v Especial
José Bustinza soto
director de APEC y Foros Especializados Vivimos una época de transformaciones no solo rápidas, sino también profundas. Todas las actividades económicas están cambiando y la agricultura no es una excepción. La agricultura está sometida a crecientes presiones para evolucionar, mejorar y adaptarse a un mundo en el cual la demanda de alimentos será no solo creciente, sino también diversa y sofisticada. Para superar la crisis pospandemia y crecer a largo plazo, el emprendedor agrícola requiere adoptar un modelo que tenga como componentes la innovación, sustentabilidad y seguridad. Y, para lograrlo, necesita como base un marco institucional y regulatorio adecuado. Hay otros factores importantes en juego, por supuesto. El contar con infraestructura y servicios públicos de calidad, el desarrollo de capacidades y el acceso al crédito, por ejemplo. Pero el marco legal es clave como elemento facilitador de la actividad empresarial agrícola. Brindar un marco adecuado y estable para la modernización de la agricultura peruana es una tarea del Estado. Se trata de establecer un marco jurídico favorable al desarrollo de un entorno que estimule y recompense la innovación científica y tecnológica, así como la incorporación de nuevas técnicas y métodos en las actividades productivas, desde la etapa de cultivo hasta la de comercialización. Asimismo, que promueva un crecimiento ambiental y socialmente sustentable, que fomente, de manera progresiva, la eficiencia energética, el uso extendido de energías renovables y tecnologías verdes y la baja emisión de carbono, así como reduzca el desperdicio de residuos, todo ello como plataforma para sostener la prosperidad económica en el largoplazo. Porotraparte,quefomenteeldesarrollodelascapacidades necesarias para minimizar los riesgos asociados a las amenazas de origen natural y humano a la actividad económica y el bienestar de las personas, desde
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Necesitamos una agricultura inteligente El Perú debe ser un país libre de hambre y desnutrición, donde el cultivo contribuya a mejorar significativamente el nivel de vida de todos, de manera económica, social y ambientalmente sostenible. g
desastresnaturalesyenfermedades infecciosas y no infecciosas, hasta el terrorismo,ladelincuenciaorganizada transnacional y, por supuesto, en un país institucionalmente precario como el Perú, la corrupción. La mayoría de expertos coinciden en que América del Sur tiene uno de los mayores potenciales agrícolas del mundo, tanto para
alimentar adecuadamente a su población como para complementar la alimentacióndelapoblacióndeotras regionesdelmundo.Noobstante,este potencial se verá severamente limitado por la poca capacidad del sector para modernizarse, para adoptar prácticas y métodos de producción y de gestión nuevos, eficientes y que no tengan impactos negativos en el entorno ambiental y social. Según el Banco Mundial, nuestra región es la mayor exportadora de alimentos del mundo, tanto así que hemos contribuido a reducir y estabilizar los precios internacionales de los alimentos, beneficiando a cientos de millones de consumidores en todo el mundo. Al mismo tiempo, nuestras prácticas productivas han dañado severamente ecosistemas críticos y generado importantes emisiones de gases de efecto invernadero, lo que han contribuido a acelerar el cambio climático. De acuerdo con el referido organismointernacional,lasemisiones agrícolas representan casi la mitad
de las emisiones totales de la región, y la agricultura y la ganadería son responsablesdel70%delaconversióndel hábitat regional, mientras que nuestra tasa de deforestación es 3 veces el promedio mundial. Se trata, a todas luces, de una situación insostenible, que amenaza la viabilidad misma de nuestro sector agrícola, ya que erosiona la base de recursos naturales de la que depende. Un sector agrícola saludable es vital para la recuperación a largo plazo de nuestra economía, no sólo porque es garantía de nuestra seguridad alimentaria, sino por el empleo productivo que puede generar y el ingreso de divisas que puede producir. Hay una serie de tendencias que hacen de la región Asia-Pacifico un mercado potencial de gran importancia para el Perú. Factores como el crecimiento de la población, el aumento de sus ingresos, la expansión de su clase media, la aceleración de la urbanización, y la reducción de sus superficies cultivables debido a factores