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Cómo afecta la salud mental a la vida de una persona celiaca?

Gozar de una salud mental óptima es una pieza fundamental en la vida de cualquier persona, sobre todo cuando hablamos de un paciente que convive con una enfermedad autoinmune como la enfermedad celíaca. Se deben tener en cuenta algunos aspectos para entender cómo puede repercutir al paciente y a su entorno. Existen algunas fases que giran alrededor del momento del diagnóstico donde el paciente puede experimentar diversas emociones muy parecidas a las fases de un duelo:

Incertidumbre: sucede cuando el paciente comienza a experimentar muchos síntomas ante la ingesta de gluten y visita varios médicos en busca de un diagnóstico. Esta etapa es una de las más largas, pues, a día de hoy, en atención primaria aún se desconoce el protocolo a seguir tras un diagnóstico de celiaquía.

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Alivio: sucede cuando, por fin, existe un diagnóstico que confirma el diagnóstico y el paciente ya puede comenzar una dieta sin gluten y un estilo de vida compatible con la enfermedad celíaca.

Negación y desesperación: sucede cuando el paciente comienza a gestionar toda la nueva información tras el diagnóstico. Es posible que le sobrepase la situación y no sepa manejar al principio tantas cosas nuevas en su vida y su entorno.

Incomprensión: una vez el paciente comienza un nuevo estilo de vida basado en una dieta sin gluten, comienza a darse cuenta (sobre todo si es adulto) de que su entorno no entiende la situación por la que está pasando.

Rabia: este es un sentimiento que puede aparecer tras la incomprensión y sobreinformación. Ocurre cuando se empieza a convivir con un nuevo estilo de vida y el paciente detecta que es difícil adaptar nuevos hábitos a su vida cuando su entorno no comprende lo que está pasando en su vida.

Aceptación: este sentimiento llega cuando el paciente asume su diagnóstico y comienza a tomar responsabilidad frente a la situación, intentando hacer todo lo posible por convivir de una manera pacífica con ella. Aceptar no significa estar de acuerdo o que al paciente no le duela. Significa que integra la situación como parte de su vida y que pone de su parte intentando controlarla y todo lo que se deriva de ella.

Miedo e inseguridad: se puede dar en cualquiera de los momentos, incluso habiendo aceptado el diagnóstico. Ocurre por el miedo a alimentar a un hijo celíaco, a perder el control de la situación cuando sus padres no están delante. Es un momento en el que a los padres les cuesta delegar en otras personas, porque creen que son los que más entienden la situación.

Todos estos sentimientos pueden derivar en un estado de ansiedad o depresión crónica que debería ser tratada por profesionales de salud mental.

Existe, además, otra teoría importante sobre la relación entre la celiaquía y la ansiedad que se basa en la dificultad que tiene un paciente celíaco de absorber ciertos nutrientes (sobre todo cuando sus vellosidades intestinales aún están afectadas), como el triptófano, que es un componente fundamental para producir serotonina (principal neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo).

Las repercusiones en la salud mental de un paciente con enfermedad celíaca se pueden dar en el ámbito laboral, social y personal del paciente y puede ser variable según el momento vital del mismo. Si es diagnosticado en edad infantil, puede acostumbrarse antes a un estilo de vida sin gluten. Si es diagnosticado de adulto, tendrá que cambiar todos sus hábitos y podría costarle mucho más adaptarse. Estos son algunos consejos basados en todos los aprendizajes que he tenido en este proceso como paciente y que pueden servir a pacientes y a no pacientes:

CELIACO/A

La información es poder. No te quedes con solo una opinión. Un paciente informado es un paciente empoderado.

Opta por una dieta natural a base de productos no procesados (genéricos) y poco a poco puedes ir añadiendo productos específicos (FACE puede ayudarte con los listados de los mismos).

Encuentra grupos de apoyo, asociaciones de pacientes (FACE cuenta con una red de asociaciones en toda España).

FAMILIAR O ALLEGADO

No invalides las emociones de un paciente. Intenta conocer las necesidades de la persona para apoyarla.

Infórmate sobre la enfermedad celíaca. Será mucho más fácil comunicarte con un paciente y que se entiendan.

Para un celíaco es más fácil que los demás se adapten a él a que él se adapte a los demás.

Y, por último y como consejo final de una paciente que ha tocado fondo porque le ha sobrepasado su ansiedad, es procurar que el paciente cuente con un apoyo multidisciplinar a nivel nutricional, psicológico y digestivo.

Artículo escrito por Alba Quadrado, paciente con múltiples alergias alimentarias y enfermedad celíaca diagnosticada en la edad adulta, con ansiedad crónica generalizada tratada actualmente, estudiante de Nutrición Humana y Dietética, I AllerCoach en España y Fundadora de Alergias con Alegría. (www.albaquadrado.com).

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