El peligro de las conductas adictivas se mantiene. El hogar, la familia y la comunidad educativa, son protectores primordiales para los jóvenes.

El peligro de las conductas adictivas se mantiene. El hogar, la familia y la comunidad educativa, son protectores primordiales para los jóvenes.
El modelo de educación híbrido no significa que el docente realice clases en el aula de forma presencial junto a un grupo de estudiantes conectados desde sus hogares al mismo tiempo. Más bien, significa tener clases presencia les con el curso y que, posteriormente, el estudiante traba je, personal o grupalmente y de manera remota, diferentes temáticas que reforzarán lo aprendido en clases.
Grupo Educar, desde el año 2014, comenzó a desarrollar una serie de acciones formativas virtuales, las que se han fortalecido en el tiempo, brindando diversos cursos en formato e-learning. Estos abarcan tanto temáticas de formación valórica, como educación cívica y competencias directivas en escuelas, con un foco importante en las nuevas metodologías de aprendizaje para ser utilizadas por docentes, tales como: aprendizaje basado en proyec tos (ABP), clase invertida (Flipped Classroom), aprendiza je basado en el pensamiento, entre otras.
Último estudio del INJUV reveló que, contrario a la percepción, el consumo de drogas bajó en los jóvenes durante la pandemia, nos cuenta Carolina Pérez, directora ejecutiva de Enred Social.
REVISTA EDUCAR | OCTUBRE 2022
EDICIÓN Nº 267| (ISSN-07190263)
DIRECTORA - EDITORA Marcela Paz Muñoz.
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Tiempos como los actuales nos llaman a estar más alertas frente al efecto de las adicciones en el funcionamiento del cerebro de los jóvenes. ¿Cómo se ve afectado? De eso conversamos con expertos.
En el mes donde conmemoramos a nuestros docentes, quisimos simular una entrevista a Gabriela Mistral, nuestra Premio Nobel de Literatura, con la ayuda de Armando Roa.
Cómo nivelar los aprendizajes: trabajo colaborativo, teórico y aplicado.
Tres establecimientos educacionales explican qué están haciendo para abordar el consumo de drogas, alcohol y pantallas.
Hipotecando la libertad de enseñanza, lo que opinan expertos y académicos de cómo debe ser una buena educación.
Las adicciones pueden aumentar los comportamientos y trastornos ansiosos, señalan expertos alrededor del mundo.
Destacamos buenas iniciativas que motivan el deporte, parte del programa daleProfe.
Samy Benmayor, reconocido artista nacional y su fuerte vocación por el arte.
Este 16 de octubre celebramos el DÍA DE NUESTROS PROFESORES. Muchas gracias por el gran trabajo que hacen y por buscar siempre impactar los aprendizajes de nuestros alumnos.
Pese a que los datos revelan que el consumo de drogas bajó en los jóvenes durante la pandemia, según el estudio del INJUV de diciembre del 2021, las amenazas continúan, y la alerta y preocupación por las conductas adictivas se mantiene.
A ello se suman estudios internacionales publicados en revistas científicas que muestran que la pandemia significó una mayor exposición a las pantallas y, con ello, la posibilidad de generar conductas adictivas a los videojuegos. Uno de ellos, “Uso del Tiempo en Pantallas entre los Adolescentes de EE.UU, durante la Pandemia de COVID-19: Hallazgos del Estudio sobre Desarrollo Cognitivo del Cerebro Adolescente”, de noviembre del año pasado, explica que el tiempo de ocio frente a las pantallas entre los adolescentes de EE.UU. se duplicó respecto a antes de la pandemia. Asimismo, pasar más tiempo frente a las pantallas se relaciona con una peor salud mental y un mayor estrés entre los adolescentes, advierten.
En todo caso, coinciden los expertos en que la mejor manera de abordar el tema es la prevención. Y es en el hogar, en la familia y en la comunidad educativa, donde se encuentran los factores protectores primordiales para los jóvenes en materia de alcohol, drogas, tabaco y videojuegos. Por todo aquello, hoy más que nunca es clave el trabajo de los docentes en alertar ciertas conductas adictivas entre los jóvenes, como también en percibir cualquier alteración en el normal desarrollo de sus alumnos.
Los invitamos a conocer prácticas exitosas para abordar el tema en diversos establecimientos educacionales.
Y también a celebrar junto a Revista Educar a los docentes, quienes este próximo 16 de octubre, celebran su día. Les enviamos por este medio nuestra más cordial felicitación.
La dificultad de acceso a las sustancias y la cercanía con las familias y los cuidadores, serían algunas de las razones de los resultados de este estudio, nos comentó Carolina Pérez, directora ejecutiva de Enred Social.
POR MARCELA PAZ MUÑOZ I.determinar cómo se han movido o no las cifras sobre el consumo de drogas en jóvenes y adolescentes, Carolina Pérez, directora ejecutiva de Enred Social, cuenta que ha estado observando muy detenidamente cómo la pandemia en su contexto más social ha afectado negativamente la vinculación de las personas con las diferentes sustancias que tienen a su disposición, sean drogas legales o ilegales.
“Cuando miramos a la población segregada en grupos etarios, observamos que existen grandes diferencias entre indicadores que puedan analizarse en torno a jóvenes, adultos y adultos mayores”.
Sin embargo, señala Carolina Pérez, vale la pena indicar que el consumo de alcohol y otras drogas siempre será perjudicial para el bienestar biopsicosocial (factores biológicos, psicológicos y sociales que inciden en el bienestar de los niños y adolescentes) y, por ello, no podemos restar del análisis el hecho de que existen diferentes variables de orden biológico, genético y social que sitúan a los jóvenes como un grupo de alto riesgo. “Como sabemos, una de las dimensiones que se vio más fuertemente afectada a nivel mundial durante esta crisis sanitaria dice relación con la salud mental, área desde donde sitúo el análisis de las adicciones”.
-¿Qué indican las cifras?
-De acuerdo con un estudio realizado por INJUV durante el mes de diciembre del 2021, denominado “Percepción de jóvenes respecto al fenómeno de alcohol y drogas” (ver código QR), aplicado a más de mil jóvenes de entre 18 y 29 años representantes de las 16 regiones del país, aun cuando los niveles de estrés y de ansiedad fueron recurrentes, los indicadores de consumo de tabaco, alcohol y marihuana en dicha población disminuyeron o se mantuvieron en los mismos porcentajes, siendo este uno de los datos que mayormente sorprendieron a la comunidad de preventólogos, ya que todas las conjeturas y estudios previos indicarían lo contrario.
-¿Cómo se explican esos resultados respecto del consumo?
-Uno de los elementos que podrían
explicar estos resultados dice relación con la dificultad de acceso a sustancias, a propósito de los largos periodos de confinamiento. Asimismo, se estima que la presencia de padres y cuidadores en el hogar podría haber favorecido la supervisión de estas conductas y, por último, mencionar que el consumo de alcohol y otras drogas en este grupo etario se presenta frecuentemente en contextos sociales, de reuniones y socialización entre pares, los que se vieron afectados también por la pandemia. Son muchas las conjeturas e hipótesis que podemos levantar al respecto; sin embargo, es una excelente noticia y una tendencia que esperamos se mantenga a la baja.
-Por el contrario, ¿qué sucedió con el índice de percepción de riesgo?
-De acuerdo con el mismo estudio citado, el 51,6% de la población joven cree que el consumo de marihuana es menos riesgoso que el del alcohol, mientras que un 36% piensa que son equivalentes y un 12,3% opina que la marihuana es más grave. Los hombres consideran menos graves los riesgos de la marihuana que el alcohol, mientras que las mujeres piensan mayormente que es equivalente. En tanto, la población de entre 15 y 19 años es aquella que proporcionalmente cree que los riesgos entre el alcohol y la marihuana son
Carolina Pérez, directora ejecutiva de Enred Social“Percepción de jóvenes respecto al fenómeno de alcohol y drogas”
Diciembre 2021. INJUV.
Como bien se muestra en las cifras mencionadas, los índices de percepción del riesgo se encuentran en una tendencia a la baja desde hace más de 10 años.
equivalentes, mientras que jóvenes que se encuentran entre 20 a 29 años consideran que la marihuana es la sustancia menos dañina.
Como bien se muestra en las cifras mencionadas, los índices de percepción del riesgo se encuentran en una tendencia a la baja desde hace más de 10 años.
Muchos estudios a nivel internacional vinculan esta tendencia a la baja con las diferentes experiencias internacionales de legalización del uso de esta sustancia, ya sea para fines médicos y/o recreacionales. No obstante todo lo anterior, es importante entender que la percepción de riesgo no es proporcionalmente incidente en el uso de sustancias, puesto que muchos consumidores consideran que el uso de una droga particular es riesgoso para su salud, pero aun así la utilizan. Uno de los ejemplos más claros de esto se puede ver respecto al consumo de tabaco.
Señala Carolina Pérez que, según agencias Internacionales de Naciones Unidas, como la CICAD-OEA, UNODC, existen estándares generales para la Prevención del Consumo de Drogas que, sobre la base de investigaciones científicas a nivel mundial, determinan el cómo llevar a cabo intervenciones efectivas con base teórica y empírica. “Dichos estándares señalan que, por ejemplo, a nivel de trabajo preventivo con niños y adolescentes en contextos escolares deben implementarse programas integrales, acordes a la cultura y política institucional, con acciones que involucren a toda la comunidad escolar (estudiantes, padres, apoderados y agentes educativos)”.
-¿Qué acciones son efectivas de implementar?
-Se recomienda realizar intervenciones de acuerdo con el ciclo vital o desarrollo humano de los niños y jóvenes, enfocadas en las tareas de desarrollo. Otros aspectos para las intervenciones de prevención son: trabajar con las familias en habilidades parentales; fortalecer los factores protectores y de riesgo en los NNA; capacitar a los docentes en las estrategias y técnicas de trabajo interactivo y lúdico con los estudiantes. Finalmente, es clave realizar intervenciones dirigidas a fortalecer la política institucional e incorporar la temática de la prevención del consumo de drogas en los instrumentos y el currículum educativo de los establecimientos educacionales.
• Como profesional de las ciencias sociales con experiencia en Prevención del Consumo de Drogas, he notado que en Chile se ha venido dando un fenómeno vinculado al aumento de acciones delictivas por parte de menores de edad.
• Siguiendo esta línea, el consumo de drogas es uno de los factores de riesgo que incrementa la probabilidad de que los niños y adolescentes emprendan trayectorias de vida problemáticas.
Lo anterior se evidencia en el “Estudio de género y factores de riesgo socio delictual en el PAIF 24 horas” (2016), el cual muestra, por ejemplo, que el 35,5% de los niños y adolescentes que han sido atendidos en el PAIF (Programa de Apoyo Integral a las Familias) ha incurrido en delitos para conseguir drogas, mientras que el 46% ha consumido drogas antes de ir a cometer un delito.
• Ante ello, resultan especialmente preocupantes los elevados índices de consumo que presentan a nivel nacional los escolares que cursan desde octavo básico hasta cuarto de enseñanza media, quienes según datos del Décimo Tercer Estudio
Nacional de Drogas en Población Escolar (SENDA, 2020), muestran un altísimo índice de embriaguez (de entre aquellos escolares que declaran haber consumido alcohol durante el último mes, el 64% afirma haber vivido al menos un episodio de embriaguez durante dicho periodo de tiempo). Además, los escolares que cursan desde octavo básico hasta cuarto de enseñanza media, lideran en consumo de marihuana, cocaína, pasta base y tranquilizantes sin receta médica en Latinoamérica (26,8%, 2,9%,1,7% y 9,3% de prevalencia de consumo en el último año).
Enred Social es una fundación sin fines de lucro que promueve la inversión social de impacto público/ privada, mediante la implementación de proyectos sociales enmarcados en los objetivos de desarrollo sostenible, los cuales tienen como fin favorecer la calidad de vida de los grupos más vulnerables de nuestro país.
El año 2015 abre las puertas este museo, que busca mostrar la identidad religiosa del Norte Grande. En él, se exponen diversas piezas donadas por la comunidad, que muestran las diferentes expresiones de fe y cultura que vuelven tangible lo intangible. Entrada liberada.
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Llegó la primavera, y qué mejor que salir al aire libre y aprovechar la naturaleza. Un lugar donde puedes disfrutar es el Humedal de Batuco, el más importante de la Región Metropolitana. Además, en su interior alberga la laguna de Batuco, otro factor que lo hace tremendamente atractivo y relevante para la región. Entrada liberada.
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Fundación Irarrázaval invita a todos los alumnos de 5° Básico a IV Medio de los colegios que pertenecen a su RED, a participar del Concurso Literario Juvenil “Al Maestro con Cariño”, el cual llama a presentar sus trabajos literarios basados en el papel del profesor como maestro inspirador y formador. La convocatoria culmina el 16 de octubre de 2022.
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¡Quedan pocos días para visitarlo! Y no te lo puedes perder. “El arte y la belleza del vestuario del Municipal de Santiago en Providencia” se llama esta exposición, que muestra trajes icónicos de grandes producciones artísticas, y que desde hace unas semanas está abierta al público. Las prendas, confeccionadas en los talleres del Teatro Municipal de Santiago para obras emblemáticas como Romeo y Julieta, Las bodas de Fígaro, La Bella Durmiente, o la reciente versión del ballet Giselle, se presentan de forma muy atractiva. Entrada liberada.
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La Orquesta Sinfónica de la Universidad de Concepción presenta en vivo “Patricio Manns Sinfónico”. Se trata de un homenaje al cantautor y escritor chileno, oriundo de Nacimiento, quien trabajó en el diario La Patria de Concepción y alcanzó popularidad con su canción “Arriba de la cordillera”. Murió en 2021 en la Región de Valparaíso.
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Más tiempo de ocio, poco deporte y más espacio para las pantallas, nos obliga a estar más alertas frente al efecto de las adicciones en el funcionamiento del cerebro de los jóvenes. ¿Cómo se ve afectado? De eso conversamos con expertos.
