Biodiversidad Mesoamericana (1)

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“Biodiversidad Mesoamericana” es una publicación digital mensual de comunicación de la ciencia en torno al conocimiento y conservación de la Diversidad Biológica y Cultural de Mesoamérica.

Edición 1 Vol. 1 Comité Editorial: Elí García-Padilla Halla García-Mayoral Eduardo Alexis López-Esquivel Vicente Mata-Silva Larry D. Wilson Autores de esta primera edición: Haydée Morales-Flores Norma Patiño-Navarro Halla García-Mayoral Daniel Pineda-Vera Vicente Mata-Silva Eli García-Padilla Larry D. Wilson

Todos los derechos reservados © 2021

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Dedicatoria: A la memoria y obra de uno de los más grandes y notables naturalistas mexicanos de todos los tiempos, el extinto Maestro Rafael Martín del Campo y Sánchez. Considerado el padre mexicano de la Etnozoología y de la Herpetología. Sus numerosas contribuciones consisten en 68 artículos científicos y 19 de divulgación, la mayoría sobre anfibios y reptiles, seguidos de temas etnológicos, y se encuentran disponibles en los Anales del Instituto de Biología de la UNAM. Su obra retoma, analiza y reivindica el profundo conocimiento de los pueblos originarios en torno a la biodiversidad mexicana.

(Fotografía tomada de la red sin datos de autor disponibles)

“Es un deber de los mexicanos de hoy revisar y revalorar la civilización y la cultura del antiguo México indígena, tan calumniadas por los españoles que invadieron y sometieron a la fuerza a un país al que no comprendieron, ni estudiaron, ni supieron entender”

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Dedicatoria: Para nuestra entrañable y muy querida “Sarita” (Sara de León Chávez) o “La Maestra Sarita” quién es nuestro baluarte más importante para entender y haber podido ser partícipes de la celebración de una de las festividades simbólicas y sincréticas más notables en todo el mundo “La Boda de la Lagarta” (Fiesta Patronal de San Pedro Apóstol) llevada a cabo por el pueblo originario Chontal; el cual ella conoce mejor que nadie sobre la faz de la Madre Tierra (Cipactli). Sarita ha dedicado toda su vida profesional y laboral a las causas comunitarias, al trabajo social y etnográfico en Oaxaca y particularmente con el pueblo originario Chontal. Ella es nuestra informante más importante y nuestra fuente inagotable de inspiración para seguir caminando en este andar en favor del conocimiento, valoración y reivindicación de los pueblos originarios de México.

Fotografía por Elí García-Padilla

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Identidad, ocurrencia y uso ritual de crocodilianos en San Pedro Huamelula, Oaxaca, México: una perspectiva interdisciplinaria Haydée Morales-Flores, Norma Patiño-Navarro, Elí García-Padilla y Larry D. Wilson

Fotografía por Elí García-Padilla

Resumen: Se analiza la incidencia o ausencia del caimán (Caiman crocodilus) en Oaxaca, al mismo tiempo que se documenta el uso simbólico de la herpetofauna viva en rituales contemporáneos indígenas y de las representaciones visuales que surgen a partir de la fiesta patronal de San Pedro Apóstol realizada en la cabecera municipal de San Pedro Huamelula, Oaxaca, México. Esta es una festividad tradicional muy antigua originada por el sincretismo entre un culto de origen prehispánico y la religión católica, que desde la época de la conquista española y el proceso de colonización, dieron por resultado una fusión religiosa compleja.

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Introducción Mata-Silva et al., (2015) discutieron la composición, distribución fisiográfica y estado de conservación de la herpetofauna notablemente diversa del estado mexicano de Oaxaca. Reportaron un total de 442 especies para el estado, incluidos 106 anuros (ranas y sapos), 41 salamandras, dos cecilias, tres crocodilianos, 271 escamosos (lagartijas y serpientes) y 19 tortugas. Los tres crocodilianos que indicaron que ocurren en el estado son Crocodylus acutus, C. moreletii y Caiman crocodilus. Colocaron a las dos ultimas especies especies nombradas en la Planicie Costera del Pacífico y Planicie Costera de Tehuantepec dentro del estado, donde también informaron que ocurría Crocodylus acutus (Mata-Silva et al., 2015). Basaron su posición en la información proporcionada por Casas-Andreu et al. (2004). Después de Mata-Silva et al. (2015) apareció el artículo, Escobedo Galván et al. (2015: 220) quienes opinaron que la idea de que Caiman crocodilus habita en el estado de Oaxaca en México constituye "un malentendido por más de 140 años". Incluso dada la aparición de esta frase en el título de su artículo, Escobedo Galván et al. (2015: 220) indicaron que este malentendido todavía era "posible". Estos autores señalaron que la idea de que el holotipo de la "subespecie" C. c. chiapasius vino del Istmo de Tehuantepec se debe al título del artículo de Bocourt de 1876 en el que se describió a la "subespecie". Aunque el título del documento en francés es "Note sur quelques reptile de l'isthme de Tehuantepec (Mexique) donnés par M. Sumichrast au Muséum", ese mismo documento indicaba que "les cinq caimanes en peaux, que l'on doitaux soins de M. Sumichrast, proviennent de la vallée de Tonala, provincia de Chiapas". Para examinar la posibilidad de la aparición de Caiman crocodilus en Oaxaca, Escobedo et al. (2015: 222) realizaron cuatro monitoreos nocturnos "en lagunas de agua dulce en las cercanías de San Pedro Tapanatepec y Chahuites", dos localidades oaxaqueñas situadas a 7–12 km de la frontera con Chiapas. Los autores, sin embargo, no localizaron a ningún individuo del caimán de anteojos durante estas búsquedas. Las entrevistas con los propietarios locales también indicaron que estas personas, aunque parecían "muy conscientes de las diferencias entre las especies" (es decir, caimanes y cocodrilos), no habían observado las especies anteriores en estos lugares. Escobedo y colaboradores (2015: 222) concluyeron así que “con base a la información disponible y [sus] muestreos nocturnos, [ellos] consideran que la distribución de C. crocodilus en México está

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restringida a las tierras bajas del estado de Chiapas. Las iniciativas futuras deberían centrarse en encuestas sistemáticas para abordar la posible aparición de C. crocodilus en Oaxaca, y los análisis posteriores deberían evaluar los factores intrínsecos o extrínsecos que limitan la distribución de C. crocodilus en México ". Es importante señalar que, incluso dada la naturaleza definitiva del título de su artículo, Escobedo Galván et al. (2015: 222) todavía reconoció la necesidad de "encuestas sistemáticas para abordar la posible aparición [énfasis nuestro] de C. crocodilus en Oaxaca". El artículo de Escobedo et al. (2015) apareció en el cuarto número de Mesoamerican Herpetology durante el tiempo en que dos de nosotros (EGP y LDW) estábamos participando en una excursión a Oaxaca en compañía de Vicente Mata-Silva (VMS) y Dominic DeSantis (DDS). Después de que DDS regresó a su hogar en El Paso, Texas, y VMS dejó el trabajo de campo para visitar a sus familiares en Río Grande Tututepec, Oaxaca, EGP y LDW, en compañía de uno de nuestros coautores (Haydée Morales Flores), decidieron viajar a San Pedro Huamelula en la costa de Oaxaca después de haber visto una copia de un póster que representaba escenas de la celebración católica de 2006 de "San Pedro Apóstol", un evento anual que tiene lugar en esta ciudad durante los últimos días de cada junio. El póster (Fig. 1 y 2) incluía varias fotografías de escenas en las que se veía claramente que el cocodrilo utilizado en la ceremonia era un individuo de Caiman crocodilus. Este póster fue preparado por otro de los coautores de este artículo, Norma Patiño-Navarro (NP), para una presentación sobre semiótica visual en la Asociación Internacional de Semiótica Visual en Argentina en 2012. Nuestro viaje del 27 al 28 de junio coincidió con la ceremonia de ese año (2015). Durante estos dos días, llevamos a cabo entrevistas con varias personas locales en la comunidad de San Pedro Huamelula (Fig. 3) que proporcionaron pistas sobre el caimán utilizado en la ceremonia de 2006, lo que llevó a otras personas de manera gradual hasta que llegamos en la respuesta probablemente correcta a la pregunta del origen de este animal. En este sentido, el siguiente artículo reflexiona sobre la incidencia o ausencia del caimán en Oaxaca, al mismo tiempo da cuenta del uso simbólico de la herpetofauna viva en rituales contemporáneos indígenas y de las representaciones visuales que surgen a partir de esta celebración. En particular, se analiza la fiesta patronal realizada en la cabecera municipal de San Pedro Huamelula, del 24 al 30 de junio de cada año. Esta es una festividad tradicional muy antigua originada por el sincretismo entre el culto de origen

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prehispánico y la religión católica, que desde la época de la conquista española y el proceso de colonización, dieron por resultado una fusión religiosa de gran complejidad.

Fig. 1

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Fig. 2

Particularmente, la presente propuesta elaborada desde la Biología, la Semiótica visual y la Antropología social, es una perspectiva interdisciplinaria, multidisciplinaria y transdisciplinaria que nos permite comprender la relación Sociedad-Naturaleza. Además, contribuye al abordaje de fenómenos biológicos y sociales como la biodiversidad, la conservación, la cultura y las representaciones sociales en el mundo contemporáneo. Siguiendo a los objetivos antes mencionados, este documento se encuentra dividido en cuatro partes. En la primer parte se expone el enfoque teórico-metodológico que guió a la investigación. Posteriormente, en el segundo apartado, a partir de las investigaciones recientes se discute la presencia del Caimán en Oaxaca. En el tercer aparado se reflexiona de manera general sobre el uso ritual de cocodrilo en la celebración de San Pedro Apóstol en San Pedro Huamelula, así como también su participación en dicha celebración. Finalmente, en las conclusiones se presentan las deducciones surgidas del diálogo de saberes y debate entre los integrantes del equipo de trabajo.

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¿Está presente el Caimán (Caiman crocodilus) en el estado mexicano de Oaxaca?

