Las 50 Mejores Películas de Acción Pt. 1 Por: David Fear Versión: Martín Santillán 50. The Man from U.N.C.L.E (2015) – El Agente de C.I.P.O.L.
49. Escape from New York (1981) – 1997: Escape de Nueva York
No es necesario estar familiarizado con el programa de espías de los 60s – en el que Robert Vaughan y David McCallum se internaban en aventuras tipo James Bond (aunque para ser justos, Ian Fleming fue un consultor creativo para la serie) – para buscar en la adaptación de Guy Ritchie para la pantalla grande, que se mueve en la era del espionaje del go-go mientras le agrega un tinte de la Guerra Fría. Henry Cavill es Napoleon Solo, el agente más amable de la C.I.A.; Armie Hammer es Ilya Kuryakin, su contraparte de la KGB. Ambos luchan por quién puede hacerse de Alicia Vikander, así como de los planes de su padre científico, para llevarlos a sus respectivos jefes. Finalmente, los tres se unen para luchar contra un enemigo común. Tomando un descanso de las franquicias de Sherlock Holmes y King Arthur, Guy Ritchie nos hace recordar que puede armas algunas escenas de peleas malas y escenas de persecución, varias – de hecho – y hacer que Cavill se coma un sándwich casualmente antes de conducir un camión de carga por una rampa y aterrizar en la parte superior de un barco, haciéndolo parecer los más natural del mundo.
Cuando el avión del presidente cae detrás del muro de la colonia penal más peligrosa del país – conocida como la isla de Manhattan en 1997 – solo hay una persona que puedes enviar para rescatar al líder del mundo libre: el soldado de la Fuerzas Especiales, actual prisionero federal y todo un rufián: Snake Plissken. La descarnada y distópica película B de John Carpenter no solo le dio al mundo un antihéroe verdaderamente único en el reacio salvador de Kurt Russell. (Nadie ha lucido mejor un parche en la pantalla. Nadie). El escritor y director también nos regaló una versión divertida de Ciudad Horror como un patio de recreo de los condenados, perfecta para los tiroteos con locos punk y escenas de persecución en puentes minados. Y mientras todo el mundo, desde Adrienne Barbeau, que empuña una Magnum en frente del criminal número uno Isaac Hayes, El Duque, hasta la banda sonora de Carpenter, contribuyen a este combate futurista, es Russell quien hace que esta película de un hombre de una sola misión se sienta como si estuviera en constante movimiento.
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