

Hoy presentamos argumentos sólidos y convincentes para defender una tradición que es parte esencial de nuestra identidad y patrimonio cultural.

Hoy presentamos argumentos sólidos y convincentes para defender una tradición que es parte esencial de nuestra identidad y patrimonio cultural.
Demostrar el valor cultural, económico y social de la Tauromaquia en Jalisco.
83,084 empleos directos y 147,411 empleos totales a nivel nacional.
2,351 Unidades de Producción Pecuaria con ganado de lidia.
118,301 toros de lidia registrados.
Cría del ganado en 167,500 hectáreas.
En 2018 se lidiaron 6,516 animales en 2,340 eventos con 4.9 millones de asistentes.
541 plazas de toros en total (188 fijas y 353 artesanales).
Valor estimado de la industria: $6,961,691,274 MXN.
Distribución de producción, eventos y valor económico nacional
Eventos Taurinos (2,340)
Producción (Ganaderías - 2,351)
La tauromaquia se practica en más de 1,010 localidades en México.
Se celebran al menos 4,412 festejos taurinos al año.
El primer festejo se realizó en 1526.
160 mil hectáreas preservadas gracias al toro de lidia.
Más de 6 millones de asistentes anuales.
Declarada Patrimonio Cultural Inmaterial en 8 estados y más de 100 municipios.
Distribución de Ingresos por Sector (Ventas Anuales)
Ventas anuales asociadas a la tauromaquia:
$111,576,000 en carnicerías
$410,992,258 en transporte de personas
$19,435,538 en arte
$11,438,973 en servicios de hoteles
$11,377,803 en restaurantes establecidos
$9,725,528 en restaurantes ambulantes
Ingresos fiscales generados anualmente:
$398,658,577 por concepto de IVA
$396,412,218 por concepto de ISR
$106,085,306 por concepto de IEPS
$227,083 por impuesto sobre hoteles
Estos recursos fortalecen la economía estatal y nacional, y son prueba de que la tauromaquia no solo produce arte y cultura, sino también ingresos y desarrollo.
Distribución de ingresos fiscales por concepto
Argumentos sobre el respeto a la diversidad cultural y la libertad de expresión.
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
Artículo 2º: Se reconoce y se garantiza el derecho de los pueblos y las comunidades indígenas a la libre determinación y su autonomía para preservar su cultura e identidad.
Artículo 4º: Toda persona tiene derecho de acceso a la cultura y al ejercicio de sus derechos culturales.
Organización Internacional del Trabajo (OIT):
El Estado mexicano se compromete a tomar medidas que promuevan la plena efectividad de los derechos sociales, económicos y culturales de dichos pueblos, respetando su identidad social y cultural, sus costumbres y tradiciones.
Suprema Corte de Justicia de la Nación:
No se pueden menoscabar los derechos de los padres y de los menores de edad para asistir a eventos o espectáculos que son parte de su cultura, sus tradiciones o costumbres.
Reconoce el derecho al libre desarrollo de la personalidad, de acuerdo con sus valores, ideas, expectativas, gustos o aficiones.
La tauromaquia como actividad cultural es de interés nacional, en virtud de ser una práctica compartida en diversos estados de la República.
Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial: El Estado está obligado a garantizar la viabilidad del patrimonio cultural inmaterial, así como su preservación, protección, promoción y valoración.
El toro mexicano tiene la categoría de “Patrimonio genético de México”.
Esta raza existe gracias a la fiesta brava. Si desaparece la fiesta, desaparece el toro. No se puede sostener su crianza sin su función zootécnica.
La caracterización genética del toro de lidia mexicano es ya un encaste diferente a los conocidos en España.
Es un animal que no tiene cabida en otro modelo productivo: no puede integrarse a la ganadería de carne tradicional por su carácter y morfología.
Solo el 8% de las reses de una ganaderia se destina a las plazas de toros, el 92% restante subsiste gracias a la tauromaquia.