Fotografía por Elí García-Padilla

Las entrevistas que llevamos a cabo los días 27 y 28 de junio de 2015 se desarrollaron para permitirnos pasar de una persona a otra en la ciudad, cada una de las cuales tenía una parte de la historia sobre cómo el caimán representado en el póster de NPN se usó para la ceremonia de 2006. Cada una de estas personas también nos dirigió a otra persona que se creía que tenía información adicional de uso para nosotros. Primero hablamos el 27 de junio de 2015 con la Joyse Trinidad Pomposo, quien fue el mayordomo de la ceremonia de 2015, quien nos dijo que el caimán utilizado en 2006 murió y fue enterrado en la orilla del río Huamelula. Trinidad entonces nos dirigió a hablar con Don Manuel Villalobos, quien en ese momento era Capitán de los Turcos y Regidor de Usos y Costumbres. El señor Villalobos indicó que el caimán de ese año fue traído de Salina Cruz. Salina Cruz es una ciudad en la costa del Pacífico de Oaxaca, ubicada a unos 18 kilómetros al sur de Tehuantepec y a unos 11 kilómetros al oeste de un par de grandes lagunas llamadas Laguna Superior y Laguna Inferior. Indicó que el caimán era grande y fuerte, pero que había sido atado y transportado dentro de una bolsa grande. Que el caimán podría haberse originado en Salina Cruz tenía sentido para nosotros, dada la proximidad de la ciudad a las dos grandes lagunas costeras que parecería proporcionar un hábitat adecuado para este cocodrilo. Villalobos confirmó que el caimán utilizado en 2006 murió posteriormente, habiendo sobrevivido solo tres días, luego de lo cual fue enterrado en la orilla del río

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Huamelula. Estimó que el animal medía aproximadamente un metro y medio de longitud total. También agregó que el animal en realidad se originó en San Mateo del Mar. San Mateo del Mar es una comunidad que se encuentra a unos 30 kilómetros al este de Salina Cruz en un tramo de tierra que limita con la costa sur de la estrecha extensión occidental de Laguana Inferior. Esa porción de tierra encierra una laguna larga y estrecha en la costa de San Mateo del Mar. Inspeccionando Google Earth, esta pequeña laguna parece ser el lugar más probable para una población de Caiman crocodilus. Al día siguiente, entrevistamos al Sr. Bartolomé García Castro (Capitán de los Turcos y Regidor de Usos y Costumbres, 2006), quien también confirmó que el animal utilizado en la ceremonia de 2006 fue señalado por “los mareños” como un caimán. Tanto Trinidad como García están indicados como “Capitán de los Turcos y Regidor de Usos y Costumbres” en 2006. Él, sin embargo, dijo que el animal provenía de una laguna en La Crucecita, en el municipio de Santa María Huatulco. La Crucecita es una comunidad costera ubicada a unos 40 kilómetros al ENE de Puerto Ángel, que se encuentra en el punto más meridional del estado de Oaxaca. Según una revisión de Google Earth, esta localidad parece mucho menos probable para una población del Caimán de anteojos, es decir, no hay lagunas en las cercanías de esta comunidad. Luego fuimos dirigidos al profesor Dagoberto Sánchez Morales, quien declaró que en 2006 se aseguraron dos caimanes, uno más grande y el otro más pequeño. El pequeño murió durante el viaje, pero el más grande sobrevivió durante dos años más, después de lo cual fue donado a un sitio desconocido. En este punto, el enfoque cambió considerablemente, ya que el profesor Sánchez indicó que los dos animales provenían de un cocodrilario lejos de Tabasco. Nos ordenaron hablar con el Sr. José Lima Cabrera, quien nos dijo que el animal de 2006 no era oaxaqueño, sino que fue traído de Tabasco, en particular de un cocodrilo ubicado en Pantanos de Centla, Tabasco. Los Pantanos de Centla es una reserva de biósfera ubicada en el delta de los ríos Usumacinta, San Pedrito y Grijalva, los “Tres Brazos”, que consiste en humedales durante todo el año y bosques pantanosos inundados estacionalmente. En este punto, parecía que el caimán utilizado en la ceremonia de 2006 no provenía de Oaxaca, sino de una granja de cocodrilos en Tabasco,

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un estado en el que no se sabe que Caiman crocodilus ocurra naturalmente (J.D. Johnson, comunicación personal). . En este punto de nuestra serie de entrevistas, el enfoque cambió nuevamente cuando hablamos con el actual alcalde de San Pedro Huamelula, el arquitecto Joel Vázquez Rojas, quien indicó que había un espécimen preservado de un caimán en el palacio municipal. Luego visitamos el palacio para descubrir que el espécimen es de hecho un Caiman crocodilus. El alcalde declaró que el espécimen tenía al menos 40 años, pero que no sabía su origen. Señaló que en el pasado la gente local usaba animales para la ceremonia que fueron capturados en la naturaleza en las cercanías de San Pedro Huamelula. Tras consultar con algunas personas mayores, en particular el Sr. Manuel Machuca Bareca y Leoncio Sosa Méndez, este espécimen preservado posiblemente se originó en la Laguna de Temazcalco en San Pedro Huamelula. Desafortunadamente, no pudimos encontrar más información sobre el espécimen preservado, así que terminamos nuestra serie de entrevistas en San Pedro Huamelula. Como resultado de estas entrevistas pudimos concluir lo siguiente: 1. El animal utilizado en la ceremonia de La Lagarta de 2006 fue un cocodrilo Caimán, como lo demuestran las fotos tomadas durante la ceremonia por NPN. Este animal provenía de una granja de cocodrilos ubicada en los Pantanos de Centla, en el estado de Tabasco. Presumiblemente, este animal era un cautivo que se originó fuera de Tabasco. 2. El espécimen preservado ubicado en el palacio municipal de San Pedro Huamelula también es un cocodrilo Caimán que tiene al menos 40 años y podría haberse originado en la Laguna de Temazcalco en San Pedro Huamelula. 3.

Para la ceremonia de La Lagarta en San Pedro Huamelula, la gente local ha usado históricamente tres especies, es decir, Caiman crocodilus, Crocodylus acutus e Iguana iguana.

4. En años anteriores en San Pedro Huamelula, la costumbre era capturar los animales utilizados en las lagunas vecinas, es decir, en Oaxaca, pero en tiempos más recientes las criaturas utilizadas eran individuos cautivos de granjas de cocodrilos, por ejemplo, en Tabasco.

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5. Por lo tanto, el resultado de nuestro tiempo pasado en San Pedro Huamelula durante el festival es que no pudimos demostrar la presencia de Caiman crocodilus con un grado suficiente de seguridad. No obstante, parece que si este cocodrilo se produce en Oaxaca, el mejor lugar para buscarlo sería en la pequeña laguna al sur de San Mateo del Mar. Esperamos seguir esta vía de investigación en un futuro no muy lejano. Adicionalmente y después de un largo periodo de elaboración de este manuscrito, un ejemplar de Caiman crocodilus fue observado y fotodocumentado por Laura y Bobby Bok (fig. 4 y 5) en cuerpos de agua estacionales a unos 10 kms. al este del límite estatal entre Oaxaca y Chiapas en las coordenadas ( 16.222243 -93.953698) y a unos 12 kms. en línea recta del mar muerto, sistema estuarino que es compartido por ambas entidades federativas (Oaxaca y Chiapas) y a unos 26 y 30 kms. respectivamente de Chahuites y San Pedro Tapanatepec (Oaxaca) que son las 2 localidades muestreadas por Escobedo Galván et al (2015). El hallazgo de este ejemplar justo en la frontera entre ambos estados, sugiere que no hay distancias significantes, barrera fisiográficas y que en efecto, dadas las condiciones ecosistémicas idénticas entre la porción oaxaqueña y chiapaneca, C. crocodilus sin duda es parte de la herpetofauna oaxaqueña tal como lo han señalado previos autores.

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Fig. 4. Fotografía por Laura y Bobby Bok

Fig. 5. Fotografía por Laura y Bobby Bok

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Uso ritual de crocodilianos en la celebración patronal de San Pedro Apóstol en San Pedro Huamelula, Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, México

Fotografía por Elí García-Padilla

En un principio, reconocemos que la relación naturaleza-ser humano ha sido trabajada con anterioridad por diferentes disciplinas con una diversidad de enfoques1; en este sentido, no es nuestro objetivo profundizar en este aspecto. Sin embargo, desde una perspectiva cultural y social coincidimos que a la naturaleza (flora, hongos, fauna y paisaje) le son atribuidos una serie de símbolos y significados, los cuales difieren de cultura en cultura y varían en el tiempo. A su vez, estos lenguajes de valoración o de significados sobre la naturaleza están intrínsecamente marcados por las prácticas 1

Por mencionar algunas perspectivas podemos citar a la Etnobiología, la Antropología Ecología, la Ecología social, entre otras. Más allá de las disciplinas o especialidades académicas, y reconociendo las afinidades plurales de los autores, nuestra propuesta considera la interdisciplinariedad como una perspectiva en el que conjugan diferentes disciplinas, posturas teóricas y experiencias académicas para reflexionar, proponer y crear conclusiones en conjunto sobre un mismo tema y objetivos; al mismo tiempo que las fronteras académicas se vuelve difusas y muchas veces coincidentes.

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mediante las cuales el hombre se apropia de ella. En este sentido, el ser humano no sólo necesita de la naturaleza para subsistir u obtener ganancias económicas, sino que también porque a través de esta relación le da sentido a su existencia y a la forma de percibir el mundo. Ante ello, hay diferentes racionalidades de concepción e interacción con la naturaleza, disímiles al dualismo característico de la visión occidental, en el cual la relación hombre-naturaleza se encuentran separadas. Por ejemplo, el trabajo etnográfico realizado por antropólogos con grupos originarios dio cuenta que “Comúnmente, esa gente no sólo atribuía disposiciones y comportamientos humanos a plantas y animales –uno de los más antiguos enigmas de la antropología-, sino que, además, a menudo expandían el reino de lo que para nosotros son organismos no vivientes para incluir espíritus, monstruos, objetos, minerales o cualquier entidad dotada de propiedades definitorias como una consciencia, una alma, una capacidad de comunicarse, mortalidad, la capacidad de creer, una conducta social, un código moral, etc.” (Descola, 2001). En particular, la herpetofauna (anfibios y reptiles) tiene diferentes usos y le son atribuidos significados específicos. De manera general, es un medio de subsistencia, ya que es fuente de alimento, es usada para la elaboración de prendas (principalmente cinturones, bolsas y zapatos), su captura y comercialización muchas veces responde a fines recreativos o medicinales. Al mismo tiempo se le atribuyen características mágicas, religiosas o sobrenaturales e incluso participa de rituales. En México, para algunos médicos tradicionales la carne de víbora de cascabel es medicinal; la recopilación realizada por la Biblioteca Mexicana para la Medicina Tradicional2 menciona que: “Los purépechas de Capácuaro, Michoacán, aseguran que se debe comer la carne seca de la víbora de cascabel en caso de accidente, pues ‘así se junta más rápido la carne con el hueso’; atribuyen las propiedades de la víbora al hecho de que come animalitos, combinando internamente sus atributos particulares con los nuevos ingeridos3. En Maravatío, Michoacán, la carne se come cocida para tratar várices, problemas de circulación y cáncer; mientras que en Pátzcuaro, la comen fresca o seca para atender padecimientos relacionados con la ‘falta de sangre’. En Oaxaca, los triquis ingieren su carne para bajar la

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Para consultar la información completa ingresa a: http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx/termino.php?t=carne_de_v%C3%ADbora_de_cascabel &l=1&id=2785 3 Sasson Lombardo, Y., 1982.