POR MARCELA PAZ MUÑOZ I.
investigación publicada en la revista Jama Pediatrics, en noviembre del año pasado, arrojó que el tiempo de ocio frente a las pantallas entre los adolescentes de EE.UU. se duplicó respecto a antes de la pandemia. El estudio llamado “Uso del Tiempo en Pantallas entre los Adolescentes de EE.UU, durante la Pandemia de COVID-19: Hallazgos del Estudio sobre Desarrollo Cognitivo del Cerebro Adolescente” muestra también que “pasar más tiempo frente a las pantallas se relaciona con una peor salud mental y un mayor estrés entre los adolescentes”, en palabras del Dr. Jason Nagata, investigador principal y profesor asistente de pediatría de la Universidad de California, en San Francisco.
Algo similar habría ocurrido también en nuestro país, explica Ingrid Bachmann, profesora asociada de la Facultad de Comunicaciones de la PUC, quien es enfática en señalar que “el tiempo dedicado a las pantallas se incrementó en todos, no solo en los jóvenes. En el contexto de la pandemia, la mayoría de nosotros pasó a un entorno en que todo era digital y a través de pantallas: el trabajo, el estudio, las compras, las consultas médicas y hasta los permisos para salir que se pedían en Comisaría Virtual. En el caso de los jóvenes, además, cuyo entretenimiento ya estaba bastante dominado por dispositivos móviles, smart tvs y consolas, el confinamiento también redundó en que el tiempo libre se concentrara aún más en dispositivos y videojuegos: a muchos les parecía que no había nada más que hacer”.
De hecho, señala la académica de la PUC, “es innegable que los jóvenes están altamente digitalizados y que tienen un acceso a tecnologías como nunca. Las pantallas son parte de su vida y el celular, por ejemplo, es un despertador, una agenda, una herramienta de creación de contenidos,
un espacio de consumo de entretenimiento y de comunicación instantánea, un espacio de socialización y una biblioteca con un sinfín de información, solo por mencionar algunos”.
El tema es que un mayor tiempo para las pantallas puede significar una mayor exposición, y aquello podría terminar por afectar el funcionamiento del cerebro en los jóvenes y llegar a convertirse en una adicción.
Francisco Ceric, profesor y presidente del Comité de Ética Institucional, jefe del Laboratorio de Neurociencia Afectiva (LaNA) del Centro de Apego y Regulación Emocional (CARE), de la Facultad de Psicología de la Universidad del Desarrollo, señala que es muy importante considerar que la adolescencia es un periodo crítico del desarrollo físico, en especial del cerebro. “En esta etapa se produce una importante remodelación a nivel de conexiones de algunas zonas del cerebro, donde hay proceso de poda sináptica, la cual disminuye las conexiones más débiles, pero fortalece conexiones de mayor uso. Entonces, en esa área de mayor sensibilidad, cualquier factor que afecte de manera drástica el funcionamiento del sistema nervioso podría generar anomalías en su reestructuración, desviando la regulación del desarrollo natural”.
Dice Ceric que, lamentablemente, la preadolescencia y adolescencia son los periodos críticos de inicio en el consumo de sustancias. “Por otro lado, la adicción a pantallas o tecnologías digitales cada vez comienza más temprano, lo que incluso podría estar afectando a los primeros años de vida, que también son un periodo crítico en el desarrollo de la conectividad del cerebro”.
En esa misma línea, la académica de la PUC afirma que los jóvenes se desenvuelven en
“Los jóvenes se desenvuelven en gran medida a punta de pantallas y estas tecnologías son una extensión de muchas de sus actividades cotidianas. Por esa razón, para muchos de ellos, su relación con pantallas y contenidos digitales suele ser de múltiples tareas paralelas (multitasking) y, por lo mismo, les cuesta considerar la opción de reducir su consumo de pantallas o de desprenderse de ellas totalmente”.
Profesor y presidente del Comité de Ética Institucional, jefe del Laboratorio de Neurociencia Afectiva (LaNA) del Centro de Apego y Regulación Emocional (CARE), de la Facultad de Psicología de la Universidad del Desarrollo.
“Es vital separar los tipos de adicción, ya que la dependencia al alcohol u otro tipo de drogas no se comporta exactamente igual a nivel neuropsicológico que la adicción a las pantallas. Si bien hay algunas vías cerebrales en las cuales se podría generar un efecto similar, los niveles de deterioro o daño fisiológico y psicológico son, al menos, no iguales. Por lo anterior, es clave comprender a qué nivel actúa esta estimulación excesiva (abuso de estimulación) para entender los potenciales problemas”.
gran medida a punta de pantallas y estas tecnologías son una extensión de muchas de sus actividades cotidianas. “Por esa razón, para muchos, su relación con pantallas y contenidos digitales también suele ser de múltiples tareas paralelas (multitasking) y, por lo mismo, les cuesta considerar la opción de reducir su consumo de pantallas o de desprenderse de ellas totalmente”.
Desde Israel, el académico y director de Tren Digital, Daniel Halpern, explica que se habla de “adicción a las pantallas cuando se genera una dependencia que afecta la vida regular del estudiante. Cuando el joven, pero también el adulto, solía juntarse con amigos, salir a comer, andar en bicicleta, y empieza a perder interés en otras actividades, por preferir quedarse en las pantallas, se genera una dependencia”.
En ese caso, explica Halpern, la vida de ese joven se ve interrumpida de alguna forma por las pantallas. “Deja de hacer sus actividades regulares, o empieza a bajar su promedio de notas, o sus relaciones cercanas comienzan a verse comprometidas, o empieza a faltar a su trabajo, etc.”
En ese caso, nos referimos a una dependencia, y aquello podría convertirse en una adicción. “Básicamente, esa persona no controla el dejar de usar las pantallas, y abandona otras actividades por el placer que le generan los videojuegos, por ejemplo. Entonces va perdiendo placer y la motivación por hacer las actividades de antes”.
Sin embargo, señala Daniel Halpern que es clave comprender que las motivaciones de las personas van cambiando con los años, porque se supone que sus actividades van difiriendo con la edad, en función de sus capacidades y habilidades, “por tanto, no hay nada de malo en ese cambio. El problema sucede cuando por hacer cierta actividad relacionada con las pantallas, deja de cumplir responsabilidades”.
Como conocedor del tema, Daniel propone trabajar la motivación de los alumnos, por realizar actividades interesantes y atractivas al aire libre; practicar algún deporte o algo que a los jóvenes les resulte cautivador, para que así puedan dejar de estar inmersos todo el tiempo en las pantallas.
“El mejor consejo es promover actividades offline que incentiven el desarrollo de intereses, como: manualidades, deporte, lectura, es decir, aquellas que no se centren únicamente en lo online”.
Cuenta Halpern que con la pandemia se adquirieron hábitos sedentarios que eran muy fáciles y simples de seguir, porque era a través de la tecnología, luego se acostumbraron a ese hábito, y cuesta escapar de eso. “Por ejemplo, si yo antes solía salir a pasear y en pandemia generé el hábito de ver cuatro capítulos de Netflix cuando llegaba a la casa, me va a costar mucho salir de eso, porque además esa actividad me produce mucho placer”.
Señala Francisco Ceric que quizás la pregunta más común es si las drogas y/o la adicción a las pantallas causan daño en el cerebro. “Acá se debe aclarar que hay diferentes tipos de drogas que afectan zonas específicas en nuestro sistema nervioso y en general nuestro cuerpo. El punto es que esta desregulación a nivel de sinapsis neuronales se podría ir traduciendo en un daño permanente, según el consumo en el tiempo”.
Señala el académico de la UDD que, por ejemplo, la droga éxtasis (MDMA), pese a no ser una de las sustancias más duras, tiene un efecto neurotóxico específico.
“Entonces, el punto crítico del potencial daño es el grado de abuso, considerando siempre la naturaleza de cada droga u objeto de adicción. Muchas drogas son específicamente diseñadas o creadas para producir adicción, con un aspecto hedónico (placer) y, lo más crítico, un aspecto remedial (que quita malestar), siendo este último el más complejo de la dependencia, que es consumir porque es necesario hacerlo”.
Explica Francisco, que es vital separar los tipos de adicción, ya que la dependencia al alcohol u otro tipo de drogas no se comporta exactamente igual a nivel neuropsicológico que la adicción a las pantallas. “Si bien hay algunas vías cerebrales en las cuales se podría generar un efecto similar, los niveles de deterioro o daño fisiológico y psicológico son, al menos, no iguales. Por lo anterior, es clave comprender a qué nivel actúa esta estimulación excesiva (abuso de estimulación) para entender los potenciales problemas”.
No cabe duda de que la pandemia cambió todo nuestro entorno, en un estado sin precedentes históricos e incluso evolutivo, de estrés constante, en condiciones de incertidumbre, de encierro, con una virtualidad que nos mantenía informados y a la vez conectados con otro de una manera muy diferente a nivel socioemocional, señala el académico de la UDD.
A nivel de desarrollo, por ejemplo, otro aspecto que ha demostrado ser esencial,
en busca de la salud emocional de los alumnos, “es la adquisición de hábitos, como por ejemplo rutinas de alimentación, sueño, estudio, tiempo libre e incluso de uso de tecnologías, lo cual es un buen predictor de rendimiento académico y salud integral. Este fue uno de los aspectos que más cambiaron en el periodo de pandemia”.
“Si bien los factores individuales (como los mencionados antes) son de importancia, también juega un rol crucial lo interpersonal. El periodo de adolescencia es igualmente una etapa de adaptación y crecimiento prosocial, donde las relaciones con otros juegan un papel esencial”, advierte el académico de la UDD.
En todo caso, “debemos considerar una temprana y adecuada educación respecto a las adicciones y sobre todo a nivel emocional, donde los padres, educadores y pares son el componente básico. Lo segundo es tremendamente necesario hoy en día, que vivimos en una sociedad más violenta, individualista y carente de empatía”, dice Francisco Ceric.
Para los docentes, 3 claves sobre el alcohol: Por Álvaro Vergés, psicólogo y académico de la Uandes.
1 Sí es posible enseñar estrategias conductuales que permiten, hasta cierto punto, disminuir algunas de las consecuencias negativas del consumo. Por ejemplo, llevar la cuenta del número de tragos, alternar bebidas alcohólicas y no alcohólicas, definir una hora predeterminada para dejar de tomar o evitar mezclar distintos tipos de bebidas alcohólicas.
2 No es posible “enseñar a tomar”. Normalmente, esta idea hace referencia a la capacidad de beber sin embriagarse, lo que tiene que ver con el desarrollo de tolerancia al alcohol, que constituye un proceso de neuroadaptación que no depende de la “cultura alcohólica” que uno tenga. Por otra parte, que una persona no se embriague, no implica que su organismo quede libre de las consecuencias negativas del consumo de alcohol.
3 Es importante recordar que la pura información no es suficiente como medida preventiva, y que es necesario que la comunidad educativa se involucre en alguno de los programas preventivos basados en la evidencia que existe (por ejemplo, Planet Youth).
“(Se habla de) adicción a las pantallas cuando se genera una dependencia que afecta la vida regular del estudiante. Cuando el joven, pero también el adulto, solía juntarse con amigos, salir a comer, andar en bicicleta, y empieza a perder interés en otras actividades, por preferir quedarse en las pantallas, se genera una dependencia”.
Método Planet Youth de Islandia.
Psicólogo y académico de la Uandes.
“El alcohol es una neurotoxina, de modo que su consumo se ha asociado a disminuciones en la materia gris en la corteza frontal y temporal del cerebro, y en la materia blanca del cuerpo calloso”.
¿Existió o no un incremento del consumo de alcohol? El psicólogo de la Universidad de los Andes, Álvaro Vergés, señala que: “En líneas generales, los datos epidemiológicos muestran una cierta polarización en los niveles de consumo de alcohol, particularmente en jóvenes, de modo que aquellos que bebían poco disminuyeron su consumo o dejaron de hacerlo durante la pandemia, mientras que algunas personas que ya tenían un consumo elevado incrementaron la frecuencia y cantidad de alcohol”.
Respecto a Chile, el académico de la Uandes explica que “los datos muestran que no ha habido un aumento global en el consumo de alcohol durante la pandemia (Encuesta del Observatorio Nacional de Drogas), pero sí un incremento del riesgo entre personas que consumen alcohol, sobre todo a principios de 2021 (aunque posteriormente ha disminuido a los niveles iniciales; Termómetro de la Salud Mental). Lamentablemente, no se han publicado
datos epidemiológicos específicamente en jóvenes en nuestro país”.
Pese a ello, es clave incorporar a nivel escolar y entre los docentes, que el alcohol tiene un impacto significativo en distintas dimensiones de la salud. “Por ejemplo, la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer ha establecido que el alcohol es cancerígeno para los seres humanos. Claro está que esa es una consecuencia de largo plazo, derivada del consumo crónico de alcohol”, señala Vergés.
Sin embargo, el consumo, dice el académico de la Uandes, se asocia también a efectos agudos, por ejemplo, “una mayor probabilidad de sufrir accidentes y lesiones, con mayor riesgo para personas que consumen en grandes cantidades en ocasiones específicas. A nivel neuropsicológico, el consumo de alcohol se asocia a un deterioro en las funciones ejecutivas, por ejemplo, una disminución en la memoria verbal, habilidades visuoespaciales y el aprendizaje”.
Michael Hoechsmann, profesor asociado de la Facultad de Educación de la Universidad de Lakehead, Canadá, y especialista en Media and Information Literacy, invitado por la Facultad de Comunicaciones de la PUC estuvo de visita en nuestro país y conversó con Revista Educar.
Experto en las tecnologías y conocedor del tema, señaló que no debemos demonizar a las pantallas. “Vivimos inmersos en una sociedad digital, nos movemos allí y debemos aprender a vivir con ellas”.
Señala el profesor que no es posible afirmar que “las generaciones más jóvenes carecen de mecanismos de adaptación que los mayores sí tenemos, simplemente porque no usamos las tecnologías de la manera que ellos lo hacen. Señalar aquello es peligroso y hasta muy aventurado. Muchas veces, más que una conducta adictiva, es una
obsesión que deben aprender a regular y controlar”.
Dentro de los desafíos, dijo Michael Hoechsmann, está el aprender a comportarse y convivir en lo que él mismo denomina la jaula digital en que estamos todos inmersos.
En todo caso, explica que la pandemia nos dejó en evidencia que sí era posible contar con una mayor accesibilidad a la tecnología, lo que ayudó a que muchas de las actividades que se hacían en forma presencial pudieran realizarse a distancia.
