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CFE TEIT imposible de cumplir apuesta por una misión

a empresa CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos (CFE-TEIT) se encamina a una t area titánica que tiene pocas posibilidades de cumplir: contribuir a cerrar la brecha digital en beneficio de 41 millones de mexicanos que no tienen acceso a este servicio, una misión que ni los gigantes como Telcel, Telmex, Movistar o AT&T han podido lograr.

El 29 de noviembre de 2022 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto que respalda la creación de la nueva compañía del Estado enfocada en llevar internet, telefonía y otros servicios de telecomunicaciones a las personas que no tienen servicio.

Actualmente hay 88.6 millones de mexicanos que usan internet, lo que representa el 75 por ciento de la de la población mayor a seis años de edad, lo que significa que hay otros 41 millones de personas sin conectividad, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

B ajo dicha estadística, siete de cada 10 personas cuentan con acceso a este servicio, sin embargo, el 81.6 por ciento de usuarios de internet se concentra en zonas urbanas y el 56.5 por ciento se encuentra en zonas rurales.

Analizando las entidades federativas, se observa que las de mayor número de usuarios de internet son la Ciudad de México con 88.3 por ciento, Baja California con 86.8 por ciento y Sonora con 85.8 por ciento, mientras los estados que registraron un menor porcentaje son Chiapas con el 46.1 por ciento, Oaxaca con el 56.9 por ciento y Guerrero con el 61.4 por ciento.

“ El mercado de servicios de internet no ha sido capaz de generar una expansión suficientemente dinámica

10.9 mil millones de pesos es el presupuesto designado para CFE TEIT para 2023 para alcanzar tasas de cobertura que permitan el acceso a este tipo de tecnologías a todos los hogares en el país”, destaca un diagnóstico elaborado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Uno de los objetivos de corto plazo de la nueva empresa es conectar con internet a 20 millones de mexicanos al cierre de 2024, según informó el director general de la CFE, Manuel Bartlett, el pasado 15 de febrero.

Es así que en un plazo de tan sólo dos años, CFE-TEIT tendría que sumar a su red a 54 mil 794 personas por día en promedio para cumplir con el objetivo planteado.

“El reto más grande de la CFE es llevar conectividad a zonas apartadas en donde los mercados no son rentables y el acceso para desplegar infraestructura es difícil”, opina Jorge Fernando Negrete, director de la consultoría Digital Policy and Law.

Hasta ahora la compañía opera 62 mil 413 puntos de internet gratuito en el país, en donde 44 mil 863 son escuelas públicas; tres mil 756 son edificios federales; dos mil 890 son tiendas Liconsa; dos mil 375 puntos están en sitios públicos; mil 771 están en unidades médicas rurales; mil 553 en Diconsa; mil 217 en bibliotecas, 853 en centros de salud y tres mil 135 en otros sitios.

D e las dos mil 469 cabeceras municipales del país, 117 ya cuentan con conectividad, y al finalizar el 2023 todas tendrán acceso a telefonía móvil e internet, según datos de la CFE.

Presupuesto insuficiente

Para este año, la compañía cuenta con un presupuesto histórico de 10.9 mil millones de pesos, un alza de 230 por ciento respecto a 2022.

D e esta forma, CFE-TEIT tendría la partida más alta que haya registrado desde su creación, con el que espera sumar mil puntos con acceso a internet gratuito en espacios públicos.

Además, iluminará su red de fibra óptica para incrementar la cobertura en el territorio nacional, lo que beneficiará a tres mil 100 localidades objetivo, en 32 estados, para adicionar alrededor de 15 mil 500 instituciones públicas.

Los recursos se destinarán básicamente para la adquisición de equipos de telecomunicaciones, torres, tecnologías de telecomunicación, desarrollo de sistemas informáticos para la automatización de los procesos operativos, con base en plataformas y tecnologías de código abierto.