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hinchazón; por su parte, informantes del mercado Sonora, del Distrito Federal, la recomiendan cocida para recuperar la fuerza sexual4. También es utilizada seca o en polvo para aliviar diversos padecimientos, como granos, anemia, mareos, leucemia, etcétera5. Sus innumerables atributos han sido difundidos ampliamente en el país por los llamados merolicos, quienes privilegian su supuesta actividad anticancerígena, vendiéndola en distintas presentaciones: seca, pulverizada, etcétera.” (referencias y entrecomillado del autor). Asimismo, varias especies de serpientes son consideradas como guardianas de lugares sagrados como son cerros, cuevas, ojos de agua, lagunas o ríos. En el poblado de Santa Catarina Lachatao, Sierra Norte de Oaxaca, la víbora de cornuda mexicana (Ophryacus undulatus) es considerada la guardiana del Cerro de “La Valenciana” o “Cerro del Jaguar”, lugar donde además se encuentran evidencias arqueológicas de ocupación desde la época prehispánica6. En la Sierra de Juárez, ciertas especies de la familia Ánguidae (géneros Abronia, Barisia y Gerrhonotus) son consideradas altamente peligrosas porque son estimadas como venosas e incluso mortales para el ser humano. Algunos relatos en la Sierra Norte de Oaxaca señalan que con el simple hecho de que su sombra de toque la piel puede causar la muerte. También, en algunas regiones de México la Iguana verde (Iguana iguana) y la Iguana prieta (Ctenosaura pectinata) forman parte del repertorio gastronómico y su ingesta es de uso cotidiano. 7 Con respecto al uso simbólico del cocodrilo en México, los registros arqueológicos nos muestran su importancia dentro de la cosmovisión y cosmogonía de las culturas en la época prehispánica. Por ejemplo, el cocodrilo o lagarto para los grupos que hablaron náhuatl era Ciplactli que es el primer día del calendario (Barreda 1976); por parte, los hablantes de Maya en la Península de Yucatán lo llaman “Áain, áayin”8, nombre que aún

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Campos, T. de M., 1979. Ruiz Salazar. C. L, 1989 6 Relato recuperado en el año 2014 por Haydée Morales Flores y Elí García Padilla.

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Nuestra intención no es hacer un listado de todos los usos y significado atribuidos a la herpetofauna en México sino destacar su variedad y diversidad en todo el país.

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Traducción realizada con base al Diccionario Básico Español/Maya.

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prevalece. En chontal de la Sierra Sur de Oaxaca se dice “Tlaimu, laimugua”.9 Thompson agrega que “Cipactli, el día equivale de la meseta mexicana, también simboliza la tierra, porque Cipactli es el cocodrilo-tierra, cuyas nudosas y espinosas espaldas, forma la corteza terrestre. Cipactli parece significar “criatura espinosa” y el término cipaque aún sobrevive en partes de México para significar cocodrilo o, quizás, caimán. El nombre zapoteco para este día significa también cocodrilo, cuyas espaldas formaron la tierra, flotó en un gran estanque. Hay evidencias en el arte maya de que obtuvo el mismo concepto entre los mayas” (1950:70-73 en Barreda 1976). Para Arias Ortiz “El cocodrilo en la época prehispánica se interpretó como la representación de un ser divino de alta jerarquía, su presencia e imágenes se encuentran en los tres niveles del cosmos; la tierra, el cielo y el inframundo, en que los conceptos de tiempo, espacio, cuatro direcciones del universo, axis mundi, creación del universo y del hombre, relación de las fuerzas divinas con el agua y comunicación a través del cielo están presentes” (2007:23). Asimismo, Arias investiga sobre la importancia del cocodrilo en la cultura maya contemporánea, en particular registra la danza de David y Goliat realizada en Tabasco y la de la Serpe/K’ap llevada a cabo en Guatemala. Esta celebración católica se encuentra dedicada a la Virgen de la Concepción y se realiza los días 7 y 8 de diciembre; en dicha festividad el cocodrilo se encuentra representado (2009). Para fines del trabajo, resumimos las interpretaciones a las cuales llega Arias con respecto al cocodrilo: 1.- En esta danza David mata a un danzante que porta una máscara de cocodrilo que representa al Dragón como lo señala la biblia católica. “La idea e imagen de un dragón, en el sentido estricto de la cosmovisión europea, no tuvo cabida en el imaginario de los habitantes cuando esta danza llegó… …pero hay cocodrilos y es lo más parecido que se encuentra…”(2009:123) 2.- “El cocodrilo encarnado en La Sierpe/K’ap si bien evoca, como en el caso anterior, la idea católica de un ser maligno, también alude a la relación del cocodrilo con el agua, en tanto que de acuerdo con la tradición un animal de su especie era el guardián del pozo, acaso un chikchan. La analogía conduce a lo primigenio: con lo que se puede nacer, purificar y re-nacer; así como adquirir particularidades tales como el vigor y la 9

Traducción tomada del libro Estudios de el Chontal por Francisco Beldar.

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inmortalidad. Vínculos en donde el modo de vida del cocodrilo se eleva a otros planos de pensamiento de regeneración y creación. Esto mismo asocia al cocodrilo con el Inframundo, en tanto que el agua es uno de los elementos de este plano, además de su relación con las cuevas. Es seguro que los españoles se aprovecharan de esta imagen para implantar la idea del dragón o demonio que vive en el Infierno” (2009:124-125). Específicamente, en el estado mexicano de Oaxaca, a lo largo de la llanura costera del Pacífico, ya se ha registrado el significado simbólico de los cocodrilos, como un dualismo entre hombre-animal, que localmente se llama "Tonal" (equivalente a "Nahual" entre otras culturas) en las cercanías de Lagunas de Chacagua (Municipio de Villa de Tututepec) (García-Grajales y Buenrostro-Silva, 2015). En este estudio, los autores proporcionaron datos como el que demuestra que el 81% de las personas entrevistadas (total: 54 entrevistas) creen en los "Tonales", de los cuales el 53.7% piensa que los cocodrilos son el principal animal vinculado con este hecho sobrenatural (El cocodrilo y el ser humano pueden ser la misma entidad y pueden intercambiarse conscientemente). En San Pedro Huamelula, municipio de San Pedro Huamelula, Oaxaca, durante la celebración de San Pedro Apóstol uno de los personajes protagónicos es un caimán o un cocodrilo en la mayoría de las ocasiones. En este rito, según el relato de algunas personas, “la Lagarta” representa a una princesa encantada, la creencia es que ella ha sido embrujada como una venganza en la lucha por el poder, el enojo de los brujos paró en este crimen castigando así a la hija de los mareños y convirtiéndola en Lagarta. El origen de esta fiesta, según la tradición oral data de la época evangelizadora, ya que las referencias tienen que ver con las ceremonias católicas transmitidas por los predicadores y su fusión con los ritos sagrados de la época prehispánica. A pesar de ello es una fiesta que no hace referencias a una época histórica específica. Las raíces mitológicas alrededor de este culto son variadas, son historias que se transmiten de voz en voz, de padres a hijos, de abuelos a nietos, que se relatan por las calles de Huamelula y sus alrededores, a veces sentados en los portales de las casas, a veces recostados en las hamacas ante un clima de intenso calor seco, si las inclemencias del tiempo postergan una benévola y refrescante lluvia de verano. Es inevitable que estos relatos sufran alteraciones con el paso del tiempo, por lo que hay aspectos de la fiesta de origen confuso y que no

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tienen una explicación clara, o que las versiones sean contradictorias mezclando la historia con el mito, como se señala en este espacio.10 Escamilla (2007) se refiere a San Pedro Huamelula como “el Pueblo Danzante” en referencia a las celebraciones que realizan durante todo el año, en las cuales la personificación, la música y la danza son centrales. Al respecto Téllez señala que en “las danzas de Huamelula podemos encontrar reminiscencias prehispánicas en el uso de instrumentos como la flauta y el tambor, en los símbolos y personajes como la estrella de ocho puntas, el tepache y la serpiente. Así también encontramos reminiscencias españolas en la temática como la de moros y cristianos, en los personajes como Santiago, San Sebastián o los ángeles y en la ocasión en que se ejecuta la danza como las fiestas del Santo Patrón (2011:s/p). Cabe mencionar que en San Pedro Huamelula, los elementos de la naturaleza como es la flora, la fauna o el paisaje (montañas, cuevas, ríos, ojos de agua) forma parte de su mundo cotidiano al cual acceden para obtener sustento, pero también es parte del mundo ritual y simbólico. En Huamelula actualmente se realizan rituales para la buena siembra, se utilizan plantas y animales con fines medicinales; existen lugares dotados de aspectos sobrenaturales, los cuales pueden ser buenos o malos; también se puede acceder a ellos para petición de deseos. Los Lugares Sagrados son espacios naturales como: cerros, ríos y cuevas, que se visitan para pedir bienestar (buena siembra, salud, solución a un problema), algunos lugares también son utilizados para solicitar enfermedades o algún daño a otras personas. Por lo general la visita va a acompañada de una ofrenda que es depositada en el lugar, la cual consiste en comida, incienso, mezcal o aguardiente, flores, veladoras, también se puede llevar a cabo un rezo. Por otra parte, estos lugares son parte de las narrativas de la comunidad, lugares o piedras fueron testigos de batallas, al reconocerlas, a través de la historia oral, se rememora la historia del pueblo. En la entrada de San Pedro Huamelula se encuentra la piedra con forma de serpiente llamado “Cerro el Boquerón” que da cuenta de la batalla por el territorio entre el pueblo chontal y los “piratas”.

