Caracterización demográfica y socioeconómica de la Región de Valparaíso
Algunas tendencias de largo plazo










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Algunas tendencias de largo plazo











Desafíos y Oportunidades para el Desarrollo de la Región de Valparaíso: Una Invitación a la Acción
La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) presenta esta caracterización de la Región de Valparaíso como un análisis, sustentado en evidencia cuantitativa, que busca comprender las tendencias de largo plazo y los desafíos estructurales que enfrenta nuestro territorio. Este documento no es solo un estudio: es, ante todo, una invitación a la acción, un llamado urgente a todos los actores regionales a colaborar en la construcción de un desarrollo humano integral y sostenible para las próximas décadas.
Nuestro estudio revela una realidad preocupante: en numerosos indicadores clave, la Región de Valparaíso ha registrado, durante décadas, desempeños por debajo del promedio nacional y de regiones comparables. Esta situación ha derivado en una pérdida sostenida de posiciones relativas a nivel país, sin que el notable potencial de nuestro territorio se vea plenamente reflejado. Se trata de una tendencia persistente, que trasciende las coyunturas, y que exige una respuesta estratégica y de largo plazo.
Entre las principales tendencias estructurales detectadas, destacan:
• El envejecimiento poblacional acelerado.
• Las persistentes brechas de género.
• El impacto creciente de la migración.
• Las desigualdades territoriales y los asentamientos precarios.
• El rezago en indicadores sociales clave.
• La situación crítica de la ciudad de Valparaíso, capital regional.
• Un resultado económico mediocre.
Desde la PUCV afirmamos que estos desafíos deben ser abordados con seriedad, sistematicidad y una voluntad decidida de colaboración intersectorial. Ponemos a disposición de la región nuestras capacidades técnicas y académicas para generar los análisis y datos aún faltantes, con una mirada más fina, territorializada y contextualizada.
Esta caracterización constituye, por tanto, una invitación abierta a todas las instituciones -gobierno regional y comunales, parlamentarios, empresas, gremios, academia, organizaciones sociales y ciudadaníaa involucrarse activamente. Revertir la situación actual y proyectar un futuro de desarrollo compartido requiere no solo coordinación y sentido de conjunto, sino también la valentía de cuestionar la tradición centralista del país. Solo con un conocimiento riguroso de nuestras realidades y un fortalecimiento efectivo de las capacidades regionales, podremos plantear exigencias legítimas al nivel central, respaldadas por evidencia y visión estratégica.
El momento para iniciar esta conversación es particularmente oportuno, en el marco de un nuevo ciclo electoral. Quienes aspiren a representar y liderar a la región deben conocer estos desafíos y estar dispuestos a construir, junto a los actores regionales, una agenda común de largo plazo.
Actuar sobre el futuro exige actuar ahora. El futuro de la Región de Valparaíso se construye hoy.
Cordialmente,
Nelson Vásquez Lara Rector
El objetivo de este documento es caracterizar a la Región de Valparaíso a partir de evidencia cuantitativa, con énfasis en las tendencias de largo plazo. Esta caracterización busca identificar los principales desafíos para el desarrollo regional y comprender el contexto estructural que condiciona el actuar del sistema universitario y de los demás actores del territorio.
Se presenta aquí una base informativa que aspira a motivar la reflexión colectiva en torno a las acciones necesarias para potenciar el desarrollo de la región. La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, a través de este trabajo, invita a los distintos actores públicos, privados y sociales a reflexionar sobre el rol que pueden —y deben— asumir para fortalecer la capacidad de coordinación y acción conjunta en favor de los objetivos regionales.
El análisis se sustentó en un ejercicio de recopilación y revisión de información pública y privada, basado en evidencia empírica cuantitativa. Un primer hallazgo relevante fue la dificultad de acceder a datos completos, actualizados y sistematizados que permitan caracterizar adecuadamente el territorio, sus dinámicas y escalas —ya sea regional, provincial, comunal o barrial—. Esta dificultad se acentúa cuando se requiere observar trayectorias de largo plazo a partir de series temporales comparables. La información se encuentra frecuentemente dispersa y, en muchos casos, desactualizada. Esto subraya la necesidad de fortalecer las capacidades institucionales de generación y disponibilidad de información territorial.
