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Por un poco si que pasa

¿SALTARSE LA DIETA SIN GLUTEN? POR UN POCO SI QUE PASA

TERESA BERMEJO - TÉCNICA DE DIVULGACIÓN CIENTÍFICA DE FACE

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Llega la Navidad y con ella las cenas de empresa, las fiestas con amigos y las celebraciones familiares. Comienza así la época del año en la que los pacientes celiacos escuchan más veces por minuto las frases tipo “¡Hombre, por un poco no pasa nada!” o “¡Venga mujer, disfruta, si solo es un día!”.

Ante estas situaciones, es posible que, ya sea por presión social o por los platos que hay en la mesa, nos sintamos tentados de saltarnos la dieta sin gluten. Sin embargo, tenemos que ser conscientes de que la dieta es nuestro tratamiento. Y, ¿verdad que, si el médico te recetase unas pastillas para tratar una enfermedad, no dejarías de tomártelas porque sí?

La enfermedad celiaca es un trastorno sistémico de base autoinmune que está causado por la ingesta de gluten, cuyo único tratamiento es seguir una dieta sin esta proteína. Para algunos pacientes realizar una transgresión y consumir gluten implica la aparición de síntomas gastrointestinales graves, por lo que es menos probable que se salten la dieta. En cambio, aquellos que son asintomáticos pueden sentirse más tentados de comer alimentos que contienen gluten. Desde FACE queremos recordarte que independientemente de si tienes síntomas o no, las transgre-

siones de la dieta suponen la aparición de daños

en las microvellosidades intestinales. Además, si estas se mantienen a lo largo del tiempo de forma constante pueden aparecer efectos a largo plazo, más allá de las posibles molestias intestinales. Estas son algunas de ellas.

1.- Infertilidad: La infertilidad es una consecuencia poco conocida de la enfermedad celiaca. El daño producido en la mucosa intestinal dificulta la absorción de nutrientes, como el zinc, el hierro y la vitamina B12.

En las mujeres, estos nutrientes son esenciales para la síntesis de hormonas que regulan el ciclo menstrual y la implantación del embrión en el endometrio. Por lo que esta malabsorción puede suponer retraso en la menarca (primer periodo), alteraciones en el ciclo menstrual, menopausia prematura, amenorrea (ausencia de la menstruación) o abortos recurrentes y como consecuencia una mayor dificultad para la concepción.

En los hombres, la falta de nutrientes puede provocar desbalances hormonales. Por ejemplo, puede afectar a los niveles de testosterona, una hormona sexual masculina que es fundamental en el proceso de formación de los espermatozoides (espermatogénesis).

2.- Dermatitis herpetiforme: Se considera la manifestación de la enfermedad celiaca en la piel. La dermatitis herpetiforme se caracteriza por la aparición gradual de lesiones cutáneas, como ampollas, inflamaciones y ronchas. Su aparición se debe a los anticuerpos que se generan durante el desarrollo de la enfermedad celiaca que también “atacan” a una proteína presente en la piel. Los pacientes con dermatitis herpetiforme pueden no presentar síntomas gastrointestinales, sin embargo, sí que se producen daños en el intestino.

3.- Osteoporosis: La osteoporosis es una de las posibles complicaciones de la enfermedad celiaca no tratada. Esta patología afecta de forma generalizada al esqueleto y se caracteriza por una disminución de la densidad ósea, lo que conlleva un aumento en el riesgo de sufrir fracturas.

La no adherencia a la dieta sin gluten impide la recuperación de las microvellosidades intestinales. Esto dificulta la correcta absorción de nutrientes, como el calcio y la vitamina D, esenciales para el mantenimiento óseo. Además, la lesión de las vellosidades limita la producción de lactasa (enzima encargada de la digestión de la lactosa). Por tanto, algunos pacientes celiacos también presentan intolerancia a la lactosa y reducen el consumo de productos lácteos, agudizando el déficit de calcio.

4.- Anemia: La atrofia de las vellosidades intestinales también dificulta la absorción de nutrientes, como el hierro, ácido fólico y vitamina B12, esenciales para la correcta formación de los glóbulos rojos. Los glóbulos rojos son células presentes en la sangre encargadas del transporte de oxígeno y, sin hierro, no pueden llevar a cabo correctamente su función.

5.- Daño hepático: Se ha observado que aproximadamente el 40% de los pacientes con enfermedad celiaca no tratada presentan daño hepático. El mecanismo detrás de este daño todavía es desconocido, pero existen algunas hipótesis. Unas señalan que podría estar relacionado con el aumento de la permeabilidad intestinal, que tiene lugar durante el desarrollo de la enfermedad, pues incrementa la absorción de antígenos que activan la respuesta inmunitaria en el hígado.

6.- Manifestaciones neurológicas: La enfermedad celiaca es un trastorno autoinmune sistémico y puede afectar a diferentes órganos. Por tanto, los pacientes pueden presentar síntomas extradigestivos relacionados con el cerebro.

La ataxia por gluten, la manifestación neurológica más frecuente, es una patología autoinmune en la que se generan anticuerpos que reconocen la enzima transglutaminasa neuronal, lo que desencadena alteraciones en el cerebelo. Los síntomas más frecuentes son descoordinación, problemas de concentración, trastornos visuales y temblores. La dieta sin gluten es eficaz siempre y cuando no se hayan destruido gran número de células de Purkinje, un tipo de neurona presente en la corteza del cerebelo.

Otra manifestación neurológica es la neuropatía periférica, que se debe al daño producido por la acción de los anticuerpos sobre los nervios periféricos durante el desarrollo de la enfermedad celiaca. Los síntomas más frecuentes son entumecimiento y hormigueo en las manos y en los pies, sensación de ardor y dolor en las extremidades.

7.- Cáncer: La relación entre la enfermedad celiaca y el riesgo de desarrollar neoplasias en el intestino delgado está bien establecida. Sobre todo, en aquellas personas que no han sido diagnosticadas o no siguen correctamente la dieta. Estos pacientes son los más propensos a desarrollar complicaciones como: linfoma intestinal, adenocarcinoma de intestino delgado o carcinoma epidermoide de esófago. Actualmente no se conocen exactamente cuáles son los mecanismos responsables de esta relación. Sin embargo, se sospecha que puede deberse a los procesos de inflamación intestinal crónica, estimulación antigénica, liberación de citoquinas proinflamatorias, problemas de vigilancia autoinmune, deficiencias nutricionales y aumento de la permeabilidad intestinal a los carcinógenos ambientales, que tienen lugar durante el desarrollo de la enfermedad.

Por tanto, recuerda que el único tratamiento para evitar y resolver todas estas manifestaciones extradigestivas es seguir correctamente una dieta sin gluten. No te dejes influenciar, sé fuerte y recuerda que la dieta sin gluten no es un capricho y no debes saltártela.

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