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De la pulpa de leche al cerebro de los niños

DE LA PULPA DEL DIENTE DE LECHE AL CEREBRO DE LOS NIÑOS

Dra. Amparo Pérez Silva

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I M P R E S I O N E S

Ya han pasado 36 años desde que empecé la tan soñada licenciatura en odontología, en Rio de Janeiro -Brasil. No fue hasta diciembre de 1982, cuando pude conocer, en el segundo semestre de la asignatura de Anatomía II (dental), este tejido tan importante que da la vitalidad a nuestros dientes: la pulpa dental. Aprendíamos a no tocarla. A cuidarla. A preservarla. Incluso cuando tratábamos una caries y la eliminábamos por completo, siempre teníamos precaución con la pulpa. Me acuerdo de que cuando se acercaba un profesor, nos poníamos nerviosos ya que no podíamos fallar, ya que podría significar la muerte del diente.

En ese momento no podía imaginar que este tejido oral conectivo, rico en vasos y nervios, que se extiende desde la corona del diente hasta su raíz, con sus diferentes tipos de células (las endoteliales, las neuronales, los fibroblastos, los osteoblastos/osteoclastos y los odontoblastos) tenía una capacidad mucho más allá de la formación de dentina. Mi vida profesional y familiar ha dado muchas vueltas. Llegando a España, me acuerdo de mi marido ginecólogo y obstetra, hablándome de sus pacientes. Las madres pagaban para congelar el cordón umbilical de sus bebés (células progenitoras hematopoyéticas) para en un futuro utilizar sus células madre. Empezaba a nacer el mundo de la medicina regenerativa. Las células madre para la reparación, regeneración, restauración o formación de órganos. Las células madre son eficaces en tratamientos de muchas enfermedades. Según la FDA (Federación de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) la utilización de células madre debe tener un control para determinar la seguridad y su eficacia, ya que hay tratamientos que son ilegales y potencialmente dañinos.

Hace unos años, en las noticias, pude leer que el Centro Nacional para la Biotecnología de Estados Unidos garantizaba que las células madre de los dientes podían regenerar otras partes del cuerpo dañadas con el eslogan de “Guarda un diente, salva una vida”. El coste es bastante alto. Por otro lado, necesita de la aprobación de la FDA para la utilización de estas células madre en procedimientos médicos. De momento, los científicos piensan que la compleja biología de las células madre dentales dificulta el pasar de modelos animales a pacientes humanos en sus estudios.

Por ahora, la utilización de las células madre dentales están siendo investigadas en la terapia del conducto radicular o en la reparación de defectos óseos causados por la enfermedad de las encías.

Hace unos años, ya viviendo en España, con el aumento de pacientes con TEA (Trastorno del Espectro Autista) empecé a estudiar el tema con más profundidad. Alysson R. Muotri trabaja en Estados Unidos y revolucionó el estudio del Autismo con un proyecto llamado “Hada de los dientes”. En su línea de estudio trabaja con células de los dientes temporales de los niños autistas, para intentar una cura para el trastorno. Usa estas células para intentar descubrir qué pasa en el cerebro de estos niños y encontrar un posible fármaco. Recientemente ha podido crear un cerebro humano autista en su laboratorio. Otro logro de la capacidad de la tan temida pulpa dental desconocida por mí. Los odontopediatras tenemos en nuestra clínica diaria un gran reto: el manejo psicológico del niño en el sillón dental. Suelo decir que a un niño dormido cualquier LA UTILIZACIÓN DE LAS CÉLULAS MADRE DENTALES ESTÁN SIENDO INVESTIGADAS EN LA TERAPIA DEL CONDUCTO RADICULAR O EN LA REPARACIÓN DE DEFECTOS ÓSEOS CAUSADOS POR LA ENFERMEDAD DE LAS ENCÍAS

odontólogo puede tratarlo. Si consigues eliminar el miedo e interactuar con un niño, tienes casi el 100% del camino hecho para el éxito de tu trabajo. El desafío empieza cuando te diriges a la sala de espera a buscarlo. En esta primera visita es cuando tú ya tienes que empezar a trazar un perfil de su personalidad. Utilizas tus ojos y observas las reacciones de camino al sillón dental. Hacemos “un borrador mental” para manejar a este niño. Luego pasas a la anamnesis y consigues añadir un poco más de la influencia genética y de las ambientales. Me faltarían páginas para relatar todo lo vivido, en mis distintas consultas, a lo largo de mi carrera profesional. Por suerte, en todos estos años no ha habido ni un solo caso que no haya logrado atender en el sillón odontológico. Fue importante contar con la paciencia y la confianza de los padres. Lo primero que debemos tener en cuenta cuando vamos a atender un niño por primera vez, es que no deben tener experiencias que puedan traumatizarlos. Esta primera visita es la más importante. Hará la diferencia.

También tenemos que saber que el llanto no traumatiza. Lo que traumatiza es el dolor. El trauma, sea de donde sea, debe ser evitado. Desgraciadamente, esto no es una realidad. Los traumas en la infancia pueden venir por distintos caminos, y nos acompañan hasta la edad adulta si no son diagnosticados y tratados precozmente. Es el caso de los niños maltratados, los que viven en la pobreza, de los niños que viven donde hay guerras, etc. Hace unos días, me sorprendí al saber que la pulpa dental podría ser de gran ayuda para conocer los traumas infantiles a través de un estudio en el Massachusetts General Hospital en Boston. Un equipo de la Unidad de Psiquiatría y Desarrollo Neurológico Genético estudia los dientes temporales para intentar conocer las experiencias de vida de los niños. “Estudian una variedad de factores y procesos biológicos que contribuyen a la salud mental, incluido el papel de la variación genética y los mecanismos epigenéticos, así como marcadores biológicos de riesgo futuro, como los marcadores capturados en los dientes primarios o “de leche” de los niños.” La pulpa dental no deja de sorprenderme. Mi deseo es que este estudio pueda tener resultados positivos para identificar estos riesgos y poder así prevenir o tratar a estos niños en un mundo lleno de adversidades. Para que puedan tener una adecuada salud mental y podamos bajar las recientes tristes estadísticas de suicidios en niños y adolescentes, no solo en España, sino en todo el mundo.

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