba para el equipo del Periódi10


co El Sol del Norte y en el partido cuando enfrentaban al equipo de la Academia Coahuila, de un vistazo a las gradas para él resaltó, Doña Cristina Cárdenas, quien al tiempo, fue su novia y después su esposa, compañera de vida de Don Agustín quien hoy es abuelo amoroso. Siempre modesto Don Agustín, periodista por azares del destino, sus conocimientos lo han hecho un cronista de la historia del deporte en esta bella ciudad de Saltillo, muchos deportes le gustan y conoce, pero no puede negar que su amor deportivo es el fútbol americano. Cuando juagaba este deporte con los Burros Pardos del Tecnológico de Saltillo, portaba el número 83 en su jersey, mariscal de campo su posición. Hoy ese equipo de gran tradición en nuestra ciudad, no puede ser visto sin la huella del coach Agustín. A muchos equipos ha enfrentado con el equipo color guinda y blanco

como los Buitres de La Narro, los Daneses del Ateneo, los Lobos de la UAdeC o los Zorrillos de Ciencias Químicas, rivales con los que ha librado batallas épicas. Un hombre que recuerda todas sus victorias y que sin duda ha aprendido de sus derrotas en el campo de las 100 yardas. Agustín García sabe lo que significa ser un coach, esta profesión no solo es la de entrenar para ganar en el deporte, realmente es un oficio que sirve para preparar hombres ante la vida. 33 años de dar clases de educación física en la Escuela Federal N° 1, y muchos más formar parte del Tecnológico de Saltillo, el Coach Agustín es un ejemplo dentro y fuera del campo, es un Saltillense modelo de trabajo y dedicación, testigo de ello es el estadio Carlos Roldan Sanders, el Coach Agustín es un personaje de esos que tenemos en Saltillo y que vale la pena presumir.

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El Médico borracho y encuerado

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n esta ocasión te platico de una anécdota sucedida en esta hermosa ciudad de Saltillo y cuyo protagonista fue aquel Doctor norteamericano de apellido Hewetson, quien como les había comentado hace unos meses, en la Cápsula Sarapera que trataba de la botica que vendía barato, llegó con el ejército invasor norteamericano en el Siglo XIX, bajo las órdenes del General Zacarías Taylor para combatir a las tropas mexicanas en la Batalla de la Angostura. Dicho médico invasor, se enamoró de esta hermosa ciudad de Saltillo y “el muy vivillo” también se cautivó de una señorita de nombre Josefa, de quien se dice que era hermosa, ingenua y muy rica. Al poco tiempo de conocerse contrajeron nupcias y gracias a las relaciones de la familia y a la habilidad del galeno para los negocios lograron tener una posición social de mucha ventaja.

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De la esposa ya les comenté que era hermosa, rica e ingenua, del médico se dice que era alto, robusto y bien parecido, aunque su pronunciación de la lengua española era demasiada mala, características que no le impedían realizar y participar en unas borracheras únicas, de unas borracheras dignas del “Dios Baco”, de unas fiestas que terminaban siendo “bacanales” en toda la extensión de la palabra. Un 19 de marzo, fecha del onomástico de la Sra. Josefa de Hewetson, con la firme intención de festejar a su hermosa esposa, “el gringo” organizó una fiesta en su casa, lugar del cual retiraron mesas, sillas, libreros, muebles, bueno hasta a la pobre suegra la bajaron de la mecedora


para tener así una pista de baile amplia y poder zapatear al ritmo de un improvisado trio conformado por un carpintero, un sastre y un arpista quienes junto con litros de mezcal de la sierra, tequila y whiskey extranjero, habían logrado un ambiente de maravilla, había risas, diversión, charlas, recuerdos, convivencia y demás hasta el momento en el cual el médico salió de unos de los cuartos, para bailar en completo estado de ebriedad, sin vestimenta alguna, es decir “como Dios lo trajo al mundo”, y no doy más explicación por respeto a la audiencia. Después del asombro por parte de las damas y caballeros presentes, las mujeres se cubrieron el rostro con abanicos, mientras varios hombres intentaron cubrir al médico encuerado con algún sombrero, sin embargo, el norteamericano les arrimaba “la mejor arma” con la que contaba en ese momento. Los mirones aseguraron que Josefa, la ahora abnegada esposa no dejaba de llorar de la pena y bochorno que le hizo pasar su marido, la fiesta termino en ese instante, tanto los invitados como los músicos salieron de la casa y a los borrachos los sacaron a rastras, la puerta se cerró y la luz se apagó. Por supuesto, para no perder esa bella costumbre tan Saltillense, por la mañana siguiente todos los habi-

