SOCIEDAD DE BENEFICENCIA ESPAÑOLA | HOSPITAL ESPAÑOL
JULIO - AGOSTO 2025 ÓRGANO OFICIAL FUNDADA EN 1842
No. 203 III ÉPOCA
Supervisoras y Coordinadoras de Enfermería del Hospital Español
En este número, conmemoramos con orgullo el Día Internacional de la Enfermería, una fecha que reconoce la labor fundamental de quienes, con vocación, conocimiento y sensibilidad, se dedican a cuidar la salud y el bienestar de los demás. Celebrado cada 12 de mayo en honor a Florence Nightingale, esta jornada nos invita a reflexionar sobre el papel insustituible de la enfermería dentro del sistema de salud.
La enfermería es mucho más que una técnica asistencial; es un compromiso diario con la vida. Cada enfermera y enfermero no solo atiende síntomas, sino que acompaña procesos, escucha historias y responde con empatía, respeto y paciencia. En el contacto cotidiano con el paciente, muchas veces se convierten en el rostro más cercano, en la palabra de aliento, en la presencia constante que brinda seguridad.
La empatía les permite ponerse en el lugar del otro, entender no solo lo que le duele al cuerpo, sino también lo que pesa en el ánimo. El respeto, por su parte, garantiza un trato digno, libre de prejuicios, que reconoce la individualidad y los derechos de cada persona. Y la paciencia, indispensable en los procesos de recuperación, hace posible sostener el acompañamiento incluso en los momentos más difíciles.
Reconocer su labor no es solo un acto simbólico. Es valorar una práctica esencial, sin la cual no se entendería la atención integral al paciente. Por ello, desde estas páginas extendemos nuestro más sincero agradecimiento a todo el personal de enfermería, cuya entrega cotidiana es una expresión viva del cuidado con alma y compromiso.
Manténgase al tanto visitando nuestras redes sociales y página web.
Modelo a seguir ..............................................................
Encerrados en su mundo .............................................
Cosas de la vida ..............................................................
Festival Infantil de Música, Coros y Danzas de España ...............................................................................
El mercader de la muerte ............................................
El primer ordenador .....................................................
Una bala, una tragedia mundial .................................
El México de antes .........................................................
La importancia del Check - Up ..................................
Aquellos años treinta ...................................................
Nuevas enfermedades del trabajo ...........................
ÓRGANO OFICIAL DE LA SOCIEDAD DE BENEFICENCIA ESPAÑOLA
PRESIDENTE
D. Daniel Suárez R.
VICEPRESIDENTE
C.P. José Testas Antón
DIRECTOR MÉDICO
Dr. Ricardo Martínez Zubieta
AYUDANTE | REDACCIÓN
Pedro Ramos
El único objeto de solicitar un anuncio es costearla. No se pretende hacer una publicación lucrativa, sino mantener una revista que entretenga, informe y pueda mejorarse en contenido y presentación.
Av. Ejército Nacional No. 613 11520 CDMX
Teléfono: 55 5255 9600 ext. 9679
Cada 12 de mayo, el mundo conmemora el Día Internacional de la Enfermería, y la directiva del Hospital Español se reunió el viernes 23 para celebrar con el personal de enfermería. Un día en el que no solo se rinde homenaje a los profesionales que dedican su vida al cuidado de los demás, sino que también se pone en alto su labor como un eslabón indispensable dentro del sistema de salud.
La enfermería es una profesión que combina conocimiento científico, habilidades técnicas y una profunda vocación humana. Las enfermeras y enfermeros son los profesionales que pasan más tiempo junto a los pacientes, siendo su presencia fundamental en hospitales, centros de salud, comunidades y en cualquier tipo de emergencia. Su trabajo va mucho más allá de administrar medicamentos o tomar signos vitales, o de hacer llorar a pequeños y grandes al aplicar una vacuna; también son educadores, cuidadores, consejeros y pilares emocionales para quienes atraviesan momentos de vulnerabilidad.
Su formación exige rigor académico y especialización continua, ya que deben adaptarse a los avances médicos, nuevas tecnologías y protocolos en constante evolución. Además, enfrentan situaciones muy complejas en áreas como urgencias, cuidados paliativos, procedimientos invasivos y soporte emocional a pacientes y familias en crisis.
La enfermería es una de las profesiones más demandantes física y emocionalmente. A veces, los turnos son extensos, están expuestos a enfermedades, sufren desgaste por la sobrecarga laboral y enfrentan la presión de tomar decisiones críticas. Son solo algunos de los desafíos que enfrentan a diario. Aun así, su compromiso y capacidad de adaptación los mantiene en primera línea, especialmente en situaciones desastres naturales o crisis sanitarias.
Su labor implica atención integral, ya que no solo tratan dolencias, sino que velan por el bienestar físico, psicológico y social del paciente. Además, cuentan con una enorme capacidad de coordinación multidisciplinaria: actúan como nexo entre médicos, familiares y otros profesionales de la salud. Son de suma importancia en la prevención y promoción de la salud, educando a la comunidad para prevenir enfermedades y fomentar hábitos saludables.
