Boletín: «ESTE» – edición octubre 2025

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ESTE

periódico valdense

Iglesias Evangélicas Valdenses del Este Uruguayo

Redactor responsable: Oscar Geymonat, Iglesia Valdense en Montevideo - 8 de octubre 3039 - 24879406 / 098644838 - secretaria.ievm@vera.com.uy | Impreso en Tintas del Yi

De paso nos enseñan a remontar

Deborah descubrió en Uruguay que las cometas remontan. Nos contó que en inglés vuelan. Lo supo en Estados Unidos desde que aprendió a hablar. Acá tuvo que preguntar qué es eso de remontar. Traducir es más que cambiar una palabra por otra.

Me gustaría saber qué respuestas fue encontrando.

Recién cuando le escuché esta confesión, el 24 de setiembre en Colonia Española, me puse a pensar que las cometas hacen las dos cosas: remontan y vuelan. No es lo mismo. Y la diferencia no es un detalle menor.

Pienso en volar y me gana una sensación de liviandad, de ingravidez, de plácida liberación, algo así como dejarme ir y despegar solo, sin esfuerzo, como si fuera una cuestión más del viento que mía.

Claro que es un sentimiento recortado, un pensamiento por la mitad. Para volar hay que remontar. Y ese comienzo en “r” suena a acelerador a fondo, a patinada de arranque, a carreteo de avión, a un esfuerzo en cuesta arriba. En el origen de la palabra, el prefijo “re” da cuenta de algo que vuelve a hacerse, a veces que vuelve a intentarse después de un fracaso, de dos o de quién sabe cuántos. La “v” es un sonido más etéreo, sobre todo porque nunca le hicimos caso a las maestras y seguimos diciendo “volar” y “boleadora” como si empezaran con la misma letra. “Volar” se dice en puntas de pie; “remontar” como si viniésemos trepando con zapatos de clavo.

A media tarde volaban unas cuantas cometas. Señoreaban. Ellas y el sol, nadie más que interrumpiera un azul que llaman mediterráneo. Pero antes, no como en el cielo, aquí en la tierra, hubo que remontar. Hilos que se enredan, cola que falta, tiros que tienen que estar parejos, la subida rápida que ilusiona y de repente tres vueltas de cabeza, un aterrizaje forzoso, o directamente la estrepitosa caída. Remontar es empezar de nuevo, sobrellevar el trabajo de rearmar y volver a correr, escuchar a quien sabe un poco más porque tiene otras remontadas en su haber, ne-

Iglesias en “Camina tour” por la Blanqueada

Sábado 4 de octubre

Información en página 5.

gociar con la ansiedad, rogarle a la paciencia que no nos abandone, amigarse con la frustración.

Hubo todo eso. Y más. Hubo quién se enojó con algún prójimo que quería el mismo hilo, peleaba por la misma cola o en la carrera se llevó puesta la cometa ajena.

Volaron. Fue el premio. Alguna quedó en tierra. Fue parte del necesario aprendizaje. Ésas y las que parecían colgadas allá arriba ahora eran de todos. Nadie reclamó el exclusivo derecho de mirarlas ni se le ocurrió decir: “ésa es mía, la hice yo, o la compré.”

¿Alguien sospechó que una cometa mirara a otra con aires de reina de la belleza o por envidia la quisiera desalojar del cielo? Las cometas son demasiado inteligentes como para perder el tiempo en tamaña vanidad de vanidades.

Sólo vuelan, de paso nos enseñan a remontar.

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Podemos ser lo que necesitan que seamos Conversación con Magdalena García Trovero

No hay tuyos ni suyos ni míos si son niños, son nuestros

Jorge Drexler

ESTE. ¿Cómo debería presentarte?

MAGDALENA GARCÍA TROVERO. Soy médica especialista en psiquiatría pediátrica. Trabajo hace más de treinta años en promoción del buen trato y prevención de violencia hacia niños, niñas y adolescentes. Soy psiquiatra en la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), estoy representando al Sistema integral de protección a la infancia y a la adolescencia contra la violencia (SIPIAV)

ESTE. Explícame un poco que es el SIPIAV

MGT. Es un sistema integrado por ASSE, Ministerio de Salud Pública, Presidencia, Fiscalía, ANEP, MIDES, regulado por INAU y con apoyo de Unicef. Estamos todos los sectores que trabajamos con infancia y adolescencia. Convocar a estas instituciones, fue te diría, un esfuerzo comunitario. Desde 1996 integro el programa CLAVES de Juventud para Cristo. Desde allí tomé contacto con el SIPIAV. Después lo hice en la formalidad de representar a ASSE.

En 2019 se formalizó el SIPIAV como el dispositivo normativo en cuanto a la violencia, además se logró una modificación del Código de la niñez con la ley 19747 que protege a niños y niñas que han sido vulnerados. Fue un logro celebrado. Lamentablemente en 2020 vino la pandemia y después algunos de estos logros que empezábamos a celebrar, se frenan.

ESTE. ¿Cuáles son esos logros?

MGT. Finalmente, digo así porque el camino es largo, se logró que la prueba de que un niño fue abusado sexualmente no se apoye sólo en las señales en su cuerpo. Quienes estamos en esto sabemos que se puede abusar por todos los costados sin dejarle a niño una sola marca visible. El examen clínico era normal hasta entonces y se desestimaba lo que el niño relataba.

Eso se revirtió con la ley 19747. Para memorizarla la llamo la ley Boeing, por lo de 747 y además porque es una ley que está despegada como se dice. Es la mejor que hemos tenido. En ella se toma en cuenta la palabra del niño y la de los profesionales que están en su entorno. Antes también eran desestimadas.

ESTE. Pero me hablaste de logros que se frenaron.

MGT. Sí. Lamentablemente. En 2024, la ley de tenencia compartida fue como una bomba atómica.

