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PorElectrónCrimiNahle

¿Pues a quién asesora Saldaña que le paga tan bien? ¿Puede un funcionario en activo dar asesorías?

El asunto ya debería ser un escándalo en redes y objeto de investigación por el Órgano Interno de Control (OIC) de la Sener, porque a leguas apesta a algo turbio.

El subsecretario millonetas también sacó a relucir su código postal vulgar y misógino, al haber llamado “narcomarrana” en Twitter a la presidenta de la SCJN, Norma Piña, para luego tratar de disculparse de una forma absurda e infantil, diciendo que se refería a un “conocido”.

Aquellos que lo conocen, afirman que Saldaña es toda una fichita, un altanero, poco tolerante, ególatra y creído que se siente protegido por sus cuates y conectes en el gobierno, por eso no tiene reparo en quitarse el bozal en redes sociales, como aquella vez que dijo que el accidente de la Línea 12 del metro fue por un sabotaje.

Saldaña no tolera que lo contradigan y se pone bastante intenso, como sucedió durante una reunión con industriales de Tijuana en marzo de 2022.

Nos cuentan que un empresario le hizo comentarios contra la reforma eléctrica que en ese momento promovía el Gobierno federal, ante lo cual Sergio Saldaña se encolerizó y comenzó a refutar enérgicamente cada palabra sin dejarle terminar.

Tan intenso se puso que otro empresario tuvo que tomarle del brazo para pedirle que le dejara continuar, a lo que Sergio Saldaña gritó enloquecido: “¡No me toques!

¡Quita tus manos encima de mí!”, seguido de más gritos en tono imperativo.

Ahora entendemos por qué no hay buena relación entre el Gobierno y las empresas, ya que funcionarios como él están enfocados en defender la ideología de éste y jalar agua para su molino antes de que termine el sexenio.

Estos años en la dirección general de Pemex le han servido a Octavio Romero Oropeza para foguearse, quitarse el complejo de tímido y provinciano ingeniero agrónomo desconocedor de la industria petrolera y adquirir seguridad para hablar en público y ‘sin pelos en la lengua’. Así lo dejó ver durante la inauguración del Congreso Mexicano del Petróleo celebrado en Campeche, donde sin ningún tapujo y muy envalentonado menospreció la producción de hidrocarburos por parte de empresas privadas que ganaron contratos en las rondas petroleras de EPN en el marco de la reforma energética, la cual llamó con todas sus letras ‘fracaso’.

Desafortunadamente los privados no tienen con qué defenderse del knock out que les asestó Oropeza porque para el cierre del sexenio morenista, su plataforma de producción sería de 280 mil barriles diarios y hoy por hoy apenas producen poco más de 100 mil barriles.

Además, se llenó la boca de orgullo al señalar que Pemex sigue siendo el mero mero en la producción, a pesar de sus quebradas finanzas.

Lospleitos entre Norma Leticia Campos y Walter Julián Ángel Jiménez en las sesiones de la CRE se han convertido una constante en las últimas semanas donde los ánimos están tan calientes que ya sólo falta poner un ring en medio del pleno para que saquen sus frustraciones.

Es penoso ver cómo aquellos que en sus hombros recaen responsabilidades normativas de gran calibre discutan de esa manera en una sesión pública, transmitida por internet sin la prudencia de resolver los temas en privado y con cordialidad. Ya se pasó de quienes dicen en cada sesión ‘de acuerdo’ a comenzar un debate basado más en prejuicios, ideologías que en la parte técnica y viable de proyectos.

Estas discusiones no deberían venir de funcionarios de un supuesto alto nivel que solo revelan el código postal de la 4T. ¿A poco no?

Por Jorge

Molina Larrondo molinalarrondo@gmail.com

Es consultor en Políticas Públicas, Relaciones Gubernamentales y Comercio Internacional.

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