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Larga vida a impresiones

I M P R E S I O N E S

Si alguien me hubiera dicho hace 27 años que la revista Impresiones cumpliría los 100 números, no lo habría creído. Y aquí estamos. Recientemente, Juan Ruiz Parra, redactor jefe de Impresiones, me comunicaba que estaban preparando una edición especial para este momento, una información que me produjo una gran alegría y también sensación de nostalgia, pues que un medio de comunicación perdure durante casi tres décadas no es tarea fácil, sobre todo, en los tiempos que corren. En 1995, cuando fui elegido presidente del Colegio de Dentistas de Murcia, la Junta de Gobierno se marcó, entre muchos de sus objetivos, la puesta en marcha de una revista dirigida a la colegiación. La intención era dar la posibilidad a los dentistas de Murcia de estar informados de las noticias que afectaban a la profesión y que pudieran aportar sus opiniones y críticas, fomentando, por lo tanto, la integración de todos en el Colegio. Por aquel entonces, Juan Ruiz Parra desconocía cualquier aspecto de la profesión odontológica, pero su entusiasmo, energía y ganas de trabajar me convencieron para que tomara las riendas de la revista. Buscamos una editorial y así empezó la historia de Impresiones. Los comienzos no estuvieron exentos de dificultades, pues al ser gratuita tuvimos que buscar financiación externa, tanto en empresas como en colegiados particulares que quisieran colaborar en la puesta en marcha del proyecto. Desde aquí quiero agradecerles la confianza que depositaron en nosotros y cómo se involucraron en una iniciativa cuyo futuro no era precisamente alentador. Pero con esfuerzo y dedicación, Impresiones ha conseguido perdurar en el tiempo y situarse como una plataforma informativa y de nexo de unión de toda la colegiación. Por lo tanto, puedo decir con orgullo que he visto nacer, crecer y consolidarse a esta revista. A lo largo de estos años, Impresiones ha relatado las cuestiones que afectan a la profesión, como el intrusismo y la plétora profesional, la solicitud de especialidades en Odontología y la necesidad de legislar contra la publicidad engañosa. En sus páginas también nos hicimos eco de las campañas y acciones que organizábamos en el Colegio de Dentistas de Murcia para mejorar la salud bucodental de los ciudadanos. Ojeando algunos números antiguos estos días, leí el artículo que publicamos cuando, en 1997, promovimos una fórmula de cooperación con la Administración para que las personas jubiladas pudieran adquirir sus prótesis dentales a un precio acorde con sus medios económicos. Fue un proyecto pionero en España en el que contamos con el respaldo de la Consejería de Sanidad, el apoyo financiero de Caja Murcia, y la colaboración de los Colegios de Médicos, Farmacéuticos y de la Sociedad Murciana de Geriatría.

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Dr. R. Óscar Castro Reino. PRESIDENTE DEL CONSEJO GENERAL DE DENTISTAS DE ESPAÑA.

En 2003, firmamos un convenio de colaboración con el Servicio Murciano de Salud para prestar atención bucodental a los niños de la región con edades comprendidas entre los 6 y los 14 años, y que supuso un punto de inflexión en la oferta que hasta ese momento había dado la Administración Pública en esta área de la salud. Un hito que fue fruto de largas y complejas negociaciones, pero que supuso un gran avance para la salud de los murcianos. Una campaña informativa que tuvo una gran repercusión mediática fue la que organizamos para luchar contra el intrusismo profesional en Odontología. Aunque estaba dirigida a la ciudadanía en general, el objetivo de la campaña era sensibilizar, sobre todo, a los sectores más desfavorecidos de la sociedad, pues eran -y son- los que muestran mayor tendencia a caer en manos no autorizadas para realizarse tratamientos odontológicos.

Esto es un pequeño ejemplo de que las páginas de Impresiones han reflejado todo lo que ha hecho el Colegio de Dentistas de Murcia por la población general, pero también por sus colegiados. En el año 2000 adquirimos, por fin en propiedad, una nueva sede confortable y funcional para cubrir las necesidades de nuestro colectivo y que es también un símbolo de progreso y de implicación de todos los dentistas murcianos con la profesión. Y es que la sociedad vive una continua transformación y no queda opción que adaptarse a los cambios que afectan a nuestras a vidas. En este sentido, el Colegio siempre ha sido consciente de la necesidad de los dentistas de mantenerse al día de las actualizaciones que experimentaba la Odontología y por eso creamos el Aula Clínica. En ese momento fue una instalación pionera en España, equipada con los últimos avances tecnológicos (microscopios, cámaras para un mejor visionado, un sillón plenamente operativo, etc.) y con 21 puestos de trabajo. Los cambios también llegaron a Impresiones y a la web del Colegio, de las que modificamos sus diseños y secciones para que fueran más útiles y operativas, facilitando a los colegiados el acceso a la información.

Del mismo modo, uno de los objetivos principales ha sido el ayudar a los jóvenes dentistas en su primera etapa en el mundo laboral. Por eso, durante la crisis económica de 2011 establecimos unas medidas económicas de apoyo a los nuevos colegiados que consistían en reducir sus cuotas mensuales.