ESTE. ¿Y eso por qué?

MGT. Porque no prioriza la protección del niño. Hasta la demostración de culpabilidad no importa que el niño esté con su abusador. Ese proceso puede tardar dos años. ¿Cuándo recuperas al niño de esos daños tremendos? No hubo ninguna institución que trabaje con niños que la aprobara. La verdad, no entendemos cómo se votó.

ESTE. Me sacaste la pregunta

MGT. Es que es así. No entendemos. Fuimos al parlamento muchas veces; el SIPIAV, la sociedad de psiquiatría de la infancia, la sociedad de pediatría, todas las especialidades pediátricas, todas diciendo que era un disparate. El cemento fresco es el niño, su cerebro está en desarrollo ¿Qué hacemos con eso? Crecerá, y además de su dolor, devolverá lo que ha recibido.

ESTE. Me das pie a una pregunta recurrente. ¿Quien ejerce violencia o abuso sobre otra persona, ha sufrido esa situación?

MGT. No necesariamente. Pero hay una relación muy estrecha. La agresividad es una potencialidad que nos ha sido dada a los seres humanos para proteger la vida. Con eso nacemos. Son los instintos. Es el segmento del cerebro que está atento a la alarma protectora de la

vida. Los animales atacan cuando se ven atacados.

La agresividad buena es un gesto para defender la vida. La violencia no. Ésa es una fuerza que se usa para someter a otros. Y es aprendida.

La punta del iceberg es el gesto violento, pero debajo está todo lo que pudo haber acompañado a ese ser en su crecimiento. La extrema pobreza es violencia, el abandono es violencia, la negligencia es violencia. En ese contexto estos aprendizajes se van interiorizando con todas las fobias posibles: homofobia, machismo, ubicación del otro en un lugar inferior. No es un axioma. No necesariamente quien abusa de un niño fue abusado, pero sí creció en un ambiente de violencia donde apropiarse y someter a otro para el propio placer es parte de lo aprendido.

ESTE. ¿Vivimos hoy en una sociedad más violenta? ¿o la violencia es más visible?

MGT. La violencia hacia los niños es tan vieja como el mundo. Hay relatos bíblicos que dan cuenta de apropiación, sometimiento, abuso sexual inclusive. Los griegos, los romanos, los violentaban como objetos propios. Se entendía como lo que tenía que ser.

Escuchar a los pequeños hoy es fundamental. Lo que Jesús hacía, aquello de que “de la boca de los pequeños y de los niños de pecho te has preparado alabanza”. Escuchar.

¿Sabés que infantia, en latín significa “el que no habla.”

ESTE. ¿Me creés si te digo que lo aprendí la semana pasada?

MGT. Sí claro. Un infante no habla, no importa lo que dice. Fueron los legistas franceses recién a fines del siglo XIX quienes empezaron a registrar los casos de niños muertos por malos tratos físicos. Les llamó la atención la cantidad que encontraban en la morgue. Son las primeras referencias al maltrato extremo como problema. En la década de 1950 una pareja de pediatras y un traumatólogo describen las primeras lesiones por maltra-

to. Sacan el tema de la vida doméstica y lo ponen en los libros de pediatría. Distinguen y registran esas lesiones radiológicas de los tipos de fracturas por golpes o por caídas. Y los tipos de lesiones de piel, quemaduras, marca con cinturones; el síndrome del niño sacudido hasta que se le desprende la masa encefálica. Lo seguimos viendo. Fueron referentes en la consideración del maltrato en el plano de la salud. Pero hablaban sólo del maltrato físico, el que deja marcas en el cuerpo. Un médico canadiense, discípulo de ellos, empezó a hablar de otros síntomas. Los llamó indicadores emocionales y cognitivos. No teníamos neuroimágenes ni tomografía computada, teníamos placas para ver los huesos rotos, pero no podíamos ver la alteración orgánicamente marcada de lo que producía crecer en situaciones de violencia. Él describe los indicadores emocionales y conductuales de niños que han sufrido violencia. Aprendía y deja de aprender, jugaba y deja de jugar, controlaba sus efínteres y deja de hacerlo, estaba feliz y deja de estar. Algo le pasa, sentido común de abuela. Él le dio nombre. Después las neurociencias mostraron cómo crecer bajo amenaza genera que esta alarma de la agresividad buena que se enciende para protegernos, se mantiene todo el tiempo. Los niños que crecen bajo amenaza están siempre como al acecho.

ESTE. ¿Y esa alteración se ve físicamente?

MGT. Por supuesto. ¿Qué ves en la resonancia magnética, en la tomografía computada de un niño?

ESTE. Yo, nada seguramente

MGT. Vos no, pero te voy a decir algo que seguramente has visto muchas veces. Niños institucionalizados de 17 años que parecen de 8. El tamaño corporal es menor. El diámetro craneano es menor. ¿Por qué? Te dije que se prioriza la vida. Cuando un niño crece bajo amenaza, la llave de la multiplicación cerebral se apaga. Es como si la naturaleza dijera: lo prefiero chiquito pero vivo. Cuando una niña deja de comer por un trastorno restrictivo de alimentación, una de las primeras señales es que deja de

menstruar. Es como si el cerebro dijera: a esta chiquilina la tengo que mantener viva. Le apago la llave. Cuando se alimente la enciendo otra vez.

ESTE. Es economía básica. Los árboles con la sequía tiran el fruto, la flor, las hojas.

MGT. Exactamente. Es el diseño natural que te protege. No crece el cerebro de un niño bajo amenaza porque concentra su energía en la defensa de la vida. Se afina la sustancia gris que forra el lóbulo frontal, los dos dedos de frente.

