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Slivovica… / Iván Gutiérrez pág
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SLIVOVICA:
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RELATOS FOLK AL ESTILO GABO PONCE
POR IVÁN GUTIÉRREZ*
Aristóteles decía que somos animales políticos, en referencia a que el hombre se distingue de los otros animales por su capacidad de organizarse en sociedades y establecer acuerdos por medio de la política. Sin embargo, no son pocos los que también afirman que somos animales narrativos: seres que creamos historias para lidiar con nuestras realidades, deseos, emociones e ilusiones.
Contar historias tiene esa particularidad de identificarnos con el resto de nuestros iguales, de establecer un puente de acercamiento con personas de otras latitudes y vincularnos a través de un sentimiento en particular. Es una cualidad humana que se vuelve indispensable ejercitar en estos días de confinamiento en el que nos pone el Covid-19.
Para nuestra suerte la península bajacaliforniana es abundante en compositores y músicos, que saben cómo transformar los relatos hasta plasmarlos en canciones, llenas de historias y emociones, con las que todos podemos dejar correr la imaginación y los recuerdos.
Entre los músicos de esta estirpe podemos mencionar al joven Gabo Ponce, un músico sudcaliforniano que —desde La Paz, Baja California Sur—, construye con su particular estilo relatos de amor, de despecho, de lamentos y demencias, entre los bellos paisajes desérticos y marinos de nuestra península, en géneros musicales como el Folk, Bluegrass y Country.
El más reciente estreno de este cantautor lleva por nombre Slivovica, una canción que nace tras fusionar un momento de duelo del músico con un relato de Óscar Wilde llamado El ruiseñor y la rosa. Para saber más al respecto decidimos conversar con Gabo Ponce vía telefónica. Nos dice que este nuevo tema nació después de una ruptura amorosa:
“En 2019 conocí a una muchacha de Alemania, quien tenía familia en la República Checa. Empezamos a salir, pero eventualmente, ella tuvo que regresar a Europa. Me quedé aquí destrozado por eso, así que comencé a escribir canciones, transformando ese dolor en música. Una de las canciones que ya estaba en proceso de nacer tenía como base El ruiseñor y la rosa, y me pareció que precisamente ese relato conectaba muy bien con la experiencia que acababa de vivir y que buscaba trasladar a la música”. Según nos compartió el músico, el cuento de Wilde narra la historia de
“Slivovica, una un joven enamorado quien está necanción que nace cesitado de una rosa roja para que tras fusionar un su enamorada acepte bailar con él. momento de due- Sin embargo, el invierno ha dejalo del músico con do sin rosas rojas el entorno donde un relato de Os- vive, por lo que el joven se angustia. car Wilde llama- Al presenciar su desventura el ruido El ruiseñor y señor, que le canta todos los días al la rosa” muchacho, decide ir en busca de la dichosa rosa, hasta encontrar un rosal de donde pueda tomarla. Pero eso sólo será posible si el ave canta la noche entera mientras se clava espinas en el pecho hasta teñir del color rojo la rosa que el amoroso joven desea. Así lo hace el pequeño ruiseñor hasta perder la vida. Una tragedia aderezada con el triste final que se teje cuando la muchacha prefiere las joyas de otro hombre, antes que la rosa que su enamorado, a costa de la vida de la compadecida avecilla, le ha conseguido. “He aquí el verdadero enamorado —dijo el ruiseñor—. Sufre todo lo que yo canto: todo lo que es alegría para mí, para él es pena. Realmente el amor es una cosa maravillosa: es más precioso que las esmeraldas y más caro que los finos ópalos. Perlas y granates no pueden pagarle porque no se halla expuesto en el mercado. No puede uno comprarlo al vendedor, ni pesarlo en una balanza para adquirirlo a peso de oro”. (El ruiseñor y la rosa)
Si uno presta atención a la letra del estreno de Gabo Ponce, se puede identificar tanto la historia personal del músico, como las referencias claras al cuento de Wilde:
“Estuve toda la noche cantándole a un rosal, pa’ver si algún día una flor me iba a brotar/ sabe a sangre mi saliva desde que tú ya no estás, y no me puedo levantar, pues hace tiempo la alegría no retorna, no lo hará”. (Slivovica)
Sobre el título de su nuevo sencillo, Gabo Ponce menciona que Slivovica es un licor de la República Checa, de donde obtiene el nombre que rinde homenaje a la relación amorosa malograda.
El músico refiere que en la producción participaron Shutter Ford en el banjo y Jacobo Silva en el Violín. Agrega que este último instrumento es uno de los que generan mayor emotividad en el relato sonoro: “La canción salió fácil, la grabamos en unas cuantas tomas. El violinista no sabía nada de Bluegrass porque él es más de música clásica, pero le expliqué cómo me gustaría que sonara para que se fuera identificando más con el género, y como tiene más de quince años de experiencia en su instrumento, le salió excelente”.
La grabación de Slivovica se llevó a cabo en Patito Records —sello discográfico ubicado en La Paz, a cargo de Omar de la Rosa—, estudio donde varios artistas independientes realizan sus producciones, entre ellos Franco Canadiense, Los Venados Muertos y Pöl Gaynor, por mencionar algunos.
Gabo finaliza nuestra conversación compartiendo que espera poder liberar un álbum entero este año, y nos deja entusiasmados a todos los que somos seguidores de su música en Baja California, pues, asegura, entre sus planes también estaría realizar un par de presentaciones en el norte de la península. Mientras eso sucede, nos queda la alegría de tener una nueva propuesta musical de Gabo para irla cantando a todo pulmón, mientras se nos hace escucharlo en vivo y corearla juntos.
iv4ngutierrez@gmail.com *Periodista, músico y escritor