Vivir en la jaula digital, retos actuales para la comunicación y educación
Explica el doctor Humberto Soriano, presidente de la Asociación Médica para la Prevención, que la industria canábica en Chile y el mundo ha invertido mucho tiempo en convencer a la población, y especialmente a los más jóvenes, de que las drogas, y en particular la marihuana, tienen poco riesgo.
Elproblema, señala Humberto Soriano, médico y presidente de la Asociación Médica para la Prevención, es que “a medida que la industria logre su objetivo de bajar la percepción de riesgo, el consumo aumenta en forma inversa, o sea, a menor percepción de riesgo, mayor consumo”.
En relación con lo anterior, cuenta Soriano, la estrategia de prevención respecto del consumo de drogas incluye buscar un consenso entre los adultos, los centros de padres de los colegios y con la sociedad en general de que el alcohol y las drogas hacen daño a la salud.
“En este sentido, el modelo islandés, o llamado también Planet Youth (descrito en páginas siguientes), que se está implementando en Islandia con mucho éxito y también en varias comunas de Chile, es una respuesta moderna demostrada sobre la prevención del consumo de alcohol y drogas, en niños, niñas y adolescentes”.
La buena noticia es que hoy en día, gracias al trabajo concertado de las sociedades científicas profesionales de la salud y quienes trabajan en ese tema, “de alguna manera estamos impactando en el consumo de los jóvenes y disminuyendo el consumo en Chile, a pesar de que somos el país en Sudamérica con mayor consumo de alcohol y drogas entre los niños, niñas y adolescentes”.
¿Cómo reconocer a alumnos que consumen drogas o tienen conductas adictivas?
El doctor Soriano hace un llamado a los docentes a estar atentos a ciertos comportamientos que pueden ser factores predictivos de conductas adictivas de parte de los estudiantes.
1. Deterioro del rendimiento escolar.
2. Baja en el interés de realizar actividades propositivas.
3. Tos crónica y ojos rojos.
4. Cansancio durante la clase.
El doctor Humberto Soriano explica que la estrategia de prevención en relación con el consumo de drogas incluye buscar un consenso entre los adultos, los centros de padres de los colegios y la sociedad en general, de que el alcohol y las drogas hacen daño a la salud.
A menor percepción de riesgo, mayor consumo.
40%
13% 2003 Años 2015
Uso escolar de marihuana
Baja percepción de riesgo
Desde el año 2018, en las municipalidades de Las Condes y Lo Barnechea, se trabaja el Programa Planet Youth realizado en Islandia, iniciativa que, en 20 años, logró que el país europeo pasara de liderar los índices de consumo de alcohol y droga por parte de los jóvenes a ser el último del continente.
POR PAULA ELIZALDEque recordar que los jóvenes chilenos de entre 13 y 18 años son los principales consumidores de marihuana, cocaína, pasta
base y tranquilizantes sin receta médica de todo el continente americano”, comienza señalando Carlos Charme, exdirector de Senda y actual asesor en temas de consumo de drogas del alcalde de Lo Barnechea, Cristóbal Lira.
Ante esta preocupante realidad, tanto la comuna de Lo Barnechea como Las Condes han tomado medidas. Comenzaron por ver en qué lugar del mundo habían tenido experiencias exitosas de prevención del consumo, y así se encontraron con el Programa Planet Youth, realizado en
Islandia. “Islandia hace 20 años era uno de los principales consumidores de alcohol, tabaco y marihuana de toda Europa, y lo era por lejos. Y después de 20 años de trabajo en este modelo, hoy día son los que menos consumen en todo el continente”, cuenta el asesor del alcalde de Lo Barnechea. El programa que implementaron se llama Planet Youth y decidieron traerlo a Chile, obviamente, como afirma Charme, con una bajada local.
En Las Condes, el Programa Islandia está bajo el alero del Programa Red de Protección, liderado por Pablo Gómez: “Desde este lugar se despliegan intervenciones psicológicas, sociales, jurídicas y comunitarias basadas en evidencia, coherentes, integrales y actuando de manera coordinada con la oferta municipal y extramunicipal, alineado con el Plan Islandia”, afirma.
“Este modelo está basado en la evidencia y el instrumento fiable es la medición de factores de consumo y de riesgo”, señala Carlos. La primera fase del Plan Islandia es un trabajo de evaluación. Esta consiste en realizar una encuesta de consumo, actividades de riesgo y factores de protección a todos los jóvenes de segundo medio de la comuna. Así, en un trabajo en conjunto con los colegios de Lo Barnechea, recalca Charme, públicos y privados, se realiza una encuesta a los jóvenes de 16 años. ¿Por qué de esta edad? Porque se sabe que el consumo comienza entre los 13 y 14 años, y a los 16 se pueden medir las razones y factores de riesgo con mayor experiencia.
En Lo Barnechea el año 2018 se realizó la primera encuesta, el año 2020 una segunda y este año 2022 la tercera. ¿Ha habido cambios? Charme asegura que aún es muy pronto para sacar conclusiones, ya que el programa se implementa a 20 años
plazo. Sin embargo, los resultados del año 2020 mostraron una baja en el consumo, probablemente asociada a la pandemia, ya que como afirma Charme, muchas drogas son de consumo social.
En Las Condes, la última encuesta del año 2020 (realizada a jóvenes de segundo medio, 16 años) mostró que un 75,2% de los jóvenes había tomado alcohol alguna vez en la vida y un 40,2% lo había hecho en los últimos 30 días; que un 23,1% había usado pastillas para dormir o tranquilizantes (sin receta médica) una o más veces en su vida y un 8,3% en los últimos 30 días, cifras inquietantes como señala Gómez, desde el municipio de Las Condes.
Frente a esto, Gómez añade: “He podido ver cómo este último año se ha despertado un gran interés por participar de la oferta programática por parte de los colegios presentes en la comuna. El equipo municipal dedicado a esta importantísima tarea ha logrado insertarse en estos espacios y ha contribuido en un abordaje más integral, coordinado y colaborativo en torno a la prevención del consumo de alcohol y otras drogas, generando espacios formativos para abordar estas temáticas y lograr estrategias preventivas”.
HERRAMIENTAS PARA PROFESORES Y PADRESSiguiendo el Plan Islandia, con los resultados en mano se trabaja en cuatro grandes áreas: en la sala de clases, donde la municipalidad, a través del Programa Planet Youth, entrega herramientas a los jóvenes para poder elevar los factores de protección y disminuir los de riesgo: “Herramientas de autoconocimiento, de vinculación con su medio, relacionamiento con sus pares, de compromiso escolar”, agrega Carlos Charme.
En segundo lugar, con los padres: “Ayudar a los padres a relacionarse mejor con los hijos. De hecho, si uno pudiera aislar todos los factores que inciden en el consumo de drogas en los jóvenes, el relacionamiento con sus padres es lo que más influye en esa materia, desde si los conocen o no conocen, si tienen confianza o no, las reglas que tienen y la vinculación con el entorno de los jóvenes”, afirma el exdirector de Senda. En este sentido, desde la municipalidad realizan talleres para padres, para así entregar herramientas concretas.
Pablo Gómez afirma: “Nos importa facilitar la organización de las comunidades en torno al trabajo preventivo y fortalecer una actitud de vida saludable”. En esa línea, desde Las Condes “se realizan actividades de promoción de prácticas saludables y
“El modelo Islandia es de prevención ambiental, donde vamos entregando herramientas a las familias para poder crear ambientes protectores”, Carlos Charme, exdirector de Senda, asesor del alcalde de Lo Barnechea, Cristóbal Lira.
fortalecimiento de factores protectores de la población escolar de nuestra comuna. También se interviene a nivel ambiental, fomentando el desarrollo de competencias institucionales para la prevención del consumo, por medio, por ejemplo, de capacitaciones para docentes en detección y anticipación de conductas de consumo e identificación de factores de vulnerabilidad; talleres dirigidos a estudiantes con recomendaciones para una vida saludable y autocuidado; talleres para padres y madres enfocados en el fortalecimiento de habilidades comunicacionales, estrategias de detección de factores de riesgo e impulso de factores protectores; acciones de fomento de factores protectores en la comunidad buscando aumentar los niveles de cohesión, pertenencia y participación”.
La tercera área que se trabaja es el tiempo libre, y aquí es clave el rol municipal: “¿Cómo podemos darles más oportunidades a los jóvenes para hacer deporte y para actividades culturales? Esto es muy importante, de las cosas que más crédito tiene para elevar los factores protectores”, cuenta Charme y en esa línea afirma que
“La idea hoy, y sobre todo postpandemia, es buscar cambios que potencien los factores protectores y modifiquen positivamente el ambiente”, Pablo Gómez, encargado del programa Red de Protección de la Municipalidad de Las Condes.
se ha aumentado el presupuesto municipal para recreación y fomento de actividades deportivas y culturales.
En Las Condes también se ha trabajado fuertemente esta área, como afirma Pablo Gómez: “La municipalidad ha creado actividades, talleres y lugares, como por ejemplo, ‘Espacio Joven’ en el Centro Deportivo Spa Cerro Apoquindo. Estas son acciones tendientes a modificar el ambiente y así competir con el consumo de alcohol y otras drogas. La idea hoy, y sobre todo postpandemia, es buscar cambios que potencien los factores protectores y modifiquen positivamente el ambiente. Necesitamos una sociedad, familias y colegios corresponsables en esta materia, tener una mirada crítica respecto a la normalización del consumo en adultos y acciones restrictivas para el acceso al alcohol y otras drogas por parte de adolescentes”.
La última área es el trabajo con el grupo de pares, donde se quiere cambiar la perspectiva de que “el más bacán no sea el que consume drogas, sino que el que es un amigo solidario, el mejor vinculado con el medioambiente.
Tres establecimientos educacionales explican qué están haciendo para abordar el consumo de drogas, alcohol y pantallas. Orientar a los padres, trabajo en salud mental y encuestas son algunos ejemplos.
• 1.500 alumnos
• Comuna de Lo Barnechea
• Región Metropolitana
Un elemento clave para sus docentes es que se trata de un establecimiento comunitario. “Para nosotros es muy importante que nuestros alumnos se mantengan en el colegio. Es de toda la familia. La mayoría de los padres asistieron también como alumnos. Consideramos que es un factor protector en términos del consumo de alcohol y drogas”, explican Marcela Flores, psicóloga de tercero y cuarto medio, y Ana María Sáez, psicóloga y jefa de la Unidad de Apoyo Pedagógico.
En el colegio, los programas de prevención parten desde preescolar. “En ese sentido, es muy importante fomentar una vida sana y el autocuidado, con trabajo importante
en el desarrollo y fortalecimiento de las habilidades socioemocionales. Se les muestra qué le hace bien y qué no a la salud física y psicológica. Partimos antes de que los niños se encuentren con las sustancias adictivas”, explica Ana María.
Por otra parte, se realiza dos veces al año un cuestionario de bienestar socioemocional a todos los alumnos del establecimiento. “Es un termómetro de la salud mental de nuestros alumnos”, explican.
Otro aspecto relevante es el programa “Lasim Lev” (poner el corazón, en hebreo), que invita a tener conciencia de la salud y bienestar propio y de los compañeros.
Al identificar un caso de adicción, el protocolo es claro: primero se toma contacto con la persona que hizo la detección junto al equipo de Unidad de Apoyo Pedagógico y la dirección del ciclo. Se realiza una reunión con el estudiante, donde se recoge la información y luego se conversa con los padres por separado.
Los estudiantes aprenden sobre las consecuencias a corto y mediano plazo del consumo y hasta ensayan formas de enfrentar las presiones, como cuando tienen vergüenza o miedo de afrontar situaciones, evaluando las alternativas.
El Centro de Padres tiene una función activa en el contacto con otros colegios, donde se promueven acuerdos para abordar contextos fuera del establecimiento. El colegio, por su parte, entrega sugerencias en términos de cómo debe ser la actitud y conducta de los padres respecto de las fiestas, el horario, recomendándoles que siempre estén presentes. Se aconseja que haya regulaciones respecto del alcohol y ahora también de vapers
Un consejo que entrega Ana María es que “como adultos tenemos que ver lo que hacen (los jóvenes), conocer el vocabulario, los sitios que visitan en internet. Mostrar a los papás la importancia de estar actualizados. Eso no significa convertirse en amigos, pero estar alertas, atentos. Conocer los nombres y tipos de marihuana, canciones relacionadas”.
Al identificar un caso de adicción, el protocolo es claro: primero se toma contacto con la persona que hizo la detección junto al equipo de Unidad de Apoyo Pedagógico y la dirección del ciclo. Se realiza una reunión con el estudiante, donde se recoge la información y luego se conversa con los padres por separado. “Muchas veces nos encontramos con que los padres están o no informados y es ahí donde damos orientaciones para apoyar al estudiante. Por otra parte, acompañamos al alumno. Se
generan planes de acción por parte de los profesores para tener siempre visibilizado a ese estudiante. Mantenemos el contacto con los padres y, si es necesario, derivamos a red privada o pública”, cuenta Marcela.
Pía Massa es directora de los cursos primero a tercero básico. Asegura que “nuestro colegio está bien enfocado hacia las tecnologías. No las prohibimos ni las demonizamos”. Sin embargo, están muy conscientes de la importancia de regular y orientar su uso. “Hicimos una encuesta voluntaria, junto a una experta externa, para recoger información clave sobre pantallas en las familias. Durante la pandemia hubo más libertad y, en consecuencia, los límites se volvieron muy difusos”.
Resultados en mano, se hizo una reunión con los apoderados con el foco en habilidades parentales y en no polarizar el uso de las tecnologías. Se les aconseja bajar la cantidad de horas de pantallas, para desarrollar la creatividad e impulsar el tiempo en familia. “Nosotros las ocupamos en los estudiantes con tiempos adecuados, en ocasiones especiales, como lo es la medición de lectura en inglés y español”, explica Massa.
Otras regulaciones son, por ejemplo, que el uso del celular está prohibido hasta séptimo básico y se sugiere que todas las invitaciones a las casas sean libres de pantallas, que después de las 8 de la noche los celulares estén en las piezas de los papás o que los hijos solo escriban en el chat de curso hasta un horario prudente considerado entre todos.