El cerebro de un niño sano se ve naranja con el Speed, el lóbulo frontal, el cerebro emocional que es el cerebro medio naranjita según el momento y el “cerebro bichito” como le llamo cariñosamente, el de defensa de la vida, un poco encendido. Pero predomina el “homo sapiens”. Cuando le hacés lo mismo a un niño que está creciendo bajo adversidad, maltrato, abuso, escasez extrema, queda sólo prendido el cerebro posterior, el lóbulo frontal apagado. No quiero pensar cómo está el cerebro de un niño de Gaza en este momento.

Nació sano, pero llegó a un nido de crianza que no le dio lo que necesitaba, en una comunidad que tampoco se hizo cargo, en un mundo que no se hizo cargo. Llevamos en Uruguay, tres generaciones que han crecido en estas condiciones, con las hormonas del stress a tope. Mañana daré una conferencia en el Ministerio de Salud Pública. El énfasis será: equipos de salud sensibles al trauma infantil y adolescente. Un cerebro dañado que vive como si tuviera un león todo el tiempo rugiendo a su lado, no baja la guardia, no puede jugar, no puede aprender. No es un tema de abordaje farmacológico. Hay que rever sistémicamente todo. La tabla del dos para ese niño es una función de lujo.

ESTE. Te oí repetir un refrán africano que dice algo así como que para criar a un niño hace falta una aldea. ¿De qué manera podemos ser parte de una salida a esta situación?

MGT. Hay una buena noticia: esto es reversible. Si se apaga ese “cerebro bichito”, los otros se encienden progresivamente. Tenemos que cambiar las llaves, reparar el daño mientras el cemento está fresco.

No es lo mismo a los 8 años, a los 10 o a los 15 que a los 55.

ESTE. Uno supone que esas luces de emergencia se dan cuando hay necesidades vitales en riesgo, pero las situaciones de violencia no son monopolio de un sector social.

MGT. Una colega argentina, Irene Inteby, en la década del 90 publicó un libro: Abuso sexual: en las mejores familias. Fue un escándalo. Pero es así. Pasa en todos los sectores sociales y culturales. Quizás la negligencia emocional y afectiva está en los medios más altos y el maltrato físico se ve más en los medios bajos, pero es violencia todo. Y lo que causa es lo mismo: sensación de estar desprotegido en el lugar que debería ser de cuidado. Nacimos diseñados para entregarnos a pie juntillas a quienes nos reciben, que tienen en su lóbulo frontal todo lo necesario para empatizar con ese cachorrito y cuidarlo. Pero damos lo que recibimos.

maltrato es el buen trato. La comunidad tiene que cuidar, dar vuelta esta violencia cultural. Pensemos en el rol de la iglesia, las escuelas dominicales, los campamentos, los encuentros celebrativos. El cerebro es capaz de distinguir la violencia y saber que otra forma de trato es posible.

Eso es lo que se describe como el factor protector número uno. Quien ha experimentado esa certeza de protección aún trasciende las dificultades económicas. El pobre que ha sido cuidado y protegido puede ser más fuerte que quien ha tenido todas las necesidades básicas satisfechas y se ha sentido abandonado, más sano emocionalmente. Como comunidad nos cuesta entenderlo. He tenido niños que llegan con chofer particular muertitos de hambre y de frío del colegio high high pidiendo una tacita de café con leche. Lo terapéutico es sentarme con ellos y decirle: “hola, ¿cómo te fue hoy?” Su mejor amigo es el chofer que lo traía, 7 años. Y eso te pone en una situación de desamparo, de desprotección que te hace decir ¿cómo me afirmo? Lo que no recibí acá, lo necesito. Y te agrego, aunque no lo violenten directamente, que el niño presencie situaciones de violencia entre quienes tienen que cuidarlo, le abre el piso. “Si pasa algo acá, ¿qué me pasa a mí?” Hoy no hablamos de niños como “testigos de violencia” sino de “víctima”.

ESTE. ¿Cuál es el antídoto? MGT. El mejor antídoto contra el

Estamos en esta comunidad, como médico, como docente, como abuela, como vecino, ¿qué podemos hacer? Los niños son de todos. Tenemos que tomar conciencia de cómo daña la violencia, ser sensibles a sus efectos sobre los niños en desarrollo. Ser conscientes de que podemos hacer mucho para revertir la situación. Podemos generar un ambiente donde los niños se sientan queridos. Lo hemos hecho en los campamentos, en los juegos, las canciones, danzas.

Uno de los pilares teóricos del valor del juego es la investigación de dos mujeres que en 1955 fueron a una isla del archipiélago de Hawai a hacer una investigación en una comunidad que recibía después de la Segunda Guerra Mundial a niños en un estado de desprotección total. Las investigadoras siguieron 700 casos 30 años después. Más de la mitad tenían un desarrollo favorable a pesar de las atrocidades que habían vivido. Buscaron en esos niños factores protectores. Empezaba a surgir el concepto de resiliencia y cambiaron el nombre de factor protector por factor de resiliencia.

Describen 100 factores protectores, número uno: haber experimentado la aceptación incondicional de por lo menos una persona significativa en su comunidad. ¿Lo

podemos hacer? Claro que sí. Que un niño sepa que acá hay alguien que lo quiere, todos podemos ser “tutor de resiliencia.” Ante el abuso el niño podrá nombrar a alguien que le ayudará. Eso genera el sentido de trascendencia, lo que pasa acá no es lo único que puede pasar. Es como hacerle piecito para que mire por encima del muro. Es un factor de enorme protección.

ESTE. Me contaste alguna experiencia en la Iglesia Metodista de Malvín. Y espectacular la de Emilio Castro.

MGT. Una señora, recuerdo su nombre, me decía: “a mí me golpearon la puerta, me invitaron para algo que se llamaba escuela dominical. Éramos tres hermanas, había muerto mi madre y mi papá nos dejó ir. Vino una señorita, Ana Chepolina, me hicieron terminar la escuela el liceo…” Y hay cientos. Una comunidad de fe es tutora de resiliencia.

