Ficciorama n126

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POR: FICCIORAMA

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l siglo XX acelero Las cosas. Corrían los años ochenta y para entonces los computadores aun eran costosos y solo lo podían adquirir las universidades y las grandes empresas e internet comenzaba sus primeros pasos. Los grandes relatos de progreso y desarrollo estaban en crisis, la modernidad estaba colapsando sobre el no futuro afectando las reglas de juego de la ciencia y las artes; la rebelión no se hacía esperar. Un puñado de jóvenes escritores delineo un futuro de cromo y neón adelantando el reloj 25 minutos. Gigantes rascacielos de neón, implantes de cromo, superautopistas de información, replicas genéticas, megacorporaciones mas poderosas que los estados e inadaptados hackers enfrentando al nuevo orden tecnológico para el mejor postor. Estas visiones provenían de los ecos de la New Wave inglesa con J.G. Ballard, John Brunner, Brian Aldiss y el omnipresente Philip K. Dick. La rebelión literaria fue edificada sobre dos grandes pilares: por un lado, el filme de culto Bladerunner de Ridley Scott, estrenado en mayo de 1982, que esbozo la estética noir con replicantes, autos voladores y megaciudades bañadas por lluvia acida. Por otro la prosa renovadora de William Gibson, quien por aquel entonces había escrito 200 folios tamaño carta de una novela que combinaba sus cuentos Quemando a Cromo y Johnny Mnemonic. Dos años después del estreno del film el escenario no podía ser mejor para Gibson y su opera prima Neuromancer, una novela que introducía un argot hibrido de la poesía beat y el silicón valley con hackers e inteligencias artificiales que coexistían con los añejos tropos de la novela negra y la prosa de los escritores beat de los años sesenta, con toques de la cultura japonesa. Sería hasta 1986 con la publicación de la mítica antología Mirrorshades de Bruce Sterling – el ideólogo del Cyberpunk y el más ferviente investigador de la cultura tecnológica – que el Cyberpunk se consolidaría como autentico movimiento literario, que viviría lo suficiente

SEPTIEMBRE 2022

EDITOTIAL 126 EL FUTURO YA ESTA AQUÍ, REPENTINO.

Lease con la siguiente canción: SUITE PUNTA DEL ESTE/ Astor Piazzola

para producir una ola de y caducar por sus propios excesos. Para el mes de junio de 1992 aparece en las librerías la novela Snowcrash, tercera novela del ensayista y escritor de ciencia ficción Neal Stephenson. En parte parodia y en parte carta de amor, la novela reconfigura el futuro de cromo delineado por Gibson y lo dinamiza incorporando elementos de mangas como Ghost in The Shell y Akira, incluyendo además una crítica a la economía, la política y la religión moldeada desde el lenguaje. La novela sigue a Hiro Protagonist, un repartidor de pizza afroamericano que en las noches ingresa al Metaverso para blandir sus catanas en duelos y probar su valía, sin embargo, un misterioso virus conocido como Snowcrash puede alterar el futuro del Metaverso. Stephenson planteaba en estas paginas un mundo con hiperinflación, franquicias y creencias religiosas que operan con lenguajes antiguos usando conjuros sumerios para someter a sus avatares. Han pasado 40 años y el Cyberpunk sigue más vivo que nunca, en parte gracias a la exitosa franquicia de video juegos Cyberpunk 2077, las antologías audiovisuales como Love, Death and Robots y películas como Battle Angel Alita. Si bien no habitamos el futuro de cromo y neón, al menos hemos comprendido el impacto de esa entidad que Gibson despertó usando las vísceras del pasado literario de la depresión financiera de 1929 y el encantamiento literario del cut-up y el fold-in de William Burrouhgs, que ahora ha ganado tanto poder que nos esta regulando con más fuerza que Wintermute, la I.A. que contrata a Case para ser liberado del yugo opresor del programador. Sin mas preámbulos, sigan y contemplen 25 minutos al futuro.


