

Unrío subterráneo
lago editora
Planas, Eduardo Alberto
Un río subterráneo: conversaciones con poetas de Córdoba / Eduardo Alberto Planas; Jorge Luis Carranza; compilado por Eduardo Alberto Planas; Jorge Luis Carranza.- 1a ed.- Córdoba : Lago Editora, 2020.
356p.;20x14cm.-(Amperiosideas)
ISBN 978-987-4969-51-4
1. Entrevistas. 2. Poesía Argentina. 3. Córdoba. I. Carranza, Jorge Luis. II. Título.
CDD 809.1
Edición gráfica: Carolina Ellenberger
Edición: Alejo Carbonell
©Lago editora2020
©Eduardo Alberto Planas y Jorge Luis Carranza 2020
ISBN 978-987-4969-51-4
lago editora
Montevideo 1777, Córdoba.
lagoeditora@gmail.com
fb:Edit Lago
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Libro de edición argentina
Unríosubterráneo
Conversaciones con poetas de Córdoba.
El Basta ya en la radio. Volumen I
Alberto Planas / Jorge Luis Carranza
amperios ideas
Eduardo
Agradecimientos:
A FM Libre 92.7, en la persona de su directora, Teresa Saravia.
A nuestras familias.
A Cecilia Carnelli y Paulina Santa Cruz, por la desgrabación de las entrevistas.
Prólogo
En el otoño del 2018 empezamos el programa radial “El Basta ya en la radio”. Decíamos entonces que encaramos este nuevo proyecto porque “amamos a ese árbol sin hojas que da sombra, que es la poesía”, al decir de Juan Gelman y optamos por la radio ya que “sentíamos que, en una era de la imagen, el poder de la palabra simplemente dicha, desnuda, que viaja por el éter ha- cia quien la escucha es un diálogo, un ida y vuelta que termina de completarse con el oyente”.
Durante estetiempotuvimos laoportunidadde entrevistar a muchospoetasyescritoresdeCórdoba,reconocidosono,jóvenes y no tanto, hombres y mujeres que nos hicieron conocer su obra,su vida,sulaborconlapalabra,el procesocreativo,etcétera. Cada unocon suimpronta,cada uno con suestilo,su singularidad. Y nos fuimos enriqueciendo en ese idayvuelta. Una paleta de los poetas de Córdoba apareció ante nosotros generosamente abierta.Multiplicidadquedemuestralavitalidaddenuestrapoesía.Sincaerenregionalismosniotrosismoscreemosquelapoesía de Córdoba está más viva que nunca y está pasando por un buenmomentonoobstantelasdificultadesobservadasenlosúltimosaños,difícilesparalapoesía,laliteraturayelarteengeneral. De ahí que decidimos llevar al papel todo este bagaje hermosoparaque lapalabradelos poetas semultiplicara aúnmás. Nohasidofácil.Pornuestraqueridaradio FM Libre hanpasado másde80poetasynarradores.Elegimos35deellostratandode lograr un equilibrio en cuanto a género, edad y que esa paleta de colores fuera lo más amplia posible, lo más representativa posible de todo el espectro. Sabemos que nunca estaremos del todosatisfechos. Nuncaserácompleto.
Entendemos que este es el primer paso, el primer volumen, de una saga que tendrá como objetivo trazar un mapa de la poesíadeCórdoba.Algoinéditoporcierto,queestimamos seráútil para el público en general y para el amante de las letras. Nuestra intención no es otra que difundir la poesía de Córdoba. Esperamos que sea útil no solo para conocer más en profundidad la obra y personalidad de cada poeta sino también que sirva como disparador para otras ramas del arte con la cual la poesía está íntimamente relacionada. Nada más ni nada menos que eso.
Hubiésemos querido en este primer volumen que estuvieran presentestodoslos poetasquepasaronpor“ElBastaYaenlaradio”. Solo cuestiones de índole económica que debimos afrontar para que este proyecto no se frustrara, han sido las que llevaron a hacer un recorte inevitable en cuanto a quienes participaban en este primer volumen.
Sentimos que estamos andando por un camino intransitado: el dialogar con los / las poetas desde unlugar noacadémico sobreelactocreativo;todoloquelorodea.Reflexionespersonales desdeunlugardepasiónporlapalabraacercadelprocesocreador.¿Porquétitulamosestaobra Un río subterráneo?Porqueen esos diálogos generados durante el transcurso de los programas, luego de escuchar la palabra poética de cada uno de los invitados; buscamos ir más adentro, hacia lo más hondo; acercarnos a la matriz del acto creativo; al río subterráneo que lo nutre. Todo eso partiendo de una posición ideológica innegociable que entiende a el / la poeta como ciudadano; como miembro de la comunidad; no en la torre de marfil; sino como un ser humano atravesado por su tiempo. Creemos que eso engarza, armoniza yes inescindible con su poesía.
EduardoAlbertoPlanas JorgeLuis Carranza
Entrevistas
Seabreunabrechaquealumbralas cosasdel mundo
ElenaAnníbali
Elena, se dice que el arte tiene que ver con algo de lo que fue y ha dejado de ser, ¿qué pensás de eso?
Vaya qué problema, algo que ha dejado de ser; que fue y ha dejado de ser. Podría decirte algo respecto a mi propia experiencia con la escritura, quetengo queescribir sobre lomuerto. ¿Qué quiere decir sobre lo muerto?, sobre lo pasado, cuando uno está viviendo la experiencia está actuando a la par de ese momento, está transitando esa experiencia, atravesado por esa experiencia. Entonces es difícil pensarlo como hecho objetivo y también es difícil pensarlo como un hecho estético, porque estamos atravesados por esa experiencia pura del estar siendo. Entonces qué pasa después cuando algo, una memoria, un recuerdo, algo de esa primera experiencia comienza a cristalizar por algo, porque uno no recuerda todo, gracias a Dios no tiene memoria de todo lo que ha pasado porque sino sería infame de vivir, estar recordando todo…
Entonces esa experiencia que cristaliza, está ahí, opera de una forma distinta en nosotros porque algo ha pasado. Entonces sí me parece que tiene sentido para mí, para mi forma de entender la poesía, no solamente tratándose de experiencias físicas, emocionales sino también experiencias artísticas propiamente. Uno lee algo suponte y adquiere sentido a los diez años y dice “ah mirá, esto tenía que ver con algo” y yo por lo menos escribo un poco desde ahí; así que sí, para mí tiene sentido eso del pasado.
Elena, ¿qué rol cumple el humor y la ironía en tu poesía?
Yo llego al humor, si es que se puede llamar humor, creo que sí, aunque es más ironía. Creo que es posible sobrevivir gracias a ese recurso, a enfrentar no solamente la realidad, nadie puede negar que la realidad de cualquiera es dura, entonces está ahí la ironía para que el dolor si aparece no aparezca de forma tan cruda, porque uno también escribe desde el desgarro, desde esta cosa del estar aquí y no entender nada, maravilloso también. Uno no puede dejar de decir que eso es maravilloso, si entendiera todo, ¿qué pasaría?, ¿qué nos quedaría por vivir o qué nos quedaría por vivir desde el asombro?, pero escribe también desde un lugar de corrimiento del dolor en algunos momentos o para soportar el dolor, para soportar eso que Unamuno llamaba lo trágico del vivir y de estar acá parados frente a las realidades no solamente de uno sino de todos los demás, de los contemporáneos por lo menos.
En una entrevista dijiste: “aspiro a una poesía que proponga un mundo difícil de preguntas irresueltas, una poesía incómoda que interpele sobre nuestra condición”. ¿Lo seguís sosteniendo?
Sí, hace unos días nada más estuve en el colegio Manuel Belgrano donde hicieron una jornada muy linda, era una feria del libro que habían propuesto los profes de ahí y se abrió la mesa preguntando un poco sobre la experiencia de cada uno. Qué consideraba poesía o cómo era el ejercicio de la poesía en cada uno y yo siempre sostengo que la pregunta retórica, la pregunta lanzada a otro que está más allá, que uno presupone como un lector, uno escribe para alguien, el que me dice que escribe para si mismo para tener los poemas guardados en un cajón yo
no le creo. Yo creo que esas preguntas lanzadas al otro generan una posibilidad de incomodar, de repreguntarse sobre la vida, de repreguntarse sobre las verdades comúnmente aceptadas por todos, me parece que es un recurso válido para conocer también; yo conocí esto de esta forma, pero qué pasaría si; entonces es el qué pasaría si, uno propone una forma incómoda del conocimiento. Permite pensar y repensar la realidad pero también desarticula esa verdad que uno trae consigo mismo, creo que todos tenemos unas cuantas verdades a las cuales nos aferramos para no sentirnos tan perdidos en la vida. Algunos no,algunoscreenquenosonverdades provisorias, quesonverdadesabsolutas yentonceshablandesdeahí yesoesunfrenoal crecimiento intelectual, al crecimiento artístico, al crecimiento espiritual.
Es como si estuviéramos en el desierto caminando y vamos poniendo tiendas como para guarecernos.
La intemperie es lo que hay, lo que está dado y después lo otro son construcciones nuestras, tienditas de campaña para aguantar el chubasco.
La intemperie tiene esa belleza también, es terrible pero es bella.
Sí, esa belleza monstruosa. Hay una película que yo cada tanto veo; melasédememoria,nosesiustedeslavieron: Interestelar.
¿Interestelar? Sí, la he visto como cinco veces, la han dado por cable, la semana pasada la dieron, la vi completa de nuevo.
Viste que en un momento los astronautas que están yendo haciaunamisióndesconocida,casisuicida,dicen“¿quéhabrámás
allá?”, y dicen que la naturaleza es hermosa pero no es mala, no es dañina, no es nociva. Bueno, yo pienso que el mundo es esto. Es la intemperie, realmente, pero uno pone o va poniendo filtro sobre filtro, sobre filtro y llega a una comprensión de la realidad y de la naturaleza y de lo que nos pasa que a veces sí es monstruosa pero no por culpa de lo dado sino de lo que hacemos con eso.
Y Elena, en vos, ¿qué es lo que dispara el poema?
Es muy difícil hablar de mi experiencia con eso porque te empiezan a tirar todos como que sos la última neo romántica del universo, ¿por qué? No porque a mí me suceda una cosa excepcional, yo no lo considero excepcional, pero sí lo considero una experiencia por fuera del orden de lo ordinario o de la experiencia común de todos los días: para mi es, vida, vida, vida, vida, brecha, cuando se abre la brecha o la grieta, no quiero decir grieta, ja… es un momento donde yo veo distinto, se abre una brecha que alumbra las cosas del mundo o la experiencia de ese momento de una forma distinta, las veo con una luz distinta. Entonces, pónganle el nombre que quieran, pónganle iluminación, epifanía, videncia, no sé qué, es una experiencia que va a contrapelo incluso del orden temporal de lo sucesivo de todos los días. Se abre esta brecha en la que tengo como una conciencia distinta, es una forma de conocimiento distinto y a partir de esa iluminación, epifanía, experiencia distinta, grieta, como ustedes quieran llamarlo, llega también la otra parte que es cómo traduzco yo eso, cómo bajo a tierra esa experiencia. Entonces, ahí está lalenguay, como dicen, “traductore, traditore”, toda traducción es una traición. No hay manera de escribir o describir o poner en palabras la totalidad de esa experiencia,
entonces uno termina agarrando jirones de eso que le quedó, porque también cuando uno lo está escribiendo, no lo está escribiendo en el momento de la experiencia, lo está escribiendo después, es como una memoria. Esa memoria ya está mediada por otras cosas, está mediada por la lengua, está mediada por las circunstancias en las que yo me siento a escribir, entonces creo que en el camino se pierde, se pierde y se pierde mucho.
Sí, vos decías eso y me acordaba de esta línea de Alejandra Pizarnik que dice: “cómo decir con palabras de este mundo, que partió de mí un barco llevándome…”
Claro, cómo decir lo inefable y lo inefable es una palabrita para describir una suerte de experiencia que no es de este mundo. Yo siempre digo que hay una naturaleza ahí operando con la que uno está en contacto por un ratito, unos minutos y después chau, desapareció y eso quedó operando en el interior, en la cabeza, en la imaginación, en lo intelectual y después uno tiene que hacer algo con eso o no, no necesariamente.
¿Sos de volver sobre lo escrito, cómo sigue después la cosa?
No suelo corregir mucho, no es que sea la maestra sino que cuando tengo el primer verso lo otro viene por decante, como una cosa que arranca, arranca y en un ratito como que el poema lo tengo mas o menos redondito. Después sí hay algunas cosas del orden de lo musical, de la disposición, del verso, puedo bajar un verso, puedo subir un verso, eso siempre está, el proceso de corrección que viene después. Después se lo doy a alguna persona amiga, en la que yo confíe, ahí ya es otro proceso porque hay que estar abierto a cómo el otro escuchó, cómo el otro
leyó y por lo general los otros siempre marcan aquello que es prescindible digamos, eso me lo enseñó Alejo Carbonell, eso me dijo Alejo, que un libro siempre es un hecho colectivo y a mí me quedósiempre resonandoeso.Estáel quetehacelatapa, el que te hace la contratapa, el que te diseña el libro, el que te corrigeloserrores,el quehablaconvos,el amigoquete escucha la primera vez que vos socializás un poema.
Y después el lector, que se encuentra.
Ydespuésyaunolanzaesoslibritos,esos poemas,almás allá.
Hablábamos antes del programa de la poeta Anne Talvaz, poeta francesa, mencionaste un libro de ella que te había impresionado…
Sí, El Fin del Mundo, lo mencioné porque me gustaba. Yo soy una amante de la ciencia ficción, amo la ciencia ficción y la poesía y la lírica que para mi es algo muy difícil de conseguir, donde se ve ese extrañamiento. En El Fin del Mundo se ve eso, el extrañamiento de las pequeñas cosas que se van disolviendo en una nada y también este extrañamiento que es a la vez algo muy dulce, muy tierno de leer, no hay tragedia, no aparece una tragedia, no aparecen cosas grandilocuentes, uno esperaría, en otros autores, apocalipsis. Esto es como el contra apocalipsis, es una cosa que va desapareciendo, una realidad que se va desvirtuando, algo que estaba y que de pronto no está, son pequeñas cositas, por eso se los mencionaba.
Hay un poema tuyo, en tabaco mariposa, que tiene una línea que dice: “y una tristeza hermosa me cerraba la garganta”… ¿es eso un poco no?
Hay mucha gente que escribe maravillosamente sobre la vida diaria, yo pienso que a esascosas también hayque alumbrarlas. Hayquesacarenesesentidoaguadelas piedras,porque… para mí es el ejercicio más difícil, estar escuchando lo diario o viendo lo diario desde un lugar de contemplación y extrañamiento tal que te permita hacerlo reversible y ver otra cosa, sublimarlo al punto de que parezca el hecho, la cosa lírica. En mi caso yo no lo consigo, para mí la experiencia esa pasa por otro lado. Pero hace unos días atrás, un amigo de Rosario me mandó un libro muy hermoso, muy hermoso, que se llama Un jardín chiquito en el balcón, el poetase llama Cristian Molina yme pidió amorosamente que le hiciera una contratapa. Yo empecé a leer y veía esos poemas que partían de contemplar una maceta, una tormenta; de contemplar la vida diaria. Arrancaban de ahí y se iban hacia algo mucho más si se quiere metafísico, lleno de símbolos, llenos de lírica y todo se volvía de pronto extraño y más hermoso y más cercano al espíritu.
Elena Anníbali nació en Oncativo, Córdoba, en 1978. Es Licenciada en Letras Modernas, Facultad de Filosofía y Humanidades, UNC. Lleva publicados los siguientes libros: Las madres remotas (2007, Ed. Cartografías, Río Cuarto), tabaco mariposa (2009, Caballo negro, Córdoba, reeditado en 2017), El tigre (2010, Eduvim, en la categoría relato), La casa de la niebla (2015, Ediciones del Dock), Curva de remanso (2015, Caballo negro). Se dedica a la docencia de nivel medio y a la investigación. Coordina además un taller literario en la ciudad de Córdoba.
Lapoesíahapasadotupropiabarreradecontención
Guillermo Bawden
Guillermo, ¿cuáles son los materiales de tu escritura?
Primero diría lo que me parece esencial que es una lectura ávida y voraz, no tanto ahora porque tengo que trabajar más y tengo menos tiempo pero hubo una época que fue voraz y fue sin detenerme. Te estoy hablando desde aproximadamente los siete u ocho años. La de mi abuelo fue la primera colección de literatura gauchesca que leí y me empezó a pasar los clásicos. Primero los infantiles y ya después los clásicos regulares. Me acuerdo de leer, sin entender mucho pero sentirme absolutamente atraído hacia Borges, tan es así que le pedí a mi abuelo que me lleve a ver a Borges y me dijo: “pero se murió hace dos años”. Se me había muerto hace muy poco y lo leí muy chico. No entendí nada pero el juego, las palabras, esas cosas que se utilizaban y que me parecían tan fuera de la realidad (hoy no me parecen tan fuera de la realidad); en ese momento nadie hablabaasí, yo no escuchaba esas cosas. Entonces por más de que yo venga de una familia de profesionales, con cultura general, era un artificio ese lenguaje.
Ese sedimento de tus lecturas ha quedado ahí.
Sí, totalmente. Después una pasión personal ya en la adolescencia por lo hermético, las lecturas de Hermes Trismegisto, de Athanasius Kircher (Athanasius, no Néstor). Esas cosas que también me dieron una forma (que ahora no estoy usando
mucho) de escribir poesía criptada, con un lenguaje hermético, con algunos simbolismos.
Eso creo que se nota en el Grimoriodel Búho.
El Grimorio sobre todo es el libro en el que uso más eso. Un libro que me parece que tiene un tiempo, hay gente que lo lee ahoraymedice: “Ah,me gustó”,“nomehagustado”,“noloentendía”. Porque pasamos modas en la poesía y hay modas que porejemplohoyson contarcosas quetepasan.Locotidiano, de un tipo minimalista que a mí me parece bien. Yo no lo puedo hacer pero me parece perfecto. Hay ese tipo de poesía y yo salí con eso. Ese libro tiene cosas muy lindas como Miguel Espejo, un gran poeta argentino que vive en Paris hoy me hizo la contratapa; el Teuco Castilla me escribió un mail de dos hojas hermoso hablándome del Grimorio. Tiene esas cosas.
El título del libro, contanos un poco.
Los grimorios son libros de la Edad Media que estaban divididos básicamente en: Grimorios de Alquimistas, es decir, tratados alquímicos, por eso el libro está dividido en tratados y también esotéricamente: hay grimorios esotéricos. La gran mayoría de grimorios que quedan no están en circulación sino que están en el Vaticano. Sobre todo porque había muchos satanistas (vale aclararque el Satanismo no es loque seve enlaspelículas, el satanismo es una contracultura hacia la Iglesia Católica que no tiene que ver con matar niños ni nada por el estilo) que tienen sus lecturas, sus escrituras.
Vos lo ubicás dentro de una trilogía a este libro.
Ese libro está dentro de una trilogía que falta uno de sacar que es Cuando mueren los peces que fue el primero que salió, el Grimorio y uno que se llama Centuria Vulgata. Las centurias son como escribía (para mí) el mejor poeta del siglo XV: Nostradamus. Escribía en cuartetas, es decir, cuatro versos de a cien poemas, los iba editando así y tienen un lenguaje críptico, evidentemente hermético, de conocimientos herméticos y que está escrito de forma criptica para no terminar en la hoguera. Aparte por ser él mismo un hijo de judío converso, ya lo tenían marcado de alguna forma y él recupera la historia de la tradición hebraica esotérica de la Cabalá –que no es esto que ahora dicen la Cabalá, hay algo de la numerología, no–; la Cabalá es una cosa muy complicada. Por ejemplo, los rabinos judíos intentan descifrar en el Pentateuco la verdadera palabra de la vida, entonces es algo muy complicado, con mucho estudio, no es una cosa de mi nombre es trece y me tuve que hacer con un ocho. Es una cosa mucho más complicada.
Guillermo, ¿vos pensás que hay una respiración diferente entre la poesía, la prosa, el relato?
A mí me parece que son dos cosas distintas pero no alcanzan a serseparadas.Laconstruccióndeunapoesíaydeuntextonarrativo son absolutamente distintas pero no dejan de ser lo mismo. Yo siempre tomo la forma de trabajar un libro y después editarlo, todo. Aprendí mucho de gente que te va tirando ideas,que te va corrigiendo cosas. Yotengo dos novelas que son rarísimas para alguienque enteoríaescribepoesíaesotéricaqueson dosnovelas de terror. Que no tienen nada de esotérico sino mucha más
acción y que tiene que ver con una cosa que siempre pienso: lo que voy a escribir de acá a diez o doce años, me estoy preparando para eso. Entonces las dos novelas, sobre zombis –una se llama Letra Muerta y otra El Sepulturero–, tienen un trabajo de intentar emular la prosa rápida pero no superficial de los escritores norteamericanos. Una prosa visual, seca, que viene de Hemingway, está bien marcada.
Sin adjetivos…
Claro, pero a la vez que es ágil, no es superficial y es bastante cortante, bien al hueso. Esa es la idea que siempre quise practicar, muchos escritores norteamericanos tienen eso, incluso los de best-seller.
Inclusive el género policial también.
Sí, a mí me gusta mucho el género policial. Es algo que se empieza a leer siempre desde chico. Tiene eso, que vienejustamente de la literatura norteamericana de post-guerra; para mí es inigualable.
¿Sos de pulir mucho, de podar?
Sí, un desastre, no paro. Algún momento me parece medio patológico pero te digo que no pararía ahora, cuando veo algunos poemas del libro digo: “uh, por qué esto tiene una coma acá”. Cosas que me complican, pero me parece necesario. Me parece que por ahí uno ve que hay gente que no quiere hacerlo y que creen que la expresividad absoluta ya tiene dado el valor al texto yno. Siempre pulir,pulir, pulir, te permite decir lo que
querés decir mejor, es simple. Esto es un oficio, aparte de un arte es un oficio.
Tampoco pulir hasta sacarle la parte de mundo que tiene que tener.
No, no, no. Es que al revés, yo creo que cuando vos pulís, estás yendo a lo que querés decir. Es fundamental tener algo para decir. Querer decir algo.
No el onanismo ese de algunos poetas.
Algunos existen y algunos incluso escriben muy bien y muy lindo. Pero uno lee y se me pasó.
Guillermo, ¿vos pensás que hay control sobre lo que se escribe?
Enlacreaciónsí,despuésno.Después no.Megusta muchísimo eso que pasa por ejemplo con las novelas que son más accesibles en el sentido de que hay más lectores de narrativa que hay gente que te dice cosas de la novela que para vos no son, pero para ellos son. Me acuerdo algo muy bien, las novelas son de zombis.Yenel 2013,cuandoselevantalapolicía meempiezan a caer mensajes: “esta estunovela”. Yo no sabía si estaba bien o estabamal loque medecían.Si sereferíanaquelos zombiseran los saqueadores o la policía y no quise indagar mucho.
Por los políticos que llevaron a eso.
Claro, había un montón de cosas. Bueno en esa novela cometí un grave error, una grave profecía, que era Macri presidente en el 2012. Todavía no había nadie que pensara que Macri fuera
presidente y lo pusimos de presidente casi como una broma. Porque pensé: ¿cuál sería el más inepto para afrontar un apocalipsis zombi?
¿Existe una voz extraña en el poema?
Yo creo, o siento que en algún momento me voy. Recién cuando leía era eso también. Yo lo escribí a ese poema, a mí me pasó esto, pero en algún momento me voy y creo que puedo alcanzar alguna especie de elevación. No en el sentido místico. Bueno, creo que estoy leyendo algo que no hice yo que está bien. Yo me alejo del “estoy bien” porque hay que alejarse un poco. No es que no haya que sentirse bien por lo que uno haga pero cuando empezás a sentir creo que eso es lo extraño. Que hay algo que está alejado. Hay algo de cierto en eso de que viene dictada alguna parte, de algún lado. Borges decía: “Perdóneme lector si yo he tomado estas palabras antes que usted”.
Algo de eso hay, yo lo siento por lo menos. En algún momento de agarrar después un poema y decir: “¿Esto escribí yo?”. Eso para mí es una gran señal, es que la poesía ha pasado tu propia barrera de contención, de lo que querés decir. Entonces ahí está algo interesante.
Como ese mapa desmesurado que cubre el imperio y se despedaza y se pierde.
Eso te iba a decir, me acuerdo de eso porque he leído varias veces a los chinos, me interesa mucho sobre todo porque el poeta chino, a su vez, es artista plástico y a su vez calígrafo. Porque dibujar el poema es toda una tarea. Hay cosas muy extrañas; por ejemplo, hay un emperador de la Dinastía Han que exigió
que todos sus burócratas envíen su informe en poemas. Lo cual ocasionó un problema gravísimo, que era absolutamente entendible, cuando por ejemplo su primo se levanta en Shanghái contra él en armas y entonces el funcionario le manda al emperador un mensaje que decía algo así como: “El tigre joven se apresta a rasguñar el cielo”. Llega el mensaje y empiezan todos a discutir: ¿el tigre joven es el emperador?, ¿o quién es?, ¿rasguñar el cielo qué significa? Bueno, nosotros somos el Imperio Celeste así que debe ser… Le pidieron que mande otro mensaje, aclarando un poco, entonces le puso: “El tigre joven ya nadó el Río Amarillo y se dirige a la Ciudad Prohibida”. Entonces allá interpretaron que eso era una especie de fuerza espiritual que iba para el emperador y cuando terminaron de discutir, el tigre joven estaba entrando al palacio.
Guillermo, ¿qué valor tiene para vos el silencio?
A mí siempre me resulta primero difícil de discutir porque es cierto que el silencio hace a un montón de cosas. Yo lo pongo en el estadio creativo y en el estadio del lector. Una cosa que es muy nueva en términos históricos es el lector silencioso, que hoyse está volviendo a revertir porque uno ya lee enunaparato yestárodeado degente,avecesnisiquieraleesinoescucha.Yo lo ubico en el lugar de la creatividad, en la lectura del poema o en lo que uno va creando hay un silencio después de cada verso que viene en la construcción, digamos. Después se mezcla.
En tu poesía, ¿prevalece el ritomo o el sentido?
Intento mantener algún tipo de estructura siempre. No trabajo en endecasílabos ni alejandrinos que son muy difíciles
de hacer y que hay gente que lo hace muy bien. Carlos Schilling por ejemplo, escribe en endecasílabos, son fantásticos. No puedo hacer eso, lo intenté. Lo hago como ejercicio siempre pero intento mantener más que nada, creo que se entiende cuando leo, la musicalidad de los versos. El primer poema que leí, un poema para Allen Ginsberg, creo que recién ahora estoy logrando poder escribir lo que me gusta mucho que es esa verba del beat, de la poesía beat. Que es muy difícil de tomarla en castellano pero hay varios poetas que son muy interesantes, portorriqueños sobre todo que viven en Nueva York que tienen esa cosa que yo ahí encontré la forma de decir: “Ah, se puede escribir esto en castellano también”. Porque es difícil de traducir esamúsica,siunoescuchaalosbeat leer,parecequeestuvieran casi cantando en algún momento.
¿Qué relación habría entre la pintura, la música, la escritura?
Creo que, primero, hay cosas que yo las tomo de distintas formas. Por ejemplo la pintura me parece muy catártica y a mí no me gusta la escritura catártica, entonces sería un conflicto. No me considero un pintor, para nada. Tengo algún tipo de estudio, algún tipo de conocimiento pero no me considero pintor por diversas razones. Lo que recién decíamos de los endecasílabos o de los sonetos, yo tengo sonetos horribles, pero hay que escribirlos, hacer el ejercicio para después poder hacerlo… Es como ejercitarse. Una vez di un taller, pobre gente, los harté así que no di más pero en vez de contar sobre la literatura una vez conté: “Maradona, DiegoMaradona, el mejorjugador de lahistoria del fútbol, se quedaba veinte minutos después pateando tiros libres”. Es decir, si él tiene la dedicación para hacer algo, calculo que lo tenemos que hacer nosotros. Me parece que ahí está esa mezcla de cosas. Para mi confluyen obviamente.
¿Y también has tenido participación en grupos de rock?
Sí, el rock me acuerdo de haber empezado a escuchar rock en los discos de mi viejo. Los discos de vinilo. Eran de losRolling Stones,LosBeatles,DeepPurple, bandasasí,bien derockyme costó mucho entrar al rock en castellano, me costó muchísimo, porque estaba muyhabituado… Cuando estuve en La Mula, que era una banda que duró diez años y que le fue bastante bien. Y cuando hice “The Búhos” que era una banda, así como de grandes nombres del underground, ya venía escribiendo así que me puse a cantar en inglés, lo cual no me parece recomendable ni aconsejable, pero yo estaba cansado de hacer letras y poemas.
Vamos al inglés.
Sí,yaparteme puseaescribir poemas eninglésquemegustan.
Contanos un poco tu participación en la editorial Llantodemudo, tu experiencia.
Eso es una cosa hermosa y a la vez tristísima. Lo voy a nombrar al Nico, Nico Brondo, que estuvimos con Diego durante los últimos años, el Nico estuvo mucho más tiempo con él pero los últimos cuatro años estuvimos juntos laburando mucho. Cuando se presentó el libro de Diego, el libro de poemas de Caballo negro hace unos meses, con el Nico nos encontramos yseguimossintiendoqueelgordovuelveelmesque viene.Nos cuesta mucho. Nos quedamos sin un socio-amigo-padre. Una cosamuyfuerteparalosdosyquefueunacosaala vez;hermosa porque en esos últimos tres, cuatro años que estuve yo, Diego empezóacosecharloqueverdaderamente habíahechoqueson
veinte años de un laburo increíble y empezamos a tener preponderancia nacional, visibilización nacional. Me acuerdo una vez me dice: “Me quieren hacer una nota de La Nación”. Como que no entendía: “¿cómo me conocen en La Nación?”. Y vino el periodista casi a ver un ídolo, porque era un tipo que en Buenos Aires nombraban todos los ilustradores, los comiqueros. Se lo nombraba a nivel internacional y era un tipo genial para hacer cosas. Vos que hablabas del silencio recién, no hay nadie como Diego para narrar con silencio en los cómics. Vos ves los cómics de Diego y tienen muy poca letra… Tiene unos silencios que son escritos, están descriptos en el guión y son fantásticos. Como Diego no usaba nadie el silencio, o poca gente.
Guillermo Bawden nació en la ciudad de Córdoba en el año 1977. Es escritor, pintor y locutor radial. Ha integrado las bandas musicales La Mula y The Búhos. Es autor de los siguientes libros Letra Muerta (Editorial Llantodemudo año 2012), Cuando mueran los peces (Editorial Textos de cartón, 2012 yLlantodemudo, 2013); Paris Journal (Editorial Llantodemudo, 2013), Grimorio del Búho (Editorial Llantodemudo, 2015), Marlboro Vox (Editorial Babel, 2016). Fue cofundador y editor de “Le Primitive Diplomatique” (2001-2004) y Tinta de negros Ediciones (2009-2011). Ha dirigido la colección de poesía “Bonzo” para la Editorial Llantodemudo. Forma parte del staff de la Editorial Nudista.
Una escritura quequiere salirdel closet
Emi lioBazso
Emilio, hablemos un poco del título de tu futuro libro: El tesoro de los perros.
Qué difícil que es ponerle título. Cuando terminábamos el trabajo con Mariela Laudecina, un poco de verlo en perspectiva y ordenado, yo tenía una frase que era “escucha al gato sobre la nieve” pero es de un libro de Wallace Stevens donde él hace un estudio de la poesía y habla del factor único que tiene el poeta que es irreemplazable, o sea, es algo que siempre está debatiendo sobre distintas realidades pero cuando aparece la imagen el poeta la toma, es hermoso lo que él dice y cómo lo dice y en un momento me dice “está hermoso el título, pero lo tuyo es con los perros”. Entonces nos pusimos a pensar y hay uno de los textos que dice esa cuestión sagrada que para mí tienen los perros. Entonces, llegamos ahí un poco trabajando al Tesoro de los perros porque es algo que, si bien el perro es visto como un animal muy obediente también tienen una nobleza muy grande.Así queese es El tesoro de los perros…
¿Y el otro proyecto: Left,Manija,Volumen 1?
El proyecto Left empezó con una amiga, con Paula Gastaldi. Empezamos a administrar una red en Instagram para difundir escritos más breves, por lo que Instagram se maneja con pocos contenidos; nos interesaba mucho agitar desde ahí, porque por lo general se tiene ese juicio que es que no se lee en internet y
a veces se lee tanto que uno no se acuerda qué lee. Entonces empezamos con el proyecto y tenemos una comunidad de casi diez mil personas que interaccionan. No todos, pero sí interaccionan bastante bien, por ejemplo nos mandan escritos, entonces hemos generado también una base de escritura que quiere salir del closet, ese es el lema, salir del closet de la escritura y poder difundirse y también conocerse. Porque se ha salido de muchos espacios reales pero en lo virtual la gente se mueve; nos haninvitadoaferias,noshaninvitadoaotroslugares,yconella terminamos diciendo está hermoso esto. Pero como viene tan rápido el movimiento de lasredes vamos a papel. Entonces empezamos a trabajar con una diseñadora, empezamos a trabajar con los mismos escritores, es un proyecto muy comunitario y el primer libro ya está, si no sale esta sale la próxima semana, entonces vamos a habilitar una pre venta donde nosotros lo que buscamos es hacer un vínculo con los escritores para poder difundirlos también…
En un poema decís “detesto la poesía hecha y derecha dibujada con regla de 15 cms”, desarrollá un poco eso.
Me hacés acordar a lo apolíneo y a lo dionisíaco de Nietzsche. Creo que ha cambiado tanto por lo menos desde donde yo la puedo proponer y aprender. Me encanta lo métrico pero yo no puedo entrar en la forma, me cuesta mucho lo simétrico, lo medido. Estoy estudiando eso pero me parece que la regla es el canal para que lo otro fluya, porque a veces es importante ordenar, pero también hay que saber para dónde llevar ese orden. Lo más peligroso del orden es que se hacen recetas o fórmulas donde uno agarra tres o cuatro palabras y ya sabe que con esas tres o cuatro palabras salen cosas. Hay dos cosas que a mí me
gustan de la poesía. Una es la incomodidad, porque siempre hay un punto donde vos te sentís vulnerable, pero te hace sentir incómodo y te lleva a moverte y el otro tiene que ver con qué te lleva a explorarte.
Rescatabas vos la figura de Leonard Cohen cuando hablábamos fuera de micrófono y un poco él hacía eso, se corría, se movía.
Para mí Leonard Cohen, Bob Dylan, Lennon, han sido grandes poetas. Creo que cuando uno quiere escribir algo que trasciende también lo imagina con música y quiere ponerle música a esas cosas. Bob Dylan dice algo muy lindo en el documental que él tiene que cuando ellos iban de gira con Ginsberg dice que él logró lo que pocos poetas lograron, que es que sus poemas se recuerden como canciones, porque toda la gente se aprende las canciones y la música tiene algo de maravilloso que se te graba de una manera tal, es tan fácil que no la tenés ni que pelear. Me ha pasado de agarrar un disco y escucharlo, bueno, que hablábamos de Calamaro recién, escuché Alta Suciedad y a los dos días me sabía Alta Suciedad entera de punta a punta, era una cosa… con los punteos, con todo, cuando estás fanatizado por algo y creo que ese es un gran logro por ejemplo de Andrés Calamaro.
¿Y Spinetta?
Uhh, también, además Spinetta era un ser de otra galaxia. Él creó su lenguaje, él creó su música, él creó su poesía. Charly también, me gusta mucho Charly… Lebón…
¿Qué pesa más en tu poesía?
Intento que pese más el humor. Es algo que me gustaría juntar, creoquela poesía tienealgomuyparecido al sentido del humor y es que rompe justamente con la coherencia, con lo lógico. Yo creo que cuando uno lee un poema que le gusta, que es muy lindo, uno no sabe por qué le termina de gustar, porque hay algo que la otra persona puso y que realmente sabe a quién le está hablando o cómo le está hablando, o quizás ni le interesa a quien le está hablando pero logra romper algo en el otro y el sentido del humor también te agarra desprevenido. Hay una intimidad en el humor que es muy difícil de decir dónde empieza y dónde termina. Hablando de eso, por ejemplo, yo me acuerdo, los chicos del cole: ellos me preguntaban si siempre yo me consideraba una persona con humor, con felicidad y creo que no, les decía que no, que el humor se acaba, tiene un momento donde el humor empieza y se acaba y por eso es maravilloso, te toma de rehén.
¿Y la ironía? ¿Hay algo también?
La ironía, qué tema la ironía, qué tema también.
¿Cómo relacionás tu profesión?, vos sos licenciado en psicología, profesor de filosofía. Con la poesía, ¿cómo es la relación?
A veces me parece que uno se vuelve un espectador de algunas cosas y a la vez se vuelve un canal. Por ejemplo trabajando de acompañante terapéutico yo estoy con chicos de la primaria, en el aula con ellos, o sea, después de 30 años volver al aula es fuerte.
Estar sentado al lado de los chicos; son situaciones que te atraviesan desde un costado que uno espera, porque la relación docente alumno está bien marcada. Tenés unrol, hay una transmisión de conocimientos pero por ejemplo estas situaciones así con niños sobre todo, me llevan a pensar en qué momento se pierde esa piedra lúdica y uno empieza a automatizarse para responder a ciertas cosas. Cuando trabajás con niños tenés que tener capacidad dejuego yrealmente creoquedesde ahí la poesía se puede tomar.
Emilio, Alberto Girri, dice que ni la claridad ni la oscuridad se permitan ser ostentaciones, dice que ni muy claro, ni muy oscuro ¿te sugiere algo eso?
Sí, es muy bella la imagen. Por ahí no sé, me genera como esa cuestión de pensarlo cuando uno está escribiendo, por ejemplo ostentar algo y terminar escondiendo el sentido del poema también. El poema todo sentido también te apabulla, ahora por ejemplo que se usa mucho el tipo de escritura corta. Esta cuestión de tres o cuatro frases y también por ahí abre a pensar cómo se lo hace, quién lo hace, también está bueno creo que actualmente eso es lo que logra una escritura breve, a mí me gusta… he leído Girri también, Gola… que te desarrollan un poema y son cuatro tomos y me parece maravilloso porque realmente hay que trabajarlo. Y eso también es algo lindo que logra el poeta del otro lado: que uno se ponga y le dedique tiempo, ah no, a mí no me vas a ganar, yo me voy a sentar y voy a leer, y también esta escritura breve que ahora hay muchas editoriales también que escriben así, o sea, publican así con contenido breve y también está muy bueno porque le llega nosolamenteaunsectorsinotambiénaloschicos.Yolellevéel
otro día un libro de poemas a los chicos, a clases y decían, ¿pero estoespoesía?Estoesloqueseestáescribiendoahoralesdigo.
Sergio Raimundi ha dicho que no hay poesía de un lado ni mundo del otro ¿qué pensás de eso?
Mmm, esa es una pregunta a nivel diez ya, lo veo muy similar a esta cita que me dijiste recién, esta cuestión de separarme lleva directamente a mi viejo. Por ejemplo mi papá es un excelente narrador, ahora, no le pidas que se siente a escribir lo que narra… y me ha llevado mucho a una película de Tim Burton que se llama El gran pez. Y la importancia de la palabra en la transmisión de padres a hijos, en mi caso de padre a hijo, pero realmente desde lo familiar, cómo se narran las historias, me parece que justamente lleva a eso. Uno quizás lo trata de hacer más un oficio y de empezar a cerrarlo ahí pero hay gente que tiene un don, que realmente es así, o sea, no está la poesía por un lado yel mundo por el otro. Los niños, por ahí se hacen unas preguntas o arman una frase que quizás a un poeta de oficio le hubiera llevado cuatro años, hay un sistema de valoración social también o hay otros parámetros.
Fabián Casas dice que la poesía está y que hay gente que es hablada por la poesía, entonces, quizás un verdulero, un carnicero por ahí tiró una frase y está cargada de poesía.
Y es que es el tipo que todoel día está descargando los cajones, acomodando, que sabe cuándo la verdura y la fruta se empiezan a podrir, qué más en contacto que la materia prima, que el verdulero que lo tenés ahí. Maravilloso.
Mi mamá escribía, un día le descubrí un cuaderno que tenía frases. En mi casa por ejemplo siempre se ha leído mucho. Mi viejo ha leído mucha historia, sabe de todo, de historia de todo, no le pidas literatura, no le interesa pero de historia sabe una bocha y le imprime ese carácter literario a la historia y te lo cuenta con una emoción. A mi mamá por ejemplo le gustan mucho más las formas duras, matemáticas. Ella tiene su artesanía que es el tejido y una dedicación, entonces de ahí uno va. Los textos son tejidos también, urdiembre.
Y Emilio, en el caso tuyo, ¿sos de volver sobre el poema?
Acá vamos de frente mar para desmitificar. Hay cosas que las tengo así, que yo siento tan fantásticas como salen y no, son las que más hay que laburar y hay cosas que por ahí las veo con tanta desconfianza, digo, me voy a poner y son cosas que han sido escritas con tanta simpleza y salieron y quizás son mejor recibidas y me ha pasado con otras personas, llevándolos a otros espacios, por las redes sociales. A mí me gusta la red social por ahí para la prueba, hay que pinchar un poco ahí también, porque por ahí no hay que estar todo el tiempo atiborrando ya que se pierde el sentido pero sí está bueno para pinchar, para hacer un muestreo y también para conocer. Yo he conocido muchos escritores actuales gracias a las redes.
¿Cuándo arranca un poema tuyo?
¿Qué lo dispara? No, yo ya sé cuando la bala está afuera. Prácticamente es cuando ya estoy escribiendo o en el celu con algo porque me queda alguna imagen que ya sé que me va a dar vueltas, unos salen más rápido, por ejemplo todos los días hago como unacrónicaenFacebookdelcolectivo.Hellegadoatomar tantos
colectivos por día que lo voy sacando porque me divierte; es un espacio que siempre se renueva que siempre te toma con caras nuevas entonces sí, como que ese está más planeado, siempre que subís al colectivo hay algo, pero después el libro por ejemplo tiene una sección que Mariela me dijo que la incluyamos porque le había gustado mucho que es de un viaje que yo hice con un amigo al sur, ahí a Viedma, y me dijo “estos están buenísimos” y tienen una serie que es de la ruta.
Sí, leíste uno recién.
El de los loros barranqueros de ahí de Viedma y cómo me pegó tanto ese cambio al venir del norte, me pegó tanto ir al mar, ver todas esas cosas tan distintas a lo que es Jujuy y Córdoba. Son paisajes completamente distintos; entonces eso empezó a salir y ya estaba y la ruta sí creo que es un disparador.
¿Y cuándo para vos está el poema concluido, terminado?
Cuandotedicen hayquesacar el libro, yaestá,cerremos.
¿Hay tiempos yermos en tu escritura, tiempos en los que enmudeces?
Sí, hay que aprender a quedarse callado. Hay que aprender a callar la mente. Algunos escritores aconsejan “sentate todos los días”; hacerse el hábito y escribir diez poemas por día, once. Para mí hay que aprender a quedarse callado y apartarse de eso para encontrar el valor que tiene. Hay una frase que no sé quién la decía,si vos querés ver laciudadtenésque irte,no sési lo plantea Ítalo Calvino en algún escrito, porque cuando vos estás adentro estás adentro, ves un edificio, ves el otro, ves un localcito, pero
si vos querés ver la ciudad tenés que estar dispuesto a dejar la ciudad.
Hay que hacer un vacío en un punto.
Yo también si bien no lo tengo tan directo o tan técnico me gustan mucho las lecturas orientales porque realmente tienen un aprecio de las cosas que por ahí nosotros tan impulsados por llenar no las vemos.
¿Y qué opinás del silencio en la poesía? El valor del silencio, si es que tiene valor para vos…
Ahí me remitiría directamente a esta frase que leíste, o sea, entre la palabra y el silencio tiene que haber un juego. Creo que ahí está el punto de belleza, que cuando lo logra alguien viene con un ritmo y esto que te hace decir, ¿pero por qué lo corta ahora? El silencio hasta las palabras hacen a veces como ese juego de la oscuridad.
Aníbal Emilio Basso, nació en San Salvador de Jujuy, provincia de Jujuy en 1984. Jujenial y monotributista del poema. Licenciado en psicología, profesor de Filosofía. Acompañante terapéutico. Libros: El tesoro de los perros (próximo a publicar). Proyecto LEFt. Manija Volumen 1 (próximo a publicar). Organizador de las Tertulias en Séptimo Arte videoteca- librería.
Tienequeestarelyo,tenésqueestarvosen el poema
Gustavo Borga
Gustavo, gracias por recibirnos. ¿De qué se nutre tu poesía?
En mi caso fueron algunos hechos que me marcaron en la infancia, porque el drama mío es que yo no podía escribir. El primer poema lo escribí a los 38 años, porque desperté un día y descubrí que me había ocurrido algo terrible en la infancia, algo horroroso. Se despertó algo que estaba oculto. Tuve que hacer psicoanálisis, porque nadie me podía ayudar, yo solo no lo podía resolver. En esa época yo trabajaba acá, siempre leí, empecé leyendo cómics y después libros. Voy a la psicóloga y le cuento todo el trauma que tenía y empezamos a hablar y me dice “pero es muy evidente, ¿cómo no te has dado cuenta?, lo tuyo es la literatura”. Ahí empiezo a ir al taller de DollyPagani, porque ya cuando empiezo a ir a la psicóloga, empecé a escribir y lo que escribí me gustó, incluso me cambió la letra, ya no tenía la letra de antes, hasta la letra había cambiado, la caligrafía digamos y escribí el poema que se llama “Dios no existe Patricia”. Patricia es mi hermana. Me gustó el poema, le digo a la psicóloga “usted sabe que me gusta este poema que escribí”. Fui al taller de Dolly, ahí me integré a la sociedad. Ya no paré más, el primero libro que es Patitos degollados tiene que ver con el dolor de mi infancia. Ese desgarramiento. Todos los días escribía un poema. Me estaban esperando ahí en el taller, ¿qué escribiste Gustavo?, decían, escribía, escribía, escribía. Fue una épocahermosa. Además empecé adormir mejor, me relajé, porque cuando descubrí la verdad, porque esa era la verdad, lo
que había pasado; cuando salió, se despertó eso de adentro. Yo venía leyendo, porque siempre leí, leía mucho. Lo que pasa es que lo que yo leía no tenía con quién compartirlo si yo era peón de albañil, así que estuve muchísimos años leyendo.
Y en las lecturas esas buscabas algo…
Un día, en esa época estábamos viviendo en Salta y aparece en la tevé Borges. Teníamos un televisor blanco y negro. El viejo ciego ahí, me impactó tanto lo que dijo porque puso la literatura allá arriba. Y digo “lo voy a leer a este hombre“, compro Otras Inquisiciones y ahí encuentro todo. Me encuentro con Stevenson, con Kafha, con Chesterton; entonces empecé a seguir esos autores y leo todo Kafha, calculá a mi edad, leer La metamorfosis te vuela lacabeza. Me di cuenta enseguida que ahí estaba lo bueno, no sé si por intuición, entonces quedé fascinado. Después, aunque él no lo recomienda, Tolstoi (no le gustaba Tolstoi). Creo que le gustaban Los Demonios de Dostoievski, voy llegando a otros autores, porque un autor te lleva a otro y entonces ya empecé a leer; lo que pasa es que yo no tenía con quién hablar de literatura, así que estuve muchísimos años leyendo.Entoncesllegoal tallerdeDollyymedice“mirá,acáhay una literatura local”. Me empieza a hablar de Edith Vera, de AlejandroSchmidt,yya empecéahablar,yateníaconquienhablar de literatura, yo no sabía que había una literatura local en Villa María y después digo “¡mierda, qué bien que escribe la gente acá, loco!”, porque hay buenos poetas, me había dado cuenta.
Ese taller literario vos lo rescatás.
Sí, porque di con una mujer que ideológicamente está lejos mío, que es Dolly Pagani, pero ella cumplió una función, porque se
dio cuenta enseguida de las carencias mías. Yo era una persona muy huraña, calculá que no me relacionaba con nadie, ella por ejemplo daba un autor y yo no le daba pelota, pero me mimaban, me querían. Ella fue la que me integró a la sociedad. Yo por ejemplo no me animaba a leer los poemas en público y los leíaellayun díamedice,“no Gustavo,tenésqueempezar vosa leer tus poemas”. Así empieza. Lo de Dolly fue fundamental en mi vida, porque ojo, si hubiera dado con otro taller no hubiese sido lo mismo. Para colmo en esa época escribía esos poemitas cortos y estoy seguro que otros me hubieran dicho: “no, tenés queexplayarte más”,a vecesledecíaa Dollyporque yo llevaba unpoemade dos versos“cheDolly¿esto espoesía?”. Yellame decía“Gustavo,eseesel camino,esaestuvoz,esees elcamino”, así que… ¿vos sabés lo que significó para mí? Una verdadera maestra. Porque otro te caga, te dice no, tenés que desarrollar mucho más, porque me lo han dicho, pero así era yo, esa era mi voz, ¿te das cuenta?
Gustavo, ¿qué rol cumple el humor y la ironía en tu poesía?
Vaya a saber de dónde salió todo eso. Yo creo que más que humor e ironía también hay un poco de resentimiento por todo lo que me pasó en la infancia. Porque son importantes las personas que se te cruzan en el camino porque se te cruzan personas buenas y personas malas y yo en esa época también militaba en el Partido Comunista y a mí se me cruzó Pedro Pujol que fue el fundador del Partido Comunista de Villa Nueva. Le dediqué Patitos degollados, el primer libro. Yo era un salvaje, odiaba a todo el mundo, entonces él me explicó cómo funcionaba la sociedad, el amor por los animales, por el hombre, la economía del mercado, que todos éramos esclavos, la plusvalía, el amor
por la naturaleza, los árboles, los ríos, que había que cuidar el planeta, entonces, porque yo no le encontraba sentido, odiaba a todo el mundo. Eso hay que vivirlo. A veces una caricia, para un tipo que está muy hecho bosta, que está muy maltratado, que no está acostumbrado a una caricia, es como un golpe una caricia, es como una molestia, porque nunca sentiste eso. No te ingresa bien, y entonces bueno la poesía a mí, cuando ya empiezo a leer a, sobre toda la poesía, que sé yo, Pizarnik, los surrealistas, Pessoa, todos esos tipos viste o Whitman. Vos leés a Whitman viste y el amor por los otros, por el hombre, viste, entonces vos ya decís, hay otro mundo. Eso te cambia.
En un reportaje dijiste “la poesía viene en un momento inesperado”, ¿así lo sentís?
Sí, siempre me ocurrió eso. No es que yo la busque, porque no me gusta forzarla, no me gustan los talleres que te dan una consigna y escribir en base a esa consigna. Cada uno tiene su fórmula, a muchos les da muchísimo resultado eso, pero no, tiene que venir, tiene que venir y llega, a veces se hace rogar, estás mucho tiempo sin escribir, pero está la lectura, la lectura acompaña.
Tal vez cuando no se escribe se está escribiendo desde otro lugar.
Sí, es verdad, esa es una gran verdad. Los poetas siempre están escribiendo, nosotros siempre estamos escribiendo, siempre tenemos una mirada diferente, miramos de otra forma, miramos como miran los niños, bueno los poetas somos iguales, siempre estamos ahí viste, distraídos, la mayoría de las veces distraídos. Yo lo veo en el trabajo, alláno les importa una mierda, están en otra, están en otra.
Los otros días estuvimos en el programa con Irene Scarabelli y ella decía la poesía es una mirada, eso dijo, nos llamó la atención.
Es una mirada, Pessoa lo decía. Hablaba mucho de la mirada.
¿Cómo sucede en vos el proceso de escritura?
Mirá, no me gusta ir ala hoja en blanco yfracasar. Nome gusta renegar. Puedo tener el poema en la cabeza un mes o años inclusive. Pero a mí no me gusta empezar a renegar. Escribo si ya está casi listo el poema; sé que no voy a fracasar, que va a salir así. Después sí, lo corrijo, después cuando lo dejo dos o tres meses lo corrijo al poema, pero no me gusta ir así y renegar en la hoja en blanco. Yo sé que voy a lo seguro, que cuando yo me siente algo va a salir.
¿Qué pasa después de escrito el poema?
Lo que pasa es que a uno, no sé si a ustedes les ha pasado, uno losueltaal poema yloescribe¿no escierto?Nosé si serefieren aeso,pero después cuando alosañosleésel libroydecís¿cómo escribí esto?
Sí, eso pasa. Porque uno se va moviendo también.
Se va moviendo, ¿cómo pude escribir esto? Como puede ser que haya escrito esto.
Varios andan buscando ese primer libro que sacaron para comprar todos los ejemplares y quemarlos.
Bioy Casares creo que hizo lo mismo. Quemó creo que seis libros, los retiraba, los iba a buscar y los quemaba, le costó seis libros encontrar lo que él buscaba. Es un proceso. Creo que hay un momento crítico que lo veo en algunos poetas, cuando están en la cima, o cuando la crítica los pone allá arriba o son muy leídos, llega un momento que escriben cualquier boludez porque ya están leídos. Lo he visto en grandes poetas, hasta en Bukowski lo he visto. Los últimos poemas de Bukowski, escribió cosas que vos decís, nosé, a lo mejor lo hizo por guita, pero no lo quiero juzgar, es uno de mis poetas preferidos, pero están creídos,porque ya sonconsagrados, ya estánenla historia dela poesía; entonces piensan que cualquier cosa que ellos escriban está bien, lo he visto en algunos poetas de Córdoba.
Es el tiempo el que va a sostener un poema, no es uno, es el tiempo.
Estuve leyendo Los desnudos y los muertos, de Norman Mailer. Este negro ganó el Pulitzer, todo, y el tiempo lo arrasó. Un tipo consagrado, ya nadie más lee esas novelas, el único que lo debe haber leído soy yo, porque vos te das cuenta que eso no es. Primero que es re machista, en el año 45 calculá, todos los soldados que iban a la guerra a todos los gorreaban; el mal son las minas, toda esa cuestión y una novela, cambió, cambió la literatura cambió mucho. Va a quedar Dostoievski, Tolstoi, todos esos tipos quedan, pero este tipo no queda… Va a quedar Hemingway, Flannery O’Connor, Carson McCullers, esos quedan, pero este tipo no queda. Le pasó el tiempo por encima.
Nos has dicho recién que lo que más te gusta es leer.
Sí, me encanta, me gusta mucho leer. Me hubiera gustado, a lo mejor hubiera escrito más, ya tendría una novela o una serie de
cuentos, me gusta mucho leer a mí, porque me da mucho placer, me da muchísimo placer, descubrir nuevos autores.
Diana Bellessi dice que el poema debe ser un jardín bien cuidado pero debe tener un poco de monte para ser verdadero.
Sí, es una buena definición. Piglia decía que cualquiera puede corregir a Roberto Arlt pero nadie puede escribir como Roberto Arlt, ¿te das cuenta? Una de las poetas que yo más admiro es Glauce Baldovin. No la podés corregir a Glauce, tiene cosas para corregir, en algunos libros tiene cosas para corregir, pero si la corregís no es Glauce. Esa cuestión perfecta de la corrección yo no la veo, porque terminás por no decir nada. No decís nada, estás escribiendo para otros poetas que corrijen igual que vos ¿te das cuenta? La poesía tiene que llegar, tiene que ser imperfecta, porque si es un poema perfecto, yo creo en el yo de la poesía, viste que ahora está de moda que hay que sacar el yo de lapoesía.Tiene queestarelyo,tenésqueestar vos enelpoema. Pero no solo en la poesía, la pintura, en el cine, todo. El arte si no te conmueve, no. Yo no pierdo ni medio segundo. Esa cosa perfecta de la academia. Por eso en Córdoba ocurrió algo muy importante con los jóvenes poetas porque tiraron por la borda todo eso. Lucas Tejerina, y toda esa gente, se metieron ahí, hicieron un desbarajuste completo. Cambiaron la poesía del país enCórdobatodaesa gentejoven.Yolo sientoasí.Tambiénrespeto a la otra generación. Los respeto mucho porque sin esa generación ellos tampoco serían nada.
¿La poesía está disociada del mundo?
No, vivimos en el mundo. Nos duele, vos decís. Kerouac dijo “me bajé de las torres de marfil y no encontré el mundo“. En el caso mío, porque también depende mucho de la experiencia de vida de cada uno, la injusticia, si la has pasado mal en la infancia o te han explotado en el trabajo, se te ha muerto un padre dejoven, quésé yo, haymuchas experiencias, o si naciste en un país donde lo han bombardeado, por darte un ejemplo, viste morir chicos ¿de qué vas a escribir? Mi poesía es una poesía que está despojada. Estoy yo ahí, muy presente y se me ha criticado mucho por eso, a mí no me importa. He tratado de golpear, de darle como un sopapo al lector digamos. Calculá que Patitos yo lo publico en el año 2002. Ni se hablaba del feminismo, de abusosdelaschicas,nada.Así queparaesaépoca,gracias adios tuve mucho respaldo sobre todo de poetas de Córdoba: Susana Arévalo, el Piro (Garro Aguilar), la revista La Guacha. La Guacha me publicó los primeros poemas. En el caso mío, yo siento que estoy contando una historia, que es la historia de mi vida, que es una continuidad, mi misión en el mundo es esa, esa es la misión mía, estoy en el mundo para eso. Para romper algo, para romper algo que ocurría en la familia, que nadie se animaba a decir y lo digo poéticamente o trato de decirlo poéticamente. Yo hago poesía cuando digo eso, pero el objetivo mío en el mundo, siento, que ha sido ese: decir lo que no se animaban a decir en la familia y en muchos lugares de la sociedad. Lo que está oculto, claro, eso tetraeconsecuencias, te dicen: “estás loco vos, ¿de dónde sacaste eso?”.
En Facebook vos siempre llevás hacia un lugar, que uno puede decir que es incómodo pero es un lugar que desestabiliza para bien, no lo buscás, sale.
Sale,sale,me juego, eh.Muchas veces mejuego, peroes loque yo sé hacer, lo que yo puedo hacer.
Es una poesía que provoca, no te deja. Te conmueve y te plantea un montón de cosas.
Yo te doy un ejemplo. Yo vengo de la izquierda, yo no vengo del peronismo. Yo siempre a favor del kirchnerismo. Me peleo con la gente, pero ¿por qué? ¿Por qué los quiero tanto a Néstor y a Cristina? Deseo que la gente lo entienda, que a lo mejor muchos no lo entienden, ¿por qué? Porque los que hemos tenido una infancia de mierda, los que nos hemos cagado de frío y de hambre, ese lugar que no cumplieron nuestros padres lo cumplieron Néstor y Cristina, son el papá y la mamá.
Como antes Perón y Evita.
Claro y son como los padres míos. Cuando murió Néstor en el trabajo no lloré pero agarré la bici y me vine a casa ylloré todo el día, dije: “si yo no soy peronista, ¿qué me está pasando?”. Estoy seguro que millones de chicos y de personas que se han cagado de hambre y de frío en la infancia y que ahora el peronismo les dio esa posibilidad, sentían lo mismo que yo, estoy seguro. Me van a decir “andá a un psicólogo, que no resolviste el Edipo”, ¡me chupan un huevo, no me importa! Acá por ejemplo, de un día para otro cloacas, pavimento, gas. Te empezaron a respetar más en el trabajo, te devolvieron la categoría, te respetaban. Antes te miraba mal el patrón y te echaban a la mierda. Hay que ser agradecido, porque ellos podrían haber estado más piolas, mástranquilos. CuandoNéstor bajóelcuadrofueuna cosamuy simbólica.Yomedi cuentaquelacuestióneradiferenteporque
había votado a Pino Solanas. No lo había votado en la primera elecciónaNéstor, perocuandoHebe deBonaffini sesaca el pañuelo y se lo entrega a Néstor dije “acá está, ya está”.
Volviendo a la literatura, vos dijiste que tu profe del taller literario decía que hay poetas acá también en Villa María, ¿qué referentes te dijo ella y cómo lo sentiste vos, cómo lo viviste a eso?
Yo creo que acá tenemos dos referentes muy importantes que trascienden Villa María, incluso la ciudad de Córdoba. Uno es Alejandro Schmidt y otra es Edith Vera. Dos enormes poetas, dos monstruos. Nosotros nos alimetamos con esa gente, no es que uno llegó acá y era el desierto; ya había grandes poetas. Alejandro influenció mucho la poesía de Córdoba, yo no sé si ustedes piensan lo mismo. La poesía de él ha influenciado la poesía de Córdoba, ha dejado una marca en los jóvenes. No te quiero decir que los jóvenes le copien; cada uno tiene su voz pero se nota la marca. A mí me marcó más Edith Vera que Alejandro. También he tomado cosas de Alejandro porque los grandes poetas te influencian, pero yo siento que Edith me influenció más.
Algo que nos puedas decir de Edith, que te hayan dicho, o que sepas.
Edith era maestra. Ella era socialista y la echaron de la Escuela Rivadavia y ahí se viene a pique porque a los demás los dejaron todos. La echaron a ella nada más y ahí ella sufre, se viene a pique. Era una persona muy sensible, una persona muy especial. Te digo lo que me cuentan, ella por ejemplo venía acá, te escribía un poema o a tus hijos les escribía un poema y los
dejaba a los poemas. En muchas casas hay poemas de Edith Vera porque ella no le daba ese valor que vos le das al poema; y eran grandes poemas. Alejandro Schmidt dice que Edith es una poeta universal. La gente se emociona con Edith, la gente de a pie. Las maestras que les leen los poemas a los chicos, a sus hijos, se emocionan. Un día le digo a Susana Arévalo: “che Susana, vos sabés que estoy escribiendo unos poemas sobre Edith Vera, nosési laconocés”,yme dice ella: “¡Amo a Edith Vera!, AmoaEdithVera”.JulioCastellanos,laadora,Susana Cabuchi, la Tere Andruetto, la adoran, la adoran, aman a Edith. Mirá de los poetas que te estoy hablando, son unos monstruos estos tipos de los que te estoy hablando. Elena Anníbali la adora. Te estoy hablando de grandes poetas que la adoran, que la quieren mucho. Porque despierta ese cariño Edith, ese amor, ese sentimiento: está en el corazón del pueblo. Una escuela lleva el nombre de Edith. Es muy reconocida ahora. En vida no tanto porque la pasó mal en la época de la dictadura.