Emilio Castro, a quien tuve el privilegio de niña de tener como pastor en la Iglesia Metodista Central, de chico le tiraba piedras a la Iglesia de la Aguada, hasta que un día alguien lo invitó a entrar. Cambió su vida.

ESTE. Fue Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias. MGT. ¿Qué te parece?, ese gesto de buen trato. No aliento falsas esperanzas, pero tengo mucha esperanza. A veces la realidad te abruma, te caes, otro te levanta, es así la marcha. “Echa tu pan sobre las aguas porque después de muchos días lo hallarás”. Sabiduría del Eclesiastés.

ESTE Periódico Valdense

Periódico Valdense

ESTE octubre en Montevideo

Cultos:

En el templo: Domingos, hora 11. El 19 será con celebración de Santa Cena.

En Libertad:

Sábado 25, hora 15.

En Maldonado:

Viernes 17 o 24 de octubre, hora 19. Confirmaremos la fecha y el lugar. Su pregunta no molesta, al contrario, la agradecemos.

Coro:

Ensayos martes a las 17.30. Tiene previstas las siguientes actividades para octubre y noviembre: - el domingo 19 de octubre Fiesta de Gratitud - sábado 15 de noviembre participación en encuentro de Música Sacra - sábado 22 de noviembre “Noche de los templos”

Liga Femenina: Concentración del Día Mundial de Oración

Jueves 9 - hora 13.30

Cada primer viernes de marzo, alrededor del mundo, hay celebraciones que se unen en un mismo espíritu y un mismo programa. Durante el año hay muchas instancias de encuentro como preparación y reflexión.

Para el 6 de marzo de 2026, la liturgia está preparada por mujeres cristianas de Nigeria. Han tomado como lema palabras de Jesús

recogidas en el Evangelio según san Mateo, “yo les daré descanso: vengan”.

El jueves 9 de octubre, a partir de las 13.30, en el templo de la Iglesia Valdense en Montevideo, se llevará a cabo la concentración anual en Uruguay como instancia preparatoria. El estudio bíblico estará coordinado por la pastora Wilma Rommel.

Edilicias

Continúan los trabajos en vistas de la colocación del ascensor. Y la suma de fondos para lograrlo. Entre todos, y escalón por escalón, tenemos la confianza plena que se llegará pronto.

Visita a Florida

Estuvimos el viernes 13. Lo decimos con profunda gratitud por el recibimiento que hemos recibido todas las veces que fuimos. Esta vez no fue excepción. En el Museo Histórico con el profesor Guillermo Montaño, con un apoyo entusiasta a las propuestas que hemos hecho, en la emisora CW33 con Ruben Mario del Castillo y el equipo con una disposición impresionante, oportunidad de visitar y almorzar con amigos, en casa de Erina donde nos hemos reunido como pequeña comunidad de fe y compartimos la Palabra que nos une y nos alimenta.

Secretaría

Nos plantearon la posibilidad de un encuentro comunitario con personas de Montevideo, por qué no de otras iglesias, compartir una jornada. Lo avisaremos, pero noviembre sería una muy buena época.

En cuanto al monumento que recuerda el breve pasaje de familias valdenses en la zona de la macana en 1857, es total la disposición de la Intendencia, del Museo Histórico para su reubicación. Está todo dispuesto. Resta el contacto con el propietario del campo para ingresar y efectivizarlo. En eso estamos.

Atención: Fernando Moreira, lunes y viernes de 14 a 18. Teléfono 2487 9406 | Celular 098 604 153 Correo electrónico: secretaria.ievm@vera.com.uy

Cuentas bancarias de la iglesia en BROU Caja de ahorro en pesos: 001575169 – 00001 Caja de ahorro en dólares: 001575169 – 00002 Ofrendas por débito automático: llamar a secretaría

Facebook: Iglesia Evangélica Valdense de Montevideo Comisión local de comunicaciones: comunicaciones.ievm@gmail.com

Además el Consistorio mantiene siempre cuidadosa preocupación por el mantenimiento del edificio para que pueda servir a la comunidad. Además de los arreglos en la cocina, colocación de una nueva mesada con piletas y cañería, se han colocado caños nuevos para desagües pluviales, se han arreglado paredes, se ha hecho hidrolavado y pintado, todo lo cual es posible gracias a las ofrendas de la comunidad.

ESTE octubre en Lascano

Está prevista la gira pastoral del viernes 10 al domingo 12.

El viernes a las 19 en el salón Amanecer tendremos estudio bíblico.

El sábado a las 14 se reúne la Escuela Bíblica. Habrá también un tiempo para evaluar la visita a Colonia y proyectar otras actividades.

El domingo a las 10 de la mañana celebraremos el culto en el templo.

Como siempre las demás actividades y visitas serán coordinadas y anunciadas localmente por el Consistorio.

Culto en red: Los domingos el Presbiterio Este Uruguayo comparte un culto a través de las redes sociales y el canal de YouToube: @ESTEperiodicovaldense al cual es posible suscribirse gratuitamente.

ESTE dice: Podcast semanal, los miércoles, también por Youtube.

Columna semanal del pastor Oscar Geymonat en lCW 159 Nueva Radio Regional de Lascano.

Escanea el código QR y accede a los contenidos del canal de Youtube de ESTE periódico valdense.

A la venta en Iglesia Valdense en Montevideo

En el camino estamos, y no solos

El domingo 14 de setiembre vivimos una experiencia especial de encuentro de jóvenes; diferente. Fue una caminata hasta la cruz encima del cerro Pan de Azúcar.

Al llegar de regreso, ya en la tarde, compartimos un momento de devocional y reflexión a partir de la experiencia vivida.