En palabras del Dr. Samuel Fernández Pena, los profesionales de enfermería son el corazón de los centros sanitarios, al combinar ciencia y humanismo en cada acto de cuidado. Su dedicación, empatía y capacidad de adaptación los convierten en un pilar irremplazable. Hoy y siempre, debemos agradecer su incansable labor y recordar que, sin ellos, el sistema de salud simplemente no funcionaría.
Supervisoras del departamento de Enfermería
Coordinardoras del departamento de Enfermería
No diré nada
Se cuenta que un día lluvioso del año 1850, la policía encontró a una mujer de aspecto un poco descuidado. Ella caminaba sin rumbo y un poco desorientada por las calles de Nueva York. Cuando la policía se acercó, la chica les habló en una lengua extranjera que ellos no pudieron entender, y decidieron llevarla a un hospital, donde le diagnosticaron amnesia.
En el hospital fue identificada como Adèle Hugo, hija del famoso escritor Victor Hugo, autor de Los Miserables y Nuestra Señora de París —obra conocida como El jorobado de Notre Dame—, entre otras obras literarias. Pero la historia de la mujer no solo rompió el corazón de su padre, sino del mundo entero.
Adèle se enamoró de un militar inglés llamado Albert Pinson, el cual la rechazó. Aun así, ella lo siguió hasta Nueva Escocia, donde el hombre vivió por años manipulándola y quitándole el dinero, hasta que finalmente se aburrió, la abandonó sin dinero, sin amigos y la dejó destrozada en la ciudad de Nueva York.
Hecha polvo, Adèle fue devuelta a Francia. Se sentía humillada y juró no volver a hablar nunca más. Su padre, Victor Hugo, trató durante 35 años de convencerla de romper ese juramento, pero sus esfuerzos fueron en vano.
Por 65 años, desde 1850 hasta su muerte en 1915, Adèle “la miserable” nunca volvió a hablar ni pronunció palabra alguna, por lo que se considera el silencio autoimpuesto más largo de la historia…
Un reconocimiento a nuestra evolución, calidad y compromiso humano
En febrero de 2025, el Hospital Español fue certificado por el Canadian Healthcare Council (CEHC) como Hospital Internacional de Tercer Nivel, obteniendo esta distinción sin condiciones y con una validez de dos años. Pero el reconocimiento fue más allá: la institución recibió además menciones especiales por buenas prácticas consideradas de clase mundial por el comité evaluador en Canadá.
Este logro marca un hito histórico. Somos el primer hospital de nuestro tipo en México en alcanzar el Nivel 3 de madurez organizacional, una categoría reservada para aquellas instituciones que han logrado consolidar no solo la infraestructura médica y la calidad, sino también una cultura organizacional orientada al aprendizaje, al trabajo colaborativo, y al cuidado humano en todos los niveles. En palabras simples: es una validación internacional de que estamos haciendo las cosas bien, con visión de futuro, compromiso con nuestro equipo de salud, y cercanía con nuestros pacientes. Buenas prácticas reconocidas internacionalmente:
El comité de dictaminación del CEHC otorgó reconocimientos especiales a cinco prácticas del Hospital Español, por su innovación, impacto positivo y alineación con altos estándares globales:
• Planeación Estratégica Sistematizada:
Un plan institucional que da dirección clara a cada área, con seguimiento real y metas alcanzadas.
• Ciberseguridad en Información Clínica:
Tecnología avanzada para proteger la información médica, con plataformas que detectan amenazas en tiempo real.
• Atención a Segunda y Tercera Víctima:
Un programa pionero en México que ofrece apoyo emocional y psicológico a nuestro personal de salud ante eventos difíciles.
• Uso racional de antibióticos:
En el Hospital Español, médicos, farmacéuticos e infectólogos trabajan juntos para asegurar que los antibióticos se usen solo cuando realmente se necesitan, en la dosis correcta y por el tiempo adecuado.
Esto no solo mejora la recuperación de cada paciente, sino que también ayuda a prevenir un problema global muy serio: que los antibióticos dejen de hacer efecto por usarlos mal o en exceso.
• Simulacros de Seguridad Institucional:
Entrenamiento permanente en todos los turnos y áreas, para responder mejor ante cualquier emergencia.
Este reconocimiento no es un punto de llegada, sino una plataforma para seguir creciendo con humildad y visión. Refuerza nuestro compromiso de ofrecer un cuidado cada vez mas seguro, cercano y humano. Porque el futuro de la salud no solo se construye con tecnología, sino con personas comprometidas con cuidar bien… y cuidar mejor, cada día.
El músico que puso a México en clave de sol
Si usted camina por el Panteón Español de la Ciudad de México, entre mausoleos y cipreses, llegará hasta usted el sentimiento de que le murmuran óperas al oído, arrastradas por el viento. El camino le guiará hasta una tumba modesta, pero cargada de historia. Ahí descansa —muy en paz, suponemos— don Melesio Morales, compositor mexicano que, en el siglo XIX, se atrevió a escribirle a México una banda sonora de gala, con corcheas, pasión, drama… y un poquito de vanidad artística, que nunca está de más.
Melesio nació en 1838, cuando el país aún andaba sacudiéndose el polvo de la Independencia y no sabía si bailar un jarabe o una polca. De joven, el muchacho mostró oreja fina y dedos sueltos para el piano. Estudió música en México, pero, como buen rebelde, decidió cruzar el charco en busca de inspiración, partituras italianas… y quizá alguna musa florentina.
