RD JUNIO 2022
OPINIÓN
Aída Castillejo Portavoz del Grupo Municipal Izquierda Unida Rivas-Equo-Más Madrid
Rivas en el futuro
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ivas es el resultado de un esfuerzo compartido. Esa ha sido la esencia del proceso participativo ‘Rivas, párate a pensar’. En los últimos seis meses, junto a la ciudadanía, hemos recorrido las calles de nuestra ciudad con los ojos bien abiertos y con diferentes miradas y en los talleres de creación ciudadana se han trabajado propuestas para redefinir el municipio que queremos. Además, junto a expertos y expertas, también hemos abierto espacios de reflexión a través del ciclo de conferencias para abordar el urbanismo feminista y sostenible o los modelos emergentes de ciudad. Y, sobre todo, hemos escuchado de manera activa todas las opiniones e ideas. La ciudad es cosa de todas y de todos. Por eso, en este proceso también hemos querido contar con las aportaciones de los sindicatos y la patronal (repre-
sentados en el Pacto Local que recientemente se ha vuelto a renovar) y con las de todos los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento. Sin embargo, ni la derecha ni la ultraderecha han presentado ni una sola aportación, lo que demuestra que no tienen ningún proyecto de futuro para nuestra ciudad. En Rivas sabemos que la democracia no es votar cada cuatro años, sino que es gobernar con la ciudadanía, como así lo reflejó, primero, el abrumador resultado de la consulta ciudadana y, después, la gran implicación de la ciudadanía con más de 600 propuestas recogidas que vendrán a diseñar cómo será la Rivas del mañana. Unos resultados que presentamos en el marco de nuestras Fiestas de mayo y que se pueden consultar en la web municipal.
Mónica Carazo Portavoz del Grupo Municipal Socialista Obrero Español
En políticas de vivienda, tampoco somos iguales ay a quien gusta de decir, siempre con intereses ocultos y bastante espurios, que en la política somos todos lo mismo. Y no, no hay nada más alejado de la realidad. Podría poner aquí muchos ejemplos y evidenciar que no son las mismas las políticas ultraliberales de la derecha y la derechona que las políticas de la izquierda, pero es una mera cuestión de espacio la que me lleva a céntrame hoy únicamente en las políticas de vivienda que pone en marcha la Comunidad de Madrid, gobernada por un PP, el de Ayuso, cada vez más radicalizado, echado en brazos de Vox, frente a las que ponemos en marcha en el Ayuntamiento de Rivas, gobernado por una izquierda transformadora que tiene a la gen-
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te en el centro de sus políticas, a las personas como prioridad. La prensa alertaba hace unos días de la política de vivienda del Gobierno regional, dirigida a seguir engordando las cuentas de resultados de las empresas y no a satisfacer las necesidades de la ciudadanía. El parque de viviendas públicas de la Comunidad de Madrid tiene cerca de un millar de casas vacías y más de dos mil okupadas, sin que se mueva un dedo por recuperarlas. El argumento de la Comunidad de Madrid pasa por la sentencia judicial que ha obligado a la administración regional a recuperar 1.721 viviendas de un fondo buitre, al que ha tenido que pagar la friolera de 107 millones de euros. Sin embargo, los que
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Desde mi grupo municipal tenemos claro para qué estamos en las instituciones. Es una prioridad hacer de nuestra ciudad un lugar aún más habitable. Tenemos que estar a la altura de las necesidades que la sociedad demanda. No solo porque la pandemia y la crisis climática nos han empujado a redefinir el modelo urbano, sino porque tenemos la responsabilidad de garantizar la calidad de nuestros servicios públicos para quienes ya viven en Rivas y para quienes quieren venir. Por ello, tomamos la decisión de parar y pensar, y lo hicimos colectivamente, como siempre hemos hecho. Porque hay cuestiones que no dependen de este Ayuntamiento, como que no tengamos los suficientes centros educativos públicos y que llevemos dos años en emergencia educativa o que haya 15.000 vecinos y vecinas que no dispongan de un centro de salud en su barrio y en esto seguiremos dando la pelea y reivindicándoselo a la Comunidad de Madrid. Sin embargo, sí que tenemos la obligación de seguir avanzando en los retos que tenemos por delante: definir un nuevo modelo de ciudad para las próximas décadas que sea capaz de combinar bienestar, igualdad y proteger el planeta para seguir haciendo de Rivas la ciudad de la que tanto orgullo sentimos. El camino no acaba aquí. Nuestra ciudad debe de contar con una estrategia global que de respuesta a los desafíos del ahora y de los próximos años: la Agenda Urbana de Rivas. Una hoja de ruta que garantice que esta ciudad va a ser más feminista, más sostenible, más innovadora, más eficiente, más equitativa y más justa. ¡Seguimos!
llevamos ya un tiempo en política, tanto local como regional, sabemos que estamos ante una situación crónica y que tiene su origen en los 30 años de gobiernos en Madrid de la derecha, empeñada siempre en decir que el mercado se regula solo. Basta con ver los precios del alquiler en la región para darse cuenta de que este es el mantra en el que se camuflan la corrupción y la especulación, santo y seña de tantas y tantas décadas de gobiernos conservadores en la región. En Rivas, tenemos muy claro que hay que apostar por las políticas de vivienda pública. Lo hacemos a través de la EMV y de una política que incide en el alquiler a precios asequibles, facilitando así el acceso a una vivienda digna de las personas jóvenes y de las familias ripenses. El pasado 27 de mayo pusimos la primera piedra de una promoción de 83 viviendas en alquiler que se sumarán a las 664 viviendas que ya forma parte de nuestro parque público, con precios que oscilan entre los 350 y los 650 euros. Rivas es el municipio madrileño con un mayor parque público de viviendas en régimen de alquiler y es el cuarto en toda España. Esta política no solo beneficia a las personas o familias que encuentran en las promociones de la EMV una oportunidad de futuro, sino que además incide a la baja en los precios del mercado libre, en beneficio del conjunto de la ciudadanía. Así que no, en políticas de vivienda, tampoco somos iguales.