tantes de esta hermosa ciudad, ya sabían de lo sucedido en la casa de Josefa y del médico. La hermana mayor de Josefa, quien se llamaba Brígida muy temprano fue a reclamarle a su cuñado el actuar en la fiesta, quien la recibió sentado, tomando una taza de café y despeinado, la conversación, gracias a la investigación de Don José García Rodríguez, puedo narrarles lo sucedido en esa charla, no muy amena por cierto. La cuñada le gritó al doctor: ¡Es un indecente, un sinvergüenza y un cochino de los peor!, a lo que el médico la trata de tranquilizar y le revira con otra pregunta: Calma, calma, ¿tú decirme a mí que soy un indecente, un sinvergüenza y un cochino de los peor?, mucho peor respondió la hermana mayor de su esposa, “pos todo eso eres tú” … y agrégale idiota. Momento en el cual el médico norteamericano se levantó, dio media vuelta, entro a su casa dejando al descubierto su trasero desnudo. Esta es la anécdota de un médico norteamericano que llegó con los invasores a esta hermosa ciudad, que se casó con una bella Saltillense y que le encantaba tomar vino, pero también el bailar y tomar café encuerado.

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El poco hombre de Antonio

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n esta ocasión te platico de una noticia que leí, y me indignó a pesar de que esto sucedió hace más de 300 años, para ser precisos el 23 de septiembre de 1797. Te platico mi molestia, resulta que María Josefa Villaseñor se había casado trece años antes con un “pelafustán, vago, poco hombre, inútil” y demás adjetivos calificativos que se pueda imaginar, de nombre Antonio, quien una noche, en realidad “maña-noestoy seguro no era oriundo de esta che” para ella, su esposo, Antonio, la hermosa ciudad de Saltillo. tomó de los cabellos, para después golpearla hasta que termino bañaMaría Josefa había asistido con la da en sangre. Debido a los gritos de autoridad correspondiente no una, dolor, de desesperación y de ayuda, ni dos, ni tres, ni cuatro en reali- la autoridad llegó, y encerraron al dad hasta la cuenta había olvidado, poco hombre, quien sin razón algude su petición para divorciarse. La na había golpeado de manera brutal mujer aseguraba que sufría de veja- a su mujer. ciones, maltratos, ofensas, injurias, humillaciones y demás de parte del Cuando Antonio salió de la cárpoco hombre de su marido, desde cel, de inmediato regreso a su casa, que se casaron. y “sin tocarse el corazón” arremetió contra la abnegada mujer de María La pobre María Josefa fue entrevis- Josefa, quien en esta ocasión sufrió tada, por el periódico de la locali- la tortura de ser atada de los pies, dad y le aseguro al reportero que siendo de esta manera colgada en la

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viga de la casa, pero de los mismos pies con la cabeza hacia abajo, momento en el cual el cobarde de su marido tomo una correa para azotarla, tomándose recesos de unos minutos para seguir insultándola. Hasta que éste, “lástima que no pueda decir lo que se merece”, sacó toditita la ropa de su esposa y se fue de la casa, dejando morir poco a poco a su mujer. De suerte y para su fortuna María no corrió con la misma suerte que la “Delgadina”, leyenda Saltillense que narra de manera genial mi amigo Erick Morales.

Después de librarse, “sólo Dios sabe cómo le hizo”, volvió con la autoridad para pedir el divorcio y no verlo nunca jamás. Y esta es la historia en la cual una buena mujer Saltillense se casó con “un pelado” que de seguridad no era de aquí y que la maltrato hasta casi matarla, y que ella de nombre María Josefa pidió el divorcio. Por cierto, el Antonio, tenía por apellido Gómez. ¡Oiga pues que coraje!