Su paso por Italia no fue en vano: ahí compuso una ópera llamada Ildegonda, que se estrenó en Florencia con aplausos, elogios y alguno que otro suspiro de soprano. Melesio no se quedó a cosechar laureles en el Viejo Mundo; regresó a México con el pecho inflado y una maleta llena de partituras. Sabía que el país necesitaba más que mariachis, ópera nacional, drama con trinos y arias que hicieran temblar los cimientos del Teatro Principal, ese subgénero de la ópera que no cuenta con coros, solo la voz del cantante.
Compuso otras óperas como Cleopatra y Anita, entre muchas obras sinfónicas, corales y de cámara. Su misión era clara: demostrar que en México también se podía hacer música de cámara sin perder el sabor mestizo del alma nacional. Lo suyo era una fusión entre el sonido melodioso del bel canto y la pasión mexicana, como si Verdi se hubiera tomado unos tequilas con Agustín Lara antes de escribir una partitura.
Además de compositor, Morales fue maestro y promotor cultural. Fundó escuelas, formó músicos y hasta escribió sobre estética musical —porque también tenía su vena de filósofo. No es exagerado decir que fue uno de los pilares del nacionalismo musical mexicano, aunque en vida a veces le costó que lo tomaran en serio. A muchos les parecía que eso de la ópera en español era una excentricidad, como quien le pone frijoles a la pizza. Por cierto, ya existe la mexicana, ¿y qué cree usted que lleva?
Finalmente, en 1908, Melesio Morales entregó su última nota y pasó a mejor vida. Pero hasta en la muerte supo mantener el estilo: reposa en el Panteón Español, rodeado de otros personajes ilustres, con la serenidad de quien sabe que dejó una obra sólida —y varios compases que aún resuenan en las salas de concierto mexicanas.
La próxima vez que escuche una sinfonía patria, levante la oreja y piense: “¿No será esto cosa de don Melesio?”. Porque, aunque hoy pocos lo recuerdan, su música sigue viva, como un eco elegante que se niega a ser olvidado.
Hay lazos invisibles que son tenues, la mayoría de las veces no los reconocemos y son ignorados; pero si pensamos un poco nos daremos cuenta de que tenemos a nuestro alrededor personas e instituciones con las que sin darnos cuenta, entre ellas y nosotros existen lazos internos e imperceptibles, pero están ahí, afianzados en la memoria, esperando salir a flote porque son parte nuestra y por tanto, tienen relación con un momento determinado o un área o etapa de nuestra vida.
Esto se me vino a la mente estando en la sala de espera del hospital al ver entrar y salir a varios pacientes conocidos “de vista”, pero que de la inmensa mayoría se sentían indiferentes entre sí.
Todos, de alguna manera, habían estado relacionados, por lo menos en la cercanía de la sala de espera, y sin que se dieran cuenta se creaban los lazos que eran invisibles y que los relacionaban y unían porque iban buscando un mismo fin dentro de las instalaciones del hospital. Pensando esto surgieron en mi memoria mis primeros lazos: mi infancia de la que solo recuerdo, levemente un edificio rojo en donde mi madre visitaba a la “tía Ramona” mientras que nosotros (varios hermanos) correteábamos bajo grandes árboles que daban capulines. Ese primer recuerdo es sin lugar a dudas el primer lazo invisible pero fuerte y perdurable.
Al paso del tiempo surgieron otras imágenes; el hospital era más grande y yo también, entonces era época de bautizos en la capilla, en donde las personas, de todas las edades, iban a rezar y podíamos ver a las religiosas que también atendían a los enfermos, pero el lazo invisible toma más fuerza cuando se recuerda que los bautizos de bebés nacidos en esa
área y seguramente nueva para mí, al terminar la ceremonia religiosa seguía el brindis, ahí mismo, en la habitación de la madre porque su habitación tenía como una especie de pequeña terraza y ahí se hacía la fiesta con brindis y bocadillos... nosotros crecíamos, pero el hospital también y los lazos invisibles se fortalecían.
Pero aún había más, en mi memoria el hospital era un largo jardín que no lográbamos recorrer y en un lugar, no puedo precisar donde, estaba el pabellón de “los tuberculosos”, ahí estaba curándose un sacerdote dominico amigo de un grupo de adolescentes al cual visitábamos sin miedo y él nos recibía en los jardines.
El sacerdote recobró la salud, según nos contaba, gracias a los cuidados recibidos en ese lugar y a la intercesión de la Sma. Virgen de Fátima. Pronto el Padre Esteban iba volando hacia Cantabria, España, a saludar a su madre. Mis recuerdos, mis lazos interiores tomaron otro color; “este edificio antes no estaba, el Hospital ha crecido...”
El tiempo pasa, llega la juventud y mi memoria se abre a la alegría y el Sanatorio es invadido del sonar de las castañuelas, la gaita, el tamboril... Cantabria, Galicia, Asturias y toda España llena el aire, los pasillos, el corazón de muchos ancianos, doctores, etc.