Dado que son múltiples las dimensiones relevantes, esta caracterización regional se organiza en torno a tres preguntas orientadoras:
• ¿Quiénes somos? Se describe la evolución demográfica de la región y se incorpora una mirada sobre la migración internacional.
• ¿Cómo vivimos? Se analizan las condiciones de vida de la población, incluyendo indicadores de educación, salud, ingresos, pobreza, delincuencia y condiciones medioambientales.
• ¿De qué vivimos? Se examina la estructura económica regional, las tendencias del crecimiento, el empleo y la inversión pública y privada.
Con el fin de evaluar avances y desafíos, se trabajó con series de datos que permiten observar las trayectorias estructurales del desarrollo regional. Se pone especial atención en aquellas dimensiones donde la región se diferencia significativamente del promedio nacional o de otras regiones con características comparables. El análisis se construye mayoritariamente a partir de datos agregados a nivel regional, incorporando escalas comunales cuando la disponibilidad de información lo permite y cuando surgen hallazgos relevantes a esa escala.
Es importante subrayar que este ejercicio no pretende agotar todas las dimensionesy tendencias del desarrollo regional. Se espera que futuros esfuerzos complementen este trabajo abordando otros aspectos igualmente relevantes. No obstante, las tendencias aquí presentadas reflejan elementos estructurales que deben ser considerados de manera prioritaria por su impacto sostenido en el tiempo. Las conclusiones que de este análisis se derivan son, por tanto, consistentes, estables en el tiempo y difíciles de ignorar para quienes aspiran a transformar positivamente las trayectorias observadas.
Más allá de los múltiples hallazgos particulares, se perfila una conclusión general clara: la Región de Valparaíso, en numerosos indicadores clave, durante décadas presenta desempeños inferiores al promedio nacional y a los de regiones comparables por historia, tamaño y estructura económica.
En consecuencia, la región ha venido perdiendo posiciones relativas dentro del contexto nacional. Su desempeño no refleja plenamente su potencial. Además, esta realidad se expresa de manera diversa a lo largo del territorio regional, con importantes diferencias intra-regionales. Se trata de una tendencia persistente en el tiempo, que trasciende gobiernos nacionales y coyunturas específicas.
La invitación de la PUCV, a través de este ejercicio de caracterización, es a mirar de frente estas tendencias y a dialogar sobre los caminos posibles para revertirlas. Una tarea ineludible para aquellos actores que, contando con recursos y capacidades, tienen también la responsabilidad de contribuir activamente al desarrollo de la región.
A continuación, se presentan los resultados de esta caracterización, estructurados a partir de las tres preguntas guía anteriormente mencionadas.

La Región de Valparaíso alberga actualmente a casi dos millones de personas, con un total de 1.896.053 habitantes censados en el 2024. Se mantiene como la segunda región más poblada del país, concentrando el 10,3% de la población nacional. Entre los censos de 2017 y 2024, su población experimentó un crecimiento del 2,7%.
Resulta pertinente detenerse en la comuna de Valparaíso, la cual presenta una particularidad demográfica: entre 2017 y 2024, es la segunda comuna del país con mayor disminución de habitantes censados, siendo superada solo por Maipú. En contraste, otras comunas del Gran Valparaíso muestran un crecimiento poblacional en el mismo período.
Este fenómeno sugiere una dinámica específica en la comuna de Valparaíso, particularmente en algunos de sus barrios. Cabe señalar que la tendencia al despoblamiento ya se advertía, de forma incipiente, en el período intercensal 2002–2017, consolidándose en la última medición.
Valparaíso - 3,95 %*
Viña del Mar +0,19 %
Quilpué +7,15 %
Villa Alemana +10,29 %
Concón +14,57 %
Comunas seleccionadas. En base a información de prensa sobre resultados CENSO 2024.
La Región de Valparaíso presenta una tendencia sostenida hacia el envejecimiento poblacional. La proporción de personas menores de 14 años ha disminuido significativamente, pasando de un 28,2% en 1992 a un 16,8% en 2024. En paralelo, el porcentaje de personas mayores de 65 años se ha duplicado en el mismo período. Como resultado, el índice de envejecimiento de la región se ha incrementado 3,5 veces entre 1992 y 2024, posicionándola actualmente como la región con la mayor tasa de envejecimiento del país.
