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Acceso a medicamentos para personas mayores: ¿Por qué es difícil en Canadá y qué se puede hacer?
Por Cheryl Petruk, MBA
Canadá se enorgullece de contar con un sistema de salud financiado con fondos públicos, diseñado para garantizar el acceso equitativo a la atención médica para todos los ciudadanos Sin embargo, para muchas personas mayores, el acceso a los medicamentos necesarios sigue siendo un desafío persistente y complejo Si bien las consultas médicas y las hospitalizaciones están cubiertas en gran medida por la Ley de Salud de Canadá, los medicamentos recetados, especialmente los que se toman fuera del hospital, a menudo no lo están Esto deja a las personas mayores, muchas de ellas con ingresos fijos, lidiando con una confusa combinación de planes provinciales de medicamentos, crecientes gastos de bolsillo y trámites burocráticos de aprobación. Este artículo explora las principales barreras que enfrentan las personas mayores para acceder a los medicamentos en Canadá y analiza cómo la reforma sistémica y la defensa del paciente pueden ayudar a aliviar esta creciente preocupación.
1. Barreras financieras y el costo de los medicamentos recetados Quizás la barrera más importante para el acceso a medicamentos para las personas mayores en Canadá sea el costo Si bien cada provincia y territorio ofrece algún tipo de cobertura de medicamentos para personas mayores, los detalles varían considerablemente Los deducibles, copagos y requisitos de elegibilidad implican que muchos adultos mayores aún enfrentan gastos de bolsillo significativos Por ejemplo, bajo el Programa de Beneficios de Medicamentos de Ontario (ODB) de Ontario, las personas mayores aún deben pagar un deducible anual de $100 y $6.11 por receta, montos que pueden acumularse rápidamente para quienes toman varios medicamentos. En provincias como Columbia Británica y Alberta, los planes basados en los ingresos pueden resultar en costos más altos para las personas mayores con ingresos de jubilación modestos, lo que, sin embargo, las descalifica para una cobertura completa.
El resultado? Muchas personas mayores informan que se saltan dosis, parten pastillas o retrasan la renovación de sus recetas. Un estudio de 2018 publicado en Health Affairs reveló que casi 1 de cada 10 canadienses mayores de 55 años afirmó no tomar sus medicamentos según lo prescrito debido al costo.
2. Cobertura de medicamentos fragmentada e inconsistente entre provincias Canadá no cuenta con un programa universal de atención farmacéutica. En cambio, cada provincia y territorio administra su propio plan público de medicamentos, lo que genera inconsistencias en el acceso y la asequibilidad. Un medicamento aprobado y con cobertura total en Quebec podría no ser accesible para una persona mayor en Manitoba sin un costo personal significativo. Esta fragmentación genera desigualdad no solo por ingresos, sino también por geografía. Las personas mayores que viven en zonas rurales y remotas, en particular en comunidades indígenas, también pueden enfrentarse a barreras logísticas adicionales, como la escasez de farmacias locales y la demora en los servicios de entrega. Además, los formularios provinciales de medicamentos pueden no incluir todos los medicamentos necesarios, en particular los nuevos o de alto costo
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3. Retrasos en la aprobación y el reembolso de medicamentos
Otro desafío que a menudo se pasa por alto es el tiempo que tardan las personas mayores en acceder a los medicamentos a través de los planes públicos de medicamentos. Una vez que Health Canada aprueba un medicamento, este debe someterse a una revisión adicional por parte de la Agencia Canadiense de Medicamentos y Tecnologías en Salud (CDA/CADTH) y la Alianza Farmacéutica Pancanadiense (pCPA) para evaluar su costoefectividad y negociar precios. Solo entonces las provincias pueden decidir incluirlo en su formulario.
Este proceso multifacético puede retrasar el acceso entre uno y dos años, a veces incluso más, en comparación con países como Alemania o Estados Unidos. Para las personas mayores que padecen enfermedades crónicas o progresivas, como artritis, cáncer o cardiopatías, estos retrasos pueden comprometer su calidad de vida y, en algunos casos, su supervivencia
4. Complejidad del sistema de salud y brecha digital

A muchas personas mayores les cuesta desenvolverse en las complejidades de los planes provinciales de medicamentos, los procesos de reembolso y los sistemas de apelaciones Las barreras lingüísticas, el deterioro cognitivo y la baja alfabetización digital pueden contribuir a la confusión y a demorar el acceso a los medicamentos necesarios A medida que más provincias adoptan portales en línea para el registro de planes y la gestión de recetas, las personas mayores con poca experiencia en tecnología podrían quedar rezagadas Los cuidadores suelen intervenir para cubrir esta necesidad, pero no todas las personas mayores tienen acceso a ese apoyo Para quienes viven solos o con poca participación familiar, el sistema puede ser abrumador.
5. Falta de una atención farmacéutica integrada
La ausencia de un programa nacional de seguro médico sigue exacerbando las disparidades Si bien el debate político ha girado en torno a un seguro médico universal durante años, su implementación real ha sido lenta. El resultado es un sistema de dos niveles: quienes cuentan con seguro privado (a menudo financiado por el empleador y que se pierde al jubilarse) y quienes deben depender de una combinación heterogénea de programas públicos.
El Consejo Asesor sobre la Implementación del Sistema Nacional de Atención Farmacéutica de 2019 recomendó un sistema público de atención farmacéutica de pagador único, pero el progreso ha sido lento debido a tensiones jurisdiccionales entre el gobierno federal y las provincias y a preocupaciones sobre los costos.


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El papel de la defensa del paciente
Los grupos de defensa de pacientes desempeñan un papel fundamental a la hora de amplificar las voces de las personas mayores e impulsar cambios en las políticas. Los defensores pueden:
Educar a las personas mayores sobre sus derechos y los recursos disponibles.
Brindar soporte de navegación para planes de medicamentos y apelaciones de cobertura.
Presionar a los responsables de las políticas para lograr precios equitativos de los medicamentos y un acceso simplificado a ellos.
Impulsar una asistencia farmacéutica nacional y una mejor financiación para los programas de salud para personas mayores.
Colaborar con investigadores y médicos para identificar brechas en el acceso a los medicamentos y proponer soluciones centradas en el paciente.
Organizaciones como la Asociación Canadiense de Personas Jubiladas (CARP), Heal Canada y el Consejo de Organizaciones de Ciudadanos Mayores de Columbia Británica han defendido activamente estas cuestiones y han pedido sistemas más receptivos que prioricen los resultados en materia de salud de las person

Acceso de las personas mayores a los medicamentos: Por qué es difícil en Canadá y qué se puede hacer (cont.)
Si bien el sistema de salud canadiense ofrece muchas fortalezas, el acceso a medicamentos para las personas mayores sigue siendo un motivo de profunda preocupación La carga financiera, la cobertura provincial inconsistente, los retrasos burocráticos y la complejidad del sistema crean un panorama difícil de abordar, especialmente para una población que a menudo requiere la mayor atención Cerrar estas brechas requiere un esfuerzo concertado: una reforma de políticas, un plan nacional de atención farmacéutica, mejores herramientas de navegación para pacientes y un apoyo empoderado. Solo así podremos garantizar que envejecer en Canadá no signifique envejecer sin los medicamentos necesarios para mantener la salud, la dignidad y la independencia.