Todo se recibe a corazón abierto, el hospital, en esos momentos tenía otra dimensión, no solo en el tamaño de su construcción, sino también en los festejos que se infiltraban en las paredes y en los ojos y corazones abiertos a la emoción del momento y que transmitían y dejaban traslucir el sentimiento humano.
Pero llegaron otras épocas, casi sin darme cuenta, me encontré sola en otro lugar silencioso, el área COVID, nuevos lazos surgieron con los médicos a quienes no pude conocer o reconocer porque el rostro les cubría una extraña máscara, pero sus atenciones fortalecían los lazos invisibles de gratitud y pertenencia nacidos desde la infancia y lo mismo sucedía con las enfermeras y todo el personal sometido a reglas muy estrictas. Seguramente que esa circunstancia del COVID, que atacó a todo México, fue también motivo de crecimiento para el hospital.
Los lazos invisibles y benévolos me presentaron la oportunidad de conocer las entrañas del hospital, pasillos largos y con curvas, blancos y silenciosos en donde trabajaban cientos de mujeres y hombres que hacen posible la enorme maquinaria que nosotros no conocemos, ni imaginamos, que está fuera de nuestros ojos y que permite que el Hospital Español funcione y de servicio de manera ordenada y eficiente a cientos de personas que buscan la salud y la esperanza.
En esa área también existen miles de lazos invisibles que le dan vida en muchos sentidos, sin que los socios y pacientes, ni la parte administrativa, de servicios, médica, etc lo perciben a menos que se recurra a la memoria de momentos que tiene cada uno un matiz diferente.
CUIDAR sin infantilizar
Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). (2023). ¿Qué es la Gerontología? Recuperado de: https://www.segg.es/que-es-la-gerontologia
La gerontología estudia el envejecimiento humano en sus aspectos biológicos, psicológicos, sociales y culturales. A diferencia de la geriatría, centrada en la atención médica, la gerontología busca comprender el proceso de envejecer en su totalidad, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), esta disciplina “se ocupa del estudio del envejecimiento en todos sus aspectos, con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas mayores” (SEGG, 2023).
En las residencias de larga estancia, las intervenciones gerontológicas son fundamentales. No basta con atender las necesidades físicas; es necesario crear entornos que promuevan la autonomía, el bienestar emocional y la integración social de los residentes. Las actividades diseñadas desde esta perspectiva ayudan a mantener habilidades cognitivas, reforzar la autoestima y prevenir el aislamiento.
Dentro de estas estrategias, el juego es una herramienta valiosa. Bien utilizado, estimula la mente, mejora el estado de ánimo y favorece las relaciones sociales. Sin embargo, es importante subrayar que el uso del juego con personas mayores debe hacerse siempre desde el respeto, evitando caer en la infantilización. Aunque algunas dinámicas pueden parecer simples o recreativas, su enfoque debe ser adulto, adaptado a los intereses, capacidades y trayectorias de vida de quienes participan. Tratar a una persona mayor como si fuera un niño, aunque sea con buenas intenciones, puede resultar desmotivador y perjudicial para su autoestima.
Un aspecto clave en este tipo de intervenciones es la participación del cuidador o cuidadora primaria. Su presencia durante las actividades lúdicas no solo fortalece el vínculo afectivo, sino que transforma el juego en una experiencia compartida, significativa y emocionalmente enriquecedora. Además, permite a quien cuida observar más de cerca los cambios en el estado de ánimo o en las habilidades cognitivas de la persona mayor, lo que puede mejorar la calidad del acompañamiento diario.
La integración del juego en las residencias, cuando se realiza con sensibilidad y perspectiva gerontológica, deja de ser una simple actividad recreativa para convertirse en un espacio de conexión, reconocimiento y bienestar. Se trata de ofrecer oportunidades para el disfrute, la participación activa y la dignidad, sin condescendencias y siempre respetando la identidad adulta de cada persona mayor.
Recordemos que jugar no es cosa de niños. Jugar es cosa de seres humanos que siguen conectándose con la vida y con los demás.
¿Y si aplicamos el algoritmo de Facebook en la vida real?
En el mundo digital actual, los algoritmos son conjuntos de instrucciones diseñadas para tomar decisiones automáticas con base en datos. En redes sociales como Facebook, estos algoritmos analizan patrones de comportamiento e información del usuario para ofrecerle contenido personalizado, desde publicidad hasta sugerencias de amistad.
Hace unos días, por simple curiosidad, encontré información sobre cómo funciona el algoritmo de Facebook para sugerir nuevos amigos. Y, claro, ¿a quién no le intriga saber cómo hace sus recomendaciones? Según lo que leí, la red social analiza varios factores: amigos en común, la información que uno mismo proporciona al abrir su cuenta —como ciudad, escuela o trabajo—, la actividad dentro de la plataforma (grupos, etiquetas en fotos) y los contactos que se suben al sistema. Con esos datos, genera posibles conexiones y las presenta como sugerencias de amistad.
Entonces pensé: ¿y si intentara hacer amigos en la vida real usando esa misma lógica, pero fuera de la pantalla? Así fue como decidí ponerlo a prueba. Desde entonces, salgo cada día a la calle dispuesto a conocer gente. A quienes pasan
cerca, los acompaño unos metros mientras les cuento lo que he comido, cómo me siento, lo que hice ayer, mis planes para más tarde y hasta lo que voy a cenar. Algunas de esas cosas, admito, pueden parecer algo íntimas... pero estoy siguiendo el algoritmo.