Puedo afirmar que estos logros, entre otros, dirigidos a mejorar la calidad asistencial realizando una odontología ética y de calidad, han tenido la percepción y el reconocimiento de la sociedad; prueba de ello es la concesión de una plaza en Murcia, Plaza de los Dentistas Murcianos, y de una rotonda coronada por una escultura de 15 metros, denominada Monumento al Dentista. En 2019, tras 24 años como presidente del Colegio de Dentistas de Murcia, decidí no presentarme a las elecciones. El apoyo incondicional de la colegiación fue el motivo para prolongar el mandato durante todo ese tiempo, pero consideré que ya había cubierto una etapa y era necesario dar paso a otros compañeros. Para mí fue todo un orgullo representar a los dentistas murcianos todos y cada uno de esos días, y solo siento gratitud hacia ellos por su fidelidad. Actualmente, soy el presidente del Consejo General de Dentistas, pero sigo siendo compañero y colegiado del Colegio de Murcia, al que me siento muy unido. De hecho, con Pedro Caballero, actual presidente del Colegio, mantengo una excelente relación profesional y de amistad. Lo conozco desde hace años y hemos compartido, y espero seguir compartiendo, muchas horas de trabajo en busca de acciones que mejoren la situación de los dentistas. Un compañero infatigable, leal y plenamente

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El Dr. Castro con el actual presidente, Dr. Pedro Caballero

comprometido con la profesión, que siempre ha mostrado su apoyo al Consejo General de Dentistas. Hago extensivo este agradecimiento a toda su junta de gobierno, a quienes quiero felicitar por la gran labor que están haciendo por la Odontología y por la salud bucodental de todos los ciudadanos de Murcia. Y quiero aprovechar la oportunidad de poder escribir en este número 100 de Impresiones para destacar la impecable actuación de todos los dentistas a lo largo de estos años, especialmente, desde que comenzó la pandemia y ahora con la crisis económica que nos acecha. Es una suerte tener como compañeros de profesión a personas que se vuelcan por hacer su trabajo lo mejor posible, incluso en tiempos convulsos como los que nos ha tocado vivir. Conozco perfectamente las incertidumbres y dificultades a las que os enfrentáis día a día porque, como dentista, yo también las padezco. Pero estoy convencido de que poco a poco y con mucho esfuerzo conseguiremos salir adelante de nuevo, como siempre hemos hecho. Llevamos décadas luchando contra los enemigos de la Odontología, haciendo ver a las instituciones públicas que los bienes básicos, como es la salud, siempre deberían estar protegidos frente a cualquier intento de especulación por parte de grupos de inversión que solo buscan el enriquecimiento económico. La falta de control gubernamental sobre ciertas mercantiles ha dado como resultado casos como iDental y Dentix, con cientos de miles de personas damnificadas. Este tipo de fraudes podrían evitarse llevando a cabo unas medidas que sirvieran de escudo para la población; por ejemplo, aprobar una ley de Publicidad Sanitaria que garantizara que los mensajes que llegan a los ciudadanos sean ciertos, estén basados en la evidencia científica y no creen falsas expectativas sobre los tratamientos. En junio estuvimos muy cerca de conseguir que el Congreso de los Diputados tramitase una Proposición de Ley que el PP presentó sobre la publicidad en el ámbito sanitario, pero una vez más primó la ideología sobre el interés general, y el PSOE y Unidas Podemos, entre otros, votaron en contra. No os oculto que fue una gran decepción, pero os puedo asegurar a todos los que estáis leyendo este artículo que seguiremos trabajando hasta que salga adelante. También tenemos otros frentes, como la aprobación de especialidades en Odontología, frenar la plétora y el intrusismo profesional, y conseguir que aumenten las prestaciones odontológicas en la Sanidad Pública. Este año hemos logrado que el Gobierno destine 44 millones de euros al Plan de Salud Bucodental, del que se beneficiarán 7 millones de personas pertenecientes a estos colectivos: menores de 14 años, mujeres embarazadas, personas con discapacidad y pacientes en proceso oncológico cervicofacial. Aunque es una cantidad insuficiente, es un avance, puesto que antes el presupuesto era de cero. Aun así, continuaremos insistiendo para que se incrementen la cartera de servicios y las plazas de dentistas en la Sanidad Pública, pues solo así se podrá ofrecer una calidad asistencial de excelencia.

Sé que puede parecer tedioso estar en guardia constantemente para defender a la profesión odontológica, pero no podemos acostumbrarnos a convivir con problemas que nos perjudican tanto a los dentistas como a la ciudadanía. La resignación es peligrosa y puede tener unos efectos devastadores. Cada sentencia que ganemos, cada derecho que consigamos, serán un gran paso para todos y nos deben servir de aliciente para seguir trabajando con empeño. Deseo concluir agradeciendo a la revista Impresiones la oportunidad que me ha dado de dirigirme a todos los dentistas colegiados de Murcia, a los que tengo un gran aprecio. Como muchos sabrán, yo soy madrileño, pero toda mi trayectoria profesional la he desarrollado en esta región y mi vida está aquí, donde soy inmensamente feliz junto a mi familia y amigos. Y, por supuesto, quiero felicitar a Juan Ruiz Parra y a todo su equipo por lograr que se publique el número 100 de esta revista en una época en la que todo es fugaz y nada perdura en el tiempo. Larga y esperanzadora vida a Impresiones.

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