ANÄLISIS DEL CASO CONGA Han transcurrido más de 4 años desde que el conflicto por el proyecto minero Conga llegara a su punto más crítico, cuando las protestas realizadas en Celendín y Bambamarca en julio del 2012 terminaron con el lamentable resultado de 5 personas muertas y decenas de heridos. Como en otros casos de conflictos socioambientales, el estallido de la violencia (crisis) es la consecuencia de un proceso conflictivo que fue atendido de manera errónea en su fase temprana, y donde el Estado dejó a un lado su papel de garante del bienestar y derechos de las poblaciones que se consideran afectadas por la actividad minera, para convertirse en el principal aliado de la inversión privada, profundizando las desiguales relaciones de poder entre la población y la empresa Yanacocha. En el marco de una economía neoliberal, el Estado no debe olvidar su deber de proteger las libertades y derechos fundamentales de las personas, tales como el derecho a un ambiente saludable (Defensoría del Pueblo del Perú 2007: 27), que junto con el derecho de acceso al agua, constituyen los principios que fundamentan la posición de los pobladores de Cajamarca frente al proyecto minero Conga. A continuación, para una mejor compresión del caso Conga se aplicará el “Análisis de las 3P”. Análisis del problema: La empresa Minera Yanacocha S.R.L. inicia las actividades de explotación del yacimiento minero Yanacocha, en Cajamarca, en 1993. Desde aquel entonces, la relación de la empresa con las comunidades locales no ha estado exenta de tensiones, debido principalmente a los accidentes en los que la empresa se vio involucrada, tal como lo ocurrido en el año 2000, cuando se derramó 151 kilogramos de mercurio a lo largo de la carretera que cruza el poblado de Choropampa, afectando la salud de la población Sin embargo, este no es único hecho que evidencia la forma tan poco responsable de cómo opera la empresa: entre 1998 y 2003 se denunciaron la muerte de miles de truchas como consecuencia de la contaminación de las aguas de los ríos con metales pesados y en otro casos con arsénico; en 2008, la intoxicación de nueve trabajadores por el derrame de hidrocarburos en la laguna Totoracocha; la muerte de trucha y ganado vacuno en el caserío Agua Blanca, en el 2010, debido a la contaminación del río Chirimayo; entre otros. Es en estas condiciones, donde predomina la desconfianza y el temor, que la empresa Yanacocha anuncia su interés por ejecutar el proyecto minero Conga, desatando la escalada del conflicto. Los pasivos ambientales producto de la actividad minera de empresa Yanacocha, así como la necesidad de contar con acceso permanente al agua para el desarrollo de las actividades económicas dentro del área de influencia del proyecto, terminarían por constituirse en elementos esenciales dentro de la dinámica del conflicto. En general, el análisis del problema nos revela que el control y acceso al recurso hídrico es el principal motivo de disputa entre los actores primarios del conflicto. El temor de los pobladores sobre el impacto negativo que el proyecto tendría sobre el acceso y calidad de agua, así como al medio ambiente, se encuentra respaldada por a) los antecedentes de contaminación de las aguas de los ríos debido al mal manejo de los residuos e insumos por parte de la empresa; b) la ejecución del proyecto implica la