La crianza del toro de lidia constituye un proceso complejo y meticuloso, donde se combinan conocimientos ancestrales con técnicas modernas de selección genética. Los ganaderos, verdaderos artistas en este campo, dedican su vida a preservar y perfeccionar las características únicas de esta raza, que incluyen la bravura, nobleza, resistencia y casta. Este proceso, que se ha transmitido de generación en generación, implica una profunda comprensión de la genética y el comportamiento animal.
El toro de lidia se cría libre, en extensas dehesas donde pueden moverse libremente y desarrollar sus músculos y su resistencia con condiciones naturales que no se procuran para otro ganado, y bajo un sistema que cuida tanto al toro como al ecosistema donde vive.
La prohibición de la tauromaquia afectaría los entornos medioambientales privilegiados que son las ganaderías de bravo.
Provocaría la extinción de las ganaderías de toros de lidia, que son lugares ejemplares en materia de bienestar animal, no sólo de los toros, sino de una gran cantidad de especies que ahí habitan.
Eliminar la tauromaquia es eliminar el único modelo económico que permite sostener al toro bravo como especie.
La crianza del toro de lidia representa el mejor modelo de ganadería sostenible.
El toro de lidia es una raza autóctona de un valor genético incalculable. Su preservación es fundamental para mantener la biodiversidad y el equilibrio ecológico de los ecosistemas donde habita.
La tauromaquia desempeña un papel crucial en esta preservación, al ser la actividad que garantiza la supervivencia de esta raza única.
Dato:
Solo el 8% de los toros criados para la lidia se destina a plazas de toros, el 92% restante subiste gracias a los primeros.
Las ganaderías se convierten en unidades de conservación que dan sustento a muchas especies silvestres como coyotes, linces, zorillos, cacomixtles, tlacuaches, liebres, conejos y venados.
Se han restaurado zonas agrícolas deterioradas, protegido especies nativas y observado una mayor conservación de la biodiversidad.
En la república mexicana 160 mil hectáreas de campo donde vive el toro bravo
Las ganaderías de toros de lidia albergan una rica diversidad de fauna que convive con el toro bravo en un ecosistema ofrece refugio y sustento a muchas especies:
Aves:
Águila real, águila cola roja, zopilote, aura cabeza roja, halcón peregrino, milano cola blanca, acatonero llanero, gorrión de campo, cigüeña americana, garza ganadera, abejaruco garganta blanca, cardenal rojo.
Reptiles y anfibios:
Iguana verde, lagartija de collar, culebra de agua, víbora cascabel, sapos, ranas, salamandras.
Mamíferos:
Venado cola blanca, gamos, jabalíes, lobo mexicano, lince rojo, zorro gris, liebres, conejos, ratones de campo, topos.
Invertebrados:
Abejas, mariposas, escarabajos, hormigas, insectos polinizadores, arañas, escorpiones, garrapatas.
Jalisco, cuna de una rica tradición taurina, alberga un número significativo de plazas de toros que se distribuyen a lo largo y ancho de su territorio. Estos recintos, que van desde majestuosas plazas de gran capacidad hasta acogedoras plazas de pueblo, son el escenario de numerosos festejos taurinos que atraen a aficionados de todas partes.
80 plazas de toros y lienzos charros en Jalisco, reflejando la vitalidad y el arraigo de esta tradición en la región.