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Para el antropólogo estructuralista Claude Lévi-Strauss son fundamentales las relaciones entre naturaleza y cultura y las correspondencias entre el pensamiento mítico y el pensamiento histórico.

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La representación del ritual “La boda de la lagarta” en la fiesta patronal de San Pedro Apostol en San Pedro Huamelula, Oaxaca, México.

Fotografía por Elí García-Padilla

La celebración de la fiesta patronal dedicada a “San Pedro Apóstol”, realizada de acuerdo al Calendario Litúrgico Católico11, inicia el 24 de junio, y particularmente en Huamelula termina el 30 de junio. San Pedro Apóstol es considerado el Santo de los pescadores, en los relatos bíblicos se señala que Jesús le dio las llaves del cielo a Pedro, convirtiendo en custodio, al mismo tiempo que le otorgó el poder de todo lo que se puede accionar desde el cielo como son las lluvias. Es interesante resaltar que dicha celebración se efectúa durante el periodo de lluvias e inicio de la temporada de siembra. Cabe destacar que hay una preparación previa a la fiesta, en donde la autoridad municipal es central en la organización, pues es quien convoca a las personas que fungirán

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“La información que se muestra es según el calendario romano general y contiene sólo las celebraciones que están destinados a ser observadas en el rito romano en todos los países del mundo” en: http://www.vercalendario.info/es/evento/liturgia-catolica-ano-calendario-2015.html

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como capitanes de los diferentes grupos que integran la celebración. Al respecto Don Tomás García Avendaño nos menciona que cuando él fue presidente municipal, durante el periodo 1960-1962, tuvo que hablar con los capitanes. De una forma muy respetuoso, les dijo: “Vengo con ustedes porque tenemos que sacar este pendiente, nuestra fiesta, la de nuestro Santo Patrono, venimos a pedirle su ayuda para que todo salga bien”. Dicha festividad es una puesta en escena, una representación en la que cada uno de los habitantes del pueblo participa de alguna manera. La fiesta ritual es el reflejo de una cultura y tiene una lectura múltiple. Cada episodio, cada gesto emite signos, emite textos, discursos que reiteran el símbolo y que a su vez lo distorsionan, porque en estos actos hay cambios, hay contradicciones, improvisaciones, porque cada nueva escenificación evidencia las disposiciones que exige la vida contemporánea. Algo que describen bien las palabras de Iuri Lotman12: “El texto se presenta ante nosotros no como la realización de un mensaje en un solo lenguaje cualquiera, sino como un complejo dispositivo que guarda varios códigos, capaz de transformar los mensajes recibidos y de generar nuevos mensajes…”. En el pueblo durante estos días el regocijo está a flor de piel, cada momento es celebratorio, y el juego y el humor son ingredientes importantes de la festividad. Aquí todo es movimiento, todo es sonido, en las calles los diferentes grupos de danzantes, van anunciando su camino con cuetes y música, bailan e invitan a bailar con ellos a los espectadores.13 La celebración de San Pedro Apóstol comienza con una serie de juegos que tienen su manifestación principal en las danzas. En algunos de estos juegos se alude a las batallas de la Conquista de México sin referirse puntualmente a los acontecimientos históricos. Aquí los personajes principales forman parte de grupos muy definidos que representan distintos intereses: los negros, los turcos o pichilinquis, los mareños o huaves, los cristianos, los caballeros y las mulyatas, entre los más importantes; también están el

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Filósofo nacido en San Petersburgo en 1922, es considerado uno de los pioneros de la semiótica de la cultura y creador de la Escuela de Semiótica de la Universidad de Tartu, Moscú, entre 1962 y 1964.

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En la historia oral de este pueblo dos grupos opuestos se enfrentan, los chontales y los huaves. Los primeros son un grupo indígena cuya lengua, el chontal, está desapareciendo, tienen un origen muy antiguo y poco claro entre los cronistas, probablemente llegado desde el norte del litoral del pacífico hacia el año 750 d.C. Chontal, del náhuatl chontalli, significa “extranjero” Chontalli, extranjero, extraño, un término que se aplicó para calificar a todo aquel que venía de fuera, de alguna forma esto explica que los chontales de Tabasco y los chontales de Oaxaca no tengan ningún lazo entre sí.

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presidente municipal, el cura de la iglesia, los mayordomos y todos los habitantes del pueblo, entre ellos los músicos y los capitanes. El día 24 de junio, aparecen “los negros” dirigidos por su capitán. Ellos visten de manera descuidada, camiseta, un enorme saco negro, lo que les da un aspecto chusco, pantalón oscuro o de mezclilla, algunos llevan zapatos y otros calzado deportivo, paliacates rojos rodean la frente y la cabeza, usan máscaras talladas en madera pintadas de negro y que eventualmente se ajustan a los lados del rostro para descubrirse ante al santo patrono en la iglesia, algunos usan sobrero de paja, portan una vara en la mano derecha y una sonaja en la izquierda. Llevan cargando una muñeca de madera sin brazos a la que llaman la “Bonifacia”, que está vestida a la manera istmeña. Este grupo en sus representaciones histriónicas es el que se da más libertades para bromear e imitar a los lugareños y a los visitantes14. El capitán de los negros va a la iglesia a pedir que todo salga bien durante los próximos días de fiesta, en la explanada de la iglesia de San Pedro todos saludan, se hincan y persignan. Ese mismo día, por la mañana, en la entrada del pueblo el presidente municipal entrega a la niña-princesa, (el lagarto) a los mareños, quienes tendrá su custodia y fungirán como su familia durante los días de fiesta. El día 25 los pinchilinquis o turcos salen a las calles a reclamar su derecho sobre la tierra (la labor). Son personajes ataviados con atuendos llamativos, visten de traje oscuro y encima llevan, en color púrpura y a manera de chaleco, dos bandas que cruzan tanto por el frente como por la espalda, paliacates rojos al cuello envuelven la cabeza, tocados con un gorro forrado de rojo en forma piramidal de cuatro caras adornadas cada una con espejos, y rematadas con flores y listones que caen desde la punta hacia los lados; también usan máscaras de madera pintadas, pero estas son de diferentes colores. Van armados con machetes y su estandarte es la Virgen Guadalupana. El jefe de este grupo es el Rey Mahoma, que se distingue de sus subordinados porque el tocado es más corto y cae sobre el rostro a manera de máscara; se adorna con perlas y cuentas lujosas. Cuando llegan a la explana municipal en donde luchan contra una muralla resguardada por los negros.

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Por muchos años el capitán de los negros fue el Sr. Manuel Villalobos Sosa, hombre muy querido y respetado en el pueblo, por su conocimiento y sus aportes a la fiesta y sus habilidades histriónicas como actor.

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Otro grupo lo forman los Huapis (Huaves) o llamados también mareños, porque vienen del mar.15 Ellos son pescadores y viven de las costas del golfo de Tehuantepec, su trabajo tiene connotaciones poderosas ya que conocen muy bien las artes marinas, visten de blanco o camisas de colores claros, portan atarrayas o redes de pesca que ellos mismos fabrican, usan sombrero de palma, algunos adornados con flores y se reconocen porque se pintan las mejillas con cal. Ellos hacen su recorrido por el pueblo con su propia banda de música con la que entran a escena a partir del día 28. En el juego los mareños o Huaves (que en lengua zapoteca quiere decir pescado podrido) vienen a comprar tierras para sembrar caña de azúcar. Cada colectivo, entre danzas y discursos, narra sus historias mitológicas que hablan de diferencias y discordias en las que cada cual defiende su posición. “Los negros”, quienes se creen los poseedores de la tierra por haberla ocupado antes que nadie, reclaman a los turcos el robo de la “hija” del capitán y a su vez éstos, los turcos, son los “conquistadores” que también quieren usurpar las tierras y a exigir que los negros les devuelvan sus posesiones (según ellos los han despojado de plata, oro, perlas y piedras preciosas). Cada uno se encuentra en puntos estratégicos del pueblo, en espacios muy bien delimitados. Los dos grupos principales provocan un choque. El objetivo principal: el poder a través de la herencia de la tierra. El tambor marca los tiempos. La danza es la forma de expresión recurrente. Posteriormente la población es invitada por los pichilinques a la construcción del barco16 que les ayudará en la conquista del pueblo chontal. Los negros “construyen una muralla” a manera de fortaleza para proteger su territorio y evitar el paso a los “extraños”, 15

Los mareños o huaves habitan en los alrededores de las lagunas, en la costa meridional del Istmo de Tehuantepec, se instalaron en algunos pueblos como San Mateo del Mar. En las crónicas históricas se dice que vienen de tierras del sur, que llegaron desde las aguas del Océano Pacífico, las versiones coinciden con la llegada de los Huaves al territorio después de buscar asentarse en distintas tierras, por lo que tuvieron enfrentamientos con diversos grupos indígenas como los zapotecos y los mixes; de su lengua se encontraron semejanzas en sitios como Nicaragua, pero no hay datos firmes al respecto. Chontales y mareños tuvieron por mucho tiempo la discordia por el territorio, unos se consideraban locales y los otros invasores, de ahí el primer y gran enfrentamiento. Por ello durante esta fiesta hay una atención especial en el suelo; el espacio físico en el que se llevan a cabo las diferentes representaciones es una parte nodal de la simbología del rito. (poner referencia, anotar ) 16 El barco está construido con una carreta de cuatro ruedas y dos palos largos de madera que simulan unos mástiles.

