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Mujeres que meten goles, de Charo Benítez Zamora
from Osuna Feria 2022
by editorialmic
Mujeres que meten goles

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Le escuché hace un tiempo a Jorge Valdano en una entrevista en televisión su opinión sobre el fútbol femenino, del que comentaba los avances logrados, defendiendo que actualmente vive su mejor momento, al mismo tiempo que también argumentaba la necesidad de que tenía que ganarse más espectadores para “hacerlo rentable”.
Me quedé un tanto perpleja con su visión de analizar la problemática del fútbol femenino, sobre todo, porque para mí fue admirable su capacidad de análisis para cada una de las cuestiones que le planteaba la periodista referente al futbol masculino, a la evolución de éste, a la vinculación de la política y el fútbol o al tema de las apuestas, entre otros.
No creo que sea ese el escollo que deba superar el fútbol femenino, ni es cuestión de que este deba ganar adeptos, a lo mejor habría que empezar porque algunos de esos “adeptos”, aprendan a aceptar la presencia de las mujeres en el fútbol, es decir, que se normalice el concepto de “futbolista”, sin estigmatizar cuando es mujer y sin vanagloriar cuando es hombre.
Sin duda, este es el meollo de la cuestión, y no otro, pues 140 años después de que se comenzaran a disputar los primeros encuentros a este escollo se le han añadido otros obstáculos muy difíciles de superar, ligados precisamente a los estereotipos y, como consecuencia, a la educación, al margen de que las preferencias deportivas femeninas no coincidan con los gustos deportivos masculinos, lo cual no tienen por qué ser así, claro está.
No obstante, en Osuna vamos subiendo escalones y alcanzando metas, no sin dedicar trabajo, vocación y empeño en que el fútbol femenino se vaya afianzando y, tal vez, a base de ese constante esfuerzo, muy superior al que se realiza para disponer de fútbol masculino, y de mucha ilusión, siga ganando esos espectadores de los que hablaba ese día el conocido como “el filósofo del fútbol”.



Isabel Barrionuevo, María Buzón, Ainara Delgado, Inés María Fernández, Miriam Fernández, Lucía Gallardo, Ana Granados, Erika Ibáñez, Alicia Montero, María Muñoz, Elsa Reina, Cristina Solano, Mabel Barea, Marta Jiménez, Carmen Esperanza Muñoz, Grabiela Pradas, Lucía Sainz, Bárbara Sánchez, Paula Sánchez, Ángela Valle y Zaida Villalobos, son las 21 componentes del equipo de fútbol femenino cadete-juvenil federado que dirige David Anaya, coordinador de la Escuela Municipal de Fútbol de Osuna, que entrena José Antonio Ortiz, y cuyos delegados son Esperanza Martínez y Francisco Javier Jiménez.
Un equipo que, además de pertenecer a las escuelas municipales deportivas, disputa la liga bajo el nombre del club de fútbol local, el Osuna Bote Club, y que ocupa la zona media de la tabla, compitiendo con equipos femeninos como el Real Betis Balompié, el Sevilla FC y el CD Híspalis, filial de los dos anteriores.
Esta cota alcanzada ha venido rodando poco a poco, desde que hace ahora



15 años el ex futbolista Juan Carmona decidiera poner en marcha un equipo de fútbol femenino. Con él comenzó la andadura y la apuesta por un reto que se presentaba ilusionante, a la vez que complejo. Consiguió que este proyecto perdurara en el tiempo unos años, creándose un equipo juvenil, que luego pasó a la categoría de sénior, pero que desapareció en este nivel al decidir muchas de las jugadoras dejar este deporte, atendiendo a razones de estudio, de maternidad, u otras cuestiones personales, y no siendo posible continuar al no existir una cantera de jugadoras en categorías inferiores.
Vinieron algunos años de ausencia de equipo de fútbol femenino en nuestra localidad, hasta que el testigo lo coge una pareja: Eva López y Tomás Heras, quienes presentan un equipo de fútbol femenino para las competiciones de verano, las cuales disputaron durante



varios años. Fue también cuestión de empeño e insistencia lo que contribuyó a que su regularidad, participando en dichos campeonatos, pusieran de manifiesto la necesidad de que se creara una escuela municipal de fútbol femenino, la cual consiguen que se formalice, delegando su responsabilidad en el coordinador de la misma, David Anaya.
Fue en la temporada de 2014-2015 cuando se diseña un nuevo proyecto pensado para que tenga su continuidad en el tiempo. Para ello se apuesta por el fútbol femenino base, con el fin de formar a la chicas desde la infancia desde una escuela municipal, con el objetivo de ir creando cantera, participando en una competición de la Diputación de Sevilla llamada Liga de Fútbol 7 zona 4. Un objetivo que hoy se ha logrado, pues aquellas niñas que comenzaron en esa temporada, más las que las han seguido, han conse-
guido formar en la actualidad el equipo cadete- juvenil de fútbol femenino federado de Osuna.