Para reforzar la conexión, les entrego fotos: de mi esposa, de mis hijos, de mi perro, de mi gato, de mí mismo… imágenes de nuestros fines de semana en familia. También camino muy cerca de la gente, escucho sus conversaciones y, cuando me parece oportuno, me acerco y les digo que escuché lo que decían... ¡y les doy un “me gusta”! Les pido que seamos amigos y comento lo que les escuché decir —ya sabe, como los comentarios en redes sociales—.
Más tarde, comparto toda esta información con otras personas. Algunas me miran con asombro, otras con fastidio o aburrimiento... y unas pocas simplemente sonríen. A veces pienso que lo que realmente quieren es alejarse de mí. Pero si esta fórmula funciona en Facebook, ¿por qué no habría de funcionar en la vida real? ¿Y funciona?... ¡Claro que sí! Hasta ahora, ya tengo tres personas que me siguen. Son dos policías... y un psiquiatra.
En México, la frase “ni qué ocho cuartos” se usa comúnmente para expresar desacuerdo o incredulidad ante algo que se considera absurdo o sin sentido. Sin embargo, muy pocas personas saben de dónde proviene esta curiosa expresión.
Su origen se remonta a España, entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, cuando la economía cotidiana giraba en torno a pequeñas monedas. Una de ellas era el “realillo”, que equivalía a ocho cuartos de peseta. Por razones que aún hoy no están del todo claras, esta era una unidad común de pago para productos básicos como el pan, por lo que el precio de “ocho cuartos” se volvió una referencia constante en el comercio.
Pero, con el paso del tiempo y en medio de épocas de escasez y aumento de precios, surgieron disputas entre comerciantes y clientes. Fue entonces cuando, según se cuenta, alguien expresó su desacuerdo con un precio exagerado diciendo algo parecido a: “¡Qué tres pesetas, ni qué ocho cuartos!”, dando a entender que lo que se pedía era absurdo.
Aunque puede que esa no fuera la frase literal, lo cierto es que “ni qué ocho cuartos” se volvió popular como forma de rechazar algo que no tiene sentido o que se considera poco creíble. Con el tiempo, la expresión cruzó el océano junto con otras costumbres y palabras, y llegó a Latinoamérica, donde aún hoy sigue siendo parte del habla coloquial.
Así que, la próxima vez que escuche a alguien decir “ni qué ocho cuartos”, ya sabrá que se trata de una antigua manera de decir: “¡Eso no tiene ni pies ni cabeza!”.
El Hospital Español y la Secretaría de Bienestar e Igualdad Social (SEBIEN) de la Ciudad de México formalizaron un convenio de colaboración que permitirá brindar atención médica integral y especializada a personas en situación de calle o abandono social. Es importante aclarar que esta atención será exclusivamente para pacientes previamente valorados y referidos por SEBIEN, a través de sus unidades como los Centros de Asistencia e Integración Social (CAIS), el albergue temporal “Espacio Techo” y el Centro de Valoración y Canalización (CVC).
El objetivo central del acuerdo es establecer mecanismos que faciliten la revisión y actualización de expedientes clínicos, con énfasis en salud mental, para poder ajustar tratamientos y canalizar adecuadamente a cada paciente. El Hospital Español, como institución de asistencia privada, será responsable de realizar diagnósticos médicos, definir tratamientos, dar seguimiento especializado y capacitar al personal que atiende a esta población prioritaria.
Por su parte, la SEBIEN garantizará el acceso a sus instalaciones y expedientes clínicos, así como la coordinación con su personal. Su vigencia será hasta diciembre de 2030 y contempla acciones específicas como la designación de responsables operativos, la protección de datos personales y el cumplimiento de normas de confidencialidad.
Este esfuerzo conjunto refleja el poder de la cooperación entre el sector público y privado cuando se prioriza la salud y la dignidad de las personas en condiciones de alta vulnerabilidad.
Encerrados en su mundo: una nueva realidad inquietante
En los últimos años, ha surgido un preocupante fenómeno social que afecta principalmente a jóvenes y niños: el aislamiento voluntario. Cada vez es más común ver adolescentes que prefieren encerrarse en sus habitaciones, sin contacto con el exterior, limitando su vida a una pantalla y desconectándose del mundo real.
Este estilo de vida, que comenzó en Japón con el fenómeno conocido como “hikikomori”, ha comenzado a extenderse a otros países, incluido México. Aunque en menor escala, ya se observan casos de jóvenes que se aíslan por completo, evitando el contacto social y reduciendo su interacción al mundo digital.
Las causas pueden ser muchas: ansiedad, depresión, presión social o miedo a enfrentar la realidad. Pero lo que es evidente es que, lejos de acercarlos, los está alejando. Internet, los videojuegos, las redes sociales y los contenidos digitales se convierten en su única ventana al mundo... y, al mismo tiempo, en una jaula invisible.