Ahí es cuando a ella la echan del colegio.
Claro, del colegio Rivadavia, porque ella les hablaba de la revolución rusa, la revolución francesa a los alumnos. Se quedó sola, fue durísimo lo de ella, un ser tan sensible…
Se ha afirmado que el arte tiene que ver con algo de lo que fue y ha dejado de ser…
Son preguntas muy profundas para mí esas, yo soy más simple. Mirá, se han escrito un montón de libros sobre poesía pero nadie sabe lo que es la poesía. Para mí es intuición cien por cien. No hago esos análisis porque no me interesa. A mí me gusta
leer yescribir,peroanalizar…aveces me mandanloslibroslos chicos, me preguntan, ¿che, loco, qué te parece este? Les digo: “loúnicoquetepuedo deciressi megustaonomegusta”.Yyo pienso por todo lo que leí, que considero que he leído bastante; que me doy cuenta si eso está bueno o no está bueno porque por las lecturas que tengo detrás, ahí no me equivoco.
La poesía está o no está y no se puede decir más.
Ya nacés con la camiseta puesta, ya naciste poeta, ya tenés otra mirada, ya sos diferente a los otros. Es la mirada del artista. Ya te miran raro, te apartan, a veces la pasás mal.
La soledad.
La soledad. Se te cagan de risa en el laburo, porque dicen “mirá las pelotudeces que escribe este tipo”. ¿Sabés cuándo te empiezan a respetar? ¿Sabés cuándo me empezaron a respetar en el laburo a mí? Cuando me hacen los reportajes en un diario, aunque no entiendan nada, claro. Ahí ya la empecé a pasar bien, hasta me respetan, hasta me consultan, tienen que hacer un informe, le piden un informe.
Claro, vos que escribís bien.
Una vez, a un compañero de trabajo le pidieron un informe. Pone malas palabras en el informe el tipo,lo puteó al jefe, no sé qué puso ahí en el informe, “boludo”, no sé qué cosa y estaban hablando el tema ese y le digo “¿qué tiene de malo que haya puesto boludo? ¿Cuál es el problema que haya puesto esa palabra?”. Pero me dice “vos sos el menos indicado; me extraña de
vos, que escribís libros, que vayas a aceptar que un tipo en un informe ponga boludo”.
¿Qué pensás de la poesía de Córdoba?
Laura García del Castaño es una poeta tremenda. Tiene muchísimo talento, me encanta cómo escribe. Despuésestá Amancio, Amancio es un gran poeta (se refiere al poeta ClaudioAmancio Suárez). A mí me parece que está un poco subestimado en Córdoba. Pero es un poeta enorme Amancio. Es superior a muchos poetas de Córdoba, que no quiero dar nombres. Claro, Amancio es de otra generación. No escribe como los pendejos ahora.
Quiero decir que el tipo es un gran poeta.Tiene unas imágenes, un ritmo, tiene su poesía una profundidad, es profundo. Tiene una gran humildad, es re sencillo el hombre.
Y para ir cerrando, Gustavo, reflexiones sobre la situación que estamos viviendo como país, como continente.
Te quiero decir que, bueno, yo lo sentí en el laburo, con los compañeros, porque toda esta gente, Néstor y Cristina hicieron mucho por el ferrocarril y yo soy ferroviario. Hay gente que la echó el menemismo y que la reincorporaron Néstor y Cristina. Muchos entraron con una moto puma o en bicicleta; hacían changas, vivían de changas. O de a pie, porque vivían changueando. Entraron y les empezó a ir bien, porque nosotros teníamos muy buen sueldo, en una época ganábamos muy bien nosotros. Bueno, ya cuando se compraron el cero kilómetro, te miraban de otra forma, se compraron el cero kilómetro, la casa, se iban a Brasil en vacaciones, ya veían el impuesto a las ganacias y decían esta yegua, por eso yo reconzco lo que hicieron por mí, vos tenés que ser agradecido… Se olvidaron.
Es así. Bueno Gustavo, hablaríamos horas; decinos unas últimas palabras acerca de esta reunión.
Bueno, les estoy muy agradecido, porque se acuerdan de los poetas del interior. En el caso mío porque yo casi no viajo, no me gusta mucho viajar, pero, es casi una utopía, es rarísimo que hagan un programa de radio sobre poesía, que se preocupen y que entrevisten a tantos poetas y que le den lugar, porque te alienta también que haya gente que se preocupe, que te dé un espacio y uno se siente mejor; decís “por lo menos alguien me escucha”.
Gustavo Borga nació el 7 de diciembre de 1960, en Villa Nueva, Córdoba. Publicó los siguientes libros: Patitos degollados (Edición de autor, 2002), Hermoso niño rubio (Xión Ediciones, 2006), Poesía reunida (Ediciones Llantodemudo, 2010), Para vos NO (Ediciones Llantodemudo, 2010), Un puntito negro (Editorial Cartografía, 2013), Como un corazón (BordePerdido Editora, 2016), y Pozo de luz (Eduvim, 2018). Es ferroviario.
Ladespiadadacorrección
SusanaCabuchi
Susana, viendo la fecha de tus distintos libros encontramos que ha habido períodos de silencio, tiempos yernos. ¿Es así? ¿Cómo te llevas con esos tiempos?
Sí, en alguna medida y no en otra. Me refiero a que no son yermos. La palabra la discuto porque en realidad ha habido una permanente actividad, lo que pasa es que son tiempos en que la vida te atropella, te toma y te genera cambios inesperados, obligaciones y exigencias. Entonces, a veces, uno vive periodos malos o periodos buenos, que todo forma parte del trabajo literario. Si uno desarrolla esa mirada de la que hablaba Roberto Juarroz, él hablaba de tres rupturas que yo intento respetar. Había que hacer la ruptura de la mirada para ser un poeta, es decir, mirar el otro lado de las cosas, mirar a través, mirar más allá de lo que se ve a simple vista. La segunda es la ruptura de la palabra, buscar una palabra nueva, y si uno va a usar las palabras eternas, absolutamente usadas, darles un lustre, darles un brillo, darles una intensidad renovada. Y la tercera ruptura es la ruptura de la forma de vida, no para que uno cambie su vida –que no tiene nada que ver con eso–sino, para que uno intente, en este estado de semidormidos en el que funcionamos, despertar. Estar despierto y estar atento porque sólo de ese modo se pueden lograr las dos rupturas anteriores. Uno de alguna manera ha hecho eso, es decir, la vida te va dando las posibilidades de esas rupturas, y a la par, un compromiso muy serio con la formación de nuevos lectores y de nuevos escritores. Eso lo he hecho tanto desde mis inicios
que tuve la suerte de ser, de conocer un maestro ejemplar que fue Alfredo Martínez Howard, que me guió y me cuidó. Luego el grupo que se llamó El taller del escritor que no era un taller, no existían los talleres,pero del queformaban parte Daniel Moyano, Julio Castellanos, Francisco Colombo, mucha gente. Además recibía la visita permanente de Glauce Baldovin, de Romilio Ribeiro, de todos los grandes, de Burnichón, de todos los grandes de Córdoba. Y entonces, el compromiso es hacer lo mismo. Es decir, yo recibí y tengo que seguir dando.
Circe Maia, la poeta uruguaya, dice que no cree en ese ensimismamiento del poeta, sino que la voz es algo colectivo que se construye con otros, ¿es así Susana?
Yocreoquesí.Asícreoyotambién,sí.
Alberto Girri dice “¿de qué ha de alimentarse un poeta? ¿Y de qué ha de evitar alimentarse? A cada cual le tocará averiguar. Los alimentos esenciales son sagrados, parecería insensato no serle fiel.” ¿Qué opinás de esa afirmación?
Admiro la poesía de Girri, su trabajo sin duda refinadísimo, pero no estoy de acuerdo con que haya alimentos que no puedan ser material. Todo es materia para el poeta. La vida con sus oscuridades y sus claridades. Gianuzzi dice algo como que no cambie la música de lugar, que no ande buscando tanto. Porque ahí está la radio, usted se levantó esta mañana. El vaso de agua, la radio, la taza de anoche. No sé, las cosas más elementales. Eso es poesía, dice. Y si vamos a remontarnos a otras voces, vamos a algo tan obvio y directo como aquel grande que fue Gustavo Adolfo Becquer que dice: “¿Qué es
poesía?¿Túmelopreguntas?Poesíaerestú”.Esdecir,poesíaes lo que anda dando vuelta entre nosotros, poeta será aquel que pueda verla y escribirla. Los materiales de mi poesía, a los temasalosque meacerco,loquemeinteresa…¡todo!El carnaval de mi pueblo, mi abuela pelando arvejas, los nísperos del patio. Esa fruta tan extraordinaria y casi invisible actualmente y que trae tanta memoria de tantas horas, y la muerte de mi padre. Y, en fin,todolo que hace, aloque hace ala poesía en sí, que es el amor y el desamor, la vida y la muerte, la salud, la enfermedad. No hay muchos temas más.
Susana, ¿qué pesa más en tu poesía, el sentido o la sonoridad?
Yo intento que sea todo eso, es decir, creo que debe tener un ritmo. He estudiado canto lírico. En mi juventud formaba parte de un coro, además tomaba clases de canto con una gran cantante de ópera que fue Madi Dietrich que vivió en Córdoba muchos años, y que formó coros en las cárceles, coros en el teatro General San Martín, que entonces se llamaba Rivera Indarte. Y daba clases particulares, y yo me formaba. Después tuve problemas particulares, no pude continuar, pero me formaba para el cantolírico. Sí,laformación del oídotiene mucho quever, yyo me exijo una cierta musicalidad, un cierto ritmo, unas ciertas pausas que me son necesarias. Pero a la vez, claro, necesito que tengaalgode sentido. Quedigaala vezaquelloque me acerque a alguien que tenga interés de leer. Entonces va todo mezclado. Yo no sé cómo hacen para separar.
¿Cómo sería la génesis del poema? ¿Hay correcciones?
Hayinfinidadde correcciones. EstolodiceHaroldBloomcreo, dice que cuando se escribe, el estado es como el de un estado volcánico, es decir, uno escribe desordenadamente, apuradamente, a escupitajos digamos. Pero después se requiere el cincuenta por ciento de corrección, ni más ni menos. Ni una cosa vale sin la otra y viceversa. Dedicarse a la despiadada corrección. Es despiadada. Esto me había salido bonito, y sí, pero hay que renunciar. Y eso lo dice precioso, y yo los suelo trabajar en los talleres, claro. Liliana Heker dice que Edgar Allan Poe queríaescribir unpoema ynecesitaba un pájaro que hablara. Claro, el pájaro que habla es un loro, pero eligió un cuervo. Entonces dice, mate el loro. Cuando esté escribiendo, mate el loro, porque es de mal gusto. Intentamos matar el loro en la corrección.
¿El poema suelta al poeta o el poeta suelta al poema?
A veces uno y a veces otro. A veces uno lo suelta porque ya no encuentra a dónde trabajarlo, a dónde conectarlo, a dónde. En fin, dónde desarrollarlo, cómo. Y a veces el poema diceacá está, hasta acá llegamos. Casi ya no nos pertenece.
Cuando está publicado pensás que ya está terminado.
Sí, claro, lo que pasa es que uno va viviendo, va leyendo. Si volvés con esa mirada, ya más formada a tus libros, quisieras esconderlos a todos, volverlos a comprar y quemarlos. Eso le pasa a la mayoría. Uno dice, esos errores juveniles, ¿Cómo hago para que desaparezcan? Entonces, es preferible dejarlos así, respetarlos, que queden como parte del proceso. A veces uno se asombra de los viejos libros y dice “mirá qué bien que logré decir esto”. Y otras veces uno se quiere poner a llorar y decir “cómo me permitieron que yo hiciera pública esta vergüenza”.
¿Qué valor le asignás a la emoción en el poema?
Voy a discutir con muchos sectores de la actual poesía que piensa que eso debe ser evitado, o debe prescindirse de esa parte. A mí me hace falta, yo soy una vieja lectora, me he criado con lecturas, incluso rimadas, de modo que lo he evitado, claro. Hay un poema, a mis abuelos, que habían muerto recientementecuandopubliquéel primer Corazón de las manzanas que decía “volved, traedme, dadme”. Después pude modificarlo por suerte, para que quede en un ustedes distinto. Porque era una antigüedad, pero en ese momento se usaba,lo mismo que la exclamación, la evitamos. Eso no desmerece la emoción que producen ciertos poemas, incluso algunos que uno no entiende y quetocanunazonaíntimayprecisadeunomismo.Esinevitable.
Susana, ¿tendés a la concentración o a la expansión?
A la concentración, trato de lograr la mayor síntesis posible. Hay algunos textos que requieren más. Que exigen una respiración más extensa, pero en general prefiero el poema breve. Por ejemplo hay un poema, yo creo que está en Álbum familiar también, que es Van Gogh, que me exigí la locura del personaje; ese estado exaltado del pintor, me exigía más.
El poeta Arnaldo Calveyra, refiriéndose al uso de los adjetivos en la poesía dice que hay que ser muy cuidadoso, ya que en el sustantivo está el adjetivo.
Tienerazón.Laadjetivación es peligrosa,demodo quehayque cuidar mucho el adjetivo. Lo dice este gran narrador Horacio Quiroga en su decálogo. Es decir, que evite, aun en la prosa,
el exceso de adjetivación. Y en el poema más aún, digo, más cuidadoso, tiene que ser tratando de no caer en el lugar común, tiene que ser un hallazgo si es posible y si no, hacer como con el loro.
¿Qué valor le asignás a los talleres literarios?
Un valor enorme, yo creo que el que no le da importancia o el valor necesario a los talleres literarios es porque no los conoce.
Cree que ahí un maestro le da clases a un alumno, y es una búsqueda común, de alguien con un poco más de experiencia, de práctica. Claro, si me hablan de docentes, si me hablan de licenciados, doctores, formados en la universidad salen a dar talleres, sí en esos no creo. Es muy teórico, muy técnico. Pero alguien que tenga experiencia de escritura, y mucha experiencia de lectura puede hacer un acompañamiento creo que muy valioso para despertar los intereses necesarios, para acortar los tiempos que le llevaría a un joven que a lo mejor tiene hijos pequeños, compromisos familiares, laborales, y quiere entrar en esta cosa maravillosa de la escritura y de la lectura. A mí al menos, como les decía antes, me significó de una ayuda total. No se llamaban talleres en ese entonces, se llamaba amistad. Claro, se llamaba generosidad.
¿Qué le dirías a alguien que está dando sus primeros pasos en la poesía?
Que ha sido premiado, que le dé gracias a la vida, en serio. Esta vocación es un seguro ante la soledad, ante la enfermedad, ante la vejez. Lo que mucha gente lamenta, el que escribe, agradece y disfruta. ¡Ay, que suerte que se fueron las visitas; puedo leer!
¡Ay, que suerte!. Bueno, ahora que estoy enferma voy a hacer cama y leer mucho. Una cosa así, y sobre todo un resorte de vitalidad, un resorte de pasión, un reciclaje de voluntad, que no sé si habrá muchos lugares en donde obtenerlos, en la poesía sí, en la escritura sí.
Una poeta dijo aquí, el poema me salva. El poema, el arte, en general te salvan. ¿Lo compartís?
Sí,claro,sinduda.Todadisciplina artística essalvadora,ofrece caminos que están negados en otros espacios. Pero, a favor de lo que yo digo, que la música requiere instrumentos, estudio larguísimo, ensayos, tiempo. Que la pintura exige dinero, porque tenés que comprar telas, marcos, pinturas, óleos, carbonillas. Que así voy viendo. La escultura para qué decirles. Y esto, si uno le corta la parte de una esquina de un diario viejo, puede escribir un pequeño poema, con el que sentirse muy bien.
Susana Cabuchi (Jesús María, Córdoba, 1948) ha publicado: El corazón de las manzanas (E. y G. López editores, 1978), Patio solo (Alción Editora, 1986), Álbum familiar (Alción Editora, 2000), El Dulce País y otros poemas (Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, 2004), Detrás de las máscaras (Ediciones El Copista, 2008), Poética-1965-2010 (El taller del Escritor, 2010), Álbum de famille – Livre CD (París, Francia, 2015), El viajero (Viento de fondo, 2018). Su poesía integranumerosas antologíasargentinas, americanas y europeas, y ha sido traducida al francés, italiano, portugués y árabe. Ha ganado diversas distinciones nacionales e internacionales. Como gestora cultural organizó ferias del libro, semanas de cultura, concursos literarios, ciclos de lectura, entre otros eventos. Ha sido miembro de jurado en diversos concursos de poesía y narrativa, y participado como panelista y conferencista en congresos, encuentros, y jornadas, tanto en el país como en el exterior. Actualmente colabora en revistas especializadas, en sitios virtuales y coordina talleres de escritura.
La poesía ayuda a sostener los interrogantes
LeandroCalle
Leandro, comencemos hablando de tu último libro, País, son cinco poemas extensos, hablanos un poco de su génesis y de cuándo sentiste que estaba terminado.
En general, en mi caso, tardan mucho los libros. El material da mucho tiempo vueltas. En el caso de País fue un libro que fue bastante veloz, fue escrito en un año más o menos. Nació con un poema que es el del perro. Pero en verdad el libro nació por otro poema que era una vaca que se ahoga en el río, que es un poco el país que se está ahogando; es un poema muy largo. Está trabajado con endecasílabos, todo el libro, salvo los breves poemas que hacen de separadores, entre uno y otro, todos los otros poemas son endecasilábicos, de manera de buscar un ritmo, una sonoridad. Es un libro político pero en el sentido amplio y profundo del término, no en un sentido banal. El del perro evidentemente es un recuerdo de infancia. Mi primera percepción de la muerte fue el entierro de un perro, en el Chaco, yo vivía en el Chaco y es un poema que está en otro libro mío, que es Noche extranjera. El perro se llamaba Nif, en realidad era un perro del vecino, no era un perro de nuestra casa pero muere en la casa nuestra y lo entierra mi padre. Yo vuelvo a retomar esa imagen y vuelve a salir también el tema de los desaparecidos. También porque estaba lo de Santiago Maldonado en su momento, también por un montón de cuestiones que han pasado en el país y me pareció que era necesario, un libro quenecesitaba publicarloperonoporunacoyuntura políticani
mucho menos si no que me parece que la poesía también es una palabra política ¿no?
Hay un incendio también, fuego…
Hay un incendio, ya no me los acuerdo.
Sí, es como que están los cuatro elementos.
Ah, mirá, que es otro libro mío. Me acuerdo que Osvaldo Pol dice que uno siempre está escribiendo el mismo poema, siempre está dando vueltas sobre los mismos temas. Acá sí necesité lo del trabajo de la métrica, volví a esa métrica, como para alivianar un poco de peso político por ahí y también el peso de lo largo porque son todos poemas extensos. Pero justamente es un libro que está armado pensando en la crisis que estamos viviendo; el epígrafe es justamente de Tuñón que es un poema que a mí me gusta mucho; el libro está dedicado al poeta César Vargas que es un amigo y lo que dice Tuñón es todo menos la canción, como diciendo hay algo que la canción está, que es de Juancito Caminador.
Sí, exactamente, en el último poema vos terminás que estamos todos cantando.
Claro, caer, cantar, sí porque yo creo que es la memoria de los pueblos, no es mía ni de nadie en particular, sino en el ethos cultural de un pueblo es lo que no se puede arrancar, por más que arrasen con la economía, por más que se avance a nivel político o en los otros tiempos con dictaduras y demás, hay algo que no se puede, hay algo que perdura, el canto. El canto que
resiste y es una parte constitutiva también de la celebración de la vida, lo vital, el impulso vital.
Y hay una línea muy fuerte de reconocerse en el lodo.
Y sí, porque uno se ve como los chanchos, estamos metidos en el mismo lodo todos magullados, pero se sale del lodo, se sale como se ha salido tantas veces, tanto en las cuestiones personales como grupales o también como países que se han levantado, o pueblos; ese último poema pretende ser un canto, justamente, es todo menos la canción, hay una raíz acá que es la que nosotros tenemos que cuidar, creo que el arte tiene que cuidar esa raíz.
Leandro, en un reportaje que está en internet, vos dijiste que la poesía ayuda a sostener los interrogantes, hablanos un poco de eso.
Sí, uno después es esclavo de lo que dice, pero sí, en el sentido paramí de sostener losinterrogantes porquea veces vivimos en un mundo tan pragmático, que es necesario cierto pragmatismo pero hay cosas que no tienen respuesta, que son preguntas, entonces a veces creo que la tarea humana es sostener ciertos interrogantesqueaveces novana tener unarespuesta oque sus respuestas van a ser polisémicas o variadas o pueden ir cambiando con el tiempo, uno envejece y va cambiando también ciertas miradas, entonces me parece queel arte ola cultura, uno de los aspectos que yo veo es sostener los interrogantes de la vida, es decir: la muerte, el dolor, la felicidad, el amor que es tan efímero a veces, tan misterioso y extraño, todas esas grandes preguntas si se quiere de la filosofía o de la humanidad. El arte ayuda a sostener la pregunta, creo que la poesía es una gran pregunta también, una gran pregunta. Las respuestas después siempre son variables, lo que nos hace pensar es la pregunta.
Es sostener ciertos interrogantes, sostener en el sentido, no como si uno fuera un atlante, una cariátide digamos, que se sostiene con peso, sino que va llevando una carretilla, sostener un peso de algo que es vital y que no necesariamente hay una respuesta concreta. Creo que a veces se mide el campo cultural, como quien ve una estructura de una heladera, esta es la bocha, este es el freezer. Acá no, es como cuando uno quiere, hay una frase que yo uso mucho en mis clases que es el final de un artículo de Susan Sontag, de los años 60´que dice: antes que una hermenéutica necesitamos una erótica del arte, volver a sentir, no necesitamos pensar, o sea, hay que pensar pero no hay que interpretar tanto el qué, volver a sentir, volver a ponernos fervor. En la poesía sería volver a escucharnos, volver a escuchar, que el poema me habite, todos estamos habitados de poesía pero hay que escucharla y sobre todo escuchar al otro también, entonces esta posibilidad que dan ustedes por ejemplo, de la radio, es un espacio que permite que el otro escuche, entonces es maravilloso eso y el arte es eso, es la posibilidad que frente a la obra de arte, cualquiera que sea, el canto, el baile, la pintura, la escultura, es volver a poner todos los sentidos en juego y estamos en momentos del mundo donde los sentidos están aplanados, sofocados, anestesiados y la mente va muy rápido y la mente también es engañosa, máxime cuando hay mucha información, demasiada. Yo siempre digo en los museos que a veces uno mira, yo a veces miro a la gente que mira, entonces uno mira que la persona se detiene mas en el informe que está escrito sobre la obra, pero la obra es mirada cinco segundos, entonces ¿qué vio?, vio lo que otros dicen que hay, pero si la tenés ahí volvé a mirarla. Entonces volver a mirar, volver a escuchar,volver atocar,volver aoler,creoqueeseeselpunto.Es todo, es una actitud, es un pararse frente a la vida
Lo que a mí me mató esto de País, cuando vos pusiste acá, el separador, el dolor del otro, otro dolor que duele.
Y sí,laverdad, queloqueestamos viendo,tienemucho que ver con esto que hablábamos, si uno tiene que estar abierto a todos los estímulos que recibe del dolor, por la calle, la gente pidiendo,lagentedurmiendo enlacalle. Entoncesnecesitamos frenar el estímulo, entonces uno sigue de largo, pero cuando tenemos conciencia es terrible, el otro dolor es un dolor que nos duele
Leandro, hay un escritor, Mario Arteca, que dice que todo se puede escribir, ¿qué pensás de eso?
Me parece que el desafío en el camino de la cultura o del arte no es tanto el qué si no el cómo, entonces puede ser todo. Por ejemplo yo me acuerdo un poeta amigo al que quiero mucho, un poeta ya grande, venezolano que se llama Armando Rojas Guardia, hay un poema, nome lo voya acordar a todo el poema pero hayuna palabraque aparece, “detergente”. Yodigo, hayque poner “detergente” en un poema y él lo pone brillantemente, el tema no es qué sino cómo, cómo se dice, cómo esa imagen digamos está tomada y pasada por el tamiz de la pintura, de la música, entonces de repente yo creo que sí, que todo es plausible de ser escrito, de ser pintado, el tema es cómo.
Y en tu poesía, ¿qué prevalece, la forma, la sonoridad o el sentido?
No lo sé. Creo que hay etapas, hay temas, hay líneas de contenido que se repiten siempre pero los libros van cambiando. No soy un poeta que tenga una continuidad, por ejemplo uno agarra Roberto Juarroz, y uno ve que hay una continuidad en
su estética formal digamos así, hay una continuidad del primer libro hasta el último. Otros poetas que van cambiando, yo he ido cambiando, por ejemplo en este que tiene una forma métrica precisa, concreta, es nada que ver con Blasfemo, que son cortes, bastante experimental por ahí en algún aspecto, entonces no sé qué prevalece, lo que sí prevalece son algunos, no sé si le llamaría sentidos pero algunas cosas que me son personales como es el tema de la pérdida, eso está muy presente, tal vez por mi infancia en la que hubo muchos desplazamientos de lugar, yo siempre lo comento, yo nopuedo volver como el folclore oel tango, al barrio, tengo que volver como a quince, catorce casas, entonces lo mío es más el pasar de Machado, pasar, lo mío ha sido más la mudanza, entonces eso me ha generado también que la pérdida la viviera de una manera, la pérdida de lugares, de personas, con un sentimiento muy personal, entonces estáeso,es una cosa que serepite. Yolo he vistodespués, no es que lo escribo desde ahí, sino que me doy cuenta después o por otros que hablan sobre las cosas que uno escribe me doy cuenta que ese es un punto que está, como está el tema de la muerte, que es una pérdida también o el tema de Dios o el tema de lo social, lo político, lo social o el tema del amor.
¿El silencio es gravitante?
Es un tema fundamental en la poesía. Recuerdo dos cosas, dos cosas graciosas, una, no lo voya nombrar, pero era un amigo, ya murióquehablaba siempredel silencio,perodabaconferencias cuando hablaba, pero hablaba mucho, no callaba nunca, esa era una. Y la otra, alguna vez le escuché a Hugo Mujica decir, algo así, es que no existe el silencio, existe el callar; el silencio es silencio, en realidad lo que existe es cuando uno hace silencio,
el silencio en sí ontológicamente no sé, es curioso. Y la poesía de Mujica tiene eso. Tiene silencios incluso espaciales en sus páginas casi todas blancas. Creo que yo lo vincularía a esto que vos me preguntás también en la relación de lo que hablábamos recién del escuchar, el silencio lo que nos permite es escuchar la palabra del otro. Y que el otro aparezca y la realidad, el otro puede ser la realidad, cuando, qué sé yo, por recordar, Armando Tejada Gómez, “a esta hora exactamente hay un niño en la calle”, bueno, porque lo ves, en algún momento esos sentidos dejan de estar anestesiados y se ven y aparecen y te fecundan de alguna manera y de ahí puede partir un poema, me parece. Hay una voz personal es evidente pero me parece que después el poema cuando cae en la mano del lector, ya aparece otra cosa, hay otra construcción de sentidos que se realiza ahí y uno se apropia de los poemas, sobre todo poemas que le gustan, entonces ahí se construye otro mundo, entonces lo extraño quizás sea que, lo que, a mí me ha pasado muchas veces y me ha pasado con otras personas que también han comentado lo mismo, por ahí te dicen “me impactó este verso” y vos decís “este verso a mí me parece espantoso”, o “no me gusta” y sin embargo para el otro tiene un sentido, entonces me refiero que en esta cuestión dialógica, digamos así, de relación con el otro, en algún momento los poemas ya no son de uno, ya está, ya son de otro. Entonces cuando uno se apropia de un poema, de otro cualquiera que sea, es maravilloso porque uno por ahí le imprime su propia historia, su propia experiencia, su propia lectura. Lo que para mí es el perro, para otros el perro los lleva a otro plano, de ahí el lenguaje que sea universal, yo siempre digo, en mis talleres digo, por ahí gente muy joven que por ahí explica quéquieredecir,digo el díaquepubliques novaa salir unacrucecita del libro que diga cuando yo digo esto quiere decir esto,
si lo va a leer un coreano. El poema se tiene que defender solo, si se defiende sedefiende ysi no se defiende no se defiende, uno lo echa al mar.
¿El poema suelta al poeta o al revés?
Buena pregunta, hay dos cosas, voy a ir por un camino, por un atajomientrastantovoypensando.Estáel poema ylapoesía que es otro tema también, porque el poema es el poema pero también es la poesía que escribe en uno, es uno que escribe. Creo que deberíamos soltar, yo creo que desde el momento que uno pública ya soltaste, soltás. Puede ser un poema malo y un poema malo hará un camino breve y corto y por ahí mejor. Y también uno será responsable de lo que hay ahí, pero es una buena pregunta porque por ejemplo a mí me pasa que cuando tengo que leer, por ahí hay poemas que no leo y digo por qué no leo, porque ya lo solté, ysin embargo hay otros que siempre leo, incluso en las lecturas de otrospoetas. Vuelvo siempre a esa lectura, porque de alguna manera están tan integrados a uno que por ahí uno no los puede soltar,a veces hace bien el hecho de soltar.
¿Cuándo te das cuenta que determinado poema forma parte de un libro por ejemplo?
Mirá, yo comparo mucho, hay cosas prácticas en esa pregunta que me hacés y otras cosas más personales que dependen de cada uno, pero yo siempre lo comparo con la comida, como me gusta comer lo comparo con la comida, porque es una pregunta habitual, cuando vos sabés que un poema es un poema, ¿cuándo sabés que un asado está hecho? ¿Cuándo sabés que un guiso está hecho? Está bien, vos lo probás y todo pero no hay una
receta que diga eneste momento alas tres y cuarto ahí está. No, va medio a ojo, pero a un ojo del alma, un ojo interior que vos decís, esto está. En algún momento sentís, hay una corazonada, lo mismo que nos pasa cuando cocinamos, cuando cocinás decís “bueno, esto está”. Por ahí te equivocás obviamente, vas probando, uno va probando.El cotejar conlosamigos oamigos poetas, a veces hay personas que no son poetas y son grandes lectores, me acuerdo que Noche extranjera hubo dos lectores que me ayudaron mucho en su misión, uno fue un poeta de acá, Alfredo Lemon y otra fue la querida Ana Emilia Laitte de La Plata y que fueron muy certeros en su crítica, en su mirada, es decir, fijate esto, fijate este título, Julio Castellano también en ese libro, para un título de un poema, entonces el otro que vos decías,tambiénaparece ahí,quederepentehayalgoquevosno ves y el otro ve.
La voz como algo colectivo, constructivo.
Claro, sí, también está eso personal pero uno también es como que va probando momentos de ablande del libro.
Alguien puso en la red social hoy que la poesía salva. Como pregunta…
¿Salva?Yqué séyo.
¿El arte?
El arte, yo creo que es un camino, hay muchos caminos, en la vidahaymuchoscaminos.Amíesteeselquemás megustayel que más me ha dado satisfacciones y me ha ayudado a sostener las preguntas.
Leandro Calle (Zárate, 1969) Poeta. Reside en Córdoba. Lic. en Letras. Lic. en Teología. Profesor de Estética y de Literatura Latinoamericana en la UCC (Universidad Católica de Córdoba). Profesor de Seminario interdisciplinar en la Facultad de Educación de la UCC. Entre otros libros publicó: Tatuaje de fauno (El Francotirador, 1999), Una Luz desde el río (Alción Editora, 2001 y 2004), Los Elementos (Alción Editora, 2003), Pasar (Educc, 2004), Noche Extranjera (Ediciones del Copista, 2007), Entonces (Alción Editora, 2010), Blasfemo (Alción Editora, 2013), Animalia urbana (Dínamo poético, 2014), Elijo (Alción Editora, 2017), País (Alción Editora, 2018). Su poesía fue traducida parcialmente al inglés, al francés, al checo y al árabe. Dirige para Alción Editora la Biblioteca de autores y temas marroquíes y Clásicos de Babel para Babel Editorial. Forma parte del comité Editorial de la revista Palabras de Poeta. Ha participado en varios festivales de poesía, entre ellos: el VIII Festival de poesía de Buenos Aires, 2012. El 1º festival de poesía de Mendoza 2013. 31 Festival de Poésie de Trois Rivières, Canadá. Representando a Argentina. Octubre 2015.
Laescriturasiemprees dea muchos
AlejoCarbonell
Alejo, ¿podés identificar los materiales de tu poesía?
No pienso previamente en los materiales, en las ideas sí. Trato de ser orgánico, escribo muy poquito para arrancar. Ya no me pone ansioso el tema pero escribo a cuentagotas y cuando tengo un plan me gusta pensarlo de antemano, en ese sentido soy un poquito orgánico. Quiero hablar del ballotage, quiero hablar del progresismo, que son para mí los temas de los que hablo todo el día, con mi pareja, con mis amigos. Eso, los temas son los temas de la política para mí. Y después trazo un plan con algunasideas,queesunplanquesiempremesalemal yahíempiezo de nuevo y termino entrándole al tema por un lado que no esperaba. Después sí me pasa que tengo una idea chiquita y no la escribo. Cuando regresa dos o tres veces digo “acá hay algo que persiste” y empiezo a pensarlo y de hecho haypoemas que escribo enteros mentalmente antes de sentarme, cuando voy en el bondi o cuando voy caminando voy pensando algo…
¿Vas anotando algo?
No, mentalmente. Escasi como un juego.
Una maquinaria que arranca.
Una idea que vuelve, que aparece de nuevo y después teaparece con una forma y eso trabaja de alguna manera. A uno de los
libros lo escribí entero en el A6. Cuando existía el A6 yo trabajaba en el Dino, iba en el bondi y algo de ese ritmo de ir en el bondi apretado persiste en cómo articular los versos, cómo los cortás, hay una respiración, que es el Rocamora. Ese lo escribí así pero siempre mentalmente, cuando una idea queda para mí es porque debe tener algo de valor como idea, ni siquiera como verso o como poema. Pero a veces se trata de decir solo lo que uno quiere, aunque eso que termina quedando con forma de poema no termina de satisfacer.
¿Sos de corregir mucho?
Sí,peroahoraporejemplo,unacosaquemepasaesquediscuto poco de mi poesía con colegas, que es una cosa que extraño, porque estoy todo el día editando entonces no hablo nunca de lo que escribo, que en otro momento sí, porque la mirada del otro enriquece yes fundamental. Ven cosas que a vos se te pasaronocho veces,diez veces y vieneuno ytela marca de inmediato y te agarrás la cabeza. Eso es fundamental. Sí soy de corregir, de medir el verso, contar las sílabas.
Pero entonces a la poesía vos la entendés como una creación colectiva, una construcción…
Siempre, siempre es de a muchos. El libro, la literatura, siempre es de a muchos. Una voz plural. Por ejemplo este poema, el primero que leí, cuántos asados tuvimos y hablamos de esto, tomamos un vino y hablamos al pedo de esto y uno que dijo tal cosa y ahí están todos. Y es verdad lo de este flaco que aparece pintando las cabezas de dinosaurio, no sé si lo han visto, está en todo el barrio Alberdi y más allá, extendido para aquel
lado hacia el centro, unas cabezas de dinosaurio; un misterio, ahí hay un poema, un dinosaurio en Córdoba dos mil quince.
Una pluralidad de voces que, el poema es una pluralidad digamos.
Sí, o escuchás cosas, robás una palabra, escuchás algo y decís “¡qué bueno está esto!”
Leer Rocamora me hizo acordar a Punctum de Martín Gambarota…
Si tuviera el diez por ciento de la calidad de Punctun ya podría retirarme porque estás nombrando un libro que es formidable yademásun libroque esseñerodelos90. Lo que pasa es queleí mucho en los 90: Durand, Rubio, Wittner, Ríos, Mattoni, que es como la pata cordobesa ahí. Aparte los leí contemporáneamente,yoveníaleyendocosasmuyclásicas ymechocódefrenteen los90yahí me volví loco.Despuéstuvemuchosañoshastaque pude hacer una síntesis distinta de mi lectura, con otras cosas más del interior, otras corrientes, otros ritmos, otro modo de pensar, pero fue una puerta de ingreso para mucha gente. Para mi generación fue una puerta de ingreso genial, encontramos algo que hablaba de nosotros.
Algunos dicen que las temáticas les surgen, vos dijiste que vos más o menos planificás sobre qué vas a escribir.
En general sí. Después, como te digo, arranco en un lugar que pienso que voy para un lado y termino en cualquier otro y me gusta más.
¿El poema abandona al poeta?
Ah, eso decía Gelman ¿no? El poema lo abandona a uno decía.
¿Y en tu caso?
Ahora pasa algo –ahora sería en los últimos 15 años– que la instancia de publicación dejó de ser una instancia final, al haber tantas posibilidades tecnológicas y demás, porque ¿cuál es el tema? cuando publicabas, editabas 500 ejemplares, un gran esfuerzo llegar hasta ese lugar. Entonces era “no lo toco más porque ahora va a ser leído de esta manera”. Eso no existe más; lapublicación,el poema quepublicaste vosen El boletín mañana lo corrijo y lo posteo y entonces ahí no sé si es una disyuntiva en este momento, realmente, es una cosa que está en movimiento todo el tiempo, va y viene.
Antes una vez que estaba publicado era como que… Claro,erafinal,ahora no.
No podemos decir ni para bien ni para mal, es lo que hay.
Hay gente que se mueve de manera más cómoda así, a mí no es que me enoja, pero sí me la baja un poco cuando la gente dice “quiero publicar esto para sacármelo de encima”, digo “no, soy editor, sé lo que cuesta hacer un libro, a nivel cabeza, energía ¿y vos te lo querés sacar de encima?”, ¿te lo querés sacar de encima arriba mío? Lo dejás apoyado sobre mi cabeza. Prefieroque siga moviéndose y a su vez que sea de otros porque cuando vos publicás no controlás para qué lado va eso, quién lee el libro; yo
vine acá y los dos tienen el mismo libro. Es la primera vez que veo dos libros juntos míos, qué sé yo, está buenísimo, yo no lo controlé a eso, está genial.
Hay algunos que dicen que lo importante es lo que el poema produce en el otro, en el oyente, o en cualquiera, en el lector. Como que se completa ahí.
Depende cuánto quiera controlar el autor también. Hay poemas que son todo libre interpretación pero hay otros que no, están cerraditos, en los quesolo queda lugar para el aplauso. Es una cosa que habría que discutir, esos poemas que en el verso dos ya están tomando la respiración para el cierre, un poema perfecto que no deja lugar, no hay ningún resquicio, no hay ninguna pregunta. No sé cuál es el rol del otro ahí… aplaudir.
Diana Bellessi sostiene que todo poema debe tener algo de monte, porque por ahí esos poemas que vos decís, cerraditos, perfectitos, dice que son como esos jardines ingleses pero que tenga algo de monte, ¿qué pensás de eso?
Ybueno,ellavivióenel Delta.Ytieneunlibropreciososobreel Delta yella tiene mucho demonte y de campo, siempre la pienso más como en la llanura a ella, pero sí, tiene que haber alguna mugre en definitiva. Un residuo dicen los músicos, el residuo, sí, yo estoy de acuerdo con eso.
Alejo, ¿qué importancia tiene el silencio en tu escritura?
Me gustaría que tenga más pero no lo sé hacer. Medio que leo embolado, como rápido, pero hay que ser muy preciso para
trabajar con esa herramienta. A mí no me sale bien, la verdad que no.
Fabián Casas dice que en el poema hay una voz extraña que termina prevaleciendo.
Sí, pero no me parece tan extraño, como una cosa media mística… no sé en qué sentido lo habrá dicho Fabián tampoco, porque si me pongo a pensar en su poesía no sé cuánto hay de una voz extraña; extraña puede ser en el sentido… tus lecturas, tu vecino; pero no es tan extraño, son materiales que están ahí. Porque también, ahí habría que ver para quién escribe uno, creo que eso colocaría en un lugar distinto qué es lo extraño, ¿cuál es la voz extraña, para vos o para tu lector?, ¿alguien que te dicta un poema? Yo en eso no creo, yo puedo hacer esto, escribo así y escribo para no hacer cosas peores decía un amigo y está bien. Es lo que me sale y después trato de acomodarlo y a veces me sale mejor y me doycuenta ya veces me sale peor y no me doy cuenta pero son materiales que están más o menos a mano.
Se suele decir que mientras menos adjetivos es mejor.
Ese problema no lo tengo en el sentido de que mis poemas son como narrativos, entonces a veces cuento una acción: alguien que se tira al agua, que está pescando, qué sé yo. Hayun poema de la madre de mi amigo que va andando en bici y cuento cómo pedalea, entonces el adjetivo a veces termina de completar una imagen en la cabeza del lector y te da también dos o tres sílabas de tiempo para que vos termines de armar una imagen y para que el verso cierre en determinado punto o en determinada
nota, más aguda. Depende lo que estés buscando, perocomo yo cuento historias en general en los poemas no adjetivo mucho.
¿Hay control sobre lo que uno escribe Alejo, hasta qué punto?
Me parece que el escritor piensa más en lo que quiere decir y después ve cómo, entonces a veces no se puede controlar. Porque a veces escribís pensando en una idea pero escribís otra cosa y viene otro y te lo señala: “mirá el nombre que le pusiste al personaje, se llama Clara”. Y ahí aparece una cosa de luz en medio de un suicidio, por decirte algo, pero la verdad es que tu prima se llamaba Clara. Hay cosas que ve el lector que vos nunca las ves, el lector por lo general es más inteligente que el escritor, no tiene ninguna emoción con tu texto. El error es subestimarlo. Vos tenés toda la expectativa, que le guste a tal, que lo vea el del diario, todas tus expectativas están puestas ahí. El lector no tiene ninguna, lo lee, le gusta o no le gusta, entonces con ese texto va a funcionar de una manera mucho más inteligente e independiente que vos.
¿Qué valor le asignás a la palabra como herramienta de construcción social? Si es que tiene alguna para vos o no.
Para mí sí, por supuesto, tiene muchísimo valor, perono sabría, no podría conceptualizarlo. Fijate lo del Congreso de la Lengua, si querés, ahí tenés una disputa económica, territorial, social, ideológica sobre cómo vamos a nombrar, sobre el lenguaje inclusivo. Que a los reyes se les ocurre cómo tenemos que hablar o cómo tenemos que ser, hegemónicos o no, entonces evidentemente estáahí el quenomina, ¿cómo es lafrase? El quenomina domina. Pero después eso llevado a la cosa chiquita nuestra no sé bien, ahí me pierdo un poco en la construcción diaria. Sí
pienso que es fundamental, que es un territorio en tensión y disputa permanente y por algo.
Aprovechemos un poco toda tu experiencia. ¿Cómo ves la situación de las editoriales en este momento?
Es trágica la situación editorial. Los medios están haciendo muchasnotassobreel sectoreditorialytodoloquesediceescierto, todos esos datos que da la Cámara del Libro, en general la clavan al ángulo, hay menos títulos, menos ejemplares por título, menos editoriales, menos venta, menos todo. Eso es catastrófico. Lo que sí me llama la atención –y eso me pone un poco de distancia con el tema–, es por qué se habla tanto de este sector y no de otros. Porque parece una nota de color; toda la semana algún diario recogeyel mismodiarioyal mesdenuevoyal mesdenuevo,“el sector editorial arrastra su peor crisis”. Sí, es cierto, es importante porque habla de la cultura de un país, habla de la educación de un país,habladeunsectorimportantequeademás simbólicamente es un sector que siempre ha sido importante en Argentina y Argentina lo es dentro del mundo hispano parlante. Pero, ¿cómo estánlosplomeros?¿Cómo estánlosotrossectores?,esomepone distancia con el tema… estamos todos mal, tengo vecinos que seestáncagandodehambreynoson editores,entonceshayque bajar un poquito el tema de lo que sé que es el mundo editorial, también hace falta un pocode empatía y sensibilidad porque no es el único sector que está mal.
Claro. Yo leí un informe del Fahrenheit criollo que habla del tema editorial, que hubo una reducción en el último año del 36%.
Sí, es tremendo y en la Feria del libro de Buenos Aires este año en general se vendió entre un 15 y un 25 por ciento menos que
el año pasado. Es mucho, es muchísimo. Hay casos distintos, una editorial tiene justo una buena novedad ese año entonces la empata un poco más y se puede salvar ese año, pero no más que eso; está complicado.
¿Qué pensás Alejo de la poesía en las redes sociales?
Que está bárbaro. Yo escribo en la compu, hace muchos años me acostumbré, ya no escribo a mano, puedo pensar escribiendo en la compu, pero ahora para leer me traje en papel. Hay gente que escribe en el celu, o leen del celular, hay gente que escribe poemas en twitter, me parece que está perfecto. Cada uno encuentra su manera y su cauce.
Alejo Carbonell nació en Concepción del Uruguay, EntreRíos, en 1972. Poeta, narrador, editor ygestor cultural, radicado en Córdoba. Fuepartedelaeditorial La Creciente yactualmentedirige Caballo negro editora. Además, se desempeñacomo editor en Eduvimyen Lago Editora. Integró laorganización del Festival Internacional de Literatura de Córdoba (FILIC) en sus primeros años, y del Festival Internacional de Poesía de Córdoba en sus cinco ediciones. También coordina clínicas y talleres literarios. En poesía publicó los siguientes libros: No nada nunca (en coautoría con Hugo Luna, Entre Ríos, edición de autor, 1995), Pescados (Premio Luis de Tejeda, Córdoba, Editorial Municipal de Córdoba, 2006), Rocamora (Recovecos, 2008), Sendero luminoso (Recovecos, 2012). En narrativa ha publicado Hache o cruz (La Creciente, 2005).
Escribir poesía es unaextensión delo quehacemos
Pablo Carrizo
Pablo, ¿escribimos sobre lo que no podemos hablar?
Sí, pienso que sí. O que quizás escribimos de lo que hablamos pero de otro modo, a veces. O también de lo que no podemos escuchar, le agregaría, porque creo también que uno escribe de cosas que le llegan, que ha escuchado en otro momento o que va a escuchar mañana quizás, pero hay ahí una cosa que tiene que ver con ese ida y vuelta, esa cosa a mezclar. Yo pienso que sí, lo que vos decís, se escribe por lo que no podemos hablar, lo que no podemos escuchar y también le agregaría lo que no entendemos a veces.
Y partís, se nota mucho en tu poesía, desde un sentimiento.
Sí. Es la memoria. Quizás uno siente algo, trata de compartirlo con otro y va encontrando el material en su memoria, en una imagen que lo puede sintetizar, en una palabra que por ahí uno recupera y la pone a compartir con otros, pero sí.
Vos hablas de compartir, como que la poesía sería una construcción colectiva.
Para mí, sí. Te diría que me sitúo éticamente, políticamente, en un lugar en el que lo que soy es producto de mucha gente. Lo que escribo también. Me pienso así, vivo, trato de vivir así. Desde mi perspectiva la poesía es una construcción colectiva.
Desde el momento en que existe cuando hay otro que la puede completar, que puede darle esa vuelta de sentido, que puede llevar el sentido hacia otros lugares y así hasta el infinito. Si así no fuera, si no hubiera ese otro, ese otro estaría adentro nuestro también para poder escribir.
¿Podés reconocer las primeras influencias que recibiste?
Tuve la suerte que mi madre, que me crió casi sola, me acercó libros desde muy chico y eso me fue abriendo hacia muchos lugares,sobretodonarrativa…ella mefueacercandonarrativa. Me acuerdo de haber leído en el secundario Muchacha punk de Fogwill, mi vieja lo compró en un local de la Colón que se lo recomendó alguien y yo tenía 15 años y eso me fue llevando hacia otros lugares. Y después, las primeras influencias poéticas sientoquevienen delamúsica,las primeras bandasde rockque escuchaba, en cada verso para mí comenzaba a tomar cuerpo la idea de la poesía, de lo poético.
De tratar de decir con poco.
Muchas cosas, que son con un sentido abierto pero a la vez contienen. Y también la época, yo fui adolescente en los noventa y eso fue fuerte también. La posibilidad de haber escuchado bandas como Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Sumo, las derivaciones de Sumo, Divididos y Las Pelotas. Eso contenía algo en mí que tenía que ver con cierta rebeldía, pero también con un aprendizaje sobre lo real, eso poético como la posibilidad de que alguien te dé otra interpretación de lo real que no es la que está en los diarios ni en la televisión, ¿no? Ciertas sensaciones que uno tiene, de pronto alguien las está
diciendo mejor que uno, y creo que ahí descubrí lo poético en todo. Como te digo, eso mezclado con la posibilidad de leer más que nada narrativa, pero a lo poético lo descubrí ahí. Y después tuve la posibilidad de conocer a los chicos de Pan Comido en el 98 yahí fuimos intercambiando algunas lecturas pero ya enuna forma más sistemática. Recuerdo en esos años los libros deVallejo, recuerdo un libro de Poemas Humanos que lo leímos y lo releímos, lo masticábamos. Y eso también nos abría hacia cómo se puede decir algo sin que se comprenda del todo, porque eran esos textos de Vallejo que uno sentía pero no necesariamente había una racionalidad de lo que se estaba diciendo. Había una sensación lúdica te diría también del lenguaje.
Las letras del Indio Solari también te empujan hacia esa zona.
Sí, exactamente.
Él dice que el artista no debe develar el enigma sino crearlo.
Algunos hablan que las canciones son herméticas pero en verdad hay cosas que son muy claras, como cuando dice “violencia es mentir”.
Sí,hayversos que, además,apropiados colectivamente por mucha gente multiplican su sentido a lugares que quién sabe dónde están. Eso es hermoso.
Pablo, vamos a hablar un poco de tu libro, de Ir
Ir es el único libro que he podido editar hasta ahora. Es un libro que significa mucho para mí porque de alguna manera me permitió dar a conocer algunas cosas que había estado trabajando
de modo desordenado durante muchos años. No nació como un libro al momento de la escritura, sino que significa una especie de selección o antología de los textos que había producido hasta una época, hasta 2015. Y eso fue importante más allá de lo que significa compartirlo al libro porque me dejó vacío en parte,meabrió,yese vacíosiemprees constructivoporque llamaa cosas que estaban guardadas esperando su momento. Ese creo que es el mayor valor que tiene, además de compartirlo con los amigos, afectos y gente que le gusta la poesía.
Y el título es muy significativo, Ir, es una sola palabrita.
Es que en el libro había estado dando vuelta, en los primeros poemas que había estado escribiendo, la idea del movimiento como produciendo sonido, como el origen del sonido, lo que vibra y permite multiplicarse a través del sonido y la música. Y porque también creo que hay una cuestión de una dirección en muchosdelostextos,laideadelaflecha,laideadedesplazarse.
Hay una relación con el deseo también.
Totalmente, sí. Para mí, en esos momentos y por lo que veo cuando releo esos textos, el deseo político, ético, humano de hacer, de estar con otros, de modificar la realidad termina siendo un motor, un motor cotidiano de levantarse cada día a laburar, de juntarse, de hacer un esfuerzo más allá de la rutina por encontrar ciertas cosas. Sí, el deseo es ese móvil, ese corazón sin método que te lleva.
Si bien lo que has leído al principio es muy actual, en lo que hemos leído en Ir hay una fuerte presencia del barrio, los amigos, la casa, la cocina y mucho fútbol.
Sí, totalmente. Es que de alguna manera creo que uno escribe con lo que tiene a mano o lo que tiene a mano también está en su profundidad, en sus lugares más recónditos adentro. A mí me cuesta mucho separar la experiencia de la escritura y si tuviera que pensar en la intención de lo que escribo, creo que también pienso en la posibilidad de hablarle a una persona que no está habituada a leer o escuchar poesía, pienso en mis abuelos muchas veces, en algún amigo con quien comparto algunosámbitoscomojugar alfútbol.Siemprecuandosaleelverso, pienso en que él pueda sentir algo de lo que estoy sintiendo, distinto también y completándolo pero pienso en personas concretas cuando escribo, por eso es tan valiosa para mí la imagen más sencilla que compartimos con otros ¿no? Esa imagen en donde podemos reconocernos, particularmente en esta ciudad, en Barrio Marqués de Sobremonte que fue donde me crié, con escenas familiares, de amistades. Son la materia con la que, en esemomentosobretodo, escribía. Ahoratambién aparece, pero creo que en ese momento era mucho más fuerte, yo tenía una búsqueda también, de alguna manera, de una gratitud a ciertas personas. El texto que habla de mi abuela. Pero que en definitiva es también una necesidad.
O sea la relación entre la poesía y la vida es algo que va y viene.
Exactamente. Para mí es difícil separarlo, porquesiento queescribir poesía es una extensión de lo que hacemos también. No podría decirlo de otra manera, que son casi la misma cosa para mí. Y trato de vivir también así, aunque a veces me cuesta porque uno está condicionado por un montón de cuestiones que lo determinan pero yo creo que es una puerta que está abierta, difícil de limitar.
Pablo, ¿sos de volver sobre tus textos?
No tanto. Trabajo mucho con lo primero que sale. Es fuerte lo primero que sale. A esa espontaneidad la valoro mucho aunque a veces me lleva a lugares donde me pierdo, a encrucijadas que quedan ahí por un tiempo. Y luego lo corrijo un poco, lo trato de poner en contexto, de masticarlo, de dárselo a otras personas que me lo puedan devolver, pero si ya ahí no siento que el texto cobra esa vida que quiero, lo dejo que descanse un poco o quizás lo vuelvo a buscar mucho más tarde. Pero no soy de dedicarle mucho tiempo de más al pulirlo, si en esa primera piedra que agarro no está eso que siento que busco, busco otra puerta de entrada.
¿Cuándo considerás que un poema está terminado?
No sé, es una gran duda siempre, depende de cada caso. En algunos momentos me ha pasado de sentir “esto está”, pero después de algunos apoyos, sobre todo de otras personas que también ayudan aesa idea. Pero en general pienso quesi uno trabaja el texto… Hoy yo veo este libro y por ahí digo “¡ay! Cómo le corregiría un montón de cosas más”. (Risas)
Algunos sostienen que menos adjetivos, mejor. ¿Cómo lo ves a eso?
Sí. Yo pienso que sí en estemomento. Tengo una particularidad, que soy periodista, y eso atraviesa mucho también mi trabajo conlapalabrayla poesía.Creoquesí,queelexcesodeadjetivos o darle demasiadas cosas al otro por ahí hace perder la fuerza que puede tener una síntesis que uno encuentre ¿no? Una cosa más sintética, con más densidad, con más profundidad que
cuando uno suelta demasiadas cosas que por ahí le hace perder la fortaleza a un encuentro de sentido como dos palabras juntas. Si a esas dos palabras juntas uno las estira, las adjetiva de más, las describe, quiere describir de más eso que busca contar o compartir, a veces se pierde eso. Y a mí lo del periodismo no me resultó menor, hace un tiempo por ejemplo estuve leyendo a Gianuzzi, que era periodista, y ahí encontré esas dificultades queavecestengo,enunapersonaquelasresolvió muchomejor que yo y que muchos de nosotros pero esa cuestión donde lo informativo contamina muchas veces y esta cuestión por ahí de cierta neutralidad, de adjetivar poco… Me gusta mucho la narrativa escrita en inglés, muchos narradores que son secos.
Como los norteamericanos.
Exacto. Y tiene que ver conel lenguaje del idioma.
Y creo, Pablo, que tiene que ver también con una confianza en el lector. En decir a ver si yo le digo “mesa”, que se imagine la mesa que él quiera…
Sí, en eso acuerdo totalmente. Yo creo que no hay que subestimar a los lectores. E incluso a aquellas personas que por algún prejuicio nosotros podamos imaginar que están lejos de la poesía. Es un prejuicio que se va debilitando cada vez más porque las devoluciones de personas de las que menos imagino son grandiosas. Y por ahí con una persona con quien compartimos lecturas o incluso que uno sabe que tiene mucha mayor capacidad crítica de la lectura que uno no te logra decir algo que te ayude del todo. Lo que te dice siempre está en un marco de cordialidad o de respeto por tu lugar. En cambio ese otro que
es capaz de decirte: “mirá, esto no me gusta me parece una…” o “qué bello esto”. No hay que subestimar al lector.
¿En tu poesía qué prevalece?
Trato de que sea el sentido con una musicalidad en lo posible. Las formas no me preocupan tanto, de hecho han sido variables de a momentos. Tiendo a la simpleza. Pero me gustaría ser más musical de lo que soy. Si me preguntás a mí la poesía que me gusta leer es aquella donde de pronto me voy en la música aunque no entienda bien lo que me está diciendo, incluso acaso hay palabras que no comprendo pero me gustan cómo están puestas.
Diana Bellessi dice que todo poema debe tener algo de monte, algo de mundo, que las impurezas le sientan bien.
Sí,hermosocómolodice.Esalgoquesientotodoel tiempo.Esa suciedad, esa borrosidad que puede haber en algunas partes del poemacomodepronto“¿quépasaacá?”.Mepasamuchocuando leo y digo “qué lindo acá cómo se embarulló todo” ydespués cómo salió el poema. Pero sí, comparto. Yo creo que todo poema tiene que tener algún rinconcito ambiguo y oscuro que nos permita arrancar un pedacito de yuyo y seguir. Sí, totalmente, hermosa imagen. Que también podría ser tranquilamente una vasta intemperie, un monte denso, una selva, podría ser también un desierto.
Un desierto y el cielo del desierto.
Que en definitiva son modos de lo incompleto, de lo entre vacío e incompleto, que no tiene una definición. Hermosa imagen de Bellessi.
Luis Sagasti, que dice “siempre que se escribe se nace por primera vez”.
Sí, comparto también. Totalmente. A mí me pasa con la lapicera, con los cuadernos. Ando con mis cuadernitos, me gusta. Y siempre siento que ese momento es inicial, primero porque cada vez soy otro, creo que cada vez que uno afronta esa sensación de escribir es otro, incluso si fue ayer o antes de ayer. Y después también porque la época va cambiando y los días son distintos. Yopiensoqueesimposible estar quieto yenlapoesía pasa algo así, es imposible no estar escribiendo y es imposible no estar cambiando esa escritura o corrigiéndonos…
Aun cuando no se escribe se está escribiendo.
Sobre todo este tipo de poesía que no tiene una intención tan racional, sino que está nutrida por pequeñas cosas que uno escucha, oye, ve. Una conversación de pronto en el colectivo que escucha yahí hayalgo que vuelve a aparecer yno se pierde. Yo creo mucho en eso de la memoria, uno por ahí no se da cuenta de todo lo que hay.
Vos decís que las cosas están cambiando y más ahora con las redes sociales, con las nuevas tecnologías.
Sí, totalmente.
Que no sabemos en qué va a terminar esto.
Estoy leyendo ahora un libro de Alessandro Baricco que se llama The game, impresionante, impresionante. Habla de esto, de una transformación cultural. Él la compara a los niveles del iluminismo, del humanismo, una profunda revolución en la especie que no sabemos hacia dónde vamos. Ni siquiera los que motorizaron esto saben hasta dónde va a llegar esta transformación. Él habla de una cuestión del hombre postura pantalla teclado casi como el homo erectus, como una transformación física yen nuestras subjetividades queno sabemos a dónde va a llegar y estamos en el medio en este momento.
Pablo Carrizo nació en la ciudad de Córdoba en 1978. Es integrante del GrupodePoesíaPanComido.Haeditadolasplaquetas Pez por la boca (2007), El origen de una bandera (2007), Pesos (2012). Haparticipadodelasantologías grupales Belleza obliga (2005), Derrota no (2006)y El día más parecido (2008). Publicó en 2015, el poemario Ir (Editorial Pan Comido).
El temblor es la poesía
Alfonsina Clariá
Alfonsina, Raúl González Tuñón dijo a quien le preguntaba qué le podía aconsejar para comenzar a escribir: “contemple el mundo”, ¿qué piensas de eso?
Hay un poema, un breve poema, en uno de los libros, que dice “Cierra los ojos para ver el mundo”. Cuando escribí eso, dudé mucho porque hoy hablábamos con otro poeta que a veces conviven en uno mismo dos seres, la que escribe y la que corrige, la que escribe yla que critica, la que escribe yla que censura. Y yo digo que la que escribe es una salvaje, porque escribe lo que quiere, lo que siente, y escribe en otro idioma a veces. Y la que corrigeycensura es laque estudió,laquesepreparóylaque ve el error y discute desde la teoría, y discute desde el otro porque dice“mirá,el otrovaa leerestoyva acriticarte yva adecir que no se entiende porque eso que estás nombrando ahí no existe, no podés decir cierro los ojos para ver el mundo porque para ver el mundo tenés que abrir los ojos. Y porque si vos cerrás los ojos para ver el mundo, sos una egocéntrica y lo que estás mirando es a vos misma.” A ese poema lo corregí muchísimas veces. Antes de publicar el libro ponía “abro los ojos para ver el mundo” y volví a poner “cierro los ojos para ver el mundo” y hay una cuestión de autenticidad y de fidelidad a uno mismo que a veces hayque respetar. Y el poema quedó como yo lo sentía ycomo había nacido: “cierro los ojos para ver el mundo”. Yo no sé bien qué mundo es el que uno ve cuando cierra los ojos, pero yo cierro los ojos para ver el mundo. Sé que a veces capto
cosas y capto al otro con los ojos abiertos, pero con los ojos cerrados también se puede ver. Y cuando estábamos conversando convoshaceunratito, yotedecíaque Toda ceniza es alarido es un libro que escribí, o por lo menos gran parte de ese libro, con los ojos cerrados porque lo escribí dormida. Yo extraje mucho de ese libro del sueño, soñé muchos de esos poemas y después los traduje. Yo admiro mucho a los narradores, por ejemplo, que son gente que observa detalles y que son capaces después de traducirlos a la escritura y seguramente en algunas etapas también hago eso, observo y hay muchas imágenes del exterior que me conmueven y se traducen en mis poemas. Hay poemas que tienen imágenes exteriores pero hay otras que salen de adentro, no lo puedo negar, no lo puedo corregir y no lo puedo cambiar, aunque quisiera.
¿De qué se nutre tu poesía?
Hay distintas vertientes, me parece, algo puede venir del exterior, de la letra de una canción, de una imagen, de algo que te pasó. Muchas veces mis hijos me han inspirado poemas o seres amados o alguna imagen o algo que vi. O puede venir del sueño, como te decía, o de algún recuerdo. O a veces de un grito interno. De muy adentro, muy solitario, muy oscuro, de un infierno interior que uno tiene.
