
8 minute read
MUERTE. CONCEPTO, SIMBOLISMO Y TRADICIÓN
El lugar del reposo, el cementerio donde descansará el cuerpo, sitio sagrado y cuidado. Se colocan elementos que recuerdan al ser querido que allí reposa; una cruz, una lápida, un panteón, señalizarán el lugar. Lugares para volver a orar y pedir por los que ya han partido.
La muerte también deja el recuerdo, se crean y se mantienen en nuestra memoria y en nuestras acciones hacia el difunto, esquelas, recordatorios, aniversarios, objetos y costumbres que nos los hacen presentes. Y la obligación legal y social del finado hacia los que aquí se quedan, sus últimas voluntades, los testamentos, a veces cargas llenas de compromisos, a veces sorpresas de bienes materiales no esperados, pero la gran mayoría repartos más o menos supuestos de lo que los muertos dejan. Muchos dejarán peticiones para que se rece por sus almas, obligaciones sociales y religiosas con el encargo de misas y donativos a cargo de los bienes que aquí dejan.
Advertisement
La muerte sí es un elemento presente o lo ha sido, de una forma constante, con o sin miedos, o miedos controlados, a través del día a día de la vida. Se han escrito cuentos, novelas, poemas y difundido historias reales, ficticias, inventadas o supuestas. Y cómo no, el sonido. El de las campanas, que cuentan a la sociedad la partida de uno de sus miembros, es también el que nos lo recuerda en las celebraciones religiosas. La música, los sonidos que se inspiran en la nostalgia de la marcha y pérdida de los seres queridos. La sociedad ha creado supersticiones sobre la muerte que, a veces, hasta superan a la realidad. Tradiciones y costumbres para conmemorar y recordar a los difuntos e incluso para tener presente muestra propia muerte.
Retrato post mortem de niño Matías Viejo Suárez Anónimo. Papel impreso 1918, 8,4 x 6,2 cm. María Jesús Díez Viejo
COMO ME VES TE VERÁS
/ MUERTE, RITOS Y COSTUMBRES
La enferma y su familia Teófilo Ceballos Quevedo (Tudela de Duero, Valladolid). Papel. 1940-1950 Exposición Temporal Sueños de plata. El tiempo y los ritos. Fotografía y antropología en Castilla y León (2012) Museo Etnográfico de Castilla y León, Zamora Fundación Joaquín Díaz, Urueña (Valladolid

Muerte
Concepto, simbolismo y tradición

No puede haber algo tan vinculado a la propia vida como la muerte. En nuestra sociedad, la religión cristina católica tiene una notable presencia, participando en los momentos más importantes del hombre y, por su puesto, en la partida del mismo de este mundo, incluso podríamos definirlo como religiosidad popular, ya que el temor a lo que se desconoce, al después de la muerte, hace que el ser humano actúe con comportamientos vinculados a lo religioso5. La muerte se hace presente y lo último que recibían los enfermos y moribundos son los Viáticos de la Extrema Unción6. Los Santos Óleos, la despedida religiosa que con la unción preparaban el alma a través del cuerpo para ayudarles en la partida.
A la muerte se le da forma material en elementos claros y concisos, por medio de esqueletos, huesos, calaveras que, al fin, son los restos visibles del ser humano, pero también a través de formas y expresiones simbólicas y alusivas. En las tierras leonesas, el Pendón se mantiene como elemento representativo de una comunidad7. Los hay diferentes dentro de una misma población que, con sus valores y formas, se muestran y participan en los diferentes actos sociales y religiosos. Por supuesto, en el momento del fallecimiento se hacen presentes, con sus grandes paños negros ondeando en las calles, mostrando la muerte y encabezando las exequias del difunto. También los estandartes, en imágenes no alusivas sino explícitas, de calaveras y tibias señalizan la muerte en el hogar donde ha estado y el camino del cuerpo hasta su morada final.

Es en el siglo XIX, en la época llamada del Romanticismo, cuando la muerte va a tener un valor literario y una presencia social muy notoria. Se publicarán numerosos libros y tratados sobre la muerte, incluso catecismos con elaboradas explicaciones en torno a ella, así como escritos enfocados a la educación o influencia infantil con la intención de inculcar ciertos valores e ideas relacionados con este tema, como el ejemplo del catecismo escrito por el que fuera confesor de la propia
Collar. Anónimo Azabache Siglo XVIII-XIX, 36 cm. Colección privada (León)
7 MARTÍNEZ GARCÍA, P., LAGARTOS PACHO, F.J., Pendon_es. León, 2017. Págs. 11-13.
6 MARTÍNEZ GARCÍA, P., LAGARTOS PACHO, F.J., Pendon_es. León, 2017. Págs. 11-13.
5 CASADO C. y ARIAS M. (Coord). Museo de la arriería maragata Ventura Alonso. Santiagomillas (León). Salamanca, 2000. Pág. 77.
COMO ME VES TE VERÁS
/ MUERTE, RITOS Y COSTUMBRES
Reloj de pared. Anónimo. Madera policromada y metal. Siglos XIX-XX. 33 x 24,5 x 15 cm. Colección Museo Etnográfico Provincial de León, Mansilla de las Mulas (León)

Reina Isabel II, San Antonio María Claret; “Catecismo de la doctrina cristiana”, editado en 1862, explicado y adaptado a la capacidad de los niños, con numerosas ilustraciones.
Otro de los diferentes ejemplos de estas ediciones es el libro del Trapense R.P. María José de Geramb; “La única cosa necesaria, o reflexiones, pensamientos y oraciones para morir santamente. La eternidad se acerca y no pensamos en ello”, publicado en 1865, que pretendía influir en el pensamiento social de la época. No solo escritos, si no también estampas y láminas que representaban el hecho de la muerte se exponían en los hogares. Siempre desde un punto de vista religioso, con ángeles y demonios, santos y santas, en el fin de los días de permanencia en la tierra. Como ejemplo sirven las estampas de la “La muerte del pecador” y “la muerte del justo”, imágenes que estaban presentes en el día a día.