Nos acompañaron dos pasajes bíblicos que iluminaron nuestra meditación. El primero, el relato de los discípulos en el camino de Emaús, quienes al principio no reconocen a Jesús caminando junto a ellos. El segundo, el momento de la Transfiguración, cuando los discípulos quisieron permanecer en lo alto del monte, y realizar tres chozas, pero Jesús los invitó a bajar para continuar la misión en la vida cotidiana.

Estas lecturas nos ayudaron a comprender que la fe no es sólo para vivirla en momentos extraor-

ESTE lee

dinarios o en “las cumbres”, sino que se fortalece en lo cotidiano, en la convivencia con otros y en los desafíos de la vida real. Y aunque muchas veces nos sintamos solos, cansados o desanimados, Jesús siempre camina a nuestro lado, aunque muchas veces no lo reconozcamos.

También lo relacionamos con la vida del grupo de jóvenes: participar no siempre es fácil, aparecen obstáculos y cansancio, pero en compañía de Jesús y de la comunidad la carga se vuelve más liviana y, con esfuerzo, logramos alcanzar la meta. Toda meta propuesta requiere dedicación y esfuerzo, pero la alegría de haberla alcanzado hace que valga la pena cada paso dado.

Así, como los peregrinos avanzan paso a paso, también nosotros estamos llamados a caminar con Cristo, dejándonos guiar por Él y compartiendo esa experiencia en comunidad.

La marca de lo inhumano.

Una filosofía del estigma social.

¿Cómo se construyen y sostienen las marcas simbólicas que degradan la dignidad de ciertas personas o grupos? Gustavo Pereira y Helena Modzelewski, investigadores de la Universidad de la República, sostienen que el estigma no es sólo un juicio equivocado o una emoción pasajera sino una estructura de

poder sostenida por creencias, actitudes y emociones que muchas veces operan de forma automática e inconsciente. Una invitación a mirar más allá de la costumbre, a cuestionar lo que damos por sentado y a imaginar sociedades en las que la igual dignidad no sea un ideal lejano, sino un punto de partida.

Tres días para mucho tiempo

Dicen en Lascano que en las mañanas claritas de octubre, si uno mira para el oeste con el sol viniendo de más allá de Chuy, se ve todavía alguna cometa volando en Colonia Española. No que se puedan contar los flecos o distinguir el color de los tiros, menos mal, si no daría para desconfiar y sería una lástima.

Volaron el 24 de setiembre. Hace años que el miércoles de vacaciones de primavera, la cita de niños y adultos de Colonia Valdense es allí, en ese templo en medio del campo donde los cables de luz, las antenas, las columnas y los edificios les dan permiso para levantar vuelo.

La escuela bíblica de Lascano esta vez fue parte, veinte niños y once adultos. Llevó sus cometas made in ksa, les agregó cola, y cola y cola hasta que algunas quedaron quietitas vaya uno a calcular cuantos metros arriba.

La idea de visitar comunidades valdenses, grupos de niños, obras de servicio en el departamento de Colonia fue un motor encendido durante todo el año. Brotó en el campamento de familias en Palmares de la Coronilla en febrero, movilizó a las familias en el compromiso de pagar el pasajes para reservar el ómnibus, hacer beneficios para solventar costos de alojamiento y comida. Pero no sólo a ellas y a la iglesia local; de Maldonado, Montevideo, Rocha, hasta de Paysandú y del Presbiterio Colonia Sur, llegaron ofrendas, del Centro Emmanuel y del Parque 17 de febrero que hicieron un precio especial, la comunidad de Cosmo-

polita, de Colonia Española, la Liga Femenina de Colonia Valdense, y… no pare de contar.

“¿Por qué no vamos nosotros a Rocha?” preguntó una niña de Cosmopolita. Nadie contestó, porque esperamos que la respuesta sea “sí” y que podamos recibirlos pronto.

Una mención especial merece Maicol. Fue más que el chofer del ómnibus, un compañero de viaje y un acampante más.

Tres días para contar por mucho tiempo. La palabra que más se repitió en los grupos de whatsapp fue: gracias. Gracias a Dios por estos días y por los siglos de historia que los hicieron posible. Que renueve nuestro compromiso.

Iglesias en “Camina tour” por la Blanqueada

Sábado 4 de octubre

Desde el Concejo vecinal, en adhesión al fin de semana del Patrimonio, se nos invita a una caminata de conocimiento de instituciones y edificios que forman parte de la historia y la identidad barrial. Empieza a las 11 en el Concejo Vecinal pegado al liceo Dámaso y termina a las 14 en el Palomar de Cavia, Avenida Italia y Avelino Miranda con la presentación de la profesora María Emilia Pérez Santarcieri.

En el cruce de 8 de octubre y Garibaldi, el pastor Oscar Geymonat está invitado a presentar las iglesias de la Federación Evangélica ubicadas en las siete u ocho cuadras que separan la avenida Garibaldi de Bulevar Batlle y Ordoñez: metodista, primera iglesia armenia, valdense y luterana.

En el Centro de Servicio Social El Pastoreo en Rosario

Memoriosa es también la vocación

“La historia no nos dio la espalda: habla a nuestras espaldas”

Andrés Rivera La revolución es un sueño eterno

La vocación es llamado que mueve hacia el futuro. Pero suele venir del pasado. Se nutre de la memoria y necesarios son los relatos que la alimentan. Los que están escritos saben esperar con envidiable paciencia que una mirada los despierte.

Encontré unos que el pastor Carlos Delmonte tiene debidamente contados y encarpetados, a lo Carlitos. Los escribió en 1997. Yo los precisaba justo ahora.