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Fotografía por Elí García-Padilla

Fotografía por Elí García-Padilla

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este espacio se representa con una cuerda amarrada de lado a lado de la calle. El barco “encallado” a la mitad del pueblo señala la división del espacio de los turcos o pichilinquis, el cual espera su turno para salir a escena. De ahí parten para enfrentarse en las “batallas”, representadas por sus corretizas burlescas y sus “ataques”. En estos encuentros entre negros y pichilinquis se basa la estructura del rito, al que se añaden los huaves o mareños, quienes llegan con la “niña princesa”. Inician su recorrido por el pueblo anunciando que “la niña, su princesa” ha llegado, la niña-princesa está representada en un lagarto, el reptil que sirve como símbolo de alianza entre los grupos y sus discordias, es la lagarta con quien los lugareños pasean y bailan por todo el pueblo en señal de amistad y aceptación. Para la celebración, no es importante el sexo (femenino o masculino), nunca han sexado al animal, no es un regla que el cocodrilo sea del sexo femenino, porque lo importante es que el caimán o cocodrilo siempre simbolizará lo femenino, no será llamad el Lagarto sino la Lagarta. Asimismo, no hay una diferenciación entre cocodrilo o caimán, cuando nosotros preguntábamos sobre la existencia de caimán, las personas no hacen está diferenciación, para ellos todo es cocodrilo o lagarto, pero si ponen énfasis en el tamaño (si es grande o pequeño). Este animal anfibio que puede estar tanto en el agua como en la tierra es el vínculo entre los que vienen del mar y los que están en tierra firme. De esta forma se establece una gran alianza simbólica que promete buenos augurios para la siembra y para la pesca. Ella es también un símbolo de fertilidad para la tierra. De acuerdo con Vargas y Arias “El cocodrilo juega un papel relevante en los aspectos de la ideología mesoamericana. Se le asocia fundamentalmente con la fertilidad, pues de él dependía que las lluvias llegaran a tiempo y la fertilidad de las tierras. Era ese posiblemente el gran poder del cocodrilo. Posteriormente se le va a asociar con la élite; legitimaba el poder entre algunos grupos Mayas, Itzam Na fue un dios de la nobleza según Eric Thompson” (s/f:1, sin referencia bibliográfica del autor citado). Después de los enfrentamientos y la supuesta “derrota” de los turcos frente a los cristianos, los huaves o mareños toman posesión con su “niña princesa”, el día 29 en la mañana se presentan las mañanitas en la iglesia. Más tarde se efectúa una misa, la procesión, encabezada por el capitán de este grupo, lleva a la lagarta vestida y adornada de manera lujosa al templo católico, ahí debe ser bautizada por el cura. El día 30 es el más importante, pues la princesa viene a casarse con el presidente municipal, él representa a todo el pueblo, lo que indica que simbólicamente es una unión

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con todos los miembros del mismo. En el patio central de la Presidencia municipal se inicia un diálogo entre los mareños y el presidente. Los mareños exigen al presidente que se case con su niña-princesa porque él le faltó el respeto, la engaño, ahora él debe cumplir, y se inicia una negociación, hasta que el presidente municipal cede. La novia-lagarto se casa y en el discurso de bodas se pone un énfasis especial en las amenazas de castigo si es que el Presidente no fuera un buen esposo.17 Dicho matrimonio les sirve a los mareños para reclamar su territorio. Aunque, hay una banda de música, también se escucha la flauta y el tambor. Los huaves recrean su danza de agradecimiento a San Pedro y lanzan sus redes de pescar en un ritual en forma cuadrangular. Esas mismas redes las usan en los bailes y escenas chuscas de la fiesta, la música se detiene y las redes caen sobre aquellos que bailan con la “niña princesa”, lo cual les obliga a entregar una ofrenda, (cooperaciones). Este es un código de especial significación en la fiesta, ya que se cuenta en los evangelios católicos que Simón era pescador antes de seguir a Jesús, fue el fundador de la religión católica, desde entonces se le llamó Pedro: “Ahora serás pescador de hombres” le dijo Jesús, según las descripciones de los evangelios (Lucas 5:10). Entre las procesiones y danzas llegan también las llamadas Mulatas o Mulyatas, “princesas” o “esclavas” (esa es una confusión entre las diferentes versiones), desfilan orgullosas con sus vestimentas típicas del Istmo, van peinadas con adornos en la cabeza y maquilladas18. En realidad ellas son hombres vestidos de mujer, lo cual señala una significativa apertura en la tradición istmeña19. Las mulyatas recorren las calles y bailan al son de la banda con los hombres que se les acercan transmitiendo a todo el pueblo su afán de diversión. Se acostumbra apoyar con cooperaciones monetarias el empeño que ponen en sus disfraces y en recorrer el pueblo con sus bailes. Ese mismo día, las mulatas recorren el pueblo bailando con los hombres, hacen chistes y se burlan de los espectadores, con ellas todo es risa y alegría.

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Aquel año de 2006 a la “lagartita” se le llamó Adriana Shunashi y no era el cocodrilo que se acostumbraba cazar cada año, esta vez ella era un caimán. Fue bautizada y bendecida por el cura en una misa católica formal tras de la cual se presentaron las danzas correspondientes a la ceremonia. La mayordomía en ese año correspondió al señor Manuel Villalobos. 18

Algunos lugareños refieren que en otras épocas las Mulyatas llevaban la cabeza y el rostro cubiertos. Es costumbre en toda la zona del Istmo de Tehuantepec encontrar grupos de Mulyatas, o Muxes (que en zapoteco significa mujer) sobre todo en las festividades patronales y en las llamadas velas, entre otras. Estos hombres vestidos de mujer son aceptados en las comunidades del Istmo de Tehuantepec y no representan un conflicto social. 19

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Esta fiesta en la que se lleva a cabo “la boda de la lagarta” es un rito que es texto y que se traduce como una permanente confrontación entre grupos diversos y es por eso que el juego tiene como principal objetivo crear alianzas, mantener el equilibrio entre ellos. Las variables pueden ser múltiples y son aceptables, porque todas confluyen en ese mismo significado. La convivencia se reitera cada año, de tal modo que ese nudo simbólico permanezca intocable y que represente la calma entre los “enemigos” originales. Por eso en apariencia el juego no cambia, sin embargo a la práctica sí cambia, sobre todo porque con el paso del tiempo se van registrando nuevas manifestaciones discursivas, nuevas ideas y nuevas formas que se adaptan a las nuevas circunstancias. Antiguamente este animal era cazado por los pescadores en las lagunas de los alrededores del Istmo de Tehuantepec, sin embargo ante la escasez del reptil, ya sean cocodrilos, lagartos o caimanes, en la actualidad se consiguen en los criaderos a los que se devuelven una vez que se ha llevado a cabo el festejo. También pueden ser traídos de las lagunas de los alrededores de Chiapas, ya que se han extinguido en la zona, hecho que habla de las devastaciones de hoy y de los actos contra la naturaleza. Principalmente hay un lenguaje común, no verbal, que es la danza en sus diferentes manifestaciones, la música de tambor, de flauta de carrizo. Todo desemboca en las danzas, hay una danza que celebra el bautizo de la lagarta para que sea digna de la boda; todo el pueblo baila con ella por las calles y, finalmente, las danzas para celebrar la boda. El sonido de la banda invade los espacios. El ritual se lleva a cabo mediante la repetición, las narraciones y los diálogos se dicen al ritmo del tambor. Todo encaja en el ritual, la imaginería llega a la representación en imágenes sorprendentes por su carácter sincrético en donde conviven lo religioso y lo secular. En apariencia hay improvisaciones pero todo tiene una conexión, una lógica natural al momento de la representación teatral. El lenguaje tiene una función en la cultura: darle a la colectividad la pretensión de comunicabilidad. Lo demás está ahí, si no hay lenguaje no hay texto, ni hay traducción. En la semiosfera de este sistema cultural todos los signos que se generan confluyen de manera centrípeta, es decir, hacia el núcleo, al mismo tiempo los mensajes viajan con rumbo al exterior, hacia la corteza o frontera, que es la que se conecta y comunica con otras semiosferas, con otras realidades. Plantearlo así tal vez sirva para entender mejor una fiesta popular que tiene una complejidad significativa y simbólica, para que pueda ser reinterpretado en el mundo de la herpetofauna. Este hecho pone en evidencia que el rito

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que incluye como personaje importante a la “niña princesa”, a un lagarto en su acepción femenina, puede ser flexible si lo que se presenta es otro tipo de reptil, ya sea un caimán, un cocodrilo, una iguana o cualquier otro, lo importante es que el anfibio quede ahí como un ser sustituto para lograr reproducir los signos identitarios que se repiten cada año y que fortalecen la estructura interna de la semiosfera. El receptor o el oyente esta orientado a recibir información del texto de la misma forma frente a un cocodrilo que frente a un caimán.

Fotografía por Elí García-Padilla

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Fotografía por Elí García-Padilla

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Conclusiones En el trabajo científico es muy difícil dar algo por hecho, las hipótesis se refutan o se nutren con base al continum de las investigaciones. En particular, a la propuesta realizada por Escobedo-Galván et al., (2015) En torno a distribución del caimán en el estado de Oaxaca, consideramos que este postulado debe replantearse toda vez que los datos etnográficos nos muestran su presencia en esta región, abriéndonos nuevas rutas para trabajar sobre el tema. Si bien es cierto, que al menos en Huamelula, las personas reportan la ausencia de cocodrilo en estado silvestre, ya que hay cocodrilarios. Es necesario una investigación más profunda, en dónde se indague los factores que incidieron en la desaparición del lagarto y caimán, y se corroboré que actualmente ya no se encuentran en estado silvestre. Durante nuestra estancia en San Pedro Huamelula, a través del archivo fotográfico y de los especímenes preservado pudimos constatar la existencia de caimán, lo cual pone entre dicho si no hubo en la costa oaxaqueña o en algún momento fue introducido, recordemos que este pueblo tiene al menos 500 años de existencia, tiempo en que han recreado año con año dicha celebración. Ante ello, un elemento importante dentro de los estudios de distribución biológica es considerar las barreras biogeográficas así como los factores antropocéntricos. Reconocemos que no sólo el hombre en la búsqueda de satisfacer necesidades alimenticias modifica su entorno, también lo hace por fines de esparcimiento (por ejemplo el coleccionismo) también son centrales el elemento ritual-simbólico, aspectos que no reconocen las barreras físicas de las distribuciones originales. En el 2015, ante la inexistencia de un lagarto para ceremonia20 tuvieron que ir a buscar a un criadero para realizar ante las oficinas gubernamentales los permisos necesarios para su traslado en vías federales, esta vez después de la celebración tuvieron que regresarlo y no como en años pasado que los devolvían al río. Por otra parte, el surgimiento de una publicación coincidió

y un registro

fotográfico fueron detonantes para iniciar estas reflexiones, ante ellos consideramos central el trabajo con colegas provenientes de otras disciplinas. A través de sus experiencias teóricas-metodológicas pudimos enriquecer los debates y la información

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Los habitantes mencionan que si no tienen lagarto no importa lo harían con una iguana, porque como lo hemos dicho antes lo importantes es llevar a cabo la celebración.