Los “likes”, los seguidores y las vistas reemplazan el contacto humano real, y el riesgo de caer en un ciclo de soledad profunda aumenta. Muchos de estos contenidos están diseñados para generar dependencia y mantener a los jóvenes conectados el mayor tiempo posible. Esta desconexión con la realidad les roba la oportunidad de socializar, explorar el mundo y desarrollar habilidades emocionales y sociales. Incluso hay niños menores de un año que ya pasan gran parte del día frente a una pantalla, perdiendo experiencias esenciales para su desarrollo.
Es urgente tomar medidas para identificar y apoyar a estos jóvenes, ofreciéndoles alternativas que respondan a sus necesidades y fomenten su integración. La tecnología no debe reemplazar la vida real, sino complementarla.
La pregunta es clara: ¿vamos a permitir que las nuevas generaciones vivan encerradas en un mundo virtual, o les vamos a tender la mano para que vuelvan a conectarse con la vida real?
Cosas de la vida
La etnia Nambikwara, que vive en la selva brasileña al sur de Manaos, no conoce en absoluto los números. Su lenguaje solo tiene un verbo que significa “son dos semejantes”, y es lo único en relación con los números que se escucha en su lengua. Son famosos en la historia por haber sido estudiados por el antropólogo Claude Lévi-Strauss. Actualmente viven en pequeñas aldeas entre la sabana y la selva. Sobresalen por tener una cultura material aparentemente simple y una cosmovisión extremadamente compleja.
El famoso pintor Vincent van Gogh se suicidó a los 37 años porque sufría una soledad inmensa y temía perder la razón de manera definitiva. Había pasado su vida entera sumido en la pobreza y solo pudo vender uno de los 800 cuadros y 700 dibujos que había pintado. En el transcurso de sus dos últimos meses de vida, pintó en promedio un lienzo diario. Actualmente, el valor de cada una de las obras de Van Gogh se cotiza en millones de dólares.
El archiduque Francisco Fernando de Austria era un hombre muy vanidoso. Cuando debía presentarse en una gran ceremonia, mandaba que le cosieran el uniforme para que no tuviera una sola arruga. Por desgracia, el día que le dispararon en Sarajevo, el 28 de junio de 1914, llevaba puesto uno de sus uniformes cosidos y no lo pudo desabrochar. Terminó desangrándose antes de que pudieran conseguir unas tijeras para cortar el uniforme y parar la hemorragia.
FESTIVAL INFANTIL DE MÚSICA, COROS Y DANZAS DE ESPAÑA
Celebrar las raíces, revivir la memoria, estrechar lazos. Ese es el espíritu que da vida al Festival Infantil de Música, Coros y Danzas de España, un encuentro que trasciende fronteras para rendir homenaje a la riqueza cultural de los pueblos españoles.
Desde el norte atlántico de Galicia hasta las soleadas costas andaluzas, pasando por la meseta castellana y los valles del Pirineo, España nos ofrece un mosaico de tradiciones que hoy revivimos con orgullo y emoción en esta tierra hermana.
Este festival no es únicamente un espectáculo, es una reunión viva de historia, emoción y comunidad. A través de las jotas, las sevillanas, los pasodobles y los coros polifónicos de la zarzuela, evocamos las fiestas patronales que llenan de música y alegría las plazas de los
pueblos; con el ritmo de los palillos y el taconeo vibrante del flamenco, los sonidos de las gaitas, las dulzainas o las bandurrias, reconocemos la voz de una España diversa y entrañable.
Realizado por y para los Centros Españoles de la Ciudad de México, este festival cobra un significado especial, es un puente entre culturas, un diálogo entre pueblos que comparten vínculos históricos profundos y un afecto que se renueva generación tras generación.
Aquí, descendientes de emigrantes, amantes de la cultura y nuevos curiosos encuentran un espacio para emocionarse, aprender y celebrar juntos.
Agradecemos a los niños que forman parte de los cuadros de baile, a los músicos y, por supuesto, a la Junta Española de Covadonga por hacer posible este encuentro. Su pasión mantiene vivas las tradiciones, y su arte nos recuerda que, aunque la distancia geográfica sea grande, la cultura tiene la capacidad de acercarnos.
Que este festival siga siendo un símbolo de unión, un homenaje a la identidad compartida y una celebración que fortalece los lazos entre México y España.
EL MERCADER DE LA MUERTE
Cuando la ciencia y la literatura comenzaban a ganar terreno en los círculos intelectuales, el sueco Alfred Nobel ya era reconocido como uno de los inventores más destacados de su tiempo. La dinamita, uno de sus más famosos inventos, pero también a ser objeto de críticas por su uso destructivo.
En 1888, tras la muerte de su hermano Ludwig por un ataque cardíaco, un periódico francés cometió un error y publicó una necrológica como si Alfred Nobel hubiera sido el fallecido. El encabezado lo calificaba como “el mercader de la muerte”, en alusión a la dinamita y su uso bélico. Al leer aquella nota, Nobel quedó profundamente impactado. Le dolió que su legado pudiera reducirse a la imagen de alguien que lucró con la violencia.
Movido por ese impacto y con el deseo de dejar una huella distinta, tomó una decisión que cambiaría su historia: incluyó en su testamento la creación de un reconocimiento que premiara a quienes contribuyeran significativamente a la ciencia, la literatura, la paz y otras disciplinas. Así nacieron los Premios Nobel, como una forma de transformar la percepción pública de su figura y de contribuir al bienestar de la humanidad.