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EL FUTURO EN CANAL MUERTO NEUROMANCER, LA OPERA PRIMA DEL CYBERPUNK Terry Carr encargó una primera novela a William Gibson para la segunda serie de Ace Science Fiction Specials, poco después de la Denver WorldCon de 1981. El propósito de la serie era prestar atención a los novelistas principiantes . Los compañeros debutantes en Ace Specials de Gibson fueron Kim Stanley Robinson , Michael Swanwick , Lucius Shepard , Carter Scholz y Howard Waldrop. El término “ciberpunk” fue inventado por el poco conocido Bruce Bethke en noviembre de 1983 en un cuento publicado en “Amazing Science Fiction” y que llevaba por título precisamente esa palabra. Gardner Dozois definió el movimiento en un artículo del Washington Post: “obras ambientadas en futuros cercanos dominados por los ordenadores y la alta tecnología y protagonizadas por pícaros de los suburbios marginales para los que el mundo real es un entorno, no un proyecto. En términos de la ciencia ficción norteamericana tradicional, esto es una herejía”.

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¿Qué es el Cyberpunk? RODRIGO AYALA / 17 MARZO, 2022

A lo largo de los años se ha intentado dar con una definición concreta acerca de qué es este género de la sci-fi. Francisco Calleja lo define como un género que “lleva al extremo la influencia de las megacorporaciones, la descomposición ecológica y la expansión de la cultura popular”. El sitio web Neon Distopia dice: “El propio término cyberpunk se remonta al cuento “Cyberpunk” de Bruce Bethke. Luego, por supuesto, están los autores principales delcyberpunk que generalmente se acepta que han sentado las bases del movimiento ciberpunk William Gibson (Gibson es considerado el fundador del ciberpunk), Bruce Sterling, Pat Cadigan, Rudy Rucker, John Shirley y Lewis Shiner”. El cyberpunk cuestiona la sociedad y la esencia humana a través de historias donde el caos y la decadencia de la tecnología son muy visibles. En este escenario, el humano se fusiona con la máquina a través de implantes mecánicos y/o cerebrales para crear una nueva especie. Por lo general, los relatos ocurren en futuros distópicos donde reinan la corrupción, la anarquía y una ciencia que ya no sirve para intereses benéficos. La sociedad está dominada por la desigualdad: los ricos son asquerosamente ricos y los pobres no tienen opción de cambiar su situación.

NEUROMANTE: LA OBRA CUMBRE DEL CYBERPUNK Ya decíamos que William Gibson es considerado el primer autor en forma del cyberpunk gracias a su obra Neuromante. Esta novela nos lleva a un mundo donde los hackers y el tráfico de información son moneda corriente. Henry Dorrett Case es el personaje principal de esta historia donde las luces neón, los rascacielos infinitos y la decadencia, las súper computadoras y la decadencia tanto social como humana impregnan las páginas de Neuromante. Fue el mismo Gibson quien acuñó y popularizó el término ciberespacio para denominar el espacio virtual de las redes informáticas donde hoy nos movemos en nuestra vida cotidiana. Fue tal la repercusión de esta obra que se hizo con dos de los premios más importantes de la ciencia ficción: el Hugo en 1985, el Nebula en 1984 y el Philip K. Dick en 1985. Por supuesto que hay un antecedente para Neuromante: la novela El jinete de la onda de choque, escrita por John Brunner y publicada en 1975. Esta historia ya anticipa el espíritu de lo que sería el cyberpunk. En ella encontramos un escenario aterrador donde los ciudadanos son vigilados de manera constante a través redes digitales de información que lo saben todo sobre ellos.


