La segunda mesa, sobre una antigua bobina de cable reutilizada y dispuesta en un comedor al aire libre. Una propuesta muy sencilla en la que predomina el verde y el amarillo, perfectos para una fresca mesa de verano al borde de la piscina. Sobre individuales de color amarillo circulares, una vajilla en tonos claros acompañada de una cristalería con un toque de color
verde. Pero, sin duda, el protagonismo en la mesa lo pone el centro de limones y hojas de planta rastrera, que sustituye perfectamente a las flores, un imprescindible en cualquier mesa bonita. Las servilletas de papel decoradas, rodeadas de hojas que envuelven el nombre del comensal. Un detalle muy bucólico, ya que se han realizado sobre marcadores de madera para señalar las especias en el huerto.
Decoración · 51