A pesar de tener un presupuesto elevado, los recursos no son suficientes para cerrar la brecha digital, es decir, para permitir que todos los mexicanos cuenten con internet, pues se necesitarían por lo menos 14 mil millones de dólares, equivalentes a 256 mil millones de pesos aproximadamente, expone Michel Hernández Tafoya, director del Observatorio de las Telecomunicaciones de México (Observatel).

Ese monto equivale a casi dos veces el presupuesto planeado inicialmente para la construcción de la nueva refinería de Dos Bocas, en Tabasco, por ocho mil millones de dólares.

“Esos 10 mil millones de pesos si son aplicados estratégicamente y con trasparencia, pueden contribuir a avanzar en conectividad, pero no van a acabar con la brecha digital, para eso se necesita mucho más”, asegura Hernández.

Telefonía móvil ¿Más competencia?

A la par de la estrategia para llevar internet fijo a los hogares, CFE-TEIT también entró al mercado de la telefonía celular.

Los paquetes van desde 30 pesos hasta los dos mil 100 pesos divididos en 12 planes de prepago, los cuales se presentan en modalidad individual, semestral y anual, con gigas para navegar en internet, minutos para llamadas y mensajes SMS.

Como se aprecia en los gráficos, el plan más económico en modalidad individual es el “Súmate CFE-TEIT” de 30 pesos y con una duración de tres días, más dos Gigas de navegación, 250 minutos de tiempo aire y 125 mensajes cortos.

El paquete más caro en este esquema es el de 300 pesos con vigencia de 30 días, 20 Gigas de internet, mil 500 minutos y mil SMS. En la modalidad semestral el plan más barato es de 400 pesos, con cinco Gigas, mil 500 minutos y 500 SMS con una vigencia de 30 días.

El plan anual más caro es el de dos mil 100 pesos por 40 Gigas, mil 500 minutos, mil SMS y también una vigencia de 30 días.

La empresa ofrece servicios de telefonía móvil en el país con tecnología 4.5 G en mercados que son atendidos por AT&T, Telcel y Telefónica, entre otros, a pesar de que su título de concesión señala que sólo puede dar servicio en sitios en donde no hay presencia de otros competidores.

“CFE-TEIT genera preocupación en la industria, pues existe la duda de si podría generar una distorsión en el mercado al convertirse el Estado en un competidor directo de las empresas privadas, lo que afectaría la competencia”, subraya Jorge Bravo, experto en telecomunicaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Polémica alianza

La compañía entró al mercado bajo el modelo de los Operadores Móviles Virtuales (OMV), una industria que generó 4 .2 mil millones de pesos en 2021 y que cuenta con poco más de ocho millones de usuarios, según la consultoría CIU.

Los OMV son telefónicas que no cuentan con una red propia y rentan las de otras compañías; bajo este modelo operan marcas como Freedom Pop, Izzi Móvil, Pillofón, Oxxo Cel, entre otros.

CFE-TEIT usa la red de Altán Redes, una empresa privada que se creó tras la reforma de telecomunicaciones y que cayó en la quiebra tras la pandemia por Covid-19.

El Gobierno federal la ‘salvó’ con una inyección de 161 millones de dólares, en un hecho que fue interpretado por los expertos como el primer rescate de una empresa privada que se realizó en el autodenominado Gobierno de la Cuarta Transformación.

La acción fue cuestionada por los expertos, pues durante la contingencia sanitaria el Gobierno federal se negó a apoyar y rescatar a empresas privadas; también les negó la exención de obligaciones fiscales, lo que provocó el cierre de un millón de empresas y negocios, según datos del INEGI.

“ El proyecto de Altán se ha ido desnaturalizando desde su objetivo original, no es conveniente que el Estado esté metido en el mercado. Cuando se mezcla política con la economía en un sector de capital intensivo, la experiencia no es buena”, considera Michel Hernández.

Por Staff Energy21 @energ21mx

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