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Ciencia y Caza. Enfermedades y especies cinegéticas

ENFERMEDADES Y ESPECIES CINEGÉTICAS

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La caza se encuentra en la actualidad en un momento crítico. Ataques animalistas, fracturas internas, falta de relevo generacional y desequilibrios poblacionales de muchas especies marcan el devenir de un sector que no gana para sustos.

Por si esto fuera poco, es cada vez más frecuente encontrar noticias relacionadas con la presencia de enfermedades, muchas de ellas muy graves, que afectan a las especies cinegéticas y que nos inquietan por las repercusiones, directas o indirectas, que pueden tener sobre la propia actividad.

Sería difícil mencionar todas las patologías que pueden aparecer en perdices, conejos, jabalíes o ciervos, pero sí trataremos de hacer un breve repaso por algunas de las que más nos preocupan hoy en día.

Podríamos citar, por diferentes motivos que iremos desgranando, la peste porcina africana, la tuberculosis y la sarna sarcóptica en caza mayor y mixomatosis, por su salto a la liebre, o la propia sarna en caza menor.

La peste porcina africana

Es una enfermedad vírica del jabalí y del cerdo doméstico. Su importancia radica en la alta contagiosidad y mortalidad elevada. Aunque en el momento actual España es un país libre, nos encontramos en máxima alerta por el imparable avance ha tenido durante los últimos años en el este y centro de Europa, hasta llegar situarse ya a las puertas de Francia. Todos los países afectados y los que se encuentran próximos a los focos, están adoptando medidas drásticas. Entre ellas se incluyen levantar vallas para evitar el paso de fauna silvestre o abatir el mayor número posible de jabalíes entre otros. Su aparición en España supondría, además de las altas mortalidades causadas en las poblaciones de jabalíes, un bloqueo comercial del sector porcino, con el impacto económico que eso generaría. No debemos olvidar tampoco que la aparición de un foco en un territorio implica, al menos en un primer momento, la restricción total de la caza en la zona. Por todo ello, debemos ser especialmente cuidadosos, sobre todo si viajamos a zonas de riesgo, tal y como se establece en las numerosas recomendaciones publicadas por el Ministerio de Agricultura o la propia Federación Española de Caza, además de, por supuesto, evitar cualquier movimiento de jabalíes desde fuera de nuestras fronteras que, por otra parte, se encuentra prohibido en la actualidad.

Tuberculosis

Otra de las enfermedades que preocupa enormemente es la tuberculosis, un proceso bacteriano, presente en España. La tuberculosis puede causar mortalidades directas de hasta el 40% en jabalíes, con lo que ello supone para los titulares cinegéticos. Además, cada año las Administraciones Públicas invierten ingentes cantidades de dinero en campañas para el control en los animales domésticos, no siempre con el éxito deseado, por la participación activa de animales salvajes en el ciclo de transmisión. Por ello, son cada vez mayores los esfuerzos por conocer y gestionar adecuadamente la sanidad de la fauna silvestre, con el ánimo de, indirectamente, lograr el control de la enfermedad en el ganado doméstico.

La sarna sarcóptica

Es una parasitosis causada por un ácaro excavador que provoca importantes lesiones en la piel de los mamíferos. Genera además un intenso picor, desencadenante de es-

En conclusión

trés, que redunda en una pérdida progresiva de la condición corporal, mermas reproductivas e incluso la muerte en los casos más avanzados. Afecta tanto a especies de caza mayor como de menor, existiendo casos declarados en corzos, rebecos, lobos, zorros o conejos de monte entre otros. Se trata de un proceso más preocupante si cabe que los anteriores porque además de su alta contagiosidad, es una zoonosis, esto es, puede afectar a las personas. Por ello, hay que tomar precauciones en el manejo de cualquier animal con sospechas de presentar sarna.

Mixomatosis

A pesar de que la lista podría ampliarse notablemente, debemos citar para concluir la mixomatosis. Se trata de una enfermedad vírica que desde los años 50 del siglo pasado ha ido causando grandes mortalidades en poblaciones de conejo de monte. Sin embargo, desde hace algunos meses, tristemente, ha recobrado protagonismo por su salto a la liebre ibérica. Hasta 2018 nunca antes se había declarado un caso de mixomatosis en esta especie, aunque si eran conocidos algunos en liebres europeas de Francia o Reino Unido. A diferencia de los casos aislados notificados en liebre europea, en España la expansión del proceso en la ibérica ha sido vertiginosa. Tras los primeros casos en la campiña cordobesa durante el pasado verano, se han declarado ya mortalidades en poblaciones lebreras de Andalucía, Castilla- La Mancha, Extremadura, Madrid, Aragón o Castilla y León. La evolución de la enfermedad es aún incierta y su gestión compleja, si bien, lo esperable es que, como ha ocurrido con el conejo, las liebres vayan adquiriendo inmunidad natural frente al virus que les permita sobrevivir a los brotes futuros y mientras tanto es necesario seguir investigando para conocer los procesos de transmisión y mejorar la prevención a través de medidas de manejo o vacunas efectivas. A pesar de que la gestión sanitaria de la fauna silvestre es compleja y debe ser adaptada a la enfermedad y especie en cuestión, no cabe duda que el papel del sector cinegético debe ser protagonista por diferentes motivos. Los cazadores son los primeros en dar la voz de alarma ante cualquier mortalidad anómala de una especie en su coto. Los ejemplares abatidos suponen una importantísima fuente de información que, mediante los necesarios controles veterinarios y análisis de muestras, aportan datos sobre el estado sanitario de las poblaciones afectadas. Por último, en algunos casos, el control de enfermedades, como la peste porcina africana, pasa necesariamente por la caza de ejemplares para lograr reducir densidades de poblaciones potencialmente transmisoras del proceso. •••

Carlos Díez Valle y Carlos Sánchez García Abad

Doctores en Veterinaria. Equipo Técnico www.cienciaycaza.org

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