EL CYBERPUNK EN AMERICA LATINA Por Andrés de la Peña 18-01-2021

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or ejemplo, la devastación ambiental que se observa en Blade Runner original de 1982 como en la secuela Blade Runner 2049, ¿Es distópica porque se trata de un ecocidio o es distópica porque está en el área de la bahía de San Francisco? Los ecocidios, especialmente en el Sur, están a la orden del día: el Mar de Aral en Asia Central, la campaña contra el Amazonas de Jair Bolsonaro, el Río LermaSantiago en México, la historia entera de las petroleras y mineras transnacionales en Latinoamérica. Se podría repetir la pregunta: en estos textos ¿se propone que los ecocidios son distópicos, o que lo son si ocurren en Europa y Estados Unidos? Igualmente, en esta literatura es común la temática del dominio corporativo de la vida, la muerte y la política, pero ¿no es esto una realidad nada “futurista” para el Sur? ¿Qué hacía la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales en Indonesia? ¿Qué hacía la Compañía Británica de las Indias Occidentales en India? ¿Qué hacían la United Fruit Company, la American Steel Company, Exxon y Royal Dutch Shell en América Latina? La United Fruit Company tuvo una historia de masacres de pobladores que intentaron conservar sus tierras o su dignidad, tal fue el caso de la Masacre de las Bananeras en Colombia. Nuevamente se podría interrogar a cada texto específico y preguntar: ¿Cuál es el elemento distópico? ¿El dominio corporativo, la compraventa de la vida y la muerte? ¿Será posible que lo que el texto plantea como distópico, lo que da miedo, es que se instaure este dominio en el Norte Global? Claro está que Facebook, Cambridge Analytica, la persecución de Julian Assange y Edward Snowden, el software Pegasus y los Panama Papers son temas reales que deben estremecer a todo el que los vea. Pero tendríamos que preguntar: ¿qué el espionaje corporativo y gubernamental no han sido ya realidades en Latinoamérica desde las dictaduras? ¿Qué

no tenemos como testigos a todos los exiliados de Pinochet, a todos los exiliados de Rafael Videla, a todos los muertos de la Dirección Federal de Seguridad mexicana? Por ejemplo, tómese el libro del periodista argentino Martín Caparrós titulado El Hambre. En este ensayo, Caparrós expone muy claramente cómo la especulación con contratos de futuros ─contratos sobre el precio al que un productor venderá una mercancía, un “commodity”, en el futuro─ de granos ha causado una hambruna global completamente artificial. El planeta tierra ya produce más que suficiente comida para alimentar a 10 mil millones de personas. Sin embargo, debido al desperdicio de comida y a los precios que se mantienen altos artificialmente, casi 2 mil millones viven inseguridad alimentaria. En este sentido, hay dos cyberpunks distintos: existe uno consciente de la realidad actual, que alerta a sus lectores de lo que ocurrirá si no toman acciones de inmediato, si no se adopta la radicalidad en la política, si no se buscan nuevas soluciones a nuevos problemas. También existe un cyberpunk que al pintar la distopía como una posibilidad futura, como un imaginario, también disminuye la visibilidad de estas situaciones en el mundo real; es un cyberpunk anticrítico, que hace pasar estas realidades devastadoras como cosas de fantasía. En este sentido, el cyberpunk, que ha ido volviéndose más popular conforme entra al “mainstream” cultural, presenta una oportunidad para la reflexión desde Latinoamérica, pero también presenta una oportunidad para la apropiación. Después de todo, el arte es de quien la hace y de quien la observa, es de todas y todos. Por ello, tenemos la posibilidad de enfrentar críticamente estos “huecos” y de transformar el género. Quizá, la experiencia Latinoamericana puede regresar el “punk” al “cyberpunk”, ya sea hablando sobre cómo sí son las cosas o empujando los límites de la imaginación distópica a manera de advertencia.