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El reglamento de limpieza

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Amigas y amigos “alba” para la real academia de la lengua española significa: “La primera luz del día antes de salir el sol”, es decir tenías que levantarte tempranito para barrer el patio delantero de tu casa y la banEn su Artículo 10 decía textual- queta. mente: En su Artículo 13, esta ley, arrojar “Es obligación de todos los vecinos a las calles o plazas, basura o cualde esta población, tener aseados quier otra cosa que las ensuciara, así diariamente los patios de enfrente como arrojar agua desde los balcode sus casas, haciéndose extensivo nes, ventanas o puertas, te comento este deber a los encargados de edi- que el agua que arrojaban no era ficios públicos, tanto civiles como muy limpia que digamos, ya que en religiosos. La limpieza o aseo se aquel tiempo no había drenaje. Esta hará “a la hora del alba”, a fin de ley también prohibía prender lumno molestar a los transeúntes.” n esta ocasión te platico sobre el Reglamento General de Policía que se encontraba vigente en el año de 1910, y en él se regulaba la limpieza de esta bella ciudad de Saltillo.

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bre con la basura u otras sustancias combustibles en la vía pública. Cuando realice esta investigación me surgió una pregunta. Si no podían tirar la basura, tampoco quemarla, y era imposible almacenarla, ¿Entonces cómo le hacían? fácil amigos y amigas, se instaló un sistema de recolección de basura, invitando a los Saltillenses a colocar la basura en cajones o tiestos, a la orilla de las banquetas para que los conductores de los carros de limpieza, la recogieran, claro que los carros de aquel tiempo eran jalados por mulas o caballos no vaya Usted a pensar que eran como los de hoy.

A todo aquel Saltillense que incumpliera con estas disposiciones sería multado. Quiero recomendarles que vivamos en paz con nuestros vecinos, que limpiemos nuestras banquetas, “aunque no sea al alba”, pero eso si mantengamos limpio a nuestro hermoso Saltillo. Porque aquí desde hace más de 100 años esta hermosa ciudad de Saltillo o mejor dicho los Saltillenses sabemos tener una ciudad limpia y eso, eso es algo que vale la pena presumir.

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Herida de Honor

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n esta ocasión te platico que allá por el 10 de enero de 1697 se dio la violencia por estos lares, Miguel de San Miguel fue herido con una arma blanca a la altura de la axila, esto a manos de Juan Farías, testigos cuentan que las peleas entre agresor y agredido habían sido frecuentes en los últimos días anteriores al suceso que en este momento te narro, la verdad no se supo a ciencia cierta el motivo de las riñas que mantuvieron preocupada a los habitantes de la bella ciudad de Saltillo cuando aún era villa.

última, en la cual herido resulto Miguel, las malas lenguas comentan que Juan insultó en reiteradas ocasiones a la esposa del afectado, las investigaciones llegaron a otro residente de la villa, llamado Juan Linares quien afirmó lo dicho por las lenguas antes referidas, aunque la verdad que no tenemos la certeza.

Juan Linares declaró bajo juramento de decir la verdad, que días anteriores vio cómo su tocayo de apellido Farías se acercó al caballo que Miguel montaba y en el cual también viajaba su mujer en ancas A pesar del silencio y de la confu- diciéndole algo en voz baja sin posión sobre la razón que motivaron der percatarse exactamente cuales las peleas que terminaron con esta 18


había sido esas palabras que moles- algo interesante que contar sobre taron tanto a Miguel. esta anécdota lo platicaré en otra “cápsula sarapera”, por lo pronto reLas especulaciones no se hicieron cordemos esta anécdota de aquel esperar, que si la mujer de uno, que pequeño Saltillo que ya forma parte si la esposa de otro, que uno faltó al de nuestro pasado. respeto a uno o que el otro al uno, cada quien sacaba sus conclusiones y culpaba a quien mal le caía o bien justificaba a quien creía que tenía la razón. La única verdad es que Miguel terminó herido y los motivos nada más él, su esposa y Juan los sabían, la verdadera razón de las rencillas que terminaron en tal violencia y “que puso el alma en un vilo” de los habitantes de Saltillo cuando este era villa, todo hace suponer que el asunto fue cuestión de honor. Miguel sanó y el pleito al parecer cesó, seguiré investigando y si hay