Un elemento que siempre ha estado ligado a los hombres es el reloj, el que mide el tiempo. Es una manera que el hombre ha tenido para controlar la vida, su transcurso y su final, instrumento que marca los hitos del ser humano. Siempre las sociedades han marcado el transcurrir del tiempo, señalando acontecimientos, muchos y variados y, cómo no, la muerte y despedida de los seres queridos es algo muy presente entre los vivos, marcando los cabos de año, los aniversarios8, etc. Los relojes marcan en la vida los tiempos y recuerdos de los muertos e, incluso, se heredaban de una forma muy especial como recordatorio, de generación en generación, de persona a persona.
Los espejos velados son utilizados como símbolo de la presencia de la muerte en una casa. Cumplen una función para el acicalamiento y la coquetería, ya que reflejan y muestran a los que a ellos se asoman. Estas acciones no están bien vistas en los momentos de dolor dentro de una casa y menos por la partida de un ser querido. También de una forma supersticiosa, los espejos son tomados como ventanas al otro lado de la vida por donde los espíritus pueden asomarse. Por estas ideas los espejos se velaban, se tapaban9 para que en los días de sepelio sus funciones de reflejo no alterasen el transcurrir del duelo, además de mostrar el triste acontecimiento que sucede en la casa. Estos elementos no son muy llamativos en las casas más humildes, a veces de pequeño tamaño, los cuales se ocultaban, siendo los de pared los que se cubrían. Son muchos los objetos que muestran el luto, el
Reloj de bolsillo con cadena. Anónimo, Metal dorado. Siglo XIX, 8 x 5,5 x 1,5 cm. y 29 cm (cadena). Colección privada (León)
8 ESPINA BARRIO, A. B. Medida del Tiempo. Obsesión del individuo por regular y medir el tiempo en VV. AA. Catálogo de la colección del Museo Etnográfico de Castilla y León. Madrid, 2004. Págs. 53-54.
COMO ME VES TE VERÁS
/ MUERTE, RITOS Y COSTUMBRES
Retrato post mortem de niña (Soria) Rafael Romera Papel Exposición Temporal Sueños de plata. El tiempo y los ritos. Fotografía y antropología en Castilla y León (2012) Museo Etnográfico de Castilla y León, Zamora Archivo Histórico Provincial de Soria. Fondo Rafael Romera

dolor, la pérdida del ser querido, que nos recuerdan la muerte presente en la vida cotidiana, las prendas de vestir visibles se vuelven negras, hacheros de velas encendidas nos los recuerdan en la iglesia durante los ritos y celebraciones. Elementos personales, pendientes, anillos, rosarios, todos ellos realizados en azabache están presentes como elementos preventivos y como amuletos en contra de la enfermedad y de la muerte, aunque también se han utilizado como representación del luto y de la propia muerte10, ya que piezas de esta piedra negra han sido encontradas en enterramientos en las tierras de León. Este elemento del azabache ha estado ligado a las tierras leonesas de una forma muy directa, siendo las peregrinaciones hacia Santiago uno de los motores que impulsaron este comercio, apareciendo incluso un amplio sector artesanal hasta el siglo XVII en la propia ciudad de León, conservándose aún hoy día el nombre de la calle Azabachería11 .

Figa. Anónimo. Azabache Siglo XVIII. 13 x 5 x 1,7 cm. Colección Museo. Etnográfico Provincial de León, Mansilla de las Mulas (León) Espejo. Anónimo Madera dorada y policromada Siglo XIX 84 x 54 x 9 cm. Colección privada (Burgos)


11 ALONSO GONZÁLEZ, J. A., Colección etnográfica. Museo de León. León, 1997. Pág. 129.
10 ALONSO GONZÁLEZ, J. A., Colección etnográfica. Museo de León. León, 1997. Pág. 35.
9 FRAILE GIL, J. M. Nacimiento, juventud, boda, muerte. Las edades del hombre en VV. AA. Catálogo de la colección del Museo Etnográfico de Castilla y León. Madrid, 2004. Pág. 66.
COMO ME VES TE VERÁS
/ MUERTE, RITOS Y COSTUMBRES
Ceremonia de entierro de cuerpo presente
Teófilo Ceballos Quevedo (Tudela de Duero, Valladolid), Papel. 1940-1950. Exposición Temporal Sueños de plata. El tiempo y los ritos. Fotografía y antropología en Castilla y León (2012). Museo Etnográfico de Castilla y León, Zamora . Fundación Joaquín Díaz, Urueña (Valladolid)
