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Sinfonía cotidiana del vivir cotidiano, poema de Antonio G. Ojeda

Sinfonía cotidiana del vivir cotidiano

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La lluvia en las aceras la lluvia en las ventanas la lluvia en las paredes la lluvia en los tejados

Sinfonía cotidiana... el hombre de los claveles el hombre que tapiza los sillones el hombre que afila cuchillos y tijeras el hombre que entrechoca las bombonas Sinfonía cotidiana... el hombre que pregona los melones el hombre que pregona los higos chumbos el hombre que pregona las frutas y verduras el hombre que pregona los helados el hombre que reparte los diarios Sinfonía cotidiana... el hombre de los muertos el hombre que pide el hombre que vende el hombre que dice “¡cartero!” el hombre del cisco picón el hombre que vende calendarios de santos Sinfonía cotidiana... las hermanitas de los pobres los testigos que predican los niños que venden papeletas el hombre de la lotería el hombre del cupón Sinfonía cotidiana... la vecina que sacude y barre las vecinas que hablan de bodas y enfermedades la procesión que pasa la banda que toca el sol que sale ...del vivir cotidiano. ¡Abrid las puertas, pueblo mío, oíd mi llamada!

¡Abrid las puertas, salid a la calle, abandonad los hogares y las pantallas!

¡Reconoceos, saludaos, sabed que estáis vivos! ¡Pueblo, pueblo mío, hombres, mujeres, ancianos, niños,... abandonad las cocinas, abandonad los tresillos!

¡Gentes: salid a la calle, ocupad las aceras, los parques, las plazas!

¡Salid, salid a vivir. Miraos, reconoceos, saludaos, sabed que estáis vivos!

Antonio G. Ojeda

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