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La prohibición del Pilón

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n esta ocasión te platico que el 12 de marzo de 1837, cuando a Saltillo se le decía por costumbre por su nombre, o bien la llamaban “Leona Vicario”, ya que en un tiempo también ostentó tal nombre, y en la confusión cada quien “le llamaba como le viniese en gana”. En esta ciudad de Leona Vicario o bien Saltillo, se decretó una prohibición muy peculiar. “Se prohibieron los pilones”, sí amigos, el pilón estuvo prohibido y su motivo tuvo tal prohibición.

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Los patrones del pueblo veían afectadas sus compras, ya que a quienes mandaban a adquirir los productos ya sea para el trabajo o el hogar, los compraban a quien daba más pilón, sin importar la calidad de la mercancía adquirida. El trabajador se veía beneficiado con los pilones y el amo perjudicado, el Saltillo o Ciudad Leona Vicario de aquel tiempo, decretó el fin de los pilones; textualmente, la publicación de ese tiempo decía: “Pues


se acabó. Nada de que el que tenga más saliva se coma su pilón”.

Se previene a los comerciantes de la ciudad que den pilones, y el que contraviniere lo prevenido en el artículo anterior, sufrirá una multa de 25 pesos o en su defecto 8 días de prisión.

Por ello, el Sr. Leocadio Delgado, quien fungía como Regidor Decano del Ayuntamiento de esta Ciudad, Alcalde en Turno y presidente de la misma corporación por enferme- Además, se ordenó publicar dicho dad del Propietario, decretó: reglamento en la gaceta municipal para que “se hiciere público tal ordeArtículo 1°.- Se prohíbe a los co- namiento y nadie alegara ignorancia merciantes de esta ciudad que las de la nueva norma”. ventas que hagan al menudeo, gratifiquen a los compradores con dá- Sí, señoras y señores, en Saltillo, divas que hasta la fecha han sido cuando cada quien le llamaba a esta conocidas con el nombre de pilones. hermosa ciudad como quería, o bien como su gusto más le dictara, Pero la prohibición no queda ahí, hasta los pilones se prohibieron. una sanción fue señalada en el artículo siguiente, que a la letra decía:

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La riña entre cuñados

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n esta ocasión te platico de una riña, pelea, bronca, pleito, altercado que sucedió en esta hermosa ciudad de Saltillo, cuando aún no era ciudad ni se llamaba Saltillo, pero si era hermosa, como lo era la Villa de Santiago del Saltillo, y es que el día 10 de junio del ya lejano año de 1711, un vecino de la villa de nombre Juan Guajardo, fue ante la autoridad para interponer una de-

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nuncia contra su cuñado y sobrino, la historia es la siguiente: Juan se ausentó de la villa de Santiago del Saltillo, y por supuesto de su casa durante varios días, dejando encargada de su vivienda a la india que daba servicio de limpieza en la misma morada, el afectado declaró que en esos días Nicolás, su cuñado acompañado de José su hijo, llegaron a la casa, sacando a la india,


literalmente, de los pelos, maltratándola y golpeándola, mujer que sólo encontró refugio al escaparse y esconderse en la casa del padre de Juan, quien le dio protección. A los días de este hecho aberrante, Juan al llegar a casa de su padre, se encontró con su cuñado Nicolás, momento en el cual el afectado le hizo reclamo por su comportamiento, pero Nicolás en lugar de aceptar su error, se abalanzó con una roca en la mano, para tratar de golpear a Juan, motivo por el cual el propietario de la casa, padre de Juan, corrió a Nicolás. La cosa no hubiera pasado a mayores, pero Nicolás el cuñado, mal portado, regreso con su hijo José, con armas en mano, tratando no únicamente de agredir a Juan, sino de matarlo, ocasionándole en la