Este proceso demográfico conlleva múltiples desafíos para el diseño y gestión de políticas públicas. Implica, por una parte, una creciente presión sobre el sistema de salud y los servicios de cuidado de largo plazo, que deben adaptarse a una población con mayores requerimientos sociosanitarios. Por otra, obliga a repensar los modelos de desarrollo económico y urbano, promoviendo entornos accesibles, seguros e inclusivos para las personas mayores. Además, la disminución de la población en edad activa podría afectar la productividad regional, dificultando la sostenibilidad de los sistemas de pensiones y reduciendo la base tributaria. En este contexto, resulta clave avanzar en estrategias de envejecimiento activo, cohesión intergeneracional y fortalecimiento de las redes de protección social, especialmente en comunas con alta vulnerabilidad.
La Región de Valparaíso también se distingue a nivel nacional por presentar una proporción de hogares con jefatura femenina levemente superior al promedio del país. Esta tendencia es aún más pronunciada en el Gran Valparaíso, donde la diferencia con el promedio nacional se ha ampliado de forma sostenida durante las últimas dos décadas. A 2022, se estima que aproximadamente un 56,5% de los hogares del Gran Valparaíso están encabezados por una mujer.
Esta realidad demográfica tiene implicancias relevantes para la formulación de políticas sociales y urbanas, ya que muchas mujeres jefas de hogar enfrentan condiciones de mayor vulnerabilidad económica, precariedad laboral y sobrecarga en las tareas de cuidado. Reconocer esta dimensión de género en la estructura familiar es clave para avanzar en estrategias de equidad, inclusión y fortalecimiento del tejido social, especialmente en contextos urbanos con altos niveles de desigualdad.
Variación de la prevalencia de hogares con Jefatura Femenina
Fuente: Encuestas CASEN 2003 y 2022. Cuadro elaboración propia
En lo relativo a la migración, la Región de Valparaíso ha experimentado un aumento significativo en su población inmigrante en los últimos años. Entre 2015 y 2022, el porcentaje de personas extranjeras residentes en Chile se triplicó, y en ese mismo período, en la región este porcentaje casi se cuadruplicó, reflejando un dinamismo migratorio incluso mayor que el promedio nacional.
Este crecimiento sostenido plantea nuevos desafíos en términos de inclusión social, acceso a derechos y planificación territorial. La población migrante se ha asentado principalmente en comunas del Gran Valparaíso, muchas veces en barrios ya tensionados por déficits de vivienda, servicios y empleo. A ello se suman situaciones de vulnerabilidad administrativa y cultural que afectan especialmente a mujeres migrantes, niños, niñas y adolescentes.
Frente a este escenario, resulta fundamental fortalecer políticas locales de integración que garanticen el acceso equitativo a salud, educación, vivienda y empleo, al tiempo que se promueve la cohesión intercultural y se previene la discriminación. Asimismo, es clave incorporar esta nueva diversidad demográfica en la planificación comunal y regional, avanzando hacia territorios más inclusivos, sostenibles y resilientes.

Área de estimación
elaboración propia, PUCV
Estas características demográficas no son fenómenos nuevos; ya se manifestaban con claridad en diagnósticos anteriores y en las tendencias observadas durante las últimas décadas. Sin embargo, los datos recientes del Censo de Población y Vivienda 2024 han venido a confirmarlas y, al mismo tiempo, a evidenciarlas con mayor precisión y profundidad, revelando la magnitud y persistencia de estos procesos en el territorio regional.
En este contexto, se vuelve imprescindible avanzar hacia un enfoque de planificación territorial y social que sea sensible a estas transformaciones estructurales. El envejecimiento de la población, la feminización de los hogares, el crecimiento de la migración y la reconfiguración demográfica de las comunas exigen respuestas coordinadas, intersectoriales y con enfoque de equidad. El desafío no es solo reconocer las cifras, sino traducirlas en estrategias de desarrollo local que aseguren condiciones de vida dignas, inclusión y sostenibilidad para las futuras generaciones.