El equipo de la Unidad de Apoyo Pedagógico del Instituto Hebreo.“En la escuela para padres se entregan estrategias del rol parental, para que los papás estén más presentes en términos de calidad, por sobre cantidad de tiempo. Que escuchen, que conversen. Los padres, muchas veces no saben qué están haciendo los alumnos, con quién se juntan”, explica Octavio Pardo.
Este establecimiento técnico profesional, parte de la RED Irarrázaval, está emplazado en la segunda comuna con mayor consumo de marihuana de la región. Tiene además un 98% de IVE, una de las más altas del país. Su director, Octavio Pardo, explica que las drogas más comunes entre los jóvenes son la marihuana y antitusivos como la codeína, que se mezclan con gaseosas o bebidas energéticas.
Se ha puesto el foco en el abuso de consumo de drogas, alcohol y tabaco, adaptando los enfoques según la edad de los jóvenes. Según Pardo, la encuesta de Senda realizada en alumnos de segundo medio arrojó en 2021 que un 6% de los estudiantes ha probado drogas más de una vez, cifra que bajó a 4% en 2022; sin embargo, “sabemos que puede haber un factor de temor que impida que revelen la verdad totalmente”, afirma el director.
Se realizan charlas informativas tanto para los estudiantes como para los apoderados, siempre en sintonía con centros de alumnos y de padres. “Hemos identificado un problema de consumo a nivel juvenil, entre los 13 y 14 años, y comenzamos a trabajar en 2020 con Senda Previene para orientar desde lo preventivo, a través de la educación, con diferentes enfoques de primero a cuarto medio”. Por otra parte, Pardo destaca el trabajo con Carabineros de Chile de Curacautín, que realiza charlas a los alumnos desde lo preventivo, y no desde lo punitivo o de normas.
“En la escuela para padres se entregan estrategias del rol parental, para que los papás estén más presentes en términos de calidad, por sobre cantidad de tiempo. Que escuchen, que conversen. Los padres, muchas veces no saben qué están haciendo sus hijos, con quién se juntan”, explica Octavio.
Las actividades extracurriculares son, para el director, un factor protector clave. Los alumnos pueden inscribirse en talleres como: escalada, instrumentos musicales,
crossfit, peluquería y manicure, folclor, entre otras. Sumado a esto, constantemente se está mostrando a la comunidad educativa lo aprendido en estas instancias, con eventos que se comunican incluso por las radios comunales. “Todo esto hace menos atractivo entrar al consumo de drogas, alcohol o tabaco”, concluye Pardo.
Si bien los casos de microtráfico en el colegio han sido aislados, el directivo dice que aquellos detectados son tratados mediante orientación y contención socioemocional, siempre en conjunto con los padres y apoderados. “Con el microtráfico tratamos de ser muy delicados. Que no haya mucho revuelo. Somos los primeros que tenemos que denunciar, pero tenemos que actuar lo más cuidadoso posible en el proceso. Funcionamos con Carabineros porque no tenemos PDI”, dice Osvaldo.
En esta línea, detalla que “lo que más mueven los chicos es marihuana. El niño que hace microtráfico no lo reconoce, sino que hace como que está consumiendo. Hay que tener mucho ojo con tener la evidencia. No podemos revisar las mochilas, sino que llamamos a Carabineros y son ellos quienes hacen esa labor”.
En el colegio se llevan a cabo charlas explicativas sobre los efectos nocivos. Este tema es especialmente crítico en un establecimiento TP, asegura Pardo. Dado que es común que el consumo de pantallas lleve a los estudiantes a “navegar” hasta altas horas de la noche, existe un riesgo si están somnolientos al día siguiente y deben trabajar con maquinaria real.
“Recomiendo que haya siempre charlas antes de iniciar actividades prácticas, para que exista claridad de que los estudiantes deben estar alertas”, concluye el director.
Octavio Pardo, director del Liceo Politécnico de Curacautín, que pertenece a la RED Irarrázaval y a SNA Educa.“Es indudable que el acceso y uso frecuente de pantallas en el mundo moderno se ha incrementado, y para nuestros estudiantes se ha traducido en dificultades de organización del tiempo, higiene del sueño, y concentración en clases y tareas escolares”, señala el encargado de convivencia escolar.
• 1.200 alumnos
• Comuna de Alto Hospicio
• Región de Tarapacá
Este año el Liceo Bicentenario Minero SS Juan Pablo II, ubicado en la comuna de Alto Hospicio, participó por primera vez en la encuesta juventud y bienestar del programa Elige Vivir sin Drogas de Senda, y están a la espera de los resultados, con lo que podrán saber cómo están hoy las cifras de consumo.
Actualmente, en el Liceo que desde el año 2012 es Bicentenario, se toman acciones preventivas, como detalla Ronald Norris, psicólogo encargado de convivencia escolar: “Articular espacios preventivos con organismos colaboradores, que fomenten plan de vida, tiempo libre y afectividad (Senda-habilidades para la vida, consejos de curso y en la asignatura de desarrollo personal)”, señala. Además, han realizado la actualización y sensibilización de protocolos y procedimientos respecto a situaciones de consumo que involucren a algún estudiante del Liceo.
Ronald agrega que también realizan “charlas informativas sobre la ley de responsabilidad penal adolescente, para
padres y estudiantes”. Afortunadamente, no han tenido casos de microtráfico, pero sí “situaciones relacionadas con el uso exploratorio de medicamentos y su facilitación a otros estudiantes. Frente a estos hechos se activó el protocolo, se denunciaron los hechos ante el Ministerio Público y el Tribunal de Familia para que, de esta manera, se otorguen los apoyos e investigación necesarios a los estudiantes involucrados”.
“En términos generales, estas medidas han sido bien recibidas, ya que, si bien tienen un fin preventivo respecto al consumo de alcohol y drogas, no son planteadas necesariamente de esa manera, sino que como entrega de factores protectores para la vida”, explica Ronald. Y agrega que “existe un apoyo transversal de los apoderados y alumnos para tratar dichas temáticas, siendo partícipes de charlas e intervenciones para ambos grupos en particular”.
“Es indudable que el acceso y uso frecuente de pantallas en el mundo moderno se ha incrementado, y para nuestros estudiantes se ha traducido en dificultades de organización del tiempo, higiene del sueño, y concentración en clases y tareas escolares”, señala el encargado de convivencia escolar.
Ante esta realidad, como relata Norris, “se han abordado temáticas con apoderados, que buscan generar mayor control parental respecto al uso de aparatos electrónicos, además de posibilitar en estudiantes la organización del uso de su tiempo libre y ocio. Lo anterior, a través de espacios de reflexión en consejos de cursos y reuniones de apoderados”.
Actividades de prevención de adicciones en el Liceo Bicentenario Minero de Alto Hospicio.Carolina Dell´Oro asegura que el rol docente no es reemplazar a los padres, porque las familias son los primeros educadores de sus hijos. En todo caso, los profesores deben estar alertas frente a posibles conductas adictivas de los alumnos.
POR VERÓNICA TAGLECarolina Dell’Oro, filósofa y experta en temas de familia, explica que es importante formar a los apoderados para que puedan abordar situaciones de adicción con sus hijos, mediante atención personalizada y talleres.
Para Carolina Dell’Oro, una de las principales causas del consumo de drogas y alcohol en los jóvenes es la ausencia de límites externos. “Los padres hoy están sobrepasados. Hay falta de formación, dudas y un cuestionamiento a la autoridad que dificulta su labor. Cuando un padre no pone límites, el joven siente una falta de pertenencia y abandono. Eso hace que se sientan vulnerables y no sean capaces de autorregularse”, asegura la filósofa.
“Cuando los niños no han tenido límites claros y preocupación, se genera una pérdida de confianza en sí mismos. Los
estudiantes pueden caer en la necesidad de seguir al grupo y buscar ser aceptados por los demás”, explica Dell’Oro.
Se ha percibido una pérdida de trascendencia de vida, además del sentido del dolor, es decir, poca tolerancia a cualquier problema o frustración.
4. SOLEDAD, SOLEDAD, SOLEDAD
“Es importante tener claro que estamos en una sociedad donde hay muchas mujeres solas con hijos, y el sistema laboral no permite la conciliación de ser madre con hijos y trabajar fuera del hogar. En los ambientes más vulnerables, esos niños están solos después del colegio”, asegura la filósofa y agrega que esa soledad puede llevar a los jóvenes a buscar sentido de pertenencia en el lugar equivocado, como son las bandas de narcotráfico. “Hoy, los niños se sienten solos y el ser humano necesita pertenecer a alguien y sin su familia, pertenecen a cualquiera”, dice.
Dell’Oro aconseja que “el docente debe tener claro que los padres están superados, no tienen claridad educativa para abordar este tema”. En este contexto, asegura que “la formación de padres hoy es clave. Escucharlos, tratar de que se hagan cargo de los hijos. No desde la crítica, sino de invitarlos a algo a lo que ellos no se sienten capaces”.
Carolina Dell’Oro es filósofa de la Pontificia Universidad Católica de Chile y egresada del Programa de Alta Dirección de Empresas (PADE), del ESE Business School.
Respecto al formato, invita a generar encuentros más personalizados entre el docente y los padres, donde se entreguen principios claros sobre el tema. Propone talleres donde se muestre una pequeña cápsula de video, para después pasar a la conversación y análisis. “Gracias a internet, hoy tenemos acceso a lo mejor del mundo en materia de contenido y hay que aprovecharlo”, sin necesidad de llevar a un expositor de manera presencial, asegura.
Asimismo, la académica no aconseja encuentros de padres e hijos en conjunto. “Es mejor un taller bien hecho, donde un mediador lo baje a la realidad de este colegio y ahí que trabajen con los padres. Al juntar a padres e hijos a la vez, se hace difícil adaptar el lenguaje”.
El psiquiatra de la Universidad de los Andes destaca la importancia de que los colegios sean un ambiente libre de tabaco, alcohol y drogas. Esto, principalmente en las actividades no académicas como las kermeses, campeonatos de fútbol los fines de semana o la publicidad de las revistas escolares. “Es tremendamente importante que el niño asocie, desde chico, que el colegio es un lugar libre de adicciones, de humo y de alcohol”.
Menciona también el cigarro porque “el hecho de que la marihuana y el alcohol sean una puerta de entrada a drogas más duras está absolutamente comprobado; sin embargo, desde hace unos cinco años han salido publicaciones que afirman que el tabaco produce el mismo fenómeno”, dice.
Por otra parte, enfatiza que el rol que tienen los padres, en este aspecto, es mucho más importante que el de los profesores y que “lamentablemente, los padres están delegando mucho en los colegios, cuando el principal factor protector para el consumo de alcohol y drogas son ellos mismos. El colegio, lo que tiene que hacer es enseñar matemáticas, a leer, a escribir y el pensamiento crítico, pero lo relativo a consumo de alcohol y drogas y a educación sexual, son los papás los responsables”.
En preescolar sería el momento ideal para comenzar las estrategias de prevención, dice Middleton. “La conciencia moral de un niño se forma aproximadamente a los ocho años. Antes de eso no son capaces de reflexionar entre lo que es bueno y malo. Lo bueno es lo que ve que hacen sus figuras de apoyo, fundamentalmente sus padres”. Un objetivo claro es retrasar la edad de inicio de consumo de alcohol, tabaco y drogas. Si al niño, desde chico, se
le explica que el alcohol es para los mayores de edad, eso le va a ir quedando”, recalca. Además, subraya que este tema debería estar incluido en el currículo escolar.
El principal motivo por el cual los adolescentes consumen es por presión social, asegura el también académico de la Universidad de los Andes. En esta línea, dice que es clave generar estrategias para desarrollar la autoestima de los alumnos y que tengan la capacidad de no ceder ante esa presión. Eso se trabaja mucho “uno a uno”, por ejemplo, en las tutorías. “Tener un vínculo con un profesor que pueda ser una figura de autoridad, pero también de confianza”, dice. Pone como ejemplo el explicarles que, si eres bueno para los deportes, y sales a tomar el viernes en la noche, no podrás entrenar el sábado en la mañana. Pasa lo mismo con los estudios. “El tiempo que te hace perder el consumo de alcohol es enorme”, agrega.
Middleton cuenta que es común que docentes y apoderados utilicen el recurso del futuro para desincentivar el consumo. Pero aclara que los adolescentes ven ese futuro como algo demasiado lejano. “Tienen que ver cosas en el aquí y ahora, porque los adolescentes no ven las cosas a futuro”.
En relación con la idea de que el consumo de drogas y alcohol no ha aumentado en el último tiempo, Middleton dice que “se ha estabilizado en los últimos 10 años un consumo muy alto de alcohol y marihuana
en los adolescentes. Comparado a nivel internacional, Chile es uno de los países con mayor consumo de marihuana a nivel escolar en toda América y eso se ha mantenido estable”.
Tres estrategias para disminuir el consumo:
La única sustancia de abuso que ha disminuido sistemáticamente su uso escolar es el tabaco. Esto, asegura el psiquiatra, se debe a que se han tomado tres acciones:
1. Limitar el acceso: el tabaco hoy es muy caro, pues se han incrementado los impuestos.
2. Aumentar la percepción de riesgo: la publicidad de tabaco ha prácticamente desaparecido y la que existe debe mostrar en el 50% los riesgos asociados.
3. Disminuir el refuerzo social: antiguamente, se veía en las películas escenas que hacían atractivo el consumo de tabaco, por ejemplo, eso ya no se ve. “Debería haber una campaña de desincentivo muy importante para la marihuana”, dice Middleton.
“SERÍA MUY IMPORTANTE INCLUIR LA PREVENCIÓN EN EL CURRÍCULO ESCOLAR”
proyecto, al igual que todos, nace como solución a una necesidad, y esta es que hemos detectado habilidades descendidas en el área de ciencias y matemáticas, específicamente en física y matemáticas”, cuenta Benjamín Navarro, profesor de Robótica y Automatización del Liceo Bicentenario de excelencia Técnico Profesional People Help People de Pullinque y que forma parte de la RED Irarrázaval, y agrega: “En el área de física teníamos un 8% de aprobación y en cálculo un 10%, en los diagnósticos. No eran resultados suficientes para poder dictarles los contenidos del semestre, sin que ellos supieran, por ejemplo, el algoritmo de la división o las tablas de multiplicar, que son habilidades básicas”.