SABIA USTED...EL

MIEDO DE W. GIBSON

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ace un par de años, Paris Review hizo una fascinante y completa entrevista con el autor William Gibson . Por fin, todo está en línea para que lo lea. Hay una sección especialmente buena en la que habla sobre lo que su clásico cyberpunk Neuromancer comparte con Blade Runner

ENTREVISTADOR Hay una historia famosa acerca de que no puedes sentarte a leer Blade Runner mientras escribes Neuromancer . GIBSON Tenía miedo de ver Blade Runner en el cine porque temía que la película fuera mejor de lo que yo mismo había sido capaz de imaginar. En cierto modo, tenía razón en tener miedo, porque incluso los primeros minutos fueron mejores. Más tarde, me di cuenta de que fue un fracaso total de taquilla, en su primer estreno en cines. Eso también me preocupó. Pensé, oh, oh. ¡Lo hizo bien y a nadie le importa! Sin embargo, durante unos años, comencé a ver que, de alguna manera extraña, era la película más influyente de mi vida, hasta ese momento. Afectó la forma en que la gente se vestía, afectó la forma en que la gente decoraba los clubes nocturnos. Los arquitectos comenzaron a construir edificios de oficinas que se notaba que habían visto en Blade Runner . Había tenido un impacto estético asombrosamente amplio en el mundo.

Conocí a Ridley Scott años después, tal vez una década o más después del lanzamiento de Blade Runner . Le dije de qué estaba hecho Neuromancer , y básicamente tenía la misma lista de ingredientes para Blade Runner . Uno de los ingredientes más poderosos fueron las historietas francesas para adultos y su marca particular de Orientalia, el tipo de cosas que la revista Heavy Metal comenzó a traducir en los Estados Unidos.

Pero lo más simple y radical que hizo Ridley Scott en Blade Runner fue poner arqueología urbana en cada cuadro. No había sido obvio para la ciencia ficción estadounidense convencional que las ciudades son como montones de abono, solo capas y capas de cosas. En las ciudades, el pasado, el presente y el futuro pueden ser todos totalmente adyacentes. En Europa, así es la vida, no es ciencia ficción, no es fantasía. Pero en la ciencia ficción estadounidense, la ciudad del futuro siempre era nueva, cada centímetro cuadrado.


FICCIO-INBOX

THE PERIPHERAL

The Peripheral, la serie que adapta el libro de William Gibson del mismo nombre, es una curiosa combinación de distopía, cyberpunk y miedo al futuro. Todo, bajo el atractivo de una historia tramposa que guarda sus mejores secretos para el final. por Aglaia Berlutti 21 de octubre de 2022 En una época llena de películas, series y libros obsesionados con viajes en el tiempo y multiversos alternativos, The Peripheral es una rareza. Aunque maneja los mismos temas, lo hace con una elaborada versión sobre la conciencia de lo que existe que sorprende por su peculiaridad. El argumento imagina — reconstruye — la dimensión de lo tangible en una estratificación que incluye múltiples versiones de las posibilidades de lo real. El extraño argumento, por tanto, abarca no solo la idea de líneas temporales que se construyen a través de la manipulación directa. También profundiza en el gran interrogante acerca de qué es el transcurrir cronológico en concreto. ¿La vida es un juego de probabilidades? ¿Uno tan complicado y enrevesado como para hacer dura y angustiosa la idea del bien y del mal?

LA NOVELA El futuro ya está aquí, y no es un juego. ISBN: 9788416867493 La serie The Peripheral, de Prime Video, comienza con una premisa, en apariencia, trillada. En un punto indeterminado del futuro, Flynne Fisher (Chloë Grace Moretz) es una chica corriente con grandes ambiciones. Vive en un pueblo destartalado de la Norteamérica profunda y lidia con lo que parece la incertidumbre de la supervivencia. Pero pronto descubre que sus capacidades para los juegos de azar y de habilidad son rentables. Tanto como para lograr, de una u otra manera, encontrarse en mitad de una situación impensable. La de poder influir sobre el tiempo, la condición de la vida tal y como la conocemos e, incluso, una idea tan extraña como las probabilidades de lo real.

Colección: Novela Páginas: 528 Formato: Tapa blanda con solapa Fecha de publicación: 0510-2017 The Peripheral es una novela de suspenso y misterio de ciencia ficción de 2014 de William Gibson , ambientada en versiones casi y post-apocalípticas del futuro



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