trifulca una herida en la cabeza como de una pulgada y dañándole un dedo gordo, no encontré información si el dedo era del pie o de la mano, pero si fue un dedo gordo el que le lesionaron a Juan. El afectado se presentó ante la autoridad para interponer una demanda civil y criminal, llevando hasta testigos de los hechos que les acabo de narrar. Esta es la historia de un pleito entre cuñados, en la cual hasta un sobrino participó, en donde la india quien era la esclava de Juan, terminó golpeada y con menos pelos en la cabellera, una historia de esas que están muy escondida en la historia de nuestra hermosa ciudad de Saltillo.

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La ruta Saltillo - Ramos

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n esta ocasión te platico de un negocio tanto “ramosarizpense” como Saltillense y que tiene más de 90 años dando servicio a las dos comunidades. Me refiero a la ruta de Saltillo – Ramos.

Los fundadores de dicha ruta fueron Dionisio Farías, Patricio Gil, Manolo Cabello, Eglantina de Farías y Luis Flores, quienes iniciaron con 3 o 4 carritos a realizar los traslados entre lo que era la villa de San Nicolás de la Capellanía y Saltillo. Para el año de 1928, se vieron en la necesidad de comprar camiones, ya que los “ramosarizpenses” necesitaban transportar sus productos como chile, tomate, cebollas, ajos y hasta tamales en canastillas. 24

Estimada y estimado Saltillense si colocáramos el crecimiento de la ruta Saltillo – Ramo en una línea del tiempo, esta iniciaría en 1925 con 3 o 4 carritos, para 1928 ya utilizaban camiones la misma cantidad pero de 10 pasajeros, 10 años después siguieron utilizando la misma cantidad de vehículos pero ahora camiones marca Chevrolet a gasolina con capacidad de 35 pasajeros, y en 1965 llegaron los primeros camiones de 41 pasajeros unos marca Dina que era de Diesel y otros más de gasolina marca Chevrolet. Con el arribo de las armadoras GM y Chrysler, la empresa creció, que contradictorio para dar servicio al personal de dichas fábricas y a las


comunidades de Saltillo y Ramos, se compraron más camiones de la marca Ford y Famsa, estos últimos fueron dos a crédito. Así es, fueron también pioneros en el servicio de transporte de personal, trasladando a los obreros de GM y Chrysler del tercer y segundo turno. En la plática que tuve con Alejandro Farías, su esposa Lily y Antonio Rodríguez, me comentaron de la anécdota en la cual Beto quien era chofer del camión número dos, era conocido como “Beto el del dos”, de hecho nadie sabía su nombre completo, incluso en una ocasión al entregarle la invitación de una boda, le fue rotulada con el nombre de “Beto el del dos”, a los años Beto cambio de nombre, cuando le asignaron un camión nuevo, dejo de ser “Beto el del dos”, para ser “Beto el del nuevo”. Definitivamente hay ejemplos de tenacidad y esfuerzo como el de Antonio Rodríguez, quien inicio como chofer de ruta, después de trabajo y ahorro, logró ser propietario de varios camiones.

La ruta original iniciaba en la plaza de “debajo de Ramos”, donde está la iglesia de San Nicolás, subía por Allende hasta lo que hoy es la calle de Escobedo, volteando hacia lo que era la vieja carretera Saltillo – Monterrey, para entrar a la hermosa ciudad de Saltillo por el Blvd. Constitución, hoy V. Carranza, siguiendo por Allende hasta lo que era V. Carranza, hoy Pérez Treviño, donde estaba una terminal de camiones que compartían con los transportes José María Morelos, que tenían el recorrido Saltillo – Gral. Cepeda. Para regresar a Ramos Arizpe bajaban por Acuña hasta presidente Cárdenas para tomar de nuevo, pero ahora rumbo a Ramos el Blvd. Constitución, para hacer la última parada en la iglesia de Ramos, casi en la esquina donde estaba la tienda del Sr. Agustín Saucedo. Definitivamente en este valle donde está la hermosa ciudad de Saltillo, tenemos estrecha relación, de trabajo, de familia, de amistad, de esfuerzo y más con las vecinas ciudades de Ramos Arizpe y Arteaga, y definitivamente la Ruta Saltillo – Ramos es un claro ejemplo de ello.