Debido a esto, Benjamín relata que, como departamento de tecnología, se les ocurrió hacer un proyecto, dictado por dirección académica, para mejorar estos resultados. Así surge finalmente “Mi casa inteligente”, iniciativa que reúne a los departamentos de tecnología (robótica y física aplicada), de ciencias (física) y de matemáticas, y le agregaron un plus, como relata Benjamín: la automatización y la robótica.
Claudio Pailañir, director del establecimiento, señala que junto con nivelar las habilidades de los estudiantes, se buscó también acercar la tecnología a los alumnos y solucionar un problema real, como es la falta de electricidad de familias de la comunidad escolar: “Se vio también la necesidad de incorporar energía a las casas de nuestros estudiantes que viven en sectores rurales”. Finalmente, como Pailañir añade, el proyecto también tiene el fin de dar solución a un problema real, “porque muchos alumnos no cuentan con instalaciones eléctricas”.
Tras comprobar que los estudiantes no tenían las habilidades necesarias para comenzar a cursar la enseñanza media, en el Liceo Bicentenario People Help People de Pullinque, comuna de Panguipulli, decidieron realizar un programa especial, llamado “Mi casa inteligente”. Acá te contamos cómo funciona.
Para llevar a cabo el proyecto práctico, es necesario saber ciertos contenidos, como detalla Benjamín: “Juntos (los departamentos) desarrollamos una guía de aprendizaje para poder dar conocimientos mínimos a los chicos. De matemáticas, física, robótica y automatización, y le dimos un sentido cronológico a este proyecto con la guía de aprendizaje, la cual tenían como libro de enseñanza”, señala. En paralelo se realizan las clases prácticas, de laboratorio. Un proyecto donde se emplean metodologías de ABP (Aprendizaje basado en proyectos), STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y P21-4C (pensamiento crítico, comunicación, colaboración y creatividad).
Benjamín cuenta que el proyecto ha tenido una excelente acogida: “Los estudiantes están súper motivados. Nosotros les planteamos el proyecto y todo lo que iban a hacer, que era un circuito eléctrico domiciliario para suplir una necesidad de uno de sus compañeros, y se motivaron bastante”. Ellos mismos participaron en la propuesta de la problemática, eligiendo la que les pareció mejor.
Con el paso de las semanas, se dieron cuenta de que ellos habían visto los contenidos, como división, suma de fracciones o números racionales, pero no se acordaban. “Cada semana, ellos tienen una prueba de proceso. Y los resultados se dispararon. Pasamos de un 8% de aprobación en preguntas de cálculo, a
tener un 80% de aprobación en la primera prueba de proceso y un 90% en la segunda. Los resultados hablan por sí solos”, afirma Benjamín.
Además de nivelar las habilidades descendidas, el proyecto de automatización les abrió distintos horizontes a los estudiantes: “Los jóvenes se dieron cuenta de que podían ejecutar el proyecto en sus propias casas, de hecho, muchos preguntaban sobre el valor de los equipos y si implementarlo era muy caro, pues querían hacer una casa inteligente en su propio hogar”, relata el profesor de robótica y añade: “Y lo vieron también como una estrategia de negocio, ya que pueden cobrar por hacerlo”.
Liceo Bicentenario de excelencia TéCNICO PROFESIONAL People Help People de Pullinque
• Tiene 421 estudiantes.
• Imparte las especialidades de: mecánica automotriz, construcción y agropecuaria y desde el próximo año programación.
Estudiantes del Liceo Bicentenario People Help People de Pullinque, participando en el proyecto Mi Casa Inteligente.En el mes y día del profesor, quisimos simular una entrevista a Gabriela Mistral, nuestra Premio Nobel de Literatura, con la ayuda de Armando Roa, escritor, poeta, ensayista y traductor.
el 7 de abril de 1889 en Vicuña, ciudad nortina situada en el cálido Valle del Elqui, “entre treinta cerros” como ella misma gustaba de recordar, Gabriela Mistral fue bautizada como Lucila de María Godoy Alcayaga, según consta en los registros parroquiales de su ciudad natal.
La influencia de su hermana resultó determinante en su decisión de dedicarse a la enseñanza, promoviendo un pensamiento pedagógico centrado en el desarrollo y la protección de los niños. Su carrera docente fue sumamente precoz, y a los 15 años, en 1904, ya había sido nombrada ayudante en la Escuela de La Compañía Baja, y en 1908 se desempeñó como maestra en la localidad de La Cantera.
En 1910 se trasladó a Santiago, donde trabajó en la Escuela de Barranca y aprobó los exámenes especiales en la Escuela Normal de Preceptores. A partir de ese momento empezó a trabajar en distintas escuelas alrededor del país, en las ciudades de Traiguén, Punta Arenas, Antofagasta y Temuco, entre otras. En esta última conoció al joven Neftalí Reyes Basoalto (Pablo Neruda), a quien introdujo en la literatura rusa.
Ahora, Armando Roa hace suyos los pensamientos, ideas y reflexiones de nuestra Premio Nacional de Literatura y nos responde estas preguntas.
-¿Cómo debiera enseñar el profesor a los alumnos?
-Para corregir no hay que temer. El peor maestro es el maestro con miedo, como ella decía...
-Como decía ella: “La enseñanza de los niños es tal vez la forma más alta de buscar a Dios; pero es también la más terrible en el sentido de tremenda responsabilidad”.
-¿Por qué es clave enseñar al aire libre?
-Porque ella afirmaba: “Vivifica tu clase. Cada lección ha de ser viva como un ser”.
-¿Por qué enseñar siempre en el patio, en la calle, como en la sala de clases?
-Porque ella decía: “La vida de un establecimiento no ha de ser interior, subterránea, fría: se ha de derramar hacia fuera”.
-¿Cómo enseñar con actitud, el gesto y la palabra?
-Con la actitud y el gesto al seguir lo que ella decía: “Maestro, sé fervoroso. Para encender lámparas has de llevar fuego en el corazón”. Con la palabra, porque “cuando descuidas tu lenguaje, robas algo a la verdad que enseñas: te robas el atractivo sobre los niños, le robas dignidad”.
Un mensaje de Gabriela Mistral a nuestros maestros: “Nada más triste que el que la alumna compruebe que su clase equivale a su texto”.
Armando Roa, escritor, poeta, ensayista y traductor.
Foto: Andrés Pérez para La Tercera.
Un grupo de destacados académicos e investigadores, bajo la edición de Patricia Imbarack, Sergio Salas y Paula de la Cerda, dieron vida a este texto que busca reflexionar sobre las disposiciones referentes a la educación. Ahora, luego de realizado el plebiscito de salida, es clave definir aquello que no debiese faltar en la nueva propuesta de Constitución.
POR MARCELA PAZ MUÑOZ I.Nuestro país se encuentra ante un desafío trascendental en materia pública, por lo cual un grupo de académicos generó una instancia de reflexión en torno a la libertad de enseñanza y la propuesta hecha en el borrador constitucional, recientemente rechazado en el plebiscito de salida. Así se dio vida al texto “Hipotecando la libertad de enseñanza”.
En ese contexto se invitó a una serie de destacados actores –incluidos dos exministros de Educación– quienes, desde diversas perspectivas, realizaron un análisis con el ánimo de democratizar el conocimiento y difundir ampliamente estas ideas.
numerosos tratados e instrumentos de derecho internacional”.
Por su parte, monseñor Juan Ignacio González, abogado y doctor en Derecho Canónico y obispo de San Bernardo, en su capítulo: “La otra vía frente a un Estado expansionista”, señala que se manifiestaba, en la propuesta de nueva Constitución ya rechazada, “de manera muy clara un afán hegemónico del Estado y una minusvaloración o directamente un desconocimiento de la educación particular subvencionada. Hay un intento –en este como en otros ámbitos– de cambiar el paradigma”.
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En el capítulo “Aportes a la discusión constitucional: Libertad de enseñanza y derecho a la educación”, Andrés Bernasconi, Susana Claro, Pilar Cox, Miguel Ángel Fernández, Ignacio Irarrázaval, Guillermo Marini y Alberto Vergara reflexionan sobre “¿Cuáles serán las nuevas ‘elites’ que se beneficiarán con este impulso renovado a la educación pública, a la cual se pretende sentar sobre nuevas ‘bases modernizadoras’, en las cuales el Estado se arrogaría nuevas facultades en detrimento de las familias, que para la mayoría de la población tienen el rol preponderante en la educación de sus hijos?”.
En sus reflexiones, los académicos concuerdan en que “entregar una definición unívoca de la libertad de enseñanza y el derecho a la educación es imposible si no es refiriéndose al contenido del que los han dotado
Advertía además, que se trataba de un texto en el cual la visión antropológica cristiana “no tiene un lugar y, por el contrario, se va derechamente contra ella; una convivencia justa y equilibrada parece difícil”, explicaba en el texto.
Uno de los temas más candentes y con mayor alcance que se discutieron en la propuesta de la nueva Constitución, explican Sergio Salas y Patricia Imbarack, “es la educación, particularmente lo que tiene que ver con la libertad de enseñanza. Esto no solo porque tiene un efecto inmediato después de entrar en vigencia, sino porque hipoteca asimismo el futuro de las próximas generaciones y, por lo tanto, de nuestro país”.
La palabra educación resonaba en la propuesta que ya se votó, explican Sergio y Patricia, “a lo largo del texto en 56 ocasiones, en contrapeso a la actual Constitución que menciona de manera explícita la palabra solo en 17 momentos. A pesar de la cantidad de veces nombrada, el borrador constitucional que se votó en el
plebiscito de salida, omitió temas o plasmó de manera ambigua varios principios claves relativos a la educación. Con respecto al tema de libertad de enseñanza propiamente tal, tema central que nos ocupa, fue definido de manera tan acotada y ambigua que dejó más dudas que certezas sobre su funcionamiento y alcance (Art. 19), dejando en una suerte de indefensión y duda a colegios particulares subvencionados o las instituciones de educación superior no estatales”.
En tanto, la también exministra de Educación, Mariana Aylwin, señalaba en su capítulo que “ciertamente no es un buen signo despojar a los padres y a las familias de la responsabilidad y el derecho de educar a sus hijos, en un tiempo que requiere potenciar las responsabilidades parentales.
Asimismo, Aníbal Vial, doctor en Filosofía y gerente general de Fundación Irarrázaval, advierte que “endiosar al Estado, como el proveedor ineludible y primordial, choca con la más elemental experiencia en colegios y atenta contra nuestro sentido común; con ello se violenta la necesaria libertad que la inteligencia reclama como suya en una genuina tarea educativa”.
Señalaba también Aníbal Vial en su capítulo del libro, que “nuestra educación en Chile, sin duda con muchas falencias, pero efectivamente en lo esencial, ha procurado ser fiel a una rica tradición de educación y cultura como la que hemos sugerido; basta recordar ese Decálogo reconocido universalmente que nos legó nuestra gran maestra y Premio Nobel, ese que habla de amor, habla de lo que consiste enseñar, habla de hermosura y hermosura de madre, habla de cultivo, de simplificar, de servicio divino, de la tarea de crear el mundo del mañana. Mucho de esto es lo que se respira en la gran mayoría de los colegios de nuestro país, y ello es independiente de quién se ocupa de su provisión, y es este el espíritu que debemos perfeccionar y que debe prevalecer y seguir prevaleciendo entre nosotros”.
En síntesis, en la recopilación de capítulos se hacía hincapié a la visión meramente estatista –distinto que pública–del proyecto de nueva Constitución, “que postula la educación como deber primordial e ineludible del Estado, por encima de la persona misma, de la familia y la comunidad, lo que no solo es teóricamente artificiosa, sino que no es real, y consecuentemente, en su funcionalidad se ha mostrado y demostrado históricamente errónea. Eso es un hecho irrefutable”.
Patricia Imbarack, directora de carrera de Pedagogía en Religión de la PUC y una de las editoras del libro.
Sergio Salas, director de Ética y Formación Cristiana de Duoc UC y también uno de los editores del libro.
Conversamos con una de las editoras de Hipotecando la Libertad de Enseñanza, Patricia Imbarack, sobre los aspectos que no deben quedar fuera en la nueva discusión.
1. Resguardar la provisión de un sistema mixto de educación que asegure las posibilidades de elección de los padres y la pluralidad de sistemas educativos. Que no esté marcado por un desbalance en apoyo gubernamental, como se muestra en la propuesta previa para escuelas estatales.
2. Asegurar la libertad de enseñanza en su relación con el derecho a la educación, en tanto libertad para levantar propuestas educativas por particulares que aseguren diversidad confesional, cultural y social.
3. Reconocer el derecho a la educación e incluir una mención a sus fines, la formación total de la persona, en todas sus dimensiones, y al mismo tiempo aludir a principios fundamentales que respondan tanto a lo individual como a lo colectivo.
Lo que no debe faltar en la nueva propuesta sobre Educación
La palabra educación resonaba en la propuesta, que ya se votó, en 56 ocasiones, en contrapeso a la actual Constitución que menciona de manera explícita la palabra solo en 17 momentos.
El colegio ubicado en Melipilla, Región Metropolitana, tiene más de mil alumnos y pueden decir que el consumo de drogas en los adolescentes es bajo, esto debido a factores protectores particulares como el alto compromiso de los apoderados.
POR VERÓNICA TAGLELorena Herrera es docente y encargada de Convivencia del colegio Nuestra Señora y Madre del Carmen de Melipilla, que pertenece a la RED Irarrázaval. Explica que la primera parte de esta iniciativa es la encuesta Juventud y Bienestar. “Comenzamos a trabajar con Elige Vivir Sin Drogas y Senda en 2019, cuando hicimos una encuesta a los segundos medios, que arrojó que casi no teníamos consumo en el establecimiento, esto a pesar de que tenemos un índice de vulnerabilidad del 94% y estamos ubicados en un sector ‘zona roja’ de la comuna”, cuenta. La encuesta se hace de manera presencial en la sala de computación del colegio, para asegurar una alta participación, y busca identificar factores de riesgo y protectores.
Melipilla formó parte de las cinco comunas donde se implementó el modelo islandés como plan piloto en 2018. Paullette Leyton
está a cargo de este programa, que pasó a denominarse Elige Vivir Sin Drogas en 2020, y que en el caso de Melipilla se llama Previene Melipilla y es parte de Senda y de la Corporación de Salud de la comuna, junto al apoyo de la Municipalidad. Los pilares de trabajo son Educación, Familia, Grupo de Pares y Tiempo Libre.