¿Pensás que el poeta es alguien ensimismado o precisa de los otros?
Creo que hay distintas etapas. Que uno escribe porque no puede dejar de hacerlo, porque no puede hacer otra cosa, porque haymomentosenlosqueasí comonecesitatomarseunvasode
agua, necesita escribir un poema. Pero también hay momentos en los que está la necesidad del otro, por ejemplo estar acá ya no tiene que ver conmigo sino con la necesidad del otro, de compartir, de decir, de escuchar, de saber qué piensa o siente el otro. Hace poco me pasó en Traslasierras de encontrarme con una poeta, con una desconocida, pero como ella estaba hablando de poesía yo me acerqué a preguntarle y me comentó que quería dar un taller literario y yo me sorprendí diciéndole “sí, tenés que dar el taller literario porque a la poesía hay que sacarla afuera, porque si no la sacás, te ahoga”. Y sí, yo creo que sí, que si uno se la guarda y se queda adentro con esto, te ahoga, te desborda. Entonces hay un momento de creación, de soledad, de escritura, de encuentro con todas esas voces que conviven en uno y que está la necesidad de soltar y de liberar, pero hay un momento, otro momento, en que el río tiene que correr y es otro el que lo continúa y el que le encuentra sentido.
Lo completa al poema.
Sí, y porque no es tuyo. Es algo que se te dio, que se te dio y lo tenés que dar para que siga, para que alguien de tu misma sangre,entrecomillas,alguiendetumismopalo,alguienaquienle interese,lotome yloreparta.Enel últimolibro,que sellama El jardín de los mendigos, la temática es un poco esa, la poesía es un pan que se reparte entre las aves para que vuele y se esparza y alcance para el que le interese y quiera tomarlo y convertirlo en otra cosa, en vuelo, en canto.
Fabián Casas dice que cuando uno escribe hay dos voces: la voz propia, que es aquella con la que arranca el poema y la voz extraña, le llama él, que es la que termina siendo la voz del poema.
Lapoesíanotiene lógica,escapadelalógica,lalógica se queda corta para la poesía, creo que la poesía busca otro lenguaje que tiene más que ver con lo onírico, con imágenes que se relacionanmásconloquevemosconojoscerradosoensueños. Busca crear otro lenguaje que no es el que estamos habituados a utilizar en el cotidiano.
Tus libros están divididos por secciones, subtítulos, partes. ¿A qué se debe eso?
Quizás cuando lo empiezo a organizar como un libro, pongo esos títulos. La verdad que ahora no tengo muy presente eso y me he vuelto más desorganizada últimamente. Yo, en principio, escribía un solo libro. Por ejemplo, cuando estaba escribiendo Desvarío estaba escribiendo solo eso,lepuseun títulobienamplio para que todo pudiera entrar ahí y no tiene distintas secciones. Ecos del fuego que son soliloquios de místicos, poetas, personajes de la mitología, Juana de Arco, una mezcla de seres que a mí me impactaron y me dejaron alguna huella, tampoco tienesubtítulos.Quizás Pájaros en la casa y Mudanzas. Mudanzas fue un intento de ordenar lo que yo en la realidad no podía ordenar, que eran las cosas que había en la casa para mudarme. Yo no lograba acomodar todo eso, entonces dije “voy a escribir un libro, a ver si en el libro lo puedo ordenar y me mudo de una vez”, porque como no avanzaba en la realidad, dije “a lo mejor la escritura me da un impulso” y traté de guardar ahí todo lo que no me podía llevar de la casa. Quizá por eso están los subtítulos. Pájaros en la casa tienequever conunaexperiencia fuerte, que tiene que ver con el dolor, con la familia, con una situación de no poder salir de la casa, entonces los pájaros tuvieron que estar. La alegría, los hijos, todo tuvo que estar durante un par de
meses dentro de la casa. Guardado, protegido y encerrado. Por eso está esa doble sensación de tristeza y agobio en ese libro. Que tiene el color de la sangre, eso fue algo del editor y fue una coincidencia. Pero ahora digo que me he vuelto más desorganizada porque estoy escribiendo muchos libros a la vez y yo sé, por ejemplo, qué poema va a cada libro, pero son diez libros o nueve libros. Entonces al final no termino ninguno, pero voy poniendo las cosas en cada parte. No sé por qué tendrán apartados, creo más en el libro y en el fluir sin tanta contención.
Alfonsina, ¿predomina la musicalidad o el sentido en tu poesía?
Lamúsicaviene sola, pocasveces corrijoel ritmodeunpoema. En general, viene sola. Lo que sí te puedo decir es que cada silencio, cada punto, cada verso en blanco, tengo muchos versos en blanco, aunque no haya puntos o comas, está sumamente pensado, no está puesto porque sí. He llegado a discutir con un editor, por ejemplo, por un punto que yo no me animaba a poner. Y yo he dicho “ahí no sé si va un punto o no, para mí queda así, que lo ponga el lector si quiere”. Pero para mí la puntuación tiene mucha importancia, el ritmo tiene mucha importancia, tiene que ver con la respiración pero a un nivel profundo, no sólo con la respiración cuando leo, con el aire que yo necesito después de que dije eso que acabo de decir, que a mí me estremeció y entonces, necesité detenerme, tomar aire y seguir. Creo que es una pequeña muerte el verso en blanco, alguna idea, algo que yo no pude continuar, no alcancé a decir, no encontré, o quizás pensé que hacía falta más luz, que quizás la podía poner el otro.
El silencio es importante en tus libros.
El vacío, es la sensación de vacío, muchas veces de impotencia frente a eso que me hubiese gustado decir y no pude. Esta mañana cuando miraba los libros, yo pensaba “esto es lo que pude decir, ¿ycuánto es todo lo que no pude?, ¿cuánto es?, ¿cuánto se me escapó?, ¿cuánto hubiera querido decir y no está ahí?”. Por eso sigo escribiendo.
¿Menos adjetivos es mejor en la poesía?
Nunca pienso en la gramática cuando escribo. Nunca. Yo doy lengua, enseño gramática, pero nunca me pongo a pensar ni en la gramática, ni en la sintaxis, es difícil que corrija un verbo, en general noloscorrijo. Sesuelenmezclar el presenteyel pasado y, como tedigo, la profesorade lengua veesos errores, pero normalmente con el paso del tiempo descubro por qué se superpuso el pasado y el presente y valoro que la poesía esté en otro tiempo, que no es una oración para analizar semánticamente. Mi hijo de 11 años, hace poco me dijo algo que me gustó mucho. Yo le estaba contando que en la facultad había disfrutado mucho de las literaturas inglesa, francesa, alemana y no tanto de las gramáticas yél me dijo “bueno, porquela gramática viene a ser como estudiar cómo está compuesta la molécula del agua, en lugar de contemplar la belleza de la fuente”. Va más por lo emotivo, por el sentimiento. El temblor es la poesía. No sé si es la música el sentido, para mí es el temblor.
¿Hay momentos en que no escribís?, ¿cómo te llevas con eso?
Que no me siento a escribir, yo escribo en la computadora, que no me siento a escribir, sí. Que no escribo mentalmente, no. Y
lucho mucho, porque sí tengo que estar conectada con la vida, tengo que hacer trámites, tengo que estar pensando en lo que estoy haciendo y soy una persona muy distraída de la realidad y entonces lucho por concentrarme en lo que estoy haciendo y entonces ahuyento los poemas como si fueran moscas en la cabeza. Yo lucho por no escribir mentalmente. Desde muy chica escribomentalmente. Empecéaescribirdespués de los30,pero desde antes de saber escribir construía cosas mentalmente, ya tenía esa voz poética en la cabeza.
En Toda ceniza es alarido parecería estar el carozo de todo. Hay como una síntesis.
Sí, yotambiéncreo eso. Después sedesarrollóen El Jardín de los mendigos pero el germen está en Toda ceniza es alarido. Como te digo, es un libro que lo escribí en una noche porque partió de un sueño, me levanté a la mañana siguiente y traduje varios de los poemas y ya estaba el tono, ya estaba el ritmo, estaba lo que ese libro quería ser. Y después creo que se completó en El jardín de los mendigos esa búsqueda, pero ya estaba lo onírico, el deseo de guardar una voz. Tiene una parte que se llama “guardo tu voz” que no sé la vozde quién es, la voz de la poesía, del otro, la del amor, la de la belleza, la de lo místico, porque tambiénestá esabúsquedadelotrascendente,lade unavozque vienedeotro mundo,ladelosmuertos, esavozque nosabemos de quién es, es la que quiero salvar… Y esa ambigüedad de la palabra “salvo” que también significa “excepto”, como que todo muere, todo es ceniza, salvo ese alarido que perdura.
¿Sos de volver sobre los textos?
Sí, eternamente. Por eso publico, para que deje de molestarme eso que tengo ahí pendiente. Tengo muchísimas versiones de un mismo libro, lo escribo en dos meses, lo corrijo en dos años. Y me suele pasar que ya no sé cuál es la última versión y tengo “última versión”, “penúltima versión”, “última revisión”, “última corrección”, Y cuando me entra esa angustia y esa desesperación denosaberquéesloúltimoqueestuvehaciendodigo“basta”,lo imprimo en papel. Y decido sacármelo de encima.
Una vez que se publicó ya está.
Porque ya lo estoy arruinando. Y hasta vuelvo a la primera versión y digo que es mejor, muchas veces. Ya le estoy quitando sangre, ya lo estoy mutilando cambiando lo que era. Sí, uno se obsesiona, empieza a buscar una perfecciónqueno existe yque no tiene sentido además. Y es para nadie.
Claro, por ahí esa parte de mundo que tiene el poema está bueno dejarla.
Esaimperfección.
Claro, exactamente. Por eso no es lógico, como vos nos decías.
Le quitás ternura, inocencia. Esa búsqueda de perfección que yatienequever con unasoberbia.Oconunacosacientífica que es muy ajena a la poesía.
¿Tendés a la expansión o a la concentración en lo que escribís?
A nada que sea constante. No tiendo al equilibrio, ni a mantener algo, ni a la línea recta, creo que es al cambio constante.
Como la vida, que se va moviendo.
Tiendoalointimista.Avecesen mi casa mis hijos seríen: “¿por qué tardas tanto en contestar una pregunta simple?” Porque tardo en dejar lo que tenía, lo que yo estaba trabajando interiormente, siempre estoy con alguna idea bullendo ahí adentro. Parece que no estoy haciendo nada pero sí, le digo. Estoy gozando de algo.
Alfonsina Clariá es licenciada en Letras Modernas por la UNC, escritora, docente e investigadora. Publicó en poesía: Desvaríos (Alción, 2007), Ecos del fuego (Alción, 2009), Pájaros en la casa (Recovecos, 2011), Imágenes incompletas (Alción, 2013), Mudanzas (Recovecos, 2015). Trabajó en la edición críticade Tres golpes de timbal deDaniel Moyano paralacolecciónArchivos (Alción, 2012). Participó en diversas antologías, tales como Dora narra (Caballo negro/Recovecos), Fichas de Poesía argentina (Universidad Nacional del Litoral, 2012), Palabras de poeta (Babel, 2013), Luna de pájaros (El Mensú, ediciones, 2015) y Revista de poesía (Babel, 2016). Ese mismo año publicó Toda ceniza es alarido (Lago editora).
Elpoetatienequeserunomás entrelosotros
Alexis Comamala
Alexis, arranquemos con el título de tu poemario Lanoticiaesel diluvio. Contanos un poco.
Es la imagen que nos atraviesa del fin del mundo. Siempre tuve esafijaciónporel findelmundo.Vienedecosasque seencuentran de chico, como leer laBiblia o estar en esos ámbitos donde uno hace la comunión, el Apocalipsis, el Génesis. Siempre me llamó la atención. Este es un libro que llegó a tener, no quiero mentir, 180 poemas. Estamos hablando como si fueran unas 300 páginas. Lo fui devastando, le fui sacando contenido, porque es mi primer libro, que yo escribo desde adolescente. Estos poemas no eran todos de ésa época, pero hay poemas que son parte de otros, pequeños naufragios defragmentos queescribí a los14,15años quefuerontomandootroimpulso,son otracosa. Pero sí, hay dos o tres poemas que son bien antiguos, estamos hablandodel año94,año95,decuando estabaenla secundaria. Y después no fue hasta el año 2012 que lo cerré al libro, que dije “hay que editar algo para que salga sino no puedo seguir avanzando”. Sentía que era todo igual lo que hacía, de ahí nació La noticia es el diluvio, que es algo que siempre me acompaña en mi poesía, que por ahí trato de escribir algo distinto y me sale eso, lo dejo atrás pero avanzo hacia otro lado.
¿Y el Cuaderno de Juan Amauta, volumen I?
Es unaespecie dejuego. Cuandoterminéel otrolibro, sentí que todoloqueestabahaciendoeraparecido,locualnomemolesta
pero necesito que sea distinto, como tener otra voz. No es que un libro tiene la misma voz que el otro, es algo que yo pienso, a veces no es que lo haga calculadamente pero en este creé ese personaje, un Amauta. Alguien que vive en lo Alto, en Los Andes, pensando en esa idea, porque a mí me gustan algunos poetas chilenos y peruanos, que para mí son muy fuertes. Y a partir de eso tengo también el volumen 2 y el 3, una saga.
Una voz en el desierto anunciando lo que quizás pueda llegar a venir. A mí me transmitía eso cuando lo leía.
Seguramente algo de eso hay.
También en ese sustrato. Y La noticia es el diluvio es como que hay que esperarlo, tiene que venir.
Sí, no es algo que yo quiera pero en esa idea de poder jugar con el mundo, digamos, si bien creo que hay una realidad que nos toca a todos, como pensar que hay otras posibilidades de vida, me interesa siempre jugar con esa idea. Avanzar, retroceder.
Vos dijiste recién que buscás distintas voces en los libros y hay también distintos formatos, primero en versos y después como prosa poética.
A la mayoría de las cosas las escribo en verso, pero hay otras que me llegan o decido escribirlas en prosa, porque creo que nos cuesta pensar a la poesía nada más que en verso y no es lo mismo. Hoy se prefiere mucho, lo cual yo no es que esté en contrani muchomenos, esalgoquese hace,quees,unoescribe una carta o un texto prosaico y se los pasa a verso solo bajando
cada tanto el espacio, y ya parece que es poesía. Para mí no. Yo creo que es todo un ejercicio escribir de una forma o escribir de la otra. Yo le presto mucho oído a la música del poema, ya sea si está en prosa o en versos, a la música, al tono. Es verdad, se busca una música.
De todos modos, la prosa poética tuya tiene respiración poética.
Sí, puede ser. También busco la música, tiene que haber una música interna. Escribo primero desde la sonoridad y después le agrego, quizás, lo que se llama el contenido. Hay veces que uno escucha, se me ocurre, cuando yo era chico escuchaba música, incluso letras en castellano, que quizás no las entendía muy bien pero había un sonido ahí, había un sonido que acompañaba a esa palabra. La palabra tiene un sonido, una impronta musical que acompaña a la música propiamente dicha. Y a mí me parece importante eso y a partir de eso trato de hacer con palabras. Mis primeros poemas que escribí a los 8 años empezaron desde la música, de escuchar música. Uno no sabe muy bien qué es la poesía, ni mucho menos qué es la literatura, si la poesía es más importante que la literatura, qué está primero, qué está después. Pero pensaba en música. Hay cosas que son más comunicativas, empezar a escribirle a gente de la que yo estaba enamorada, mujeres, escribirle a mi perro, escribirle a esto o aquello y son los materiales que están en lo cotidiano. Y a su vez con eso comenzar a jugar, que eso tenga un sentido o no, una musicalidad o no. Y ahí nace lo que uno en ese momento pensaba que eran poemas o al menos una cadencia de sonidos, una cadencia quizás de sentidos.
Describiste muy bien el tema de la música y la palabra, ¿y la relación de la palabra y el silencio?, ¿qué peso específico tiene en los textos tuyos?, ¿si lo hay o no lo hay?, ¿dejás que trabaje el silencio un poco?
Sí, el silencio también trabaja en un sentido, ¿el blanco sería el silencio?Yo soy decorregir mucho lo que hago, noenun sentido de corrección de autoridad, que esté bien hecho sino hurgar el sentido,cambiar el sentidodeloque yopensabaquedijera… Yo no soy muy directo, no espero una noticia de lo que hago yo, a pesar de“la noticiaesel diluvio…” noes un mensaje muy realista, sino que hay otro divague, trato de buscar los silencios o los blancos en la sonoridad.
Hay un intertexto ahí; una raja por donde hay que entrar.
Sí, hace mucho que no pensaba en esa idea del silencio. Antes lo trabajaba ya directamente, quizá lo tenga que repensar hoy.
Hay que volver a trabajarlo como para poder escribir otra cosa o desde otro lado. Pero sí, lo trabajo de una manera que por momentos es inconsciente, pero está ahí.
Un invitado nuestro hablaba de un susurro arquetípico que hay debajo.
Sí, coincido. Si bien cuando era más chico creía mucho en la musa, en la cuestión del relámpago, que lo sigo creyendo, pero que por ahí trato de alejarme, pensarlo de otra manera. Que está la materialidad de la cosa que es el poema y que eso le sucede a cada hombre en particular. Por ahí hay que ponerse a escuchar el sonido del mundo. Ahí me parece que nace el poema, si uno está receptivo, así es posible escribir el poema.
Alexis, en una línea de tu poemario vos decís “no soy más poeta”.
¿Qué implica esta afirmación?
Justo lo acabo de marcar a ese poema porque lo quería leer. Hace poco escuchaba un poeta de Córdoba que editó un libro que juega con esa idea en el título. Maximiliano Spreaf. No he leído todavía el libro, así que no puedo hablar del contenido del libro, ni a qué hace referencia.
“No soy poeta pero”, dice.
Yo rehúyo por ahí de los poetas, de los poetas en el sentido de todo lo que está estatuido, como todo a lo que se le hace honor, peroentodos losámbitos.Voyatratar de ir aotra figura. Agustín Tosco como militante es fantástico, pero si lo hacemos como un ídolo me parece que se mata la posibilidad de hablar, de hablar sobre su obra, en el caso de poetas, o hablar sobre su obra como Agustín Tosco. En el sentido de politizarlo, en el sentido de poder hablar. De hablar de lo que hace el poeta que también hace otras cosas. En el poema el poeta es poeta y después quizás hay otras cosas que tenga para dar, otros servicios a la vida.
Vos desinstalás, buscás que volvamos a la intemperie, que volvamos al desierto.
Pienso que el poeta tiene que ser uno más entre los otros, no pienso que haya elites. Pero por supuesto también sé que lo hay. Que lo trate de desinstalar o de pensar que yo no soy poeta y eso,alpublicarunlibrodepoesíaséloqueesesto,loqueejerce un libro sobre la cultura, sobre cómo circula eso,la circulación, etcétera. Hay que instalarse y desinstalarse.
Esta cosa del Apocalipsis que está en vos que es también la posibilidad de un comienzo de otra cosa.
Sí, ojalá pudiera ser, no sé. Ahí no podría, no sabría, es una idea fuerte que tengo pero a su vez tampoco la puedo explicar; se explica en mi poesía. No es que me quiero desembarazar de ese tema, pero es como que a su vez no lo puedo asir, decir qué vendrá o a dónde iremos. No lo sé.
Alexis pensás que hay dominio sobre lo que uno escribe, si debe haber dominio o no.
Sí, yo creo que sí. Si bien recién no sé si hablábamos del tema de la musa de ese pensamiento del relámpago que cae, pero en los dos libros que escribí hay cinco o seis poemas que parecen que hubieran sido escritos por otros, que no tengo conciencia de dónde llegaron, parece que hubieran sido escritos de una manera no mágica, pero sí que hubiera sido una musa, un relámpago en el cual yo creo pero me parece que es una búsqueda. En un momento uno se desconecta de eso y va escuchando música en la calle o va anotando cosas. Yo cuando camino por la calle pienso en poesía, no podría no pensar en ese pequeño sistema que es pensar… Voy pensando una frase y la voy armando, y así pasan dos meses y a la misma frase la voy desarticulando. Hasta que un día digo “la escribo” en la compu o en el celular o en un papel y a partir de eso voy desarrollándola, pero a su vez creo que hay un pequeño trabajo que hice, porque no todo puede venir de esa manera. No tengo el 0800, por decir así, de la poesía.
¿Tendés a la expansión o más a la concentración?
Antes intentaba hacerlo más en la concentración del texto, sacar, sacar, sacar. Hoy también pero trato de avanzar hacia poemas más largos, pero no es lo que tengo editado. Quizás un próximo libro que tenga versos más largos, otra condensación, permitirme hacer de otra manera. Por lo menos así me lo propongo.
Y Alexis, ¿qué pensás de la poesía y las redes sociales?
Poesía y redes sociales. Yo creo que son válidas. Por supuesto, existen y son válidas. Yo las uso, no tengo una conciencia de cómo impacta eso en el mundo.
¿Tenés un blog?
Tengo un blog que este año lo actualicé muchísimo hasta hace uno o dos meses, ahora lo dejé. Pero también comparto muchas cosas por Facebook, hasta por el Instagram. Trato de usar todas las redes de una manera no profesional, no me dedico a eso todo el tiempo. Pero a mí me interesa mucho difundir poetas de Córdoba, de Argentina y otros poetas ingleses, norteamericanos que me interesan.
Los usas como un método de difusión.
Es un método de difusión, sí. Pequeño método de difusión que me parece que suma. Hay cambios muy grandes en eso, por ahí no somos conscientes.
Alberto Girri dice que la claridad y la oscuridad no deben ser ostentaciones. ¿Qué pensás de eso?
Es un poeta que me gusta mucho, un poeta oscuro, cerrado pero no hermético, aunquea veces se lo lee así. Es un problema decir “lea a Girri dos veces, lea este libro de Girri dos veces” porque todos tenemos otras cosas que hacer, hacemos otras cosasenel mundo,hoyyhace50 años…Tenerqueleer dos veces a un poeta es un trabajo que hay que tomarse pero creo que en la segunda lectura de Girri uno encuentra una expansión de su poesía. Hay que transitarlo por segunda vez. No es un poeta social. Si uno ahonda en Girri, puede aprender a escribir un poema o a pensar, a pensar la poesía, a pensar el mundo, a pensar la relación que la palabra tiene con el mundo de otra manera.
Alexis Comamala nació en Córdoba en 1979. Integra el grupo de poesía Pan Comido.Participó en lasplaquetas Ensayo de mi muerte (2007), El naufragio (2009)yenlaantología El día más parecido (2008).Publicólossiguientes libros depoesía: La noticia es el diluvio (Editorial Pan Comido, 2014) y Cuaderno de Juan Amauta Volumen 1 (Editorial Llantodemudo, 2015). Participó en los libros Memorias a escenas: poéticas personales sobre el 24 de marzo (2011), Habitar el grito: poesía y memoria en La Perla (2013) yen Palabras de poetas (2013).
Escribirde loquenose puedehablar
Paulina Cruzeño
Paulina, arranquemos hablando un poco del título de tus poemarios. Primero Demasiado ágil en el desierto. ¿Qué es lo que lleva a elegir eso?
Demasiado ágil en el desierto es un verso de un poema que hay enel libroyenrealidadcuandobuscaba el títulosurgió un poco así: queseaunversoycuálverso seríael másrepresentativo del libro y me pareció eso. Es un libro intimista en el que hablo de muchas cuestiones familiares, de relaciones. Pensar en la escritura también como en una gimnasia, una agilidad, en el desierto. En un lugar que a veces es bastante inhóspito.
Claro, tiene que ver con tu biografía el desierto.
Sí, justamente aparece la cuestión geográfica que después se retoma en Italó más claramente. Igual no es algo que lo fui armando, ahora me doy cuenta que he armado un mapa.
¿Entrehermanos?
En Entre hermanos yo quería que el título sea lo más claro posible y que dé cuenta concretamente de qué trataba el libro. Entonces para no tener que hacer una explicación Entre hermanos está dividido en varias partes que toman distintos aspectos de esto: qué es ser un hermano. Mariela Laudecina en la contratapa dice eso: “Si somos hermanos, ¿qué somos?”. El libro intenta
indagar eso. Quería que el titulo sea claro. Que uno sepa que se va a encontrar con eso.
¿Con respecto a Elordendelascosas?
El orden de las cosas también apareció, es una prosa poética. El libro está escrito en una voz más “niña” por momentos. Entonces pareciera que hay una niña tratando de ordenar cosas de ese mundo, de esa geografía, de esas relaciones. El orden de las cosas aparece así comoalgopor momentosunpocoendeble pero también con cierto movimiento. Eso atraviesa casi todos los libros.
Volviendo a Entre hermanos, hay un nivel de profundidad en la relación entre hermanos. Es más lo que no se dice, es como que los silencios se tocan.
Exactamente. La ideadel libro era eso. Qué es lo que pasa entre los hermanos y no se dice, porque de hecho, habla del incesto, de las relaciones con el resto de la familia, de los que no tienen hermanos, de los que son mellizos, de los que están en la adversidad. Todo lo que va rozando ese vínculo que es complejo y se sobreentiende que es natural y me parece que no hay nada natural en ese vínculo. Que es algo siempre a construir y muy particular.
Quería decirte que a mí me impactó profundamente ese libro y ese poema por una situación particular mía. Yo fui gemelo y me emocionó ese libro. Además El ordendelascosas es un libro hermoso, porque es un libro objeto.
Es un libro objeto editado por Dínamo Poético, ilustrado por Paola Serbio (quien también ilustró Entre hermanos). Son nueve textos nada más porque la cuestión plástica es muy protagonista, tiene unos calados que se insertan en el libro y hacen sombra. Todo eso también habla del orden, de cierta composición.
Vamos a Italó, que lo hemos estado buscando en el mapa y no aparece. ¿Cómo es el tema del nombre, del pueblo? ¿Cuántos habitantes tiene? ¿Dónde está?
Italó es el nombre del pueblo en el que yo nací. Está a 500 kilómetros de la Ciudad de Córdoba. En una lengua ranquelina significa “médano grande”. En la tapa del libro apareceun mapa (la tapa la diseñó Toia Falco), pero aparece distinto, aparece “Butaló” que esa era la lengua en realidad originaria. Después con la intervención del huinca derivó en “Italó” pero en realidadaparece como“Butaló”casi cayéndosedel mapa al campo.
Entonces claro, Ágil en el desierto Había que arrancar de ahí.
Sí, ahora me doy cuenta de esa relación. A mí me parece que uno escribe desde su geografía, desde lo que ha pasado en esa geografía y que también está silenciado como esto que vos decías recién en relación a los hermanos. A mí eso es lo que me interesa.
¿Qué pesa más en tu poesía?
Cuando escribo generalmente impera la imagen y toda su pregnancia. En la etapa de corrección atiendo el sentido y la
musicalidad. Pero lo que primero aparece son las imágenes y sobre ellas trabajo.
¿Sos de corregir mucho, Paulina?
Sí. Y es una instancia que disfruto mucho, la de la corrección y revisión. Generalmente es con un otro que lee desde su sensibilidad, la mía. Me gustan esos intercambios. Aprendo ydisfruto. Me gusta ver el proceso de desgaste y pulido del poema.
¿Hay tiempos yermos, de no escritura en vos?
Siempre estoy leyendo, anotando algo, es un modo de estar escribiendo, delineando o imaginando. Es un estado, un modo de estar entre las cosas, conmigo. Tengo libretas, cuadernos o el blog de notas del celu siempre disponibles.
¿Qué pensás de la poesía entremezclada con soportes audiovisuales?
¡Me encanta! Disfruto de ver y realizar esos cruces. Empecé a experimentar con el videopoema hace tiempo de modo intuitivo y como un juego junto a Leo con quien hemos hecho varios videos y circulamos por diversos espacios.
¿Qué pensás de la poesía en las redes sociales?
Me parece muy bien. Es otro soporte. Yo prefiero los libros. Hay una erótica con el papel que no tengo con lo virtual. Pero aun así me gusta esa circulación, poder también participar de los intercambios con quienes te leen o una como lectora con otros autores.
¿La poesía salva?
Yocreoque salvar,nosalvanada.Yoal menosnunca me imaginé que iba a escribir. En Italó yo no tenía muchas posibilidades de imaginarme todo esto pero siempre hubo un contacto con la literatura que quizás sí venía del orden, no sé si del salvataje, pero sí del oxígeno. Yo ya no puedo pensar si no es escribiendo. Me parece que salvar quizás no, pero sí colabora a tramitar algunas cosas.Estoquedecíandelossilencios,de escribir delo que no se puede hablar. Como algo que se mueve, por lo menos se mueve. Me parece que cuando eso también logra conmover a otros y pasan estas cosas de la radio, las lecturas. Ahí ya no estás solo.
Paulina quisiera que nos cuentes respecto a tus talleres con el tema de la locura y el contexto de encierro.
Eso también me parece que es otra “pata” de la escritura. Yo coordino un taller en un centro de día que se llama Casa Club, también coordiné en Casandra que es otro centro de día. En contexto de encierro tuve una experiencia hace unos años en lo que sería una correccional de menores mujeres, el CECAM, que está en la calle Trejo en Nueva Córdoba. Hicimos un libro que lo editó Llantodemudo en su momento. Son experiencias en las que si bien uno pone a trabajar a los otros en relación a eso también eso a una la trabaja. Me parece que es como acercar algo a esas otras soledades. Son experiencias en las que por ahí yo he llegado por el lado de la psicología pero se ha ido mechando esto la poesía, la escritura.
¿El poema te suelta o vos lo soltás al poema?
No, yo no, y el poema tampoco, siempre viene alguien a decir: “Bueno, hasta acá”. Generalmente es la editora, el editor.
Sino lo rumiarías todavía un poco más.
Es como que se puede hacer hasta el infinito y más allá la corrección. Por suerte en Italó las chicas de Hiedra Editora, Denisse, que es quien estuvo más presente en esta parte, ella miró, cortó, revisó, siempre consultando, siempre un registro muy amoroso pero en un momento dijimos: “Basta, es hasta acá, no agregamos más” yporque viste“ay, yestepodríair”,no.Meparece que fue muy acertado y muy amoroso en eso yo la verdad que sugiero que chusmeen el catálogo de Hiedra Editora que es una editorial nueva que tiene nada más que un año acá en Córdoba de la mano de Denisse Pastrello y Luciana Mora, un catálogo súper fresco y un trabajo impecable.
Paulina Cruzeño nació en Italó, provincia de Córdoba en 1983. Publicó los poemarios Demasiado ágil en el desierto (Editorial Llantodemudo, 2011, reeditado en 2014), Entre hermanos (Colección Bonzo, Llantodemudo, 2014), El orden de las cosas (Editorial Dínamo Poético, 2015), Italó (Hiedra Editora, 2018). Participó de las antologías La suavidad del dolor (Park Editorial, 2012) y Llantodemudo 20 años (Llantodemudo, 2015). Recibió el 1er. Premio III Concurso Nacional de Poesía “Taller Latinoamericano de Poesía Fundación Pablo Neruda”, Argentina – Chile, 2013. Coordina talleres de escritura como dispositivo de trabajo con la locura y en contexto de encierro y la edición de las producciones allí realizadas.
El balbuceo arquetípico
PablodelCorro
Pablo, un poco como para comenzar este diálogo, ¿cómo aparece el poema en vos?
Qué bien la pregunta, el verbo aparece y es todo lo que te puedo decir, el cómo no tengo la menor idea pero aparece, tiene identidad por sí mismo el poema. Uno pone la voz, acomoda la forma, el papel, el libro, sobre un soporte, pero el poema tiene entidad por sí mismo, no puedo explicarlo, no sé cómo. Aparece y de eso estoy seguro.
Aparece y es como un ser que nace. Y que se va desarrollando.
Exactamente, tieneentidadpor sí mismo,yaexiste, yaestáahí.
Ajá… está bueno eso.
No me preguntes dónde.
Y aparece de un tirón, digamos, completo, no es que viene por partes.
Respecto de lo que uno después lee o escucha porque cuando uno escribe se está escuchando sí puede ser de un tirón, pero esa voz, a mí me costó mucho tiempo, muchos años, entender de dónde, cómo era esto que aparecía y una vez leí en un reportaje a Cortázar hablaba sobre sus textos obviamente, diciendo
que él apostaba a sostener ese balbuceo arquetípico. Esa manifestación, ese aparecer del poema, cuando escribo es un balbuceo arquetípico, todo lo demás es la palabra, las infinitas formas de la palabra como posibilidad. Creo que uno a esa forma o la eligeolaadopta, peroesebalbuceo, esoarquetípico,esoqueno está en uno, está en todos, yo si no fuera por los otros no podría escribir, el poema no lo escribo yo, lo escriben ustedes, yo lo paso al papel.
A veces hay algunos que dicen que se termina con el lector el poema, o con el oyente. ¿Hay algo de eso Pablo?
Yo creo que empieza y se termina con el lector, con el otro, ese posible lector, como quien está ahora del otro lado de la radio, ese es el otro, ese es el poema leitmotiv, lo tienen ellos, uno simplemente lo ve cuando aparece y hay que captar el instante, es un clic de cámara a eso queme estoy refiriendo que nosé cómo nombrar, es un clic de la cámara, si se te pasó se te pasó.
Parecería que el poeta tendría que tener como una tensión alerta, para ver cuándo aparece.
Algo de eso debe haber porque a veces son un sin fin de manifestaciones, si yo digo, si hablo de los ojos del mendigo, del otro lado del planeta alguien dirá seguramente eso es un lugar común, yo les pregunto a ustedes dos que me están mirando, ¿les parece los ojos de un mendigo un lugar común? Pero en qué nos estamos convirtiendo, por Dios si ese es un lugar común elijo vivir en un lugar común.
¿Cuándo sentís que ya un poema está terminado? O, alguna vez, ¿está terminado un poema? ¿Cuando está publicado? Hay poetas que piensan que allí ya está terminado, otros dicen que no. ¿Qué pensás sobre ello?
Sí, pero publicar tiene otra connotación para mí, en lo personal, es lo que me pasa, hablo de mí, absolutamente en singular. El poema está terminado, yo no uso sintaxis prácticamente, el poema está terminado cuando clavo el punto, en mis poemas aparece un solo punto, ahí se acabó el poema y está terminado y no hay más. Esa es la manifestación, así apareció, se asomó y así se queda, lo siento mucho.
No sos de volver sobre el poema que has escrito, para corregirlo. Una segunda escritura.
No hay segundas escrituras, sí hay algo que me parece importantísimo, de una conversación con uno de los pocos poetas que he podido conocer en mi vida, ese señor, hablando conmigo en la vereda del bar Pizarrón, una noche me dijo, “a mí me gusta leer pero todo lo que encuentro parece haber sido escrito para cinco iluminados en un sótano, por eso busco otro lenguaje”, eso me dijoJorge Carranza hace muchos años, un señor que está sentado aquí que me ha invitado hoy a leer y a raíz de ese comentario yo comencéa reveer nolo que tenía escritosino lo que me venía y traté también de poner la palabra en su expresión más pura, para poder leer sobre todo. El último poema que voy a leer hoy, si me dejan, tiene que ver con eso, con la forma de leer lo que aprendí de la lectura. No concibo un poema que no vaya a ser leído, Borges decía qué hacemos con un texto guardado en un cajón, es un sin número de signos que no
sirven para nada, de ahí el publicar. Pero tiene que ser de una lectura ágil sobre todo para la oralidad, cuando uno va a leer en público tiene que elegir bien qué va a leer, distinto es el papel, el libro, a mí me encanta lalectura posible del otro, pero para la oralidad,queesloquemásme gusta, prefierolavozal papel,el poema vivo al texto. Es fundamental que se pueda leer en voz alta, que no demande ese lector que está escuchando demasiado esfuerzo intelectual, siempre hay que desglosar la metáfora o la búsqueda del poema pero hagámosle algo fácil al otro.
¿Qué pensás de la publicación de poemas en las redes sociales?
No puedo hablar del fenómeno de las redes sociales porque, insisto y repito, así como muchos creen que el amor está entre las piernas,sonmuchos ycasi siempre sonlos mismosque piensan eso, los que creen que la poesía está en la punta de un lápiz, para mí poesía y vida son la misma cosa absolutamente, esas manifestaciones, es la vida misma que está pasando por delante; sentadoenelescritorio conuna hojayun lápizocon unteclado que es el lápiz moderno, difícilmente vea pasar la vida, la vida está en el otro, hay que caminarlo al otro, hay que escucharlo, el reservorio de la poesía son ellos, no nosotros, nosotros tenemos la facilidad, no sé, ese no sé qué, como diría Borges, si me preguntan no sé, si no me lo preguntan, sé.
Pablo, ¿cuáles son los materiales de tu poesía?
El otro,el otro…
Te influye por ejemplo haber visto una noticia, algo que pasó, un encuentro con alguien, un sucedido…
Sí, eso está claro, es involuntario el recolectar, después hay un proceso que tampoco lo puedo explicar, pero sí, hay que andar, hay que escuchar, escucharlo al otro en la palabra y uno no la tiene a la palabra.
Pablo, dos palabras sobre tus libros, el título de tus libros, primero Palabrasenel agua, por qué elegiste…
Ese título no lo elegí, yo tengo una editora de lujo, que cada tanto cambia todo y cambia el nombre, ahora la editora es Baguales Ediciones pero el alma es Carito. El nombre de ese primer libro lo eligió Carito, el formato y todo. Mi editora, la Carito, leyendo todo lo que recopiló para publicar ese libro que fue un regalo, una navidad me cayó con una bolsa con 50 libros, ella eligió ese título porque hay un poema muy breve en ese libro, “Palabras en el agua”, que dice “la lluvia desliza soledad sobre lostechos,nada vaabrillarhoyperocadagotaencierraalgo del sol de ayer para mañanatuspalabras en el agua”. De ese poema ella eligió el título para mi primer libro.
Bueno pero estamos un poco intrigados, ¿quién es Carito, poeta?
Es mi hija menor que vive en Rosario y que en una mesita a diente y pulmón ella cose. Y hace cosas maravillosas.
Bueno realmente cuando se juntan los amores es algo hermoso, uno está medio como hecho cuando pasan estas cosas. ¿Y Cuaderno azul? Este segundo libro del 2016.
Es más tangible, porque en el lugar donde yo vivo, hay un cuaderno azul. Ese cuaderno azul es un regalo. Un cuaderno azul,
forrado a mano, por alguien que no tiene la particularidad de tener esa habilidad y de eso surgió un libro porque era un cuaderno en blanco, entonces a medida que ha ido a parar algo ahí fue tomando forma ese cuaderno azul, de ahí el título, es tangible, el Cuaderno azul es tangible.
¿YRapsodiadeunhormiguero, que está recién salido del horno?
La rapsodia, es decir esa sucesión de cosas vinculadas aleatoriamente entre sí, recortes, esos retazos de todo, sería una lista interminable explicarlo pero es una rapsodia, un rejunte de los retazos, a veces son retazos de uno mismo y si esto que transitamos todos no es un hormiguero entonces, ¿qué es? Yo en la infancia pasé el mayor tiempo desculando hormigas, así literalmente y de esa observación todavía sigo sacando cosas para admirar,unoveundesfiledehormigas yesunacosamaravillosa, tanto las que van como las que vuelven, están absolutamente locas. Y lo hacen a una velocidad increíble y todo lo tienen predeterminado y se respetan y se chocan y cuando se chocan entre ellas y se sientan a observar dos minutos van a ver que hacen lo más importante de todo, se frotan los hocicos, cosa que hemos dejado de hacer.
Pablo del Corro ha publicado tres libros: Palabras en el agua (2013), Cuaderno azul (2016) y Rapsodia de un hormiguero (2018).
Hay que aprender a decir lo menos posible para que el poema o el cuentocrezca en quien lo leeo en quien lo escucha
Graciela Di Bussolo
Graciela, comencemos a hablar un poco del título de tu poemario Diceque vive, de 1998. ¿Por qué elegiste ese título?
Todos los títulos de mis libros están tomados de un verso de algún poema. Y ese está tomado de un poema que comienza: “Dice que vive en una jaula…”.
Creo que tiene un epígrafe de Alejandra Pizarnik.
Así es, es un epígrafe de Alejandra Pizarnik que dice “Dice que no sabe”. El poema dice algo así como “Dice que tiene miedo de la muerte, del amor”. Repite varias veces “Dice que, dice que, dice que” y termina con “Dice que no sabe”. Para mí era muy fuerte, porque el “Dice que”, tomar lo que la otra persona está pensando y está expresando, tomarlo y analizarlo y ver por qué está diciendo, qué pasa; qué está diciendo eso. Entonces para mí eso fue el comienzo de este poema que es “dice que vive en una jaula”. Una sensación que muchas personas tienen, ¿no? Esa percepción de que no se vive en el mundo sino en algún espacio de encierro y ese era “dice que vive en una jaula”.
¿Y Quizásel viento?
Quizás el viento también está tomado de una línea de un poema. Todos los libros están tomados de la línea de un poema,
que es como que me da la sensación, cuando estoy armando el libro, que ese poema me dice “éste tiene que ser el verso que titule el poemario.”
Condensa todo.
Sí, o que lo expresa así. Sí, me dio siempre esa sensación. Siempre apareció, sin que yo lo buscara, el título. Como cuando uno ve una expresión que está resaltada en un texto, así encontré todos los títulos de mis libros.
¿La noche boca abajo?
También.
Es importante la noche en tu poesía.
Sí. A veces digo que es una poesía bastante oscura y es porque también la noche tiene mucha importancia. Y entre los claros y los oscuros, en la poesía predomina la oscuridad. Y La noche boca abajo está también tomada de uno de los poemas y es una sensación de muchísima soledad. Siempre me pareció que era esa la figura que sobrevolaba todo ese poemario.
Y Dondenadie se atreve vamos un paso más.
Donde nadie se atreve esaúnmásoscuroporqueesunlibroque gira alrededor de las muertes. En el prólogo que escribió Jorge Boccanera, que es muyprofundo y muyhermoso, él rescata profundamente esa expresión. Le da una connotación muy ligada a los desaparecidos. Todas esas muertes que están en el libro también, además de otras muertes, las muertes particulares, las
muertes más cercanas. Por eso digo que es un libro que no trata de la muerte, sino de las muertes.
Tu relación con Cavafis.
Cavafis, un poeta maravilloso. Si alguien que está escuchando esto no lo ha leído nunca, por favor léanlo porque es un poeta maravilloso. Es, según tengo entendido, para los griegos su máximo poeta. En algún momento que leo sus poemas, hay algunas líneas que me impactan y a partir de esas líneas desarrollo unos brevísimos poemas. Son cinco poemas los que quedaron y son muy breves. Y era un poemario que yo no había publicado nunca porque no encajaba con ninguno de mis libros. Siempre busco, cuando construyo un libro, que haya una idea que vaya conectando los poemas. No que todos se refieran a lo mismo, pero sí va apareciendo un ordenamiento, va apareciendo una línea y los poemas de Cavafis no encajaban en ninguno. Iban quedando. Por supuesto que amigos poetas lo conocían, y en una ocasión me llama Lilia Lardone –grandísima, enorme escritora, persona a quien quiero mucho– para decirme que le habían enviado a través de un conocido que tenía una relación con la embajada de Grecia una convocatoria internacional entre poetas que hubieran escrito acerca de Cavafis, poemas de Cavafis, que tomaran sus poesías, yque se iba a hacer una selección internacional. Me dice “mandá tus poemas”, me da todos los datos y yo mando los poemas. Pasaron dos, tres años, yo me olvidé de eso. Porque es distinto cuando uno está esperando, por ejemplo, que se den los resultados de la convocatoria de un concurso, pero yo nunca supe además, que era en Grecia, era tan complicado el tema. Y un día, María Teresa Andruetto, mi querida María Teresa Andruetto, que ha sido con quien hice
talleres de escritura y de corrección, los hice con María Teresa y quedó una relación muy cariñosa con ella. En un momento me dice que Rodolfo Godino, el enormísimo poeta cordobés, enormísimo, le había mostrado un libro que le habían mandado de Grecia,enelque habíacincoargentinosseleccionados. Unoera él, eran cuatro varones, en este momento uno me acuerdo era Luis Benítez y otros dos más. Soy muy ingrata pero no recuerdo el nombre de los otros dos en este momento. Y yo. Entonces María Teresa me dice “nunca me dijiste que habías sido publicada”.Yesquenolosabía,meestoyenterandoenestemomento. María Teresa gestiona con Rodolfo Godino que me mande una fotocopia para ver el libro. Por supuesto que el libro está publicado en griego. Es un librazo enorme y precioso publicado en griego. Yo no leo griego, pero me manda las fotocopias y además me manda el contacto del remitente que a él le envió ese libro porque a mí no me lo habían mandado nunca. Entonces mando sin ninguna esperanza un mail a esa institución, que es una Universidad en Grecia. Me responden inmediatamente y, además, en castellano; yo no hablo griego, entonces no me animaba a escribir en un idioma que no fuera el mío. Me escriben en castellano y me piden una dirección postal a dónde enviarmeellibroymeenvíanellibro.Así violaluzyla página, el poemario Cavafis. Y por eso decido después publicarlo en la antología personal en la que están incluidos todos los libros publicados hasta ese momento y este poemario que no había sido publicado nunca en castellano.
Hablemos un poco de la relación entre la palabra y el silencio.
Creo que en la poesía el silencio es más importante que la palabra. Por eso, me parece, que ahí es donde radica la dificultad
de escribir poesía. Porque cuando uno escribe, está tentado de escribir mucho y en la poesía hay que sugerir, hay que recortar, hay que decir poco para que cada palabra tome la dimensión más amplia que pueda dimensionarse, expresarse. La dimensión más allá. A veces yo tomaba una figura, sobre todo en mis talleres de escritura, porque ¿cuál es la tentación de una persona que escribe? Escribirlo todo, explicarlo todo. Repetir, repetir. Decir “si yo no lo explico, el lector no lo va a entender” y, en realidad, lo que hay que aprender es a decir lo menos posible para que el poema o el cuento crezca en quien lo lee o en quien lo escucha.
Confiar en el lector.
Eso es una buena expresión: confiar en el lector. En realidad, no todas las personas son lectoras de poesía. La poesía exige un entrenamiento que, a lo mejor, otros géneros no lo exigen tanto porque dice menos y tiene que comprenderse más. A veces yo usaba una figura en mis talleres de escritura porque los alumnos que asisten a un taller de escritura tienen esa necesidad de escribir, escribir mucho, explicar mucho “porque si no no lo entienden”. Entonces yo había encontrado una especie de figura en las que les decía: supongamos que nosotros tenemos una cantidad de sentido en lo que queremos decir y que ese sentido se divide en la cantidad de palabras que usamos para decir, entonces cada palabra se nota más debilitada cuántas más sean las palabras. ¿Qué es lo que hay que encontrar? Esa palabra justa que en sí misma englobe la mayor cantidad posible de sentidos. Por eso es tan difícil trabajar con los adjetivos, los adjetivos tienen que ser pocos, mesurarlos. Yo uso pocos adjetivos. Uso pocos.
Paco Urondo decía “la palabra justa”. Calveyra dice “en el sustantivo está el adjetivo”.
Lo dice también Horacio Quiroga en el “Decálogo del perfecto cuentista” que dice algo así como que el sustantivo tiene que ser tan fuerte como para no necesitar adjetivo. No dice exactamente esto, estoy citando de memoria. Pero además es el tema de que uno no puede poner tres adjetivos porque tiene que ser tan fuerte y tan preciso como para no necesitar otro. Borges es un ejemplo increíble de una adjetivación absolutamente original.
“La noche unánime”…
“La noche unánime”, “la lluvia minuciosa”. Esos adjetivos que usa Borges que nosotros decimos “¿cómo se le ocurrió decir que la lluvia es minuciosa?”. Y, sin embargo, cuando nosotros pensamos la lluvia minuciosa, nos está dando una caracterización de la lluvia que sería imposible darla con adjetivos que comúnmente acompañan el sustantivo lluvia.
Graciela, ¿qué desata un poema?
Muchas veces me pregunto eso, porque a veces aparece una palabra. Unapalabra que martilla ytengo la necesidad. Incluso, la registro. Yo escribo a mano las primeras versiones, las correcciones,despuésvoypasandoalacompuinnumerablesarchivos. ¿Por qué innumerables archivos? Porque a veces, en la corrección, llega un momento en que uno se da cuenta de que se alejó de la idea que quería expresar y hay que volver a las anteriores. Entonces, yo achico mucho, corrijo mucho y cuido mucho ese
poema. A veces es una palabra, a veces es una sensación. Entonces, la registro como viene y después cuando va apareciendo de a poco esa pulsión para completarla, la voy volviendo a escribir. Realizo unas podas que no tienen nada de minuciosas como decía Borges de la lluvia. Achico mucho, podo mucho, reconfiguro mucho. A veces me quedan solamente una o dos palabras. Me lleva años. Creo que era Valéry que decía que un poema nunca se termina sino que se abandona, ¿no? (Risas) Y, a veces, uno lo mira varios años después de publicado y hay unapalabraque unodice“hoya estapalabraselasacaría”.Pero, bueno, el poema ya está así. En algún momento me gusta cómo queda yme parece que ya no hayque tocarlo más. Perohayque llegar a ese momento. Es muy difícil, es muy difícil.
Graciela, ¿podés identificar de qué se alimenta tu poesía?
De la vida. A veces son recuerdos o son sensaciones. A veces son elementos materiales como el primer poema que leí que era del algarrobo. Eso es una materialidad absoluta porque además surgió en el momento en que yo tuve en mis manos semillas de algarrobo. Dije “esto es tan conmocionante” que tengo que escribir algo y, bueno, tardé bastante tiempo en escribir. Creo que en los últimos años mi poesía se fue afianzando en algunoselementos más materiales. Coincide, probablemente, conel momento en que yo empiezo a vivir en las Sierras porque hay otro contacto con las cosas del afuera.
La naturaleza. Porque la primera poesía tuya es del adentro.
Totalmente del adentro. Creo que también tiene que ver con otros aspectos de mi vida, los años que han ido pasando, por
supuesto,lassituacionesque hanidopasandoyunacierta miradaquevavolviendosobrelascosasdeunaformadiferente.Creo que eso tiene que ver, profundamente, con el paso del tiempo.
Y Graciela, ¿por qué la poesía y no la prosa o la narrativa? ¿Fuiste tomada por la poesía?
A veces pienso que sí.
Abducida.
Abducida. Gelman dice en un poema “entre tantos oficios ejerzoéstequenoesel mío”.Tieneunartepoética.Siempre suscribí totalmente a ese concepto de Gelman. Cuando leí ese poema dije“estoesloque amí me pasa”.Entonces él dicealgo así como “a este oficio me obligan los pañuelos saludadores…” o sea las cosas del afuera lo obligan a él escribir sobre ellas. Y yo tengo esa sensación que, de entre todas las artes poéticas que leí, esa y la de un maravilloso poeta que se llamó Luis Rosales, son los poemas que… las artes poéticas que más me atravesaron en mi propia arte poética. No escribí una arte poética todavía. Siempredigo“mela debo”,aveces intenté, perohastaahorano lahe hecho. Pero yo creo que hay así como eso. Me gustó eso de haber sido abducido. Como decía Montale “escribo cuando la poesía me visita”. Es hermoso eso, pero además es un cierto destino trágico.Deboescribir, lapoesíallegayyo deboescribir. Somos interpelados. Yo creo que es eso. En la prosa intenté incursionar pero no termino de encontrar mi lenguaje en la prosa.
Graciela, hay quienes afirman que escribimos sobre lo que no logramos hablar, sobre lo que se fue y ya no está ¿compartís esa opinión?
Al escribir también estamos hablando. Lo que se fue también puede ser porque ponerlo en un poema a algo que se fue o a algo que no se tendrá nunca, es un modo de tomarlo entre las manos, de intentar retenerlo. Está presente.
¿Para quién se escribe?
Creo que escribimos para nosotros, como una puesta en marcha de ese destino trágico que no me queda más remedio que escribiresto.Estodealgunamanera lotengo quedecir,lotengo que guardar, me lo tengo que decir, lo tengo que ver escrito. ¿Pero cuándo se completa? Cuando alguien lo recibe. Porque si no, no publicaríamos. Nosotros tenemos esa necesidad, esas ganas y esa intención de que lo que decimos sea compartido por alguien. Y nos sucede muchas veces que alguna persona nos dice“estoes loqueyosiemprequisedecirynunca pude”.Cuando alguien dice eso, nosotros decimos “bueno, este poema se completó”. Es un diálogo con alguien. Nunca sabemos porque hay algo un poco ingrato en la escritura, sobre todo de quienes no somos reconocidos públicamente. Quienes son reconocidos públicamente tienen, probablemente, otra relación con la respuesta del público. Independientemente de que a veces sea sincerayotras vecesseaparafigurar enlafoto,porque esotambién existe. Quienes no tenemos un enorme reconocimiento público, tenemos pequeños reconocimientos privados que no provienen de los escritores casi nunca sino de las personas que leen nuestro escrito, lo que nosotros hemos escrito y nos dicen “esto me conmueve”. Eso me ha pasado muchas veces. Es un cordón plateado que nos une de alguna manera.
¿Y en tu poesía qué predomina,, el sentido, la musicalidad?
Todos los elementos componen el poema, todos. El poema debe tener una musicalidad interna que cuando se escribe con rima, la musicalidad está obligada por la rima y la métrica pero en el poema de verso blanco, el poema no rimado, la musicalidadtambiénexiste. Yesoesposible,incluso, escandirlo, contar los versos, la sonoridad de cada uno de esos versos. Incluso, las rimas internas que hay que tratar de eliminar para que no pesen dentro del poema. Pero el poema tiene, digamos, la poesía como la música tienen una musicalidad. En la música, la musicalidad es totalmente obligada.
Yo no sé, no sé nada de música. Los que escriben y saben música entenderán mucho más de esto. Pero la música es un elementoderelaciones matemáticas, poresocuandoalgunas de esas relaciones se quiebran, desafina, se cae de las melodías. Y enelpoemasucede lomismo.Aveces escuchamospoemas que nos molestan y es porque esa sonoridad interna, esa relación interna entre la métrica y la sonoridad de las palabras está quebrada, entonces hay que buscarla, y esa es uno delos elementos que más se corrige.
Graciela, has hablado de la música pero también hemos visto que has incursionado en la pintura. Y hemos disfrutado lo que hemos visto. Contanos… ¿hay algún puente comunicante entre la poesía y la pintura?
Toda mi vida quise pintar. Creo que todas las personas dicen “yo tengo una asignatura pendiente”, algunos viajar, otros aprender inglés, otros con distintas cosas. Mi asignatura pendiente era la pintura porque nunca tenía tiempo y medios porque hay que
dedicarle tiempo y hay que dedicarle medios también. Hay que comprar, hay que reponer, hay que invertir y, además, hay que aprender.Asícomoseaprendeenlaliteratura,tambiénseaprende en la pintura. Inicié en el 2007 un taller de pintura con quien fue mi primera profe, Luciana Martínez, una artista plástica de Córdoba, con una felicidad absoluta por primera vez encarar la pintura desde una semi-profesionalización, ¿no es cierto? ¿Por qué digo semi-profesionalización? Porque no es lo mismo dibujar o pintar cualquier cosa, que empezar a reconocer algunos aspectos de la teoría, del color, del dibujo, de la proporción. Y, allí arranqué con la pintura y sigo pintando. Ahora estoy haciendo taller de pintura con Laura Sosa Loyola, una hermosa pintora.
Hay una parte luminosa, solar, tuya ahí que es como la otra cara de la poesía. Eso es lo que veíamos…
Esa es una buena observación porque hablábamos antes de la oscuridad que predomina en mi poesía y en la pintura tiene que haber sombras y oscuridades pero tiene que haber luz porque si no hay luz, la sombra tampoco se produce. Entonces uno de los trabajos al que hay que prestarle mucha atención cuando se pinta es a la luz. Todo cuadro tiene que tener un lugar desde donde viene la luz.
La sombra necesita luz.
La sombra necesita luz, sí. Me vienen, en este momento, a la memoria los cuadros de Goya en la época negra, que son oscurísimos. ¿Cómo nos damos cuenta que son oscurísimos? Porque está puesta la luz para mostrar dónde está esa oscuridad que es la que revela el cuadro.
Caravaggio.
Caravaggio, que es el pintor oscuro.
Y la luz que entra así.
Y Sorolla con la luz, pintor de la luz y del mar. Entonces, cada pintor tiene sus características del manejo de la luz y del manejo de la sombra.
Rembrandt.
Rembrandt,también,sí,sí,sí.Laslucesylassombrasdelapintura.
Graciela Di Bussolo nació en Buenos Aires, en 1954. Vive en la localidad de Cabana, provincia de Córdoba. Es Profesora y Licenciada en Ciencias de la Educación. Docente Jubilada de Nivel Medio, Superior, Universitario. Coordina Talleres de Escritura Creativa. Publicó Dice que vive (Ed. Argos, 1998), La noche boca abajo (Editorial Municipal de Córdoba, 1999. Tercer Premio Concurso Nacional “Luis de Tejeda”); Donde nadie se atreve (Temuco, Chile, 2000. Mención Honrosa Concurso Iberoamericano “Neruda 2000”); Territorio de nadie (Ediciones Argos, 2000), Donde nadie se atreve (2a ed. Narvaja Editor, 2003, con prólogo deJorgeBoccanera). Su poemario Kavafis fue publicado en idioma griego, en la Antología Conversando con Kavafis. Antología de poemas kavafianos extranjeros. Instituto del Idioma griego, Thessalónica, Grecia, 2000. En el año 2008publicó Territorios- Antología Personal por Narvaja Editor. Ha participado en diferentes Antologías y en Revistas Literarias –entre ellas Palabra de Poeta, de la ciudad de Córdoba.
Lajoyaestá mucho más adelanteysetienen que vivir ciertas cosas para llegar a eso
Laura García del Castaño
Laura, hablemos de los materiales de tu poesía.
Eso va mutando con el correr del tiempo. Uno que ha tenido la posibilidad de hacer esto desde hace mucho tiempo tiene por ahí la posibilidad de ver cómo las cosas van mutando, transmigrando, pero siempre hayconstantes,estála música, estáel cine. Desdechica,porejemplo,Hans Zimmer,siemprehayunabanda desonidodetrás detodaimagen.Después larealidad queme ha tocado en mi laburo, la funeraria. La Bandada también, el contacto con los otros. Salirme un poco de cierta idea de que los café literarios servían sólo para ir a leer poesía, darse a conocer y después toda esa red de amistades que se dan, tan importante en el sostenimiento de uno como persona que se va dando, que uno lo va descubriendo en el tiempo. La familia también.
Es como que la vida va haciendo su trabajo…
Uno no lo puede decidir, es muy involuntario. Y va cambiando el lugar de la vida.
¿La voz es la misma?
La pulsión y el ímpetu yo creo que están determinados en el carácter y yo soy ansiosa, por lo tanto esa parte siempre ha estado. Por ahí la he trabajado más con los años, a esto de tomar pausas y hacer silencios, que es muy importante, no atorarse
con la idea de la publicación, con la idea de que los poemas están terminados en cierto tiempo. Me ha pasado con el tiempo que uno arma ciertos armazones, es como un orfebre. Luego la joyaestámuchomás adelanteysetienen quevivir ciertas cosas para llegar a eso. Igual con las lecturas. Son como, yo siempre digo, plantás el árbol hoy y te sale la raíz 20 metros después, 3 años después.
Laura, ¿siempre escribiste poesía o has escrito narrativa, relatos?
Sí, pero la parte de narrativa la he tomado con menos seriedad. Ha servido un poco para balancear la parte fúnebre y tomarlo con cierto humor. Ha servido para eso. Son relatos sobre la funeraria. Y son más bien monólogos.
Vos hablabas recién de esa necesidad de publicar. Pero ahí puede haber una trampa, entonces ¿son peligrosos los reconocimientos en la búsqueda constante de la voz?
No está mal alejarse del demonio, ¿eh? Sí, el tema es qué hay después del reconocimiento porque si es el final de todo es como cualquier otra muerte, creo que uno también se paraliza, dejás de crear, dejás de conectarte con otras cosas. Es muy frágil la percepción y si está ocupada por esto, por el ímpetu del reconocimiento es como si se escaparan otras vías, porque llevamuchaenergía caerlebienalosotrosyquetelean oquete reconozcan, ¿se entiende?
¿Ha habido tiempos yermos, tiempos sin escribir?
Sí, es un camino hacia adentro también. A medida que uno expande hacia afuera la mirada, también se reconoce en eso, el
período de silencio es un período necesario de introspección. En toda escritura el silencio también es parte de la escritura. Es otra etapa de la escritura, es una etapa de asimilación, es una etapadeabsorber. Ycadavezsientoqueestamosmás dificultosos a la hora de abstraernos, es muy difícil abstraerse de realidades como éstas en que estamos tan inmersos en redes virtuales, donde la comunicación es tan directa.
Hace falta un espacio de intimidad y el silencio da eso. Ese silencio dignifica.
Además pasa la vida, pasa la vida también. Los silencios también están dados por situaciones que son como cortes en la película.Haycasos queles pasa lo contrario, que en momentosde mucha turbulencia escriben más porque es como una manera deirliberando.Yosoymásdereprimir ydeestarhaciaadentro.
Una poeta nos dijo que ella cuando se sentía bien no podía escribir.
Porque la pulsión del dolor y del sufrimiento es muy placentera también en la poesía.
¿Qué pesa más en tus poemas, Laura, si se puede decir, las imágenes, la musicalidad del poema o el significado de lo que hay escrito?
Uno siempre quiere todo, pero también va por etapas. Primero uno se concentra mucho en la imagen, en eso que te impacta, y loanotásenalgúnlado.Ylamúsica escomoel último toque,es como que uno lima la música al final.
¿Y el significado te interesa?
El significado ya está dentro de la visión. El tema es después trasladar eso, es como pasar de formatos. ¿Viste cuando pasás de formatos de .mpg a .pgn? Bueno, la visión viene en un formatoreducidoyminimizadoyunoloquehaceesexpandir eso.
La imagen es algo que está. Mucho cine atrás.
Ahí es a tientas lo que yo te puedo decir sobre las imágenes, porque hasta uno no se da cuenta. Si hay otra influencia es más inconsciente el de la imagen. Puede venir del cine porque me gusta mucho esto de la fotografía.
Pero tus poemas, aparte de la musicalidad propia, tienen cuando vos los lees toda una sonoridad, una musicalidad en tu voz.