El primer ordenador
La evolución de la tecnología a lo largo del tiempo ha sido fascinante. Desde la creación del primer ordenador en 1946 hasta la llegada de la World Wide Web, desarrollada por Tim Berners-Lee en los años 90, el avance ha sido sorprendente. Lo que comenzó como una idea casi de ciencia ficción —la llamada “red galáctica”— se convirtió en una realidad que transformó al mundo.
En 1969 se logró un hito clave: el primer mensaje enviado entre computadoras mediante ARPANET, una red pensada con fines militares que pronto se extendió a universidades y centros de investigación. Fue diseñada para facilitar la comunicación y el intercambio de conocimiento.
Con el tiempo, ARPANET dio paso al Internet que conocemos hoy. Su impacto ha sido extraordinario. Gracias a tecnologías como la realidad aumentada, los teléfonos inteligentes y la inteligencia artificial, ahora estamos más conectados que nunca, con acceso inmediato a la información.
Este desarrollo ha transformado la manera en que aprendemos y nos comunicamos, y ha permitido llevar educación y atención médica a comunidades rurales y de difícil acceso.
UNA BALA, una tragedia mundial
Sin duda, las armas, cuando son mal empleadas, siempre serán protagonistas de una tragedia. El 28 de junio de 1914, cuando se cumplieron los 100 años del atentado de Sarajevo, fue una en la que la historia del mundo se descarriló. Todo empezó cuando un joven salió de una tienda —que ahora se ha convertido en museo—, disparó contra un archiduque y Europa cayó herida de muerte.
Las cosas no estaban nada bien por aquellos días, el atentado fue catalogado como una de las mayores tragedias en la historia mundial. El lugar donde todo empezó fue Sarajevo; se decía que era una pequeña ciudad de aspecto apacible. Parece que sigue siendo agradable, sin embargo, todo puede ser engañoso. Dicen que en esos tiempos hervía el nacionalismo, y tal parece que todo sigue igual. Hace algunos años, era un acto temerario acercarse a esa esquina junto al río Miljaka, ya que los francotiradores la mantenían encañonada de forma permanente.
Ahora los turistas pueden visitar la esquina para saborear una dosis de historia muy simplificada («aquí mataron al emperador de Europa y comenzó la Gran Guerra», explican los guías). Pueden visitar el bazar otomano, comprar unos souvenirs hechos con vainas de artillería utilizadas durante el asedio (1992–1996) o pasear por las elegantes calles que urbanizaron los austríacos y beber café turco mientras escuchan parte de la historia. Seguramente pensarán que han echado un vistazo a gran parte de la historia. Quien vive allí cree que no es pasado. En Sarajevo, como en otros lugares del mundo, la historia se vive en el presente, donde se susurran amenazas sin principio ni fin, en espera de cualquier provocación. ¿Y tendrá algo que ver todo esto con México? A primera vista, no.
El Imperio austrohúngaro era rígido y protocolario, pero estaba llegando al final del camino. Viena estaba obligada a compartir la corona con Budapest, sentía
la presión de su joven hermano, el Imperio alemán, y apenas podía contener la constante conflictividad de los Balcanes, un territorio que no podía darse el lujo de perder, ya que era su acceso al mar Mediterráneo.
El emperador Francisco José llevaba casi 66 años en el trono. Su familia pasaba por una sucesión de tragedias: su esposa Isabel, más conocida como Sissí, murió asesinada; de su hijo Rodolfo dicen que se suicidó (todos creen que fue suicidado); su hermano Maximiliano había sido fusilado en México; el otro hermano murió de tifus por beber agua contaminada del río Jordán. Así acabaron los días de Carlos Luis, y el principio del fin de lo que fue un gran imperio, y con su muerte, el inicio de una tragedia mundial.
EL MÉXICO DE ANTES
Aún quedan pocos rancheros que habitan las planicies de este país, en lomeríos, laderas y mesetas onduladas que forman parte de extintos volcanes. El total de esa escasa población vive alejado de cualquier vía de comunicación. Algunas de esas rancherías apenas llegan a diez habitantes, por lo que no cuentan con servicios de educación, salud o electricidad. Lo asombroso de ellos es el brillo de sus ojos, una sonrisa radiante y un gesto de respeto y alegría al pasar junto a un extraño visitante.
La gente vive del trabajo físico que exige el campo y del constante forcejeo con equinos, bovinos y otros animales de granja y corral que forman parte del sustento diario, además de la compleja siembra de temporal que deja las manos agrietadas. Las mujeres no se salvan del trabajo rudo; muchas de esas costumbres fueron heredadas junto con esas tierras del mestizaje entre españoles, moras, mulatas y con las mal llamadas indias.
En escasas ocasiones se aventuran a reunirse en pueblos y pequeñas ciudades para disfrutar de las fiestas patronales. Y a pesar de que en esos poblados existen transportes y carreteras que llevan a autopistas y otros medios de comunicación, no les causa curiosidad alguna la ciudad. Viven tranquilos, transportándose a pie, en burro o a caballo. Las mulas son para carga y trabajo.