Para Herrera, uno de los factores que favorecen el bajo consumo en su colegio es el hecho de contar con el compromiso de los apoderados respecto del proyecto educativo. “Somos confesionales católicos y el proyecto apunta mucho a la parte valórica y de formación. Para nosotros ahí está la clave”, asegura. Esto no es común. Paullette Leyton explica que esto sí se trata de un problema en los establecimientos en general. “Falta más compromiso de los padres o personas significativas. Es importante que se haga el ejercicio de escuchar. Que vayan a las reuniones. Se ve que alrededor de la mitad de los apoderados de una clase asisten”, explica.
Todos son parte de la solución. En este plan de prevención, el colegio comenzó a trabajar con la comunidad completa mediante distintas instancias, como capacitaciones certificadas, escuelas para padres, intervenciones en recreos, entre otras.
“El impacto ha sido bastante positivo. Si bien el programa es nuevo, ha traído ventajas porque tenemos más apoyo de profesionales en el ámbito psicosocial. Este aporte es fundamental para todas las problemáticas emocionales, sobre todo en la pandemia. La inestabilidad emocional se ha incrementado bastante”. En esa misma línea, dice que “desde 2019 hasta ahora, los estudiantes se han dado cuenta de la importancia de este trabajo. Mientras más lejano sea el consumo, mejor será su rendimiento”, cuenta Lorena.
La comunicación entre Previene Melipilla y el establecimiento es constante. Tienen reuniones una o dos veces al mes, y el segundo semestre han realizado talleres todas las semanas. Leyton explica la importancia de que el establecimiento se sienta corresponsable del éxito del programa. “El colegio, los padres, los estudiantes y toda la comunidad educativa deben sentirse responsables de la prevención”, explica.
Una mesa técnica se reúne periódicamente y participan el Nuestra Señora y Madre del
“Somos confesionales católicos y el proyecto apunta mucho a la parte valórica y de formación. Para nosotros ahí está la clave”, Lorena Herrera, docente y encargada de Convivencia del colegio Nuestra Señora y Madre del Carmen de Melipilla.
Carmen de Melipilla junto a otros colegios, Previene Melipilla, trabajadores sociales, psicólogos, la Oficina de Protección de Derechos de Infancia, Chile Crece Contigo, entre otros. En estos encuentros se abordan avances en materia socioemocional, niñez y temas relacionados con los factores protectores.
Lorena cuenta que “octubre es el mes de los factores protectores, donde, con las redes de apoyo que trabajamos, liderados por
Senda Previene, se están abordando temas como violencia en el pololeo, prevención del bullying, recreos entretenidos, actividades en patios y talleres de arteterapia. Este mes terminará con una gran corrida familiar”.
En noviembre comenzarán a utilizar una nueva plataforma digital, Preparados, para trabajar con los estudiantes en la hora de Orientación. Senda Previene organiza y monitorea esta iniciativa.
Melipilla es una de las cerca de 200 comunas que se han sumado al Plan Nacional, que busca prevenir el consumo de drogas en los jóvenes del país. Actualmente, trabajan con 17 establecimientos de la zona y el Nuestra Señora y Madre del Carmen de Melipilla es uno de ellos.
“El colegio, los padres, los estudiantes y toda la comunidad educativa deben sentirse responsables de la prevención”, Paullette Leyton, encargada del programa Previene Melipilla, en la Región Metropolitana.
Controlar, supervisar y acompañar son las tres palabras claves que Pilar Velasco, psicóloga y terapeuta familiar de la Universidad de Belgrano, destaca al momento de hablar sobre cómo los padres pueden orientar a sus hijos en el consumo de alcohol durante su adolescencia.
POR XIMENA GREENEconsumo de alcohol en adolescentes siempre es riesgoso”, afirma la psicóloga Pilar Velasco. El problema
principal, apunta, radica en que su percepción del riesgo es baja. La tentación de probar y experimentar cosas nuevas, sin estar psicológica ni físicamente maduros, puede ser problemático en el caso de la ingesta de bebidas alcohólicas.
Por una parte, antes de los 18 años el alcohol no se metaboliza en el cuerpo como en la edad adulta, lo que podría tener un mayor impacto posterior en la aparición de enfermedades como hígado graso, cirrosis o hepatitis alcohólica. Y, además, puede tener un efecto neuronal, ya que en la adolescencia el cerebro sigue en desarrollo.
“Si a esto le sumamos la dificultad de regulación de las conductas, propia de la edad, claramente es muy importante estar atentos. Bajo el efecto del alcohol o de otras sustancias, aparece la predisposición a progresar en la adicción y, además, la pérdida del control que puede llevar a conductas como vandalismo, mantener relaciones sexuales sin protección y fuera del absoluto estado de conciencia. Se aumenta el riesgo de accidentes o de tener problemas legales”, comenta Pilar Velasco.
¿Cómo prevenir el alcoholismo o el consumo excesivo en los hijos? Estando alertas, “especialmente a los extremos”.
“La falta de comunicación es grave”, resalta la especialista. El saber en qué andan sus hijos, con quiénes se juntan y qué hacen es fundamental para evitar los excesos.
Es importante la compañía, pero a una “distancia prudente”, no invasiva.
“Una vez que aparece el ‘síntoma’, quiere decir que la situación ya se está yendo de las manos, lo que no es fácil”, sostiene la psicóloga. Por un lado, pueden surgir conductas exaltadas, oposicionistas y desafiantes, descontroladas o rebeldes, el ninguneo permanente a los padres o a otros adultos, el egoísmo exagerado, la violencia física o psicológica. O, por otra parte, sus hijos pueden retraerse, aislarse y encerrarse. También pueden surgir desórdenes alimentarios y de horas de sueño, el descuido personal, el desorden general, la falta de estudios, la inasistencia a clases y la poca tolerancia a la frustración.
De todas formas, cuando la situación se hace insostenible es importante no negarlo, aceptarlo y pedir ayuda profesional. “Se trata de un conflicto familiar. El o la adolescente pertenece y forma parte del sistema familiar y si él o ella están enfermos, la familia también lo está. Todos deben ayudar en el cambio, no se los puede dejar solos en esto”, afirma Velasco.
“El ejemplo de los padres es fundamental. Ellos son modelos a seguir. Los chicos copian lo bueno y lo malo, lo adaptado y lo disfuncional. Cuando los padres tienen vicios o conductas desadaptadas o peligrosas, por un lado, están habilitando y, por otro, están perdiendo la autoridad
al momento de educar, de guiar o de acompañar. Además, al momento de asistir, puede ser que su ayuda sea ineficiente”, explica la especialista en terapia familiar.
A ello hay que sumar que, en aquellos hogares donde el consumo desmedido de alcohol es habitual, hay menos armonía y aumenta la violencia, los límites se pierden y se complica la convivencia entre los miembros de la familia. “La comunicación, la educación y hasta la transmisión de amor se ven comprometidos. Se pierde el respeto por el otro y el otro muchas veces son los hijos”, sostiene Pilar Velasco.
¿Se puede “enseñar a tomar” como una forma de orientar a los jóvenes? Depende de la edad. Al comienzo de la adolescencia, el control debe pasar por los padres, “para ir cediéndolo paulatinamente a los hijos”. El consumo de alcohol –afirma– es ilegal hasta la mayoría de edad, lo que es coherente con la capacidad de hacerse responsables, que se va adquiriendo con la madurez.
“Es fundamental enseñar el autocontrol, que no es lo mismo que enseñar a tomar. Hay que ser cuidadosos como padres y tener clara la relación asimétrica que existe con los hijos. No ser su amigo, porque de ser así se los está dejando huérfanos”, concluye Pilar Velasco.
• Trabajar en desarrollar la confianza y la comunicación. Saber en qué andan los hijos.
• Hablar con ellos sobre los riesgos de la ingesta de alcohol.
• Hacer acuerdos explícitos sobre el tema y evitar los sermones.
• Escucharlos sin juzgar.
• No caer en el interrogatorio invasivo.
• No negociar lo innegociable.
• Armar redes de padres.
• Detectar líderes positivos dentro del grupo de pares.
• Ser realistas. Si los padres saben que sus hijos van a beber, aconsejar y no hacerse los distraídos.
• Prever situaciones y analizar cómo se pueden afrontar.
• No naturalizar el tema del consumo de alcohol.
“El ejemplo de los padres es fundamental. Ellos son modelos a seguir. Los chicos copian lo bueno y lo malo, lo adaptado y lo disfuncional. Cuando los padres tienen vicios o conductas desadaptadas o peligrosas, por un lado, están habilitando y, por otro, están perdiendo la autoridad al momento de educar, de guiar o de acompañar”, dice Pilar Velasco, psicóloga clínica de la Universidad de Belgrano (UB) de Buenos Aires.
El psicólogo Marcos Méndez analiza cómo el consumo de sustancias nocivas, o la afición de los padres a comportamientos adictivos, pueden impactar en el desarrollo de sus hijos, especialmente en edades en que necesitan dirección.
POR XIMENA GREENELaimposibilidad de decir que no. Así define el psicólogo Marcos Méndez, en una sola frase, qué es una adicción. Puede ser a una sustancia, o a una conducta. No se trata solo de drogas o alcohol. El cigarrillo, el juego –tanto las apuestas como el uso de consolas virtuales–, la pornografía e incluso las redes sociales pueden llevar a una persona “a ser tomada” y que no pueda poner límites.
Ocurre incluso cuando todo parece estar controlado. Sucede con un alcohólico y su reincidencia al probar apenas un vaso o, en casos más extremos, solo un chocolate con licor. Basta una pequeña “chispa” para generar el descontrol. “Entonces, o es el límite absoluto o no hay ningún límite”, afirma el profesional.
Méndez hace hincapié en por qué, en la actualidad, los adolescentes son más proclives a las adicciones. “Cada vez están más a la deriva en torno a las cuestiones del deber y están más desamparados frente a la autoridad. Cuando no hay dirección, todo es un tanto más anárquico. Entonces, al adolescente se le dificulta mucho pararse en la vida, porque hay toda una red –sean las redes sociales o los pares– que no logra definir por qué vivir y hacia dónde direccionar su actuar. Es ahí cuando aparecen las adicciones, que vienen a reemplazar esa ausencia. Es como si hubiese un hedonismo moral”, sostiene.
Marcos Méndez releva el rol de los padres en la proliferación o no de las adicciones en sus hijos y de cómo sus propias dependencias los podrían impactar. “No
hay una adicción que esté aislada. Cuando hablamos de adicción, la estructura psíquica está atrapada por ella. No se trata de decir ‘yo tengo mi adicción y la tengo controlada, excepto una vez por semana’”, comenta.
Por eso, agrega, la adicción afecta a todos los ambientes y se despliega a las diversas tareas y responsabilidades de las personas y en sus vínculos, entre los cuales están los hijos. “Es como si extendiese los tentáculos a toda la vida de la persona. En el caso del alcohol, por ejemplo, puede perjudicar lo familiar, laboral y las cuestiones médicas”, apunta el psicólogo.
-¿Son los padres un modelo para sus hijos con relación a las adicciones?
-Las personas atraviesan muchos problemas a lo largo de la vida. Entonces, si un padre o una madre frente a una tragedia o problemas ahoga, por ejemplo, sus penas en alcohol para estar un tanto anestesiado, ese modelo puede ser representado después, cuando el adolescente tenga que vincularse con el mundo adulto –ya sea trabajar, estudiar o elegir una vida– y crea que el alcohol es una solución, una forma para poder lidiar con la vida.
-¿Qué sucede en el caso de un consumo moderado de alcohol en el hogar, o de cigarrillos? ¿Qué impacto puede tener en los jóvenes?
-Desde mi experiencia, no hay una correlación delimitada. Un padre puede fumar y eso no necesariamente va a hacer que el niño fume. Pero, en definitiva, el tema radica en que, mientras las personas sean menores de edad, existe una problemática en torno a la decisión que puedan tomar y es ahí donde aparece la responsabilidad de los adultos.
-¿De qué otra forma pueden influir las adicciones paternas o maternas?
-Una adicción o intoxicación severa marca a los hijos y el vínculo puede quedar muy dañado. En lo práctico, puede manifestarse, por ejemplo, en que un joven no quiera llevar amigos a su casa, porque no sabe en qué condiciones o cómo encontrará a su papá o mamá. Tengo, por ejemplo, una
paciente que está lidiando con un alcoholismo de muchísimos años y el vínculo que tenía con su hija quedó deshecho. Porque en algún momento, su hija dijo que no quería relacionarse más con todo ese tema.
Hay un gran dolor que se va armando en torno a eso. Primero, por ver que la figura de autoridad que se tiene está tan debilitada y que esta debe recurrir a algún tipo de sustancia para aplacar un poco el dolor. Eso le quita tierra firme al hijo para sostenerse. Y segundo, está el cómo se presenta esa persona en el mundo. Particularmente con los adolescentes, es muy relevante el cómo se muestran ante los demás. En la adolescencia, el tema de la identidad fuera de la familia es crucial.
-¿Cómo se puede salir de una situación familiar compleja en adicciones?
-Hay profesionales que saben de esto. En el ámbito biológico, hay fármacos que permiten aplacar un poco el deseo de beber, fumar o consumir alguna droga. Pero eso viene con su costo, porque son medicamentos que impactan mucho el cuerpo de las personas. No hay algo como una cura gratuita en forma de pastilla: siempre es en detrimento de algo más. Después está la cuestión psicológica. Es fundamental tener una red de apoyo profesional para entender que hay diversas formas de enfrentar todo esto. No hay un camino único, pero siempre es a partir de un acompañamiento profesional.
-¿Quién debe tomar la iniciativa?
-Los responsables siempre van a ser los adultos, aunque aquello no quita que los adolescentes puedan ser parte. Más hoy en día, en que se percatan mucho más de las cosas. Puede ser que el adolescente consulte y vea qué se puede hacer. Pero después hay que ver si ese adulto está dispuesto a enfrentar su problema. Si no, es muy difícil solucionarlo.