Acatic
Amatitán
Ameca
Arandas
Atengo
Atotonilco el Alto
Autlán de Navarro
Ayotlán
Ayutla
Belén del Refugio
Cañadas de Obregón
Capilla de Guadalupe
Chapala
Cihuatlán
Cocula
Degollado
Ejutla
El Arenal
El Grullo
Etzatlán
Guadalajara
Ixtlahuacán del Río
Jalostotitlán
Jamay
Jesús María
Jocotepec
Juanacatlán
La Barca
Lagos de Moreno
Magdalena
Manzanilla
Mascota
Mazamitla
Mexticacán
Ocotlán
Ojuelos
Pihuamo
Poncitlán
Puerto Vallarta
San Diego de Alejandría
San Ignacio Cerro Gordo
San Juan de los Lagos
San Julián
San Marcos
San Martín de Hidalgo
San Miguel el Alto
San Sebastián del Oeste
Santa María de los Ángeles
Sayula
Tamazula de Gordiano
Tapalpa
Tecolotlán
Tenamaxtlán
Teocaltiche
Tepatitlán de Morelos
Tequila
Teuchitlán
Tílapán
Tlajomulco de Zúñiga
Tlaquepaque
Tonalá
Tonaya
Totatiche
Tototlán
Tuxpan
Unión de San Antonio
Valle de Guadalupe
Villa Hidalgo
Yahualica
Zacoalco de Torres
Zapotlán del Rey
Zapotiltic
Zapotitlán de Vadillo
En Jalisco, la tauromaquia se defiende desde el campo. Nuestras 36 ganaderías de toros de lidia son la base de un legado irremplazable en municipios ubicados en diversas zonas del Estado.
Estas ganaderías no solo preservan una raza única, sino que son pilares económicos para nuestras comunidades rurales, generando empleos y sustento.
Además, actúan como guardianas de extensos ecosistemas, conservando flora y fauna en sus vastas dehesas que son pulmones verdes, cruciales para el equilibrio ambiental de Jalisco.
La crianza del toro de lidia se lleva a cabo principalmente en zonas rurales, donde las ganaderías se convierten en el centro de la actividad económica y social. Esta actividad genera empleo, impulsa el desarrollo de infraestructuras y servicios, y contribuye a mantener vivas tradiciones ancestrales.
La crianza del ganado de registro se realiza en 167.5 mil hectáreas en Jalisco. El promedio estimado por ganadería es de 649 hectáreas.
La superficie destinada a la crianza del toro de lidia tiene un valor aproximado de $13,549,142,195.
Distribución de la superficie y valor ganadero en Jalisco
Hectáreas Ganaderas
Promedio por Ganadería
Valor Económico Estimado
Propietario:
Gabriel Arellano Guerra (sucesores) Rancho:
Agropecuario La Providencia Ubicación: Ojuelos
Divisa
Azul, Rojo, Gris Fundación: 1977
Propietario:
Francisco Javier Santoyo Pérez
Rancho: Las Bateas
Ubicación: Ojuelos
Divisa
Negro y oro
Fundación: 1946
Propietario: José María Franco Martín (sucesores) Rancho: Los Burrales Ubicación: Villa Obregón Divisa
Rojo y Rosa Fundación: 1928
EL SIETE
Propietario:
Pablo Rafael Moreno Valenzuela
Rancho:
Torre Vieja
Ubicación: Zapopan
Divisa
Blanco y azul celeste Fundación: 1937
Propietario: Rodolfo Camarena Franco Rancho:
San Pablo Ubicación: Tepatitlán
Divisa
Verde, caña y oro Fundación: 1944
Propietario:
Ma. Verónica Rivera Agüero
y Ma. del Rosario Rivera Agüero
Rancho:
La Alianza
Ubicación: Ojuelos
Divisa
Azul, verde y blanco
Fundación: 1965
Propietario: Claudio Octavio Huerta de la Torre Rancho:
San José de Chinampas Ubicación: Ojuelos
Divisa
Tabaco, naranja y rojo Fundación: 1974
Propietario: José Barba Muñoz
Rancho: Ex Hacienda de Chinampas
Ubicación: Ojuelos
Divisa
Rosa, Blanco y Celeste
Fundación: 1987
Propietario:
Sergio Enrique Lomelí Valdés Rancho:
Ex Hacienda La Paz Ubicación: Ojuelos
Divisa
Blanco, azul marino y oro. Fundación: 1938
Propietario:
Octavio Casillas Casillas
Rancho: El Aguacate
Ubicación: Tepatitlán
Divisa
Oro y blanco
Fundación: 1939
CORTINA PIZARRO
Propietario: Manuel Cortina Reynoso Rancho: Ex Hacienda de Chinampas
Ubicación: Ojuelos
Divisa
Azul marino, tabaco y gualda
Fundación: 1979
LA LLAVE