La escuela dominical en Lascano

Comenzaron la Escuela Dominical en Lascano hace 35 años y nunca pararon de trabajar, porque el pastor Juan Tron había dicho: “cuando se empieza una Escuela Dominical no se puede detener, hay que seguir, de lo contrario, no empezar…”

Flory y Edelma Benech dicen que es importante la constancia en estas cosas. Los chicos que concurrieron eran casi todos del barrio, algunos muy pobres. Pronto empezaron a hacer campamentos con ellos.

Así empezó la Iglesia Valdense a trabajar en Lascano. Hablando de todo lo que hicieron decían: “hubo algunas veces en que nos volvíamos a casa a tomar mate y nos preguntábamos si valdría la pena seguir, porque a los resultados no los veíamos. Pero bueno, hay que sembrar y que dé frutos cuando Dios quiera. Lo que da fuerzas para seguir adelante es la fe, el amor por la iglesia. Porque si uno no tuviera fe y esos principios, como uno se educó, seguro que nunca nos hubiera dado por ahí. En eso se encuentra satisfacción, en hacerlo; se vean los resultados o no. Porque, bueno, eso no está en nosotros. El asunto es hacerlo. El resultado: cosas de Dios”.

El

En marzo de 1969 se celebra el Sínodo Valdense en San Gustavo, Entre Ríos. El acto 15 de esa instancia resuelve:

“En vistas de las posibilidades que tiene la Iglesia de Montevideo de adquirir una casa que serviría de hospedaje a valdenses, simpatizantes de la iglesia de paso por la ciudad, y de estudiantes, el Sínodo exhorta a dicha iglesia a estudiar la posibilidad de concretar dicho proyecto de compra y a ponerse de acuerdo con la Mesa Valdense para concretar los posibles recursos.”

El pastor Mario Bertinat a su vez escribía: “En ese tiempo lo único concreto era la existencia junto al bloque parroquial de Montevideo de una antigua y espaciosa casa desocupada desde mayo de 1968. Desde que llegamos a Montevideo pensamos que la iglesia debía adquirir dicha casa para instalar lo que por otra parte había sido una idea soñada por la comunidad desde sus comienzos. Cada día que veíamos el letrero que ofrecía a la venta la propiedad, nuestra inquietud por adquirirla aumentaba pero existía la imposibilidad material. Llegamos al Sínodo de 1969 y todavía estaba el letrero y expusimos allí nuestra inquietud y aspiración interpretando el sentido de la iglesia de Montevideo. El Sínodo, gracias a Dios, aunque sin gran entusiasmo, dio el visto bueno que se expresa en el acto 15.”

En su informe detallado y además muy ameno, cargado de anécdotas y un disfrutable sentido del humor por momentos un poco amargo, el pastor Bertinat sigue contando la odisea para la consecución de los recursos económicos. “No teníamos bastante imaginación para conseguir el dinero necesario”, dice. Los primeros llegaron a manera de préstamo de la Iglesia Valdense en Italia que les permitió la compra a fines de 1969.

“Nos pusimos a caminar por fe,

pues si bien teníamos un préstamo, había que pensar en devolverlo al cabo de un tiempo determinado que para empezar fue un año”. Debemos suponer que el plazo se extendió.

La solidaridad de las iglesias en el exterior se puso de manifiesto, de Inglaterra, Canadá, Finlandia, Alemania. “… nuestra casa presentaba un aspecto bastante desolador” dice el pastor Bertinat, “tanto que un alemán dio a entender que ese edificio no servía para nada, a lo cual le respondí: puede ser que si estuviera en Alemania no, pero aquí puede ser de utilidad”.

El Hogar de Paso y el Hogar Estudiantil eran dos proyectos hermanados. Creció antes el estudiantil. En abril de 1972 llegaron los primeros estudiantes. Ese año, “haciendo excepción a la regla y por tener lugar disponible se recibieron algunas personas que no entraban estrictamente en la categoría de estudiantes por algunos meses o el año”. El total fue de 18 residentes.

En noviembre de 1977 el consistorio aprobó el envío de un proyecto al Consejo Mundial de Iglesias para la adquisición de una propiedad destinada a Hogar de Paso. El 2 de agosto de 1979 se informa que se compró una casa en la calle Pedro Olmida y que se destinará a Hogar de Emergencia.

La esperanza es siempre larga y las frazadas cortas. Gracias a Dios la fe es constante. Se compró la casa en 35.000 dólares. La comisión contaba con una donación de 20.000. Había que conseguir el resto.

“Se estudia la posibilidad de utilizarla como vivienda pastoral y la casa pastoral como Hogar de emergencia, pero se desestima la idea”.

La Asamblea de Iglesia del 2 de diciembre de 1979 recibe el informe de la sub-comisión, “que ha

trabajado con mucha eficiencia. Ya amuebló la casa y ha comprado colchones, frazadas, calefón, biblioteca, una mesa de living de madera y un latón de plástico”. Además le ha puesto cortinas y ha comprado dos portátiles.”

“En noviembre de 1979 esperan sólo la inspección de la Intendencia y se abrirá la casa para el servicio al que está destinado. Los primeros huéspedes llegan en enero de 1980. La Asamblea de Iglesia del 23 de marzo de 1980 toma nota de todo lo realizado y felicita a la Comisión. Pero ya en agosto de 1980 comienza a gestarse el proyecto de la actual Torre Valdo.

En mayo de 1983 la construcción se detiene. El Banco Hipotecario no libra dinero. Un año más tarde se retoma. En ese tiempo pensábamos que no se podría seguir la construcción. El Hogar de paso está cerrado y el estudiantil sigue ocupando la casa de Pedro Olmida. Recién en 1989 termina la obra del edificio Valdo y el 25 de noviembre se realiza la mudanza.

Para el Hogar de Paso se ponen en condiciones dos pequeños apartamentos en la planta baja del edificio que van a prestar servicios hasta que esté listo el edificio que se construye para tal fin.”