“La familia es un sostén para poder lidiar con la recuperación a una adicción. No por nada funcionan tan bien los grupos de apoyo. Hay una comunidad que entiende en parte el dolor”.Marcos Méndez es psicólogo clínico de la Universidad del Salvador y licenciado en Filosofía de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Se especializó en Logoterapia y actualmente cursa una maestría en Psicoanálisis en la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).
¿Quién es?
¿El huevo o la gallina? Destacados expertos alrededor del mundo advierten que, si bien la ansiedad puede inducir a consumos adictivos, las adicciones siempre aumentan los comportamientos y trastornos ansiosos.
POR M. ROBLEROHoyes habitual oír a los padres decir que sus hijos están mucho más ansiosos tras la pandemia y que eso les hace temer que caigan en alcohol, drogas u otros hábitos adictivos. Se trata de una preocupación justificada, ya que la emergencia sanitaria provocó 76 millones más de casos de trastornos de ansiedad en todo el mundo, suponiendo un crecimiento del 26%. La cifra fue publicada por el estudio “Prevalencia mundial y carga de los trastornos depresivos y de ansiedad en 204 países y territorios en 2020 debido a la pandemia de COVID-19”, el primero que evalúa el impacto global en la salud mental de todo el planeta.
Los autores de esta investigación (Dr. Damián Santomauro y Dra. Alize Ferrari, ambos del equipo de trastornos mentales del Centro de Investigación en Salud Mental de Queensland, Australia) informaron al dar a conocer los resultados que las mujeres y los adolescentes son los grupos más afectados por estos trastornos.
La mayoría de las personas han sentido ansiedad. Se trata de un efecto físico tras una liberación normal de hormonas, que permite reunir la concentración y la energía necesarias para un desafío o una posible
amenaza, explica la Dra. D’Arcy Lyness, en www.kidshealth.org. Pero, agrega, si los sentimientos ansiosos son demasiado intensos, y se sufren como difíciles de soportar generando conductas para evitar aquello que causa ansiedad, podría ser señal de un trastorno más serio.
En ese sentido, esta experta aconseja a los padres estar atentos a la aparición de ciertas conductas en sus hijos, como por ejemplo:
• No quieren ir a la escuela, ir solos a algunos lugares, o pasar la noche fuera de casa.
• Se sienten incapaces de hacer una presentación oral, o realizar nuevas actividades.
• Les cuesta dormir o comer, disfrutan menos de la vida.
• Manifiestan síntomas físicos, como dolores de estómago o dolores de cabeza.
El confinamiento:
Un estudio publicado por la revista especializada The Lancet, titulado “Los efectos de la privación social en el desarrollo y la salud mental de los adolescentes”, señala que a esta edad, “la estructura social del cerebro se desarrolla
Dra. Noemí Guillamón, académica y terapeuta de la Clínica de la Ansiedad, Barcelona, España.
Dra. Mariam Rojas Estapé, psiquiatra y escritora española.
Dr. Daniel Rama, neuropsicólogo, vicepresidente de la Asociación Española de Psicología del Niño y del Adolescente (APSNAE).
sustancialmente”. Y en ese crecimiento, las relaciones personales juegan un papel relevante para la maduración de la propia personalidad. En este sentido, el confinamiento provocó un mayor malestar emocional en los adolescentes, a quienes su propio cerebro estaba pidiendo interacción social.
El uso excesivo de las redes sociales:
El neuropsicólogo Daniel Rama, vicepresidente de la Asociación Española de Psicología del Niño y Adolescente (APSNAE), aclara que, “si bien las nuevas tecnologías han contribuido a mitigar los efectos dañinos que provoca la distancia física, cuando el uso de las redes es pasivo –como hacer scroll continuo, dejarse entretener por los contenidos y pasar horas delante de las pantallas–, entonces la actividad genera irritabilidad y cansancio”.
Por otro lado, el uso inadecuado de las plataformas digitales, agrega el Dr. Rama, también puede sumar cargas emocionales a los adolescentes, como es la hipersexualización, que supone “la imposición de una sexualidad adulta a las niñas y los niños, que no están ni emocional, ni psicológica, ni físicamente preparados para ello” (Ciclo de Conferencias del Centro Cultural Alborea, España).
Hoy, todos vivimos un estilo de vida ansioso:
La psiquiatra y escritora Mariam Rojas Estapé, recientemente entrevistada por Aceprensa, apunta al estilo de vida que hoy llevan niños y adultos: “Querer sentir a todas horas tiene sus consecuencias, y una de ellas es que la inteligencia y la voluntad se vuelven irrelevantes. A más experiencias vibrantes, más dopamina y menos corteza prefrontal, que es la zona del cerebro de
la atención, de la construcción, del control de impulsos, de la profundización, del discernimiento, del juicio moral…”.
La Dra. Noemí Guillamón, doctora en Psicología, académica y terapeuta de la Clínica de la Ansiedad, Barcelona, España, escribe que “es conocida la relación que existe entre las drogas y los problemas de ansiedad. Un consumo elevado de café, tabaco, alcohol u otras drogas puede tener
consecuencias negativas para la salud mental y física de los chicos e interferir en sus actividades escolares o laborales y en sus relaciones familiares y sociales”. A través de distintos estudios y trabajos, ella explica cómo la relación de ansiedad y adicciones es bidireccional: el consumo puede ser factor de riesgo de desarrollar un problema psicológico (causa) y también puede ser consecuencia de padecerlo (efecto). Por ello, a esta edad, es clave combatir las causas que están aumentando la ansiedad.
• Fomentar hábitos saludables: comer de forma sana y equilibrada, realizar ejercicio físico de forma habitual.
• Cuidar las horas y hábitos de sueño, evitando el abuso de pantallas al caer la noche.
• No llenar su semana de actividades. Planificar un horario con el hijo y destinar un tiempo suficiente a las tareas escolares, extraescolares y a su descanso.
• Planificar actividades gratificantes para los hijos.
Una última nota señalada por la Dra. Noemí Guillamón:
• En la educación del niño y del adolescente participan tanto los padres como los profesores y otras personas próximas al niño.
• Es importante que haya comunicación entre todas las personas que se encargan de su educación y se informen mutuamente de los problemas que tenga.
• Se debe hacer un frente común para solucionar estos problemas; esto implica que debe haber unidad de criterios y que todos deben trabajar en la misma dirección.
Fuente: Higiene y prevención de la ansiedad. Dra. Noemí Guillamón y otros coautores.
La motivación, fuerza de voluntad, entusiasmo y otros importantes factores relacionados con el comportamiento de nuestros hijos crecen y echan raíces en el cerebro.
Por esta razón, equipos de investigación alrededor de todo el mundo nos orientan a la hora de educar. Acá algunas ideas importantes para tener en cuenta.
Sí: Las investigaciones muestran que los adolescentes eligen correr más riesgos que los niños y los adultos. Se cree que esto es impulsado por comportamientos de búsqueda de recompensas que se verifican en el cerebro; es decir, las técnicas de imágenes neurocientíficas permiten observar que se activan más las gratificaciones por riesgo en los adolescentes que en otras edades.
Pero: Es falso que los adolescentes se dejan llevar ciegamente por sus pares y que no consideran la visión de sus padres. Se ha comprobado que sus consejos y recomendaciones quedan grabados e influyen, al menos, en el mismo porcentaje que los amigos.
Además: Los autores aclaran que “riesgo” no es sinónimo de algo negativo. Existen riesgos buenos y adaptativos impulsados por valentía, motivación o idealismo.
POR LUZ EDWARDS S. Fuente: Laboratorio de Neurociencia Social del Desarrollo, Universidad de Carolina del Norte. Su directora es Eva Telzer, PhD, psicóloga y neurocientífica, quien ha recibido numerosos premios por su trabajo, que busca comprender los cambios neuronales que respaldan el desarrollo social, emocional y cognitivo desde la niñez hasta la edad adulta.Fuente: Laboratorio Calakos, Universidad de Duke, Durham, Carolina del Norte. La Dra. Nicole Calakos ha encabezado investigaciones de estimulación cerebral, que confirman que el cerebro es capaz de vencer hábitos adictivos.
Sí: Esta capacidad de los seres humanos –a través del cerebro– de aprender y cambiar es una característica fascinante que la neurociencia llama neuroplasticidad. Nos permite, por ejemplo, adquirir nuevos hábitos que ayudan a cumplir objetivos.
Pero: El cerebro también es capaz de “podar” otros hábitos que no nos hacen bien, como aquellos asociados a las adicciones. Incluso la ciencia avanza en tal sentido, con resultados positivos en estimulación cerebral.
Además: Los padres pueden ayudar y orientar a sus hijos en esa dirección, por ejemplo, aconsejándolos sobre rutinas que podrían facilitarles la vida: método y horario de estudio, comidas y sueño, tiempo para deporte y distracciones. Conviene transmitirles que todo nuevo hábito requiere esfuerzo al principio y, de a poco, el cerebro se va entrenando y resulta cada vez más espontáneo.
Fuente: Entrevista con Javier Tubío Ordóñez, doctor en Psicología por la Universidad de Granada y miembro del grupo de investigación “Neuropsicología aplicada a la educación” de la Universidad Internacional de La Rioja.
Sí: El cerebro responde a la estimulación a la que es sensible, con el resultado de hacerse más efectivo. Por eso, es más fácil aprender materias sobre las cuales ya tenemos un conocimiento previo, o una idea positiva.
Pero: ¿Y si el adolescente se dedica a aprender materias que a los adultos no nos parecen importantes? Debemos intentar mirar en perspectiva, a largo plazo: lo esencial es que esté motivado por algún tema, pues eso ejercita su capacidad de memoria y aprendizaje.
Además: El aprendizaje es un continuo: una idea lleva a otra y esa cadena permite entrar en muchas áreas de conocimiento.
Sí: En entrevista con revista Educar, el psicólogo español Javier Tubío, experto en educación, reafirma que dormir es un hábito, como el ejercicio o la dieta, cuyo impacto se refleja en la salud física y mental. Algunos estudios han demostrado que basta con reducir una hora de sueño al día durante una semana para que aparezca cierto declive cognitivo. Por ello es recomendable tener un horario para dormir, pues así entrenamos al cerebro y lo ayudamos a prepararse cada día para la relajación. También conviene evitar las siestas y los aparatos electrónicos después de comer.
Pero: Si vemos a nuestros adolescentes cansados o despiertos hasta tarde, recordemos que en esta etapa están realmente con más actividades y más demandas. Literalmente, no les alcanza el día para todo y ese entusiasmo a veces impide que se relajen.
Además: Es importante considerar que el ritmo biológico de los adolescentes es distinto al de niños y adultos. Es bueno tenerlo en mente al abordar el tema con ellos, para poder comprenderlos y encontrar la manera de que descansen lo suficiente sin juzgarlos demasiado
EL CEREBRO ES UN ÓRGANO CAPAZ DE PODAR HÁBITOS DAÑINOS PARA EL CEREBRO NO EXISTE EL APRENDIZAJE INÚTIL EL CEREBRO NECESITA DEL BUEN DORMIR Fuente: Dr. Andrés Molero-Chamizo, investigador y académico de la Universidad de Huelva (Huelva, España),autor de Neurobiología de procesos asociativos complejos, entre otros libros.Entendemos que “meta” es el lugar hacia donde se dirigen las acciones o deseos de una persona, y que “verso” se refiere al universo. Del conjunto de estas dos ideas nace el término que venimos escuchando cada vez más este último tiempo: “metaverso”.
Eneste artículo intentaremos explicar en palabras simples de qué se trata este espacio virtual inmersivo y quiénes se encuentran en él.
Podríamos comenzar describiendo al metaverso como “la evolución de internet”, ya que integra tanto el mundo virtual como el real.
A diferencia del internet que todos usamos y conocemos, el metaverso es un espacio virtual tridimensional que permite a los usuarios interactuar de forma “presencial” a través de avatares personalizados (sería algo parecido a los famosos memojis del sistema iOS).
Para ingresar a este universo es necesario contar con gafas de Realidad Virtual (RV) o tener un smartphone con capacidades de RV y Realidad Aumentada (RA). Estas herramientas de tecnología inmersiva
facilitan la conexión entre las personas dentro del metaverso y abren un abanico de posibilidades en lo que se refiere a experiencias.
Dentro del metaverso uno puede vivir experiencias de entretenimiento, cultura, trabajo, incluso desarrollar nuevos proyectos y negocios que solo existan en ese espacio. En pocas palabras, el metaverso busca representar el mundo real, pero sin limitaciones.
Aunque algunos aún están aprendiendo de qué se trata este universo virtual, hay sectores que ya están haciendo uso del espacio para hacer negocios de manera diferente y brindarles a potenciales clientes una nueva propuesta.
¿Te imaginas poder viajar al otro lado del mundo sin la necesidad de salir de tu casa? El metaverso busca simular el mundo real,
por lo que es de gran utilidad para sectores como el turismo, también la educación, el gaming, el comercio electrónico, entre otros.
Expertos afirman que las industrias que se verán más beneficiadas con el avance y desarrollo del metaverso en un corto plazo serán las empresas de tecnología y telecomunicaciones, porque sin servicios de internet Wi-Fi o redes 5G no se podría acceder a este espacio. Por el mismo motivo, también se notará un gran crecimiento en las compañías encargadas de desarrollar las herramientas de RV y AR.
Ahora, si ponemos la vista un poco más hacia el futuro, la automatización y demás operaciones tecnológicas que puede brindar el metaverso pueden llegar a potenciar y revolucionar por completo la industria de los recursos naturales.
El nacimiento y desarrollo del metaverso es un momento que quedará marcado en la historia de la tecnología, y todos nosotros somos testigos.
ESTA SECCIÓN SE REALIZA GRACIAS AL APOYO DE GTD A LOS PROFESORES DE CHILEA lo largo de toda esta edición, habrás leído que la actividad física es uno de los grandes elementos para evitar adicciones. Te presentamos iniciativas de profesores a lo largo del país que buscan impulsarlo en sus alumnos.
POR VERÓNICA TAGLEPor: Luis González, profesor de Educación Física y Salud en la escuela rural Pedro Enrique Torres Sabelle de la comuna de Quillón, Región de Ñuble.
