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BIBLIOGRAFÍA
Los cuentos y leyendas de ánimas tienen un carácter ejemplarizante, hay que deshacer algo que el difunto dejó mal hecho o se pena mucho por cambiar o mover mojones. En base a estas historias se va introduciendo en los pequeños el respeto por la propiedad ajena, mezclado de un temor reverencial.
Referente a las murias de dos lugares se contaba en la zona de La Cepeda (León) esta historia:
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Rollos de pianola Victoria Papel impreso y perforado y cartón Siglo XIX-XX 32,5 x 6,5 x 5,5 cm. (aprox.) Consuelo Valle Fernández Colección Museo Etnográfico Provincial de León Mansilla de las Mulas (León) Discutían dos hombres del lugar donde debía estar la muria que separase los términos, y uno de ellos muy enfadado grito:” antes me han de llevar los demonios en cuerpo y alma al infierno que se mueva la muria de aquí”. Al poco murió y lo enterraron con una mortaja bendecida, desque enterrado se aparecía a uno que guardaba un atajo de ovejas allí justo a la muria y le mandaba quitar la mortaja. El pastor tenía miedo pero allí donde la muria había buenas hierbas de pacer, y pa ramear las cabras, lo contó a la mujer y la mujer habló al cura y este subió con el párroco donde la muria, bendijo un trozo de tierra y una hoz atada a un palo, diciéndole que quitara la mortaja pero sin salir del trozo de tierra bendecida, al oscurecer volvió el ánima, pidiendo lo mismo, que le quitara la mortaja, cortó con la hoz las ataduras y empujó la mortaja al suelo, se oyó un ruido grande y una voz que decía “maldito el que tanto te enseño, o tan condenado serias como yo”. Pues saliéndose de la tierra bendita lo hubiera llevado con el a penar. El se condenó por no echar la muria donde era y además jurar. Versión recogida en Quintanilla y Antoñan del Valle (León) en el año 1998.
La música de los actos religiosos es muy importante, ya que siempre se ha dicho que antes le llegan al Señor las súplicas y oraciones si están acompañadas por bellos sonidos de instrumentos y voces. Pero nosotros aquí nos referimos a las canciones más populares, dichos y coplas, refranes con soniquete que se repiten y se entonan como canciones. También aquellas músicas que han compuesto para recordar pérdidas de seres queridos, para exaltar la memoria de las personas que ya no están o sonidos simplemente bellos y melancólicos que evocan la tristeza de la pérdida y el vacío que deja la muerte. Y otra vez el sonido, el repicar de las campanas, nos recuerda la muerte, nos transmite a través de su música el recuerdo, no solo nos llama y avisa de los actos litúrgicos si no que nos trasmite la evocación, la obligación de honrar y orar por las almas de los files difuntos, nos trae en su tocar, en la música que martillea en el aire la memoria que nos deja la muerte.


Jaculatorias Anónimo Papel impreso 1946-1962 11,5 x 8 cm., 11,5 x 7 cm. y 10 x 6 cm. Colección Museo Etnográfico Provincial de León, Mansilla de las Mulas (León)
COMO ME VES TE VERÁS
/ MUERTE, RITOS Y COSTUMBRES