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La venta de carne de burro

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n esta ocasión te platico cuando dos empresarios Saltillenses quienes se llamaban Fermín Acosta y Juan Valdés, en el mes de noviembre del ya lejano 1913, fueron visionarios y decidieron fundar una nueva sociedad comercial. La idea, muy original, consistía en criar y sacrificar burros para comercializar el aceite y grasa de estos animales a los productores de jabón además de hacer cecina y exportarla. El principal argumento de ambos Saltillenses, era que se trataba de

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un ramo de la ganadería sin explotar y que se podía aprovechar por la cantidad de burros que había en esta hermosa ciudad de Saltillo. Se tenía proyectado que sería una muy productiva empresa, expresaron, además aseguraban que los clientes estaban seguros ya que a los norteamericanos les gustaba la carne de burro y la industria del jabón era próspera. Muchos empleados municipales se asustaron, no entendían si se trataba de esos con cola y orejas, o bien


de otro tipo de burros de dos patas, después de aclarar el tipo de asno a sacrificar y de trámites correspondientes, se autorizó con la condición de vigilar bien a los propietarios, Fermín y Juan, para evitar que la grasa de burro fuera pasada por manteca de puerco y se fabricaran otros productos.

que el producto estuviera bajo resguardo de un funcionario municipal para asegurar que el destino de los productos fuera el establecido. Finalmente se dispuso que la piel de los animales solo fuera para correas y no para uso humano. El Presidente Municipal quien era el Sr. Fructuoso Valdés señaló que era histórico y que sería muy productivo para la ciudad, por supuesto excepto para los pobres burros.

Entre otras condiciones estaba, no sacrificar a los burros en el mismo lugar que a las reses, para evitar fuera comercializada la carne como de Así es amigos y amigas en esta herbovino, que la grasa solo se usara mosa ciudad de Saltillo se procesó para fines de fabricación de jabón, y carne de burro para exportar y la grasa para hacer jabones y así todos oler a limpio, una anécdota de nuestra hermosa ciudad que vale la pena recordar.

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Fotografías con Historia Presentadas por:

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LAGUNA DE ALVARADO presenta a

Francisco Tobias

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rancisco Tobias Hernández es un Saltillense (Saltillense con mayúscula), papá de tres Preciosas Princesas Mágicas: Rebeca, Malake y Mariajose.

do de Coahuila de Zaragoza y en el Gobierno del Estado.

Desde octubre de 2012, se ha dedicado a difundir la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y De profesión científico social, eco- personajes de la hermosa ciudad de nomista, egresado de la Universidad Saltillo, por medio de las Cápsulas Autónoma de Coahuila, en donde Saraperas, en diversos medios como es catedrático de las asignaturas de Tele Saltillo, Tv Azteca Coahuila, la Microeconomía y Macroeconomía. estación radiofónica La Reina 100.9 FM y en el periódico El Heraldo de Ha impartido clases de economía Saltillo. en la UVM Saltillo y fue docente del CONALEP 2. Tiene el grado acadé- Director editorial de la publicación mico de Máster, por la Universidad mensual “Yo Soy de Saltillo, La ReAutónoma de Barcelona, donde vista”, ha publicado tres libros sobre cursó el máster en Gestión de la la historia de Saltillo. Es columnista Comunicación Política y Electoral, del periódico Zócalo, La Prensa de además cuenta con la maestría en Monclova, Nuestra Revista y Factor Administración de Negocios con Coahuila con su columna Homo especialidad en Finanzas por el Tec Economicus. Milenio. Ha expuesto sus publicaciones en Se ha desempeñado laboralmente la Feria Internacional del Libro en la administración municipal de Coahuila y en la Feria del Libro de Saltillo, en el H. Congreso del Esta- Frankfurt Alemania. 35



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