
MAYORDOMÍA, GRATITUD Y SOLIDARIDAD
Mayordomía para la Misión
Algunos temas derivados del relato bíblico
▸Reconocimiento de la tarea a realizar, de la cual los líderes del pueblo (y de la iglesia) son especialmente responsables. David tiene una “visión” o perspectiva futura de lo importante para su pueblo de ahora en más: la construcción de un templo (I Cró.29:1)
▸Reconocimiento de los recursos humanos: David será sucedido en el trono por su hijo Salomón. Continuará la monarquía y con ésta el pueblo de Dios tendrá nuevos gobernantes, nuevos dirigentes y mandos medios (v.1).
▸Preparación de los elementos indispensables para realizar la tarea: en I Crón.29 se trata de los materiales para la construcción del templo (v.2).
▸Ofrenda de bienes personales para que la visión se haga realidad: David da de sus bienes para contribuir a la edificación. Como rey da el ejemplo al pueblo (vv.3-5).
▸El rey David invita, mediante una consulta popular, a ofrendar también voluntariamente para ese edificio que será casa de oración, de reunión del pueblo creyente y símbolo de la presencia de Dios en medio de su pueblo (v.5).
▸Respuesta positiva de los líderes y del pueblo en general: hacen lo propio después del ejemplo de David (vv.6-9).
▸El culto o la alabanza como respuesta agradecida a Dios por parte del líder de mayor responsabilidad política (el rey David). David habla por sí mismo y en nombre del pueblo (vv.10, 13 y 17).
▸Reconocimiento de la Creación de Dios como ofrenda gozosa de Dios para la humanidad (vv.11-12).
▸Reconocimiento de la debilidad humana como pueblo de Dios (vv.14-16).
▸Oración de intercesión de David por quien le sucederá en el gobierno: los reyes (y gobernantes en general) también están o deben estar bajo el imperio de la ley. No sólo el pueblo, también sus representantes deben tener una conducta ética que sea un ejemplo en el cumplimiento de los compromisos asumidos (vv.18-19).
▸Alabanza del pueblo a Dios. El Culto como consecuencia agradecida al Creador y dador de todo bien. Las obras humanas, para el Pueblo de Dios, son una proyección de la obra creadora de Dios (v.20).
▸Fiesta comunitaria: el sano gozo de compartir como pueblo en comunidad (vv.21-22).
▸Personas que asumen cargos de responsabilidad: Salomón como futuro rey; Sadoc como sacerdote. Apoyo popular a sus líderes. La voluntad de Dios se manifiesta de manera clara y explícita allí donde los líderes cumplen la ley, practican la justicia y no se desvían de los compromisos asumidos ante su pueblo (vv.23-30).
Álvaro Michelin Salomon
Mayordomía para la Misión
Etapa Primera Plan Estratégico – Acto 39/SR/2007 FUNDAMENTACION BÍBLICA Y TEOLÓGICA
SOBRE LA MAYORDOMIA CRISTIANA (Extracto)
Una base bíblica compartida y movilizadora Bíblicamente la ofrenda tiene fundamentos sólidos y este trabajo no pretende excluir otros análisis, al contrario busca que puedan integrarse en la reflexión comunitaria. Sabiendo que la tarea se hará con el aporte de pastores, pastoras y miembros de iglesia con buena formación bíblica y antecedentes en este sentido, ponemos este material como una herramienta más. Les proponemos apoyar nuestra reflexión en tres pilares: mayordomía, gratitud y solidaridad.
A) Mayordomía.- El mayordomo es la persona que tiene bajo su responsabilidad bienes que no le pertenecen, que le han sido confiados y de cuyo uso debe dar cuenta. “Todo es tuyo y de lo recibido de tu mano te damos”, (I. Crónicas 29:14) dice el rey David después de haber ofrendado generosamente para la construcción del templo. Sólo quien tiene conciencia de que no es dueño de su vida y de sus bienes puede agradecer por haberlos recibido y actuar con ellos responsablemente y sin egoísmo.
El mayordomo tiene que responder proporcionalmente por los bienes que se le han confiado. Aquí está la base de la proporcionalidad de nuestra ofrenda: “al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá” (Lucas 12:48)
Para pensar comunitariamente:
¿Qué actitudes de mayordomos señalaríamos como fundamentales en el capítulo 29 del primer libro de las Crónicas?
En Deuteronomio 8:12-18 se advierte de algunos peligros en que los mayordomos podemos caer. ¿Están muy cerca de nosotros?
B) Gratitud.- Damos, no para que Dios nos dé más, no compartimos el énfasis de la “teología de la prosperidad”; damos porque Dios nos ha dado. El no necesita nuestra ofrenda, nosotros la damos como agradecimiento, la damos porque es la forma de manifestar además nuestra libertad, el amor a Dios y el amor al prójimo. Ofrendar para que el Evangelio sea predicado es manifestar nuestro propósito de que otro reciba el mismo tesoro que nosotros hemos recibido. Como el rey David en el episodio narrado en I Crónicas 29, tenemos la oportunidad de alegrarnos por poder ofrendar.
Para pensar comunitariamente
¿Qué valor tiene el esfuerzo, que también remarca el rey David en I.Crónicas 29:2, frente a la afirmación de Pablo en 2ª Corintios 9:7-8 que llama a dar con alegría? ¿Qué relación hay entre el esfuerzo, hasta el sacrificio, y la alegría?
C) Solidaridad.- La ofrenda es como decíamos, expresión de amor al prójimo y también es manifestación de nuestra búsqueda de justicia.
Para pensar comunitariamente
¿El fundamento que expresa Pablo a los corintios en su segunda carta, capítulo 8, versículos del 1 al 15, está presente en nuestra reflexión sobre la ofrenda?
Lo que la ofrenda no es.
Cuando el rey David en el episodio al que hemos hecho referencia de I. Crónicas 29, decidió su ofrenda no preguntó qué presupuesto había que cubrir, porque no estaba en él la medida de lo que habría de dar, sino en su reconocimiento y su gratitud a Dios dueño de todas las cosas de que él disponía. Después sí, ora pidiendo que su hijo Salomón tenga un corazón íntegro para que pueda cumplir y poner en práctica los mandamientos, preceptos y leyes del Señor y pueda construir el templo para el que ha hecho los preparativos. Que sea cuidadoso con los recursos que el pueblo puso en sus manos porque eso es ser buen mayordomo de Dios y de la comunidad.
El corazón mueve a la ofrenda, el pensamiento la orienta
En el Sermón del Monte, Jesús categóricamente afirma a los discípulos: “donde esté vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón”. El asunto no es sólo conocer los fundamentos bíblicos de la ofrenda, sino poner el alma en lo que se hace. Lo que el corazón no da, el intelecto no presta. Sólo estando convencidos de que lo que hacemos es la respuesta a nuestra vocación podremos invitar a otros a caminar juntos.
