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Migrantes marchan por los derechos de las trabajadoras del hogar en España
Entre sus principales desgastes físicos están las afectaciones en la espalda, rodillas y manos, particularmente en los tendones y en el túnel carpiano.
centraciones en espacios públicos en conmemoración por su día, asegurando que “además de celebración es una fecha de reivindicación”, como dijo la antropóloga social mexicana Aracelis Sánchez.
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“Es lo que sostiene a todo el mundo, si no hay quien limpie, si no hay quien cuide, nadie más podría trabajar”, comentó Sánchez, quien al llegar a España hace 15 años tuvo que hacer a un lado su profesión para dedicarse al trabajo doméstico.
Enfermedades propias del desgaste
Las “territorias”, como se autodenominan, piden que las enfermedades adquiridas por ejercer sus labores sean reconocidas como profesionales para tener la posibilidad de gozar de bajas laborales por discapacidad sin temor a ser despedidas. Entre sus principales desgastes físicos están las afectaciones en la espalda, rodillas y manos, particularmente en los tendones y en el túnel carpiano.
“Estas herramientas no se mueven solas, las mueven personas”, es su consigna este año. Al ritmo de cantos y bailes propios de la cultura latina, como la cumbia y la salsa, las migrantes que han encontrado en el empleo doméstico y cuidados de personas dependientes un sustento para ellas y sus familias en su país de origen, portan pelucas y gafas durante sus manifestaciones porque de esta forma, las que se encuentran en condición migratoria irregular, se sienten más seguras. Continúa la lucha
Entre los avances que las trabajadoras domésticas han conseguido, se destaca la ratificación del Convenio 189 de la OIT por parte del gobierno español que, entre otras cuestiones, reconoce el derecho al subsidio por desempleo, y la desaparición de los despidos repentinos. Además, el año pasado reunieron, junto a otros colectivos, unas 500.000firmas para la iniciativa popular legislativa en favor de una regularización extraordinaria para casi medio millón de migrantes, que actualmente está siendo debatida en el congreso de los diputados. A pesar de ello, las activistas admiten que queda mucho por hacer para reivindicar algunos derechos.