Una cadencia.
En tu poesía hay una relación con el cine y con la música muy fuerte, ¿puede ser?
Sí, es muy fuerte porque ha sido, como dije, desde muy chica esto del cine y de encontrar también. Ahora están como más conocidos, Hans Zimmer, Philip Glass, Rachel Portnam, hay peliculones que a veces me han quedado por la música así como hay poemas que a vos te han quedado por la imagen.
Del minuto 40 de Hans Zimmer…
Del minuto 40 de Hans Zimmer. De la Casa de los Espíritus…
Los animales y las plantas son habitantes de tus poemas.
Son mitologías. Viste que los poetas tienen esas claves para no repetir ideas, entonces ahora está por salir un poemario donde aparece la serpiente y el perro. La serpiente como este monstruo diario de la violencia que sale de nosotros, una serpiente que se entierra en nosotros. Y el perro, esta imagen de la intuición, de la inocencia pura…
De la bondad un poco.
Sí. La taza, por ejemplo, representa cosas a lo largo de los libros y después he querido como ir uniendo.
El cisne también.
Loscisnes.
Hemos tenido la primicia de que se viene el nuevo poemario… ¿Sí Laura?
Sí, es así. Es un poco continuación de unas cosas de El animal no domesticado, bueno, hay una mezcla.
Laura, ¿hay dominio sobre lo que uno escribe y hasta qué punto?
No,note diría quees total esedominio, haycosas quesoninaccesibles y deben ser inaccesibles.
Que es lo que es la poesía…
Sí.Hayunavozdetrásqueesinaccesible.
Pablo del Corro habló, citándolo a Cortázar, de que hay un balbuceo arquetípico, como un canal de eso.
Como un médium. Sí, teniendo algunas más herramientas sobre eso porque yo creo mucho en la elaboración y en el trabajo de la poesía. Si nos quedáramos solamente con lo del médium esmuyarriesgado. Unotieneestaobligación,nosécómodecirlo de otra forma. De laburar, de pulir.
Se nota. En El sueño de Sara Singer pienso que el formato tuyo está muy bien pensado. ¿Podés explicar un poquito el formato?
El formato es como un videojuego, así lo veo. Una primera habitación que va abriendo después otras, a medida que avanzo. Y es distinto porque también se pensó así, pero en la naturaleza de los poemas siempre hay algo que no lo manejamos, la inspiración o lo que nos mortifica, eso que vuelve continuamente… No podemos escapar de eso.
La poeta Anne Talvaz, francesa, dice que escribimos sobre lo que no logramos decir o no podemos hablar.
Si hablamos de lo queremos, a veces puede resultar algo postizo. O algunas poesías que uno siente que es como si vinieran de otro lugar.
Laura, ¿notás alguna diferencia entre la poesía escrita por las mujeres y la poesía escrita por hombres o no?
No. Sí voy a decir que por ejemplo en Córdoba siento que las poetas mujeres me llegan mucho más, tienen otra profundidad y otra cadencia.
Pero fuera de eso, yo creo que hay poesía o no hay poesía. Escrita por hombre o por mujer.
Eso ha significado más una cuestión de que a la mujer antes no se le permitía salir al mundo y tenía una mirada más cerrada.
Pero una vez que adquirió esa posibilidad, estamos iguales.
Yo creo que la mujer habla más de la herida, no le huye. Refiriéndose a la poesía, Emily Dickinson dice “no es precisamente saber, no es precisamente no saber”.
Unamezcla. Eslo quetedecía, hayunapartequenosedebetocar, que es la que viene inaccesible y hay otra parte del trabajo. Pero siempre estamos a tientas, esa es la idea.
Es tan pobre la poesía, ahí está la riqueza yo creo. Entonces va tomando de todo.
En distintas etapas de tu vida, por eso te digo, al principio yo tenía mucha influencia de la música y por ejemplo ahora yo estoy con mucha influencia de las plantas que en la contemplación y en la convivencia diaria te da otro sentido, te da otros significados. Igual con el trabajo en la funeraria, de todo te vas nutriendo…
Hay en dos de tus libros, La vida que sueñas y El sueño de Sara Singer, la palabra “sueño”.
Hay una trilogía. Empiezo hablando del sueño, luego de la muerte y la transmigración sería Sara Singer. Como este círculo que uno va haciendo, los que creemos que no quedamos en esto, que hay una cosa espiritual que viaja.
Y el poemario próximo, ¿tiene alguna temática?
Es de todo un poco, está muy atravesado por lo inminente de esto, de la realidad.
Laura Garcíadel Castaño, nacióen Córdoba, el17deoctubrede1979.Hapublicado Orquídeas, lágrimas y sangre (1996), He hablado con el olvido (1997), Desde mi alba (1998), El Grito (edición deautor, 2004), La vida en que sueñas (Recovecos, 2012), El animal no domesticado (Pan comido, 2014), El sueño de Sara Singer (Llantodemudo, 2014, y Caleta Oliva, 2017), Los demonios del mar (Dock, 2015) y Sangre del día, (Años Luz, 2018). Publica en el blog: www. lapalabrasembrada.blogspot.com)
La poesía es develación
CarlosGarro Aguilar
Carlos, en tu blog has dicho “el acto de poetizar es develar”, hablanos un poco de eso.
La mayoría de los poetas habla como si el acto poético, el acto de recibir la palabra fuera una cosa queserevela.Y yo creoque no. Con mi formación filosófica, seguramente porque vengo de alguna manera formado en muchos conceptos que son de índolemetafísica, perocreo que la poesíaes develación. ¿Por qué es develación? Porquela filosofía, como la poesía enese sentido creo que son hermanas, proviene de un descorrer los velos, uno descorre los velos de la realidad que siempre está enmascarada y atrás del último velo aparece a veces la primera palabra de la poesía. Por eso creo que poetizar es develar, correr los velos, limpiar.Yocreo queatrás,cada díadenuestravida, contieneen el fondo y atrás de los velos de la realidad un poema que siempre nos está esperando, pero depende de nuestra sensibilidad también el poder llegar a ese poema que siempre aguarda atrás de los velos, de los ruidos, de las torpezas, de la cosa desagradable que también tiene la vida cotidiana. Saber llegar estoda una tarea que hemos aprendido a lo largo de los años y no siempre logramos develar ese poema. Pero la poesía, la actitud poética, la tarea poética es develar.
¿De dónde abreva tu poesía?
De la vida cotidiana, de todos los días, de observar el mundo, mi quehacer cotidianoenmi casa,enlaciudad,conlosamigos,
con ustedes ahora, de ahí se nutre. Pero también uno a veces va por la ciudad. Está dando clases, va a hacer compras y aparece un suceso que uno ve, sucesos humanos que ocurren en las calles, y nos va quedando siempre una idea de lo que vimos y que en la noche, ¿no?, en la noche cuando ya todo ha pasado, se aquieta todo, y empieza uno a hacer una pequeña síntesis de algunos sucesos que nos impresionaron y que vivimos. Pero seguramente también es eco, la poesía también son ecos de recuerdos, la memoria es muy fuerte en mi poesía. Seguramente está presente siempre la muerte, porque la muerte es una sombra que siempre está acechando la vida cotidiana, la vida de la humanidad, la vida del hombre. Creo que la presencia de la muerte es fuerte en mi poesía porque yo creo que el poeta cuando se encuentra a la muerte tiene que enfrentarla, analizarla, pasar luego de sufrir realmente un encuentro, un abrazo muy fuerte con ese tema, para poder después seguir pariendo una poesía más fuerte, y más original. No se puede poetizar sin haber contestado antes, sin haber analizado antes la sombra de la muerte.
Escuchándote recién, pensaba en el título de este libro El esplendor y el abismo, quizás tenga que ver algo con eso.
Tiene todo que ver, el esplendor es el amor, el esplendor es la naturaleza hermosa que nos da toda su belleza y su magia, y su misterio.Elesplendor eslavidaennuestra familiaconnuestros hijos, el esplendor fundamentalmente es todo lo luminoso de la vida del hombre, que son tantascosas. Centralmente el amor, el esplendoreslabelleza, las obrasde arte,la amistad, el esplendor es la amistad. Y el abismo, es la muerte, yo no creo en el espíritu, no creo en Dios, les cuento. No creo en el alma, creo que el
hombre es materia, y que el amor, los sentimientos, la poesía y todas las improvisaciones estéticas del hombre, son una decantación energética del cuerpo humano. Todo está para mí en el cuerpo, y todo viene del cuerpo. Hemos tenido grandes discusiones con mucha gente y muchos amigos con esto, pero los respeto a ellos y creo que aquellos que creen en un dios y que tienen una religión en la cual se amparan, de alguna manera son privilegiados. Porque siempre para ellos va a haber una cuota de esperanza, más allá de esta vida. Yo no creo en otra vida, creo que somos tierra. Somos el cuerpo, este cuerpo va a ir a la tierra, en esa tierra se hará polvo cósmico, que se hará nuevos planetas, nuevas galaxias de acá a millones de años. Somos eso nada más, por eso hay que vivir haciendo. Hacer el mandato que la vida nos ha señalado para hacer, ser solidario con la gente, cultivar el amor, la amistad, como estoy cultivando con ustedes la amistad, la belleza, y la poesía en este momento.
En tu último libro, veo que está relacionado con la naturaleza, el amor, también con el deseo...
El deseo es en mi poesía una cosa absolutamente central. El deseoestá totalmente relacionado conla vida,con el esplendor, como la muerte con el abismo y están todos unidos. Pero creo que el deseo es el motor que nos mueve a conseguir cosas, a amar a la gente, a amar a las mujeres nuestras, a amar a nuestros hijos. Pero el deseo, sobre todo, es esa necesidad de lograr nuevas cosas, de buscar nuevas cosas en el mundo, y creo que ahí se decide. Yo lo asocio por supuesto muy fuertemente con la imaginación, la imaginación es para mí también un centro de mi poesía como el deseo. Como una llave que abre, que va
golpeando puertas, que va penetrando en el futuro con todas las herramientas del presente, del pasado, buscando siempre nuevos horizontes, nuevas cosas. El hombre creo que nunca va a estar satisfecho de lo que hace, porque en el fondo el hombre está abierto a una inmensidad, que para los cristianos es la inmensidad divina. Yo creo que la inmensidad nuestra es la inmensidad de todo lo nuevo que está por atrás del misterio de las cosas. Y bueno, nosotros queremos saber, queremos agotar todo ese infinito que es nuestra existencia. Una sed que no se sacia es lo que moviliza el deseo, el motor ese del deseo.
¿Hay alguna relación entre la poesía y la música?
En mi caso la poesía es hija de la música; la música está naturalmente presente en la palabra, en la poesía, están totalmente intrínsecas. Basta para eso simplemente ver en nuestros tangos y en nuestros folclores todos los poemas... Las letras de los tangos,lasletrasdelaszambas,ydelas otrascanciones defolclore que están totalmente impregnadas de música. Está unida a la música. La poesía es música también. Y la música es poesía. Hay un abrazo muy íntimo entre las dos.
¿Pensás que la poesía debe tender a la belleza?
En mi caso personal, sí. No toda la gente que yo conozco se pone, o pone como centro de su poesía la belleza, en mi caso sí. En mi caso trato de cuidar la palabra, trato de que la palabra suene como una resonancia totalmente armónica, busco la belleza, creo en ella. Pero por supuesto, también paralelamente el poeta no tiene que refugiarse y tener como meta únicamente labellezaporquelabellezatambiéntiendeavecessustrampas,
a veces nos aísla o nos encierra en un recinto que a veces se vuelve totalmente ególatra, totalmente de una fruición estética. Busco la belleza, creo en ella...
Sos licenciado en filosofía. La filosofía está siempre con las preguntas.
En mi caso yo creo que todas mis lecturas filosóficas emergen, aparecen en muchos de mis poemas, y creo que hay una total fraternidad entre poesía y filosofía. Creo, como les decía recién, en que la poesía es develación, y la develación es una tarea que se propone todo poeta que busca de esa manera las voces que están ocultas atrás de la realidad. Y es también la tarea de la metafísica. O sea, el filosofar es de alguna manera develar, y develar es también poetizar. Creo eso.
¿No hay un mundo de un lado y poesía separada de la vida?
No, por supuesto que no, yo creo que la poesía para ser auténtica tiene que partir del hombre, tiene que partir de sus emociones, de sus sufrimientos, de sus sueños, de sus fracasos. La poesía es, y tiene que tener el olor y el color del hombre y de la humanidad. No creo en una poesía idealista que trata de buscar mundos inexistentes o demasiado ideales, no. Creo en la poesía que nace del corazón del hombre. Del corazón del hombre nace la poesía, sí. Nada más humano que ella.
Carlos, yendo al proceso creativo, y la corrección, ¿cómo es en tu caso?
Trato de podar, sí, cuando uno termina de escribir un poema, a veces tenemos la suerte de que ese poema medio como que
salió casi, casi, sin necesidad deser corregido. Pero corrijo, trabajo, creo que hay que trabajar la poesía, hay que pulirla, y yo lo hago. De todos modos, a veces también tenemos poemas que no nosconforman,poemas que inclusohemospublicado,ydespués nos hacemos la crítica con los años. En realidad, la crítica para corregir, para perfeccionar un poema nunca termina, pero los poemas en algún momento tienen que caer en la gente, tienen que salir al mundo, pero sí, creo que la corrección es importante. Sí la palabra corregida, la palabra pulida, es también la que aporta no sólo armonía y belleza sino también nos presenta un frutorealmenteponderable.Yohetenidocharlasmuylindas con Alejandro Nicotra, un poeta de mis pagos de Villa Dolores, yo soy de allá. Alejandro me decía siempre, sobre la necesidad de trabajar,depulir el idioma, peroademás me decíaél “dejáqueel poema venga a tu cabeza... Cuando él se dibuje o esté prácticamentedibujado,reciénpasaloal papel,nolopasesal papel antes detiempo,dejáloqueél seesfuercetambién,queél venga”…Por supuesto hay que estar abierto con nuestra sensibilidad a que el poema aterrice en nosotros, llegue a nosotros. No se puede escribir poemas todos los días, no se puede uno sentar, otros sí lo hacen,aescribirpoesía,así,comoescribir unanovelaouncuento. No en mi caso. Llegan momentos en que la palabra aparece, y uno por lo general tiene que estar preparado. Pero hay meses, años en los que no escribimos nada o muy poco. Hay semanas que escribimos mucho, hay años o meses en que estamos mucho máscreativosqueenotrosperiodosdetiempo.Lapoesíaesuna amante caprichosa. Creo que lo único que tenemos que hacer nosotros es ser buenos amantes con ella. O sea, estar preparado siempre a que llegue, y que cuando llega por lo general a veces imprevistamente, tener ese don de acogerla, de recibirla, porque no siempre viene. Es esquiva por ahí.
Se ha dicho que siempre que se escribe se lo hace por primera vez.
Tal vez. No sé si todos los poemas, uno siente esa sensación de estar escribiendo por primera vez. Pero por lo general, cuando llegan las primeras palabras de un poema, uno siempre está teniendo mucha experiencia dando vuelta adentro, pero por otro lado con mucha inocencia y con mucha fragilidad. Entonces, no es fácil recibir un poema con toda una parafernalia de recursos ypasarenlimpiorápidamente, no. Hay, creoque necesario, un resto de inocencia, de ingenuidad para que esa palabra aparezca en nosotros con mucha frescura. Con mucha inocencia. Hay que dejarla que aterrice suavemente, no maltratarla, no es fácil esa tarea.
La poesía en las redes sociales, ¿qué pensás?, ¿qué mirada tenés, Carlos, de eso?
Creo, yo creo que internet, y el mundo que tenemos todos, ustedes, yo, los poetas que escribimos, los artistas en general, ese mundo en el cual nos internamos de internet es rico, es positivo. Por supuesto también en las computadoras aparece mucho material desagradable, mucha mediocridad, pero creo que es importante... Creo que internet nos comunica, que la palabra ha alcanzado una universalidad mucho más alta, mucho más extensa que antes que apareciera este tema de internet, de la computadora. Para mi es útil, es importante. Es una tribu que se está comunicando, somos una gran tribu que crece y bueno, nos alimentamos cada uno de otro. Creo que nos comunicamos, que nos hermanamos con mucha gente de otros países de otras provincias y eso es bueno.
Recién dijiste que la poesía necesita su tiempo, pero en tu vida poética ha habido tiempos yermos.
Sí, seguro, es como les decía recién. Entre dos libros míos ha habido más o menos casi unos diez años. Y en ese periodo de tiempo, ¿qué pasa?, lo que les pasa a todos los poetas, lo que le pasa a todos los artistas, o sea, son los años que ponemos nuestra energía en buscar un buen trabajo, en de alguna manera luchar por sostenernos por lograr tener una situación económica mejor, un nivel de vida mejor. También porque de alguna manera estamos en una lucha con la realidad, con el mundo, que es ardua. Eso a veces nos aleja de ese estado poéticoideal que es necesario tener para la poesía. Por supuesto hay gente que aun en el medio de ese batallar cotidiano produce lo mismo. En mi caso esos fueron años de mucha lucha de mucho alejarme por las necesidades económicas, laborales. Pero también paralelamente, fueron años donde leía. Y esas lecturas de alguna manera se fueron sedimentando, fueron preparando un terreno del cual iban a aflorar después los futuros poemas.
Carlos Garro Aguilar nació en El Fortín, Córdoba, en 1948. Es Licenciado en Filosofía y ejerce la docencia en la ciudad de Córdoba. Publicó numerosos poemas en ediciones colectivas y su obra integra antologías nacionales y provinciales.
Hapublicado: Las Voces Incesantes (Editorial Raíz yPalabra, 1984), Las Máscaras y el Alba (Editorial Alción, 1987), Puertas (Narvaja editor, 1997), Octubre interior (Narvaja editor, 2003), Mi Voz Busca en el Aire la Palabra (Editorial Argos, 2003), Cannabis (Narvaja Editor, 2006), Fervor del día, Aura de la Noche (Editorial Babel, 2007), Límpido árbol de tu nombre (Editorial Babel, 2011), El esplendor y el abismo (Narvaja editor, 2014) y Luaba de la lluvia (Narvaja Editor, 2017).
Ha recibido numerosos premios nacionales y provinciales. Integró el Jurado para Autores Inéditos del Concurso Provincial de Poesía organizado por la Agencia Córdoba Cultura. Premio Publicación del concurso de sonetos Plaza de los Poetas “José Pedroni”, 1982. Primer Premio en el Certamen de Poesía de Villa Constitución, 1982. Premio Publicación en el concurso de Poesía “Homenaje a Romilio Ribero”, Municipalidad de Córdoba, 1985. Primer Premio Regional, del Concurso nacional de Poesía de Editorial Alfa, 1986. Segundo premio del certamen de Poesía Alfredo Cahn, Municipalidad de Río Ceballos, 1985. Mención Especial otorgada en 1996 por el centro Yukio Mishima de Capital Federal.
Es un activo organizador de Ciclos de lecturas poéticas en la ciudad de Córdoba. Actualmente lleva adelante un ciclo en el auditorio de la Facultad de Lenguas de la UNC, junto a Hernán Jaeggi. Integró el reconocido grupo Raíz yPalabra, junto al mencionado Jaeggi, César Vargas, Eugenia Cabral ySusana Arévalo. Participó de varias publicaciones colectivas como las carpetas Bajo el Signo del Gato (1986), Homenaje a Jorge Luis Borges (1987), Los Pasajeros del Arca (1989). EsdirectorjuntoaHernánJaeggi delarevista Palabras de Poeta
Elpoeta es un hombredehonduras
OsvaldoGuevara
Osvaldo, usted afirmó que el poeta debe ser emisario de lo humano. ¿Podría extenderse un poco sobre esa afirmación?
Lo que he dicho se aplica fundamentalmente a mi concepción personal de la literatura, lo que no significa que sea una norma de exigenciaabsoluta paraquienesescribendeotramanera.Entiendoqueel poetaesuncelebrantedelavidaaúnconsus tristezasy susangustiasquenolefaltan,consusensibilidad.Tambiéndebe ocuparse de la situación social de los que menos tienen, dejemos de lado cualquier etiqueta partidista o ideológica, se trata de una cuestión de solidaridad humana. Una zona de nuestra producción (espontáneamente, no porque nos propongamos) debe también recoger esas inquietudes propias del momento histórico que se está viviendo y de las circunstancias socioeconómicas por las que atraviesan muchísimas personas, aunque se diga que la pobreza va disminuyendo, creo que eso es una estadística mentirosa, creo que hay muchos pobres y va a seguir habiéndolos y creo que es nuestro deber ocuparnos de aquellos que no tienen voz o que si tienen voz, es inaudible. Mi actitud no es fanática, no es dogmática y tampoco traza una fórmula de medida del colega. Entiendo que la poesía debe estar vinculada al otro. Uno se enriquece cuando comienza a existir el otro.
Claro, una poesía de hombre para los hombres, decía usted, ¿no?
Exactamente, usted lo ha definido muybien.
¿O sea que hay una relación entre la poesía y la vida?
Total, total. Generalmente el poeta es, o ha sido, un poco escapista de la vida. Creaba mundos fabulosos o realidades seleccionadas por él, por su imaginación. Pero yo creo que la vida debe en plenitud integrarse en nosotros y de ahí brotar en canto. Como ejemplo de estas actitudes escapistas hayun movimiento que me llega muy de cerca porque yo lo practiqué con mi poesía, porque lo estudié, que es el modernismo, que casualmente se refugiaba confrecuenciaen el pasado o encivilizaciones exóticas para establecer una visión de la vida que tal vez metafórica o simbólicamente fuera la del hombre de carne y hueso, pero que no mencionaba de manera explícita y frontal a ese hombre de carne y hueso.
Claro, la importancia del silencio en la poesía. ¿Usted le ve relevancia al silencio?
Le agradecería que me aclarara un poco más el significado que usted le da al vocablo “silencio”.
Sí, hace falta que haya un silencio que preceda a la poesía y un silencio que después de la poesía exista también, ¿no?
No sería mi caso o no me he detenido a contemplar ese aspecto de la escritura. No, yo creo que cuando, yesto es muypersonal, tampoco sienta algún recetario general, o no intenta eso, que cuando yo de pronto siento en el corazón y en los labios una frase, un término, una expresión que tiene un valor literario, lo tomo como punto de partida tratando de mantener el nivel de eso que brotó espontáneamente y que a veces puede ser un
hallazgo,unhallazgoexcepcional, quesesingulariza por suvalor en sí. El trabajo reside en mantener el resto de lo que ya se escribe en un acto volitivo a ese mismo nivel.
Claro, como mantener la temperatura interior.
Exactamente, estimado amigo, más que nada juzgo que si algo sehalogrado es porlapaciencia decorrector,deautocorrector. El poema en bruto puede estar lleno de hallazgos, de destellos, pero siempre requiere una segunda visión más tranquila, más crítica, más reposada, más aguda para que, rompiendo esa tendencia a enamorarnos del propio texto que tenemos los autores, sepamos verle sus falencias y tratemos (ojalá que con éxito) de solucionarlos.
Alberto Girri, que tiene meditaciones sobre la poesía realmente muy ricas, dice que: “El poema debe ir creciendo y el poeta se debe ir retirando”. Un poco quizás eso es, trabajar para que ese ser que nació sea él e ir limpiando un poco, ¿no?
Entiendoque latareadelimpiezaesinevitable ynocreoquehaya habido poetas que no corrigieran. Incluso basta ver los originales de Martín Fierro deJoséHernándezquepareceuna largapayada espontánea y hay muchísimos retoques de la mano del autor. Podríamos ver cualquier otro texto en su versión primigenia cuando fue escrito a mano, tiene todavía los temblores que lo han agitado al poeta y vamos a ver que después ese texto completo de correcciones. No sé, discúlpeme si soy muyextenso…
Al contrario, vamos muy bien. ¿El poema suelta al poeta o el poeta suelta al poema?
Eso es un problema que a veces el poeta no resuelve con felicidad. Cuando el poema dice basta y él quiere seguir agregando más versos, más hallazgos, si ha tenido la suerte de lograr hallazgos ya en lo que ha brotado hasta ese momento. En ese caso yo creo que lo mejor es respetar (y ahí vendría bien la palabra silencio, bien empleado) el silencio a que se llama el poema. El poema se llama a silencio y entonces uno no debe insistir. Hay una expresión memorable de Juan Ramón Jiménez: “No la toquéis ya más, que así es la rosa”. Es decir, deja la rosa que has nombrado como tal, no retoques más, porque ya la puedes echar a perder. La puedes hacer repetitiva.
Clarísimo. ¿Todo puede ser material para un poema?
Depende de cómo llegue a ese hombre el poema. Hombre que está viviendola vida inevitablemente contodo lo que la vida da y quita y que se siente tocado por la vida y a veces un giro por ella y en ese caso, lo importante es que el poeta cuando siente que algo se asomaba a él para quedarse, que lo retenga y sea digno de eso que le llegó, tal vez a través de una cierta magia misteriosa, mantenga su presunto nivel de excelencia.
¿Es un hecho espiritual el poema, Osvaldo?
Fundamentalmente. Yocreoque si el poetaescribiera solamente con su carne, tendríamos muy buenos poemas eróticos. Pero los otros que rasgan las coberturas de que puede estar cubierta cualquier manifestación de la vida, eso, esa sagacidad para penetrar en los intersticios de la realidad sea… el pájaro sentado en el cable, una mujer que pasa o un ciego mendigando… leer más allá de esa apariencia, tener la sagacidad de penetrar. Pero
todo esto lo digo yo muy suelto de cuerpo, la verdad es que cuando uno está en medio del poema se angustia, se preocupa, se equivoca. Se pone de mal humor, va y vuelve, está como esa ama de casa que ha dejado algo calentándose y quiere volver rápido porque teme que eso que ha dejado se ha derramado y se ha perdido porque no previó ella el tiempo adecuado que debía dedicarle.
Seguro. Usted afirmó en una oportunidad que en su trabajo creativo busca la simplicidad, nunca la simpleza.
Qué buena pregunta esa. El poeta es un hombre de honduras y naturalmente cuando recrea su interior y lo refleja con verdad y belleza, esa hondura puederesultar hermética para el lector. No todos los que leen son típicos literarios o licenciados en letra o poetas que pueden inferir como poetas; hay gente que no tiene una preparación previa para acceder al poema con una visión totalizadora o relativamente penetrante de lo que el poema dice y, yo pienso también en ese lector. Entonces en mi caso, tratando de no perder hondura ni singularidad expresiva, dentro de la sencillez expresiva a través de la cual yo busco la belleza, que ese poema resulte accesible. Pero cuidado, que la búsqueda de claridad no signifique una pérdida de calidad.
Es un equilibrio. Ni tan claro, ni tan oscuro. Es como un trasvasamiento, hay como un trabajo arduo.
De todas maneras cuando el poema suena un poco retórico porque uno está haciéndose de su información y de sus lecturas, algo indica que eso podrá ser un acierto pero que no es algo esencial. Algo esencial hablando en términos espirituales,
las palabras que usted tan oportunamente trajo a colación. La realidad del poeta es como una manifestación espiritual.
¿Usted, Osvaldo, tiende a la concentración o a la expansión en su escritura?
A la concentración. Ahora, antes no, tengo poemas larguísimos y creo que son inoperantes porque la misma lectura del poema al oyente, si es largo, termina por hacerle perder interés. No se puede mantener esa sagacidad, esa capacidad de penetración como oyente o como lector de un poema de otro, de manera sostenida y permanente si es un poema largo. Yo tengo suerte, y eso también es un hecho de azar fortuito o alguna musa que se apiadó de mi valimiento lírico, tengo un poema largo pero que ha tenido suerte, parece que ha logrado mantener su nivel.
Es la “Oda al sapo”.
La “Oda al sapo”. ¿Recuerda más o menos cuántos años hace de esto?
Fue publicado en el 60, pero venía de mucho antes. Fue publicadocuandoconseguí publicarlo,logré publicarloatravés dela revista Laurel, un ícono en la cultura de Córdoba, que dirigía Alberto Díaz Bagú. Él lo publicó, como simplemente un cuaderno, no era un libro, no tenía la entidad física de un libro. Y se llamó esa publicación Oda al sapo y cuatro sonetos, eso fue todo. De los sonetos, de los cuatro, dos han sobrevivido porque tenían en sí también, dentro de la inexperiencia mía hasta entonces, tenían ya logros que le daban cierta expectativa de perdurabilidad y el poema del sapo que puede ser, en algunos momentos desparejo o faltode esatensión que se requiere para
mantener en alto la ofrenda, yo creo que dentro de todo, en general salva su pretendida altura expresiva.
Claro, el juez de los poemas es el tiempo. El tiempo es el que va a decir cuál poema perdura. Por ahí a esta gente joven que quiere en seguida publicar rápido, también decirle “dale tiempo al poema”, porque va a necesitar más tiempo todavía. Por ahí hay urgencias en la gente actual.
Sí, sobre todo que ahora ya se exime al autor de tener un conocimiento del idioma, de tener una cierta formación gramatical incluso y entonces el poeta se siente como en un terreno sin alambrados, sin límites y escribe a veces lo que le viene en mente y…
Un espontaneísmo.
Exactamente, que puede ser peligroso; quizás por una espontaneidad se logra una perla pero generalmente creo que hay que transpirar, no solamente respirarlo al poema, sentirlo como una respiración que brota desde lo más hondo del ser sino también que hay que transpirar y después pulir. Con la lima puliendo, mejorando en lo posible ese producto para que forje forma y sea una unidad indisoluble.
¿Qué pesa más en su poesía? ¿El sentido, el significado o la sonoridad, la musicalidad?
En mi juventud pesaba más la sonoridad, la musicalidad, el impacto, la impresión queyo producíaen el otro. Soymuy sensible alsonidoaveces onomatopéyicoqueproducenciertasletrasya mí me fascina la “U” por ejemplo.
Uvitas del campo.
Sí. Me fascina la “U,” las “L”, son levísimas, son alas de libélula. Y ahí he estado empleando “L” sin querer. Entonces yo he sentido esa… paquetería o esa coquetería de impresionar al otro a través del sonido,pero después vinoel sentido yahí sí sentí que estaba en el verdadero camino.
Pero queda abajo también ese sonido.
Ah no, queda lo otro porque nos estamos olvidando de un invitado de honor de la cobertura de la poesía. Aún de la más trabajada, de la más cerebral. Aún la poesía como la de Valéry hecha con unas unidades de medida absolutas. Aún esa poesía no puede evitar que se infiltre el inconsciente, ese gran sótano en que se va depositando todo lo que nosotros somos, lo que decimos, lo que pensamos y que está en nosotros y que aflora a veces cuando menos lo hemos esperado y que a veces nos traiciona, nos hace decir lo que no queríamos decir.
Nos traiciona para bien.
Exactamente. Un amigo, Juan Otero Pizarro, que se jubiló como magistrado, me decía que cuando él estaba con una dama ciertas palabrasqueella elegíaensuconversación,onoelegía estaban dictadas por el inconsciente. Entonces esa dama empleaba palabras como: “Habitación”, “puerta”, “cama”. Él consideraba que el subconsciente la estaba delatando.
Claro, se entiende, se entiende. Y un poco por eso es como que no se tiene un absoluto control de lo que escribe uno y está bueno que eso sea.
Sí.Usteddijoque,nosésile entendí mal,queenciertomodoel poeta pudiera seleccionar los poemas que van a perdurar, porque tenemos esa pretensión, que el poema sigue hablando. Tenemosesavanidad post mortem,yomemueroperoel poemava aseguir nombrando. Nomevoya morir del todo.Aunque yo ya no lo voy a poder disfrutar, no es que no creo en otra vida, pero no voy a poder volver a ese poema con vanidad para decir “Ah, como gusta”. Pero aún así creo que lo que uno selecciona como mejor “Ah, este va a quedar”, a lo mejor no se cumple la realidad, lo que menos usted pensó, perdura. Ya no podemos hacer una selección post mortem. Es mi creencia, “Sí, yo creo mucho en este poema”, “Este poema me ha dado mucha satisfacción, lo noto más logrado que otro”. Y a lo mejor es el que primero es devorado por esas fauces siempre hambrientas del olvido.
Seguro. ¿Qué valor le da a la emoción en el poema?
Un valor peligroso. No debemos dejar que nos deporte, que se adueñe ella del poema, quitándonos a nosotros el dominio artístico de esa herramienta inefable que es la palabra. Que tengamos control de la palabra y que las emociones no nos lleven demasiado lejos porque el poema puede ser muy emocional, pero poco poético.
¿Qué valor le asigna usted, Osvaldo, a los talleres literarios?
Depende de quiénes lo dictan y de quiénes asistan. Yo he conocido gente que no tenía ni conocimientos, ni didáctica, ni jerarquía en lo que producía por su propia cuenta como para guiar a otros. Y muy sueltos de cuerpo, tenían un taller y cobraban
bien. Entonces yo creo que antes que nada si va a dictar un taller,debeconsiderar queposeeloselementosqueal otrolepuedan ser útiles, le puedan ser de provecho. Saber qué enseñarles, qué corregirles, qué respetarles. Eso sí, que el poeta, escritor o cualquier persona que quiera conducir un taller considere qué puede dar, qué puede ayudar a mejorar al poeta, o al cuentista, escritor en general. O sino que se dedique a ganar dinero de otra forma. Y ni gratis lo dicte.
Claro, porque por ahí hasta puede hacer daño.
Y claro. Y el que asiste también, si cree que va a escribir como Gelman, porque Gelman dictó un taller, yo creo que se equivoca, pobre. Gelman es Gelman y realizó un camino para llegar a eso y no dos sesiones de taller. Requiere deuna búsqueda consciente de las limitaciones y una atenta observación de lo que le dice el que se supone que está capacitado para enseñarle.
Realmente. Estamos en un mundo en el que todo se compra y se vende y ahí se intenta poner la poesía.
Sí. Hay poesías hechas por robots incluso. ¡Y pueden tener aciertos!, pero si falta el hombre esa poesía es una poesía, digamos metálica.
Totalmente, que buena expresión Osvaldo.
Falta el temblor, el aroma de la piel humana.
¿Qué le diría a alguien que está dando sus primeros pasos en la poesía?
Que lea. Que lea mucho. Al principio va a repetir su lectura, involuntariamente, inocentemente, va a plagiar. Pero después eso entra como un capital que queda en el lector, y un buen día, asoma. Transfigurado por su personalidad, transformado eso (de modo que no parezca plagio). Transformar esa lectura, transformar esa base, transformar ese conocimiento a través de la propia alma del propio espíritu del que escribe, como un sustrato. Se va mejorando por dentro y cuando se ve, se va mejorando en el gusto, en la capacidad de selección y después que esa mejoría sea personalizada. Ya hecha individual, ya hecha personal pasa a beneficiar al propio poeta.
Sí, Borges decía que él era mucho mejor lector que escritor. Con su sagacidad, su ironía.
Sí, valga como frase ingeniosa. Nosotros preferimos al Borges escritor que al Borges de las vastas lecturas.
Por ahí hacía como una ostentación un poco de eso.
Es curioso, rastreando la prosa de Borges, como emplea mucho el adjetivo “vasto”, la palabra “vasta”. La idea de cantidad, porque la división de él era vasta. Lo que perdura de él es la capacidad de trabajar esa vastedad y reducirla a quinta esencia.
Osvaldo Guevara. Río Cuarto, 1931. Radicado en Villa Dolores desde 1976. Tienepublicados13 librosdepoesía y narrativa, entre ellos: Oda al sapo (1960), La sangre en armas (1962), Los zapatos de asfalto (1967), Solo sonetos (1990), Primera persona (1994).
Reivindicaratravésdelapalabra
Christian Hertel
Christian, en primer lugar, vamos a hablar sobre la literatura, la poesía, también la situación actual, quería nos digas dos palabritas en relación al título de tus libros, Los restos permanentes y La erosión.
Los restos permanentes eselprimer libro,el procesodeeselibro fue haber escrito muchos poemas sin intención de libro y llegado un momento había un hilo común, de ahí fui trabajando hasta que quedaron la cantidad de poemas que representan al libro y me di cuenta que los temas que por ahí había tocado, queriendo o sin querer en el libro, hablaba de esas cosas que aparentemente son desechos insignificantes, restos, pero que tenían una presencia en la vida cotidiana mía permanente. Por ahí son poemas que representan esas cosas que a veces parecen insignificantes pero que terminan siendo lo que nos constituye.
Como el sedimento que hay debajo, donde abreva quizás el ser…
Exacto.Bueno eneselibrohayalgúnpoema sobre unrecuerdo, hay algún poema sobre alguna situación en la infancia.
El cementerio, la ida a pescar.
Sí, detalles, como te digo, que pueden parecer insignificantes o minucias, pero que habían ganado un protagonismo en lo que yo venía escribiendo, de ahí viene el título.
¿Y Laerosión?
Fue un libro complicado de escribir, a diferencia del primero este fue saliendo un poema atrás del otro en una situación muy particular de mi vida. La erosión es un poemario que habla sobreel amoryaveces sucedeque el amor sufreun desgaste invisible, similar a los que la piedra sufre con los embates del agua, entonces de ahí viene ese título.
Bien, bien. Christian, los materiales de tu poesía, ¿los podés identificar?
Yo creo que todos escribimos un poco de lo mismo, yo no creo que haya temas muy nuevos. A mí me preocupa mucho el tiempo, la muerte, el amor, los vínculos, recuerdos. Creo que viene por ahí pero incluso yo lo que si tengo una certeza es que nunca me ha pasado de querer hablar de un tema, sino que el tema me interpela por algún motivo, a veces es una imagen, a veces un recuerdo, a veces es escuchar que alguien dice algo y despierta una intención de escritura.
González Tuñón dice “contemple el mundo” y cuando dice contemple el mundo no solamente se refiere al mundo circundante, sino también… Un poeta ha dicho “escribimos sobre lo que no podemos decir”, ¿qué pensás de eso, hay algo de eso? O sea, lo que cae, lo que queda en la poesía…
Yo siento que no es algo nuevo, no es algo dicho solamente por mí, pero creo que si uno escribe, es porque hay cierta disconformidad con las cosas como están planteadas y hay una necesidad de reivindicar a través de la palabra, a través de la música,
a través de un cuadro pero hay una necesidad de decir algo que en su momento quizás no fue dicho y uno tiene a veces la oportunidad de decirlo a través de un poema.
Vos recién dijiste, más o menos explicaste cómo era el génesis de los poemas; los poemas, acá dijo también otro poeta –Pablo del Corro– que se le aparecen, ¿vos estás de acuerdo con eso?
Totalmente, yo por eso te decía recién que nunca fui a buscar un poema, no puedo sentarme a escribir un poema, es eso poético que sucede que me sienta a escribir yme pasa de diferentes maneras, a veces he estado dos o tres meses con un verso en la cabeza y uno va a veces manejando, el ascensor en el trabajo, mientras está comiendo y por algo ese verso, a lo mejor son tres palabras, cinco, siete, no sé, están, están, están hasta que algún evento fortuito, inesperado, no buscado por uno termina armando ese esqueleto que después termina siendo un poema.
No son horas-hombre sentado leyendo, sino horas-hombre viviendo, sintiendo y que aparece, ¿no?
Facundo Cabral decía ser poeta y andar atento por la vida, por ahí es eso, es dejarse ser permeable y dejarse atravesar por esas cosas y algunas cosas que te suelen pasar son muy importantes y no sale ningún poema de ahí y a veces cosas insignificantes que a veces podrían no ser poéticas terminan siendo poemas.
Eso de escribir en relación a una consigna o algo.
A mí me ha costado mucho, yo hice un solo taller acá en Córdoba, poco tiempo y era la parte que más me costaba.
Generalmente terminaba haciendo otra cosa que no era la consigna y bueno, era una forma de rebelión también.
¿Sos de volver sobre los poemas antes de que salgan?
Mirá, es una linda pregunta esa porque para mí la instancia de la corrección es tan importante como la de la creación, incluso hay algo que me pasa que te diría que disfruto más la corrección, ¿por qué? Porque en el momento en que uno está creando un poema no hay ningún tipo de certeza de que eso vaya a ser un poema. Uno muchas veces empieza embalado y le gusta lo que va diciendo y en algún momento se cae o se desata el eslabón que uno cree que venía teniendo y al otro día lo lee y uno dice esto no es nada y lo hace un bollo y lo tira, pero cuando uno vuelve a corregir un poema es porque ya está la certeza del poema, uno ya llega, en mi caso, mucho más tranquilo a esa instancia yse permite otro tipo dejuego conla palabra. Lo mío, siempre intento volver desde lo musical, es muy importante la música de las palabras, la música en los versos, mucho más a veces, incluso si es o no la palabra adecuada.
¿Cuándo sentís que está concluido? ¿Al poema, lo soltás o te suelta?
Me suelta, hay un momento donde, incluso pasa, cuando a veces uno se empecina con algo que uno empieza a escribir y el poema te dice “acá no hay nada” y uno se empecina en que haya algo, uno estira, lo trabaja, vuelve repetidamente al texto y el poema es mucho más sabio que el poeta. Está dos pasos adelante. Siempre.
¿Hay tiempos en los cuales no escribís, de la hoja en blanco? Tiempos yermos diríamos. ¿Cómo te llevás con eso?
Estoy ahora atravesando un periodo largo de no-escritura que siento que está ligado directamente a la realidad política que estamos viviendo, como si el eje se hubiese corrido hacia otro lado y hoy la precepción de las cosas tiene otro color, otro matiz, otra intensidad.
Nuestra postura editorial es que el poeta no es alguien eximido de la realidad, que está en una torre de marfil, sino que está atravesado, entonces, se nota este trabajo tuyo en la poesía que por eso digo que hay mucho silencio, debe haber más poda que otra cosa ¿no? Porque se ve esa poesía breve que dice mucho con poco.
Más allá de que pueda parecer eso, no soy de escribir largo, no tengopoemas largosynoesporque nazcanlargos yyo los haya recortado hasta que queden cortitos, hay poca poda. Generalmente pasa, me pasa otra cosa, que a la hora de escribir no hay una búsqueda muy grande sino que ya viene lo que yo quiero decir enpocas palabras ydespués porahí el trabajo mástécnico eslaparteestética, estapalabra nosuena,estavamejor,acáhay un salto de párrafo, ¿no? Pero nunca se me ha dado que venga el poema largo o muy verborrágico.
¿Hay algún poema de otro autor que te identifique, que te represente aunque sea tu voz en la voz de otro digamos?
Es difícil, muy difícil la verdad, de que un poema en mi caso me represente porque un poema no dice todo lo que uno es, uno es mucho más que lo que dice un poema. Incluso las instancias, uno amigo, uno compañero de trabajo, uno padre entonces hay tantos poemas como poetas.
Christian Hertel nació en Córdoba, en 1983. Ha publicado dos poemarios: Los restos permanentes (Editorial BordePerdido,2015)y La erosión (Editorial de acá, 2017). Ha recibido una mención en el “III Concurso Latinoamericano de Poesía Fundación Pablo Neruda”.
Elsilencioeselúterodelsonido
Hernán Jaeggi
Hernán, quisiéramos comenzar a hablar sobre cuáles son los temas de tu poesía.
Son muy diversos, son múltiples. Hasta diría también que caóticos. Tengo mucha, mucha poesía escrita, pero muy poco publicada. Y el tema es que a la hora de decidirme a una publicación elijo un eje temático, que tiene que ver con situaciones particulares de mi vida, de mi experiencia como persona en el mundo, como actor en el mundo. Pero también experiencia lectora, mi experiencia de espectador de cuadros, de pinturas, soy muy adepto a las artes plásticas en ese sentido. Por eso uno de los libros que tengo publicado es justamente Vincent. Vincent es un pintor, que no solamente su obra, sino también su propia vida, su poética apasionada, por cierto, siempre ha sido para mí muy atrayente, muy subyugante. Y hay todo un misterio también acerca de esta cuestión de la creación poética, que amí meatrae muchodeVincent.Yentoncespubliqué estelibro como un homenaje a él en realidad, es un poco que Vincent soy yo, y yo soy Vincent. Actúo un alter ego, en realidad mi propia poética que se funde con la de Vincent, porque como les dije antes me siento muy identificado con ese apasionamiento. Con la pintura y esa obsesión por lograr un determinado color, una determinada imagen, una determinada textura, recuadro. Me pasa lo mismo con las palabras. Tengo una relación podríamos decir bastante traumática con las palabras si se quiere...
Hernán, hablemos de la importancia del silencio en el poema. ¿Qué pensás?
Sí, no sé si podríamos llamarla ya la importancia. Yo creo que el silencio es parte de mi vida, todos saben, soy sordo ya a los dieciocho años completamente de un oído y el otro con audífono solamente escuchaba el diez por ciento, y uso un implante cloquear desde hace doce años, que es cuando empecé a escuchar de nuevo. Entonces el silencio ha sido una constante de mi vida. Me habitué a convivir con el silencio, me acostumbré a leer los labios de la gente, me acostumbré a dejarme llevar por los gestos, por eso mi pasión por las artes plásticas. Es decir, todo mi arte descansa mucho en lo visual; por eso también el libro Vincent justamente. Tengo muchos poemas donde hago alusión a distintas formas del silencio, experiencias del silencio. Y, en definitiva, el silencio es el útero del sonido. Desde ahí nace el sonido, las palabras, los ruidos, todo. El silencio, en última instanciasedevoratodoyesocomosordomedoycuentaqueesasí.
Empieza con el silencio y termina en el silencio.
Tal cual. Hayun silencio final y de ese silencio no se vuelve. Incluyendo las palabras, incluyendo todo lo que pongamos sobre la mesa.
Hablemos del momento creativo.
El poema aparece. No voy a decir que aparece por una instancia divina, de ninguna manera. No voy a decir si existe un grado de inspiración mínima, pero la inspiración llega porque estás horas y horas sentado frente a la hoja en blanco, leyendo
o trabajando, pensando... O sea, para mí el poema, la hechura propiamente dicha,el aspectotécnicodelaforma del poema,es un acto fundamentalmente racional, mental... Es decir, de hecho, las palabras mismas que nosotros utilizamos para escribir poesía, pertenecen a nuestro cerebro lógico, a nuestro cerebro donde están depositados todos los sedimentos, digamos, de la mente racional... Y de ahí surge la poesía. Uno trata de revivir la emoción por supuesto, trata de revivirla tal como la vivió o como la sintió. Es decir, es un proceso posterior y uno trata de aproximarse lo que más puede para tratar de recuperar esa emoción, a veces se logra, a veces no, a veces a medias. Hay veces que la imagen aparece espontáneamente tal vez, puede ser... Uno está leyendo un libro, ve una palabra, ve una frase, una imagen, o ve un cuadro y ¡pah!... voy a escribir sobre eso o se me ocurre tal cosa, y ahí empieza el proceso.
¿Y cuándo sentís o te das cuenta que el poema está terminado?
Nunca, jamás. Conmigo nunca. Ni siquiera cuando está publicado, de hecho, la prueba está en Vincent. Tengo una edición en 1996 editada por Paraguay, y ahora tengo una... Ni siquiera se puede hablar de reedición por el momento, pero sí, se hizo algo... Es una reescritura en donde solamente se conservan algunos pocos poemas del Vincent original, o algunos pocos versos, frases, pero el resto es totalmente nuevo... Y de hecho los últimos recursos, en La sombra de la pipa, en Las manos en el fuego, Zona marginal, tengo un ejemplar que es exclusivamente mío en donde estoy reescribiendo los poemas. Pero eso es una adicción que tengo, es una obsesión, o una inseguridad, quien sabe. Porque de última todo el arte está construido o está sostenido por una carencia. Si no fuéramos carenciados viviríamos
en un mundo feliz. Entonces estaríamos satisfechos, y no necesitaríamos el arte. Porque nosotros estaríamos construyendo nuestra vida cotidiana, arte todo el tiempo.
Escribimos sobre lo que no logramos decir, ¿qué pensás de esa afirmación? ¿La suscribís?
Eso depende mucho del carácter de cada uno, es posible que existan poetas que puedan suscribir ciento por ciento con eso. Yo tengo el mismo inconveniente, cuando pienso y cuando escribo. Me resulta muy complicado, muy arduo, de hecho, muchas veces me demoro demasiado en la escritura o a veces me demoroen micabeza...Esdecir,yoséloquevoyaescribir,pero ponerme a escribir es otra cosa. Es otra historia, y ya pasó, ya fue. La velocidad mental es muy grande, yo leí, hace mucho tiempo atrás, que el lenguaje nos limita mucho, porque tenemos en nuestro cerebro un universo infinito, planetas, vías lácteas, cometas, etcétera, lunas, soles, todo en nuestra cabeza está. Entonces cuando nosotros queremos escribir, transmitir, una parte –y de hecho lo hacemos– una mínima parte de ese universo que tenemos en la cabeza es como tratar de filtrar,¿cierto? las Cataratas del Niágara con un embudo. Y ahí vienen a veces los bloqueos, las frustraciones, porque yo lo que tenía en la cabeza era otra cosa, lo que estoy diciendo no se parece en nada a lo que pensé o a lo que sentí. Mi sentimiento fue mucho más intenso, fue mucho más fuerte.
¿Qué tiene más importancia, la forma, la sonoridad, o el sentido?
Todo. Yo creo que hay un equilibrio, tiene que haber un equilibrio. Se dice que el sonido arrastra sentido, pero el sentido
ya existe previamente para llegar a ese sonido... Y volvemos al tema anterior, todo, la música, lo sonoro y lo que queremos decir también está en nuestra cabeza... Entonces ya estamos adiestrados los que escribimos poesía, entrenados para que muchas veces vayan determinados sonidos, llevando tras de sí un determinado sentido. Hay un equilibrio, yo no creo en la poesía puramente formal o en la que no me dice nada. Yo tiendo más bien a la concentración. A veces me asombro a mí mismo y me digo que tiendo al reduccionismo poético de alguna forma. Pero también tengo una teoría al respecto, con la cual me excuso, porque siempre estamos justificándonos de una manera u otra, frente a distintos aspectos de la vida… Entonces me digo a mi mismo: “no, lo que pasa es que cuando más breve más intenso el poema, más intensas las palabras cuando no abundas en la adjetivación y en las largas tiradas”. Lo cual cuidado, no estoy hablando de los grandes poetas que envidio sanamente, barrocos, realmente hay poetas que me fascinan; grandes poetas. Pero yo tengo una limitación, como dije, mi sordera, limitó mi capacidad de expresión durante muchos años, mi capacidad para expandirme verbalmente, todo lo contrario, me retraía siempre. Por el temor, que me ocurre hasta el día de hoy, que me preguntan algo y me dicen algo, y yo escucho otra cosa. Y esoproduce confusión,ustedes saben.Típicodelossordos.Generan los diálogos sordos. Sí, tengo esa cosa de concentración en la poesía, y logro esa intensidad. Cuando yo me inicié a escribir poesía, en el 76, en una época muy difícil para mí. Estar oculto, escondido, reservándome, no hablar de más, no decir algo que me delatara, etcétera, etcétera, fue generando en mi psiquis una actitud de reserva hacia todas mis formas de expresión... Y eso se nota en la poesía, comencé leyendo a Ungaretti. Ungaretti es mi maestro poéticamente hablando...
Poesía concentrada, hermética. De hecho, yo publiqué mi primer libro, decían que era un libro de poesía hermética... Eso de hermético lo dejo a criterio del que lo lee.
Cuéntanos un poco Hernán tu experiencia como dramaturgo.
Mi experiencia como dramaturgo se sigue dando en Paraguay. Viví 17 años en Paraguay, trabajé como creativo publicitario, tuve mi propia agencia... Pero sobretodo trabajé escribiendo obras de teatro y guiones para televisión, y en eso tuve la suerte de tener mucho éxito como guionista, dramaturgo en Paraguay... Un programa, una serie de televisión que se llamó “Sombras en la noche”, que trabajaba esos mitos y leyendas paraguayos, que al público paraguayo le gustaba mucho. Pero era una serie muy elemental en el sentido técnico, actoral, muy primaria en muchos aspectos porque no había experiencia televisiva, de hecho, hoy en día se dice que todo el cine paraguayo actual surgióde“Sombras enlanoche”.Ahí losactorescomenzaron a manejar los códigos, el lenguaje televisivo, cinéfilo. Los guionistas empezaron a ver cómo trabajar... De hecho, di muchos talleres de guion, y empezaron a manejar los tiempos de escritura, que eran totalmente distintos a los de una obra de teatro.Tuveunaobra, José Gaspar, La soledad del poder,deese libro que vos dijiste, que semantuvo en cartelera 16 años, hasta el día de hoy prácticamente.
Nos querés hablar un poquito de esa obra.
José Gaspar Rodríguez de Francia, como ustedes saben, formó parte digamos del triunvirato que declaró la independencia de Paraguayen primera instancia,luego se peleócon sussocios, y
tomó las riendas del poder bajo la etiqueta de dictador perpetuo al estilo romano... Hay que leerlo además desde la época. No podemos mirar esa imagen de dictador, en todo caso fue un dictador muy beneficioso con el pueblo paraguayo. Es decir, levantó a Paraguay prácticamente y lo convirtió en la primera nación latinoamericana. Es un unipersonal en donde él reflexiona, está a punto de morir, siente que llega la muerte, y empieza a reflexionar sobre el poder, sobre la soledad del poder, empezar a reflexionar sobre la corrupción... De hecho, hay cosas que yo las tomo de la realidad que él las dijo en sus cartas. Aplicables hasta el día de hoy. Dice que los gobernantes están al servicio del pueblo, y no tienen por qué –igual que todos los senadores y diputados– cobrar sumas exorbitantes, si están al servicio del pueblo lo hacen por vocación de servicio y por lo tanto un presidente de la Nación no tiene que ganar un sueldo mayor a un maestro o a un sargento. De hecho, él recibía un sueldo del ejército, murió pobrísimo.
¿Ese es el gobernante que hizo que Paraguay tuviera telégrafo, ferrocarriles propios digamos?
Exactamente, ferrocarril, educación, le dió un poder tremendo porque cerró las fronteras... No participó en las guerras civiles latinoamericanas... Incluso Simón Bolívar lo invitó a formar una alianza... Y José Gaspar se negó, le dijo, primero, para que yo haga una alianza latinoamericana con vos arreglá primero las luchas internas que tenés en tu propio país, después armamos una Patria Grande. Primero solucioná los problemas de la patria chica.
Hernán, en la Antología de Palabras de Poeta siete años 2006 y 2012, vos hacés una mención a unas tendencias de la poesía cordobesa. Quisiéramos saber si eso se mantiene, si ha mutado... ¿Cómo ves la situación de la poesía en Córdoba hoy?
Yo podría decir que, enlíneas generales, se sigue manteniendo. Se sigue manteniendo porque en definitiva esas líneas que yo marqué, tampoco son de mi exclusiva invención ni mucho menos. Sino que yo me apropio de teóricos, gente que está mucho más formada que yo en estas cuestiones, y que, por supuesto yo compartía con ellos. Pero, creo que hoy en día hay una tendencia, sobre todo los poetas jóvenes, está toda esta tendencia a la poesía coloquial. Que no es nada nuevo, dicho sea de paso, ¿no? Porquela poesía coloquial ya la rescataron grandes poetas en los años sesentas, cincuentas, incluso antes. Pero hay un regreso a esa forma coloquial en donde se rescatan las experiencias cotidianas. Que tienen en sus vidas personales, o sea, es un poco, aunque no estoy de acuerdo con el término, es un poco la poesía de la posmodernidad en algún sentido, en donde ya no existe la gran historia, sino que existen pequeñas historias que van moviendo el mundo. Y eso se refleja mucho en la poesía, hay poesías muy lindas en ese sentido, otras que no me gustan tanto.
Ahora, Hernán, vos pensás que el acto, la poesía específicamente, debe ser espejo de la realidad o martillo.
Me gusta más la palabra martillo, porque el reflejo me parece una mirada pasiva sobre la realidad, en cambio el martillo es más atractivo. Porque rompe, desarma, desarticula. Y hasta, por qué no, destruye para construir algo nuevo. Entonces, sí
me gusta. Por eso ese poema ya que lo tomaste. La sangre cae a martillazos sobre la tierra desierta.
¿Qué opinás sobre la poesía en las redes?
La poesía en las redes es una instancia ya de la cual uno no puedepermanecerajeno.Yonolacultivoporqueva másalláde mis capacidades tecnológicas, hay que tenerle mucha paciencia. Los chicos de hoy manejan con una velocidad de la luz prácticamente esa historia. Se manejan, de hecho, vos ves hoy en día muchas lecturas que se hacen con el celular en la mano, algo que yo jamás podría hacer por ejemplo, pero no lo cuestiono...
Son modalidades de las nuevas tendencias que se van dando, incluso la incorporación del lenguaje de comunicación de las redes se va incorporando a la poesía misma. Se va convirtiendo en tema de los poemas, no solamente en cuanto al contenido sino también en la forma, porque en las redes también de hecho se publica poesía que ha sido publicada en libros, en formato papel, en distintos tipos. El formato digital se empieza a apropiar de muchos otros lenguajes, se convierte en un soporte que entiendo que es válido para las generaciones actuales que hoy se manejan muchísimo por los celulares, con las tablets.
Parecería que no se vuelve de eso.
Lamentablemente no, pero todavía tengo la esperanza de que el papel va a seguir siendo un soporte importante en la vida de los libros. Tengo la esperanza, pero hay una realidad también. Muy triste y muy dura. ¿De dónde viene el papel? Hay que talar árboles. Y cada vez nos estamos quedando con menos árboles. Pero claro, para construir los celulares también tengo
entendido que se extraen algunas piezas o algunos materiales que se destruye la tierra.
La batería de los celulares es de litio por ejemplo.
Exactamente el litio. Que además está generando toda una guerra con las multinacionales, etcétera. Lo que pasa es que la capacidaddelhombre, yo creoqueyaestállegandoauna etapaen donde es más productor de basura que de obras de arte.
Nació en Villa General Belgrano, Córdoba, en 1953. Es Licenciado en Letras Modernas de la UNC, dramaturgo y guionista de televisión. Es docente de teatro y coordina talleres literarios. En el 2011 el Gobierno de la Provincia de Córdoba le otorgó el Reconocimiento al Mérito Artístico por su obra y trayectoria artística. Publicó los siguientes poemarios: Último recurso (1978), Zona marginal (1984), Las Manos en el fuego (1986), Vincent (1994), La sombra de la pipa (2004), Carnalval (2010).Enelaño2011publicó José Gaspar, la soledad del poder, Editorial Babel, guion de la obra de teatro de su autoría. Es director junto a Carlos Garro Aguilar de la Revista de Poesía Palabras de poeta que incluye antologías de autores cordobeses y del mundo.
Esas pequeñas iluminaciones que uno va teniendo en lo cotidiano
MarielaLaudecina
¿De qué se nutre tu poesía?
Mi poesía se alimenta de mi visión del mundo y de cómo pasan a través de mí ciertas situaciones, lo que vivo día a día, ya sea en el amor,latristeza,laspasionestristesylas pasiones alegres,esos pequeñosgestos,comoestarmirandoestacosapequeñita.Como regar las plantas, como jugar con mi perra y de ahí se desprenden temas un poco más abarcativos, por así decir. Sí, esas pequeñas iluminaciones que uno va teniendo en lo cotidiano.
Mariela, ¿cuándo te das cuenta de que un poema está terminado?
Ah, no, a eso nolo sé. Yo me mando nomás. Y digo “bueno,creo queestoyaestá, creoqueestopuede ser”.Yocreo queesdifícil saber eso, yo creo que no está nunca un poema terminado pero el límitelopone unoydice“creoquemegustaasí,lodejoasí”.
¿Sos de leerlo en voz alta para ver si ahí hay una relación con la voz?
Sí, para mí es muy importante. Sí, sí porque la musicalidad es algo primordial, que tiene que estar. Al menos para mí. Y soy de podar, soy podadora, más que nada. Por ahí cambiarle el orden a algunos versos, pero soy más bien de sacar.
¿El poema debe tener algo de monte?
Sí, yo creo que sí. Que se tiene que ver un poco lo salvaje, esos yuyitos, por así decirlo, si nos vamos a la metáfora del jardín. Que no se tienen por qué cortar porque creo que se tienen que ver algunos hilos, ese es el atractivo que tiene que tener un poema, porque puede tener mucha técnica pero quizás no me diga nada o no me atraviese.
En una entrevista vos decís que el cuerpo es todo.
Ah, guau. ¿Por qué habré dicho eso? Y sí…
Pero vos dijiste hace un rato de algo que te atraviesa, te pasa.
Sí, creo porque por ejemplo cuando a mí me empieza ese “run run” para escribir un poema, lo siento en el cuerpo, hay una inquietud que me genera y hasta que yo no me siento y empiezo a escribir estoy ansiosa, movilizada, se me nota en el cuerpo, empiezo a caminar, empiezo a hacer cosas y digo “no, no, no, no, este es el momento de sentarme y escribir, por lo menos, un boceto de lo que quiero decir”. Es literal, en mí. Cuando decimos cuerpo decimos todo. El todo en el sentido de: no esta separación entre el cuerpo y el alma, entre comillas, o el espíritu, sino el ser, lo que estamos siendo, a eso me refería.
Y hablando de cuerpo, en vos está la danza, el canto, el teatro, todo fluye, convive.
Sí. Hay cosas que no se pueden dejar de hacer. Ahora lo hago menos, pero a cantar he vuelto porque lo extraño.
Pero hay una relación, como que todo confluye. Los primeros poemas: estaba la música, estaba la poesía, las artes estaban como mezcladas. Que en vos confluya todo eso, el teatro también.
En un momento, sí. Ahora estoy escribiendo teatro, antes le ponía el cuerpo pero me agotaba mucho. Sentía que me agotaba mucho, esas cosas que después van decantando en el tiempo. Yo digo que la poesía y la escritura, sobretodo, porque luego me fui expandiendo a otros géneros, es como que me fagocitó y pasó a ser el eje de mi vida.
Sí, porque tenés poesía y llevás escritas dos novelas.
Sí,dosnovelas ytambiénescribocrónicasquesalen por La Voz del Interior, ¿lo puedo decir?
Sí, como no.
Por si la gente quiere leer por ahí. Pero sí, estoy como freelance. Bueno, es otro de los géneros que me gusta mucho… Y de a poco me fui expandiendo aotros géneros y me parece fascinante eso, poder escribir en varios géneros.
