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Tendencias y evolución en los entornos de trabajo

TEMA DEL MES

TELETRABAJO, NUEVAS TECNOLOGÍAS, HOT-DESKING... ¿HEMOS AVANZADO UNA DÉCADA?

� Jesús Díaz Osuna

Febrero Studio

Hace ya unos 15 años que una revolución lenta comenzó a alterar la concepción del uso de los espacios de trabajo. El denominado “efecto Google” fue ganando terreno desde los ‘garajes’ de Palo Alto hasta alcanzar a grandes corporaciones, primero en América y algo más tarde en Europa y el resto del mundo, obligando en muchos casos a las empresas a asumir políticas implanteables durante los primeros años del siglo XXI. Estos cambios han venido alterando no solo la distribución y el aspecto físico de las oficinas, sino también la forma de entender el trabajo, los entornos laborales e incluso la relación entre empresa y empleado.

L

o que nadie podría anticipar hace 12 meses era que una crisis sanitaria a nivel global vendría para alterar -confiamos en que circunstancialmente- la vida en todos los rincones del planeta. La pandemia ha impactado de forma directa en toda forma de trabajo, obligando a las empresas a acelerar, de manera improvisada, la implementación de una serie de medidas que han venido para quedarse y que han supuesto un avance acelerado equivalente al menos a una década de progreso. Nos gusta pensar que estos cambios son naturales e implican una asimilación de las nuevas capacidades que nos ofrecen las tecnologías; sin embargo, creemos que la velocidad y el desorden con el que se han ido implementando todas estas nuevas medidas van a requerir que en los próximos meses o años se abra un nuevo periodo para depurar de manera ordenada y racional todas estas nuevas políticas.

En nuestra opinión, el tronco central de todos estos cambios es el teletrabajo. En muchas empresas se planteaba con miedo y de manera muy escéptica la posibilidad del trabajo remoto, asociando este hecho a caídas de la productividad. Creemos que una de las pocas cosas buenas que nos deja la pandemia es que las empresas han perdido este temor y han entendido que trabajar a distancia no implica trabajar menos ni peor. Aquí nos encontramos con la que, para nosotros, es la mayor de las incógnitas en este momento: saber en qué medida las empresas van a optar por reducir la superficie de sus oficinas para tener un menor número de personas, con el ahorro que eso supone, permitiendo al total o parte de su plantilla teletrabajar de manera continuada.

Solución intermedia

Nuestra experiencia con los clientes desde que estalló la pandemia es que la gran mayoría de los empleados quiere tener un lugar donde trabajar, aunque valora mucho poder hacerlo desde casa uno o dos días a la semana. En este sentido, creemos que esta solución intermedia también podrá favorecer a las empresas, que tendrán la oportunidad de reducir la superficie dedicada a puestos operativos aplicando políticas de hot-desk. No obstante, todo esto requerirá de una muy específica planificación adaptada 100% al organigrama de cada empresa, ya que el sistema de hot-desk es mucho más complejo de lo que puede parecer a priori. Cuando consideramos los factores en torno al teletrabajo, no debemos olvidar que en nuestra cultura el componente social en todas las relaciones laborales es enorme; por tanto, las empresas van a tener que garantizar y proteger este aspecto en la vida de sus empleados, de manera que las oficinas deberán convertirse en espacios de encuentro entre empleados y con los clientes. Las zonas de reunión y espacios para charlas informales y distendidas van a ganar fuerza en todos los espacios de oficina. Otra consecuencia directa del teletrabajo y el hot-desking será la desaparición de los despachos individuales y de dirección con una tendencia general hacia la oficina de planta abierta, de manera que la privacidad y los espacios para la concentración van a verse comprometidos. Es por este motivo que también será necesario recurrir a más espacios pequeños para el trabajo individualizado y las llamadas telefónicas, que permitan no molestar ni ser molestados. Es muy difícil anticipar qué va a ocurrir en los próximos meses, cuando la vacuna se haya generalizado y todo vuelva paulatinamente a la normalidad, pero tenemos la impresión de que las empresas están esperando a tener una mayor previsibilidad para no dar pasos en falso. Esperamos que en pocos meses todas estas ideas actualmente en el aire se vayan asentando y vayamos teniendo una mejor perspectiva de cómo serán los nuevos entornos laborales.

NI BLANCO NI NEGRO. Nuestra experiencia con los clientes desde que estalló la pandemia es que la gran mayoría de los empleados quiere tener un lugar donde trabajar, aunque valora mucho poder hacerlo desde casa uno o dos días a la semana

Febrero Studio es un estudio de arquitectura y diseño con sede en Madrid fundado en 2016 por Mercedes González Ballesteros y Jesús Díaz Osuna. Sus principales actividades son la arquitectura, el diseño de interiores y los ambientes de marca. Su objetivo es crear espacios cálidos, personales y funcionales que ayuden a las empresas y las personas a reinventarse a través de la arquitectura y el diseño. Están enfocados en el desarrollo de oficinas, hoteles, restaurantes y viviendas particulares y turísticas.

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