Propietario:
Gabriel de la Torre Gutíerrez
Rancho: Las Pilas
Ubicación: Tecolotlán
Divisa
Negro y tabaco
Fundación: 1987
Propietario:
Pedro y José Ignacio Vaca Elguero Rancho:
La Punta
Ubicación:
Lagos de Moreno Divisa Rojo, oro y gris Fundación: 1918
Propietario:
Daniel Cortina Reynoso
Rancho: Chinampas
Ubicación:
Ojuelos de Jalisco Divisa
Azul Marino, bugambilia y gualda
Fundación: 2019
Propietario: José Antonio Morán Araiza Rancho: Jamoa
Ubicación: Cihuatlán Divisa
Blanco
Fundación: 1978
Propietario: Mauricio Sánchez González
Rancho: Los Sauces
Ubicación: Tepatitlán de Morelos
Divisa
Bugambilia y oro Fundación: 1989
Propietario:
Patricia Ramírez Colunga Rancho:
Cerralvo
Ubicación: Lagos de Moreno Divisa
Verde y negro Fundación: 1926
Propietario:
Fernando J. Topete Ceballos y María de la Luz Delgado Medina de Topete
Rancho:
El Correo
Ubicación: Encarnación de Díaz
Divisa
Verde, blanco y oro Fundación: 1947
Propietario: Gerardo y Carlos Salas Luján Rancho: La Biznaga Ubicación: Encarnación de Díaz Divisa
Fundación: 1963
Propietario:
Pablo de Haro González
Rancho: San Cayetano
Ubicación:
Lagos de Moreno
Divisa
Azul celeste y oro
Fundación: 1944
Propietario: Pablo Moreno Valenzuela Rancho: Torre Vieja
Ubicación: Zapopan Divisa
Colorado, blanco y verde Fundación: 1988
Propietario:
Eduardo Arena Barroso
Rancho: Las Trojes
Ubicación:
Lagos de Moreno
Divisa
Negro, gualda y grana
Fundación: 1940
Propietario: Gerardo Salas Luján Rancho: La Biznaga Ubicación: Encarnación de Díaz Divisa Negro, oro y tabaco Fundación: 1948
Propietario:
Adrián Ortega Fernández (sucesores)
Rancho: El Campito y Pozo Nuevo
Ubicación:
Encarnación de Díaz
Divisa
Blanco, rosa y lila
Fundación: 1968
Propietario:
Juan Pablo Corona Rivera Rancho:
El Colomo
Ubicación: Atengo Divisa
Naranja y azul rey Fundación: 1940
Propietario:
Pablo Leopoldo Martín del Campo
Rancho: La Uva
Ubicación:
Municipio de Atotonilco , Jalisco Divisa Morado, amarillo y plomo
Fundación: 1986
Propietario: Óscar Osorio Arachavaleta Rancho:
San Cayetano
Ubicación: Zapopan Divisa
Azul, verde y rosa Fundación: 1940
Propietario: Marcos Ildefonzo Zaragoza Lavine y Humberto Mauricio Zaragoza Lavine
Rancho: Los Patios de Hacienda Santa Lucía
Ubicación: Zapopan Divisa
Verde esmeralda y plata Fundación: 1978
Propietario:
Ignacio García Villaseñor y Marcos García Vivanco
Rancho:
El Cuadrado
Ubicación:
Valle de Guadalupe
Divisa
Azul rey, blanco y amarillo Fundación: 1944
Propietario:
José Alberto Martínez Barone y Beatriz Martínez Vázquez
Rancho:
El Montecillo
Ubicación:
San Miguel el Alto, Jalisco Divisa
Azul rey, oro y plata
Fundación: 1948
Propietario:
Salvador Santoyo Morales (sucesores)
Rancho:
Salitrillo de Chinampas
Ubicación: Ojuelos Divisa
Azul celeste, rosa y oro Fundación: 1949
Propietario:
Salvador Rabago Cornejo
Rancho: El Cuadrado
Ubicación:
Valle de Guadalupe , Jalisco Divisa
Rosa, blanco y negro
Fundación: 1958
Propietario:
José Eduardo Santacruz Nieto Rancho:
El Aguacate
Ubicación:
Valle de Guadalupe Divisa
Tabaco y Verde Fundación: 1943
Propietario:
Eduardo Pérez Ontiveros
Rancho: Las Pilas
Ubicación: Tecolotlán Divisa
Azul cielo y blanco
Fundación: 2024
Propietario: Ignacio García Villaseñor Rancho:
El Cuadrado Ubicación: Valle de Guadalupe , Jalisco
Divisa
Rosa y blanco Fundación: 1899
Propietario:
Claudio León Burstin Arestegui
Rancho: -
Ubicación: Ojuelos Divisa
Terracota y blanco Fundación: 2025
La ganadería del toro bravo de lidia mantiene familias enteras en el campo: se generan empleos permanentes (vaqueros, mayorales, herradores, veterinarios, etc.) y temporales (jornaleros, transportistas, eventos).