Hoy el Hogar de Paso tiene un uso permanente. Cuando recibimos el agradecimiento de quienes se han hospedado allí, que valoran la sencilla comodidad de las instalaciones, la libertad de movimientos, el sentimiento de cercanía humana, la estratégica ubicación en relación a los centros de salud, la terminal de ómnibus que entonces no existía, la conectividad, uno no puede menos que agradecer esa historia de vocaciones que nos hace tanto bien contar.

Hogar de Paso en Montevideo

¿Por qué la gallinita dijo Eureka?

¿Y por qué estaba muy contenta la gallinita?, ¿y por qué es tan hermoso tener un hijo? ¿y por qué la rosa florece? ¿y por qué las personas necesitan realizarse y por qué el barquito flota? ¿y por qué y por qué y por qué?

“Esos locos bajitos” saben preguntar. “Se incorporan con los ojos abiertos de par en par” frente a un mundo que de tan nuevo no tiene respuestas que estorben. Son irreverentes sin saber lo que es la reverencia.

La niñez es un tiempo de filosofía pura y desprejuiciada, tal vez tam-

Cartas sobre la mesa

Apreciado Jorge:

bién por eso el Reino de Dios es de los que son como ellos. Pueden confiar en lo absolutamente nuevo y no han aprendido a decirse que es imposible de creer. Seguramente porque le hacen zancadillas a algunas seguridades que nos vamos fabricando a modo de muletas para caminar por lo menos con la ilusión de que vamos a afirmar el próximo paso en terreno firme.

En el único episodio de la niñez de Jesús que mencionan los Evangelios, dice Lucas que sus padres lo buscaron durante tres días en la caravana que volvía de Jerusalén a Nazaret en aquel viaje de todos

¿La filosofía nace de la pregunta? ¿O debería decir que la filosofía lleva a la persona a preguntarse?

Tengo la sensación de que hoy una pregunta es como un resfrío. Hay que eliminarla lo antes posible. Si hubiera venta libre de blísteres de respuestas, creo que tendrían buen mercado. Y el reconocimiento de ignorancia es un signo de debilidad casi vergonzoso. Antes de preguntar más vale presumir. Más que saber, lo importante es responder con seguridad. Todo lo contrario al principio socrático de la conciencia de ignorancia como base de la sabiduría. ¿O no va por ese camino aquello de “sólo sé que no sé nada”?

Lo percibo en las conversaciones cotidianas, en los discursos políticos, religiosos, académicos, deportivos. Aquello de que todos somos el mejor Director Técnico parece haberse universalizado.

Decimos vivir en un mundo incierto, pero se oyen “verdades incontrastables” que pesan como dogmas. En nombre de la libertad se desautoriza el cuestionamiento porque parecería que “todo está escrito”. Llamamos inteligencia a un dispositivo capaz de dar todas las respuestas, aún las que no tiene, pero incapaz de formular preguntas. Crecen fundamentalismos para todos los gustos y abundan soluciones que no exigen entender el problema.

¿Vivimos un tiempo que ha superado a la filosofía, o que la necesita como todos y la esquiva como quizás ninguno? Me amenazan algunas respuestas, prefiero compartir la pregunta.

Oscar Geymonat

los años. Era su primero. A los doce años era una señal de pasaje. Iba dejando de ser niño, la adolescencia no se había inventado, a la adultez se entraba sin preámbulo.

“Lo encontraron en el templo sentado entre los maestros de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas”. “Chiquilín curioso”, diría el abuelo Enrique. “Va a ser inteligente”.

Nunca sabremos qué les preguntaba, sí que se “admiraban de lo que les decía”. Tenemos permiso para sospechar que esa admiración generaba también cierta incomodi-

dad en aquellos doctos cargados de respuestas. Quien ha convivido con un niño tiene razones para sospechar.

“¿Para qué sirve la iglesia?” preguntó Timoteo en pleno devocional de campamento en Palmares de la Coronilla con la fresca irreverencia de los ocho años. Repartí la pregunta que me venía dirigida. Podría alguien sospechar que fue una estrategia para ganar tiempo, acomodar el cuerpo, buscar una respuesta o incluso sacarla al corner. Puede ser que haya de todo eso, pero estuve bien. La pregunta nos hacía bien. Había niños como Timoteo, había líderes, había familias que compartían ese momento de reflexión, había una comunidad a la que le hacía mucho bien pensar sobre sí misma.

Estimado Oscar:

Tengo la misma sensación que tú: responder es la norma; preguntan sólo los periodistas. Todos se sienten políticos o directores técnicos. Se ha perdido el don de la curiosidad y sólo se adoptan clichés, fórmulas y consejos de burócratas y de libros de autoayuda.

Creo que se vive una general ideologización, por no decir enajenación, de las formas del saber con que nos manejamos día a día. Todo se ve a través de una lente que aumenta el valor de la vanidad, disminuye la identidad y genera un personaje-copia, un eslogan de la propaganda que camina, cumple con el empleo, tiene hijos y concurre al estadio o a la playa.

Por cierto, se trata de nuevos credos en los cuales se resignan todas las esperanzas. La escasez de preguntas mata a la filosofía y ocupa su lugar la picardía, la presunción, la viveza. El escritor argentino Ezequiel Martínez Estrada llamaba “guarango” a esa especie tan común: el “gracioso sin cultura”, el “actor sin genio”, el “resentido de alguna privación”, el “insatisfecho con su suerte” que “busca una compensación mediante la mortificación de lo demás”.

La filosofía es el preguntar, así lo creo. Consiste en eso, en idear siempre nuevas inquisiciones. Pero ¿dónde está? Ayer entré a una librería y ¡qué devastación! Nada allí, tapas bonitas, letras de oro, decoración, novedades, entretenimiento, pero ¿y los libros? Me atrevo a contestarte que necesitamos mucha filosofía, la más sencilla, la del sentido común.