Eso sí, deben estar agrupadas en una doble categoría que abarca un período de edad superior, porque no hay chicas suficientes para formar categorías separadas, como sí ocurre en el fútbol masculino. No obstante, aunque sean reagrupadas, esto permite afianzar los equipos de fútbol femenino.
Y otro objetivo logrado en este corto período de tiempo: la cantera comienza a estar asegurada con más de una veintena de niñas inscritas en el fútbol base femenino y compitiendo igualmente en la Liga de Fútbol 7 zona 4. Una cantera que garantiza la continuación del equipo federado en la categoría cadete- juvenil en los próximos años.
Importantes logros que, poco a poco vienen consolidando el fútbol en estas categorías. Y en este fin están puestas las prioridades, pues el hándicap viene después: continuar con la categoría cadete juvenil, que coincide con la etapa ya más adulta de las chicas, etapa en la que comienzan a aparecer con más persistencia los estereotipos y los valores de la educación tradicional que hacen mella en el fútbol femenino, ocasionando bajas frecuentes, incluso de jugadoras con cualidades destacadas, a quienes les apasiona el fútbol.
Es en este período donde se suele escuchar aquello de: “el fútbol es cosa de niños”, “no es femenino”, o “no son compatibles estudios y fútbol”, incompatibilidad que no se plantea en otras disciplinas deportivas o artísticas vinculadas tradicionalmente al sexo femenino. Trabas e impedimentos de escasa o nula justificación en la mayoría de los casos y que ocasionan que, en Osuna, no haya sido posible aún continuar con una categoría sénior de fútbol femenino.
La labor del equipo de profesionales es admirable y excepcional, pues su tesón para que estas chicas a las que les gusta el fútbol puedan seguir







practicándolo en la categoría sénior hace que, aunque no puedan competir debido a la falta de equipo federado, puedan ser jugadoras en otros municipios, o ser fichadas por otros clubes de localidades cercanas, para que puedan seguir jugando en esta categoría.
Situación similar es la que se da en Osuna en la categoría cadete-juvenil, donde, una vez cubiertas las plazas de las jóvenes futbolistas de la localidad, se abre la inscripción a jugadoras de otros municipios que no tienen equipo en su localidad, lo que ha ocasionado que se cree una escuela de fútbol comarcal femenino en nuestro municipio que abarca la Sierra Sur, y con la que se consigue que el fútbol femenino siga existiendo y compitiendo.

Visto lo visto, el punto de inflexión pasa, sin duda, por la educación, por romper ciertos techos de cristal que aún persisten y que dificultan que las jugadoras puedan seguir practicando el deporte que les gusta. La igualdad de oportunidades no es un asunto de más o menos espectadores, de más o menos adeptos, sino que es la creación de un escenario social y deportivo adecuados que permita a las mujeres practicar con pleno derecho este deporte, como cualquier otro y en las mismas condiciones que si fuesen hombres.
A día de hoy han sido varias las chicas de esta escuela municipal de fútbol que han sido probadas por clubes como el Real Betis Balompié o el Málaga CF, demostrando su calidad y sus buenas perspectivas. Apostemos por ellas, al igual que se apuesta por ellos, y apostemos también por las que quedan por llegar, sin complejos, sin discriminación, sin colocar etiquetas ni estereotipos. Porque como ellas, seguro que hubo más a las que se les negó esa oportunidad, y estamos obligados a ofrecérsela. Debemos demostrar madurez. Tal vez de esta forma no haga falta ganar esos espectadores, como apuntaba Valdano. La rentabilidad, de la que también hablaba el filósofo del fútbol, debería ser siempre favorecer la igualdad, que no es poco en esta vida y con la cual ganaríamos mucho, mucho más que adeptos.
Charo Benítez Zamora