Es un motor productivo que arraiga a las personas a sus comunidades, aporta a la identidad regional y se desarrolla en sitios con pocas alternativas económicas.
Es parte de una cadena industrial y de valor para actividades locales como:
• Fabricación de remolques, cercas y herramientas de campo.
• Producción de alimentos para ganado.
• Servicios veterinarios y biotecnología.
• Comercio de caballos y herramientas ecuestres.
• Es un sector formal y regulado que paga impuestos
• Cada corrida implica movilización de transporte, logística, personal de manejo de ganado, hospedaje, alimentación, etc.
Distribución de empleos en las ganaderías
15.0% Servicios Indirectos
20.0% Logística y Transporte
25.0% Jornaleros y Personal Temporal
40.0% Ganaderos, Vaqueros y Mayorales
Más de 12 mil empleos generados por la tauromaquia en Jalisco
10.0% Otros
15.0% Artesanos
20.0% Personal de Plazas 25.0% Toreros 30.0% Ganaderos
La tauromaquia genera una importante derrama económica en Jalisco, impulsando diversos sectores productivos y generando miles de empleos directos e indirectos.
Desde la crianza del toro de lidia hasta la organización de festejos taurinos, pasando por la industria hotelera, restaurantera y de transporte, la tauromaquia es un motor que dinamiza nuestra economía.
Jalisco es un destino taurino de renombre internacional, atrayendo a miles de aficionados de todo el mundo que buscan vivir la emoción y el arte de la tauromaquia en un entorno único.
El turismo taurino impulsa la ocupación hotelera, la actividad restaurantera y el consumo local, generando importantes ingresos para nuestro estado.
La Plaza de Toros Nuevo Progreso es un claro ejemplo del auge que experimenta la tauromaquia . Temporada 2025
84,164 aficionados
23 eventos taurinos
84.2 millones de pesos de derrama económica
7.93 millones de pesos en sueldos y salarios
Distribución de $7.93 millones en sueldos y salarios
3.0% Accesos y Banda de Música
4.0% Monosabios
17.0% Cuadrillas
IMPACTO ECONÓMICO Y FISCAL EN JALISCO
Distribución del pago de impuestos:
ISN: 3%
IVA: 10%
ISR: 57%
ISEP: 30%
La tauromaquia impulsa la actividad económica en otros sectores productivos.
Lista de insumos necesarios para la actividad taurina:
- Alimentos para el ganado.
- Medicamentos veterinarios.
- Equipamiento para las plazas de toros.
- Vestimenta de los toreros.
Sectores beneficiados por la tauromaquia en Jalisco
5.0% Otros
15.0% Empleo Directo (Eventos)
15.0% Transporte
20.0% Comercio Local
20.0% Hotelería
Gastronomía
Historia, arraigo, cultura y vida social de la región
La historia de la tauromaquia en Jalisco se remonta al siglo XVII, en la época del Virreinato, cuando se construyó en el año de 1687 la Plaza de Toros en el municipio de las Cañadas de Obregón.
