
7 minute read
Evolución de la caza por el mundo

Me piden un artículo sobre la caza internacional, que es mi trabajo desde 1982, cuando, siendo guía de caza en España desde 1980 en Cazatur, fui cofundador de Mundicaza SL. En estos años, que son bastantes, la caza internacional ha sufrido inmensas variaciones.
Advertisement
LA CAZA INTERNACIONAL
África, que ha sido un destino muy grande para los cazadores españoles. Hemos pasado de no tener comunicación con los organizadores, se hacía por conferencia telefónica y con télex a la actualidad. Comprendo que a muchos de los que estéis leyendo mis palabras os suenen a prehistoria, pero es que… empezamos en esa prehistoria.
En Mundicaza, fuimos de los primeros que utilizamos nomenclaturas como ‘2x1’ o ‘2x2’, que no se entendía, algo que hoy es obvio. También distribuíamos un catálogo de 82 páginas a color con las ofertas de los 5 continentes que se enviaba por correo, sí, por correo postal.
Así se cazaba en África
Volviendo a África, se cazaba en Sudan, una odisea ir y volver, y con unas compañías de Safaris que no sabías realmente qué era lo que iba a suceder, porque la logística era complicada. Eran los tiempos de Jose Simoes, los hermanos Kaikati, de Los Muñoz Calero, Carlos Costa Neves, y otros muchos… Se cazaban grandes elefantes, si todo salía bien, un paraíso de caza que desapareció por guerras internas, aun siendo el paraíso de la caza en África.
Lo heredó Tanzania. ¡Qué maravilla!, el Serengueti, Masaiiland, el Selous de Gerard Pasanisi, con quien tantos safaris organicé... Se cazaban elefantes muy largos sin mucho peso, 60 incluso 70 libras, a veces, pero de más de dos metros de longitud. Leones espectaculares, hipopótamos, búfalos y antílopes únicos como el Nyasaland Wildebeest. Hoy esta compañía ha cerrado por falta de clientes dispuestos a pagar el sobrecoste gubernamental, que se ha ido por las nubes. También fue el momento álgido de Robin Hurt y, hoy, siguen luchando otros, como su aprendiz Raoul Ramoni, que produce los mejores trofeos de Tanzania desde mi punto de vista sin discusión. También persiste Michel Mantheakis, y otros, pero… ¡qué difícil es el ticket de Tanzania hoy en día!
Botswana, el paraíso de los grandes elefantes, búfalos y leones. Parece que el gobierno ha visto la necesidad de reabrir la caza del elefante para que no acabe desertizándose, y esperemos que, después de ese paso que está a punto de llevarse a cabo, comprendan que tienen mejor futuro los leones siendo cazados, produciendo riqueza y conservación, antes que ser envenenados. Lo mismo con sus leopardos.
Zimbabwe, ¿quién que haya ido a África, no ha cazado en el Zambezi o en el Lowveld en este maravilloso país? En los 80, cuando empezamos a promocionarlo era un gran desconocido y ha llegado a ser el mejor destino calidad/precio de África. Sus safaris de elefantes, búfalos, leones o leopardos, o de antílopes han sido disfrutados por cazadores del mundo entero. Zambia también ha estado cerrada un tiempo y ahora vuelve a ofrecer safaris especializados de antílopes, o sus leones, con una edad adulta por la moratoria, sus sables y sus búfalos, junto con lo cuidado de sus campamentos.
No voy a olvidarme (aunque con recelo), de los safaris de facocheros de Sudáfrica, que de costar 100 dólares han pasado, por la voracidad de los cazadores, a costar 500, y ¿qué decir de los ‘paquetes’? (yo siempre los he llamado ‘safa-
ris de precio cerrado’), esa palabra no me ha gustado nunca. Lo mismo que en Namibia, sus safaris de estilo germánico recechando a pie, nada de tirar desde el coche…
La República Centroafricana, Camerún, y desde hace poco el fantástico destino que es Uganda, un África permanentemente verde con una fauna espectacu-