El proyecto busca obtener elementos deportivos para implementar talleres a los estudiantes, considerando que la actividad física es fundamental en el desarrollo, permite potenciar habilidades motrices y crea hábitos saludables. Según el docente, los alumnos provienen de sectores rurales con un índice de vulnerabilidad cercano al 100%. “Sus hogares se encuentran muy distanciados unos de otros y, en ocasiones, el mal estado de los caminos les impide movilizarse. Les encanta venir a la escuela a estudiar, pero también disfrutan del juego durante los recreos y demás actividades escolares”.
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Por: Dante Castro, profesor de Educación Física y Salud en la escuela rural Neftalí Reyes Basoalto, El Tambo, comuna de Vicuña.
El proyecto permitió construir un muro de escalada de casi 5 por 3 metros para los estudiantes. El docente asegura que “la escalada es un recurso cada vez más utilizado en los establecimientos educacionales, dada la importancia que le da a la ejecución de habilidades como fuerza de agarre y de la muñeca, fuerza de brazos, resistencia del core, capacidad aeróbica del tren superior, entre otros. Así como lo atrayente y motivante que resulta para nuestros estudiantes este tipo de actividades”.
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El proyecto consiste en adquirir equipos para el taller de pesca deportiva del Colegio Adenauer, de la comuna de Melipeuco, en la Región de la Araucanía, que tiene un 94% de índice de vulnerabilidad. Este incluye materiales para hacer moscas, cañas, prensas y kits de atado.
Actualmente, durante el tiempo de veda (abril a octubre), cuando no se puede ir a pescar, los estudiantes aprenden entomología y luego aplican esos conocimientos a la imitación de patrones o moscas que hacen ellos mismos, hasta el momento con materiales del profesor. Leonardo Sepúlveda es docente de matemáticas y asegura que sus estudiantes son un “grupo de jóvenes muy entusiastas y con muchas ganas de aprender”.
El proyecto consiste en equipar, de a poco, a los estudiantes con raquetas de nieve para realizar expediciones en la época invernal. El docente explica que “en estas salidas, los jóvenes aprenden técnicas de montaña, primeros auxilios, donde los estudiantes pueden tener otra mirada y respeto por la naturaleza que los rodea, basada en la cosmovisión mapuche”.
• Más
La plataforma daleProfe es un espacio para que profesores de todos los rincones de Chile, especialmente de contextos más vulnerables, puedan dar a conocer sus proyectos para que cualquier persona los apoye haciendo una donación. Bajo el concepto de crowdfunding, muchos donantes pueden aportar pequeños montos que irán dirigidos al proyecto que hayan seleccionado. Cuando uno de ellos esté completamente financiado, podrá ser implementado por el profesor que lo creó.
Visita www.daleprofe.cl para más información.
Por: Wilson Isaac Suazo Soto, docente del colegio Adenauer, Melipeuco, Región de la Araucanía. RECORRIENDO CON RAQUETAS ATANDO EL FUTURO DE LA PESCA EDUCATIVA Y FORMATIVAEste año hemos ido trabajando el tema de los colores en el arte y el aprendizaje de los alumnos. Y este mes de octubre corresponde al color rosado.
Elcolor rosado no es un tono predominante en la naturaleza. Sin embargo, lo podemos encontrar, por ejemplo, en el plumaje de flamencos y en algunas especies de delfines, también en minerales como el cuarzo rosa y zafiro rosa, y obviamente en algunas flores muy características de este tono, como las rosas y los cerezos.
En la Historia del Arte, el color rosado podría considerarse como “nuevo”. No fue hasta el período del Renacimiento que las y los artistas comenzaron a incorporar este tono como parte de su paleta, usándolo para resaltar el brillo de las figuras religiosas y de la clase alta. Pasados los siglos, el arte conservó el color rosado en su tonalidad clara y apastelada hasta la mitad del siglo XX, cuando el Pop Art le da una pincelada estridente, convirtiéndolo en un fucsia chillón y vibrante.
Curiosamente, desde la época posterior a la Segunda Guerra Mundial y hasta la actualidad, damos a este color características femeninas (aunque es sabido que los estereotipos de género se encuentran en quiebre y reinterpretación en los últimos años). Sin embargo, durante la Edad Media y el Renacimiento era un color masculino, ya que representaba la virilidad. Era un tono fuerte, pues deriva del rojo. Los caballeros lo llevaban en sus prendas y los artistas lo escogían para los retratos de hombres importantes. ¿Por qué cambia entonces la idea de la existencia de los colores “femeninos” y “masculinos”? Principalmente, por el marketing, que comienza a producir de forma masiva objetos y prendas de vestir de color rosado dirigidos a niñas y mujeres; creando con ello la idea de que el rosado es suave, sutil y delicado… como lo femenino.
Existen artistas que usaron el color rosado resaltando la relación que este tiene con el mundo natural y con su propia interpretación de lo femenino. Es el caso de la artista estadounidense Georgia O’Keeffe y sus obras, en las que retrata flores como rosas, calas, orquídeas, amapolas y girasoles. Estas están pintadas desde tan cerca, que los contornos exteriores de los pétalos y los tallos se cortan, quedando fuera del cuadro. Gracias a este aumento de tamaño, las flores se apartan de su entorno natural, apreciándose sobredimensionadas y perdiendo su forma. Al contemplar la obra, es fácil observar solo los pliegues, líneas y el color, entendiendo el cuadro como una obra abstracta. En su gama cromática, el rosado aparece de manera recurrente, probablemente por el deseo de ser lo más cercano posible al color real de las flores, luego de horas de observación detallada y minuciosa que la artista hacía.
RECOMENDADA PARA SEGUNDO CICLO BÁSICO (5TO A 8VO BÁSICO)
Comenzar la actividad dialogando con las y los estudiantes sobre lo que representa para ellos el color rosado, dónde pueden encontrarlo en la naturaleza, qué sensaciones les provoca, qué les evoca, qué les parece la idea de que lo rosado es apreciado como femenino, etc.
Posteriormente, invitar a los estudiantes a realizar una obra al estilo de la artista Georgia O’Keeffe, tomando algún elemento natural como flores, plantas o semillas. Cortar una parte de ellas, o abrirlas para poder observar su interior, y pintarlas desde muy cerca al punto de rescatar solo su color, forma, textura, etc. La idea es simplificar las figuras y usar el cuadro completo. Como formato pueden usar pequeños bastidores o bases de cartón pequeñas para crear series.
Para finalizar, compartirán los resultados de su ejercicio de exploración con sus compañeros y compañeras para ver las diferencias de lo observado.
Historias que crean conciencia sobre la importancia de la familia y los seres queridos para salir adelante frente a adicciones de todo tipo, a través del séptimo arte.
2018 / Dirección: Felix van Groeningeni
La historia del amor inquebrantable entre padre e hijo cobra vida en las actuaciones de los nominados al Oscar Timothée Chalamet y Steve Carell. Basada en los recuerdos de David y Nic Sheff, el filme retrata la lucha de Nic contra las drogas, sus recaídas y los esfuerzos incondicionales de su padre por salvar a su hijo.
1994 / Dirección: Luis Mandoki
Alice y Michael Green son, a primera vista, el prototipo de matrimonio ideal estadounidense: ella es consejera de estudios en una escuela superior y él es piloto; tienen dos hijas. Sin embargo, tras esta apacible imagen, Alice esconde un terrible secreto, es alcohólica. Cuando su marido se da cuenta, intentará hacer frente a la situación convenciéndola de que ingrese en un centro de desintoxicación.
2018 / Dirección: Bradley Cooper
Jackson, una estrella de la música country con problemas de alcoholismo, descubre el talento de Ally, una joven cantante de la cual se enamora. Mientras la carrera de ella despega, Jackson percibe que sus días de gloria están llegando a su fin.
1962 / Dirección: Blake Edwards
El agente publicitario Joe Clay entabla un idilio amoroso con la joven Kirsten Arnesen. Ella observa desde la cercanía la afición del simpático hombrecillo por la bebida, defendido bajo el típico lema de “lo dejo cuando quiera”. Para cuando afiancen su matrimonio, la señora Clay se verá arrastrada en una espiral achispada de la que difícilmente podrán salir sin terminar separados.
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2018 / Dirección: Peter Hedges
Ben, de 19 años, regresa a su casa en Navidad. Holly, su madre, lo recibe con alegría, pero percibe que su hijo es adicto a las drogas. Durante 24 horas en las que muchas verdades afloran, Holly trata de mantener a Ben sin consumir drogas.
2018 / Dirección: Cédric Kahn
Para superar su adicción, Thomas, un joven de 22 años, se une a una comunidad religiosa aislada en el monte. El joven tendrá que luchar con sus demonios interiores, con su rechazo inicial y con la presencia de Sybille, de la que comienza a enamorarse.
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VER VER VERFue una docente, quien le hizo pintar lo que sentía mientras escuchaba música, la responsable de conectar a Benmayor por primera vez con la creatividad. El reconocido escultor habla de su camino para convertirse en artista, de sus “estados de regocijo” a los que ya se ha ido acostumbrando y menciona claramente cuál fue la mejor decisión que ha tomado en su vida.
POR VERÓNICA TAGLELavocación artística de Samy Benmayor no fue instantánea. Era latente durante el colegio, ya que era lo que más disfrutaba, pero tenía 20 años cuando quiso entrar a la Universidad de Chile a estudiar arte. El pintor y escultor pertenece a la generación de los 80 y destaca por generar cuadros de gran fuerza expresiva, con toques de humor pícaro y figuras caricaturescas. Se inspira con todo lo que le rodea y asegura que la clave está en tener la libertad de un niño y no pensar en nada, más que en crear.
-¿Qué recuerdos tienes del colegio? ¿Eras de los que disfrutaba más el recreo o las clases?
-Depende de lo que estuviéramos aprendiendo. Si eran clases de arte, me gustaba estar en la clase; si eran clases de matemáticas, prefería el recreo.
-¿Algún profesor que te haya marcado?
-Tuve varios profesores que me marcaron muchísimo, pero hubo dos principalmente. Mi profesora de música, Minerva Trujillo. Me marcó porque nos hizo dibujar lo que sentíamos mientras escuchábamos música. Para mí eso fue muy importante porque recuerdo que fue la primera vez que me conecté con lo que era la creatividad. Eso fue como a los ocho años. La más importante de todas fue mi profesora de arte, Aura Riquelme, fue absolutamente maravillosa. Desde séptimo básico y toda la enseñanza media.
-A esa edad, ¿ya sabías que querías dedicarte al arte?
-No, ¡para nada! No tenía la menor idea de lo que quería hacer. No me importaba. No pensaba en el futuro. Decidí que quería estudiar arte cuando era grande, dos años después de salir del colegio. Lo único que me gustaba era el arte.
-¿Cuándo fue entonces el momento que lo descubriste?
-A los 20 años, mientras trabajaba como junior en una oficina de exportaciones en el centro de Santiago, tomé clases de arte en la Biblioteca Nacional con Romolo Trebbi, donde estudié el Renacimiento. Ahí me di cuenta de que quería estudiar arte. Mi mamá ya quería que hiciera cualquier cosa.
“Cuando entré a la universidad era la persona más feliz del mundo. Descubrir que había gente que tenía los mismos intereses que yo fue lo más espectacular que te puedas imaginar. (...) Conocí a grandes profesores, grandes maestros que me mostraron el mundo del arte. Eso fue una felicidad muy grande. Recuerdo unos “estados de regocijo”, que sucedían en cualquier momento, donde sentía una felicidad inmensa porque estaba haciendo lo que me gustaba”.
-¿Cómo fue tu paso por la universidad? ¿Fue clave para convertirte en pintor?
-Pero ¡por supuesto! Cuando entré a la Universidad de Chile era la persona más feliz del mundo. Descubrir que había gente que tenía los mismos intereses que yo fue lo más espectacular que te puedas imaginar. Yo no sabía que existía eso. Fue demasiado buena onda. Conocí a grandes profesores, grandes maestros que me mostraron el mundo del arte. Eso fue una felicidad muy grande. Recuerdo unos estados que yo llamaba “estados de regocijo”, que sucedían en cualquier momento, estando en la clase de dibujo, de pintura, en el taller, o lo que sea, sentía una felicidad inmensa porque estaba haciendo lo que me gustaba.
-¿Sigues teniendo esos estados de regocijo?
-Sí, pero ya me acostumbré. No me doy cuenta. De repente, cuando estoy medio entregado. Siempre me doy cuenta de que amo lo que hago.
-¿Cuánto tiempo pasó entre que decidiste estudiar arte hasta que convertiste la pintura en tu sustento de vida?
-Es sorprendente porque uno parte por algo que no sabe qué es lo que está haciendo. Es un camino de autoconocimiento, de espiritualidad. Uno jamás piensa en eso, da lo mismo. Cuando salí de la escuela, soñaba que algún día mi trabajo iba a ser reconocido, pero que me pagaran, no pensaba si iba a ocurrir o no.
-¿Qué les recomiendas a estudiantes que tienen la inquietud de dedicarse al arte, pero que no están seguros de si podrán convertirlo en su fuente de ingresos?
-Es una cosa muy difícil, pero no hay alternativa. Cuando tienes vocación, tienes vocación. No te preguntas si vas a vivir o no vas a vivir. Cuando la vocación es fuerte, fuerte, fuerte, hay que seguirla. Uno no tiene que tener miedo.
-¿Cuál es tu fuente de inspiración?
-Mi inspiración está en todas partes, en las cosas que te suceden, en la naturaleza, en la gente que te rodea. Es cosa de estar abierto a lo que tienes alrededor. Uno viene a aprender del mundo. Aprender es la palabra. Cómo es la vida, cómo son las cosas. El proceso creativo tiene que ver con la libertad. Con que tú puedas llegar a una entrega absoluta. Ser niño de nuevo, tener la libertad de un niño. No estás pensando en nada. En crear, en hacer.
-¿Qué haces en tu tiempo libre para desconectarte?
-Veo tele, igual que todo el mundo, ¿o no? Cuando escucho música estoy pintando.
-¿Qué música escuchas para pintar?
-De todo. Me gusta la música buena. La música se divide en dos: música buena y música mala. La buena puede ser jazz, música clásica, rock. Rolling Stones, por ejemplo.
-¿Alguna decisión importante que te haya marcado para convertirte en quien eres hoy?
-Sin lugar a dudas, casarme con mi linda señora. Esa fue la decisión más importante de toda mi carrera.