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Clínica del Dolor y Cuidados paliativos

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DEPORTE En Marcha

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Quizáescuchemos el término y lo asociamos con una Unidad que trata a pacientes con una enfermedad terminal, lo vemos en términos de salud, de medicinas, de tratamientos…

Les diré que es algo más, sí, mucho más. Cuando a mi esposa la afectó un melanoma que fue invadiendo su organismo nos contactaron con la Unidad de Cuidados paliativos del Hospital Escalante Pradilla, entonces fuimos encontrando apoyo, voluntad, solidaridad, orientación, guía espiritual, y calor humano.

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Cuando estamos con salud, olvidamos que nuestra vida se acabará, algunos moriremos simplemente de viejos, de manera accidental, natural, otros tendremos que pasar por etapas no previstas, no pensadas, no imaginadas siquiera, olvidamos que habrá momentos en que el dolor nos invade y que el sistema de cosas que vivimos se transforma y hasta podemos perder el control . Necesitamos entonces medicamentos especiales, materiales indispensables, atención particularizada, requerimos que alguien nos vaya marcando el camino para que nuestra(o) paciente tenga calidad de vida, que el dolor no le agobie y que le permita hasta sonreír a veces, hasta disfrutar de ciertas cosas y ciertos momentos. La Unidad de Cuidados Paliativos se encarga de orientarnos, nos guía, es como una luz en la oscuridad que nos marca el camino para superar la angustia, para no desubicarnos, para seguir hacia adelante, nos acompañan hasta el momento de la pérdida de nuestro ser querido y más allá…

Diría que este grupo de profesionales se convierte en un centro especializado para tratar casos complicados, aplican ciertas dosis de medicamentos y sobre todo, una dosis muy grande de amor a pacientes y a las personas que están en su entorno.

Sirva este comentario para externar mi agradecimiento profundo a las personas de esta Unidad tan especializada, a la Fundación y lo hago extensivo a todo el personal de la Caja del Seguro Social que en diferentes instancias y momentos atendieron a mi esposa Xinia. A la vez, sirva para hacer un llamado a la población para que apoyemos de diferentes formas a la Clínica del Dolor y Cuida- dos Paliativos del Hospital Escalante Pradilla y la Fundación de Control del Dolor y Cuidados Paliativos de la zona Sur , juntas son una luz en la oscuridad, una expresión de solidaridad y de amor. Constituyen la fuerza que nos impulsa para no caer, son el puente para poder cruzar el camino más agreste, como es el de perder en circunstancias especialmente difíciles, a las personas que más amamos.

Coincidentemente cuando me disponía a escribir estas líneas, recibí de manos de una enfermera de la Clínica del Dolor una invitación de parte de ellos y de la Fundación, para una actividad denominada: ”Aprendiendo a transitar el dolor de la pérdida”.

Que Dios les bendiga por siempre!!

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