lar. Un día escribí en un anuncio: «¡por fin hay una empresa con la que se puede ir a cazar a Camerún!» y era porque Felix Barrado había establecido lo más serio que se había conocido en aquellos tiempos. Viniendo de Guinea, vio otra manera de organizar una compañía de safaris, después estuvo en Tanzania, e hizo una incursión en el Congo… ¿quién no sabe a quién me refiero...?
También Asia
Me voy a Asia… Se ha abierto hace relativamente poco, pero desde la disgregación de la URSS, tenemos todos los tanes, además de la misma Rusia, con sus carneros, íbex, marales, corzos, urogallos, y osos… que cuenta con organizaciones muy profesionales, y ofrecen sus servicios con bastante acierto y, según quien, si no todo sale como debiera, asumen el error y ofrecen una alternativa.
No me olvido de la cacería (para mí y sin haber estado, pero habiendo enviado múltiples expediciones) al Himalaya, en busca del carnero azul o bahral, y el thar del Himalaya. ¡Qué maravilla!, con los sherpas y sus tazas de té de porcelana, los campamentos, la barbaridad de ese macizo montañoso y la belleza de sus trofeos. Nepal; ¡el no va más de la alta montaña!
Y América
Nos vamos al continente americano. ¡Ojo!, aquí hay que tener mucha afición, saber montar a caballo, montar una tienda de campaña, soportar el dormir encima de las mantas de las sillas de los caballos bajo un plástico atado a dos pinos, comer de lata, hoy comida liofilizada, que no está mala cuando vienes agotado de cabalgar o andar por esa maravilla que es Alaska, Columbia Británica, y no digamos Montana, Colorado, Nevada y, según bajemos, México, donde todo pincha más. Pero siempre he dicho, que en América hay que saber disfrutar con el sufrimiento. Cómo maravilloso es contar con los 4 carneros americanos, un alce, un wapiti, el riesgo de despeñe de la cabra de las Rocosas, un ciervo mula, o un cola blanca, y ¿qué queréis que diga de un oso Kodiak?, cuando lo ves no sabes quién se va a hacer con quién, porque, si te mira… se relame los labios.
El viejo continente
Europa, es lo que menos ha cambiado, porque las tradiciones son ancestrales y vienen marcadas en las culturas de los distintos pueblos por el arte venatorio. Esto sigue presente hoy en Centro Europa, y la caza sigue siendo bien vista en las áreas rurales donde, desde hace siglos, se ha llevado a cabo preservando tanto la fauna como los territorios necesarios para su correcto desarrollo. Hoy los urbanitas quieren prohibirlo todo, pretenden esterilizar los animales de compañía y tantas tonterías que, desgraciadamente, pueden ser introducidas en las legislaciones y reglamentaciones. Pero lo que está claro es que España es el paraíso de la caza en Europa por su diversidad de fauna, su clima, orografía, cocina y… porque los españoles somos herederos de una mezcla riquísima de distintas culturas, que nos hacen ser un pueblo extraordinariamente hospitalario. Por supuesto, Austria, Hungría, Bulgaria, Rumania, Croacia Serbia y Macedonia, el Reino Unido y, a su manera, Francia y Portugal, ¡claro que sí!
Y el confín del mundo Oceanía es única, sobre todo Australia, porque allí la fauna es autóctona, no así en Nueva Zelanda. La primera con sus banteng, y búfalos de agua, si se cazan, como debe ser, a rececho, junto con su enormes jabalíes, es un destino para cazadores de verdad con guías como Crocodile Dundee, hombres duros exquisitamente educados, con un buen inglés colonial. También hay otras especies que se cazan que son ‘invasoras’ a las que no me voy a referir, pero están allí, para quien también quiera disfrutar de ellas.
En Nueva Zelanda nos han ganado la mano con los venados, los han hecho inmensos, me refiero al tamaño de sus cuernas y también al tamaño de las facturas por abatirlos. Todos sabemos que fueron un regalo del Kaiser Franz Joseph, junto con una partida de rebecos. Pero ¡a ver quién es el guapo que caza un rebeco en los Alpes de Nueva Zelanda, saliendo andando desde el hotel, como si estuviese en Viñamala...!
Una recomendación muy importante: existen grandes profesionales como consultores de caza −no me gusta la palabra ‘orgánicos’ y no me agrupo en ese nombre−, que disponemos de una información depurada por años de experiencia, sobre donde ir a cazar, qué especie y en qué momento y, lo más importante, los que trabajamos así, somos respetados por quienes representamos, porque no somos clientes de una sola cacería, sino de una temporada o de varios años, y por ello, quieren mantenernos como sus ‘representantes’, esto se ve y se siente cuando algo sale mal, porque… se supone que va a salir bien.
Una última cosa, hay dos tipos de cacerías: las buenas y… las baratas. •••

Eduardo Fernandez de Araoz y Diez de Rivera.
Cazatur y Mundicaza SL