Este libro Luna en Escorpio que está escrito a cuatro manos, por decir así, ¿fue una experiencia…
Mirá, en realidad, no fue escrito a cuatro manos sino fue una correspondencia, una correspondencia de poemas. Con
mi pareja nos empezamos a escribir poemas, yo le escribía un poema, me escribía un poema, no sé quién empezó, la cosa es que nos encontramos con un montón de poemas y dijimos “bueno, sería bueno hacer algo con esto”, entonces después hubo un momento de trabajo, un tiempo de trabajo y armamos Luna en Escorpio. Fue una experiencia diferente, una experiencia amorosa.
Sí, porque uno generalmente rompe el ensimismamiento del poeta, esa cosa del propio mundo. Acá es como que dos mundos se mezclan.
Sí yno.Creoque soy muyautorreferencial,aveces.No entodos los libros, no en todos, pero ¿quién no lo es? Siempre se está diciendo cómo hay que escribir, cuál es la forma de escribir, qué es lo que se tiene que escribir, y ¿por qué? O sea, no me parece queseaasí.Yonovoyaverami vecinodelamisma maneraque lo vas a ver vos o vos. Entonces, la subjetividad está siempre.
Pasa por el cuerpo…
Que cada una escriba como salga, como pueda. Y lo que tenga ganas.
Por ahí en reportajes se te pregunta mucho por el coloquialismo, como que ponen mucho énfasis en esas formas.
El coloquialismo ylaautorreferencialidad.
Con respecto del libro La culpa es del sueño, el material ahí son sueños…
Sólo sueños. Les cuento, sueño mucho y me acuerdo mucho, entonces en un momento dije “bueno, tengo que hacer algo con esto” y tenía sueños recurrentes, algunos que se repiten, otros que ya no y dije “voy a empezar a llevar un diario de aquellos sueños que siempre vuelvo a ellos o que me generan más exposición, justamente” y los que me comprometan más y los que me expongan de una manera brutal. Pero, justamente, en forma sumamente onírica. Por ejemplo, yo soñaba y hay un poema que dice que he parido un ternero: “he parido un ternero, pequeño y rosado y me lo han robado para matarlo”. Después soñaba que tenía dos penes, por ejemplo, que colgaban al costado de mi vagina como chorizos, ¿no? Todas cosas que son fuertes, también esto del cuerpo, de ponerse una ahí, no importa, soy esto.
La relación con Vicente Luy es algo especial para vos, alguien muy querido.
Un amigo, era mi amigo y un gran poeta, claro, sí.
Y con el cuerpo también.
Mucho. Bueno, yo creo que en eso coincidíamos con Vicente y él me decía esto “bueno, el poema tiene que atravesar, tenés que ponerte vos ahí”. A veces se excedía, yo le decía “a esto te lo cuento a vos, pero no lo vas a poner en un poema” y a veces tenía que decirle “pará un poco, Vicente, poné otro nombre, no digas fui yo la que te conté esto porque no da, ¿viste?” (Risas)
Y sí, fue muy especial porque era un tipo muy amoroso, muy brillante, muy amigo, generoso, generosísimo, divertido.
¿Vos pensás, Mariela, que hay una poesía vinculada con el género masculino, femenino o la poesía es la poesía?
Es difícil para mí definir eso. Muy difícil. No lo sé, porque a veces me pasa que leo esto y digo “esto lo escribió una mujer” por ejemplo o alguien que se siente mujer, que no coincide biológicamente, no importa eso, no se trata de biología el tema. Y a veces leo un poema muy masculino, por así decirlo, y no… No sé. Entonces, me parece que no. Ahora que lo estoy pensando me parece que no tiene nada que ver y ¿sabés qué? Les voy a decir algo: en el libro Luna en Escorpio lo pude ver, ahora que estoy recordando, porque hay poemas que amigas o amigos me han dicho “a este lo escribió Luis” o “a este lo escribiste vos”, y no, era al revés. Entonces dije yo “mirá, fijate vos” y no es porque él se haya nombrado con la “a” o se haya puesto en “el lugar de”, no, no había género ahí, había persona. Claro, no se sabe, por ahí que en un momento quizás lo podés intuir, “capaz que esto… mmm” pero es un límite ahí difuso, creo que es una cuestión difusa.
Mariela, ¿hay control sobre lo que uno escribe?
Mirá,yotepuedo hablar pormí,no séquélepasará aotra gente que escribe. Yo al principio no tengo el control, luego sí ejerzo un control sobre mi texto porque quiero que quede de tal o cual forma y otras veces, incluso, saco versos o, incluso, dejo palabras en pos del poema y me olvido de mí, me olvido de “esto pasó así” o es lo que pienso. Pero en el poema funciona de tal o cualmaneraylodejoporquemeparece que,porsimpleestética o porque me parece, contribuye a lo que quiero decir.
¿Menos adjetivos es mejor?
No lo sé, creo que eso depende del gusto o la preferencia de la persona que escribe. No sé si es siempre así, quizás un poema plagado de adjetivos, si está bien laburado puede ser un gran poema. Me parece que no es un límite.
Queremos saber un poco tu opinión sobre talleres literarios.
Me parece que hay un montón de gente que está dando talleres que es fantástica. Yo creo que los talleres sirven, sirven mucho, creoqueesuna guíaimportante paraaquel queempiezaaescribir o para aquel que está un poco enredado y no sabe bien para dónde tomar, se descubren otras lecturas, tanto de compañeres como de autores. Yo trato de leer y de hacer lecturas dediversos autores y autoras, lo más que pueda. Creo que está bueno que la genteasista atalleres, noes porque losdoysinoporque yo he hechotalleres,hiceuntallerconVicenteLuy; enMendoza hice un pequeño taller, fue un poco corto, con un amigo, Reynaldo y no me acuerdo el apellido porque hace mil millones de años queno loveo ycreo queél nunca dijoel apellido,una cosa muy rara… y que también me sirvió, me dio lecturas, un gran lector de Stephen King, me decía “ustedes si quieren leer poesía, tienen que leer a Stephen King”. Bueno, okey.
Mariela Laudecina nació Mendoza en 1974. Coordina talleres y clínicas de poesía. Ha publicado los siguientes libros: Hacia la cavidad (2006), Ciruelas (2007) ambos por Editorial Llantodemudo, Intiyaco (2008, Editorial Flor de cardo), Tomo las decisiones con los pies (2011), Perfume de jarilla (2013) ambos por Editorial Llantodemudo; El cielo es para los ángeles (novela, 2009. Reed. Por Textos de cartón en 2014) ambos por Borde Perdido Editora), La culpa es del sueño (poesía, 2015, Editorial Yaugurú), El otro monte (poesía, 2017, Pasto Editores), Luna en Escorpio, (en coautoría con Luis Ignacio García – Borde Perdido Editora. 2017), El bosque de las mujeres amadas (2017, Editorial Buena Vista). Su blog es: eldeseodeservolcán.blogspot.com
Tambiénloquenosedicedealgunamaneraquiere decir algo
Alfredo Lemon
Alfredo, ¿hay una temática recurrente en tu poesía?
Mirá, no tengo una temática determinada, sino que muchas veces esas temáticas como que se van imponiendo en un punto y es como que tengo que escribirlas o siento que necesito decir algo sobre determinadas cosas. Generalmente puedo decirte que hay cosas recurrentes, preguntas existenciales, de diferentes tonos, eso yo me doy cuenta que está presente desde siempre. Después también la cuestión de las interrogaciones como te digo, no solamente de lo cotidiano, sino también cuestiones trascendentesdesdelosgrandes temas como el amor, lamuerte.
Y preguntas que quizás no tengan respuesta.
Nunca, seguramente que no las tendremos nunca a las respuestas, uno busca por ahí las poesías, muchas veces en las cuestiones que uno encuentra esas respuestas transitorias que a lo mejor te pueden servir en ese momento, pero como somos tan cambiantes al mismo tiempo, nos sirve en ese momento pero no sabemos si después nos van a servir, por eso yo también creo que uno de los temas que nos traspasan a todos los que escribimos es la contradicción, la contradicción humana es la que uno trata de manejar en algún poema, pero esa me parece queesunadelascosasqueme parece quenoscruza mucho,esa humanidad.
Los límites personales y el ansia de trascender, esa tensión.
Sí, sí, claro, una tensión ahí entre eso que aparentemente es lo que se estáviviendo ydespués como una cosadeunafugacidad que uno entiende en el pasado y en lo que va a venir.
¿Alfredo, podrías decir que hay alguna influencia en tu poesía?
Es difícil decir tengo influencia de éste, del otro, porque realmente, ojalá tuviera alguna pequeña influencia de algún gran autor, esa sería la realidad. En un primer momento cuando empecé a escribir, que fue a los 22, 23 años, la influencia que más sentía era de Borges, leí mucho Borges, la poesía de Borges, no la narrativa. La poesía de Borges me influyó mucho y también algunos autores que en aquel momento leía, empezaba a leer mucho de la generación del 40, Alberto Girri, Enrique Molina, Olga Orozco, esos eran los poetas que me gustaban mucho, ahora, decir que de ahí podía haber tenido alguna influencia sería un pecado de mentir pero también es cierto que en alguna línea, en alguna cosa se me escapaban las influencias de esos poetas. En otro punto pienso que uno escribe también en determinado tiempo y lo que te influye no es solamente lo que has leído en todo tu tiempo sino también lo que estás leyendo y lo que van haciendo tus contemporáneos. Lo que van haciendo tus contemporáneos de una u otra manera también te cruza como destino y como autor.
O sea, la voz como una construcción colectiva.
Exactamente, también siento eso, por eso cuando el negro Rivella dice que somos de alguna manera un Frankenstein, en
cuanto que somos un poco un pedazo de cada uno y que tenemos de tantos autores que hemos leído, tiene razón, porque, esas lecturas pasadas, las presentes y aún les diría, me animaría a decirles como creencia personal, lo que están haciendo nuestros contemporáneos, aunque nosotros la leamos o no, también incide en nuestro inconsciente.
Un río subterráneo…
Exactamente, algo subterráneo, algo colectivo del tiempo que te toca vivir y eso también influye en lo que uno va haciendo. Parabienoparamal perotambiénesunainfluencia,meparece.
El poeta atravesado por la realidad y no en su torre de marfil.
Seguramente, si pienso en eso también y he visto que la línea que tienen ustedes es esa, casi todos los entrevistados lo reconocen y creo que tiene que ser así porque nuestro propio mensaje, nuestra propia vivencia y nuestro ser en el mundo actual nos invade, nos toca y ahí es cuando uno se proyecta o no en una obra de arte, en un pensamiento, pero sí.
Alfredo ¿es importante dejar que le pase el tiempo al poema?
Creo que sí, ahora, ¿cuánto tiempo hay que dejar que le pase el tiempo?, porque también puede pasar que lo dejás tanto que ya no va a estar maduro sino que ya directamente se va a podrir, por decir así una metáfora de la fruta pero en general yo dejo pasar el tiempo, lo que yo hago es como ir probando algunas veces cómo va siendo el poema, cómo lo voy sintiendo, yo tengo que reconocer que los corrijo mucho, incluso a los
que ya están publicados. Porque para mí, muchas veces, una de las cosas que es un honor y de las cuales yo me jacto es que en estos últimos diez años he sido colaborador periódico del Boletín Literario Basta Ya.Ustedeslosabenporquetambiénson colaboradores permanentes de esa revista y realmente eso me ha sostenido en muchos aspectos, en mi silencio yen esa herida que muchas veces uno tiene de diferentes cosas que te pasan a lo largo de la vida yentonces ahí aparece algún poema del 2010, del 2011, 2013 que yo ahora lo veo y lo vuelvo a corregir, pero obviamente lo corrijo, lo veo y digo “¡cómo fue que dije esto!”, ahora lo diría de esta manera y muchas veces son comas, son acentos. Esto también me da una oportunidad para comentarles queel Boletín Literario Basta Ya fueunodelosque siempre me ha sostenido sobre todo en esta última década que yo no he escrito una obra.
Pero inclusive vos no solamente te ciñes a la escritura y la poesía si no que también producís ensayos sobre obras poéticas de otros, eso habla también de una generosidad muy grande de tu parte, que en realidad creo que es el primero que tiene esa característica doble, de ser poeta de los que hemos invitado pero además ensayista, con una mirada profunda y respetuosa sobre la obra de los otros y eso habla de una calidad especial de persona.
Muchas gracias, sí, el ensayo también es una cuestión que se me impone en el sentido de vocación, de decir, este poeta me interesa, vamos a estudiarlo, vamos a ver qué dijeron los otros, vamos a ver si podemos dar una mirada personal, porque muchas veces también hay obras de grandes autores o de nosotros mismos, de alguno que haya fallecido hace poco tiempo, me refiero de nuestros contemporáneos argentinos y nunca está
de más volver a recordarlos, caso, qué sé yo, de Edgard Bailey, Gianuzzi. Torelli.
Mi querido amigo Marcelo Torelli. Fue una cosa linda, realmente un honor rescatar su obra, gracias a la madre y que la editorial Argos, a través del editor, Julio Castellano, me pidiera hacer el prólogo de su obra poética reunida, hace unos años, eso fue una cosa muy linda para mí.
¿Sos de escribir a mano primero?
Exactamente, primero a mano y creyendo en esa cuestión romántica si se quiere, que el brazo y la mano y la lapicera es la prolongación de uno mismo y ahí uno empieza con esa vivencia. Sí, yo admiro a esas personas que directamente vuelcan en su computadora las cosas, otros directamente en sus teléfonos, desde sus teléfonos manejan todo, pero yo con la tecnología no me llevo muy bien. La respeto pero hasta por ahí nomás, pero lo otro siempre lohago a mano, ese bosquejo, esas cosas. Algunas veces parece que el poema no arranca, parece que hay que darle mucha cuerda. Algunas veces siento como un flash o una ráfaga vivencial, emocional digamos, que pasa un poco por el cuerpo primeramente y después si uno puede lo puede llevar al tamiz de la mano, que lo escribe.
En tu poesía noto que por ahí vos ponés letra cursiva, que eso es para hacer una separación.
Sí, está buena esa observación. Es una lectura atenta, sin duda, es producciónde Basta Ya en la radio,escuchame.Sí,esasíporque
yodistingodeundiscursoqueviene conlaletracomúnyconla cursiva en un punto, para mí es algo interno que el autor dice, que se mete otra cosa, algo que quiere resaltar también, busca un equilibrio, pero hay que decirlo que no en toda la poesía yo hago eso, sino como que siento, como que es una voz interior que quiere destacar o decir otra cosa dentro del mismo discurso digamos.Engeneral yoséquemispoemas sonmásbiencortos. Si bien el que he leído recién era uno de los mas largos y creo que tenía tiempos, yo en general me parece que cuando ya decís lo que querés decir, más o menos lo lograste, algunas veces lo podes decir con muy pocas palabras, la concentración me parece una cosa muy interesante, me gustaría tender mas a la concentración. Pero algunas veces el mismo poema te pide que sea más extenso. Ahora, creo por lo que escucho y por lo que veo también, el poema cuando es más largo, también corre más riesgo; qué quiero decir con esto, como que es más difícil sostener un discurso, sostener un tema, que esté bien armadita la historia,comoladrillos yquenohayatantoaireenel medioque te lo pueda hacer caer. Ahora bien, no hay control sobre lo que uno escribe porque muchas de las cosas que escribimos están en nuestro inconsciente, y están ahí latentes, entonces sale eso, pero el control que hay a posteriori de esa ráfaga, de ese flash del querecién hablábamos, es que unoahí va puliendo un poco, va tratando de dar una forma o alguna cosa que pueda resultar estéticamente bella o un poco armónicas a lo que uno pensaba.
Vos dijiste recién que el poema arrancó y él mismo va pidiendo su voz porque es un hombrecito que comenzó a caminar, entonces hay que escucharlo ¿no?
Sí, a ver qué es lo que dice. Trato cuando empiezo a escribir un poema, cuando sale publicado, que haya un equilibrio entre la
música, la forma, el sentido que también es importante. Pero también, como recién hablábamos de esa cuestión incontrolable, también hay cosas que te marcan una cuestión que puede ser irracional dentro del mismo poema, entonces se te escapa. Entonces ahí vos decís“es lo musical”, entonces le dasuna prioridad alo musical yotras veces más ala cuestiónde sentido.Lo ideal sería que las dos cosas confluyeran, pero, por eso te digo, una parte de mi cerebro, que está quemado seguramente, pero un hemisferio te diría vamos a buscar esas formas o vamos a buscar ese sentido y el otro hemisferio te diría no, también dejá volar esa cuestión musical ycomo esa pincelada de lospintores que hacen algo al final y vos decís por qué le puso esto, y pasa eso también.
Está clarísimo Alfredo. ¿Hay alguna relación entre la poesía y la filosofía? Vos que has transitado ese ámbito.
Yo creo que en mi poesía sí, para bien o para mal, está también porque como les decía, ese acervo que uno ha leído o ha cultivado en un punto también se transluce. Hay que tratar, pero también por lo que escucho, por las enseñanzas de los otros que eselenguaje que puedeser másfilosófico, más técnico,una palabra que por ahí uno utilice tampoco rompa con la poesía verdadera, con la poesía que sustancialmente tendría que estar plasmada allí, entonces, también por ahí esa cuestión puede traicionar si uno no la maneja bien. También tiene que haber un equilibrio entre lo que uno dice y lo que tendría realmente quedecir comolo nodicho,fíjense loquedigo,porque también lo que no se dice de alguna manera quiere decir algo.
Sí y pesa mucho.
Y pesa, y pesa, entonces, lo que sí, yo sé que Alberto Girri por ejemplo tenía en casi toda su obra muchas cuestiones de ambigüedad, de ambigüedad en su palabra y también se lo tilda muchas veces de muy intelectual. Frío, intelectual. Yo no comparto eso porque creo que realmente es uno de los grandes autores de la generación del 40, lamentablemente olvidado como tantos, pero en esa construcción también descubro, a través de la lectura de muchas de sus escrituras, una emoción, incluso en los primeros libros te diría algunas cuestiones de amor, de ternura, de amor, o sea, no solamente de intelectual.
Alfredo Lemon nació en 1960, en Córdoba, Argentina. Es abogado. Ejerció como Profesor de Filosofía en distintas Universidades de Córdoba. Publicó los siguientes poemarios Eclipses; arritmias y paranoias (1983), Cuerpo amanecido (Ed. Lerner, 1988), Humanidad hecha de palabras (Ed. Lerner, 1991) y Sobre el cristal del papel (Ed. Brujas, 2004). Autor de ensayos publicados en diarios y revistas literarias del país y del extranjero. Recibió numerosos premios como: “Romilio Ribero, Municipalidad de Córdoba”, 1985; “José Hernández”, Colegio de Abogados de Córdoba, 1987; “Plaza de los poetas, José Pedroni”. SantaFe,1992; “Escritorespor lapaz”, Sociedad Científica Argentina, 1994; “Premio Jóvenes Sobresalientes” delaBolsadeComercio deCórdoba, 1994; “Asociación de Escritores Argentinos”. Mendoza, 1995; “Sociedad Argentina de Letras, Artes y Ciencias”. Córdoba, 1995; Premio Sociedad de Escritores de Río Cuarto, 2005 ymención de Honor Premio “Primo Belletti”, Sociedad Argentina de Escritores Villa María, 2007.
Cuandounoescribeuntextohaydejarqueese texto se defienda solo
Ceferino Lisboa
En el prólogo de Estado de Euforia, Ceferino, vos decís “las cosas que sostienen el poema son las que no puede atrapar, las que desea”, hablanos un poco de eso…
Ese prólogo, el inicio del libro, fue escrito en el 98. De algún modo quería englobar una mirada sobre la poesía, después creo que con el tiempo fue cambiando un poco. Yo pienso que básicamente siempre llegamos tarde, que las cosas ya ocurrieron. El poema es eso, es el resultado de ese accidente, de ese llegar siempre tarde, de ese estar a destiempo.
Una imposibilidad que siempre empieza.
Sí, de algún modo responde a esa imposibilidad, es un modo de intentar responderse a sí mismo, eso que de algún modo el texto, el poema, intenta captar, decir, resolver. Más o menos quiere decir eso, quiere significar eso con la fórmula del deseo.
Como que las cosas están adelante, Ceferino.
Yo digo que uno siempre llega tarde, noes que uno estádelante de las cosas, está atrás; las cosas ya sucedieron. Entonces uno se para e intenta de algún modo reconvertir esa situación, darle un sesgo nuevo, de algún modo, aquello del correlato de la experiencia, del conocimiento. Es a partir de eso que uno hace el
texto. Para mí el poema está relacionado al conocimiento, a la experiencia. Sin eso es imposible escribir un texto. Los textos míos desandan ese camino.
¿Hay relación entre tu oficio y tu poesía?
En el tiempo en que escribí Estado de euforia, era alguien que intentaba achicar su vocabulario, no agrandar su vocabulario. De algún modo, debo decirlo, mi modo de escribir resulta a partir de mi oficio, soy albañil y para mí las cosas están dadas de un modo muy concreto, yo digo “ladrillo” y es ladrillo. La poesía circula por ese lado, ha cambiado por supuesto con el tiempo, trastocada por cuestiones políticas, sociales, ideológicas, mi propia lectura de esa realidad… pero esa actitud mía de achicar el vocabulario respondía al entorno en donde me movía. Son pocas las palabras que usan los albañiles, yo quería resolver eso en mi propio vocabulario y en mi propia poesía.
Eso ha ido cambiado, por supuesto, con el tiempo.
¿Sos de tender a la concentración, no?
Creo que sí, sin duda. Imaginate un tipo que trabaja en la albañilería habla poco, está muy entregado a su trabajo, no hay una relación con los otros, entonces ese recogimiento se traslada a lo que yo escribo. No soy el chango de 27 años que empezó a escribir y a pensar en estas cosas, de algún modo se resuelve de otra forma ahora. Pero sí, de algún modo yo intento concentrar en pocas palabras y decir algo.
En un reportaje que leímos dijiste “uno es poeta leyendo”.
Para mí es más importante leer que escribir, es mucho más importante. Creo que el tipo que no está habituado a leer no entiende que hay una dimensión que se da cuando uno está en contacto con otras escrituras. Es eso, es otro mundo, hay otras leyes que están fijadas. Una palabra que uno usa de un modo, el otro la usa de otro y estar en contacto con esos mundos distintos hace que uno esté más despierto a la hora de escribir. Es decir, en las diferencias uno encuentra similitudes, de algún modo. Entonces para mí es más importante leer que escribir, siempre ha sido así.
¿Tu lectura es mayormente de poesía?
Sí, ahora he estado mayormente abocado a la poesía. En un tiempo, por suerte, cuando era más joven leía mucho, leía mucha narrativa, pero mayormente con el tiempo me he inclinado por la poesía y leo, por supuesto, algunos narradores que yo creo que tienen una mirada poética o estructuran sus novelas de ese modo. Por dar nada más que un solo ejemplo, Andrés Rivera en El farmer; para mí es poesía pura.
Ceferino, ¿vos pensás que el poema te aparece y después implica también una construcción? ¿Cómo es?
Sí, creo que se da eso. Yo diría que soy un poeta intuitivo, de algún modo parece contradictorio. Soy un tipo que intenta resolver en pocos términos y soy un poeta intuitivo. Pero el texto aparece de ese modo, accidentalmente. Hay una preocupación anterior,está claro.Lostemassonsiemprelosmismos, el modo en el que uno va a esos temas difiere, son distintos, pero los temas siempre están presentes en uno y en ocasión aparecen
y se resuelven en un texto. Soy un tipo que escribe poco, muy poco, no estoy muy pendiente de escribir, tampoco tengo un momento para escribir. No soy de esa gente que se sienta un rato, lee y escribe, no me sucede. He tenido textos que los he trabajado durante años y trabajar en los textos es parte de ese proceso, releer el texto es parte de ese proceso. Para mí no es que apareció y queda. Escribo y abandono el texto, es un gesto que siempre hetenido.Después vuelvo hacia el texto. Para mí es clave eso,lalectura ycuando uno escribe untexto dejar que ese texto después se defienda solo. Queaquellas ideas que uno cree que son importantes, al otro día también tengan importancia.
Como la pared que levantaste, que se quedó, tiene los cimientos.
Sin duda. Eso también es parte de un proceso continuo, no enamorarse de las cosas que uno escribe. De algún modo tiene que desapegarse porque cuando termina de escribir y va hacia afuera, ya no puede defender ese texto, se defiende solo ya.
Tu poesía es apretada; tiene un carozo que puede tocarse. No hay casi adjetivos.
Uso pocos adjetivos, me lo ha dicho más de uno. Soy un tipo que me gusta sustantivar. Arnaldo Calveyra, gran escritor, decía que en el sustantivo está el adjetivo. Hay una hermosa afirmación tuya en un reportaje que dice “la herramienta de la palabra no cuesta plata”.
Sí,alahoraqueunointentaescribir, alahoradeintentar expresarse. Lo dije, me acuerdo una vez, de un modo gracioso pero también intentando ponerle énfasis a una realidad en la cual
yo siempre estuve inmerso. Soy un tipo de clase obrera, no va a haber modo de inclinarme a la pintura, necesitaba pinceles, papeles. Nunca tuve una inclinación por el dibujo, dicho sea de paso, pero la palabra siempre me llamó a mí y es más barato, siempre es más barato. Es un papel y una lapicera, nada más.
Ceferino, vos integraste el grupo “Pan Comido Poesía”, contanos un poco de ese grupo…
Somos un grupo de changos que, accidentalmente, nos encontramos en el año 98. Inicialmente éramos, y somos, Fernando Bellino, Fabricio Devalis ySebastián Casartelli, un chango que ya no está más, vive en México ahora, y éramos de la misma edad. Yo era la primera vez que, debo confesar, me encontraba con pares. Primero, con gente de mi edad, segundo, con gente que gustaba leer y que, además, escribía.
Y había una mirada sobre el mundo más o menos parecida.
Sí, por supuesto. Fue producto de ese encuentro en donde empezaron a aparecer las similitudes, teníamos una mirada bastante igual del mundo. Yo nunca milité, pero ellos sí han militado en la Universidad, en partidos políticos, Fernando, Fabricio… Y compartíamos una mirada del mundo y también esto de hacer público lo quea nosotros nos gustaba, que era leer, intentar en la medida de lo posible hacer públicos esos autores que nosotros estábamos leyendo. Laprimera intención,una vez que decidimos ser un grupo –nos conocimos en 1997 y en 1998 nos formamos como grupo–, lo primero que hicimos fue sacar una plaquetita que era una hoja oficio cortada al medio y ahí poníamos nuestras cositas y colocábamos algunos autores que
estábamos leyendo y considerábamos que eran importantes. Y siempre hemos tenido esa actitud de intentar convocar a otra gente, a otros que estuvieran escribiendo, a gente que estuviera dibujando porque había dibujo en esa plaquetita inicial. Siempre hemos tenido una mirada inclusiva nosotros, nos parecía muy importante eso.
Y el grupo después se convirtió en una editorial.
Sí, en ese momento queríamos editar. Pocos saben esta historia pero a finales del 98 editamos un libro nosotros, un libro que, como muchos, pasó sin mucha historia. Pero era un libro que nos pareció interesante, que me pega a mí personalmente porque fue un libro que un hermano mío, que es más chico, escribe. Lo voy a contar rápidamente: Ernesto se llamaba, siempre andaba con un cuaderno y lo veía que escribía, pero nunca me acerqué realmente, era su propio espacio… Uno respetuoso de su espacio privado… Pero un día entrando en conversación dentro del grupo, donde había mucha discusión en torno a la literatura, al papel del poeta, una serie de cosas que cuando uno es chango discute afanosamente, le pregunté qué tenía en el cuaderno y cuando me da el cuaderno, empiezo a leer y todo lo que estábamos discutiendo en términos teóricos, él ya lo tenía resuelto. Y pudimos editar ese libro que él le puso su título, decía Si sos poeta, loco, no te vistas de negro.
Ceferino, ¿qué pensás de la poesía en las redes sociales? ¿Cómo la ves?
A mí me parece que es un modo, es un lugar donde uno puede expresarse, hay espacio y hay que utilizarlo. Pero soy muy
respetuoso, si a mí alguien me dice, en cualquier circunstancia, “soypoeta” yo le creo,notengo por qué andar negandonada de nadie, yo le creo. Después viene lo otro, tiene que comprobar que es poeta y es con su producción. Y el Facebook sirve también para eso, para que la gente vaya afirmando y confirmando su propio deseo y me parece que es totalmente valedero. Como este de imprimir un libro.
Son las herramientas actuales.
Sin dudas, sin dudas es un espacio.
Sabemos que está próxima la presentación de un libro en el que participás con Sergio Schmucler, Lucas Tejerina y Hernán Tejerina, hablanos un poco de eso.
Como ustedes han podido ver, me gusta moverme en colectivos, no me gusta moverme solo, no me interesa editar mis libros, me interesa participar.Y los hermanos Tejerina, Hernány Lucas, invitaron a varios poetas y narradores a esto, a ver cómo podíamos colectivamente hacer libros. Me sumé a esode entradaporquelosTejerinamecaenmuybien, soncordobeses demi gusto.Entoncesfuideentrada,ellosmepropusieronestoydije: “sí, vamos”. Fuimos los primeros cuatro estos que salen ahora, estos cuatro autores…
¿Y cómo es la conformación del libro? Contános porque es interesante.
La idea que ellos traían era que fueran dos autores por libro. Y como éramos narradores y poetas, hay que mezclarse, fue lo
primero que dijimos. Después a la elección del libro yo no la tenía. Hernán Tejerina que es el que está en el libro que estoy yo ya lo tenía, ya había resuelto que eso iba a editar. Enmi caso en particular yo ya tengo varios libros armados en el tiempo, entonces tuve que elegir qué libro iba a colocar. Al último libro que yo pude armar intentaré publicarlo por el lado de Pan Comido y me pareció oportuno editar Eje, que es un libro para mí muy importante. Un dato que yo intento volcar en los libros es el año en el que han sido escritos.
Totalmente, hemos visto eso sobre todo en La vidaquese conoce, está cronicado. En tres etapas… ¿Por qué, Ceferino?
Porque para mí es importante el tiempo en el cual seescribe. Es para mí una ayuda memoria, de algún modo. Cada texto tiene su propia vida pero para mí es muy importante y tener la fecha para mí es más que importante.
Como un tren que ha ido pasando por distintas estaciones, ¿no?
Sí, de algún modo. Yo loque veo esquenohaydiferencia entre un libro y otro, a excepción del primer libro que era Dirección contraria, del 99.
Que está acá adentro…
Claro,en La vida que se conoce yoarméunaespeciede pequeña antología personal de los libros que había hecho, por eso está también Eje ahí adentro. Me dijeron los changos “publiquemos un libro,publicalo vos yhacete unaantología”, ellos notuvieron ganas de ponerse a trabajar y me dejaron todo el trabajo a mí
(risas), entonces yo hice la selección de los textos, ha sido muy respetuoso de su parte, y Eje… hay algunos textos de Eje que están en La vida que se conoce.
Ceferino Lisboa nació en Córdobaen 1971. Ha editado los siguientes poemarios: La vida que se conoce (Editorial Pan Comido, 2009), Estados de euforia (Ediciones Textos de Cartón, 2009). Ha publicado textos en los cuadernillos Nobleza obliga, Derrota No y en la antología El día más parecido, todos editados por el Grupo Pan Comido. Próximamente presentara su último libro, Eje, de la Colección Espina Bífida de (no) Editorial, libro editado junto a Hernán Tejerina. Es integrante del grupo de poesía Pan Comido.
Elsilenciodela poesía
Laura López Morales
Laura, hablaremos sobre la poesía, la escritura, el mundo. Vamos a empezar sobre los títulos de tus libros.
Antes de hablar de Las desperdigadas minucias yo quería aclarar que es una pequeña plaqueta de siete poemas que fue una edición totalmente casera hecha por mí y que después en 2015 fue reeditada por Laberna Libros, una editorial de Buenos Aires, en una edición muy hermosa que hicieron con una tapa con la fotografía de Catalina Bocardo; una edición muy cuidada que salió allá en Buenos Aires. ¿Por qué Las desperdigadas minucias?Enrealidad fue unaimagenque me llegódelas imágenes, comolamayoríademispoemas,quesacodelpaisaje¿no?Yeso tan pequeño que siempre hay en el monte, pequeños insectos, pequeñas ramitas, pequeñas cosas que están como olvidadas o muy debajo de otras cosas, todas desperdigadas y que en realidad por ahí nunca nos detenemos en eso.
Rescatar un poco, traerlas.
Rescatar, creo que desde ese lugar nació ese nombre. Lo minucioso que está por todos lados y que no vemos. Ese libro editado por Llantodemudo en 2014, justamente el título por lo general yo lo saco de los poemas.
¿Extraes de ahí?
Sí, sí, excepto el último pero, este también salió de ahí y justamente por el paisaje que es lo principal desde donde toma mi poesía si se quiere, todo eso que está ahí afuera que también está adentro, ¿no?
Exactamente.
De alguna manera es eso.
Sí, no hay como límites en un punto.
No, no y yo creo que ese estar adentro se expande como en ese afuera y bueno, de ahí se escribe también.
La Médula ya lo lleva a un punto más profundo todavía porque lo sitúa en un lugar muy tuyo parecería ser.
Sí, La Médula más allá de todo lo que significa la palabra y que nos lleva a ese centro, a ese lugar del hueso, a lo medular, también es el lugar físico en el que vivió mi abuela, en el que nació mi mamá, en el que se criaron mis tíos y mis primos y en el que yo iba con mis hermanos fin de semana de por medio a visitar entonces, ese lugar está casi en el límite con San Luis, Córdoba y La Rioja que se llama así, se llama La Médula.
Vemos que en tu poesía los poemas no tienen título.
No. Por lo general, ha habido veces enlas que he puestotítuloa los poemas, pero no están publicados, es como que lo condiciono, locondiciono bastante al poema yeso es loquenome gusta del título, como que me siento ya atrapada en esa palabra, no me puedo correr de ahí.
Es coherente con vos eso, ese susurro que es tu voz, que entra, como una llovizna, claro, el título ya es como que pone algo, ¿no?
Pone algo por delante, que no digo que no, que en algún momento no sé.
No te nace, pero hoy por hoy…
Hoy por hoy no.Tambiénme pasa como que los poemas tienen una cierta respiración que al ponerle el título más allá de condicionarlos, es como que ya estás delimitando la lectura para quéladollevarlayme gusta quelapersona,el quelova aleer,el lector pueda llevarlo para su lado.
Laura, de qué se alimenta un poeta, cuál es el alimento, cada uno sabe, ¿no? Y eso es sagrado, pero quiero preguntarte ¿de qué se alimenta tu poesía, qué es lo que la nutre?
Fundamentalmente creo que de paisajes, como lo primero, como lo que está en el fondo, después hay mucho, obviamente que de emociones de la vida misma creo yo, el paisaje juega un papel fundamental y después muchas lecturas, muchas cuestiones vividas desde la misma poesía. Ayer justamente se cumplieron, se están cumpliendo 20 años del Taller Literario
PiedraVivaal que yofui,enel queestuve muchos años compartiendo con gente muy hermosa, ese bagaje de tanto compartir y de tanto estar ahí y alrededor de la palabra y de la poesía deja muchas experiencias muy fuertes también y que creo que han ido adentrándose en lo que escribo actualmente.
Además no sé si viste que la poesía, la palabra, es un hecho colectivo, compartido… no es ese poeta que está allá arriba, en su torre de marfil, sino que va recibiendo voces, se van nutriendo, ¿hay como esa cosa no?
Sí, sí, más allá de que cuando uno, por lo menos a mí me pasa que la escritura yo la siento como algo muy íntimo, muy muy íntimo y que me tengo que aislar bastante para poder escribir y estar en esa sintonía de poder escribir que no siempre sucede ¿no? Pero es verdad que el alimento de la poesía es la vida misma, siento que es eso.
Alberto Girri es un poeta que ha tenido unas meditaciones acerca del hecho poético y él dice ¿de qué ha de alimentarse un poeta? Los alimentos iniciales son sagrados parecería insensato no serle fiel. Yo leía tu poesía, el guadal, el orcón, el corral, el vidriecito ese del espejo y digo guau, me parece que Laura algo de eso es, esos alimentos iniciales es como que vos vas, como ese pozo de dónde has sacado el agua.
Totalmente,lasimágenes de lainfanciaqueunoporahí creeque se van a diluir en el tiempo, pero lo fuerte que están en uno, de eso no se toma conciencia quizás hasta que lo plasmás en algo escrito porque yo siento, no era tan consciente de esas imágenes pero estaban, estaban indudablemente en mí, incluso yo que no viví en estelugar en LaMédula perosi mis primos, mi abuela, el ir cada tanto, son impresiones que te quedan muy fuerte.
¿Vos pensás que hay una poética femenina y otra masculina?
No adscribo mucho a eso, siento que la poesía es una y que las distintas miradas, si puede haber distintas miradas en cuanto a
lo que se escribe pero no puedo o no creo en una poesía que sea escrita por mujeres y una poesía escrita por hombres. Sí creo que la poesía de la mujer, escrita por mujeres ha estado muy relegada, por ejemplo yo ahora traigo a Libertad Demitrópulos para leer un poema de ella, que es una escritora inmensa argentina, muy poco conocida.
¿De dónde es?
Es de Jujuy. Libertad Demitrópulos. Ella ya murió, tiene muchos libros de novelas publicados yeste es su único libro de poemas.
Bueno, ya nos vas a leer.
Sí,perodigoesto¿no?Yyo pensabacuandohablamos dequese alimenta la poesía y demás, hace poco reflexionábamos con los amigos de Piedra Viva de lo fuerte que esel tema de que hemos estado formados en la lectura por poetas varones en la lectura no solo de poesía sino filosofía, historia, hay unaimpronta muy fuerte. Es ver tu biblioteca y darte cuenta también de eso.
Hay como una prepotencia masculina.
Totalmente, pero bueno, que tenemos que empezar a revertirla de a poco.
Laura ¿cuándo sentís que un poema ya está escrito? El poema te suelta, ¿vos lo soltás?
Esa es una parte complicada en mí porque está bueno poder soltarlo uno. A mí me pasa que yo escribo yla verdad es que no me doy cuenta cuando un poema ya está pero sí me sirve el de-
jarlo un tiempo y no verlo y no leerlo y volver después a leerlo, dejarlo que leude.
¿Pensás que le tiene que gotear el silencio al poema?
Exactamente porque sino uno también está como corrigiendo y hasta qué punto no acabamos un poema corrigiéndolo, el tema es ese. A lo mejor terminás como destruyendo un poema de tanto corregirlo.
¿Has tenido períodos yermos? Períodos en los que la poesía no aparece. ¿Cómo los llevás?
Sí. Siempre he tenido la suerte, bah, no sé si la suerte, es algo fuerte el tema de la poesía porque están viniendo imágenes y sí está la necesidad siempre de anotar y de estar con un lápiz a mano ypor ahí eso va quedando, va quedando.Pero hayépocas en que con eso siento que no puedo hacer nada, que son simplementeimágenes sueltasquenopuedoescribir,también tiene que ver mucho con cómo está uno, internamente, emocionalmente entonces me pasa que en las épocas en las que he estado como mal o triste o bajoneada es cuando más escribo. Si estoy bien, no. Leo mucho, me gusta mucho leer.
Laura: ¿qué pensás de las redes sociales, vos tenés un blog?
No, yo no tengo blog de literatura, en realidad soy bastante mala para estas cuestiones. Sí me gusta leer muchísimos blogs en los queingresoyleo ylasredessociales.Creoquehayquever,hay quedividir algunas cosas. Enrealidadmeparece queestánmuy buenas para la difusión y para la difusión de la poesía creo que
esalgomuyimportante yqueseda,sedaporlomenos engente de nuestra edad, la difusión de poesía por ahí está muy buena, en cuanto a eso.
Laura López Morales, nació en Villa Dolores, en 1976 y ha publicado los siguientes libros: Las desperdigadas minucias (2013), También afuera es todo esto (2014) y La Médula (2016) por este último libro recibe la Mención premioprovincial depoesíadeCórdoba.Haparticipadoen múltiples antologías.
Sientoal poema como un saber sensible
Daniel Mariani
Daniel, el título de tu poemario El ático, ¿a qué obedece?
En El ático los títulos delospoemas son, en su mayoría, nombre de juguetes o de juegos. Respondían al nacimiento de mi hijo. Cuando él nace, yo tenía que contarle quién era y para poder jugar conél tenía quevolver,dealguna manera,ajugarcon mis juguetes y a preguntarme quién era, cómo había sido mi historia, mi infancia. Y a partir de eso hurgué en mi memoria y en la memoria colectiva también, porque la memoria de uno siempre está atada a la de todos, y a partir de eso comencé a buscar en cada uno de esos recuerdos, un juguete.
El ático como un lugar.
El ático como la misma memoria, un lugar oscuro en donde uno guarda lo que olvida, lo que quiere guardar, justamente, para recordar en algún momento, un espacio también de cuidado, donde uno deja lo que también quiere mantener en resguardo. Y encima de una casa, a eso no lo había pensado, lo pienso ahora, es un espacio que está arriba de lo cotidiano. Eso representa. Sobre todo era recuperar la memoria.
¿Y Círculo abierto?
Salir del ático de alguna manera. Círculo abierto está dividido en dos partes. La primera, “De los días” se llama, es como salir
a un espacio más vital, a encontrarse con el mundo, ya no con la memoria. Y la idea de Círculo abierto… es una apuesta ese título, es salir del círculo, es romper ese círculo y abrirse a nuevas experiencias, a lo cotidiano con sus luces y sus sombras.
Entre un libro y otro pasaron nueve años, Daniel. ¿Un período yermo?
Fue un período de mucho trabajo con la palabra, de mucho aprendizaje, de corrección. También tratando de encontrar algo nuevo que decir, que sea sincero sobre todo con las búsquedas de uno y tomó ese tiempo. En el medio, iba a salir antes con Llantodemudo.Justoenesaépoca,cuandoel libro ya había sido presentado y aprobado, falleció Diego Cortés, alguien muy querido. Pero yo no lo traté mucho, sinceramente. Llegué a través de Guillermo Bawden pero sé por todas las personas que lo rodearon y que lo trataron que era una persona muy valiosa, muy querida y generosa. Las veces que yo pude hablar con él, di una apertura a una persona desconocida, realmente con una generosidad admirable. Así que el libro en ese momento quedó ahí, después se siguió corrigiendo.
Este libro tuvo un proceso, fue mutando, se agregaron y se sacaron poemas en distintos momentos hasta llegar a lo que fue. Era un libro mucho más extenso quizás, y el tiempo fue decidiendo, el trabajo de corrección, la ayuda…
¿Mucha poda, Daniel?
Sí, con ayuda de Susana Cabuchi que siempre estuvo cuidando los textos y cuidándome, también.
Siempre recordamos esas palabras de Susana Cabuchi, cuando la invitamos al programa, ella dice “primero está la lava que sale del volcán, pero después sigue la despiadada corrección”. Siempre nos llamó la atención esa frase.
Sí, es un trabajo intenso de corrección, palabra por palabra, coma por coma, espacio por espacio, sonoridades. Tener en cuenta todas las posibilidades que tiene este lenguaje, esta forma de lenguaje que es la poesía. Uno cuando escribe, esa primera escritura es volcánica, siempre es irrupción. Uno no contiene lo que tiene para decir en ese momento, después viene el trabajo de corrección, de ir buscándole un sentido y una potencia a esa primera escritura que pueda llegar al otro, que sea comunicable, porquealfinal elpoemasiendounsaber sensible, también tiene que ser comunicable a otro, tiene que poder tocar eso que es común a todos los seres humanos, la condición humana es ese saber que todos tenemos. En mi poesía lo primero es el sentido, lo que uno quiere decir como norte, pero después trabajo sobre la musicalidad. No, obviamente, pensando en la rima, sino en la musicalidad interna que tiene cada palabra y cada palabra con el resto del texto, tratando de evitar distracciones al oído y a la lectura de cada lector. Eso nunca hay que perderlo de vista. Que hay otro que está esperando encontrarse no sólo con una palabra sino todo un sentido, todo un universo dentro del poema.
Y completarlo al poema, el silencio del lector.
Sí, es fundamental cierta ambigüedad o cierto respeto al lector, a esa posibilidad que tiene o de darle un sentido final o de darle otro sentido. Ha pasado muchas veces que sentía que estaba
diciendo algo y me he sorprendido con interpretaciones que se han hecho de algunos poemas, que no estaban lejos del sentido que yo quería darle, pero le han dado una vuelta.
Lo han completado o han ido hacia otra parte. Sí, un poco por eso yo decía que vos sabés irte a tiempo del poema, confiás en el buen silencio del lector.
Y sí. La brevedad en los poemas, que muchas veces es más trabajo que si son mucho más extensos. Permite llegar a un sentido y abrir otro, y ese otro sentido que uno abre es completado después. Siento al poema como un saber sensible y también, a la vez, como una maquinaria que uno va formando, palabra a palabra,espacio a espacio, silencio a silencio, para que de alguna manera funcione como un saber sensible, y en eso no puede haber ostentación.
Fabián Casas dice que la poesía siempre está en estado de pregunta, como que tampoco afirma nada contundentemente sino que…
Es que siempre estamos en estado de duda. No sabemos, pero algo sabemos y con ese algo que sabemos nos animamos a decir y tal vez eso permita que otros también sigan preguntándose. La idea es que no se acaben las preguntas.
La poesía también tiene una pobreza, pero al mismo tiempo ahí está su riqueza. Que está buscando, ilumina una zona.
Sí, porque vemos algo, estamos contemplando todo el tiempo el mundo y a nosotros mismos y a los demás dentro de él. Y
en ese momento que uno mira, ilumina una parte, siempre es una parte. Y buscamos dentro de esa otra parte que es oscura, algo de dónde tomarnos, siempre provisorio. Generalmente mis poemas son disparados por una imagen. Antes, cuando empecé, cuando era muy joven, era una palabra. Partía más de una palabra y después fue más desde la imagen, como que encontraba en una imagen, un poco más completa si se quiere, al menos con algunos elementos más. Y parte de ahí ahora el poema porque la poesía está ahí, está en todas las cosas que estamosviviendo, queestamos siendo. Ayer salíamos deunturno médico y mi compañera dijo “el hambre es una pulsión de vida” y yo dije “eso es poesía”. Sí, claro queel hambre es unapulsión de vida, en ese momento que uno se encontraba con la incertidumbredelaenfermedad.Entonces,muchasveces,enesafrase que para mí representaba una imagen, o la misma imagen de haber ido a una clínica y ver a la enfermedad en distintas formas, implicaba por lo menos una posibilidad de escritura.
Mi poesía se nutreen lo cotidiano, en el día a día, en cada cosa. Y después en la memoria, en lo ya vivido que pasa por ese tamiz de una mirada presente con lo que uno tiene en este momento para decir. Y como la mirada va cambiando va tomando ese color de lo que uno, por lo menos, ve en este momento, con los ojos de ahora. Entonces se va mezclando la visión, la imagen actual con la imagen que surge de la memoria.
¿El poema te suelta o vos soltás al poema?
Generalmente, el poema me suelta, cuando ya no puedo tocarlo más, él mismo me dice chau, se despide. Y ahí entra el lector que es el otro poeta que completa el poema.
Como que has tomado de esa gran corriente y vuelve de nuevo a la gran corriente.
Comoenelpoema “Díasdepesca”,esdevolver la vidaa lavida.
Hay un poema tuyo que pinta una escena que están en las sierras y vos estás leyendo en voz alta un poema y tu compañera está haciendo algo. ¿Sentís que el poema está terminado cuando lo lees en voz alta?
Sí, creo absolutamente en el oído, en la lectura del poema y cómo, en esa musicalidad, el poema hasta que no es leído en voz alta no tiene fin. Y muchas veces, justamente, he corregido poemas a través del oído. Yo tuve unaformaciónmusical cuando era muy joven, a los 9, 10 años, en piano y creo que eso fue un primer paso hacia la poesía, estaba ahí un ritmo que había que respetar, pero a la vez había una búsqueda de romper con eso porque era bastante rebelde a esa edad y, entonces, entré a la poesíaporlamúsica. Yahoraestoyretomando, comencéclases de guitarra así que estoy queriendo volver a ese lugar para ver qué otra cosa encuentro…
Hablemos de los talleres literarios, ¿sirven?
Sí, son fundamentales. Yome he formado casi toda una vida, diría, desde los 18 años con Susana Cabuchi en talleres literarios y considero que es la piedra angular de cualquier escritor. Creo que la poesía se hace entre todos y con todos, no es de otra manera. Sé que en este momento hay muchos, muchos talleres literarios en Córdoba y escritores que están saliendo de esos espacios y se estánformandoenesosespacios,así quesonespacios válidos,sí.
En cuanto a las redessociales han permitido que la poesía llegue atodos,yohe leídoescritores quenoconocíaycreoque atodos nos pasa que se nos va abriendo un mundo a partir de las redes. Yo, porlo menos, hacía mi búsqueda silenciosa en las librerías, llenándomela manosdepolvo yhollínenBuenosAires,enCórdoba, pueblitos donde andábamos buscando libros nuevos… y ahora nos llegan de una manera rápida y fácil, tenemos acceso.
Despuésbuscamos loslibros,peroel accesoacortacaminoyeso es fundamental para esto porque uno necesita conocer mucho para poder ir eligiendo y buscando, es fundamental.
Daniel Mariani nació en Córdoba en 1981. Publicó los siguientes poemarios: El ático (Colección Fénix, Editorial El Copista, 2009) y Círculo abierto (Editorial Borde Perdido, 2018). Fue premiado con el Premio Estímulo a Jóvenes creadores (2006/ 2007) Género Poesía organizado por la Agencia
Córdoba Cultura en el Concurso Provincial Falla (2007). Su poesía ha sido publicada en diversas revistas, antologías ypáginas virtuales. Fue columnista de literatura en el Programa La Barahunda de Radio UTN (ciclo 2009)
Megustaesacuestiónconstructivadecierta modernidad del Siglo XX, de armar cosas, de armar un poco las alusiones
Silvio Mattoni
Silvio comencemos hablando un poco del título de tu último libro, Tanatocresis, vemos que la primera parte son veinte poemas y luego hay una segunda parte, partes de un diario.
El libro es una especie de poema largo dividido en partes de un solo tema. Son historias o voces de cuatro amigos, algunos más íntimos y otros que había visto menos veces que murieron más o menos en la misma época, entonces era un poco como hablar post mortem. Todos ellos de alguna manera dejaron textos, hay tres que son escritores, de distinto nivel de reconocimiento, de lugares y de edad y de género y hay otro que escribía pero que era científico. Entonces de una columna de este amigo que murió muy joven, que también fue una muerte que nos afectó bastante porque era más chico que yo incluso de edad, más shockeante. Había escrito una columna de divulgación científica en una revista comentando esta cuestión de la tanatocresis, que es un comportamiento biológico de donde una especie animal usa algo muerto de otra especie: tanatos es muerte y cresis es usar en griego. Me parecía que era lo que yo estaba haciendo en el libro, que estaba usando a mis amigos muertos, en algunos casos textos de mis amigos muertos para armar una especie de conversación, porque también hago que se conozcan porque ellos cuatro no se conocían entre sí, pertenecían a mundos muy distintos, entonces hablan con mi voz.
Es hermoso, es hermoso, realmente, y después vienen las partes de un diario.
Empecé a llevar un diario en un momento en que no estaba escribiendo demasiada poesía, o encontraba pausas en el día que eran muy cortas como para ponerme a escribir y las fui llenando conescribir unas entradas muysimples, muydescriptivas de lo que pasaba en ese momento, casi siempre estaba enla ciudad universitaria o espacios de trabajo o en bares, describía a la gente que había alrededor, eran descripciones. Eso fue creciendo; en un momento tenía cuatro cuadernos de diarios que los pasé a la computadora, todo esto estaba escrito a mano en unos cuadernos bastante artesanales que me habían regalado y subí algunas de esas entradas a Facebook y unos editores que yo no conocía me preguntaban si eso formaba parte de un libro, y les digo: “mirá, tengo cuatro cuadernos, se los mando”. Mandé el archivo y con algunas conversaciones sobre el título y sobre un final porque finalmente ellos encontraron un final que yo no tenía, al final del cuarto cuaderno se muere mi abuela, cierro con eso.
Les digo “¡ah ya está el final!, si a ustedes les parece”, yentonces eso sepublicó, ese diario, en el 2014.Se llama Campus porque se desarrolla mucho en el campus universitario, era como lo más descriptivo,pero,despuésseguí escribiendounpardecuadernos más en un ritmo más lento y no tratando de pensar que eso se fuera a publicar demasiado, como una forma más íntima y en esecasopubliqué esos fragmentosacáporquesonrelatos delos momentos en que estoypensandoen escribir Tanatocresis.
Lo integra.
Claro, hablo sobre la época de la escritura, en algunos casos hablo de los muertos pero en prosa, sin ponerlos a hablar sino
de otra manera, entonces hice una selección de ese diario, ya lo había hecho en otro libro también. Me atrae eso de que haya un poco de prosa en el libro de poemas, que haya alguna cosa como más reflexiva.
Hay una respiración poética.
Sí, los libros tienen un ritmo, una pausa rítmica, pero tienen tambiénmuchodereflexiónsobrequésignificaescribir,alguna cosa medio teórica digamos.
El Descuido por ejemplo, es un libro que me impactó, me gustó mucho, hay un poema largo “El shopping”.
En esa época tenía la idea de terminar todos los libros de poemas sentimentales también, tenía poemas que eran anecdóticos, sobre mi vida familiar.Ese esun libro quesaliódespués de uno que se llama Poemas sentimentales, donde empecé a hacer un ejercicio muy autobiográfico y entonces hay poemas sobre mi niñez, mis recuerdos y poemas sobre el presente, sobre los niños o lo que te está pasando en el momento. Lo del Descuido jugaba a la vez con lo que uno se olvida, conlo que unono sabe qué hacer, etcétera, y también el tema del cuidar, el descuidar y en esa época tenía la idea de cerrar los libros con un poema largo, hacer una especie de ejercicio de un poema más épico, o que tenga más relato, mas descripción. Son trayectos, recorridos.
Silvio, ¿qué rol cumple el humor y la ironía en tu poesía?
Ahíen El descuido hayunpardemomentosbastantes graciosos, que después hay mucha gente que me los cita. Los peligros de
descuidarse en algo como salir, morir o peor, tener que arreglar el auto, peor que morir es tener que arreglar el auto, el peligro de chocar, de distraerse y chocar cuando uno está manejando. También es cierta ironía sobre el género del poema, porque los poemas son enfáticos, es un discurso enfático donde uno pone una sentimentalidad, a veces un tono alto o a veces se habla de la muerte o de cuestiones como el paso del tiempo, a veces el pequeño juego irónico, pero no lo hago tan voluntariamente, soy un poco irónico conmigo mismo, en general.
Tampoco hay que tomarse tan en serio…
Para serio están los muertos.
Silvio, ¿le das importancia a la sonoridad?
Mi primer libro es sobre temas griegos y latinos, era como otro mundo no realista y no moderno tampoco, pero después del tercer libro, en algunos libros uso mucho el endecasílabo. A partir del tercer libro, en los poemas narrativos también; no es imperioso que todos los poemas estén en endecasílabos pero hay una tendencia. Me sale naturalmente el verso de once sílabas, trato que casi nunca coincida con la frase; que el verso y la frase no coincidan; entonces siempre te queda un pedacito de frase del otro verso; vas como encabalgando y hace que tampoco se note tanto esa cosa rígida.
Hay un ritmo ahí.
Claro, me sirve para escribir porque como siempre quedo a mitad de verso tengo que ir agregando más frases. Me sirve como
para ir construyendo el poema pero le presto mucha atención a lo que se dice porque es raro. Puede haber algunos poemas sueltos así más breves y más difíciles de entender que no haya algo narrativo, entonces eso va muy por el lado de seguir un cierto hilo, un sentido, entonces eso se combina con el ritmo.
¿Qué dispara tu poesía Silvio?
Depende mucho de cada caso. Generalmente tengo cierta noción general del librocasi antes deempezar con los poemas, o a veces tengo dos o tres poemas y digo esto va cuando encuentro esa idea del descuido. Después empiezo a encontrar esa idea en muchos tipos de situaciones distintas y me dan idea para poemas, en el caso de Tanatocresis, cuando lo empecé comenzó como un diálogo con dos muertos y después digo, bueno traigo dos más. Se fueron sumando pero la idea era hacer un libro de poemas que no tuvieran título y hablaran todos, que fuera como una obrita de teatro más que un poema individual, pero en general lo que me despierta cierta idea poética y ahí puedo arrancar, a veces, traduciendo algún poeta o leyendo algún poema que me impacta y digo, esto me vendría bien para decir otra cosa que quiero decir, más o menos como lo está haciendo éste y ahí puedo llegar a tener algún versito, los poemas que leí ahora, las citas de canciones, me dan un tono un poquito más pop, más cursi por ahí, más sentimental que son frases que yo no diría, entonces me sirve tener eso para citar, tengo que encontrar el marco para poder poner esa cita entonces eso también puede ser un principio.
La poeta Irene Gruss ha dicho que la poesía es música con la boca cerrada. ¿Qué opinás de la relación de la poesía con la música?
Lodelapoesía ylamúsicano meinteresaba tantoantes peroen los últimos libros encontré este mecanismo digamos –pero ya lo abandoné creo también– de usar letras, que en este caso eran canciones populares pero, letras de ópera o de música muy extraña que a veces estánmás elaboradas de la misma manera que usaba citas de poemas para meter ahí, pero no lo había pensado tanto como una relación, o sea, siempre pensé más en la poesía con una relación con la pintura, con lo descriptivo, más con la descripción que con lo sonoro pero, como decía Nicanor Parra: “no nos podemos rifar el instrumento” y empezó a hacer endecasílabos en un momento de su vida. La cuestión rítmica uno la termina introduciendo, por más que no haya una métrica, tiene su incidencia en la forma del poema, cuando termina, o hacia donde se va.
Silvio, ¿hay control sobre lo que uno escribe, hasta qué punto?
Lo del descuido también tiene que ver con eso, fue una manera de pensar, el volver a pensar lo que sería el viejo problema de la inspiración o de lo involuntario, lo que uno no planificó. Como una especie de retorno del inconsciente de alguna cosa, eso que aparece, a veces, eso tiene lugar porque el ritmo impone cosas que no están dentro de la previsión lógica de la frase, entonces aparecen asociaciones que no estaban, es algo que me interesa bastante, creo que es un componente propio de la poesía, a veces donde está cierta gracia, pero no tengo la fe que tenían los griegos, los románticos de dejar, descargar todo ahí, soy bastante organizado, todo lo que yo pueda planear lo voy a planear y después vemos si sale lo otro cómo viene, pero me gusta la idea de libro, que cada libro tenga como una idea, me gustaesacuestión constructiva. Quehaya unidad.Me gusta
esa cuestión constructiva de cierta modernidad del Siglo XX, de armar cosas, de armar un poco las alusiones, de armar las referencias de contar o deimitar o describir cosas pero después uno propone y después no se sabe a dónde va. A veces los libros se cierran en sí mismos, Tanatocresis lo terminé en poquito tiempo porque era una sola cosa y además no podía parar, cada día escribía un fragmento y lo iba llevando, pero en otros casos, a veces son libros en los que voy amontonando poemas durante años hasta que me parece que ya son muchos y van encontrando su lugar. Lo gracioso es que aunque uno no planifique también todo parece planificado, los poemas coinciden involuntariamente también. Ahora bien, no corrijo prácticamente nada. Si buscara el manuscrito de mi primer libro cuando tenía 20 años, está lleno de tachones, pero tenía otros problemas, era neurótico en esa época, pero ahora con este sistema de poema narrativo y como más o menos tengo manejada cierta medida de verso y cierta idea, escribo a mano, siempre, en cuaderno. Ahí en la leída de lo escrito a mano por cuestiones rítmicas casi siempre, puedo cambiar alguna palabrita y después lo paso a la compu y no mucho más digamos, porque también fui alejándome un poco. Másomenos hastael 2000tenía unaideadepoemamucho más pulido con menos cosas orales y con menos charlas, en cambio ahora puedo soltar cosas más coloquiales, más conversadas y no son poemas tan serios y tan mitológicos, no sé cómo llamarlos.
Leyéndote nos vino a la mente una frase de Laura Wittner que dice “no hay más que vida diaria, de ahí se saca todo, el poema está en la vida diaria. Bah, está, no está, está, no está” ¿qué sentís respecto de eso?
Bueno, Laura Wittner es bastante amiga mía, me gusta. Sus poemas me gustan mucho, eso creo que está en La tomadora
de café, esa frase; “no cualquiera es doméstico” dice después. Yo escribí bastante sobre las poetas mujeres de mi edad, como ella, que somos más o menos de la misma edad, queempezaron a publicar a fines de la década del 90 casi todas o principio del 2000, porque ese giro intimista o doméstico o familiar me interesaba mucho también para pensar lo que yo hacía. Escribía ensayos sobre eso, creo que la cuestión de la sentimentalidad a la que alude la poesía tiene un anclaje fuerte en esa domesticidad, por supuesto que también, hay una posibilidad de mucho entusiasmo en el poema político o social, etcétera, que también surgió en los 90 una versión por ese lado, más realista si se quiere pero en mi caso me parece interesante verlo así, incluso también verlo desde el punto de vista de la infancia, de los niños, o sea, tratar de mirar las cosas desde ese lugar. A mí me encanta Laura, los poemas que escribe me encantan.
En una entrevista afirmaste que “internet me parece un poco aplastante, todo se achancha y nada se atesora, funciona para informar, incluso discutir pero leer poemas en la red es bastante menos lírico que buscar pornografía” ¿Lo seguís sosteniendo?
No sé, esas sonentrevistas que me hacen por chat, a veces es de noche y estoy tomando algo y digo cualquiera. No estoy tan seguro de todo eso; me sirve mucho internet últimamente no para leer sino para encontrar cosas que después veo cómo las leo. Muchas veces encuentro libros pero después los imprimo, me cuesta en la pantalla dedicarme a leer largos momentos pero la poesía tiene una virtud que es el tamaño digamos, obviamente que una novela es un plomazo tratar de leerla en internet, pero el poema lo pueden ir picoteando y lo pueden armar como si fueran pequeñas antologías o revistas donde uno lee dos o tres poemas de un autor.
¿Los blogs?