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vertida en el presente texto. No sólo nos limitamos a cuestionar la distribución del caimán y cocodrilo en la costa oaxaqueña, sino también en dar cuenta de los usos y apropiaciones simbólicas y no simbólicas del “lagarto”, así como la incidencia o no del ser humano. Asimismo para el trabajo biológico fue central el uso de archivos fotográficos y el uso de técnicas cualitativas; además surgir del diálogo entre colegas provenientes de disciplinas diferente que permitieron conclusiones y resultados en conjunto. En particular la fotografía es una herramienta metodológica que no sólo es útil en los archivos documentales, históricos y antropológicos de la fiesta, sino como una forma de expresión más que tiene su propio lenguaje. Sabemos de facto acerca del valor de lenguaje fotográfico en la época actual frente a las nuevas tecnologías, sin embargo cabe hacer un énfasis especial en la relevancia de un asunto al que nos remitimos en el presente documento: la imagen de la lagarta que da testimonio del uso del caimán, reptil posiblemente extinto en las lagunas de Oaxaca. Más allá de asignarle un uso de registro, verificación, clasificación y documentación a la fotografía, éste es un instrumento de análisis que nos descubre aspectos no recordados ni percibidos en otras circunstancias, que enriquece el conocimiento y la percepción de los hechos a través de las diversas miradas y que además es una expresión que echa a andar por cuenta propia. Es una forma de construir mundos paralelos que alcanzan su expresión en el arte y la estética. La fotografía ha cambiado nuestra percepción del mundo y entre otras cosas ese es un interés común que ha logrado reunir a este pequeño grupo de investigadores.

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Agradecimientos: especialmente a Patricia Reyes quien fue nuestra enlazadora, luz y guía para poder conocer San Pedro Huamelula y “la Boda de a Lagarta”, sin ella simplemente este estudio no habría sido posible. A Ovidio García Pinzón por todo su apoyo logístico, acompañamiento, guía, asesoría y camaradería para poder introducirnos al mágico y fascinante mundo de “el pueblo danzante” (San Pedro Huamelula). Así mismo a Don Tomás García Avendaño quien nos ha brindado toda la hospitalidad del mundo para poder llevar a cabo nuestras varias estancias de campo para documentar la Fiesta de la Boda de la Lagarta y subsecuentes actividades derivadas de la misma en la comunidad. A Doña Antonia Trinidad Pomposo y familia por su amistad, hospitalidad y por alimentar a nuestro equipo de trabajo durante nuestro trabajo de campo. Finalmente a las Autoridades Municipales y gente del pueblo Chontal de San Pedro Huamelula que amablemente acogieron nuestro interés en su festival anual y que voluntariamente respondieron a nuestras muchas preguntas en nuestro intento de precisar el origen del caimán utilizado en el festival de 2006. Una parte importante de la información de este documento se ha recabado de las conversaciones y entrevistas hechas a algunos de los habitantes del pueblo, a los quienes les agradecemos infinitamente sus amables atenciones y comunicaciones.

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Semblanzas de los autores: Haydée Morales-Flores es Antropóloga y Fotógrafa. Actualmente cursando el Doctorado en Antropología en el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Le interesan los temas relacionados con los conflictos y luchas por el territorio y bienes naturales, soberanía alimentaria; memoria colectiva y conocimiento tradicional. Además, es miembro activo de la Red Mexicana de Antropología Visual. Norma Patiño-Navarro es Fotógrafa y Profesora investigadora en la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco (UAM A). Tiene una Maestría en Historiografía, egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México con una licenciatura en Diseño Gráfico. Actualmente está cursando un doctorado en estudios urbanos en la UAM-A con un tema de tesis que trata sobre un análisis fotográfico de la violencia en la ciudad capital. En el Departamento de Evaluación de la UAM A, es profesora e investigadora en el área de "Semiótica del Diseño", donde se especializa en el análisis de la expresión fotográfica. Ha publicado artículos de investigación en varios medios. Es autora de los libros Las costumbres del rostro, Retratos de Norma Patiño (2001) y Diálogos de la mirada. Retratos de Norma Patiño (2014) y es coautor de otras publicaciones. Como creadora independiente, ha participado en más de 60 exposiciones en varios museos y galerías tanto en México como en otros países. Sus fotografías han sido publicadas en periódicos, revistas y tanto en arte como en literatura. Su obra se exhibe en colecciones privadas y en varios museos. Elí García-Padilla es Fotógrafo y Herpetólogo. Ha centrado su objeto de estudio en la ecología y la historia natural de la herpetofauna mexicana. Sus esfuerzos de investigación se han centrado en los estados mexicanos de Baja California, Tamaulipas, Chiapas y Oaxaca. Su primera experiencia en el campo fue la investigación de la ecología de las poblaciones endémicas insulares de las serpientes de cascabel: Crotalus catalinensis, C. muertensis y C. tortugensis en el Golfo de California. Para su título de licenciatura presentó una tesis sobre la ecología de Crotalus muertensis en Isla El Muerto, Baja California, México. Hasta la fecha, es autor o coautor de más de 100 publicaciones

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científicas y un libro intitulado “Biodiversidad mexicana: la serpiente, el jaguar y el quetzal”. Actualmente, trabaja como curador formal de anfibios y reptiles de México en la plataforma electrónica "Naturalista" de la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (CONABIO; www.naturalista.mx). Una de sus principales pasiones es la educación ambiental, y durante varios años ha estado trabajando en una variedad de proyectos que incluyen el uso de medios audiovisuales y la fotografía como herramientas para llegar a grandes audiencias y promover la importancia del conocimiento, la protección y la conservación de la biodiversidad mesoamericana. Actualmente ha invertido esfuerzo de investigación en el tema del jaguar (Panthera onca) como especie paraguas sobre la herpetofauna de Mesoamérica y particularmente su trabajo de campo se ha desarrollado desde 2017 en la mítica región de los Chimalapas en el Istmo de Tehuantepec, que es la de mayor biodiversidad y mejor estado de conservación a nivel país y bajo un esquema de conservación social-comunitario. Larry David Wilson es un Herpetólogo con larga experiencia en Mesoamérica. Es autor o coautor de más de 400 artículos revisados por pares y libros sobre herpetología, incluidos dos artículos publicados en 2013 titulados "Una reevaluación de la conservación de los anfibios de México basada en la medida EVS" y "Una reevaluación de la conservación de los reptiles de México basado en la medida EVS "y uno en 2015 titulado" Una reevaluación de la conservación de la herpetofauna centroamericana basada en la medida EVS ". Larry es editor principal de Conservación de anfibios y reptiles mesoamericanos y coautor de siete de sus capítulos. Sus otros libros incluyen The Snakes of Honduras, Middle American Herpetology, The Amphibians of Honduras, Amphibians & Reptiles of the Bay Islands y Cayos Cochinos, Honduras, The Amphibians and Reptiles of the Honduran Mosquitia, y Guide to the Amphibians & Reptiles of Cusuco National Parque, Honduras. Hasta la fecha, ha sido autor o coautor de las descripciones de 70 especies herpetofaunísticas actualmente reconocidas, y seis especies han sido nombradas en su honor, incluyendo el anura Craugastor lauraster y las serpientes Oxybelis wilsoni, Myriopholis wilsoni y Cerrophidion wilsoni. Actualmente, Larry es editor asociado y copresidente de la Junta Taxonómica para la revista Mesoamerican Herpetology.

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Fotografía por Elí García-Padilla

Fotografía por Elí García-Padilla

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Fotografía por Elí García-Padilla

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Las salamandras o “niños cuero” de Oaxaca, México Elí García Padilla, Halla Mayoral-Altamirano, Vicente Mata-Silva y Larry D. Wilson

Pseudoeurycea conanti. Fotografía por Elí García-Padilla

Resumen: La diversidad de salamandras de México es la segunda más grande del mundo después de la de los Estados Unidos de América. Esta se compone de 153 especies distribuidas en 20 géneros y cuatro familias (García-Padilla et al. en prensa). Oaxaca es el estado mexicano con la herpetofauna más grande del país. Mata-Silva et al., (2015) reportaron 442 especies como residentes en el estado, 41 de las cuales eran salamandras. Se ha agregado un número considerable de especies a la herpetofauna desde entonces.

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Bolitoglossa oaxacensis. Fotografía por Elí García-Padilla

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Introducción La fauna de salamandras de México es la segunda más grande del mundo después de la de los Estados Unidos de América. Esta se compone de 153 especies distribuidas en 20 géneros y cuatro familias (García-Padilla et al. En prensa). Estas cifras se comparan con las de EE. UU. de 191 especies, 23 géneros y ocho familias (CNAH.com; consultado el 4 de julio de 2019). Esta fauna se caracteriza por un alto nivel de endemicidad; 127 de las 153 especies o el 83,0% no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. La endemicidad también es evidente a nivel genérico, con los géneros Aquiloeurycea, Isthmura, Parvimolge y Thorius presentes solo dentro del país. Oaxaca es el estado mexicano con la herpetofauna más diversa del país. Mata-Silva et al. (2015) reportaron 442 especies como residentes en el estado, 41 de las cuales eran salamandras. Se ha agregado un número considerable de especies a la herpetofauna; un resumen de esas adiciones se proporcionará en otro documento. Desde que Mata-Silva et al. (2015) apareció, se han agregado cinco especies a la fauna de salamandras del estado, para un total de 46 especies (Tabla 1). Estas 46 especies se organizan en cinco géneros y se asignan a una sola familia, los Plethodontidae. Los cinco géneros y el número de especies que contienen en Oaxaca son los siguientes: Bolitoglossa (11); Ixalotriton (2); Isthmura (2); Pseudoeurycea (16); y Thorius (15). Del total de 46 especies, 36 son endémicas de Oaxaca y siete de México en general. El nivel de endemicidad para el estado es 78.3% y para México en general es 93.5%. Solo tres especies también se distribuyen en países que se encuentran al sur de México. Bolitoglossa mexicana también se encuentra en Guatemala, El Salvador y Honduras, B. occidentalis en Guatemala y B. rufescens en Belice y Honduras. Las salamandras oaxaqueñas se distribuyen principalmente en las regiones montañosas del estado, como es generalmente el caso en toda Mesoamérica (GarcíaPadilla et al. En prensa), más obviamente en la Sierra Madre de Chiapas (siete especies), la Sierra Madre de Oaxaca (24 especies), y la Sierra Madre del Sur (11 especies), pero también en las Montañas y Valles del Occidente (tres especies). Dos especies, además, se encuentran en regiones relativamente bajas, incluida la Planicie Costero del Golfo (una especie) y los Valles Centrales de Oaxaca (una especie). Casi todas las especies de salamandras se limitan a una sola provincia o región fisiográfica en Oaxaca, con una