La Plaza de Toros “El Centenario”, fue inaugurada en 1898 en Tlaquepaque, con capacidad para 5,200 espectadores y ahí se han presentado toreros de época como Rodolfo Gaona,
Guadalajara, la perla de occidente, la ciudad más mexicana y una de las más taurinas del país, desde el siglo XVIII ha sido testigo de eventos taurinos desarrollados en plazas desmontables de madera instaladas en sitios emblemáticos, como la plaza de san Agustín donde está el Teatro degollado, y la plaza de Santo Domingo frente al hoy templo de San José de Gracia.
A lo largo de su historia se han edificado varias plazas. En 1855 surge la Plaza de Toros El Progreso, en el Barrio De San Juan de Dios, para dar paso a nuestra actual plaza Nuevo Progreso, con 58 años de existencia
La tauromaquia está profundamente arraigada en el tejido social de Jalisco, formando parte esencial de nuestra identidad como pueblo. Son innumerables las historias de familias que han transmitido de generación en generación su afición y pasión por esta tradición. La tauromaquia está presente en nuestras fiestas, ferias y celebraciones, uniendo a la comunidad en torno a un sentimiento compartido.
En los 125 municipios del estado de Jalisco existen plazas de toros y/o lienzos charros donde se han llevado a cabo fiestas tarinas.
La tauromaquia está intrínsecamente ligada a las tradiciones y modos de vida de muchas comunidades rurales en Jalisco.
Las ferias y festejos taurinos son eventos que reúnen a las familias, fomentan la convivencia y fortalecen el sentido de identidad y pertenencia.
La tauromaquia también influye en la gastronomía local, la música, la danza y otras expresiones culturales, enriqueciendo el patrimonio inmaterial de estas comunidades.
Tradición arraigada: Celebraciones con más de 190 años de historia, parte esencial de la identidad comunitaria.
Fusión de culturas: Elementos taurinos españoles mezclados con tradiciones indígenas y mestizas.
Diversidad de eventos: Corridas de toros, desfiles, jaripeos, música, gastronomía, cultura para toda la familia.
Impacto económico: Generan ingresos significativos en los sectores hotelero, restaurantero y comercial.
Fuente de empleo: Toreros, ganaderos, músicos, artesanos, trabajadores de entretenimiento.
Autlán de Navarro: Reconocido a nivel nacional, con participación de toreros de México y España.
Jalostotitlán: De los más antiguos, con gran variedad de actividades culturales.
Otros: Guadalajara, Cañadas de Obregón, San Pedro Tlaquepaque, Valle de Guadalupe, San Miguel el Alto, Ojuelos de Jalisco, Tecolotlán, Ameca, Autlán de la Grana, Tepatitlán de Morelos, Lagos de Moreno, Yahualica de González Gallo, Encarnación de Díaz, Arandas, Jocotepec y Sayula
A lo largo de la historia, la tauromaquia ha inspirado a diversas disciplinas artísticas, como la pintura, escultura, literatura, música, fotografía, arquitectura, baile, entre otras.
En nuestra lengua, existen más de 800 palabras, términos y datos relacionados con la tauromaquia
Pintura y escultura:
Desde Goya y Picasso hasta José Clemente Orozco y José Fors, numerosos artistas han inmortalizado la fiesta brava en sus obras. Escultores como Benlliure, Sergio Bustamante o Rubén Orozco han capturado su fuerza y estética.
Teatro:
La corrida es un drama en tres actos donde el torero enfrenta su destino con valor.
Cine:
Películas como ¡Torero! (1956), Arruza (1971) y El brindis del diablo (1961) reflejan la profundidad cultural de la tauromaquia en México.
Literatura y poesía:
Escritores como Lorca, Hemingway y Miguel Hernández han plasmado la pasión y el simbolismo taurino.
Música:
La tradición taurina también vive en pasodobles y composiciones de jaliscienses como Pepe Guízar y Manuel Esperón.