El número de habitantes disminuye cada vez más, no por migración, sino porque la población envejece. La falta de agua y otros servicios básicos, como sucede también en los pueblos de Europa —solo en España existe este problema en Toledo, La Rioja, Zaragoza, Treviño, Cáceres e inclusive Riestra, que forma parte del Camino de Santiago—, no importa si son pueblos llenos de historia y con una riqueza cultural admirable, aún así se pierden entre polvo y olvido.
Parece que la salud no es importante hasta que aparecen algunos malestares. Sin embargo, la frecuencia de hacerse un check-up puede variar según la edad, el estado de salud y otros factores, lo recomendable realizarlo periódicamente para monitorear la salud y evitar un problema mayor.
Debe de consultar con el médico antes de realizarlo para determinar qué pruebas son necesarias y facilitar la interpretación de los resultados. El médico podrá indicarle qué tipo de check-up puede hacerse, ya que hay opciones desde 36 y 45 elementos, o los especializados, que abarcan una amplia gama de exámenes como química sanguínea, biometría hemática y examen general de orina. Con estos se obtiene un número importante de parámetros analizados, lo que permite al médico contar con herramientas para identificar posibles problemas de salud antes de que se manifieste algún síntoma, facilitando un tratamiento más efectivo y con menor riesgo para el paciente. También permite evaluar la posible evolución de condiciones crónicas y recetar algún tratamiento si es necesario.
La importancia de practicarse estos exámenes de manera regular radica en que ayudan a monitorear la salud de las personas a lo largo del tiempo. Es una buena práctica que suele dar tranquilidad a quien acostumbra realizárselos, permitiendo identificar cualquier anomalía o cambio en los parámetros biológicos.
Se dice que la vida humana depende de una compleja red de reacciones químicas que ocurren constantemente en el cuerpo. Estas reacciones son necesarias para procesos vitales como la digestión, la respiración, la circulación sanguínea y la producción de energía. De allí surge el concepto del “ser humano como accidente químico”, el cual sugiere que la vida, incluyendo el desarrollo del ser humano, puede verse como una serie de reacciones químicas que, aunque necesarias, también pueden ser impredecibles o desfavorables, similar a un accidente.
Este punto de vista resalta la importancia de las reacciones químicas en la formación y funcionamiento del cuerpo humano, pero también reconoce la posibilidad de eventos inesperados o dañinos. Lo recomendable es no esperar a que esto suceda y así poder disfrutar de una vida plena.
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Aquellos años treinta
Hace casi un siglo, seguramente ya nadie recordará que fue en 1926 y 1927 cuando se transmitieron las primeras imágenes por un televisor electrónico, y que en 1930 dos cadenas estadounidenses lograron transmitir a nivel nacional su programación. Sin embargo, aquello solo quedó en novedad; lo importante era cualquier entretenimiento que lograra sacar de su realidad a cada persona, y cualquier buena idea era bienvenida. En los lejanos años 30, hubo una moda que no debería haber pasado nunca: la de besarse en público.
Los concursos de besos formaban parte de una cultura que, a manera de entretenimiento, se llevaba a cabo en espacios públicos. Estos concursos solían celebrarse en ferias, carnavales u otros eventos comunitarios, y se trataban principalmente de una diversión desenfadada, más que de una expresión romántica.
Las parejas solían formarse al momento, simplemente para competir y ver quién podía besarse durante más tiempo o de la forma más inusual y teatral. Los concursos tenían reglas peculiares, como limitar los movimientos de los participantes o distraer a las parejas con un poco de humor para poner a prueba su resistencia, ya que quien reía interrumpiendo el beso era descalificado.
A pesar de ser estos concursos por simple entretenimiento, estuvieron mal vistos por ruborizados grupos, seguidores fervientes de las buenas costumbres. Sin embargo, contribuyeron a darle vida al paisaje cultural de la época, mezclando humor y un poco de romance improvisado.
Entrados los años 50 y 60, fueron desapareciendo a medida que cambiaban las normas sociales, pero siguen siendo una curiosidad en la historia del entretenimiento público, cuando la televisión empezó a tomar fuerza, cambiando las costumbres.
La Salud Mental también importa NUEVAS ENFERMEDADES DEL TRABAJO
En los últimos años, los trastornos mentales como el estrés, la ansiedad, la depresión y el insomnio han sido reconocidos oficialmente como enfermedades relacionadas con el trabajo. Estos ya no se ven solo como problemas personales o consecuencias de daños físicos o químicos, sino como efectos de factores de riesgo psicosocial presentes en el entorno laboral.
El exceso de presión, la sobrecarga de tareas, el aislamiento o la falta de apoyo son ejemplos de riesgos invisibles que afectan seriamente la salud mental de los trabajadores.
Por eso, cada vez más empresas están creando grupos especializados para identificar, medir y prevenir estos riesgos, fortaleciendo la cultura de prevención en salud mental a través de sus departamentos de salud ocupacional, quienes se encargan de implementar planes de vigilancia y promoción de la salud adaptados al tipo de trabajo. Uno de los principales indicadores de éxito en este campo es mantener bajos los índices de riesgo laboral, usando herramientas de diagnóstico eficaces que ayuden a minimizar o eliminar estos peligros. Cuidar la salud mental en el trabajo ya no es opcional: es una prioridad.