Los blogs tuvieron su época, están un poco pasados de moda ahora, pero había una época en que había muchos blogs de poesía, que se hacía ese sistema de bola de nieve que cada poeta recomendaba a otro poeta, se iban sumando, ibas haciendo una red, pero en realidad lo que tiene internet es eso, la cuestión de que uniformiza bastantelascosas ya mí me gusta el papel, para el libro de poemas me gusta el papel. Así como no escribo en la computadora nada, todo lo escribo a mano, con la lapicera, tampoco hago mucho más por internet que esto, comunicarme, informarme.
¿Quécosaste conmueven,temovilizan?
Memoviliza yme conmuevetodo.Memovilizan mis hijas; son muy militantes políticas y la política también me moviliza, las luchas feministas me están movilizando en este momento por discusiones queseestánteniendo entodoslados, en lafacultad. Mis hijas también son muy militantes en ese sentido, pero me puede conmover todo tipo de producto incluso hasta bastante estándar, me conmueven las películas románticas, las canciones de amor y otro montón de productos que son industriales, pero también no sé, las óperas, el tono sentimental.
La cuerda, esa cuerda, ¿no?
Sí, pero depende también del momento y hay veces que es bastante fuerte, por ejemplo ayer vi un documental que se llama La Parte por el Todo, que es un nuevo giro para narrar la apropiacióndechicosporladictadurayquedébastanteconmovido,
sin embargo no pude dejar de mirarlo, era un documental con elementos de testimonio y era un nuevo armado de esos testimonios que era bastante demoledor.
Nosotros hemos notado el tema del feminismo, inclusive hoy hay jóvenes que utilizan el lenguaje inclusivo en la poesía.
Poemas he visto pocos, pero sí, conozco poetas de la edad de Laura Wittner, otra poeta que se llama Marina Marías que da discursos y clases en el lenguaje inclusivo, ya lo tiene muy practicado. Hay que entrenarse pero sí, a mí me parece que todo eso puede ser interesante, igual, no sé si va a progresar literariamenteperoes algoquetienequever conlaposiciónpolítica.
Silvio Mattoni nació en Córdobaen 1969. Hapublicado lossiguientes librosde poemas: El bizantino (1994), Tres poemas dramáticos (1995), Sagitario (1998), Canéforas (2000), El país de las larvas (2001), Hilos (2002), El paseo (2003), Poemas sentimentales (2005), Excursiones (2006), El descuido (2007), La división del día (2008), La chica del volcán (2010), La canción de los héroes (2012), Peluquería masculina (2013), Caja de fotos (2016), El gigante de tinta (2016).Yen ensayos Koré (2000), El cuenco de plata (2003), El presente (2008), Camino de agua (2013), Muerte, alma, naturaleza y yo (2014), Música rota (2015). En 2014 publicó el diario Campus. En el 2004 obtuvo la beca Guggenheim. Da clases de Estética en la Universidad Nacional de Córdoba. Traductor de Henri Michaux, Georges Bataille, Giorgio Agamben, Paul Válery entre otros. En 2013 Borde Perdido Editora reeditó Poemas sentimentales y en 2018 edita su último libro Tanatocresis, por el cual obtuvo el Segundo Premio Nacional 2019 en categoría libro de poesía por la producción literaria entre 2015 2018.
Lapoesíaesunapenumbra,anidaenel misterio
Eda Nicola
Eda, Alberto Girri ha afirmado que cada poeta verá de qué alimentarse y de qué no alimentarse, pero de los alimentos esenciales, de esos, no podrá dejar de alimentarse, ¿qué pensás de eso?
Sí, es así. En mi caso es la naturaleza. Al extremo que yo en la ciudad, en una urbe como ésta, solo estoy dos o tres días, después ya me empiezo a sentir mal, mal físicamente, me falta el cielo amplio, el campo. Necesito aire, espacio a mi alrededor para poder estar, sentirme yo misma. Quizás tenga que ver con que nací en un pueblo muy pequeño y la mayoría del tiempo de mi vida lo he vivido en un pueblo pequeño. Hay otro tipo de limitaciones, la gran urbe tiene mucho mundo cultural pero yo no cambio ese estar interior en armonía con la tierra, el aire, las estrellas, los atardeceres, los amaneceres, el verde, la llanura donde me crié y crecí. También todos los espacios de la naturaleza, el mar, la montaña, toda la naturaleza a mí me dice y eso estásinqueyo medécuentaynosólolosaspectos bonitosdela naturaleza, sino también cadáveres, las criaturas que se pudren, todo ese ciclo me fascina mucho.
Sí, por eso un poco en la presentación hablábamos de que cavabas incansablemente tierra adentro, en el lenguaje.
Cuando era niña vivía haciendo pocitos en el campo y pinchándome con las ortigas hasta que me di cuenta cuáles eran y las aprendí a distinguir. He sido una criatura criada en el campo,
vivíamos en una quinta en las afueras del pueblo, así que para mí los arcoiris, la lluvia, los animalitos muertos, todo desde chiquita han formado mi sensibilidad. Veo que la gente de la ciudad, crecida en la ciudad, tiene mucho la cultura del cine. Lo urbano. Yo no, lo mío va por otro lado, el registro va por la naturaleza.
Eda, hablemos de los títulos de tus obras, en 2003 publicás delos pequeñísimos filamentos nerviosos de mi carne…
Quise hacer alusión a la sensibilidad que significó ese libro para mí, mi estado cuando lo escribí; fue en el proceso cuando mi mamá estaba con mal de Alzheimer, en una etapa final y empezaron a nacer mis hijas justo en ese momento; entonces era la muerte y la vida a la vez. Lo vivía con mucha naturalidad, era mas joven, ni siquiera lo pensaba, lo vivía.
Hay una fortaleza en esos años…
Sí, tremendo y eso se ve en esos libros, es muy potente en ese sentido, es la vida y la muerte interalimentándose constantemente. Era vestir a mi mamá, atarle los cordones a mi mamá, levantar a mi nenita, atarle los cordones a mi nenita, darle de comer a una, darle de comer ala otra. Eso visto de afuera puede parecer terrible; no, no era terrible, era la vida, era lo que nos tocaba en ese momento. Y está en la poesía. Por eso los pequeñísimos filamentos nerviosos, porque es la sensibilidad ahí muy a flor de piel.
Fijate que Hilos de luz entre turbias cosas también habla en 2010, ahí hay siete años de silencio.
Son los siete años de crianza, un poco de duelo por la pérdida de mi mami y la crianza, vinieron mis hijas, se llevan poquitos años, entonces esa etapa, no sé cómo lo vive cada mujer. Por ahí somos todos seres tan diferentes, en mi caso estaba muy dedicada a las nenas, pero también escribí.
Y la docencia.
También. Di clases muchos años y ahora que me decís lo noto, el tema del Alzheimer, empiezan a fallar las terminaciones nerviosas, de eso hablan esos dos primeros títulos, Los hilos de luz, comosifuesenlasconexiones deluzdeconciencia, queuno,en esa enfermedad que es tan complicada va perdiendo.
Bajolaluzde unapequeñalámpara, ahí ya estamos en 2015.
Es una etapa más tranquila, esa época un poquito mas tranquila, ese título me inspiró un ensayo de Olga Orozco que lo cito, cito el fragmento como epígrafe de todo el libro. Olga Orozco dice una cosa que es maravillosa. Es una poeta que yo leo y releo, es una de las grandes, inmensas de nuestra poesía y ella dice que para estar en la poesía no hay que estar demasiado de modo que se vea todo como en la ciencia ni tampoco hay que andar a oscuras porque a oscuras no encontramos nada, hay que iluminar el mundo con una pequeña lámpara. Le puse ese título y obviamente que cité a la maestra de donde la saqué. La poesía es una penumbra, anida en el misterio, ahí está la riqueza, ahí está la posibilidad que tiene la poesía que las palabras se expandan y se abran a que cada lector encuentre ahí lo que necesita en ese momento.
¿Y Detrásdelaire…?
Detrás del aire fue una sugerencia del editor, porque yo tenía un título más largo, no me acuerdo en este momento cómo era y a él le gustó cuando leyó el poemario y ya me dio el ok para editarlo, le gustó, es una partecita de un verso, no se si lo voy a encontrar, pero es una partecita de un poema que está en el poemario.
Ni claridad ni oscuridad.
Es esa sutileza, es esa sutileza que tiene la poesía para entrar en el alma, porque la ostentación no tiene nada que ver con la poesía, pertenece a otro ámbito.
¿Sentís que tu voz fue cambiando con el tiempo?
Me parece que no y charlando con amigos poetas, me han dicho que han leído, me han ido siguiendo y han leído, que no, que es lo mismo. Que siempre es esa voz, la misma, eso es lo que he tenido como devoluciones de lectores, pero yo no me doy cuenta la verdad. No tengo esa lucidez crítica para ver lo que yo escribo desde afuera, no puedo. Sí lo puedo hacer con otros poetas, sí puedo mirar y a lo mejor opinar y decir algo de otros autores, pero no con lo mío porque yo estoy ahí, no me puedo mirar con objetividad.
¿Te ayuda a respirar escribir, es tu respiración en algún punto?
Sí claro, me calma, me saca de la angustia, en los duelos de mi vida. Yo tuve dos grandes duelos: perdí a mi madre y a
mi hermano menor, falleció en 2011, me salvó la poesía en las dos circunstancias. En un momento empecé a escribir sin parar, después de un tiempo de silencio y eso me volvió a conectar con la vida.
Roberto Raschella dice que el arte tiene que ver con algo de lo que fue y ha dejado de ser, supongamos un día de sol, se vive o se lo escribe. Si lo escribís seguramente no percibís el sol, no lo gozás. Al escribir se están conjurando de algún modo las pérdidas.
¡Quémaravilla!QuémaravillaRaschella,quémaravillaeseautor. Es editor en La Yunta, ahí salió mi novela. No hablé de mi novela porque este es un programa de poesía, tengo la alegría que la leyó y le gustó. Raschella es uno de los editores de ese grupo editor. Pero qué bello eso que dice, y es cierto, tal cual. Yo amo la naturaleza. A veces me ha pasado más de una vez de decir, o me siento a escribir o salgo a caminar en un día precioso. Esos días que en la llanura y en el campo donde yo vivobrillatodocomodiamanteporquevosvesunapiedritaque brilla como si fuera una piedra preciosa en la calle: las gotitas derocío;yyomeplanteaba,miroenlaventanaydigoosalgoo mequedoaescribir.Avecessalgoyavecesmequedoaescribir. El silencio y la palabra se interalimentan todo el tiempo. La palabra constante es una cháchara vaciada, no tiene ningún sentido, el silencio la alimenta. Y el silencio, un silencio total, la mudez, se pierde. Es un equilibrio, como una luz pequeña que hablábamos hace un rato, es igual. Yo necesito mucho silencio,sobre todoa la mañana. Necesitosilencio, muchos años en la crianza de mis hijas no lo tuve obviamente y ahora, estoy en una etapa más tranquila, lo disfruto. Yo empiezo a escribir con una frase o con una palabra y empiezo a tirar de ese hilito
y no sé qué va a salir y en algún momento ese hilito se corta y es cuando termina esa emoción hecha palabra, pero no soy para nada intelectual para escribir, me sale así de las entrañas y después corrijo, le doy una mirada pero a veces como está, está perfecto y a veces tengo que sacar, agregar, cortar. Pero yo no soy de pulir tanto, no es que estoy corrigiendo. Si creáramos todo perfecto de entrada no seríamos humanos, seríamos dioses.
Pero también, dejarle esa partecita de mundo, sucia diríamos.
No, yo soy de los poemas sucios con sangre, cadáveres, toda esa cosa, la vida, la vida real que está siempre entrelazada con la muerte. Yo soy de ese palo, mas de lo salvaje que de lo civilizado. Esto no se trata de juicios de valor ni nada, cada voz, cada uno, cada vida, es tan enigmático, complejo y maravilloso también.
Como vos decís, registros completamente diferentes, pero uno sabe, se siente, la poesía está o no está.
Sí,sí,esosesiente enelpecho,cuandohayunimpacto.
La poesía está o no está, sea urbana, corta, haiku, larga, caudalosa.
Pero uno lo siente, uno se da cuenta cuándo es poesía y cuándo no. Eso es así.
¿Hay control acerca de lo que se escribe?
¿En qué sentido control? ¡Si yo no puedo controlar lo mío! No, yo no puedo controlar absolutamente nada, absolutamente nada. Este año no estoy dando clase por una circunstancia personal, tengo más tiempo y puedo corregir y encuentro tanto cuaderno, tanta cosa escrita, cuadernos de anotaciones que tengo escritas, la lista de cosas que tengo que comprar en el super, el remedio para la nena y el poema al lado, no, control es una palabra muy alejada de mí.
¿Es importante la contemplación?
Es que la contemplación es estar, ser parte. Ayuda mucho meditar también, es como el fuego, la base, el estar en el mundo, sentirse parte y después escribir lo que salga, sin forzar, sin intelectualizar.
Tengo algunos textitos que tienen que ver con eso, son ensayos un poco poéticos digamos, sobre lo que es la escritura, cómo lo vivo por ahí. Quizás lo digo mejor escrito.
Todos esperamos un contacto, una señal en el camino que nos diga que vamos bien, que continuemos así, escribiendo con palabras esquivas el vivo secreto de nuestro corazón, aunque la verdad es que ese vivo secreto de existir no lo conocemos ni lo conoceremos nunca. Mentimos, mentimos descaradamente, es más, hemos hecho de la mentira el elemento clave que define nuestratarea. Hacemosficción, lonuestroesficción. Quenadie nos pida lo que por definición no podremos darle nunca, una gota de verdad, un lente para ver mas claro, piden demasiado. Sin embargo, queremos la atención de la gente, es el botín mas preciado, todo seríamos capaces de hacer por unos minutos de atención. Pretendemos que interrumpan su vida que ya es ardua de por sí, como toda vida para que nos lean y encima nos feliciten para regodearnos y decirnos a nosotros mismos
“quéinteligentesoy,quésensible”. Somosegocéntricos yexhibicionistas de la peor de las clases, no mostramos el cuerpo que sin duda es inmostrable. Pretendemos mostrar el alma, el delicado corazón, pozo de turbulencias por no decir cueva de cucarachas o refugio para cucarachas y reptiles y sin embargo no renunciamos a la palabra, es más, lo consideramos lo único valioso, lo único que tiene sentido y propósito en nuestras delirantes vidas. Decimos escribo, como si eso ya nos eximiera de ser tan egoístas, indiferentes o crueles como cualquiera y de estar tan perdidos, desubicados o desamparados como todos. “Como perro en cancha debochas”, se decía en mi pueblo gringo donde se jugaba mucho a las bochas y que se debe haber masacrado a unos cuantos perros, no me cabe duda, para dar origen a esta expresión tan poderosa que nos dice como estamos todos, atajando los golpes con el cuerpo, sin saber nunca desde donde vendrá el próximo.
Claro, clarísimo Eda. ¿Qué pensás de los talleres literarios, qué experiencias has tenido?
Son espaciosdecrecimiento,de intercambio, de nosentirnos tan locos y tan solos en esta tarea que ya de por sí es solitaria. Yo desdejovencita, adolescente, 12 o13añosempecé conun taller literario en mi pueblo, tengo amigas de esa época que son amigas míashoyendía,sonamigas del alma,alos15añosyaleía Borges, ya conocía a Olga Orozco, gracias a esta gente maravillosa, Marita, Marcela, Gloria, Yolanda, me vienen a la mente los nombres delasmujeresde esaépoca,quesiemprelasvoyatenerenmi corazón, que me enseñaron muchísimo. Yo fui a todo, mi mamá me mandaba a tenis, folclore, danza, intenté todo. Para nada servía mas que para la poesía. Lo único que tuvo continuidad en toda mi adolescencia fue el taller literario.
¿Y de la poesía en las redes qué pensás?
Está bueno, uno tiene que manejarlo con inteligencia, con cuidado de uno mismo, no ponerse tan dependiente, de lo que van a decir o de lo que no te van a decir, es difícil porque uno pone ahí su corazón; es un trabajo, yo trato de, a veces lo logro más a veces lo logro menos, pero trato de equilibrarme, de no publicar tanto, como toda cosa, que no sea adictivo. Pero no reniego porque está bueno, como instrumento es poderoso, llega, otra gente te lee. Yo por ejemplo te conocí por las redes, vos también me has leído mucho en las redes, hayque rescatar y tratar de no contaminarse con lo que nos hace mal.
Uno trata de lo que llegue ahí haya habido un tiempo de maduración del texto, tampoco esa cosa de lo que sale con fritas, dejar que le pase el tiempo.
Sí, yo depende,a veces me embelesa y digo “ah, qué bueno que está” y después me doy cuenta que no, y bueno, ya está.
¿Qué cosas te preocupan, te duelen, te conmueven?
Siempre me ha dolido el mundo, la crueldad, este mundo que vivimos es terrible, yo siento que lo que yo puedo aportar es lo que soy, esta sensibilidad y lo que sale en la palabra, que hay mucho, hay mucho de conmoverse por el dolor de los otros, por ahí por mi temperamento, por donde viví, por mi situación particular no tengo ni militancia, ni eso que se da más en la ciudad y tampoco sé si me gustaría tanto porque yo soy mas un bicho solitario pero sí siento que puedo hacer un aporte desde mi ser, de mi persona, en mi trabajo con la gente que conozco, pero el mundo duele, siempre duele, ha dolido desde siempre,
es la naturaleza humana, es la condición humana. Yo igual soy optimista, creo que cada vez vamos, aunque no se vea, aunque sea muy de a poquito, pero que cada vez la humanidad va ganando conciencia, de a poquito, lo veo en muchos casos que no voy a entrar acá porque no tenemos tiempo, pero veo que de a poquitito, de a poquito la conciencia y cuando digo conciencia digo amor incondicional.
Y no hay parto sin dolor.
Eslanaturaleza.
Nació en Coronel Moldes, Córdoba. Eda Nicola se aproximó desde muy joven a la lectura y a la práctica de la poesía en un taller literario de su pueblo.
Estudió Letras y ejerce la docencia en el nivel medio. Publicó los siguientes libros de poesía: De los pequeñísimos filamentos nerviosos de mi carne (Narvaja Editor, 2003. Premio Provincial para autores inéditos), Hilos de luz entre turbias cosas (Jorge Sarmiento Editor - Universitas, 2010) y Bajo la luz de una pequeña lámpara (Ediciones Llantodemudo, 2015). En el año 2016 publicó Detrás del aire (Editorial Huesos de Jibia).
En el ámbito de su labor docente, publicó el ensayo “Abordaje de la Literatura en el secundario” en el Tomo II de Cuartas Jornadas Internacionales de Investigación y Prácticas de Didáctica de las lenguas y las literaturas (Ed. de la Universidad de Río Negro, 2015. Compilado por D. Riestra, M. V. Goicoechea yS. M. Tapia. Grupo deestudiosen Interaccionismo Sociodiscursivo en Educación-GEISE).
Elsilencioesloquehacelapalabra.Esunatributo de la palabra
Gabriel Pantoja
Gabriel, comencemos hablando del título de tus poemarios.
Crack, el primer poemario, es una onomatopeya. Hace alusión a un sonido. El poemario tenía otro título cuando lo empecé a escribirperoalavanzar yleerlodespués,unaamiga detallerme lo hace ver de otro modo y detecta un ruido; eso es entonces lo que une a todos los poemas. Géminis quizás sea más pretencioso: apunté a lo que representa el signo zodiacal de los gemelos. ¿Qué pasa si dos poemas idénticos son leídos en momentos o en contextos diferentes?, ¿dirían lo mismo? En los dos poemarios los títulos vinieron después, cuando más o menos podía saber de qué iban.
Luis Sagasti dice: “siempre que se escribe se lo hace por primera vez”. ¿Compartís esa afirmación?
Son de esas afirmaciones aforísticas que podrían provocar respuestas en distintas direcciones. Ensayo una: Escribir para olvidar quéhabías escritoantesyentonces coneseolvidotecreás el sentimiento de una primera vez. Creo que Sagasti apunta a eliminar lacosa del experto,del queasumela pose de“escritor”; el que cuando escribe sabe adónde tiene que ir. En cambio, del otro lado está el que sigue produciendo asombro o se sorprende de loque aparece mientras estájugando. Porquesiempre quese juega ysepersiste enlaéticadeljuegosejuegapor primeravez.
Y eso sí, el juego –como dice Maradona– es una pelota que no se mancha.
¿Cuándo arranca el poema?
Arranca desde un lugar imprevisto, creo. Lo imprevisto puede ser extraordinario. Después el texto que de ahí resulte, si es que resulta ysi es que es texto; podría no tener nada que ver con ese arranque, también.
Anne Talvaz, poeta francesa, dice “están desdoblados los creadores: por un lado el hombre mundano y del otro lado el resto, eso de lo que no conseguimos hablar”, ¿en vos es así?
¡Uy!, se me desdobla la frase. O se me triplica. ¿No tiene tres partes? El creador desdoblado en algo mundano por un lado y la cosa del resto por el otro (pero mirá todo lo que dice, además cuando dice “resto” eh), y un asunto más: algo de lo que no se puede hablar. Esto último me suena a una cosa mística. “De lo que no se puede hablar, mejor callar”, decía Wittgenstein. Pero digo ¿y si lo mundano es una actuación de lo que no se puede hablar? O también podría decir: ¿no es lo mundano un escenario donde buena parte de lo místico se pone a hablar, solo que de otra manera?, etcétera. Y cuando digo místico ¿qué estoy diciendo? Podría estar bueno tener una experiencia mística al ir a comprar el pan ¿no? Es más, quién sabe si eso no es un lugar para el poema. Quién sabe si Temperley cuando decía vengo de comulgar y estoy en éxtasis no venía de comprar el pan, ya ves, ponele que acuerdo con Anne Talvaz.
¿Sos de pulir mucho, de podar mucho?
Comulgo con la poda yel pulido, lejos que sí.
Fabián Casas dice que la poesía está siempre en estado de pregunta y que en el poema arranca la voz personal y luego va creciendo la voz extraña, que es lo que termina prevaleciendo. ¿En tu caso es así?
Cuando crece la voz extraña, es ya una respuesta en sí misma ¿no? Quizás está hablando algo que no era de uno. Y entonces esa respuesta que no es de uno cuestionaría todas las respuestas anteriores y así. En ese sentido la poesía está en estado de pregunta y también en estado de extrañeza que es ya otra forma de respuesta.
¿El poema te suelta o vos soltás al poema?
¡Qué poema más perro!
Laura Wittner dice “no hay más que vida diaria, de ahí se saca todo. El poema está en la vida diaria, bah… está, no está”. ¿Lo compartís?
Completamente. Vengo de haber visto mi vida diaria, ahora la dejé de ver, ahora que no la estoy viendo comienzo a vivirla, ahora vuelvo a no vivirla porque estoy durmiendo (¿quién vive en mí mientras duermo?), ahora voy a despertar. Vengo de despertar: no estoy necesariamente en éxtasis.
Hablemos de la relación entre el silencio y la palabra.
El silencio es lo que hace la palabra. Es un atributo de la palabra. Si no fuese por la palabra capaz no nos enteramos del silencio. Por lo demás la palabra silencio no es buena para hacer silencio. Todos tenemos un Porchia adentro, se ve.
¿Prevalecen en tu poesía la sonoridad; la musicalidad; el sentido, o no tienen relevancia?
No sési en mi poesía. Peroen la poesía queaprecio sí y mucho. Y cuando se combinan esos tres registros (sonoro, musical y semático sin necesariamente la prevalencia de uno sobre otro), nada que agregar. Ahí estaría todo. Y cuando ahí está todo, te olvidás qué es lo que tenía sentido.
Hablemos de la relación entre la poesía y tu profesión de psicólogo.
La poesía está en todas las cosas, dicen. Bueno, pero no la busques en la psicología.
Participás de un taller de escritura, contanos tu experiencia…
Hace tres años ya con Elena Anníbali coordinamos un taller de lectura, escritura. Ocurren ahí cosas maravillosas. Leemos a otros autores, hablamos, discutimos puntos de vista, diferencias. Leemos a los autores del taller, porque los tomamos como autores. A ellos tenemos la suerte de preguntarles, dado que han confiado sus textos al espacio, vivamente: ¿qué quisiste poner? o ¿te das cuenta de todo lo que estás diciendo acá?; o esto
es maravilloso, o ¿te das cuenta que sería todavía más maravillososi?,ah, quéimportantequehayastomado esta decisióno¿ y si el texto es esa decisión? Ah, nada de lo que diga yo sería más valioso que lo que el texto diga. O ¿qué puede hasta el momento, estar diciéndonos tu texto? Leemos a los autores que van al taller, quiero decir, los leemos como autores, conversamos con ellos como se conversa con un autor, sabemos que un texto es casi siempre un texto por venir o un texto ya venido (poema o carta, prosa o canción). Hay veces que nos ponemos más teóricos; otrasveces nosreímos más, yesoesotroestadode lateoría. Terminamos casi todos siendo buenos amigos. Salen libros de ahí. Cuando se presentan libros se toma vino. Pasan cosas maravillosas.
¿Qué cosas Gabriel te conmueven, te movilizan, te preocupan, te duelen de la situación actual?
¿En qué tiempo me estás haciendola pregunta? Hay una escena en Dark,laserie alemanaqueestáenNetflix.Vi ayer el episodio 1 de la Temporada 1. Un niño, hijo de un policía, le muestra un truco de magia al padre. Un objeto y dos vasos dados vuelta; el objeto primero está en un vaso; tapa el objeto y luego aparece en el otro vaso. Bien: el truco sale bien. El padre entonces le pregunta: ¿cómolohiciste?Yel magoresponde: la preguntano es cómo sino cuándo. Supongamos que esta pregunta que dice “situación actual” me la hacés ahora y después de un año, ¿qué varió, qué no varió? Bueno, estas son cosas que me conmueven: están los datos y están los asuntos estructurales; ¿cuáles son los asuntos que permanecen?, ¿es más contemporáneo el que está al día, o solo puede ser contemporáneo el que puede localizar los lugares –en la historia: en el presente– dónde se produce
la repetición?, ¿podrá hacerse de otra manera?, ¿qué es lo que tenemos en común; con eso saldremos? etc. Voy a decir por el momento esto: ¿y si el objeto que estaba en un vaso y apareció luego en el otro vaso no era el mismo objeto solo que se ve igual al anterior?, ¿y si entonces lo que nos pasa se ve igual a algo que nos pasó pero ignoramos la diferencia? O al revés: si el objeto es el mismo, ¿qué movimiento hizo que saltara al otro vaso y no pudimos ver? O también: ¿y si lo que cambia, cambia tan abruptamenteque nologramos ver que esidéntico?Voya decir solo esto; me asusta los que dejaron de hacerse preguntas. Me asusta cuando las respuestas que tenemos se cierran sobre sí mismas. En fin, perdón. En ese vaso de ahí ¿hay cerveza?
Gabriel Pantoja nació en Córdoba en 1978. Es Licenciado en Psicología por la UNC. Actualmente trabaja como Psicoanalista; ejerce la docencia en la universidad y se dedica a la lectura y la investigación de cuento y poesía. Coordina un Taller Literario con la poeta Elena Anníbali. Ha publicado los poemarios Crack (Ediciones de la Terraza, 2015) y Géminis (Ediciones del Dock, 2016) por el cual obtuvo el Premio de Poesía “Javier Aduriz” organizado por Ediciones del Dock.
Ladimensión del silencio es un puente, unencuentro,unabrazo,unespacioparaelotro
AnaPiretro
Ana, dialoguemos acerca del porqué del título del poemario
Cortezas.
Es una idea que pensé durante mucho tiempo. En realidad, el títuloiba aser otro perola palabra “cortezas” rondaba ycuando decidí cómo iba a armar el libro, cómo iba a pensar estos poemas que lo componen que son bastante diversos, cómo iban a reunirse, pensé primero en un hilo que tuviera que ver con los pronombres pero no sólo como partículas sino un yo, un nosotros, un ellos, un todos y pensé entonces cómo somos al mismo tiempo que somos con otros, entonces cómo esas capas que nos conforman están en un lugar. Y en una conversación con un amigo escritor me dice: “qué interesante la idea de la corteza porque la corteza tiene de un lado lo blando de lo que protege y del otro lado, la fuerza de lo que también protege”. Entonces en esa conversación y en ideas que surgieron a partir de eso fue cerrando el título del libro.
Como la dureza de lo externo y lo tibio de lo interior.
Y al mismo tiempo todo eso conformando una sola pieza. Porque somos lo duro que está hacia el exterior pero también somos aquello más tierno que nos compone por dentro.
¿De qué se nutre tu poesía, Ana?
La semana pasada fui a compartir un taller de poesía con unos niños de una escuela rural, a la que había ido a trabajar hace mucho tiempo, y una de las nenas me preguntó a partir de qué escribía, y entonces yo le decía que tengo como muy alerta una cuestión que es del orden de lo perceptivo, de qué pasa en la realidad y qué me pasa a mí con eso y qué le pasa a otros con eso. Y la verdad que la manera, no sé si decir más lograda, pero con la que yo me siento más conforme respecto de la escritura esconlaconstruccióndeimágenes. Entoncesloqueveo,loque percibo, lo que escucho, aquello de lo que puedo obtener un acercamiento más directo o más indirecto, es lo que se va conformando en el material de la escritura.
Vos trabajás las palabras y las pulís para que quede esa imagen lo más fiel.
Parasuvivopesodemasiadoliviano meparecenlas palabras.
Parece que vos has ido puliendo eso.
Y eso me parece que tiene que ver con la imagen como rectora de mi percepción. A mí me interesan mucho las ventanas, las ventanas de todotipo. Y este cristal yeste vidrio que vos decís.
Yo la veía a la ventana cuando te leía.
Hay un conjunto de poemas que están ahí siendo, queriendo ser algo que tenga que ver con las ventanas, porque es una imagen muy temprana. De hecho, uno de los primeros textos que
escribí cuando era muy chica tenía que ver con las ventanas y con lo que se puede observar desde dentro y con lo que se puede observar desde fuera. Es una figura, un objeto que me convoca mucho y me parece que esto de construir una escritura que puede ser percibida desde la ventana, o al menos esa es la intenciónque tengo,también tiene quever conel lugardel otro. Vos decías en la apertura que hay silencios, hay blancos, para mí la posibilidad de que las y los otros ingresen a eso que una propone es un motivo central, entonces capaz que desde ahí esa construcción.
Hablabas de la ventana, lo dentro-fuera es otra corteza si se quiere.
Sí,talcual.
Y cómo de una cosa contemplativa, como que estás en el mundo en tu hacer, lo detenés y ves.
Sí, todo el tiempo. A veces me abruma un poco esa percepción porque es como que no la puedo sacar, no la puedo suspender, es permanente. Pero cuando limpio eso que me abruma y puedo ver aquello que me convoca es un ejercicio que me interesa, aún en el ruido de las palabras, en el ruido de los autos, en el ruido de las sensaciones, sí, hay un detenerse que me ocurre.
Laura Wittner dice que la literatura está en la vida y está y no está, se mezclan, se confunden. Entonces por ahí el poeta está ahí, en esa tensión…
Me gusta mucho Laura Wittner. Va tomando lo cotidiano. Ella hace un ejercicio parecido –no estoy haciendo un parangón–
con la lluvia. La lluvia aparece mucho en sus textos y es su maneradeandar yde mirar. Ese ejercicioes un ejercicioque siempre me convoca.
En Diariodepoesía, donde le hacen un reportaje a ella y dice que es una contemplativa y ella tiene el recuerdo de estar viendo por la ventana del auto, porque sus padres se mudaban constantemente.
Esto de aceptar que estamos en tránsito nos alivia de ciertas demandas respecto del parar, del frenar,si unotambiénvive los momentos del estar un poco más quietos, entendiéndolos como un tránsito, también hay algo ahí que relaja en la percepción.
¿Crees que escribimos acerca de lo que no podemos hablar en algún punto?
(Se ríe) Creo que sí. Pero también lo que me ha pasado con el tiempo es aprender a entender los momentos propicios para hablar de determinadas cosas. Me pasó con el último texto que está en Cortezas, que es un poema que escribí dedicado a tres detenidos desaparecidos de mi pueblo, de Coronel Moldes: Enrique Bianco, Alberto Perassi y Orlando Martin. Y durante mucho tiempo estuve muy habitada por sus historias y me pasó que la semana previa a la sentencia de 2016, de la Megacausa, de alguna manera encontré o pude poner en palabras lo que me pasaba con ellos. Ese año fue por primera vez o hubo por primera vez la posibilidad de hacer un reconocimiento público en Moldes que me pareció para celebrar, aún en lo complejo y en lo trágico de la situación. Iba arriba del colectivo y pasé frente a Tribunales Federales y pensé “nunca los vi en el pueblo, pero losconozco”.Nuncalosvicorporalmente,perolosconozcopor
lo que otros decían. Eso para mí, ese ejercicio en esa escritura y en otras que también están en el libro y en otros textos, fue como entender que hay tiempos para decir determinadas cosas y maneras para decir determinadas cosas que exigen entonces pensar el cómo.
Y darse tiempo, darle tiempo al poema. Que leude porque la naturaleza es así, no es sentarse y un ejercicio gimnástico.
No,no mesale.Si quisiera.
Bueno, ya que trajiste el tema, estamos felices con esta nieta recuperada hoy, qué gran felicidad, no sé si es 126 o 129. 129.
La 129, la verdad que no hay que dejar de decirlo ni en este ni en ningún espacio.
Totalmente, yademás porque estáenEspañayesonoshacever que los procesos de apropiación de estos niños y niñas llegaron a lugares mucho más complejos y lejanos de lo que podemos a veces imaginar, por eso es una celebración.
¿Qué es lo que hace que un poema tuyo arranque, Ana?
A veces lo que hace que el poema arranque es un verso como en ese caso que te comentaba, a veces es una sensación como el fríoenloshilosdelasábanaoloscocodrilosenlospies,aveces es una sensación, a veces es una imagen o a veces es la palabra del otro. Enel textoese queleí sobre el crucedel puente,el final
de ese texto es un verso que me regaló un amigo filósofo, Gustavo, que ahora está viviendo en Uruguay. Él habló de eso, de cómo a veces no nos damos cuenta y la vida se nos amontona, entonces a veces la palabra del otro, de la otra.
Te dispara.
Sí. Y no necesariamente es el comienzo, a veces termino sólo sabiendo el verso final pero sí; hay algo que motoriza, hay algo que motoriza.
¿Y cuándo está terminado un poema?
Creo que es cuando me animo a soltarlo porque soy muy revisora de lo que escribo. Escribo mucho, en todos los ámbitos de mi vida, entonces como que llega un momento… Hay dos cosas, por un lado esta necesidad de dejarlo que circule para que también haya enel otroalguna resonancia respecto de eso, pero también creo que tiene que ver con algo que me doy cuenta que estoy aprendiendo, de ninguna manera lo tengo resuelto, pero sí es cuando el texto da un tono que es de mi agrado, da un tono en lo sonoro y en la idea.
Una voz. Claro, se conjugan las dos cosas, la idea y lo sonoro.
Que sigue siendo para mí una búsqueda permanente. No es algo que tenga resuelto, pero sí hay algo de un tono que estoy encontrando con el tiempo que incluso, creo,no sési está entodos los textos de este libro, me voy encontrando en otros textos que voy generando. Pero hay algo ahí de un tono que suena que no sé si lo puedo describir acabadamente con palabras.
Además la vida lo va a uno tallando, lo va puliendo, entonces la voz va cambiando en algún punto. Si bien la mirada más o menos es la misma.
Sí y también algo que estoy aprendiendo es a respetar las voces de los distintos momentos, porque cuando hice la última corrección de este poemario que está en Cortezas empecé a hacer cambios, muchos cambios, pero dije“¿qué estoyhaciendo? Esta es una escritura que tiene como seis años y ahora yo soy otra”, entonces respetar cosas aunque a una no la conformen del todo. Respetar esas escrituras porque uno también estuvo ahí.
¿Sos de leer en voz alta?
Sí, por otro lado también me enseña a aceptar que hay poemas que uno escribe que no necesariamente son escritos para ser leídos en voz alta. Eso me pasa muchas veces, me doy cuenta que enla escritura plasmada enel papel me gusta cómo suenan, me gusta cómo ocupan la página, pero no son poemas para ser leídos en voz alta. Entonces, también aceptar eso.
¿Y la corrección?
Sí, eso es también un aprendizaje que hice con Mariela Laudecina que fue mi maestra en muchas cosas y sigue siéndolo, cada vez que la leo, cada vez que la escucho, hay un trabajo ahí en encontrar eso que tiene un brillito diferente o que tiene una potencia diferente que a veces implica descartar dos tercios de los versos que componían un texto.
¿Mientras menos adjetivos mejor, Ana?
Eso también es un aprendizaje, cuando una comienza a ser una escritora un poco más sistemática, los adjetivos vienen por todos lados porque son las maneras que tenemos de valorar lo que tenemos alrededor y lo que tenemos adentro. A mí me gusta la poesía como dice la Tere Andruetto, “la literatura sin adjetivos”, me gusta. Creo que los adjetivos son palabras nobles para jugar en algunas instancias, pero en la poesía es como una decisión grande poner un adjetivo.
Porque si uno dice mesa y no le pone alrededor un adjetivo, entran muchas mesas y la mesa que quizás el lector…
Se imagina…
Claro, entonces es como que por ahí le tendés la mano…
Además eso, le dejamos un campo grande de creación al otro o a la otra.
Tal cual. Y hay un encuentro, un abrazo.
Claro. Hubo una discusión y eso también es interesante.
La relación entre el silencio y la palabra.
Mirá, justo ayer en un curso que estamos dando con una colega sobre enseñanza de literatura en la escuela secundaria, trabajábamos con estos libros álbum que juegan con la complementariedad, con el enriquecimiento entre la palabra y la imagen y
volvíamos a un texto de Cecilia Bajour que es una autora muy interesante que escribió un libro que se llama La orfebrería del silencio y algunos textos de Laura Escudero, otra escritora y poeta cordobesa, y pensábamos en eso, en la dimensión libertaria del silencio para el otro. Cómo la dimensión del silencio es también un puente, un encuentro, un abrazo, un espacio para el otro. Ytambién unespacio derespetopara estoqueuno elige insinuar y no decir.
Y el ruido, salir del ruido diario con toda la información.
Claro, totalmente. El silencio en la escritura y el silencio en las lecturas que uno hace.
¿Se tiene control sobre lo que uno escribe, Ana?
Creo que a veces nos domesticamos un poco sobre lo que queremos escribir o cómo lo queremos escribir. Creo que para mí es más bien una vigilancia en término de estar atento a cómo suena a qué dice, un cuidado, no como una cuestión disciplinadora.Porahí creo quesi nosdisciplinamos mucho…lodigoasí haciendo un trabajo enorme sobre la corrección y la revisión, que es algo que me acompaña siempre… Pero digo, cómo construir una vigilancia que no le saque la carne a lo que queremos decir y que no nos ahogue.
Dejás esa parte de mundo, esa impureza.
Sí, porque también habla de la condición de uno, somos humanos. Sino es creer que puedo construir algo que puede ir por arriba o por fuera de la humanidad y eso es…
Claro, pongamos un robot. ¿Hay una poesía de hombres y una poesía de mujeres?
Ay, qué discusión. Yo creo que hay poesía. Sí creo, porque también es un posicionamiento que adopto desde la adscripción a determinadas corrientes del feminismo, que hay cosas que podemos decir los unos y las otras que no son intercambiables, o modos de decir, pero no creo que haya exclusividad de temas o exclusividad de maneras, ni exclusividad de modos de escribir, creo que nos aportamos distintas maneras de leer a partir de lo quepodemosproducir.Sí hayrasgos,sí hayciertastensiones,que aparecen en algunos textos y no en otros. Es lo mismo que la pregunta por lo generacional, ¿no? Me parece que hay particularidades que tienen que ver con la singularidad de cada uno pero quesi esonosencierraenunadefiniciónacabadanosperdemos.
La mujer se banca mucho más el dolor y se tiende a quedar mucho allí, el hombre va más para afuera, más entra y sale, entra y sale.
Pero son percepciones. Creo que no son equiparables los dolores, no son equiparables las sensaciones, pero sí hay cosas que son más generales que nos reúnen y cosas que son más particulares que nos hacen ir hacia determinados lugares o quedarnos en determinados lugares, sin que eso signifique construir un parámetro.
Vos coordinás talleres de lectura en actividades comunitarias.
Sí, he trabajado en muchos talleres con niños y niñas durante un poco más de 3 o 4 años. Y ahora, en este momento, estoy
trabajando con una compañera, con Cecilia, en un taller con mujeres. En este taller puntualmente, la lectura entra de una manera muy diversa porque lo que nos reúne es la actividad con las manos, las distintas actividades que tienen que ver con lo manual, pero la lectura aparece muchas veces. Y lo que vamos construyendo con Cecilia son maneras de que esas lecturas aparezcan en distintos momentos y siempre alrededor de la conversación. Y entonces, creo que hay un trabajo finito que uno va aprendiendo a hacer, a ensayo y error, observando, mirando a quienes lo hacen desde hace mucho tiempo. Ahí tengo a una maestra grande, hace años que voy al taller de la Euge Almeida que para mí es otra gran maestra, ella y todo el grupo hermoso de compañeros y compañeras, ahí voy aprendiendo mucho sobre la lectura y sobre cómo convidar a los otros las lecturas y a las otras.
En lugares carenciados que puedan poner en palabras sus sentimientos, donde es algo realmente que está sobrepasado por el dolor, y el que logra nombrar algo, el peso no es tanto.
No, y ahí es como complementar esta idea. Me parece que sí se llega, se logra poner en palabras lo que duele, también lo que hace feliz o contenta al alma un poco. Y que es algo que se logra con el tiempo, con la confianza, con el estar, para mí una forma de estar en la vida, y a esto lo aprendí de mi mamá, es estar en ronda y poner la conversación a jugar en una ronda es lamanerade irconstruyendo.Después vienelalectura,después vienen un montón de otras cuestiones, pero ese encuentro de igual a igual con una otra o un otro y que tiene algo para aportar, porque me parece que por ahí hay muchas propuestas que están construidas desde el lugar de la experiencia entonces van
al encuentro con las y los otros desde el lugar de “yo te vengo a dar porque vos no tenés” y claramente tenemos que empezar a darnos cuenta, o ya empezamos, que eso no funciona.
Ana Piretro es Licenciada en Comunicación Social (UNC); docente de Nivel Secundario y Superior No Universitario. Se desempeña como Prof. Asistente de las cátedras Taller de Práctica Docente y Residencia III y IV, del Profesorado Universitario en Comunicación Social (FCC-UNC). Es doctora en Estudios Sociales de América Latina, con orientación en Socio-antropología de la Educación (CEA) y Becaria de CONICET. Ha publicado el poemario Cortezas.
Elpoema mesalva
Cristina Ramb
Cristina, en primer lugar, queríamos preguntarte con relación al título de tus dos últimos libros, Benditased y Al límite de latarde. ¿A qué obedecen?
Bendita sed hace referencia al deseo básicamente, creo que el deseo es la sed que nos mueve a todos, escribir es la búsqueda de esa agua que es la escritura, la palabra. Que ojalá nunca se nos termine de saciar porque creo que en eso tiene que ver la búsqueda de la palabra, un algo que nunca vamos a alcanzar que nos mantiene permanente en esa búsqueda.
Como una tensión, que va detrás. Ese deseo es como una tensión entre la palabra y el silencio. ¿Hay una relación ahí?
Es una pulsión que nos lleva a querer romper el silencio que es donde se guarda el verdadero significado paratratar deexplicar algo que se siente, nunca se alcanza en el poema, ni describir unaimagenen el cual unolave o lasiente,unsentimiento, pero esa es la búsqueda que nos lleva a la poesía, ese lenguaje que nunca alcanza. Y por ello es bendita.
¿Y Al límitedelatarde?
Al límite de la tarde tiene que ver, porque es un libro más intimista, un libro que habla de alcanzar determinada edad, determinada época de la vida donde uno ve pasar, empieza a
entender algunas cosas, deja de creer en otras, se da cuenta de que algunas utopías que a lo mejor uno persiguió durante toda la vida no eran tales; hay un cambio de postura ante la vida cuando llega determinada edad y eso tiene que ver con el límite de la tarde, una metáfora en cuanto a las edades, la tarde.
La noche todavía no empezó y el día se está yendo. ¿Hay ahí al medio algo no?
Al límite de la tarde para no decir se me vino la noche, pasa por ahí.
Vemos que hay mucha noche, sobre todo en el último poemario. La noche es algo que te inspira, es un momento fuerte para vos. ¿Qué significa?
Yo siento que somos dos personas diferentes durante el día y durante la noche, en la noche hay un más meternos hacia adentro, es un espacio más calmo para escribir, para pensarse, el silencio de la noche. El día con lo cotidiano, con las urgencias y con toda la vorágine, si bien uno observa y todo lo que observa es poesía, lo puede plasmar recién cuando logra ese estado de calma que tiene la noche, lo bohemio, el silencio.
Cuando vos decidís el título de un libro, eso aparece al final, ¿lo vas cambiando? ¿Ves todo el conjunto?
Aparece al final, me aparece, en general, pero en mi caso yo escribo poemas que van surgiendo y en algún momento me encuentro con un conjunto de poemas que tienen que ver con determinada etapa y tengo la necesidad de cerrarlo o juntarlos
y ver a qué hace referencia ese momento o esa etapa y de ahí surge el título.
Ahí es donde te das cuenta que todos los poemas van a formar parte de un libro.
Van a formar parte de un libro y se van porque tienen que irse.
¿Sos de corregir mucho, de volver sobre el poema?
Sí, me pasa eso, escribo desde la emoción, otras veces también lo he explicado, escribo en caliente, escribo desde la emoción, la bronca, la tristeza, desde lo que me conmocionó en ese momento y lo dejo ahí que repose y cuando ya puedo alejarme de esa sensación lo leo desde cierta objetividad para corregirlo, para tratar de que sea más claro el texto.
Así que la génesis es una emoción, algo que sentiste.
No me pasa como a otros poetas que tiene determinados momentos durante el día que dicen me siento a escribir, a mí me asalta el momento, me despierto a la noche por sed simplemente y en ese momento me quedé pensando en algo y ahí surgió la idea.
Un poeta nos dijo que a él se le aparecía el poema.
Aparece el poema, sí, en eso coincidimos.
Quizás una primera línea y después se va como empezando a andar. ¿O te sale de un tirón?
Algo que vi y me quedé, una frase, alguna palabra, algo que soñé.
En el último libro hay una referencia al otro, al semejante, no digo poesía social pero como que hay una referencia a una situación. Por ejemplo en el poema “De qué”, de Allímitedelatarde.
Sí.Yesunpococonloquetedecíareciénconeltítulodellibro, hay momentos en los que he escrito, los poetas cuando recién empezamos hablamos mucho de nosotros mismos y hay una etapa en que nos damos cuenta que somos el todo, somos el otro, el que nos crió, el pasado, el futuro, el que vemos en la calle y en este libro también me planteo mucho para qué sirve, porquéescribo,cuál esel findeestoquehago,esalgonarcisista para hablar de mí o puedo llegar a modificar algo en la poesía?
Cuando te pedí que pusieras el tema de Marilina Ross justamente que le comentaba a una amiga ayer, que Marilina, la primera vez que fui a verla en el año 82 y pesqué esa simpleza de lenguajeyloque lograbaymotivaba a lagente…fuemi primer recital, yo salí emocionada y dije quiero ser poeta, quiero hacer esto. Encontré en ese espacio de comunicación que no es un espacio porque sí digamos, sino que en el discurso algo modificó en mí y modifica enel otro,creoquelapoesíatieneque sereso, servir para algo, aunque más no sea para que el otro piense.
Estimamos que vos no temés decir las cosas por su nombre, no temés tampoco ser clara, o sea, las ponés a las cosas, es algo que está puesto ahí, tu cuerpo, tu pasado, tus relaciones, la relación con el mundo. Un poco lo has dicho pero profundicemos sobre los materiales de tu poesía.
Materiales hay muchos, el amor, pero básicamente no el amor en el momento feliz del amor. Me cuesta escribir desde el momento de la plenitud, de la felicidad, sí el amor en cuanto a las ausencias, los abandonos, todo lo que pueda llegar a producir cierta emoción más dura es lo que me hace salir el poema, es como una forma de decirlo o ponerlo afuera.
Por eso vos decís el poema me salva en algún punto.
El poema me salva, sí, no queda adentro doliendo algo o haciendo ruido sino que sale.
Vos decías sentimiento, como material está tu cuerpo ahí también…
Sí, pasa por ahí, también podemos hablar en el poema a través del mensaje que a veces enmascara porque si bien decimos lo que no podemos hablar a veces ni siquiera en el poema lo podemos decir, entonces viene la metáfora, la imagen.
Cambiando de tema, como te llevás con la narrativa, porque hay un relato breve tuyo, que se llama “Cuando Güemes no era cheto”, haciendo referencia a barrio Güemes, ¿vos naciste ahí?
Yo nací en el centro, en la calle Alvear y más o menos a los cuatro o cinco años fui a vivir ahí que es la casa de mi mamá, de mis abuelos y estuve viviendo ahí hasta adulta, hastaque me casé y luego volví cuando me separé a la casa de mi mamá hasta que esa casa se vendió pero sí, más de la mitad de mi vida he vivido ahí en la calle Belgrano, cerca de la cárcel de Encausados. En ese relato está todo el folclore y toda la mística que tiene
Güemes; lo he visto pasar de ser un barrio humilde, trabajador a loqueeshoy, que esSanTelmo prácticamente. Si bien lo mío es la poesía y la narrativa descriptiva es la que puedo hacer así en relatos breves, me hubiera encantado escribir una novela, pero tiendo a terminar los cuentos demasiado rápido.
Cristina Ramb es Lic. en Psicología por la UNC. Ha publicado los siguientes libros Escandalosamente viva (Sol Rojo Editora, 2001), La luna del centauro (Sol Rojo Editora, 2004), Bendita sed (El asunto editorial, 2011) y Al límite de la tarde (Lago Editora, 2016). Ha participado en diversas antologías. Integró el grupo literario “El Andén de losjuglares”, los grupos “Noche deBandada” y “Ultrafinas y Tramontinas del dolor”.
Lalecturadelapoesíaesunainvocación
Leticia Ressia
Leticia, un poco como para ir comenzando, el título de tus libros, DíadelosInocentes, ¿qué determinó la elección de ese título?
Día de los Inocentes, de hecho parte de una cita bíblica, de la masacre de los inocentes, entonces ver también esa realidad, cada escritor ofrece una visión de la realidad, acotada, universal también en un punto, hay temas que atraviesan toda la literatura, no solamente lo que es la poesía, la muerte, la vida, la angustia, la soledad, el hambre, el amor, el desamor y porque todos somos atravesados por eso, la angustia, las cosas que nos angustian. Día de los Inocentes tenía que ver con eso, con esa cosa infantil también rota, el lenguaje que yo uso, esta cosa de la osamenta, no basta para mí este entierro en manos infantiles decía una, que es un animal muerto, donde los chicos pasan, lo pisan y sin querer inocentemente lo llevan a su casa, que es también algo de la tragedia diaria que nos toca que uno termina llevando a su casa quizás con la total inocencia, utilizando la infancia como una metáfora, una representación un poco más allá de las palabras.
Está muy claro. ¿Laselvaoscura?
Yo trato de que cada libro tenga su tono, no quiero decir temática, no creo en las temáticas pero sí un recorrido, creo que es como los discos, justamente veníamos hablando de los discos pero ese es otro tema, un disco también tiene un recorrido por
las canciones, cada poema habla por sí mismo pero también en conjunto es algo coral, es una obra coral. En el caso de La selva oscura yo lo que quería era cerrar un poco esa vida mía, esa idea bucólica de un pueblo, de La Pampa, del alambre, de esa vivencia con mi familia, las mujeres de mi familia, de hecho está dedicado a las mujeres de mi familia, mi abuela.
Las Ressia.
Sí, las Ressia que serían las Cuello también, con el apellido de mi madre. Mi abuela, mi madre, mis hermanas, habitantes, mi padre también, yo lo tengo muy presente a mi padre, creo que uno parte de la idealización de la infancia y a partir de esas cosas que unotiene, con los elementos que uno tiene, con los cuales construye esa visión del mundo está representada la realidad, de hecho ese Día de los Inocentes, trabajado alguna vez en unacárcel ylo veían como otrotema, sedisparanotrossentires, cada uno ve no lo que quiere ver, sino cada uno ve yexplora los sentidos que cada libro tiene. La poesíatiene esa vitalidad yesa virtud de poder explotar todos los sentidos entonces lo que a mí me parece que me acerca más a una cosa a otro lo acerca la otra y a otro le pasará con otra cosa y me parece que eso es lo más interesante, que nunca se acaba, no hay un sentido acabado, cada lector va a completar como mejor le quede.
Elhielodelaguerra es como que ya va a otra cosa ya más general.
En El hielo de la guerra lo que intento es abordar más que nada la vida, clausurada un poco esa visión bucólica de la infancia, los espacios que circulaba en la infancia, asumir un poco la edad adulta en algunos aspectos, adulta también en la manera
de escribir y en los espacios, creo que salvo dos o tres reminiscencias pero básicamente arranca hablando de un espacio de la ciudad, de los agobios de esa ciudad, para mí hay dos versos que son muy crueles en ese libro que me parece que todos los hemos sentido en algún momento que dice, esto que queda de puros sirve el dinero que gano, es decir, esta corrupción del capitalismo sobre las personas, vos venís con todo un universo original, inocente, que uno trae, que tiene que ver inclusive con ese libro anterior, con La selva oscura, entonces ya en El hielo de la guerra es otra cosa, es decir, esto que queda de puro sirve el dinero que gano, todo esto que yo construí en mi infancia, en mi relación con mis hermanas, con mi tierra, con el lugar donde viví de dónde vengo tiene que ver con eso, con una sombra y con algo que ya se rompió, tiene una suerte de desesperanza, no me queda otra.
Es lo que queda y queda algo adentro, pero es.
Pero eso que queda adentro está puesto al servicio de lo que te hace vivir, de esta realidad, también es un darse cuenta de “mirá, esta es la realidad”.
Me acuerdo Leticia que en el boletín, la revista que ya publicamos este poema que dice, fui pura y hermosa y vos casualmente.
Exactamente, como algo pasado, fui pura yhermosa yentonces no había odio ni desconsolado amor sino está mancha oscura paterna…
Los poemas se van acumulando Leticia y de repente vos ves ese corpus y ahí es donde aparece el título. ¿Vos los vas buscando?
En mí emergen, los títulos emergen, yo no escribo alrededor de un título, el título sale del poema, Día de los Inocentes salió, no me acuerdo como fue, en el caso de La selva oscura nace de un poema muy breve que son tres versos, “yo tuve encierro y otras cárceles peronadaseparecióatusombra”,esaselvaoscuraque además tiene otras lecturas digamos. La selva oscura es un libro que yo edito a eso de los 30 años y me remite a esos primeros versos del Dante, en su Divina Comedia, pero no porque quiera parecer algo a eso sino porque básicamente cuando el Dante dice estando en la mitad de la vida me encontré con selva oscura, la mitad de la vida para él era sus 30 años, teniendo en cuenta que no vivían tanto, entonces para mí es un libro que yo lo escribí como a la mitad de la vida, espero que no, espero tener muchos más…
Notamos que en tus escritos hay ironía y humor, un relámpago que hay sobre ese tema, ¿qué efecto producen en tus textos esas dos presencias de la ironía y el humor?
La ironía y el humor son dos niveles de intencionalidad que uno tiene, quizás para disipar esto que es tan crudo. Yosiempre me acuerdode una frase delaMetamorfosis de Ovidio que dice el gesto del mundo se ha convertido en un gran visaje, cuando yo me encontré con esa frase, dije ¿qué es visaje? Fui y la busqué y habla del visaje como una mueca, es una risa que es una mueca, no es una risa real, es una mueca que en realidad lo que está escondiendo es otro fondo, que quizás es más oscuro, que es más perturbador y eso también tiene el humor.
El humor y la ironía además te permite entrar y salir, hay una distancia que te preserva un poco, que también alivia un poco en algún punto.
Sí, descomprime, escomo una puñalada,escomo una puñalada pero no en el sentido de cuchillo sino como una daga, que tiene la virtud de tener dos filos, o sea, corta por ambos lados.
¿El poema te suelta, lo soltás vos, cuándo decís bueno, acá este poema ya puede andar?
A mí me gusta que el poema cierre, básicamente que cierre en cuanto a su música y en cuanto a lo que yo intenté decir porque uno puede empezar con una idea y termina otra cosa que no tenía pensado, básicamente yo cierro el poema cuando ya siento que no tengo más nada para decir y si ya no tengo más nada para decir quiero que además cierre bien, entonces ahí tengo que trabajarlo, como lo trabajo quiero que termine bien, no me gustan esos finales abiertos como, yo leo con determinado tono, hay gente que lee el poema como si leyera el diario, cosa que está bien, cada uno lee como tiene ganas, yo siento que la lectura de la poesía es irrupción ritual, vamos a decirlo, en una realidad y que también es como una invocación. Para mí es como una cuestión sagrada, yo en este momento tomo la palabra que tampoco es del todo mía, sino que pertenece a otra cosa, es una cuestión un poco más, es como el gran río, venía en el gran río y le demos este espacio, este espacio pero el río tiene que sonar.
La voz, el sonido, la música, el silencio, está como todo, pasa como con los poemas, sentimos que está terminado porque quizás escrito parece, sin embargo cuando se lee está faltando algo de la voz.
Bueno, eso que le falta de la voz como mencionás es porque hay quevolver a lafuente,lapoesía nofueescrita,lapoesíaesoral,
primariamente fue oral, originariamente fue oral, entonces indudablemente tenemos que volver a la oralidad
Entonces vos pensás que el poema se completa con la oralidad, el que lo lee, aparte en la historia, que lo escuchen.
Sí, sí, se completa con el otro, no con uno mismo. Siempre está el otro esperando ahí.
Leticia las influencias son inevitables, qué voces te influenciaron y si hay algo en común en ellas.
No sé qué decirte en relación a las influencias, por ahí a esas cosas se las dejo a otros, no porque no tenga miedo de nombrar sino porque en mi caso particular, no todos los poetas tenemos que tener una carrera que tenga que ver con lo nuestro, yo estudié una carrera que tiene mucho que ver, entonces venía escribiendo de adolescente; toda la tradición de la literatura a mí me la da la universidad pero a su vez la universidad no te da a leer poesía, en la poesía que te dan en la universidad es de gente muerta y de los clásicos entonces como que vos llegás al siglo XX y te mostraron un poquito por acá y nada más. Entonces después ya es otro recorrido, obviamente que uno tiene influencia de los amigos, de los que no son amigos, los poetas muertos, de los que están un poco más vivos, de tradiciones, del romanticismo, del barroco no, del barroco no pero del romanticismo sí o de otras tendencias que uno va escuchando. Yo básicamente cuando estoy escribiendo no leo poesía, leo narrativa, me gusta más, es más inspirador y además tengo un gran temor, cuando uno lee poesía de otros se pegan los modos, se pegan los giros y porque no algún verso
que te parece que es genial y en realidad es robado de ahí y nunca te diste cuenta.
Leticia, quería saber si hay tiempo yermo en tu escritura, si hay periodos de silencio.
¿Escribiendo? Sí, muchísimo, me han angustiado mucho.
Eso queríamos saber, ¿cómo te llevás?
Sí, en realidad me acostumbré, yo no soy muy prolífica, he tenido mis etapas, cuando escribí esto, mi primer libro, digo esto como si me estuvieran viendo, escribía mucho, escribía mucho en papelitos, en cositas chiquitas, después, esto que pasa ¿no?
Que uno es atravesado por la realidad yla realidad te exige presencia,entonces, esa energía, eso quequeda depuro esreal yes literal porque vos ante ciertas preocupaciones y la verdad es que no me da la cabeza. En este momento, mis urgencias son otras, cuando uno dice eso piensa que son económicas, no, puede ser que te pasó algo en tu vida y tenés que ver cómo te reacomodás o lo que sea, pero yo he pasado muchos periodos sin publicar por lo menos; escribir, sí he escrito, yo soyde escribir poco pero sé cuándo se termina una etapa y comienza otra.
Así que vos decís que sos de leer prosa y escribís a veces prosa y a veces poesía, vos pasas naturalmente de una a otra, como que no hubiera límites.
A mí lo que me pasa con la prosa que leo, que me gusta más la prosa que tiene algunos tintes o algunos giros más profundos, idílicos, hablamos de Moyano, de Héctor Tizón o lo que tengo
ahí, leés qué sé yo, Una sombra donde sueña Camilo Borman, de Enrique Molina, por eso digo que hablo de románticos, el realismome gusta perohastaporahí nomás, peroqué,¿quéhay acá atrás de la descripción? ¿Cuál es la vuelta de tuerca, cuál es la rosca que falta?
Tiene que ver quizás la prosa, esa lectura, esa comodidad tuya de la prosa con el paisaje, en donde te has criado, esa cosa extendida, el horizonte.
Puede ser, yo creo que hay un imaginario cultural que uno trae, un imaginario cultural que uno construye, pienso en esto, no sé quién decía, no me acuerdo, cuando hablaba de los cubanos en el imaginario cultural que ellos tenían de estar sentados frente al mar durante horas y mirar ese horizonte y yo lo imaginé estar parada frente al horizonte de la llanura que es tan angustiante como mirar el mar, porque nosotros no tenemos río, no tenemos montaña, no tenemos nada, es lo llano y lo aplastante, entonces vos ves todo el recorrido del sol yesoes apabullante y entonces sí creo que puede ser.
Cambiando un poquito de tema, ¿vos publicás en las redes sociales, qué pensás de los pro y los contra de las redes?
Yoloquehago,soy muypocodepublicar loqueyo escribo,las redes sociales yo las uso para divertirme.
Twitter.