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excepción (Thorius narisovalis en la Sierra Madre Oriental, Montañas y Valles del Occidente y Valles Centrales de Oaxaca. Se emplean tres sistemas para la evaluación del estado de conservación de las salamandras en Oaxaca, al igual que para la herpetofauna mexicana en general (Wilson et al. 2013a, b; Johnson et al. 2017), estos son el sistema SEMARNAT, el sistema UICN y el SVE sistema. El sistema de la SEMARNAT se compone de cuatro niveles de categorización, que incluyen los siguientes: Pr — Protección especial; A — Amenazada; y P — Peligro de extinción. Además, algunas especies no están incluidas en este tratamiento y las incluimos en una categoría NE. El mayor número de especies en Oaxaca no ha sido evaluado, con 24 especies (52.2%) ubicadas en la categoría NE; por lo tanto, más de la mitad de las especies de salamandras en Oaxaca carecen de una evaluación utilizando el sistema nacional. El número de especies incluidas en las otras categorías es el siguiente: P: una especie; A — nueve especies; y Pr — 12 especies. El sistema más extendido en uso es el de la UICN. Este sistema utiliza las siguientes categorizaciones: DD — Datos deficientes; PM — Preocupación menor; CA — Casi amenazada; VU — Vulnerable; P — Peligro de extinción; y PC — Peligro crítico de extinción. También usamos la categoría NE para las especies que no figuran en esta coyuntura por la UICN. El número de especies involucradas en estas categorizaciones es el siguiente: PC — 12; P — 12; VU — 3; CA — 3; PM — 5; DD — 6; y NE — 5. El número de especies en las categorías de amenaza de PC, P y VU asciende a 27, 58,7% del total de 46 especies. Las especies en las dos categorías de no amenaza suman ocho, o el 17,4% del total. Finalmente, las categorías no evaluadas comprenden 11 especies o el 23,9%. Es evidente entonces que casi una cuarta parte de las especies de salamandras oaxaqueñas carecen de una evaluación en el sistema internacional de la UICN. Además, casi seis de cada diez salamandras en el estado se encuentran en una de las tres categorías de amenaza. Es evidente que el uso del tercer sistema de evaluación podría emplearse para probar la eficacia del sistema de la UICN. El sistema EVS de categorización de la conservación consiste en números que van de 3 a 20 organizados en tres categorías de vulnerabilidad baja (puntuaciones de 3 a 9), vulnerabilidad media (10 a 13) y vulnerabilidad alta (14 a 20). El número de especies asignadas a los niveles numéricos de evaluación es el siguiente: 9-1; 11-2; 15—4; 16—6: 17—

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17; y 18-16. Los números organizados en los tres niveles de vulnerabilidad son los siguientes: bajo — 1; medio — 2; y alto — 43. Es evidente, por lo tanto, mediante el uso del sistema EVS, que la mayoría de las especies de salamandras oaxaqueñas (93.5%) son altamente vulnerables a las presiones ambientales y requieren una atención significativa para intentar asegurar su supervivencia continua.

Bolitoglossa macrinii. Fotografía por Elí García-Padilla

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Especie

Distribuciรณn

NOM-059

IUCN

EVS

Bolitoglossa alberchi*

SMC

NE

PM

A (15)

Bolitoglossa chinanteca**

SMO

NE

NE

A (18)

Bolitoglossa macrinii**

SMS

Pr

CA

A (15)

Bolitoglossa mexicana

SMC

Pr

PM

M (11)

Bolitoglossa oaxacensis**

SMS, MVO

NE

DD

A (17)

Bolitoglossa occidentalis

SMC

Pr

PM

M (11)

Bolitoglossa platydactyla*

PCG, DIT, SMC

Pr

CA

H (15)

Bolitoglossa riletti**

MVO

Pr

P

H (16)

Bolitoglossa rufescens

PCG, SMC

Pr

PM

B (9)

Bolitoglossa veracrucis*

PCG, DIT, SMC

Pr

P

A (17)

Bolitoglossa zapoteca**

SMS

NE

DD

A (18)

Ixalotriton niger*

SMC

P

PC

A (16)

Ixalotriton parvus**

SMC

A

PC

A (18)

Isthmura bonetii**

MVO, VCO, SMO

NE

VU

A (17)

Isthmura maxima

VCO

NE

DD

A (17)

Pseudoeurycea anitae**

SMS

A

PC

A (18)

Pseudoeurycea aquatica**

SMO

NE

PC

A (18)

Pseudoeurycea aurantia**

SMO

NE

VU

A (18)

Pseudoeurycea cochranae**

SMS

A

P

A (17)

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Especie

Distribuciรณn

NOM-059

IUCN

EVS

Pseudoeurycea conanti**

SMS

A

P

A (16)

Pseudoeurycea juarezi**

SMO

A

PC

A (17)

Pseudoeurycea mixteca*

MVO

NE

PM

A (17)

Pseudoeurycea mystax**

SMO

A

P

A (18)

Pseudoeurycea obesa**

SMO

NE

DD

A (18)

Pseudoeurycea orchileucos**

SMO

NE

P

A (18)

Pseudoeurycea papenfussi**

SMO

NE

CA

A (17)

Pseudoeurycea ruficauda**

SMO

NE

DD

A (18)

Pseudoeurycea saltator**

SMO

A

PC

A (18)

Pseudoeurycea smithi**

MVO, SMO

A

PC

A (15)

Pseudoeurycea unguidentis**

SMO

A

PC

A (17)

Pseudoeurycea werleri*

SMO

Pr

P

A (17)

Thorius adelos**

SMO

NE

P

A (18)

Thorius arboreus**

SMO

NE

P

A (18)

Thorius aureus**

SMO

NE

PC

A (17)

Thorius boreas**

SMO

NE

P

A (18)

Thorius insperatus**

SMO

NE

DD

A (18)

Thorius longicaudus**

MVO

NE

NE

A (17)

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Especie

Distribución

NOM-059

IUCN

EVS

Thorius macdougalli**

SMO

Pr

VU

A (16)

Thorius maxillabrochus*

SMO

NE

NE

A (18)

Thorius minutissimus**

SMS

Pr

PC

A (17)

Thorius narisovalis**

MVO, SMO, VCO

Pr

PC

A (17)

Thorius tlaxiacus**

MVO

NE

NE

A (16)

Thorius papaloae**

SMO

NE

P

A (17)

Thorius pinicola**

SMS

NE

NE

A (16)

Thorius pulmonaris**

SMO

Pr

P

A (17)

Thorius smithi**

SMO

NE

PC

A (17)

Tabla 1.-Lista actualizada de las salamandras de Oaxaca, México. Distribución: Abreviaciones: DB = Depresión del Balsas; MVO = Montañas y Valles del Occidente; FT = Fosa de Tehuacán; SMO = Sierra Madre de Oaxaca; PCG = Planicie Costera del Golfo; VCO = Valles Centrales de Oaxaca; MVC = Montañas y Valles del Centro; DIT = Depresión Ístmica de Tehuantepec; SMC = Sierra Madre de Chiapas; SMS = Sierra Madre del Sur; PCP = Planicie Costera del Pacífico; and PCT = Planicie Costera de Tehuantepec. NOM-059 SEMARNAT (2010).- Pr: Protección especial; A: Amenazada; P: Peligro de extinción; PC: NE: No enlistada. Lista Roja de la UICN.-DD: Datos deficientes; PM: Preocupación menor; CA: Casi Amenazada; VU: Vulnerable; P: Peligro de extinción; PC: Peligro crítico de extinción; NE: No enlistada. Índice de Vulnerabilidad Ambiental: B: Baja Vulnerabilidad (3-9); M: Media Vulnerabilidad (10-13); A: Alta Vulnerabilidad (14-19) (Wilson et al., 2013a); *=especie endémica de México; **=especie endémica de Oaxaca.

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Literatura citada: García-Padilla E, DeSantis DL, Rocha A, Mata-Silva V, Johnson JD, Wilson LD. In press. Mesoamerican salamanders (Amphibia: Caudata) as a conservation focal group. Biología y Sociedad. Johnson JD, Wilson LD, Mata-Silva V, García-Padilla E, DeSantis DL. 2017. The endemic herpetofauna of Mexico: organisms of global significance in severe peril. Mesoamerican Herpetology 4: 543–620. Mata-Silva V, Johnson JD, Wilson LD, García-Padilla E. 2015. The herpetofauna of Oaxaca, Mexico: composition, physiographic distribution, and conservation status. Mesoamerican Herpetology 2: 5–62. Wilson LD, Mata-Silva V, Johnson JD. 2013a. A conservation assessment of the reptiles of Mexico based on the EVS measure. Special Mexico Issue. Amphibian & Reptile Conservation 7: 1–47. Wilson LD, Johnson JD, Mata-Silva V. 2013b. A conservation assessment of the amphibians of Mexico based on the EVS measure. Special Mexico Issue. Amphibian & Reptile Conservation 7: 97–127.

