DIGITALIZACIÓN EN LA CADENA PRODUCTIVA

Alrededor del 80% del comercio mundial se mueve por transporte comercial, y a raíz de la pandemia de COVID-19 el incremento de las ventas en internet por parte de minoristas impulsó la transformación de la cadena de suministro para las grandes empresas.

Aunque la digitalización de la cadena de suministros no es una necesidad nueva, el cambio de paradigma que provocó la pandemia lo ha convertido en una obligación.

Cuando una cadena de abastecimiento experimenta una disrupción, es necesario que evolucione a un estado más deseable. Los líderes de negocio global tienen como prioridad integrar la transformación digital y las tecnologías de la industria 4.0 a las operaciones de la cadena productiva para responder más rápido a cualquier riesgo u oportunidad en el futuro.

Ante los cambios del consumo y las nuevas dinámicas del comercio mundial, los operadores logísticos se han visto en la necesidad de fortalecer estrategias para la implementación de cadenas más resilientes, flexibles y confiables. Una de esas estrategias es la digitalización, que entre muchas cosas permite analizar los procesos como redes dinámicas de sistemas integrados no lineales, lo que es fundamental para una logística demand-driven, una metodología para la planificación y gestión de inventarios y materiales que incorpora conceptos “lean” (diseño de sistemas logísticos para evitar el desperdicio de recursos), TOC (teoría de las restricciones) y MRP (planificación de los materiales).

Una cadena de suministro digital incluye planificación integrada, almacenamiento inteligente, visibilidad logística inteligente, compras digitales y análisis avanzado predictivo. Estas son algunas de las herramientas tecnológicas que pueden emplearse:

Inteligencia artificial (IA):

Las soluciones de cadena de suministro apoyadas por IA pueden brindar información estratégica sobre procesos y operaciones. Las analíticas predictivas y el análisis de Big Data pueden ayudar a proyectar el riesgo y la demanda, y recomendar acciones y respuestas en todo el negocio.

Machine learning:

Como aplicación de IA, machine learning permite descubrir patrones en los datos de la cadena de suministro e identificar estos factores influyentes. Esto les permite a los gerentes de cadena de suministro responder rápidamente con los mejores flujos de trabajo y estrategias operativas posibles.

Internet de las cosas industrial (IIoT):

Una red de IIoT en una cadena de suministro se compone de dispositivos y objetos conectados que están equipados con sensores e identificadores específicos, que les dan la capacidad de enviar y recibir datos digitales. Recopilan datos y se comunican con el sistema central. La IA puede analizar e interpretar estos datos para fundamentar decisiones rápidas y la automatización inteligente de flujos de trabajo y procesos en toda la cadena de suministro.

Robotización y automatización de procesos:

Automatizados de manera inteligente para obtener velocidad, eficiencia y precisión, los robots y drones pueden adaptar sus procesos on-demand para satisfacer necesidades rápidamente cambiantes. También reducen el riesgo de lesiones al evitar a los trabajadores humanos realizar tareas excesivamente repetitivas o peligrosas.

Bases de datos modernas:

Las soluciones para las cadenas de suministro más resilientes se basan en big data, analíticas avanzadas e información estratégica en tiempo real. Las tecnologías de cadena de suministro se pueden optimizar

En las principales ventajas de la cadena de suministro digital encontramos la eliminación de barreras entre los distintos procesos, permitiendo un ecosistema integrado y transparente para quienes la integran, desde proveedores hasta fabricantes de productos terminados y clientes. El beneficio central de la digitalización es un salto de las 3V’s de la logística: visibilidad, velocidad y variabilidad. Las tres en conjunto generan ventajas competitivas.

La tecnología por sí sola no es la solución.

En el 2020, fueron impulsadas importantes iniciativas para fortalecer a las cadenas productivas en distintos ámbitos. Algunas podrían fracasar por falta de preparación y conocimiento del ciclo de vida de una iniciativa de transformación, la falta de una estrategia bien definida para su optimización, una mala o inexistente gestión de personas en el proceso de transformación, falta de una buena cultura organizacional, entre otros.

Para KPMG, es importante pensar en el talento y sus habilidades para habilitar las nuevas tecnologías y llevar a cabo los nuevos modelos de negocio. Es raro encontrar una empresa con la capacidad digital interna requerida desde el principio. Para desarrollar esas capacidades dentro de una organización es necesario cultivar relaciones y ecosistemas de colaboración que faciliten el acceso a las capacidades requeridas.