Twitterlotengoperomediomuerto,yalo voyaretomarporque Facebook me aburre un poco entonces estoy con el Instagram ahora donde la gente es toda linda, vos entrás al Instagram y la
gente es feliz, no se putea, no se dice nada, no hay brechas, es como un mundo lindo y Facebook lo que tiene es que se está volviendo muynocivo, las redes sociales enesto que yo le llamo el gordo ideológico, el gordo ideológico es un concepto que yo acuñé y lo voy a decir ahoray quede grabado así el día de mañana, no quiero que venga Darío Sztajnszrajber y me pueda robar mi concepto de gordo ideológico, pero esta idea de construir ideología desde la cocina, viste cuando antes te decían todo el mundo arregla el mundo desde la cocina. Bueno, la cocina ahora está en Facebook. Hoylas redes sociales lo que hacen es eso, parece que la persona que inventó Facebookparticularmente es una persona que ha sido muy inteligente, muy bien paga seguramente y ha sabido canalizar las pulsiones de los ciudadanos, es decir, antes se enojaban iban y rompían, vos ahora te enojás y puteás ¿en dónde? en las redes sociales.
Leticia Ressia nació en Pellegrini, Buenos Aires, en 1979 y vive en Córdoba. Estudió Letras Modernas en la Facultad de Filosofía y Humanidades (UNC). Ha publicado Día de los inocentes (Editorial cooperativa La Fiaca, 2001), participó en las antologías Dora Narra (Caballo negro y Recovecos, 2010), 15 Poetas mujeres de Córdoba (Editorial Tinta de negros, 2011), publicó en 2012 La selva oscura (Editorial Pan Comido y Gráfica 29 de mayo), y en 2014 El hielo de la guerra (Caballo negro).
Alamujerquecargaelniño,elhambre,elhombre, al hombro, de sí misma
Marcela Rosales
Marcela conversemos sobre los títulos de tus libros, ¿a qué obedece la elección?
El primero es un libro de sonetos que reúne textos de mi época en la universidad, cuando cursaba las carreras de Filosofía y Letras. Si bien escribía también otro tipo de verso, de estilo libre, los sonetos compusieron en determinado momento una unidad de sentido. El título Versos como naves expresaba el deseo de acercarme a los afectos que habían quedado atrás, en otras geografías, cuando vine a vivir a Córdoba. Pero el siguiente libro, Con tu pie desnudo, comienza a reconocer esa sensación de desarraigo, de exilio, presente en mi poesía, como un modo propio de habitar, de orden existencial, que ha estado siempre conmigo y se vincula más al extrañamiento, a cierta ajenidad, antes que a lejanías físicas o territoriales.
Y Ciudad de huecos es ya es una mirada…
Más urbana, podría decirse, si incluimos en ese concepto las ciudades “interiores”. Hay en él una mirada que reconociéndose a sí misma logra identificar el lugar desde donde escribe, su modo de habitar la lengua. Es que Ciudad de huecos expresa una etapa de trabajo psicoanalítico profundo, así como también de intenso diálogo dentro de un grupo de lectura con 11 poetas, quenosreuníamosenlalibreríaBlackpool.Parallegarallí,cada
martes, al atardecer, yo conducía a través de la ciudad, observando, escuchando música o en silencio mientras, desde afuera hacia adentro, el libro se iba escribiendo. Los nombres de los poemas que lo integran remiten a pinturas de Edward Hopper, en consonancia con ese clima de introspección. Hopper, el pintor de la soledad.
Sí, un descubrimiento que surge de un encuentro en el barcito de Filosofía, en la Nacional, con una persona querida, Diego Tatián, quienluego escribió la contratapa de Ciudad de huecos. Acompañan también a ese libro, un epígrafe de Paul Auster, de sunovela La invención de la soledad,yun prólogo escritoporla querida poeta Lily Chávez.
Llama la atención en Ciudad de huecos la organización del libro en distintas secciones, a través de líneas de versos como por ejemplo “ella es una mujer callada”, “ella no sabe jugar”, etc.
Así es, esas líneas pertenecen al poema armador del libro, titulado “Carolina morning”, como la pintura homónima de Hopper. En torno a esa “mujer recostada/ sobre el quicio de/ una puerta abierta/ a sus espaldas”, gravita todo el libro.
Ese poema sería como el carozo del libro.
Exacto. No sé si cuando mis libros se están escribiendo soy del todo consciente de esto, pero siempre hay un poema que termina por convertirse en su centro. Por eso, cuando siento que un conjunto de poemas se cierra sobre sí mismo, procuro darle espacio a un proceso en el que leo, observo, escucho qué me dice
el libro, si hay algún poema que habla en su nombre. Entonces, a veces, ocurre un “algo más”, un plus de escritura ode silencio.
Como si un poema diera un paso al frente.
Dejo que el libro lo diga, en respuesta a una pregunta o necesidad propia: ¿qué tiene para decirme, además de lo escrito? Durante ese proceso, por ejemplo, luego de concluir mi libro
Diesis, llegó a mis manos una compilación de textos de Chantal Maillard, donde la escritora habla de “arrasar las ciudades interiores”, para volver a rehacerse. No para renacer, sino para “desnacer”, sobre todo después de un duelo. Eso me impactó porque este libro, que a la inversa de Ciudad de huecos fue escribiéndose desde adentro hacia afuera, registra el modo en que atravesé el duelo por la pérdida irreparable que significó para mí la muerte de mi padre, músico y poeta, pero sobre todo un gran amigo con quien compartíamos una determinada sensibilidad ante el mundo y la vida. Así que Maillard se volvió parte de Diesis,embelleciéndolo con algunosdesus versos, enforma de epígrafes o incluso en cursiva dentro de algún nuevo poema que se integró al libro.
La ciudad interior.
Arrasar la ciudad interior, como un desnacer, del lugar o lugares conocidos, de los padres, del relato familiar heredado, de ciertas estructuras, para hacer del vacío –del hueco– “un lugar defuerza”,comonombroal primer trayectode Diesis.Entonces, apartir deesa lectura coincidente,lospoemas del librogravitan agrupados en cinco trayectos, de acuerdo a lo que en mi relectura su unidad me fue sugiriendo.
Qué importante es dejar que le pase un poco de tiempo al libro; no apurarse, como vos decís, ver si tiene algo más que decir.
Hay un poema de Diesis que me costó muchísimo concluir, al que seguramente le faltaría un tiempo de silencio mayor, pero que le da mucho sentido y por eso no podía quedar afuera. Ese poema demoró la publicación, porque no lograba situarme en la diesis, en el silencio matricial que gesta mi ritmo propio de escritura y lo que necesitaba poner en palabras, acaso porque ese poema se involucra en la violencia, y ésta resulta siempre un exceso en relación al lenguaje.
Hay una mirada de deconstrucción en Diesis y un trayecto que se llama “Tu mirada comienza a mejorar”.
Así es, esa línea es de unamuy conocida canción de los Redondos,“Pac-manenel Savoy”,queenuna partedice“un buen par de ojos de vidrio / y tu mirada tiende a mejorar”. En mi interpretación, es una buena apertura para el penúltimo trayecto, cuyo primer poema se llama “Para tener con qué”, en diálogo con un texto de Natalia Litvinova sobre la muerte, donde la poeta dice “mi abuelo quiso muerte/ pero no tenía con qué”. El final de mi poema responde “querer la música/ para querer la muerte”.
El último trayecto se llama “De pie, el agua es de memoria”.
Es un verso del poema “De Pie” de Chantal Maillard, que abre espacio al “desnacer” como modalidad existencial. Al primer poema de ese trayecto lo llamé “Sin cuerpo”, y tiempo después dio inicio a un nuevo libro.
Marcela, para vos en el poema, ¿qué es más importante, la sonoridad, la musicalidad que tiene el poema o el sentido?
Pienso que el poema es un intento, acaso imposible, dearmonizar ambas cosas. Cada uno escribe desde un lugar diferente, algunos poetas le dan más importancia a la sonoridad, al impacto de la palabra en el otro, y otros trabajan más en el contenido, en la historia que se está desarrollando en el poema. Para mí es lo irresuelto de su relación, lo que mantiene en vilo, lo que (des) vela, eso me atrae de la poesía.
Pero hay veces que sale algo que reúne las dos cosas, en esta línea que yo rescato de tu poema sobre #NiUnaMenos: “carga el niño, el hambre, el hombre, al hombro, de sí misma…”
Ése es el poema que presentó tanta dificultad al momento de escribirse, qué bueno saber que esa línea convoca sentido y sonido.
Es que es sonoridad, musicalidad y sentido, se unen allí: porque el hambre, el hombro, el hombre.
Puede resultar interesante la historia que está detrás de ese poema, su relación con otros poemas, fundamentales, de dos grandes autores, porque lo que yo tenía para decir enlaza con cierta parte de la historia de la humanidad que acontece ligada a la locura, la exclusión y la muerte. Comenzando por la línea final del poema, que replica el balbuceo de Hörderlin, incluido y resignificado por Paul Celan en aquel estremecedor poema titulado “Tubinga, Enero”, sobre el holocausto, donde leemos la invocación “Si viniera/ si viniera un ser humano/ si viniera
un ser humano al mundo, hoy/ con la barba de luz/ de los patriarcas”. Chantal Maillard a su vez, retoma a ambos y escribe: “si una mujer viniera al mundo con/ la espiga de luz de/ las matriarcas”. Entonces, por mi parte, en ese poema sobre la violencia de género, cuestiono y concluyo en el balbuceo: “si viniera ya quién/ último odio/ música primera/ pallaksch/ pallaksch”.
¿Qué hace que un poema tuyo arranque, Marcela?
Algunos poemas parecen ser los preferidos por lectores de muy diversas lenguas y geografías, tal vez porque conservan algo del ahogo del cual nacieron. Quizás por eso los eligen porque los conectan con el revivir en la palabra, que es el don del poema. En esa palabra, reviven también la historia que se crea o un clima, desmintiendo un poco aquello de que el punto final es el único lugar donde autor y lector se encuentran. Un buen ejemplo de esto que trato de explicar es el poema “Subte D”, de Ciudad de huecos, que nace del encuentro con un niño al que el padre obliga a mendigar cantando, en un subterráneo de Buenos Aires. La situación vivida me deja en un principio literalmente muda. Toda la comunicación con ese niño es gestual, no de palabras, como los afectos lo demandan a veces. Al regresar a Córdoba, con un nudo en la garganta, lo escribí “de un tirón”, no tiene correcciones, y hasta el día de hoy, cada vez que lo leo en público me une a los oyentes en una emoción compartida. Respondiendo a tu pregunta, diría que es aquello que me con-mueve, lo que logra desplazarme y emplazarme en el silencio.
Algo cambia. La poeta Anne Talvaz, dice que escribimos de lo que no podemos hablar.
Como en Ciudad de huecos, el poema “Hospital”. Ese poema fue el inicio del siguiente libro, Diesis. El escritor francés Pascal Quignard hace referencia a un momento en que “el alma es distensión pura, y cada vez que está ocupada por una imagen o un pensamiento o una obsesión lo que en realidad la ocupa es una diesis”.
Es que justamente es eso.
Alguna vez leí que uno escribe de lo que no sabe, y por eso mismo.
Claro, es que el poema va más allá de uno.
A veces también aquello de “poeta-profeta” resulta bastante certero. Algunos de mis poemas se escribieroncomo anticipando algo que después se convertiría en un nuevo libro. Ciudad de huecos nace de un poema que está en Con tu pie desnudo. La mañana en que me encontré con las pinturas de Hopper, el poema “Ensamble/Juntos” comienza a escribirse, mentalmente, de camino entre Ciudad Universitaria y la editorial Alción, que ha sido el hogar de casi todos mis libros de poesía. Así nació ese poema, que revela su plenitud de sentido recién en el siguiente libro, donde esas pinturas serán tan relevantes.
¿Pensás que uno tiene dominio sobre lo que escribe?
Sóloenparte,enel“después”delaescritura.Sepuede,eincluso es deseable a mi modo de ver, corregir, trabajar el texto, sobre todo si se quiere publicar. En lo que a mi escritura respecta, considero que no todo tiene por qué ser publicado. Soy exigente al
momento de seleccionar lo que evalúo como publicable, bajo un criterio complejo que se ha ido formando gracias a lecturas de todos los tiempos y latitudes. Si al menos en algún aspecto de la óptica compleja con que los contemplo, el poema responde,loentregoal lector. Hastaahí llego,luegoyano me pertenece, o me pertenece menos aún que antes. En ese sentido, muchos poemas se han quedado afuera de los libros publicados, a un costadito como reposando o meditando en su decir; luego a algunos los he retomado, a otros no.
Y hay poemas que como vos decís, son nodales y se sostienen por sí mismos por siempre, pero otros, sin llegar a eso, son buenos compañeros.
Claro, podríamos decir con un guiño, que como en un disco, hacer 15 hits, es casi imposible.
¿Cuándo sentís que un poema está concluido?
Generalmente el poema cierra cuando me convence su final, es decir, el silencio en el que (re)cae. Si no me convence, no lo fuerzo, lo espero, el tiempo que sea necesario, dejo que su musicalidad oritmo interior me guíe, cuandose disponga a dejarse oír yaencontrar cómo callar. En ese momento el poema ya está listo para salir al mundo, con voz propia, ajeno a mí.
¿Cómo conviven la filosofía con la poesía?
Hay una poética del pensamiento que encuentro cada vez más con mayor claridad en mi escritura, se trate de ensayos, otras narraciones o poemas. La “conmovida perplejidad” de la que
hablaba Pavese, dan origen al pensamiento y a la poesía. Y un preguntar crítico, que toma posición frente al mundo que le toca vivir, incluyendo al otro y en relación con el otro. Cierta ajenidad respecto de mí misma, en parte natural y en parte aprendida, me permite estar abierta a lo diferente, en actitud de aprendizaje permanente pero también, cuando es preciso, de resistencia. A mi modo de ver, tanto desde la filosofía como desde la poesía tomamos posición, en un sentido amplio. De hecho ambos lenguajes reflejan nuestra inconformidad con lo dado. En mi último libro publicado, Diesis, también hay una explícita toma de posición, en un sentido más específico, social, quesemanifiesta en poemascomo“Octubre”,“Yuyos del Centro”, “Cintéotl”, entre otros.
¿De qué se nutre tu poesía?
De la música, sin duda, porque he crecido con ella, en un entorno familiar de músicos. Mi primer contacto con la poesía es musical, a través de los clásicos de la poesía española y del folclore nacional. Actualmente en mi casa esa costumbre se mantiene, siempre está sonando algún blues o algo de rock, tango, folclore, músicas de todas partes del mundo. Lasdanzas, que disciplinadamente desde muy pequeña estudié, practiqué y concluí en dos academias, también inspiraron uno de mis libros, Con tu pie desnudo.
Hay mucho jazz también.
Mucho jazz en los últimos años, a través de amigos que son grandes conocedores. Pero el suelo nutricio de mi escritura es la lectura. Estuve hace poco en el Encuentro Internacional de
poesía “San Juan en pluma”, que organiza un querido amigo y colega. Allí nosinvitaron aleer en las escuelas. Resultóuna experiencia sorprendente cuando nos encontramos con que 300 pibes y pibas, un día feriado, concurrieron al Colegio nada más que a escuchar y dialogar con los poetas. Uno de esos pibes nos preguntó qué le recomendaríamos a alguien que estuviera comenzando a escribir poesía. Le contesté sin dudarlo, la lectura. Leer es fundamental, para adquirir vocabulario, destreza en el uso de la lengua, pero sobre todo para abrir la mente a la pluralidad de miradas posibles sobre las cosas y poder luego ser autocríticos en nuestros pensamientos y escritos. Y desde luego, no leer sólo poesía.Además, conocer lo contemporáneo, pero también los clásicos, aquello que generación tras generación conserva algo para decirnos. Aquello que suele ser estudiado en los ámbitos académicos, pero siempre los trasciende ampliamente. Leer para buscar superarse, como un desafío que posibilita un diálogo creativo con los textos, para que nuestra escritura no se reduzca al mero deseo vital de expresarse. Estimular el deseo de decir, pero también incentivarlo a transformarse en un “buen” decir. Siendo esto último otro tema filosófico, estético, universal,sobre el que aúnvale la penaconversar.
¿Qué importancia y peso propio tienen la palabra y el silencio?
Hay un mes en el año, enero, que me provee el necesario silencio. Un silencio imprescindible del que nacen mis proyectos, pero sobre todo la energía de la cual se nutren para su realización durante el resto del año. Es imperioso para mí contar con el silencio, diariamente además, porque me es constitutivo, tanto como la palabra. Te diría más, lo considero innegociable, su valor excede todo precio o relación.
¿Qué opinión tenés sobre las redes sociales, sobre la poesía en las redes sociales?
Es un tema que merece el debate. En el Encuentro de San Juan que mencionaba antes, los poetas de todo el país reunidos allí, tratamos el tema de las redes. Algo interesante, que no suele ocurrir en tales eventos, que por lo general consisten en leer poesía. Por mi parte, utilizo bastante las redes sociales, aun cuando posteo pocos poemas propios porque me gustaría que todos disfrutaran tanto como yo salir al encuentro de un libro, en papel. Pero creo que son instrumentos muy útiles. Las empleo también en la docencia universitaria y de posgrado desde hace una década. En ese sentido, pienso que hemos atravesado un umbral que ya no permite el retorno. En todo caso se irá avanzando en nuevas formas de utilización, habrá plataformas más interactivas, etc., aunque el relacionamiento personal sea irremplazable. Conrespectoa la poesía,las redespueden ser un espacio para conocer y darse a conocer, generar proyectos colectivos, intervenir para impulsar cambios sociales. En la Revista Palabras de Poeta, creamos una página que ha logrado cientos de seguidores de todas partes del mundo. En lo personal, me ha conmovido descubrir que algunos de mis poemas fueron traducidos a otros idiomas por personas que yo no conozco ni me conocen, pero eligieron leerlos en su lengua y hacerlos suyos, en un gesto amorosamente humano.
Hay un espacio muy querido de un poeta conocido, Gustavo Tissoco, que hace un aporte realmente importante.
Sí, precisamente en estos días, en su blog “Mis poetas contemporáneos”, Gustavo publicó “Octubre”, poema de Diesis, que
genera siempre un lazo especial con los lectores, siendo como es, a la vez, un poema político y de amor. Otro blog gracias al cual algunos de mis textos han viajado por el mundo es “Emma Gunst”, de Miriam Tessore, que hace allí una labor exquisita, conectando los poemas con obras de diversos artistas.
Pero volviendo a lo anterior, estar en las redes sociales, pero que también haya un tiempo, un espacio de silencio.
Un necesario tiempo de escucha para que el poema se nutra de ambos, el silencio yel bullicio del mundo, donde harásuhueco.
Marcela Rosales es Licenciada en Filosofía y Doctora en Ciencia Política (UNC). Escritora, docente e investigadora. Integra el Concejo Editorial de la Revista Palabras de poeta y el Grupo de Poesía y Narrativa “Todos los Nombres”. En poesía ha publicado los siguientes libros: Versos como naves (EDUCC, 2005), Con tu pie desnudo (Alción, 2008), Ciudad de huecos (Alción, 2011), Los Miserables (Otros), Todos los Nombres (Alción, 2013), Incendiados (Alción, 2015) y Diesis (Alción, 2017). Ha participado en numerosas antologías.
Todostenemosnuestraparteoscuraqueamuchos les gusta guardársela, yo prefiero no guardar, prefiero que se vea
Maximiliano Spreaf
Maximiliano, en un reportaje dijiste que sos más que nada lector, que sos un producto de Facebook. Hablemos un poco de eso...
Digamos que yo escribía, pero, ¿a dónde va a parar todo lo que escribimos? Yo creo que hoy la poesía está en Facebook. Aparte de estar en los libros obviamente, que es donde tiene que estar. Pero el desarrollo que hay de la poesía lo veo muy arraigado a Facebook. Y sí, yo escribía unas cositas en Facebook, sueltas y de ahí digamos que empezó todo. Llamó a alguna gente a leer, y así. No era la idea publicar un libro hasta que te entran las ganas de publicar un libro, cuando tenés muchas cosas escritas decís “quiero un libro”. Yo empecé a escribir cerca de los 35 años, empecé a escribir de grande. Siempre leí mucho, me gustaba mucho leer, me sigue gustando mucho más leer que escribir. Creo que somos muchos los productos de Facebook, los poetas producto de Facebook. No por decirlo de una forma despectiva sino, al contrario, creo que la plataforma Facebook nos da la oportunidad de conocernos entre nosotros, de generar eventos, de conocer editoriales, de conocer editores, y se mueve mucho más todo por ahí, por la plataforma... Es más, creo que muchos nos conocemos por Facebook. O te llegan a conocer de lo que escribís porque está ahí, está en la plataforma, por suerte.
Y también en un reportaje vos has dicho que la poesía es salir de la realidad...
Sí. Yo creo que la poesía y la literatura tienen que salir de la realidad, la realidad es bastante chata, es lo que tenemos todos los días, cuando escribimos tenemos que tratar de salir de eso. Tratar de salir de la realidad para darle al que nos va a leer algo que no sea lo que está viendo todos los días. Y si es lo que está viendo todos los días, que lo vea desde otra forma. Es como diceCerati,sacarbellezadeestedesastre.Sacarbellezade esto es una virtud y bueno, tratamos de eso los que escribimos, yo particularmente también. De sacar un poco de esta realidad algo mucho más lindo, o no sé si lindo pero que cambie la realidad. Darle más realidad a la gente en nuestros textos, me parece que para eso están los diarios. Nosotros como poetas o como escritores tenemos que tratar eso. Es como cualquier otro entretenimiento también el tema de la poesía y de la literatura, uno agarra un libro porque tiene un tiempito y se puede poner a leer. Si agarrás un libro, que te vuelve a decir lo mismo que te está diciendo el noticiero, lo mismo que te está pasando, es medio al vicio.
¿Qué relevancia tiene en tu poesía la ironía, el cinismo, el humor?
A mí me gusta mucho reírme de mi mismo. O sea, noes que me guste, sino que le encontré una veta a eso. Yo veo, conozco, leo, muchos poetas que les cuesta mucho reírse de sí mismos porque tratan de guardar una imagen de solemnidad. Yo creo que los poetas no somos especiales, sino que solamente escribimos. Es más, creo que escribimos porque leímos mucho y nada más que eso. Muchas veces he escuchado decir gente que me dice
que no lee, yescribe, y yo no lo puedo creer. Es muy difícil que sin leer logres escribir algo. Por eso me río muchas veces de mí mismo por el tema de la poesía. He tenido un tesón en cuanto a la poesía, porque no sé si soy un buen poeta, no sé si lo mío sería escribir poesía o escribir otra cosa, pero yo me empeciné con la poesía. Entonces me da un poco de risa que yo tenga ese empecinamiento con escribir poesía, y me río de eso. Eso también me ha dado tela para que yo escriba sobre eso, para que sea irónico sobre mí, para que sea irónico sobre los demás poetas, sobre la poesía en general. Sobre lo que es el ambiente de la poesía.
Por eso llega al pecho tu poesía, porque vos te ponés, te entregas ahí. O, sea, no hay una distancia, por eso llega tanto.
Yo creo que, eso de estar tan en carne viva ahí en la poesía, en las letras,enlostextosqueescribo,esloquehaceque gusteala gente, o que les parezca que está bueno. Que conecte. Y sobre todo tratar de encontrar algo que se salga un poco de lo que es la poesía. Uno no va crear nada, está todo hecho.
Y los temas.
Y lostemas son siemprelosmismos, nosotros escribimos sobre la muerte, sobre el amor.
El desamor.
Exactamente,lostemassonsiemprelosmismos...
La precariedad.
Todos los poetas, escribimos sobre lo mismo. Cuando escribo algo sobre el amor le pongo mucho, también, mostrar ese amor que lastima, mostrar eseamor que dolió.Tratando deser lomenos cursi posible, incluso riéndome de eso. Porque es lo que nos pasa, yo creo que a veces uno tiene un desamor, y cuando lo ve a la distancia se ríe de eso, porque dice, mirá por lo que estaba sufriendo y bueh. Pero estuviste sufriendo, entonces escribí y reite un poco también de haber pasado por eso. Que es lo que le pasa a todo el mundo...
Y el humor ayuda a respirar también...
Exactamente. Más en estos tiempos tan oscuros. Si no nos reímos de nosotros mismos, de nuestros amigos, de nuestros padres, de todo. Y nos reímos un poco de todo, esto es bastante.
El mismo título del libro.
El mismo título del libro. Sale de tantas veces que algunos grandes poetas me dijeron eso. Vos no sos poeta. Y sí, yo digo: me voya reír un poco de eso, no soy poeta, pero algún verso puedo hacer. Y por eso salió el título. Es difícil decirlo así, lo voy a decir en carne viva así se enoja todo el mundo, y nos reímos un poco de también de eso. Yo muchas veces no quiero ser poeta, porque he conocido tantos poetas que la verdad, no quiero ser como ellos, no tengo muchas ganas de que me digan, ah sos poeta. También he conocido muchos poetas que son muy buena gente. La poesía no vende, la poesía no te va a dar plata... La moneda de cambio de la poesía es el ego, entonces, esa moneda de cambio que es el ego dentro de los que somos los que escribimospoesíaesduroaveces.Porquevosvesquehaygenteque...
Adora la propia estatua. ¿No?
Sí, sí, sí...
Es un ídolo...
La otra vez había comentado que cierta arrogancia mía es lo que me cubre un poco de todo ese mambo del ego y todo eso. Porque soy arrogante, pero si vos leés el libro te vas a dar cuenta que no, que me estoy riendo de mí mismo, que estoy siendo arrogante para molestar o lo que sea...
También en ese reportaje decís que un poco el libro es ficción, si bien puede haber cosas de biografía.
En realidad lo que hay en el libro que es mío, que creo que le pasa a muchos escritores, es el sentir. Lo que uno sintió cuando pasaron algunas cosas... Pero después es pura ficción, eh... Y creo que podría poner en palabras realmente cosas duras que me han pasado y que tampoco creo que le interesen mucho a nadie, más que a mí y como lo sentí. Entonces ficcionarlo un poco me ayuda a contar lo que sentí, pero no lo que pasó. Lo que pasó me lo guardo para mí, no me gusta machucarme los dedos. Para escribir poesía, no me gusta la gente que ha vivido en la villa o que la ha pasado mal, yo también he sido pobre, pero no me gusta machucarme los dedos, no me gusta la gente que saca cuatro libros machucándose los dedos de cuando era pobre... Sabemos que fuiste pobre. Yo por ejemplo nací en un barrio jodido, pobre, la pasé mal, todo eso. Pero yo no reivindico eso... Al contrario, yo quiero ser otra cosa.
Y la verdadera pobreza es la conciencia de la precariedad...
Exactamente. ¿Cuál es el sentido de seguir dándole lástima a los otros?
Hemos sido arrojados a la existencia y ahí estamos. Y nadie te ha dicho de qué se trata esto...
Exactamente,nadiesabe.
¿Qué relación encontrás entre la música y la poesía en vos?
Ah, en mí muchísima, porque yo escucho mucha música, me gusta mucho la música entonces hay mucha música adentro de lo que escribo. Y la otra cuestión que encuentro es que las bandas que muchas veces me gustan a mí, son las bandas que te tiran una canción tremendamente ruidosa o rápida, y después te hacen una melodía bellísima, una canción de amor en un mismo disco. Ésa es la poesía que muchas veces me gusta leer, algo ecléctico, que te saca de lo de todos los días...
Alguna banda que nos tires…
Alguna banda. Bueno ya que está, el viernes saleun disco nuevo de Nick Cave, Nick Cave and the Bad Sees, el viernes sale un disco nuevo, que se llama Ghosteen... Y...
Leonard Cohen...
Sí, bueno. Leonard Cohen. David Bowie. David Bowie es algo que yo creo que es insuperable. Para mí es un ídolo de siempre.
Bob Dylan.
Bob Dylan... Las letras de Bob Dylan, bueno han llevado a lo que todos sabemos, ganó un Nobel. Eh, sí, sí hay mucha música, y yo creo que hay mucha gente escribe también y escucha mucha música, y está la música esa ahí...
¿Escribís escuchando música?
No, porque te vas para cualquier lado, y te influye también, en unadeesasuna letraqueestásescuchando deinglés, despuésla terminás poniendo ahí. Trato de escribir con silencio.
¿Y escuchaste el último de Iggy Pop?
Sí, el último discode Iggy Pop, yo no puedo creer queesté vivo todavía. Sí, tremendo, por la edad que tiene seguir haciendo música que hace ydesplegando todo loque despliega, es genial.
En un reportaje dijiste: “sufro demasiado cuando produzco mis textos”.
Fue otro momento. En ese reportaje que creo que me lo hizo gente del Milenio de allá de Unquillo, creo que me la hicieron ellos. Sí, me costaba escribir porque justamente estaba haciendo algo que no tendríamos que hacer los poetas que es hacer catarsis... Estaba haciendo catarsis sobre mis textos, entonces claro, obviamente que lo sufría porque era como una sesión de psicoanálisis. Sí, terminás sufriéndola, largás todo. Es más, mi primer libro para mí que quede guardado para siempre, arrojarlo.
Muchos poetas dicen eso.
Es que el primer libro siempre es como un capricho. Tenés tus cosas escritas y querés sacarlas a toda costa. Es el único libro que pagué. Es el único libro que dije “lo pago yo, lo autoedito”, y todoeso.Después me di cuentaqueno,queesmuchomás piola que te lea otra gente, y que esa gente haga el esfuerzo de pagar el libro, de editarlo, y de jugársela por vos. Creo que tendríamos que hacerlo todos a eso, porque eso es también un poco valorar el trabajo nuestro. Que termina siendo trabajo, entonces está bueno que hagamos valer lo que hacemos.
Además viste que uno en el primer libro quiere escribir todo. Y no es así.
Exactamente. Mi primer libro. Claro y es una cosa de mostrar milástimadesdequenacíhastalostreintaaños.Notengoejemplares yo en casa, porque se vendieron todos esos. Y, espero no verlos nunca más.
Algunos lo quieren sacar del catálogo...
Sí. Está bien, porque generalmente el primer libro de un poeta sino está bien pensado. Hay un primer libro de un poeta, Gabriel Pantoja, que es Crack, pero bueno, está en otro nivel digo. Es un primer libro tremendo, pero la mayoría de los poetas metemos la pata, como sabemos. Crack es un librazo.
También has dicho en un reportaje, que se puede ser poeta y otra cosa, y no otra cosa y poeta.
En este momento no me voy a acordar de quién es la cita. Pero es una cita de un escritor... Y sí, se define un poco como eso, o sea, el poeta... O sos poeta o no lo sos. El poeta Alejandro Schmidt, cuando vos vas a hacer algún tipo de taller con él, tiene un cuestionario de entrada, el cuestionario Schmidt. Y bueno, él te hace preguntas... Y él ahí de buena manera te dice si seguís con él laburando o si no vale la pena porque no tenés lo que hayque tener, diceél...Yo en eso discrepounpoco,porque creo que todo el mundo puede escribir, mientras se ponga a estudiar, mientras se ponga a ver las cuestiones. Uno escribe un verso libre, pero, el verso libre tiene sus reglas. Ésas reglas son las que hacen que tengamos más creatividad incluso. Porque hay mucha gente que cree que el verso libre es tirar cualquier cosa y no lo es. Esas reglas hacen que seamos más creativos mientras nos mantengamos en esas reglas. Ale te dice eso, que vos lo tenés o no lo tenés, por eso yo digo, esa cita que no me acuerdo de quién es, es real. Sos poeta y otra cosa, pero no otra cosa o poeta.
Te toma la poesía.
Exactamente. Yo siempre lo hablo con mi novia, con Yamila, digo: “yo estoy constantemente laburando acá”. Es constante, podemos estar tomando mate. Cuando me pongo a escribir, me siento y escribo todo lo que ya laburé en la cabeza, por eso son semanas de estar laburando, y después un día me siento y son semanas de estar escribiendo. Al poeta yo creo que le pasa eso, no sésiatodos, pero alamayoría delos poetas, creo quemastican, rumiamos como las vacas, lo que vamos a escribir después.
Zelarayán dice: los hablados por la poesía...
Tomados porla poesía.
¿Y sos de pulir, corregir mucho?
Una vez que está escrito sí. Antes no lo hacía. Pero después sí, sí, es necesario. Es necesario dejar lo escrito, volver a verlo dos semanas después, ahí ver dónde fallaste, donde falló el poema, cambiarlos, y si no sirve tirarlos y listo, descartarlos. Me ha pasado que poesías cortas, que terminaron siendo todas esas cuatro poesías cortas una sola poesía larga, y corregida.
¿Hay tiempos yermos en tu escritura, tiempos de sequía? ¿Cómo te llevás con eso?
Sí. A mí me ha afectado, digamos, toda esta cuestión de este gobierno que tenemos hace cuatro años, me ha afectado creativamente bastante, porque uno está con sus problemas económicos. Entonces, toda esa carga, te hace que te quedes un poco seco, incluso te hace ver que quizá lo que estás haciendo no lo tendrías que estar haciendo porque hay cosas más importantes. Es lamentable, pero es así... Pero confiamos en que, en que se vienen mejores tiempos.
¿Sos de compartir los textos, digamos con otras personas? Antes de tirarlo a la cancha...
Sí. Este librito se lo mandé como a cinco, seis poetas, antes de que fuera al editor. Está bueno eso, que lo vean poetas que escriben en tu misma línea, que escriben en otra línea que son más líricos, está bueno que lo vean, y te ayuda mucho, te ayuda muchísimo. El libro anterior, Objetos interiores,
yo se lo di a Leticia Ressia, tremenda poeta, y me hizo un trabajo increíble. Me hizo una devolución increíble. Debe haber estado sus buenas horas con el libro y me hizo una devolución con correcciones, con apuntes, con sugerencias. Leticia es una poeta tremenda, entonces si te hace una sugerencia, y vos la vez después, y claro, tenía razón. Obviamente que tenía razón, hizo un trabajo arduo con Objetos interiores Leticia, me gustó muchísimo.
Bueno, eso, es algo nuevo en la poesía. Esa cosa colectiva. Me parece que antes estaba cada uno en su torrecita.
Sí, tiene que existir eso.Tiene queexistir porque noesalgo que unoloescribasoloaesto.Nosentrancosasdetodos ladosycaptamos, estamos con la antenita. Yo leo mucho mis contemporáneos, a la gente que está escribiendo... A la gente que está viva alrededor nuestro escribiendo, y que saca libros como uno. Yo los leo, compro los libros, porque me interesa mucho ver qué están escribiendolos demás, y me interesa quelos demás vean qué escribo yo. Creo que nos vamos llenando un poco entre todos.
Nosotros lo que notamos es como que en una generación se da mucho más eso que en las anteriores, nos da esa impresión...
Claro, sí, sí, nos leemos mucho los poetas entre nosotros por suerte.
¿De qué se nutre tu poesía?
Yo creo que escribo con una idea que me viene a la cabeza, y de ahí. Hay versos que me han venido de la nada, esa debe ser
la poesía que te viene como dicen. Que uno descree también un poco de eso, pero existe... Te viene un verso que vos decís “¿y esto de dónde salió?”. Y está bueno tener la antena siempre bien parada porque a veces llegan, y si no lo escribiste o te lo acordaste bien, se pierden.Pero,no,losmateriales demi poesía soncosasquehe vivido, música,gente.Yotuveciertodeslizcon drogas, nunca tuve una cuestión de adicción terrible, no. Me manejaba, pero sí he visto mucha gente que la ha pasado muy mal con drogas. Uno se pone en la piel del otro y escribe también. Muchas veces es el personaje el que está escribiendo... Me hago un personaje de mí mismo y escribo, no es Maximiliano el que está ahí, en la poesía, pero una parte sí.
Y es muy bello eso que leíste hace un rato de que hay otra droga, la caricia de la madre en el pelo, el hijo...
Claro. ¿Qué más que eso? Haycosas que me movieron muchísimo, y hay cosas que yo creo que son mucho más fuertes.
Porque está ¿no?, la parte oscura, la parte clara, la parte oscura, ese tironeo. Se nos va la vida ahí Maximiliano.
Trato de eso, de condensar un poco eso. Creo que todos tenemos nuestra parte oscura que a muchos les gusta guardársela, yo prefiero no guardar, prefiero que se vea... Uno es humano y sabe, sabe en qué falla, en qué puede fallar, sabe el daño que puede haber hecho, sabe a quién ofendió, a quién no ofendió, entonces no me gusta mostrarme absolutamente bueno, o absolutamente limpio. Uno no lo es, y yo creo que no lo es nadie, todos tenemos un muerto en el placard...
Somos hijos de nuestros errores.
Pero claro, somos hijos de lo que decimos, esto queda grabado. Yo cada vez que me han entrevistado o algo, a la semana me arrepentí, todas las pavadas que dije, sí.
Una pregunta que queríamos hacerte casualmente referente a la poesía en Córdoba, ¿cómo la ves? Si hay contradicciones, claros, oscuros.
Yo creo que la poesía de Córdoba, exceptuando algunos grandes poetas como Elena Anniballi, Leticia Ressia, Alejandro Schmidt, lo digo piola, o sea, está un poco chato. Están todos escribiendo de lo mismo. O estamos todos muy influenciados por algún tipo de poesía y no se está rompiendo mucho, y a mí me gustaría que la poesía rompiera más. Está bien uno habla siempredelomismoperounavuelta detuercaestaríapiola.Por eso hay algunos pibes que hablamos hace un rato como Emilio Bazso, o como Sole Vargas, que le están dando una vuelta de tuerca copada a la poesía, a lo que se escribe en Córdoba. Están rompiendo un poco con esa ola que venía de todo lo mismo, de todo lo mismo incluso con el mismo lenguaje que también yo creo que es hora de que hagamos un cambio grande, sí.
Gabriel Pantoja juega mucho y rompe.
Gabriel me presentó No soy un poeta pero… yescribió un texto tremendo. Yocreo quees más importante ese texto queel libro. Yocreoque lotendríaquehaber adosadoaesetextoenel libro, porque es un texto increíble el que hizo Gabriel. Bueno y sus libros, Crack y Géminis, son dos librazos. Es un tipo que está
escribiendo muy bien Gabriel. Muy bien y qué suerte que es cordobés y que lo tenemos acá.
Y en ese sentido pensás que la poesía puede tener algún impacto, digamos en lo social, en la sociedad, como para un cambio...
Es difícil. Es difícil que la poesía logre alguna vezalgo. No hay que pedirle mucho. Pero han estado los Beats en Estados Unidosenloscincuenta,yalgomovieron.Porquedespuéscontodo el tema de Vietnam allá y eso. Estos tipos escribiendo movieron cosas... Movieron, no sé si en el corto plazo uno lo que escribe, oloqueescribimos todosseverási movilizóalgo.Ahora loque he visto tanto en literatura como en poesía, la marea feminista, que es importantísimo, o sea, está ahí, y hay muchísimos libros de poesía. Entonces eso que va a hacer, quizá no lo haga en nosotros que somos unos machirulos porque tenemos 45 años o más, y nos va a costar muchísimo más sacarnos el patriarcado de encima. Pero sí lo está haciendo en pibes, mi hijo tiene 24 años, mi hija tiene 19, mi hijastra tiene 15. Tienen una visión de respeto a la mujer que nosotros a sus edades no la teníamos. Entonces es increíble, eso va a hacer que las próximas generaciones, todas las cosas que se están escribiendo ahora calen hondo. Creo que va a hacer que los pibes tengan otra concienciaqueestágenial. Estágenial porque el patriarcadoque nonos podemos sacar nosotros se lo van a sacar ellos...
Sí, sí, inclusive hay gente que te habla de poesía impactada por el lenguaje inclusivo...
Claro, sí. Hay un poema del libro mío de No soy poeta pero… que en un momento como personaje que está internado en un siquiátrico dice que le gusta mirar el culo a una enfermera, es un poco machirulo el verso... Pero bueno, está escrito, y yo creo
que hay que hacer esa diferenciación entre arte y lo que uno es... Sino tenemos que quemar mil libros. O tenemos que censurar un montón de cosas, y tampoco tiene mucho sentido.
De los talleres literarios ¿Qué pensás? Son buenos, son necesarios...
De los talleres literarios... Depende del que dicta el taller. Depende totalmente del que dicta el taller. Porque muchos poetas que dictan taller lo único que hacen es esperar que vaya el alumno, aplaudirle las cosas, paraquevenga el mes queviene y siga poniendo la cuota... Y destruye mucho eso. A mí me pasan textos muchas veces por mail o por el mismo Facebook para que yo los lea un poquito, y les diga, che mirá acá... Y yo soy muy duro, o sea, si hay algo que no me gusta...
Ser complaciente.
Claro, yo creo que el taller si no es complaciente ayuda... Hablándolo bien y diciéndolo de un modo con la gente que va a tu taller, ayudás. Si le vas a aplaudir cosas que están erradas mal, sólo para que sigan viniendo al taller, me parece que es inútil.
Maximiliano Spreaf nació en 1975 en Capital Federal. Ha publicado los siguientes poemarios Arrojado (2013, A.t.e.o ediciones), Objetos interiores (2015, Dínamo Poético Editora) ganador del Primer Premio de Poesía Club
Editorial Sierras Chicas/ Municipalidad de Unquillo, y 2 poemas (2018, Ediciones Arroyo). Participó del V Festival Internacional de Poesía de Córdoba. Escribe para diarios y revistas nacionales y del extranjero. Organizó los encuentros de poesía PICNIC en la localidad de Salsipuedes, junto a la poeta Paula Oyarzábal, por el que pasaron más de 50 poetas de todo Córdoba. Vive en la localidad de La Granja, en las Sierras Chicas de Córdoba.
Lapalabraesdetodosysiyomecallosevaa callar un poquito la palabra
Claudio Amancio Suárez
Hablemos de tus poemarios: Partedeldía y Acordesydesiertos. Para comenzar, Parte del día.
Parte del día eslasugerenciadeunpoetaamigo, vioel títulode un poema que se llama “Parte del día”. Yo le había puesto otro título y dije “se lo voy a leer a él para preguntarle qué opinión tiene”. Y me dijo “Mirá, a mí el libro me gusta, me parece que está bien y todo eso pero ahí tenés una cosa muy linda: “Parte del día”, ponéle ese nombre. Como me lo dijo de tan buena onda, como él es también un poeta y es un poeta que ha publicado mucho y, además los títulos de sus libros a mí me gustan, quedócomo Parte del día.Y Acordes y desiertos reflejaunpoco esta idea de que en ese libro hay esas dos cosas, algunos acordes del corazón y algunos desiertos que transitamos, un poco como la vida. No lo sé yo, algunos sostienen otras cosas, yo estoy bastante conforme con los títulos pero es muy azaroso. Yo tengo otro libro que se llama Mientras tanto porque tengo un amigo, que no tiene nada que ver con la literatura, y al hombre le gusta el escolazo, es burrero,juega a los caballos yhabía ido a Buenos Aires y había estado en el hipódromo. Luego de eso, yo le doy el libro para que lo vea, como una opinión de un profano, pero a mí esas opiniones me interesan mucho. Y volvió de allá y me dijo “che, que bueno tu libro, ¿cómo se llama?, “no sé” le digo, “mientras tanto” me dice y quedó ese nombre porque Mientras tanto era el nombre de un caballo al que él había jugado.
Esas cosas que se dan…
Y se dan, yo no sé por qué. Aparentemente, no son conducentes, pero bueno.
Pero “mientras tanto” es como alguien que está estando. Yendo, esperando y transcurriendo.
Creo que sí. Ahí tenés, por ejemplo, Legítima defensa, es una defensa que hago contra la muerte, trato de defender la vida o mi palabra, porque no sé si mi vida vale tanto la pena pero la palabra sí porque la palabra es de todos y si yo me callo se va a callar un poquito la palabra, va a seguir por fortuna en los otros. Pero me parecía que era bueno defenderse de eso, como haytambiéndel olvido.Esunlibroraro,extraño,quesaliótambién por la voluntad de otros.
Vos tenés también dos diccionarios del género de humor. ¿Por qué no nos hablás de eso?
Hay una cosa que llamamos el alma, para decirlo vulgarmente, esto es más allá de las creencias de las que yo no participo pero me parece que todas son necesarias y, además, legítimas. Tiene excentricidad. El conflicto de lo excéntrico tiene que ver con la única posibilidad de que el hombre es erecto por esa razón, está fuera del centro, si no fuera excéntrico el hombre no podría caminar como un bípedo en dos patas, sino que tendría que hacerlo como un cuadrúpedo. Esta es una razón, por lo tanto, sentido del humor tiene todo el mundo sino no se podría vivir. Porque creo que todos tenemos una sospecha ontológica de que somos otra cosa, una sospecha ontológica que nos hace
ver esa excentricidad y ahí tiene que ver el humor con algo que yo intento definir de manera sesgada en esos libros, pero… en algún caso caprichosa, tratando de discernir que el humor es otra cosa porque, en realidad, hoy, en este lenguaje cloacal tal vez se confunde el humor con las malas palabras, ya se ha confundido mucho. Y más, se confunde con algunas formas del humor, por ejemplo, la ironía o la sátira. Ser satírico no es humorístico porque el humor no requiere víctima y si uno satiriza tiene, necesariamente, quecastigar a una víctima. No hablemos de otros tipos de humor que son más torpes, más groseros. En este sentido, el humor me ha servido como nos ha servido a todos. Primero, para darnos cuenta que no le hemos hecho una gran gauchada al mundo naciendo. Y algo que sería muy lindo, por lo menos a mí me llenaría de orgullo, es que alguien gritase en una esquina “che, Claudio Suarez no nació, ¡¿qué ha pasado acá?!” Eso sería bueno para mí, pero en realidad eso no va a ocurrir y no es necesario. Porque esta cosa del humor termina siendo un gran techo donde cabemos todos, porque es un esfuerzo por encontrarle sentido a lo que no lo tiene…
¿Por qué el tema del diccionario?
Yo tomé el diccionario a la manera que Ambrose Bierce hace con el Diccionario del diablo, va tomando las palabras y las va sesgando de acuerdo a su modo, tiempo y lugar. Él habla de los cuentos de Mississippi, un sheriff, ya no hay sheriffs en Estados Unidos, tampoco hay tipos que tiren con un Winchester.
Hacen cosas peores.
Estados Unidos es especialista en otras cosas, es mucho más eficazademás.Ydespuéslaslecturasdelhumorqueyosoymuy
aficionado a leerlas desde muy chico. Miren, un segundo, yo sé que con esto robo tiempo pero Wimpi habla de la heladera, de una familia que no tenía heladera y la mujer le decía al marido “che, todo el mundo está comprando heladera y nosotros no tenemos heladera” y el tipo dice “para qué querés heladera si acá tenemos un balde con hielo y ahí se pone la manteca, el clarete con soda”, “bueno pero con una heladera, Pocho podría tomar leche más fresca”. Bueno, con esa discusión, el tipo un día se fue al centro y volvió diciendo “compré la heladera”, “¡¿cuándo la traen, cuándo la traen?!”, nadie repara en cuánto costó la heladera, qué tipo de heladera era, nada, solamente eso. No eran curiosos para nada y él sí era curioso. Un día la madre salió a buscar un arreglo para su ropa, a su hijo lo llevaron a la plaza a jugar y el tipo se quedó solo esperando hasta que le tocaron el timbre, aparecieron dos tipos que le traían la heladera, “la heladera, señor”. Como ya habían hecho lugar para la heladera, el tipo dijo “por acá, pónganla ahí”, enchufaron la heladera, el tipo abrió la heladera y se prendió la bombita de la luz, “eh, ¿y eso?”, “cuando se cierra la puerta se apaga”, “¿está seguro?”, “sí, se apaga señor”, probaron dos o tres veces y los tipos se tenían que ir y se fueron. Y él ahí siguió abriendo la puerta de la heladera y viendo… y miraba una rendijita para ver si era cierto hasta que no pudo más con su curiosidad, sacó todas las cosas de la heladera, entró adentro y cerró la puerta y ahí estuvo… Cuando llegaron la mujer y el hijo: “¡Trajeron la heladera, qué bien! ¡Trajeron la heladera! Oh, ¡Qué linda que es!”. Y nadie pensó que el tipo no estaba, nadie tuvo curiosidad contando con su ausencia. Hasta que el niño se prendió de la manija y, abriendo la puerta, encontró que en el fondo, a su lado, estaba el padre totalmente helado por el frío. Esto es lo que pasa por querer saber cuándo se encienden y se apagan las bombitas, lo
digo hoy que era el día en que Estados Unidos había tirado la bomba sobre Hiroshima. Esto es otra cosa; para encontrarle el sentido al humor no hace falta ser tan tétrico, él lo hacía de una forma maravillosa.
Claudio, yendo a tu poesía, ¿de qué se nutre? ¿Lo podés identificar?
Yo soy un atento lector de Antonio Machado y voy a seguir siendo un atento lector de Antonio Machado hasta que me muera. Esperemos que pase mucho tiempo para seguir leyendo Machado. Digo esto, yo lo tengo en la mesa de luz, lo leo, lo he leído,lo releo,lovoya seguir leyendo,cada vezencuentro cosas más maravillosas en él. Hace mucho leí una cosa que él decía: “Canto de cuento” es la poesía, se canta una melodía, se canta una bella historia cantando una melodía. Yo creo que esto es, los materiales, por ahí, yo escribo en verso libre pero por ahí vos encontrás un endecasílabo y te prendés por eso, y por ahí no lo podés encontrar, por ahí lo cortás y lo bajás. Pero eso es, me parece, accesorio. El material que yo tengo, creo, para mí, es la observación. Creo que debemos observar y observar de buena voluntad porque cuando digo observar tiene que ver con esto ¿qué pasa si yo losobservo austedes yrecojo de ustedes lo peor que tienen? Y, realmente, no voy a poder decir nada que sirva, ni para mí, ni para ustedes.
El buen mirar…
Ahorasiyollego,sillegaraamirarlobuenoquetienenustedes, hasta los podría juzgar. De la otra manera no, porque cuando yo te miro lo feo, ya te he condenado. En este caso, hasta los podría juzgar.
¿Pesa el sentido en la poesía?
Yocreoquetiene quever eldeseo. Ojalálogrequela vozsuene como yo quiero, como yo respiro. Después si respiro mal es otro tema, si te gusta o no te gusta es otro tema. Eso me parece que es la cosa más interesante. Segundo, mi preocupación sobre la poesía y esto, no sólo para mí sino de la poesía que leo y de la poesía que escucho, es que la poesía diga. Hay, en algunos casos y esto no es para polemizar ni para la crítica, poesías que no dicen. Yo creo que la poesía debe decir y debe decir de modo, tiempoylugar.Creoqueesoesarbitrario,perolousamos yestá bien porque no tenemos otra forma, decir poesía social o no. No tiene por qué haber poesía social cuando hay dolor, debiera haber siempre poesía social. Como debería haber poesía política siempre, como debería haber siempre poesía romántica. ¿Por qué? Porque siempre esas cosas están en la vida, siempre esas cosas ocupan un lugar. Obviamente para decir hay que tener alguna cosa que decir y, después, aprender a decirla. Eso me parece que es más fácil.
Y que haya pasado, como vos dijiste hace un rato, por el corazón. Es como un peaje que la poesía tiene indispensable. ¿El poema deja al poeta o el poeta deja al poema?
Es controversial, digo porque lo ha discutido gente que tiene otro nivel, desde ya, mucho mejor que yo. Yo creo que el texto nos dice cuando está terminado. Muchas veces nosotros no nos damos cuenta y el poema está terminado, y nosotros queremos seguir ahí. Después cuando corregimos eso o cuando nos corrige el cajón, cuidado. Uno abre el cajón y tiene diez poemas, cinco, tres, anotaciones y se encuentra con que hay un poema allí
que “¡che, qué bueno!”, allí le llegó el tiempo, en consecuencia empiezasuvalidez. Yo creoquesi unodijera“mirá, hayalguna otracosa”…puedehaberalgunatécnica,seguroque lahay,puede haber lo que llaman yeites, qué sé yo, yo creo que la hay. Creo que básicamente es eso, en algún momento el poema te dice porque, por desgracia, para nosotros que somos unos pobres cautivos de ella, la poesía no miente. Cuando nosotros mentimos, se nota, la poesía está diciendo “¡vamos muchachos!”.
¿Qué relevancia tiene el silencio en la poesía para vos?
Es importante, básicamente, por el lector. Creo que esto se ha dicho muchas veces, puedo repetirlo. El único que termina el poema es el lector. El poema puede ser muy bueno pero si se queda ahí, olvidémonos. Pero si lo consume el pueblo, como diría don Antonio, ya es otra cosa, porque es quien completa el poema. Creo que el lector es un cómplice nuestro y que es un cómplice callado, que si lee y si lee bien, va a leer ese silencio, como va a leer esa coma o va a leer ese punto. Hace unos minutos,ustedes, el señor detécnica, pasó a Goyeneche cantando.
Goyeneche era un hombre que sabía muchísimo de gramática, tanta gramática sabía que él decía “che, te acordás Milonguita” y eso no es así. Es “te acordás, coma” ahí hay una coma y hay que leer “te acor-dás-Milonguita” y eso es otra cosa, por eso es importante, a veces, acá hay grandes poetas que no lo han usado, el manejo de los signos gramaticales. Apollinaire no los usó, pero no somos Apollinaire.
Claudio, ¿qué cosas te conmueven, te emocionan, te preocupan de la realidad actual?
Muchas, son muchas. Una de las cosas más terribles que yo observo, que veo y que me duelen, y te diría más, usando un término más grosero pero quizás más contundente también, me joden. Es la injusticia. Y, sobre todo, la injusticia en algunos. Es decir, nunca un hecho injusto es válido de ninguna manera, pero es tremendo cuando la injusticia se ejerce sin necesidad. Castigar a un niño, por ejemplo, es una crueldad porque no es necesario, no se recibe nada a cambio. Si ustedes ven lo que estamos viviendo ahora. Allá en el libro cuarto dice una cosa maravillosa sobre la justicia. Cuando Sancho le pregunta “bueno, ¿y quién tiene que ser el juez?”, él le dice “reservátelo para vos”, “y, bueno, pero yo no soy el más idóneo”. El caballero de la triste figura le dice una cosa enorme “no, reservátelo para vos, y si algún día quebrás la daga de la justicia que sea por la misericordia yno por la dádiva”. Es decir que sea por la caridad, por la conmiseración, por el dolor que te provoca y no por la coima.Si seaplicaraesoahora...Yocreoqueeseso,lainjusticia es una de las cosas que más me preocupan. Las otras cosas son más políticas, si querés, las cosas de la desigualdad, me parece una obscenidad, qué quieren que les diga. Yo no tengo mucho que ver casi en nada respecto de la política, pero que a mí me digan que una persona solamente pueda haber blanqueado 30, 40 millones de dólares me parece una cosa totalmente obscena yme parece,algo quediceel Evangelio, unescándaloque toma el cielo. Es decir, yo no tengo fe religiosa, no participo de la fe católica, tampoco tengo otra fe, soy agnóstico, pero cuidado con eso, estoes cierto, independientemente que sea una cosa de los cristianos, que han sido maravillosos algunos.
¿Sos de publicar en las redes sociales?, ¿cuál es tu opinión? Respecto de la poesía…
Yo creo que son útiles como una forma de difusión. En las redes socialeshaydetodocomoenbotica,dijerami abuela,peronoes menos cierto que usándolas, es decir, si uno usa una cosa como la tecnología, si la usa con un sentido es una cosa. Una cosa es la comunicación que vos podés hacer con el teléfono y otra cosa es empezar a generar una nueva antropología para que dentro de 400 años nos encontremos con que el dedo pulgar tiene un metro cuarenta. Bueno, eso es una barbaridad. Ahora, que útil es poder mandarte un mensaje diciendo “llego tarde, Eduardo”, “Jorge, yo antes de eso paso por el Centro”, sería bárbaro eso. Ahora bueno, estamos todo el día haciendo esto y aislándonos; si eso sirve para el individualismo, bueno, no es útil. Pero las redes sociales son útiles.
Claudio Amancio Suárez nació en la ciudad de Córdoba en 1940. Ha publicado los siguientes poemarios: Contraolvidos (2004) y Mientras tanto (Ediciones Argos), Inventario inconcluso (Ferreyra Editor, 2007); Cenizas a orillas de la tarde y Legítima defensa (Editorial Babel), El oscuro sonido de la piedra (Editorial Llantodemudo), Acordes y desiertos (Editorial Argos, 2015), Parte del día (Editorial Babel, 2018). En género humor tiene publicados los diccionarios La saga del conejo negro (Editorial Grafonauta, 1989), La saga continúa (Narvaja Editor, 1996).
Ha publicado la plaqueta La Puta patria, junto a Leandro Calle, Julio Castellanos, Néstor Merigo y César Vargas en 2014.
Forma parte del Consejo de Redacción de la Revista Palabras de Poeta que reúne la poesía de la provincia, del país y del mundo y de la Revista Asuetohojas de poesía
Para mílapoesíaesllevaralcolmootratarde llevar al colmo todo lo que existe
Lucas Tejerina
Lucas, vamos a comenzar un diálogo partiendo de tu libro
Automotrices.
Automotrices.Estabaunavez, unasiesta,paradoenlapuertade la casa donde vive mi vieja en Maestro Vidal al 800 y pasó un Fiat600ycasi frenadegolpeperosiguiócorriendo,algoasí.Se me ocurrió esa frase, entré, la escribí y en una semana escribí siete poemas de los dieciséis, dieciocho que tiene Automotrices. Después pasaron dos años sin poder escribir nada y una noche escribí el del Renault 12. Imaginé un Renault 12 intentando llegar sí o sí a la frontera con Bolivia huyendo y de ahí escribí el del Rambler, un par de escritos conceptuales sobre los autos. Se remite a algunos de los autos que tuvieron mi viejo, algunos tíos míos, los autos que poblaron estas calles en los 70, cuando mi viejo tenía menos años de los que tengo yo ahora o mi edad. El Citroen, el Renault 12, el Fairland, el Torino, los autos que tuvieron mis tíos, la chata, la F100, el rastrojero y los personifiquéahí.Salieronesosescritosylespuse Automotrices.Notengo nada en particular con los autos más que este par de escritos porque,esmás,prefierolasmotos ¡olas bicis!Que durantemuchísimos años anduve en bici. El auto no me atrae de por sí, es más me parece hasta bastante aparatoso andar en auto, sobre todo en las ciudades. Pero bueno, Automotrices ahí quedó.
Pero laten esos autos, tienen corazón.
No voy a agregar nada a sus opiniones que tienen que ver con cierto halago que creo que no me merezco.
¿Y Vuelve?
Vuelve es un rejunte de escritos que publicó Caballo negro, la editorial del AlejoCarbonell entreotragenteyaltítulo loeligió él porque yo fabrico boomerangs y jugó con esa idea del boomerang que vuelve. En la tapa aparece en primer plano la foto del boomerang y por eso el “vuelve”.
¿Y en cuanto a Escritoscuarteteros?
Los Escritos cuarteteros, despuéstengo otro rejunte de escritos que se llama Cuarteto bolche, como yo me identifico con el cuarteto porque es mi música, la música que yo he escuchado siempre,sobretododesde que vineacáaCórdoba alos9años.Yosoy deBellVille.Vinimos conmi viejoymi viejaavivir aCórdoba y en Bell Ville la verdad no sé si se escuchaba el cuarteto o no en esa época, se habrá escuchado, pero acá en Córdoba cuando empecé la escuela, cuarto grado y ahí tuve contacto con otra gente, ahí descubrí el cuarteto y me identifiqué. El cuarteto en ese momento se identificaba con el peronismo, con la gente con la queyo más meidentificaba.Enesemomentolacosaestaba muy separada entre los chetos y los cuarteteros, y yo evidentemente por una cuestiónhastade piel me llevaba mejor conlos cuarteteros. Y después fue más que todo un antojo, un capricho ponerle a ciertosescritosmíos la palabra “cuarteto”, queríaque esté en mi escritura. Si uno lee los Escritos cuarteteros o el Cuarteto bolche,
en realidad no hacen tanta referencia, no hay ahí una atmósfera poética cuartetera pero lo hice más como para pararme desde el lugar desde el que yo quiseescribir. Quise porque ya no quiero. No intento escribir o escribo muy de vez en cuando, pero fue un acto fallido.
¿Has escrito canciones?
Claro. Empecé escribiendo supuestas canciones. Habrá sido el año89,90ylellevélascancionesqueyoescribíaenformatode cartaaGaryquesehabíaseparadodeTrulaláyse habíaidocon el Negro Moyano que era la voz tropical de Trulalá yGaryla voz melódica. Fui a la Galería Cinerama que tenían la oficina, ahí hablé con el Negro José Moyano, él vio las letras que yo había escrito y dijo “sí, de acá se puede hacer una canción”, a mí ese halago me bastó para que yo creyera que eso puede ser un canción. Me dice “venite la semana que viene yle ponemos música, yoagarrola viola…” yonofui más porqueamí me alcanzócon que Moyano que era para mí un referente cultural me dijera “de acá puede llegar a salir una canción”, pero sí era mi sueño era comprar un casete de, por ejemplo, Trulalá y que la canción por ejemplo “Fuiste mía” abajo dijera, por ejemplo, Manolo Cánovas, Edgar Fuentes,Jorge Brizuela, Lucas Tejerina ycon eso mi sueño se cumplía. Y no hubiera caído en esta tropelía de la poesía que después uno tiene que incurrir por esos fracasos de adolescente. Pero después no volví a escribir o no sé si habrán sido canciones lo que escribía, seguramente sí.
¿Identificás los nutrientes de tu poesía?
Pura experiencia y sentimentaloide bastante. Lo que se siente. Le falta evidentemente más conceptualización. No he tenido un
método, me falta. Es una de las cosas que me recrimino a mí mismo, no he tenido un método de escritura, no lo tengo. No tengo voluntad, no tengo, por ejemplo, no leo mucha poesía. Nunca me la he tomado en serio a la poesía. Bah, nada en la vida me he tomado en serio y a la poesía tampoco. Es más, yo soy respetuoso con la poesía y dejo que ustedes digan que lo que escribo es poesía y respeto su opinión porque creo que de esosetrata,deque otrotediga “loquevoshacés espoesía”. Yo escribo ytengo un par de escritos de los que puedo sacar la cara y a otros escritos los niego directamente. El material desde el cual y con el cual escribo ha sido en algún momento el resentimiento, ha sido la bronca, ha sido el amor, ha sido el fracaso, el profundo fracaso amoroso en otras veces, han sido los viajes. Creo, por ejemplo, en una escritura del viaje. Me gusta mucho la escritura delos viajes. Yo por ejemplo leo ysigo muchos blogs de viaje pero para mí incurren en la autoayuda, la superación. Eso no me gusta de decir: “viajá, se puede, cumplí tus sueños”, yo no viajo para cumplir ningún sueño, viajo por alguna necesidad hasta corporal a veces ¿no? Porque lo llevo al viaje en mí desde, no sé, los cuatro, cinco años que salía con mi viejo sobre todo, que era viajante… y en su auto, un Fairland, cargaba de todo, pelotas de fútbol de Bell Ville. Vivíamos en Bell Ville que es la capital… Y salía a vender pelotas de fútbol por ahí y cada tanto nos llevaba a mí o a mi hermano y siempre he estado en contacto con gente que de una u otra forma ha viajado. Me interesa el viaje, lo trato de expresar cada tanto en la poesía. Me gusta la escritura de los nombres propios. Me acuerdo que una vez, charlando con un flaco que escribía, me decía que a él no le gustaba que nombraran nombres propios. A mí me gusta sí, nombrar a gente, fechas, decir lugares, me gusta. Es como rendir, entre comillas, homenaje a cierta gente.