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Semblanzas de los autores: Elí García-Padilla es Fotógrafo y Herpetólogo. Ha centrado su objeto de estudio en la ecología y la historia natural de la herpetofauna mexicana. Sus esfuerzos de investigación se han centrado en los estados mexicanos de Baja California, Tamaulipas, Chiapas y Oaxaca. Su primera experiencia en el campo fue la investigación de la ecología de las poblaciones endémicas insulares de las serpientes de cascabel: Crotalus catalinensis, C. muertensis y C. tortugensis en el Golfo de California. Para su título de licenciatura presentó una tesis sobre la ecología de Crotalus muertensis en Isla El Muerto, Baja California, México. Hasta la fecha, es autor o coautor de más de 100 publicaciones científicas y un libro intitulado “Biodiversidad mexicana: la serpiente, el jaguar y el quetzal”. Actualmente, trabaja como curador formal de anfibios y reptiles de México en la plataforma electrónica "Naturalista" de la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (CONABIO; www.naturalista.mx). Una de sus principales pasiones es la educación ambiental, y durante varios años ha estado trabajando en una variedad de proyectos que incluyen el uso de medios audiovisuales y la fotografía como herramientas para llegar a grandes audiencias y promover la importancia del conocimiento, la protección y la conservación de la biodiversidad mesoamericana. Actualmente ha invertido esfuerzo de investigación en el tema del jaguar (Panthera onca) como especie paraguas sobre la herpetofauna de Mesoamérica y particularmente su trabajo de campo se ha desarrollado desde 2017 en la mítica región de los Chimalapas en el Istmo de Tehuantepec, que es la de mayor biodiversidad y mejor estado de conservación a nivel país y bajo un esquema de conservación social-comunitario. Halla García Mayoral es Diseñador Gráfico y Fotógrafo de Naturaleza originario de Oaxaca, México con amplia experiencia en materia de divulgación de la ciencia, educación ambiental y rescate de fauna silvestre. Es cofundador de la iniciativa Biodiversidad Mesoamericana. Vicente Mata-Silva es un herpetólogo originario de Río Grande, Oaxaca, México, cuyos intereses incluyen la ecología, conservación, historia natural y biogeografía de las herpetofaunas de México, Centroamérica y el suroeste de los Estados Unidos. Vicente recibió su B.S. de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y su M.S. y

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Ph.D. grados de la Universidad de Texas en El Paso, EE. UU. (UTEP). Vicente es Profesor Asistente de Ciencias Biológicas en UTEP en el Programa de Ecología y Biología Evolutiva y Codirector de la Estación de Investigación Montañas Indio de UTEP, ubicada en el Desierto Chihuahuense de Trans-Pecos, Texas. Hasta la fecha, Vicente ha sido autor o coautor de más de 100 publicaciones científicas revisadas por pares. También es editor en funciones de la sección de distribución geográfica de la revista Herpetological Review. Larry David Wilson es un Herpetólogo con larga experiencia en Mesoamérica. Es autor o coautor de más de 400 artículos revisados por pares y libros sobre herpetología, incluidos dos artículos publicados en 2013 titulados "Una reevaluación de la conservación de los anfibios de México basada en la medida EVS" y "Una reevaluación de la conservación de los reptiles de México basado en la medida EVS "y uno en 2015 titulado" Una reevaluación de la conservación de la herpetofauna centroamericana basada en la medida EVS ". Larry es editor principal de Conservación de anfibios y reptiles mesoamericanos y coautor de siete de sus capítulos. Sus otros libros incluyen The Snakes of Honduras, Middle American Herpetology, The Amphibians of Honduras, Amphibians & Reptiles of the Bay Islands y Cayos Cochinos, Honduras, The Amphibians and Reptiles of the Honduran Mosquitia, y Guide to the Amphibians & Reptiles of Cusuco National Parque, Honduras. Hasta la fecha, ha sido autor o coautor de las descripciones de 70 especies herpetofaunísticas actualmente reconocidas, y seis especies han sido nombradas en su honor, incluyendo el anura Craugastor lauraster y las serpientes Oxybelis wilsoni, Myriopholis wilsoni y Cerrophidion wilsoni. Actualmente, Larry es editor asociado y copresidente de la Junta Taxonómica para la revista Mesoamerican Herpetology.

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Bolitoglossa alberchi. FotografĂ­a por Laura y Bobby Bok

Bolitoglossa chinanteca. FotografĂ­a por Vicente Mata-Silva

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Isthmura bonetii. Fotografía por Halla García-Mayoral

Isthmura maxima. Fotografía por Vicente Mata-Silva

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Ixalotriton niger. Fotografía por Jesús Ernesto Pérez-Sánchez

Thorius narisovalis. Fotografía por Halla García-Mayoral

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Pseudoeurycea mixteca. Fotografía por Bruno Enríque Téllez-Baños

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“Los otros niños” Daniel Pineda-Vera

Bolitoglossa lincolni. Fotografía por Daniel Pineda-Vera

Hace un par de días tuve la oportunidad de volver a recorrer algunos sitios interesantísimos- pero agonizantes y vulnerables- en las cercanías de San Cristóbal de la Casas, Chiapas. Fue un poco lioso el asunto, no sabía si estar mirando hacia las ramas de los árboles buscando aves, o voltear a los paredones rocos, troncos y hojarasca buscando anfibios y reptiles. Pero bueno, hubo de todo un poco. Hubieron joyas, ¡y qué joya con la que cerramos la jornada!

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Subimos a una serranía cubierta por hermosos bosques de pinos y encinos, y dada su ubicación, la zona goza de vientos húmedos del norte, propiciando la presencia de abundantes bromelias -y agradezco que este sitio no parezca tener señas de la voraz destrucción y vandalismo que ocurre en otras regiones de Los Altos de Chiapas cada fin de año-, que con sus hermosas espigas rojas

conforman

un

rico

banquete

de

para

colibríes.

Pero la atención tuvo que regresar al suelo, húmedo también y cubierto de densas capas de hojarasca. Debajo de un tronco de pino a medio comer por los hongos, Manuel descubrió una tímida bolita roja y negra que brillaba a un lado de otra bolita, bastante más pequeña, con muchas patas y con los mismos colores (un milpiés). De inmediato corrimos hacia su llamado. El bicho en cuestión, era una hermosa salamandra o "Niño", y eso no era lo más sorprendente, pues, aunque todos nosotros ya habíamos visto salamandras en otras ocasiones, esta era particularmente descomunal, no solo por su longitud, que rayaba en los 15 centímetros, sino también

por

sus

formas

regordetas

y

su

espléndido

color.

Esta salamandra, una Bolitoglossa lincolni (Stuart, 1943), es una de las más grandes y bonitas que habitan en el Estado de Chiapas, y contrario a lo que las "malas lenguas" dicen (y sí que son malas, ¡cuántas vidas inocentes no han cobrado las calumnias que la gente crea sobre tantos animales inofensivos y hermosos!), ninguna salamandra de Chiapas es venenosa, no queman

ni

pudren

la

piel,

no

pican,

ni

muerden

siquiera.

La Bolitoglossa lincolni es un habitante típico de los bosques templados dominados por pinos y encinos de Los Altos de Chiapas y la Sierra de los Cuchumatanes en Guatemala, aunque existen registros para las serranías al sur de Guatemala y las zonas cercanas al Volcán Tacaná. Es nocturna, y gusta de ocultarse durante el día debajo de grandes troncos en proceso de descomposición y montones de hojarasca que guardan muy bien la humedad. Durante las noches, salen a las cercanías de sus refugios en busca de insectos, arañas, y artrópodos de los cuales se alimentan, cosa que hacen con ayuda de su lengua protráctil que recuerda vagamente a la de un camaleón, ¡pero muchísimo más rápida y certera! Al parecer, esta salamandra es un poco más tolerante a la perturbación que sus parientes con los que comparte hábitat (como Bolitoglossa hartwegi, una especie más pequeña y de colores

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pardos), por lo que puede encontrarse cerca de claros y caminos a la orilla de grandes bosques, pero indudablemente no resistirá al embate brutal que estamos causando desde hace décadas a los hermosos bosques templados de Chiapas, hoy convertidos en muebles, rejas, casitas para perros, macetas y quién sabe qué más. Por si no fuera poco, los escasos individuos que hoy aún viven en estos bosques, son asesinados a sangre fría por personas que, cegadas por el miedo y el desconocimiento, no dudan en usar hachas, palos o piedras para poner fin a tan hermoso bicho cuando éste tiene el infortunio de toparse con personas insensibles. Y remataré, diciendo que estos anfibios, carentes de pulmones y que por tanto, respiran por la piel, son sumamente sensibles a la contaminación, a los virus, bacterias y hongos dañinos, por lo que, con el uso de pesticidas, agroquímicos, fertilizantes, detergentes, aceites y otros contaminantes del suelo y del agua, así como la introducción de animales domésticos a los bosques, las salamandras son de los primeros animales que sufren las consecuencias, extinguiéndose de las zonas ya intoxicadas por la mano humana.

Semblanza del autor: Daniel Pineda-Vera es estudiante de la Lic. en Biología en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Miembro redactor y editor en el Comité Editorial de la Gaceta de Divulgación de la Ciencia "Cantera", del Instituto de Ciencias Biológicas, UNICACH. Fundador y director del proyecto de divulgación de la ciencia y la biodiversidad "El Neotrópico". Fundador y exdirector de "Pájaro Cantil", A.C. (marzo 2017-diciembre 2019). Expresidente del Consejo Ciudadano Consultivo de la Vía Tuxtla Recreativa (agosto 2018agosto 2019). Cofundador del Grupo de Observación de aves "Heliomaster” (enero 2020presente). Líder del proyecto de investigación Las Aves del Parque Ecológico y Recreativo "Joyyo Mayu”. Con interés y experiencia en fotografía e ilustración de naturaleza, así como la divulgación de la ciencia y la conservación de la biodiversidad del Estado de Chiapas.

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La serpiente “Lechera” Elí García-Padilla

Fotografía por Elí García-Padilla

Las serpientes fungen roles simbólicos y culturales importantes. Por ejemplo en los mitos fundacionales mesoamericanos, como es el caso de la serpiente "lechera" (Pituophis lineaticollis) en la comunidad originaria Ayuujk de Santa María Tlahuitoltepec Mixe, Oaxaca. Según la tradición oral el Rey Kondoy, deidad más importante en la cosmovisión regional, nació del huevo de una serpiente, la cual está bien representada tanto en el mural en el palacio municipal y físicamente preservada en el museo comunitario de esta comunidad originaria. El también conocido como "Rey Bueno" fue quien enseñó a pelear y defenderse al pueblo Ayuujk, de tal manera que ni Mexicas ni Españoles lograrían jamás conquistarlos.

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