Jorge Liberati

Hubo algún segundo de silencio, alguien tragó saliva, alguien acomodó la garganta o se movió en la silla y empezaron a aparecer ensayos de respuesta. Si estábamos allí, si teníamos dormitorios, baños, comedor, el almuerzo al volver de la playa, los juegos que nos gustaban, la guitarra que sonaba en el fogón, era porque había una iglesia, una comunidad, gente que está hoy y gente que sembró ayer. Gente que encontró un fuerte sentido para su vida en hacer lo mejor pensando en ofrecerlo con ese sentimiento de quien hace lo que siente que hay que hacer, lo que ha sido llamado a hacer. Y sin pensarlo se vuelve testimonio.

Cuando escucho a Magdalena García Trovero se me ocurren otras respuestas para agregar a las que armamos en aquel devocional de campamento.

Cerramos el momento dando gracias a Dios por esa “nube de testigos” que nos había regalado la posibilidad de ese tiempo que vivíamos. Y a Timoteo por la pregunta, absolutamente necesaria.

Tocó andarlo por Ombúes de Lavalle

Fue la última las presentaciones previstas. Nada impide que en un tiempo la contemos como la penúltima. Lo cierto es que el domingo 21 de setiembre fue otro espacio de encuentro con estos pedacitos de historia, que “nos pertenece a todos”, como señaló la profesora Gimena Román en su presentación esa tarde en el templo de la Iglesia Valdense de la cual reproducimos una parte. Su totalidad merece ser leída.

Algo por descubrir

“Leo esta publicación con enorme respeto y admiración porque su valor trasciende a la propia comunidad.

En primer lugar es un ejercicio de memoria colectiva: nos recuerda que la historia no se construye sólo con grandes batallas o figuras políticas, sino también con las experiencias cotidianas de grupos que muchas veces quedaron fuera de los relatos oficiales.

Además, preserva un patrimonio inmaterial: voces, prácticas y memorias que podrían perderse si no se registran. En un país diverso y laico como el nuestro, dar espacio a las minorías religiosas enriquece la comprensión de nuestra identidad y nos muestra una sociedad más plural de lo que solemos imaginar.

El libro también es un ejemplo metodológico valioso. Combina archivos, fuentes escritas y testimonios orales, mostrando a quienes enseñamos Historia cómo se investiga hoy: con rigor y con sensibilidad hacia las personas protagonistas.

En un tiempo en que a veces se cuestiona la utilidad de las humanidades, esta obra recuerda que la Historia sigue siendo clave para comprender el presente: migraciones, convivencia interreligiosa, construcción de ciudadanía.

El historiador británico E. P. Thompson, uno de los referentes de la llamada historia social o historia desde abajo, defendía la idea de

recuperar las voces de quienes no aparecen en los grandes relatos: campesinos, obreros, minorías, mujeres, comunidades invisibilizadas. Para él, la historia debía ocuparse de la gente común y de sus luchas, porque son ellas las que tejen el verdadero tejido social.

La Iglesia Evangélica Valdense encaja perfectamente en esta mirada. Es una comunidad que, lejos de los centros de poder, mantuvo sus tradiciones, dialogó con su entorno y aportó a la vida social y cultural del Río de la Plata. El libro Lo nuestro es andarlo es, en ese sentido, un claro ejemplo de historia de los de abajo: da voz a quienes construyeron nuestro pasado desde la vida cotidiana, sin buscar protagonismo, pero dejando una huella profunda.”

Desde su vivencia personal, familiar y como docente, egresada el año pasado del Centro Regional de Profesores de Colonia, Gimena destacó dos de los trabajos que integran el libro por la sintonía que estableció con ellos. Uno es “Educación: de la comunidad a la academia” escrito por la maestra Noemí Geymonat Armand Ugon y el pastor Álvaro Michelín Salomón. A propósito dijo:

“Desde hace tiempo me interesa comprender cómo la comunidad valdense hizo de la educación su bandera, logrando que el aprendizaje fuera un verdadero pilar. Me impresionó leer cómo supieron conciliar, con profundo compromiso, una educación laica en muchos casos, y en otros una educa-

Salud en familia

Trasmitiendo juntos el amor de Cristo a través del Servicio a la comunidad

ción que dialogaba con la fe, manteniendo esa histórica relación templo–escuela que Roger Geymonat describe tan bien en su libro El templo y la escuela, lectura que recomiendo con entusiasmo.”

El otro es “Cantemos nueva canción. La música como generadora de cambios en las comunidades valdenses y en el entramado ecuménico rioplatense”, escrito por la licenciada en musicología Fabricia Malan.

“Confieso que nunca lo había pensado desde la perspectiva que propone el libro: el canto como transmisión de valores y como espacio de encuentro.”

Un instrumento más

“En el aula solemos enfocarnos en procesos políticos y económicos de gran escala. Este libro nos invita a mirar esos espacios más íntimos donde las comunidades tejen la vida social.

Me sorprendió la capacidad de la Iglesia Valdense para combinar fe, compromiso social y diálogo con su entorno. Conocía su llegada al Río de la Plata, pero no la profundidad de su participación en debates del siglo XX: defensa de derechos humanos, iniciativas solidarias, trabajo con juventudes y mujeres.

Todo esto me inspira a usar el libro como recurso pedagógico: para hablar de migraciones europeas,

identidades colectivas, diálogo entre minorías religiosas y un Estado laico. Son temas que, con testimonios y nombres propios, se vuelven cercanos para los estudiantes.

También me impulsa a revisar mi práctica: a no quedarme solo en la “historia oficial” y a mostrar a mis alumnos que la historia se construye con muchas voces, ninguna definitiva.

Lo nuestro es andarlo no solo conserva la memoria de una iglesia: amplía la memoria colectiva de toda la sociedad.”

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