Poesía del mundo, surge del mundo, ¿poesía y mundo?
Sigo sosteniendo, para mí, la poesía es una frase que muchos años atrás se la leí a Marosa Di Giorgio que dijo: “la poesía es llevar al colmo todo lo que existe”. En realidad, mi escritura no lleva al colmo nada delo que existe porquetendría quever para mí con un juego del lenguaje y todo que yo no lo tengo, que no menaceademás, pero paramí lapoesíaesmuchas veceseso,es llevar al colmo o tratar de llevar al colmo todo lo que existe. Fue lo que acabo dedecir esunamanera bastantelúcida deesquivar lo que vos proponés, que no se me ocurre nada para decir ahora. Es demasiado grande esa frase para agregarle algo.
Creo que la idea es que el poeta tiene que estar relacionado con el mundo en el que vivimos.
La otra vez viendo una entrevista a Zurita, el poeta chileno, proponía que los poetas vuelvan al Olimpo en contra dela frase de Nicanor Parra: “los poetas bajaron del Olimpo”. Vaya a saber. Queahoratalvezlospoetas,yono soyunodeellos asíquepuedo hablar viéndolo desde fuera porque en realidad no me siento poeta ni nada de eso, pero estaría bueno que tal vez comiencen a volver al Olimpo. Pero es juzgar…
¿Generalmente cómo surge tu poesía?
Esteprimer escritoqueleí surgióenestostres meses queestuve andando en moto, que hice 17000 kilómetros en moto. Me subí en la moto, horas y horas andando, entonces mentalmente fueron saliendo alguna que otra frase que después fui enhebrando. Generalmente sale de una frase. Hubo un momento, muchos
años atrás, que sí podía sentarme frente a una hoja en blanco y empezar a buscar frases o escribir sobre una silla, un perro, una composición. Ahora ya eso me resulta imposible. Es como que yo a los 20 años creía que la poesía era posible en mí, era como que creíasinceramente queeraalgo fácil,alos 20 años, a los 30 me di cuenta que el mecanismo de la poesía tiene ciertas cosas que para mí estaba vedado o era difícil entender el mecanismo y a los 40 ya sé que es algo imposible (risas). Es como que lo acepté, es como la calvicie, a los 20 es muy difícil saber que en el futuro vas a ser pelado, ya a los 40, 45 años ya estoyasumido totalmente, ya está. Y con la poesía me pasa lo mismo, que es algo muy difícil de lograr en serio, sinceramente. Me acuerdo el primer contacto que tuve con alguien que a mí me gusta mucho, Pablo Neruda. Entré por Pablo Neruda por donde hay que entrar, por “20 poemas de amor y una canción desesperada”…
Yo leí eso una noche ydije “a esto lo puedo hacer, ¡pero esto es una papa!” y después con el correr de los años y leyendo otras cosas y viendo otras cosas, ahora realmente me parece una hazaña si logro coronar un par de versos que diga “bueno, voy a sacarlacaraporesto”, meparecerealmente cada vezmás difícil.
Y volviendo a este poema que leíste, ¿vos hacías unos tramos en la moto, parabas a la noche y anotabas? ¿Cómo fue?
Fue mientras iba andando en moto, contemplando algunos paisajesqueademásesunarutaqueyahehechoenmoto,yahehechoencolectivo, yahehechohastaenbici enalgunostrayectos,a algunas partes me las sabíabastante bien entonces me aburría en algunas partes porque algunos paisajes aburren y siempre, siempre estoybuscando alguna frase, siempre, siempre. Entonces fue saliendo…apenas,lesdigo,salídeJuárezCelman…undíasalí de viaje,salíde viajeundía, llevabatanto equipaje,llevaba poca
alegría y en un cajón de manzana que podría haber sido un cajón de cerveza (risas) pesebre, entendí ese corazón de manzana como un pesebre donde iba mi corazón, mi corazón que dormía. Estando ya en el viaje con el andar de los días… Pero esa frase “estando ya en el viaje con el andar de los días” se me habrá ocurrido, me habrá llegado, como sea, más o menos un mes después. Estuve con esos ocho primeros versos, mascándolos un mes, ya estaba absolutamente resignado a que no me iba a salir nada. Esalgo de lo que yo reniego, que no me termina de convencer del todo, que yo no me creo del todo. Esta cuestión que yo tengo con la escritura, que no es algo placentero totalmente, quesiempre hayun tira yaflojeconmigo mismo, que no es algo que me sale naturalmente tampoco. Entonces yo pensé estos versos y dije “bueno, de acá a un tiempo ya tendré un libro,seránversos yversos”yestuve un mes mascando esohasta que al final salió el otro…
Vos escribís también en prosa.
No, tengo los Escritos cuarteteros, que son unos escritos muy viejos de hace 20 años atrás que salieron en prosa. Pero no, no, me sale más fácil.
Es prosa poética, pero para vos mejor la poesía.
Sí, el verso… Vaya a saber si es poesía, ustedes dicen que es poesía.
¿Tendés a la expansión o a la concentración?
Si me tengo que autodefinir, ojalá que algún día pueda ser maximalista, yo quisiera volar por los aires, así que tiendo a la
expansión. Uno de mis sueños es volar por los aires y llevarme la mayor parte de gente indeseable conmigo… Cada uno tiene sus propósitos en la vida, el mío sería ser un hombre bomba. No me animo todavía pero bueno… Así que sí, yo tiendo a la expansión.
¿Qué pensás de los talleres literarios?
Yo tengo 45 años. He idoavarios talleres literarios, iba alos de la Sade, también fui a los de Roldan Auzqui que también los daba ahí en la Sade, despuésfui al de Lili Lardone, y después ya dejé de ir porque en un momento ya hayque dejar deir. Yo tendría que volver. Ayudan muy mucho a corregir. A Lili Lardone le llevé los siete escritos de Automotrices y le llevé unos escritos muchos más largos que estos… es más le había pegado una hoja tras otra, entonces para leerlo había que pararse arriba de una sillayyo iba muycontento de esos escritos largos. Automotrices me gustaba pero yo le ponía mucha más esperanza a estos Lili Lardone agarró esos escritos y me dijo “esto no es poesía, esto no” y yo me lo tomé bien, me lo tomé como diciendo “uno se expone a que le digan”. Con el correr de los años me di cuenta que tenía razón Lili Lardone. Me dijo “insistí por acá con Automotrices pero no con esto”. Pero no, ayudan, ayudan, estoy a favor delostalleresliterarios, estoyafavordetodasesas cosas.
¿Y con respecto a la poesía y las redes sociales?
También, todo ayuda, sí. A mí me gustaba mucho pelearme con gente que escribía, no de pelearme a trompadas, sino que yo formaba parte de un grupo literario que se llamaba “El ojo del martes” que era una escisión a su vez de “El andén de los
juglares”. Yo entré cuando ya estaban escindidos, yo me quedé con la parte que era un hombre que se hacía llamar Carlos Puebla, que trabajaba con el Leoncito Vargas que tenía la librería Rayuela, el boliviano Carlos Puebla. Estaba él, él se fue con una parte del grupo, y nosotros entramos ahí con mi hermano y con otra gente entramos ahí. En ese grupo estaba la Elena Anníbali, el AdriánCuassolo,elloslonieganahora…(risas) Conesegrupo hicimos un programa acá en esta radio. Creo que había una época y una edad con la que uno tiene que buscar el debate y la confrontación, que es algo absolutamente estúpido e inútil pelearse por la letra, pero en un momento creo que era necesario yesnecesario. Yaahorano,alos 45añosyanopuedo pelearme con alguien que le guste Arturo Carrera, yo no lo comprendo… Antes me peleaba por esas cosas, ahora ya soy mucho más contemplativo. Quieren escribir poesía en las paredes, escríbanla. Quieren escribir poesía en las redes sociales, escríbanla, yo lo hago también. Sirve…
Respecto a la situación actual del país, ¿qué es lo que te preocupa, qué es lo que te conmueve?
¿Qué se puede decir? Voy a leer algo de la situación actual que es una forma… (busca entre sus papeles) Sellama “Gracias por todo, ahora el desierto”:
“Amigos,la vidada ocoteporacá,¿qué amigos?Si yo no tengo amigos, hay una negrita hermosa a seis metros de mí que hace llevadera la manifiesta mediocridad de esta tarde, hay un sol hermoso que destila y hace crecer la lenta humanidad del trigo ¿pero saben qué? Yo no tengo campos de trigo, lo que tengo y me sobra para repartir como tutuca son estas ganas de saltar, saltar, desmembrarme y saltar a ver si se me cae este cascarón
radiante de mediocridad que dice contenerme. ¿Pueden creer ustedes tanta soberbia? Amigos, ¿qué amigos? Si yo no tengo amigos. La vida da ocote por acá y si la sombra de ustedes no miente, por allá también la vida da ocote. No nos mintamos más, ya somos grandes, hemos fracasado olímpicamente en esta cosa rara y absurda que es la vida. Vivamos, ¡sí, vivamos! Pero vivamos untados en bonita libertad, la misma libertad cuyo mandato manifiesta besémonos las manos, besémonos los cuellos, besémonos los pies y admitamos que no servimos para bosta, ni para vivir servimos.”
Lucas Tejerina nació en Bell Ville en 1974. Ha autopublicado los siguientes libros: Provincia Tristeza (2002), 20 Escritos cuarteteros (2006), Árbol de nísperos (2007), Campo (2008), Un viaje (2011), Cuarteto bolche (2013), El ciclista (2014), El perdido (2015), El error de la vida (2016). Tiene publicados en sellos editoriales los siguientes libros: Automotrices (Editorial La Creciente, 2005. reeditado por Caballo negro, 2017), Vuelve (Caballo negro, 2009), Historia de amor (Textos de Cartón, 2010), Cuarteto bolche (editorial Umas, 2016) y Escritos cuarteteros (no Editorial, 2018) este último formando parte de la publicación colectiva junto con Ceferino Lisboa, Hernán Tejerina y Sergio Schmucler.
En el lenguaje está todala cultura del pueblo
Jorge Torres Roggero
Infinitamente agradecidos de que nos reciba en su casa para hablar de su obra, de su mirada. Cuénteme un poco de su obra poética, sobre todo relacionándola con los tiempos del país y sus tiempos personales. Vemos que tenemos Lascircunstancias en el año 62, El que tengaoídos en el año 66, Cualquier cosaqueuno dé, en el 73, Coplas de las tinajas en el 79, Córdoba en tres miradas… yunvistazo en el 82, Eucalypto yotros poemas en 1991 y Un país de sonrisas (diálogos de amor) en 1996. Los tiempos del país, los tiempos personales de cada uno de ellos, como ser Las circunstancias: ¿Qué estaba viviendo?
Las circunstancias, mi primer libro, fue gestándose cuando comencé en la Universidad: 1957. En 1959 fue “laureada” en el concurso de poesía que realizaba la revista Laurel. El primer premio lo compartimos con Rodolfo Aldo Godino, un gran amigo, al que ustedes deben conocer. Pero recién se publicó en el 62. Alberto Díaz Bagú, fundador de Laurel, tenía una pequeña imprenta y lograba ediciones muy cuidadas. Reunía a poetas de todo el país, especialmente a los jóvenes, y les daba espacio en la revista Laurel. Hoy en día, cuando se habla del grupo “Laurel”, es claro que se trata de un grupo de poetas muy especial en la historia de la poesía argentina. Me preguntan sobre el título. Y, entonces, la palabra “circunstancia” estaba medio de moda entre los intelectuales. Resonaba por ahí Ortega y Gasset: “yo y mi circunstancia…” En mi caso se refiere mas bien a una poesía fundada en vivencias
profundas. Esas vivencias son, por un lado, personales, porque soyunsujetoindividual; yson,porotrolado,históricas,porque también soy un sujeto histórico. Pero, además, como diría Marechal, soysujeto “de unapatriaceleste”. Por eso ustedeshabrán visto que, en mis poemas, desde mis comienzos hasta esta época, siempre hay un texto que habla por abajo. A veces vocifera; a veces, apenas murmura: es la Biblia. Fíjense en los epígrafes. El epígrafe de Las circunstancias es del profeta Isaías y habla de alguien que afronta vitalmente, con fuerza y esperanza, todas las dificultades que puedan sobrevenir. Lo escribí cuando tenía 19, 20 años.
Claro, un pie en el pueblo y otro pie en el Evangelio.
Para mí el Evangelio es una buena nueva, la palabra que hace lo que dice. Y la palabra es un bien común, no es un bien individual, no es propiedad de nadie. Es un don bajado de lo Alto.
El quetenga oídos tiene toda una connotación…
Esuntítulobíblico. EstátomadodelapalabradeCristo,“el que tenga oídos para oír, que oiga”.
¿Y Cualquiercosaqueunodé?, fue escrito en el 73.
Ese título es el retazo de un texto de Evita. Está en el epígrafe. Como verán para mí los epígrafes son un paratexto muy importante. Dan cuenta del sentido que enlaza todos los poemas. Evita, en el epígrafe, proclama lo siguiente: “Amar es dar la propia vida. Mientras no se da la propia vida, cualquier cosa que uno dé es justicia”. Ese es el llamado oculto del texto.
Perfecto. Además, bueno, un año especial ese. Del país.
Sí, una época de gran militancia. Entre 1970 y 1975fui secretario general de un sindicato de educadores privados que participó activamente en la fundación de CTERA.
Eso se ve.
Eso, por un lado. Pero, además, se notan algunas marcas de mi formación intelectual. Había accedido por concurso a la docencia universitaria. Por supuesto era todavía Jefe de Trabajos Prácticos, Profesor Adjunto interino. Estaba lejos de ser titular. Lo que quiero decir es que, en ese libro, se notan dos cosas: las lecturas, pero, sobre todo, las prácticas. La praxis, digamos. Pero eso es algo típico de mi generación, que justamente en ese momento es cuando tiene su presencia más fuerte en nuestra literatura. Se la llama “Generación del 60”. Pensemos en Gelman, Leónidas Lamborghini, que son mayores que yo y de fuerte influencia; otros son de mi edad. Pienso en Ramón Plaza, Roberto J. Santoro, Rubén Derlis, Alfredo Andrés y otros un poquito más jóvenes. Unos sobresalen, otros no, o todavía no han sido considerados. Pero lo que caracteriza a una generación es un lenguaje común de base, cierto aire de familia, al margen la excelencia de cada uno. Cada uno tiene su estilo o modo de manifestar una concepción común de la literatura. También es necesario advertir, que, si bien es una línea dominante, no abarca estrictamente toda una generación en sentido lato. No abarca a todos los poetas de ese período. Por suerte la literatura es un acto libre. Pero es justo reconocer que el grupo del 60esmuyfuerteysu marca esencial eslaconvivencia entre la militancia política y la militancia poética. Por un lado, es una
poesía de vanguardia, una experimentación intensa con la palabra. Pero, al mismo tiempo, es una épica. Los críticos cuando se refieren a nuestra generación suelen caracterizarla como “un realismo crítico”. No sé si la define cabalmente. Siempre digo que, y lo decimos varios de esa época, la poesía es “una épica de lo cotidiano”. Nuestra generación comienza, por ejemplo, a reconocer el alto valor poético de muchas letras de tango. Sus dichos y metáforas amplían el campo de la poesía llamada culta. Las palabras de la vida cotidiana, las más simples o “malas” adquieren valor poético. Amamos las palabras de los trabajos y los días del hombre. Volviendo a mi obra: esa tónica es la que se marca con gran fuerza en Cualquier cosa que uno dé. Claro que, si se fijan bien, son rasgos que ya vienen perfilándose desde Las circunstancias.
Ahora, usted describe claramente esa época. Pero después vemos que Coplas de las tinajas está escrito en el momento más oscuro del país…
Las Coplas de las tinajas tienen una historia, íntima. En Salta se realiza, todos los años, un festival llamado Serenata de Cafayate. Una de las primeras fue la 1979. La propiciaba la Fundación Carmen Rosa Ulivarri de Etchart. Entonces, por iniciativa de César Perdiguero, se organizó un concurso literario. La convocatoria rezaba que debían ser coplas y versar sobre las tinajas. Era en homenaje al gran alfarero Lelio Cristófani. Como la dictadura me había cesanteado en la Universidad y tenía muy pocas horas en colegios privados que pagaban cuando podían, tenté a la fortuna, como un juego, a ver si reunía unos pesitos. Perolo hice desde unaconvicción poética. Soyun fanático de la copla y la poesía popular tradicional. Entonces,
cuando son épocas así, oscuras, ustedes van a notar que la figura literaria que se usa es la alusión. La alusión busca siempre la complicidad de un lector: como entiende lo mismo que yo entiendo, él va a compartir lo que realmente quiero decir. Otros entenderánotra cosa.Mesalieronbuenaslascoplas.Por ahí hablodela “mordida/ voz del que calla y trabaja”. Me concedieron el segundo premio. Al primero lo ganó Hugo Aparicio, un gran un escritor salteño, novelista y poeta. Accedieron a menciones José Ríos, Luis Andolfi, Ariel Petrocelli entre otros. El jurado estuvo constituido por Julio Díaz Villalba, Walter Adet y Miguel Angel Pérez.
En el 83, Córdoba en tres miradas… y un vistazo. Ese título llama mucho la atención.
Lo escribí antes del 83. Ustedes van a ver que, en el libro, de golpe, aparece la escritura clásica. Aparentemente, chau vanguardia. Resulta que, de chico, estudié retórica (“ars dicendi”) en latín. De modo que domino toda la métrica tradicional, me sale la música esa. El alma entera, libro inédito, fue escrito en esatónica.Sus contenidossonrevulsivos. Encuanto a Córdoba en tres miradas... y un vistazo es un tríptico de sonetos que son miradas. El primero es la mirada que Fray Luis de Tejeda tiene de Córdoba; el segundo es la mirada de Concolorcorvo, o sea de Carrió de la Vandera, un inspector de correos que a finales del siglo XVIII pasó por Córdoba; el tercer soneto es la mirada de Sarmiento, en Facundo. El vistazo es el mío, pero ya no es un soneto, es un “Sonetoide cordubensis”. Cada soneto lleva un epígrafe de los autores. Ellos hablan, no yo. Tejeda, que era muycalavera, le dice a su ciudad: “Anda Circehechicera por tus calles” y Córdoba, “su patria”, es Babilonia. Tejeda vivía en una
ciudad en que la cultura popular, más allá de las ordenanzas, era alegremente libertina. Surge de su obra. A veces, los historiadores juzgan la historia por lo que está escrito en ciertos documentos oficiales, la jerarquía eclesiástica, los escribanos; peroporabajovalahistoriadel pueblo.Yel quecaptaesoesTejeda. Hay que saber leerlo aTejeda. Lo puedo leer como si fuera un escritor barroco de segunda clase, que imita lo español, o lo puedo leer como un escritor americano que me da aspectos muy profundos de la realidad nuestra. Tejeda ya describe el arroyo de la Cañada y sus catastróficas inundaciones. Aparece “el Achala”, la estrecha garganta donde se construyó el Dique San Roque. Los Tejeda tenían en Saldán una encomienda. Y vean cómo se prefigura el Martín Fierro. Cierta noche, la familiaestabareunida enSaldán.Afuera,untremendo vendaval.De pronto, llaman a la puerta con fuertes golpes y ellos atienden. Se sabequeunadelas características delaculturacriollaeslahospitalidad. A nadie se le va a negar ni comida, ni siquiera albergueenesaépoca.Alosviajerosingleseslesllamabalaatención ese rasgo de los gauchos. Además, el que venía podía quedarse todo el tiempo que quería. Esa noche, el recién llegado, de aspecto miserable, parecía haber estado mucho tiempo entre los indios. Era un matrero, como Martín Fierro. Resulta que la familia rezaba todas las noches a la Virgen. Tenían una canción, un poema y nosabían quémúsica ponerle. Y este hombre venía con un discantillo, que era como una pequeña guitarra. Como Martín Fierro, era un cantor. Bueno, le puso música al poema y todoslo cantaron.Tejedacuenta queel fugitivo seconvirtió y profesó como hermano lego en una congregación. Algunos se preguntan: ¿quién era el extraño huésped? Porque Fray Luis de Tejeda era hermano lego y, durante años, anduvo huyendo de la justicia.
Después viene Eucalypto y otros poemas, en el año 91. Hay un poema titulado “Fue en Pedro Zanni y Colón”.
El del eucalipto, es el que le da el nombre al libro. Se erguía en la esquina de Pedro Zanni y Colón.
El que está en la esquina, ahí, justo. Ahora hay un supermercado ahí.
Era un eucalipto inmenso. Yo daba clase en el colegio Peña. Por ahí daba vuelta el colectivo: “En esta esquina desolada dobla, / (yo voy para el colegio) / baja por Pedro Zanni derecho al cementerio...” Con mi mujer, que también daba clases por esa zona, admirábamos ese eucalipto. Allí había también un supermercado. Cierto día, desapareció el eucalipto. Su hábitat se había convertido en playa de estacionamiento. Entonces, nació el poema. Quizás resonaban las lecciones de una tradición criolla de mi abuelo: el “árbol familiar” y las maldiciones que recaen sobre los que lo talan. En esos poemas aparecen amigos poetas como Osvaldo Guevara y ecos de las rebeliones estudiantiles del Clínicas de mi juventud.
¿Y Un país de sonrisas (diálogos de amor)? Ahí vamos en el 96.
Ese es el poema celebratorio de 35 años de casados. Aunque el aniversario había ocurrido unos añitos antes, recién lo pude publicar en esa fecha. Está concebido como un diálogo entre el esposo y la esposa. La forma literaria de los diálogos es sumamente antigua. Los Diálogos de amor de León Hebreo son un modelo. Qué decir de los diálogos de Platón. Me coloco en mi época, pero en el hilo de una tradición. Son poemas en prosa.
Cuando yo gané por primera vez un concurso de Jefe de Trabajos Prácticos en la facultad, me encuentro con Sosa López que había sido mi profesor y que seguía siendo profesor en la facultad. Nos cruzamos en el café y, entonces, yo le obsequio a Sosa López El que tenga oídos y Sosa López me aconseja. Me dice: “Jorge –con esa voz solemne que lo caracterizaba– que el profesor no mate al poeta”. Por eso mi obra, en prosa o verso, tiende a ser una poética. Escribo muchos ensayos porque para mí el ensayo también es como escribir poesía. Porque el ensayo admite todos los géneros y es creador. Entonces cuando me dedico a escribir ensayos, estoy escribiendo poesía también, es una poética que estoy trazando. Para desplegar una poética no importa la forma.
Usted sabe que se ha adelantado a la pregunta que teníamos pensada. Usted tiene una dilatada obra tanto en ensayo como en poesía, ¿cómo conviven en usted ambos lenguajes? Lo habíamos pensado.
Claro, porque hay obras que son estudios, son estrictamente académicas. Allí la poesía, aunque inevitable, tiene poco espacio. Pero el 95% de mi obra referida a la literatura argentina y la cultura popular, etcétera, es una poética. En mis textos hay una polémica interna entre explicación y expresión. Me valió alguna polémica con mis colegas. Sin embargo, a lo mejor es un rasgo de originalidad. Mis informes a los organismos de investigación (Secyt, CONICET y otros) siempre fueron aprobados. Era cuestión de juntar erudición con poética. Es decir, así como con el poema de Tejeda pude construir otro poema, con el relato de Concolorcorvo del SXVIII puedo construir un soneto. ¿Qué hice? Tomé un intenso episodio. El autor relata
que la ciudad de Córdoba hacía mucha gala de su aristocracia, pero ni el Cabildo eclesiástico ni el Cabildo civil contaban con registros sobre la aristocracia de los cordobeses. Los cordobeses eran ricos con el comercio de las mulas, pero sumamente tacañosporque las iglesias eransucias ydesprovistas. No como las fastuosas del Alto Perú. Las mujeres cordobesas eran sumamentecelosas deesaalcurniaydistinguíanmuybien entreellas y la servidumbre. Entonces, las negras, las indias, las mulatas se tenían que vestir con las telas que acá se hilaban, las ropas que acá se hacían. En cambio, ellas lucían ricas ropas que venían de Sevilla. ¿Y qué sucedió una vez? Había una mulatilla, a la que seguramente alguien mimaba mucho, andaba siempre muy bien vestida. Entonces las mujeres tomaron a su servidumbre, y un día, prácticamente la secuestraron, la llevaron a donde estaban las señoras, la desnudaron y la dieron azotaron para darle una lección sobre su lugar. Y eso es de lo que se habla enmi poemaquecomienza: “Estaciudad,ohciegocaminante”.
¿Ven?El librode Concolorcorvosellama El lazarillo de ciegos caminantes. Si el que lee el soneto leyó a Concolorcorvo, lo va a disfrutar más porque el final alude a la discriminación: “Mas si bisoño ignoras, oh viajero/ que ya en Córdoba estás, ven, te conjuro/ por esa catedral, por esa arcilla/, por las robustas mulas del potrero, / que el escarmiento admires y su oscuro/ rastro en el vientre de una mulatilla”.
¿Usted podría identificar los materiales de los cuáles se nutre su poesía?
Lo principal, para mí, es la vida. Y la vida comprende todas las actividades del hombre, las más cotidianas, comer, vestir, amar… Los modos de hacer y los modos de pensar. Y eso
comprende tanto lo natural como lo sobrenatural. Soy un creyente, creo en lo supra personal, en la comunidad, en la fuerza de lo Alto y, entonces, todo interviene. Todo en su momento interviene. No sé, cuando me va a sobrevenir el poema, va rondando, rondando, va tomando forma. ¿Qué sucede cuando uno se pone a escribirlo? ¿Quién es el que lo escribe? ¿Es como si alguien se lo dictara?
Sí, eso de los materiales que usted dice, González Tuñón decía “contemplo el mundo”, y al contemplar el mundo no es solamente…
Claro, González Tuñón, Oliverio Girondo, Nicolás Olivari, Discépolo, poetas de ese temple son los que eran admirados por mi generación. Pienso también en Vladimiro Maiacovski, o en Jacques Prévert.Sonpoetas, quéseyo,Jacques Prevertescribía grandes poemassurrealistas, guiones decineycanciones populares, como nuestro Homero Manzi que, seguro, nunca lo leyó.
Misterios del arte popular. No puedo olvidar un libro que me marcó: El oficio de poeta de Cesare Pavese y su fabuloso poema “LaborareStanca” (“Trabajar cansa”).Meatraeelcontenidode la palabra como algo comunitario: como un don que lo construye a uno mismo; pero, también construye comunidad. Por eso, en mi generación, nosotros siempre íbamos a leer poemas a donde nos dejaran. Podíamos ir a leer poemas a un sindicato, a una biblioteca popular, a un club de barrio. La lectura de poemas en público era un rito habitual. Además, iba mucha gente. Increíble. La poesía reside en el pueblo. Puede ser que inconscientemente, pero los poetas al concretarla en la oralidad, en la escritura, nos convertimos en voz del “hombre insonoro”, de los que no tienen voz.
En su caso, ¿qué es lo que le dispara un poema? ¿Una imagen, un pensamiento? ¿O empieza adentro a moverse algo?
Es de lo más diverso. Puede ser que me cruzo con alguien que no conozco en la calle, y hay un gesto, una señal, que él ni sabe que la dio y que a mí me inspira una conexión con algún tema que es profundo. Puede ser algo que vi en la televisión, que leí en el diario o algo muy simple de la vida cotidiana. Porque la poesía viene a ser como una iluminación, digamos. Es decir, aparece de golpe. Es una hierofanía. Como si, de repente, una presencia que está, pero que no advertimos, se hace para nosotros concreta, fuerte. La vemos y la escuchamos.
Sí, después empieza el trabajo del poeta.
Escribodeuntirón.Lodejoahíy,después,sí,vieneel pulido.
¿Y cuándo estaría terminado, ya? ¿Cuando está publicado?
Sí, cuando está publicado ya no corrijo más porque ya no es mío. Sigue haciéndose a medida que alguien lo lee.
Jorge, ¿usted siente que cuando está terminado, lo necesita leer en voz alta para sí para sentir que está terminado o simplemente con la lectura en silencio? Porque muchos poetas dicen “no, yo necesito y la sonoridad me da algo”
Sí, soy uno de los que cree en la música y el ritmo en la poesía. Me gusta la poesía en voz alta porque la poesía antes de ser escritura es oralidad. La oralidad no deja de hablar en la palabra, viene ahí, nosotros lo que hacemos es fijar esa oralidad. Pero,
no es una cuestión que me preocupa. A veces lo leo. Lo que sí me sucede con frecuencia es que yo escribí un poema, lo leí, a veces lo publiqué en un libro, me pareció un excelente poema y, después, un día lo releo y digo: “¡Uy!, ¿Cómo pude haber publicado esto?” Unos días después tomo el mismo texto, lo vuelvo a leer ymeparece otravezhermoso.En realidad, el poema nunca deja de decir cosas. En general, la buena poesía (no digo que la mía lo sea), cada vez que uno la lee, nos dice cosas nuevas.
Y además cada lector le da otra resonancia.
Claro, los sentidos de las palabras son inagotables porque está toda la sabiduría de un pueblo en el lenguaje. Es comunitario, en el lenguaje está la culturadel pueblo: esa es una premisa que nunca me abandonó. No hay cosa más absurda que negarse a leer un libro diciendo: “¿para qué lo voy a leer si ya lo leí?”
Increíblemente, se puede leer el mismo libro cien veces y las cien veces va a decir distintas cosas. Me pasa con el Facundo de Sarmiento: es inagotable. Sucede con muchas obras: desde el Martín Fierro, hasta los cuentos de Borges o el Adán Buenosayres. Hay libros que son inagotables, uno puede pasarse siglos leyéndolos, ycada veznosvan a decir algo nuevo: la Odisea, la Divina Comedia.
Lo llevo un poquito para atrás. Mencionó usted autores: González Tuñón, Oliverio Girondo.
Nicolás Olivari.
Olivari… ¿Y su mirada de Borges? ¿Cuál es?
A Borges lo admiro, sobre todo, como cuentista. Como alguien que nos induce y nos conduce a un mundo fantástico, a la pura representación, a “literaturaliteraria”. A Borges parece asustarle la realidad concreta, el amasijo informe de la historia. Por eso, para usar un término suyo, su “espanto” ante las masas populares. Alguna vez las figuró como un monstruo. En eso es también bien argentino. Es bello y apasionante entrar en los mundos posibles de Borges, y sentir que, a veces, la realidad supera lo fantástico.
Jorge, ¿puede reconocer alguna influencia en la construcción de su voz poética?
Yadijeque mi librobásicoeslaBiblia.Antes mencioné aMaiacovski, Jacques Prevert, Henri Michaux, Oliverio Girondo, Leopoldo Marechal, Roberto Arlt. Ahí tienen, Roberto Arlt que no escribía poesía, pero sus novelas tienen trozos que son poesía pura. Cuando daba clases a veces hacía este experimento. Tomaba un fragmento de El Juguete Rabioso, lo copiaba, le ponía un título y se los leía. Y preguntaba, ¿quién es el autor de este poema? Imposible responder. ¿Lo ubicarían en algún movimiento? Expresionista, decían algunos. Y en parte, tenían razón. Pero bueno, ahí tienen, en realidad, formalmente, no es un poema, es un fragmentito de El Juguete Rabioso de Roberto Arlt. Impresionante la fuerza poética de Roberto Arlt. Entonces, lo que quiero decir, que ha habido a veces escritores cuyos libros no están escritos en verso, pero tienen una fuerza poética atrapante e influyeron en mis modos de escribir poesía.
¿Alguna afinidad con gente de Córdoba literaria, en cuanto a una voz poética?
Yo participé en el grupo Laurel en la primera y segunda época. Y ahí estaban mis amigos y cada uno tenía su voz poética. Su impronta. Por ejemplo, con Rodolfo Godino éramos grandes amigos, casi todos los días nos encontrábamos a hablar de poesía, pero Rodolfo Godino escribe un tipo de poemas más metafísico. Más parecido a Girri, con quien era muy amigo. Rodolfo era un poeta profundo, tocante. Nuestras poéticas diferían, pero éramos grandes amigos e ideológicamente afines. Cuando ingresé a la Facultad en el año 1957 todavía regía el Decreto 4161. Era un infamante decreto que prohibía nombrar a Perón. Entonces, los profes de la facultad, todos designados a dedo por la Libertadora, no nombraban ni enseñaban Marechal, Scalabrini, Cancela, María Granata, montones de escritores fabulosos de la generación del 40. A veces, me divertía preguntándole sobre “poetas depuestos”, como decía Marechal. Entonces aparecían las respuestas a medias o la consideración opaca de que Hernández Arregui o Jorge Abelardo Ramos no erancientíficos.Volviendo a Godino,un díallego, yestaba con un libraco grande. Y me dice: “No sabés lo que encontré”. “¿Qué esloqueencontraste?”.“El Adán Buenosayres deMarechal”.“Y, ¿dónde está?”. “En el Pasaje Central. En la librería Paideia”. Fui, lo conseguí. Era la primera edición, Marechal lo había editado en 1948 y yo lo compré en 1960. Como todo libro censurado estaba perdido en los anaqueles del subsuelo. No era culpa del librero, Marechal era “un poeta depuesto”. Entonces, lo que quiero señalar, aunque me fui del tema, es que, a veces, en literatura, a un autor se lo juzga más por su pensamiento político que por el valor de su obra literaria. Por eso hay poetas que guardaron forzoso silencio por siglos. La ideología no sirve para construir un canon literario. La ideología, como pensamiento reductivo y arma restrictiva, no es poesía.
¿Usted considera que esa división entre pensamiento académico y popular todavía existe?
Creo queenlos últimos años la academia ha ido expandiéndose y rompiendo los límites canónicos. La academia siempre se maneja por cánones, y en cada época, hay una visión predominante, una teoría. Cuando volví a la facultad después de la dictadura estaba de moda el estructuralismo, y entonces uno no podía leer nada sin hacer el cuadrado semiótico. Se trataba de reducir una obra literaria a una fórmula matemática porque se les había ocurrido que había que dar una explicación científica de cómo se construía un texto literario y eso estaba relacionado con la metodología de las ciencias duras. Ese extremo ya no existe más. En la universidad argentina, por suerte la cultura popular, el lenguaje del pueblo, han sido incorporados como modo de pensar y como forma de conocimiento. Y tiene cierta ventaja sobre el pensamiento académico reductivo, escueto y puro, tiene corazón. Entonces, se amplía la realidad y se amplía el objeto de conocimiento. Uno puede estudiar muchas más cosas que lo que lasque abarcala “razón frígida”, larazón matemática, como diría Juan Larrea. Jean Danielou, en el Misterio de la Historia, un hermoso libro, incorpora los símbolos como un modo de conocer. Ahora bien, los símbolos son el lenguaje de la poesía, pero, a la vez, una ciencia exacta de los sentidos profundos que nos acerca a aquellas realidades que la razón como instrumento de medición no puede captar. Danielou sostenía que la razón puede agrandar la jaula donde estamos metidos, pero no puede sacarnos de ella. Entonces, el problema es cómo abrir la puerta de la jaula y soltar al pájaro para que explore nuevos espacios. Esosucedióantesysucedeahora,esoesinevitable quesuceda.
De la relación entre la palabra y el silencio. ¿Cuánto pesa lo que no se dice, lo que se calla?
En realidad, lo que nosotros tratamos de hacer cuando escribimos, se me ocurre a mí, es justamente decir lo no dicho. Ocurre que debajo de las palabras de todos los días, de las palabras convencionales, delasqueorganizan las institucionesylavida, corre un río subterráneo de voces. A veces es un vocerío. Sí, un vocerío que Rodolfo Kusch, desde el “sentipensar” americano, solíallamarel “griteríoespantoso”.Esocorreporabajo,yloque tratamosdehaceres,pegar laorejaaeso,alatierra,alacultura, al pueblo, tratar de escuchar esas voces y dejar que esas voces hablen. Porque hay voces que están censuradas, están amordazadas. El trabajo constante nuestro es desamordazar el lenguaje, dejar que la palabra diga lo que tiene que decir.
Claro. ¿Qué rol cumple la ironía y el humor en su poesía?
El humor es una forma expresiva característica de la generación del 60. Incorporar al poema todo el capital de palabras que poseemos. Dentro de un poema caben todas las palabras: las más cotidianas y ramplonas, un fragmento de un tango o de un chamamé, un versículo bíblico o un dicho popular. La cuestión era romper los esquemas más tradicionales de lo que se consideraba poesía. Pensábamos que no existe un lenguaje poético previo al poema. No hay un lenguaje poético exclusivo de algunos privilegiados. Lo que existe es el lenguaje de todos y ahí está la potencia de la poesía. Entonces, ¿cuándo se convierte en poético?
Cuando lo saco de la rutina, cuando veo el lado flamante de las cosas,comodecían lospoetasdelarevista Martín Fierro enlos comienzos de la década de 1920. Uno mira las cosas todos los
días, pero las cosas tienen un lado flamante. Cuando lo vemos, lo metemos de prepo en el poema y entonces ahí florece la poesía. Hablando de poetas que admiro, recuerdo ahora a Vicente Huidobro. Él escribió un poema titulado “Arte Poética”: “¿Por quécantáisla rosa, ¡ohpoetas!,/ hacedla florecer enel poema”. Para eso, hay que construir imágenes que entrecrucen objetos o aspectos heterogéneos de la realidad cotidiana y creen un mundonuevo. ¿Noes un mundonuevo,decir, por ejemplo: “La habitación se ha dormido en el espejo”? Nicolás Olivari, en un largo poema dedicado a un almacén de barrio llama a Buenos Aires la “loma del diablo”. Está en El gato escaldado (adviértase el título del libro) y crea un ámbito de ternura al mezclar una letra de tango, a su madre inmigrante que no hablaba castellano y a su orgullo de nuevo argentino: “Buenos Aires, loma del diablo, Buenos Aires, patria del mundo/ Buenos Aires ancha y larga y grande/ como aquella primera palabra en argentino que le oí a mi madre:/ “Yo soy la morocha, la más agraciada”. La madre, cantando el estribillo de un tango, dijo la primera palabra en argentino.
Eso que algunos dicen, menos adjetivos, mejor. ¿Cómo es su relación con los adjetivos?
Uso los adjetivos. Admiro a Lugones y a Rubén Darío. Ellos sí que sabían usar los adjetivos. Vicente Huidobro dice ensu “Arte Poética”: “Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra. / El adjetivo cuando no da vida, mata”. Supongo que lo que, en poesía, se vuelve ramplón, es el epíteto. El epíteto te dice una cualidad que ya la tiene el sustantivo. Pero cuando el adjetivo está en conflicto con el sentido del sustantivo seguro que hace florecer un montón de sentidos que antes no estaban.
Hemos notado también que el amor humano, el amor a las compañeras digamos, tanto como puede ser la esposa como las compañeras de ruta de un proyecto de vida está muy presente en su poesía.
Sí, porque está presente el hogar que es una pequeña comunidadorganizada yestán presentes también las organizaciones en que uno ha participado, gremios, organizaciones políticas, colegios, comunidades educativas. Entonces, siempre, como ando insistiendo desde el comienzo con respecto a la palabra: no es una propiedad privada. Es del conjunto, y el conjunto se manifiesta. Aunque uno no quiera.
Hablemos sobre la revista Silabario. El porqué del nombre, cuál fue el proyecto, los objetivos.
Silabario esuna revistadel equipodeinvestigaciónqueorganizamos en la cátedra de Literatura Argentina I y II. Fue en gran parte iniciativa de mis alumnos que después eran ayudantes, jefes de trabajos prácticos mientras hacían sus tesis doctorales.
Formamos un equipo de investigación, y ese equipo de investigación se llamó Grupo de Estudios Literarios del Cono Sur. Y la intención era estudiar laliteratura regional ampliando el concepto de región. Por ejemplo, para nosotros, Corrientes, Entre Ríos, Misiones, parte de Uruguay, de Río Grande Do Sul, Paraguay, forman una región cultural. El panorama se ensancha, se agranda inmensamente. Hacia el Norte, las culturas andinas, o Cuyo y Chile. En fin, es un modo de mirarnos a nosotros mismos en Suramérica. Por eso se habla de Cono Sur. Partimos del pensamiento de Rodolfo Kusch ampliado y diversificado, más el llamado pensamiento nacional y popular (Scalabrini Ortiz,
Jauretche). Una línea de investigación que, sin desdeñar la erudición y el rigor, hace pie en una poética como modo de conocer. Elnombre Silabario,se inspiraen unlibro de Ricardo Rojas titulado Silabario de la decoración americana. Propone allí el desarrollo de una industria nacional inspirada en la estética y la técnica de las culturas aborígenes. Por otro lado, un silabario era la cartilla que se utilizaba para enseñar a leer. Entonces, nosotros decimos: lo que queremos es deletrear nuestra realidad, deletrear en los textos literarios la realidad del pueblo latinoamericano. En el primer número de Silabario se explayan estos planteos y otros por el estilo. Se trataba de proponer modos de conocer que, hasta ese momento, no estaban generalizados.
El último poema de su libro me parece que es muy significativo.
Sí, ese texto trata de ser una vivencia de Kusch, de las lecturas de Kusch. Tengo varios escritos sobre Kusch. En mis libros aparecen capítulos sobre Kusch, que hablan de los dos vectores de su pensamiento, el pensamiento seminal y el pensamiento causal. También he escrito sobre La seducción de la barbarie como esbozo de una estética americana. Escribí, asimismo, sobre La negación en el pensamiento americano de Kusch relacionando con Mi Mensaje de Eva Perón, como esbozo de una teología popular. Así fue como le dediqué un soneto, inútil porfía por encerrar en esa cajita tan hermética algo que la rompe. De allí estos versos: “Soy, pero estoy apenas sobre el suelo;/ y por estar estando me aquerencio, / porque estando yo soy; y, hasta el silencio, / es greda siendo flor y estando cielo. / De negro hedor estoy en lo más puro/ siendo que soy de luz hasta en lo oscuro”.
Hablemos de la situación actual, ¿qué lo conmueve? En esta circunstancia tan especial.
Por supuesto, en este momento, la pandemia. La veo como una especie de enojo de la naturaleza, de la madre tierra, con la cultura neoliberal o anarco capitalismo. Es un fenómeno mundial, se manifiesta en todos países y no sabemos en qué va a terminar. Podemos seguir en lo mismo, y entonces sobrevendrán más calamidades. Ojalá volvamos a formas de solidaridad, de paz. Algo está probado: las grandes potencias con todo su potencial armamentístico no pueden frenar el virus, es un enemigo invisible, y a eso no lo contaban. Se armaron para la guerra satelital. Se armaron para destruir el mundo. De pronto el enemigo invisible viene a mostrar que no era tan perfecto el imperialismo internacional del dinero.
Jorge Torres Roggero egresó en 1963 de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Escuela de Letras, UNC, con el título de Licenciado en Literaturas Modernas. EsDoctor en LiteraturasModernas yProfesor Emérito delaUNC. Desde la década del 60 se dedica especialmente a la creación literaria y publica sus primeros libros de poemas. Participa con ensayos y poemas en revistas literarias: Laurel y Lugones (Córdoba); El Barrilete, Encuentro y Vigilia (Buenos Aires). Su obra poética es frecuentemente mencionada en libros y artículos que versan sobre la Generación del 60 en la Argentina.
Su obra ensayística comprende, entre otros, los siguientes títulos: La cara oculta de Lugones (1978), Arturo Jauretche, profeta de la esperanza (1984), Discépolo vivo (1984), La donosa barbarie (1998), El combatiente de la aurora (2000), Leopoldo Lugones, criollo universal (2000), Elogio del pensamiento plebeyo (2002), Dones del canto, Geotextos de identidad y poder (2006), Confusa patria, Borges y las zonceras. Otros estudios geoculturales (2007), Poética de la Reforma Universitaria (2009), Tumultos del corazón. Pensamiento nacional, popular y democrático (2012), El Cura Brochero y su tiempo. Cultura popular, santidad, política (2012), Arturo Jauretche. El ángel aullador y Ramón Carrillo. El ángel sanador (2019)
Obra poética: Las Circunstancias (Ed. Díaz Bagú, Córdoba, 1962), El que tenga oídos (Ed. Diálogo, Córdoba, 1966), Cualquier cosa que uno dé (Ed. Tiempo de Vivir, Córdoba, 1973), Córdoba en tres miradas y un vistazo (Ed. Centauro, 1983), Eucalypto y otros poemas (Ed. Argos, 1991), Un país de sonrisas (Cuadernos de la Cuesta del Agua, Córdoba, 1996). En diciembre de 2019 publicó Poesía (1960 -2015), Alción Editora.
Hayunavozahí,peronoeslaquesecomunica cotidianamente… no es la voz física
Soledad Vargas
Soledad, ¿por qué el título del libro Nosotros nos fuimos antes?
Intentó ser un poema que nunca pudo ser, no sé si les ha sucedido, pero eso que se aparece como germen de algo y que crees que vaa serun poema ydespués nolo es,lo dejéahí,quedó,que en principio era “Antes nos habíamos ido nosotros”, era más enroscadoydespués quedó“Nosotros nosfuimos antes”.Medi cuenta de que esa era el título porque hay algo del libro que tiene que ver con algo que pude armar después de haberme ido de algunas cosas. Ya sea de una ciudad, porque nací en Salta y me fui de allá, ya sea de ciertos modos, de cosas que se fueron perdiendo a medida que me fui encontrando en la escritura. Igual cuando presenté el libro me di cuenta que escribí algo para el libro y dije, yo nunca me fui antes, por eso el nosotros. No sé bien qué quiero decir con eso pero supongo que me tironeé con alguien y alguien me tironeó. Y el libro condensa el amor, una enfermedad y una muerte concreta; quizás también me estaba yendo de eso.
Y te ayudó la escritura.
Sí, en su momento no me di cuenta, creo que me ayudó la publicación, porque algo se terminó de armar, porque como hablábamos quizás un ratito antes,escribo mucho, mucho, mucho y hasta que parece que no toma una forma con alguna lógica
en el libro, está todo medio suelto en el mundo, entonces me ayudóquetenga esalógica,enunlibro,conuntítuloyahí verlo caminando.
Plasmado.
Después otra cosa que pasaba era que muchas personas interpretaban lo que querían, que me parece que está bueno en la poesía eso, que los otros digan qué, entonces era, nos fuimos antes de una fiesta, en un momento dije nos fuimos antes de que suceda el amor. Queda abierto el sentido.
¿Se escribe sobre lo que no se puede hablar?
Hoyleía unescrito dePascal Quignardque decía, “escribo para hablar callando”. Me parece que tiene que ver con eso. En cierto modo hay una voz ahí, pero no es la misma voz que se comunica cotidianamente, no es la voz física que pide un paquete de cigarrillos en el kiosco. Entonces es una voz que va a un lugar donde todo se hace más difícil y quizás escribimos como para traer esa voz acá y hacerla un poquito material y creer que estamos pudiendo decir algo.
Fabián Casas dijo que empieza una voz personal en el poema y después termina una voz extraña, que es la que termina prevaleciendo.
Sí, estuve cuando lo dijo en la feria del libro hace unos años y me acuerdo que me quedé pensando mucho en la voz extraña. Viste que está la voz activa, la voz pasiva, la voz personal, la voz extraña yclaro, la voz extraña sería la que es extraña a uno
mismo, claro. En ese sentido la frase que vos citás tiene lugar porque es lo que no podemos hablar, qué vamos a saber de una voz extraña como para hablar por ella.
¿Hay control sobre lo que se escribe?
Yo creo que no. Me parece que es muy singular en cada uno y sobre todo cuando nos ponemos a hablar de esto, a mí lo que me pasa es que creo que escribo sobre lo que vivo y no tengo tanto control en lo que vivo. Desde un cuerpo que funciona y que no funciona, hasta lo que me voy a encontrar en el cotidiano, creo que lo más controlado es eso de lo que no escribiría.
¿Sos de corregir mucho?
Sí.Soypésima porquesoyrevagaparacorregir,porquecreoen la corrección. Viste que hay poetas o escritores que dicen que es bueno corregir. Cortázar decía que la máquina de escribir le corregía la inspiración. Hay toda una idea sobre la corrección. Yo escribo mucho entonces después volver sobre todo eso implica mucho tiempo. Trabajo mucho de otras cosas y también implica encontrarse con algo queestá ahí que nosabés bienqué está diciéndote. Soy menos técnica que otros, porque me he encontrado con poetas que corrigen técnicamente y que pareciera que toman un plano de arquitectos y dicen, “este techo va para acáylacocina vadeestelado”porque así esel poema.Yosoyun poquito más envueltada con eso de la corrección.
Diana Bellessi dice que el poema debe ser un jardín bien cuidado pero debe tener un poco de monte para ser verdadero.
Sí, igual a ella le gustan mucho las plantas. Me hace acordar a Olga Orozco que hablaba de la verosimilitud, como que ella no pasaba de una línea a otra si lo que escribía no le parecía verdadero. Hay que ver qué era verdadero para Olga Orozco, pero me imagino que Diana Bellessi reconoce ciertas cosas en el monte, particularidades, que aunque no sea una planta supuestamente increíble, es parte del paisaje, como de un poema me imagino.
Sí, porque eso que vos describías de esos poetas que diseccionan, parece como un jardín inglés y el jardín inglés está bueno, pero le falta un poquito de monte al paisaje.
Entonces van a estar contentos conlo que traje para leer porque está lleno de monte, pero además porque, y esto hablábamos el otro día con Gabriel Pantoja y Elena Anníbali, que a veces para llegar a la perla es necesario encontrar la concha y abrirla y a veces, por lo menos algunos, necesitamos apoyarnos en ciertas cosas para llegar a algo, digo, para encontrar una flor de cactus, quizás sea necesario caminar un monte, perderse, no encontrar nada y seguir en el monte.
¿Cuándo sentís que arranca un poema?
A veces, me pasa que lo encuentro al poema como cuando me encuentro con algo que considero del orden del acontecimiento. Juan Ortiz decía que la poesía está en el aire y que había que agarrarla. Yo creo que él la tenía adentro a la poesía pero él decía eso y yo guiándome por eso escucho mucho lo que dicen los otros. Yo creo quesoy bastanteladrona, no sé qué es mío de todo eso, seguramente la escucha y los poemas para mí empiezandefinitivamente enlosencuentros conpersonas,confrases,
con una imagen, con un movimiento, con un recuerdo que dije “¡ah por acá va!”. En el mejor de los casos arranca con una frase, no me pasa muy seguido a mí, no es que se me viene una frase ydigo“¡guau, quebuenaqueestáestafrase!” Sí quizás de otros, que escucho en la calle y después, fundamental para que termine de arrancar… yo no manejo, pero imagino que hay un movimiento del auto que necesita ser hecho para que arranque. Es que algo se apoye sobreeso, casi quela vida entera se ponga ahí, en eso que estaba empezando.
Mi poesía se nutre y mucho de mi profesión, mucho. Y si una vida particular porque me parece que no se bien cuál sería la vida sobre la que uno escribe, sobre la que yo escribo. No sé si se puede escribir sobre otra cosa sino de lo que estamos viviendo. El tema es cuando estás viviendo y cuando lo percibís. Yo siento que para escribir y para que arranque un poema uno tiene que estar en contacto y hay días que no estoyencontacto.Ahora haceunpar dedíasquenoestoyescribiendo y estoy así como mirando para todos lados, como “¿de dónde viene esto?”
Surge con el contacto con el otro.
Mucho, sí, tengo un poema que lo puedo leer me parece que después para graficar esto, que es, voy a comprar huevos y me pasa algo y vuelvo y lo tengo que escribir porque yo iba a comprar huevos, no iba a buscar un poema. También me parece que son estados, por ejemplo Wislawa Szymborska decía que ella escribía con alegría, que ella tenía que estar alegre para escribir y me parece que en su poesía se nota la alegría y yo en algún tiempo me crié con poetas que estaban absolutamente al borde del suicidio, entonces cuando leí eso de Wislawa Szymborska
dije, bueno, uno puede escribir contento, caramba, uno puede escribir en otros estados de ánimo…
En tu poesía hay heridas, cicatrices, están puestas ahí.
Están puestas. Alguna vez hice una clínica con Claudia Masin, porque parece que es otra etapa ésta, con lo que decís de la herida,lacicatriz,endondeellamedecía quemeescuchaba como filosa, digo, ahora corto yo,ahora no me cortan. La escuché decir eso y dije, a ver, lo vamos a tomar, como una cosa más seca, más austera, aunque haga el esfuerzo no puedo llenar de flores. Insistimos con el monte…
Claro. Y elegiste que te acompañe en la contratapa del libro Ana Iliovich.
Fue una elección. Fue también del orden del acontecimiento.
Me estaba ayudando Mariela Laudecina que es la directora de la colección y estábamos conversando ylas contratapas son siempre para mí extrañas en decir quién, por qué, quién debería escribir, a quién uno invita, tiene que tener que ver con el libro y yo estaba muy conmovida con el libro El Silencio de Ana Iliovich. Me impresionaba que alguien pueda escribir sobre algo tan crudo como haber estado dos años en La Perla. Para mí es un texto de poesía, poesía pero poesía. Entonces dije tiene que ser ella. Pero yo no la conocía y le escribí un mail de los que yo suelo escribir que son eternos, pero explicándole de donde veníaesto, yledije: “mirá,yo creoquea voste gusta la poesía, yo escribo poesía, te pido que leas mi libro” y como fue siempre a partirdeahí yhastaahoramerecibióconlosbrazosabiertos yme parece que el encuentro era como hacer eso, como sobrevivir.
Éramos las dos ahí por un rato unas sobrevivientes a través de lapoesía,digounratoporque,noséquélepasaráa Anaperoyo no tengo ganas de ser todos los días una sobreviviente.
Seguro. Circe Maia dice que la palabra es un hecho colectivo, que nada más alejado de la verdad que el poeta ensimismado.
Me encanta porque a mí me pasó hace poco eso. Yo estuve en grupos, talleres literarios, coordiné, no estoy ahora en la coordinación del taller del neuro de literatura y en un momento me alejé de todo eso y empecé a escribir realmente sola, mas ensimismada y este año me dí cuenta que necesitaba juntarme con otros a hablar de poesía, digo, como que tiene dos cosas colectivas la poesía me parece, que puede ser esto, como hablar de poesía, que te pasa a vos, leer, comentar un poema, al poema llevarlo hasta la máxima expresión solo por volver a decirlo, ¿no?. Y lo que hacemos cotidianamente como colectivo y que ahí se va tejiendo algo que después a cada uno le sirve desde su lugar para operar poéticamente sobre eso, me parece que esos son los dos colectivos, porque aparte Circe Maia me parece que también tenía una posición política fuerte digamos, qué es eso de la poesía, más alla que Hordeldin se meta en una torre y escriba no sé cuántos años solo, quizás políticamente estaba haciendo algo para el colectivo, estaba diciendo subí acá porque ustedes no me querían, porque ustedes me decían esquizofrénico, qué sé yo, capaz estoy diciendo cualquier cosa pero me parece que son esas dos patas de lo colectivo. A mí hoy me interesa y también acepto esta invitación, porque creo que lo colectivo también es esto, como decir, ¿vos también vibrás con esto? Mirá vos, qué alegría, como encontrarse ahí.
Exactamente, el otro, el otro. Se completa con el lector.
Sí, me cuesta recibir lo que me dicen de lo que escribo, pero hago un esfuerzo y ahí sí quizás se complete, como el título del libro quizás no se complete y tenga ahí también una potencia me parece, pero está bueno. Yo creo que deberíamos hacer mas cosas en Córdoba, capaz que yo no los conozco a los lugares, pero como habitar lugares más allá de que hay un montón de gente escribiendo y hay muchos colectivos, habitar lugares, viendo qué se puede hacer.
¿Cómo conviven tu profesión, la psiquiatría y la poesía?
Conviven de muchas maneras. Casi todos los días me encuentro con lo inesperado y hayun ejercicio de escucha, de no esperar. Me encuentro con la locura, me encuentro con mis prejuicios. Es un ejercicio que no se detiene y sobre todo, porque me interesa también el psicoanálisis, la lectura psicoanalítica, sobre todo con como cada uno puede encontrar su voz. Por lo menos para mí la escritura me resulta inevitable al estar conviviendo todo el tiempo con la palabra, todo el tiempo. Después decanta en algún momento y de hecho en mis escritos hay un montón de situaciones de mi práctica cotidiana.
Hablemos de la relación entre la palabra y el silencio.
La relación entre la palabra y el silencio. ¡Toda! Diría que es mucho más intrincada de lo que nos hicieron creer cuando decimos que hablamos, porque pienso en el libro de Ana Iliovich, El Silencio y cuando ella puede escribir nace el silencio y cuando ella estaba callada, o no sé si hablando pero
sin escribir o rumiando, o viviendolo todavía no estaba El Silencio como libro.
Y hay un parentesco muy grande en el NosotrosnosfuimosAntes. Por eso yo digo, se eligieron, la elegiste a Ana.
Sí, fue un día en el Café del Alba que estábamos sentadas con MarielaLaudecina ybajóasí,meencantael pensamientomágico, voy a ir hacia el pensamiento mágico sin ningún problema aunque la ciencia me condene, pero bajó la idea y la miré a Mariela y le dije, es Ana Iliovich, pero porque hay algo que me parece que en algún momento la lógica, la lógica del acontecimiento va mas allá de nosotros y parece que ya se estaban hablando en algún punto, y yo encantada, porque después de eso conocí a una persona hermosa.
¿Qué opinás de la poesía en las redes sociales?
Ah, meencanta, me encantaesetema.Y opinoque esdiferente, yo supongo que es diferente a un libro, a un boletín como este quemeacabás de entregar,aloque habíaantes,esos folletos de los 70 que uno se encontraba y leía, las plaquetas. El modo en que la reciben y el modo en la que uno la entrega, entonces mi opinión es más una pregunta ¿qué será lo que le pasa a alguien que de repente lee en lo efímero de la red alguien que acaba de subir un poema y pasa porque lo lee, y pasa a otra cosa y pasa a una foto y pasa a su computadora y pasa a atender el hijo y pasa y qué será lo que le pasa al que lo entregó con esa misma celeridad o con esa misma necesidad? Yo publico cosas en el Facebook y tengo mis razones, después, con lo que eso suceda, nosé,quizássonpreguntas.Nosoyparanadatajantecomoque
no hay que hacerlo, sino que mas lo escarbaría, como a ver qué sucede con esto y después sí, siempre vuelvo al libro.
Soledad Vargas nació en Salta en 1982, pero desde hace más de 15 años vive y escribe en la ciudad de Córdoba. Trabaja como médica psiquiatra, entre otras actividades que siempre la acercan a la palabra. Ha participado de talleres de escritura y coordina el taller de literatura del Hospital Neuropsiquiátrico. Colaboró con diferentes prólogos, contratapas, presentaciones de libros, performances, lecturas, y cuántaactividad laconvocó en nombre dela vozhecha palabra, yviceversa.En2017publicósuprimer libro Nosotros nos fuimos antes, a través de la editorial Buenavista.
Entrevistas
Seabreunabrecha quealumbra las cosasdel mundo 13
Elena Anníbali
La poesía ha pasado tu propia barrera de contención 21
Guillermo Bawden
Una escritura que quiere salir del closet 31
Emi lio Bazso
Tienequeestar el yo,tenésqueestar vosenel poema 41
Gustavo Borga
Ladespiadadacorrección 55
Susana Cabuchi
Lapoesíaayudaasostenerlosinterrogantes 63
Leandro Calle
Laescritura siemprees deamuchos 73
Alejo Carbonell
Escribir poesía es una extensión de lo que hacemos 83
Pablo Carrizo
Eltembloreslapoesía 93
Alfonsina Clariá
El poeta tiene que ser uno más entre los otros 103
Alexis Comamala
Escribir de lo que no se puede hablar 111
Paulina Cruzeño
El balbuceoarquetípico 117
Pablo del Corro
Hay que aprender a decir lo menos posible… 123
Graciela Di Bussolo
Lajoyaestámuchomásadelante… 135
LauraGarcíadelCastaño
Lapoesíaesdevelación 143
Carlos Garro Aguilar
El poeta es un hombre de honduras 153
Osvaldo Guevara
Reivindicar a través de la palabra 165
Christian Hertel
Elsilencioeselúterodelsonido 171
Hernán Jaeggi
Esas pequeñas iluminaciones… 181
Mariela Laudecina
Tambiénlo que no se dice de alguna manera… 189
Alfredo Lemon
Cuando uno escribe un texto… 197
Ceferino Lisboa
El silenciode la poesía 207
Laura López Morales
Siento al poema como un saber sensible 215
Daniel Mariani
Megustaesacuestiónconstructiva… 223
Silvio Mattoni
La poesía es una penumbra, anida en el misterio 233
EdaNicola
Elsilencioesloque hacelapalabra… 243
Gabriel Pantoja
La dimensión del silencio es un puente… 249
Ana Piretro
El poema me salva
Cristina Ramb
La lectura de la poesía esuna invocación 267
Leticia Ressia
Ala mujer que carga el niño, el hambre… 277
Marcela Rosales
Todos tenemos nuestra parte oscura…
Maximiliano Spreaf
Lapalabraes detodos…
Claudio Amancio Suárez
Paramílapoesíaesllevaralcolmo…
LucasTejerina
En el lenguaje está toda la cultura del pueblo
Jorge Torres Roggero
289
305
315
325
Hayuna voz ahí, pero no esla que se comunica… 347
Soledad Vargas
La edición deestelibro,compuestocon tipografíasMinion pro y Myriad pro para la colección Amperios Ideas se terminó de imprimir en la primavera cordobesa de 2020 por cuenta y orden de Lago editora, en la imprenta Gráfica del Sur.