Esta sección busca dar cuenta de las condiciones de vida de las personas en la Región de Valparaíso: del desarrollo de sus capacidades, de su bienestar material y de los desafíos que enfrentan en su entorno físico y social.
De acuerdo con el Índice de Desarrollo Humano (IDH) elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Chile —medida que sintetiza los logros en salud, educación e ingresos— la mayoría de las comunas de la región presentan un nivel medio de desarrollo humano. El índice muestra una diversidad moderada entre comunas, con diferencias significativas entre los extremos.
Por un lado, comunas como Concón, Santo Domingo y La Cruz exhiben niveles de IDH por sobre el umbral de desarrollo humano alto. En el otro extremo, se encuentran comunas como El Quisco, El Tabo y Cartagena, cuyo IDH las posiciona en el tramo bajo del indicador. En términos generales, las 32 comunas de la región se agrupan en dos bloques: uno de nivel medio-alto y otro de nivel medio-bajo, con 16 comunas en cada grupo.
Estos resultados reflejan una desigualdad territorial moderada pero persistente en los logros del desarrollo humano. Aunque el análisis comunal permite identificar brechas relevantes, una aproximación a escala subcomunal —por barrios, sectores o distritos— podría ofrecer una visión más precisa de estas desigualdades. La falta de disponibilidad sistemática de datos a ese nivel representa, sin duda, uno de los principales desafíos para una planificación más focalizada y equitativa.
Haciendo un foco particular en la evolución del bienestar de las personas en la Región de Valparaíso, se observa un desempeño inferior al promedio nacional en aspectos clave de las dimensiones de salud, educación e ingresos. A continuación, se presentan algunos indicadores seleccionados, representativos de desafíos estratégicos para el futuro regional. Cabe recordar que, en este ejercicio, se han priorizado aquellos indicadores que reflejan de manera más nítida características críticas del territorio, sin agotar el conjunto de dimensiones posibles.
En lo relativo a la dimensión salud, se ha optado por abordar un aspecto que ha sido identificado por diversas investigaciones como una preocupación persistente para la población: la dificultad de acceder a atención médica especializada.
Los datos disponibles muestran una desigual distribución territorial de los profesionales médicos especialistas en el sistema público de salud. Al comparar la cantidad de médicos especialistas per cápita entre los distintos servicios regionales, se advierten brechas significativas. En particular, la Región de Valparaíso presenta una dotación inferior a la observada en regiones como Biobío, La Araucanía, Los Ríos, Los Lagos y Magallanes, situación que ya era evidente en 2021 y que se ha mantenido en años recientes.
Esta carencia relativa de especialistas en el sistema público limita las posibilidades de atención oportuna y de calidad, afectando especialmente a quienes dependen exclusivamente de la red pública de salud. A su vez, refuerza inequidades territoriales que pueden derivar en mayores costos personales y sociales para la población más vulnerable, profundizando desigualdades acumuladas en otros ámbitos del desarrollo humano.
Total de médicos especialistas en Servicios de Salud por regiones por 1.000 hab. (2021)
Fuente: Elaboración propia con datos de MINSAL (2021).
En materia de resultados educativos, los datos disponibles vuelven a mostrar un desempeño comparativamente inferior para la Región de Valparaíso, una situación que se ha sostenido en el tiempo. Las mediciones SIMCE en 4° básico, tanto en Lenguaje como en Matemática, reflejan sistemáticamente resultados por debajo del promedio nacional durante varios años consecutivos, evidenciando brechas persistentes en aprendizajes fundamentales.
Una tendencia similar se observa en los resultados de la más reciente Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES 2024). En todas las materias evaluadas —incluyendo Competencia Lectora, Competencia Matemática 1 y 2, Ciencias e Historia— la región obtuvo puntajes promedio inferiores al total país. Asimismo, al comparar con regiones de características socioeconómicas o demográficas similares, como Biobío, Los Lagos, Magallanes o el Maule, la Región de Valparaíso también muestra un rezago relativo en varias de estas pruebas.
Estos datos revelan una brecha sostenida en los logros de aprendizaje, que puede comprometer las trayectorias educativas y laborales futuras de niños, niñas y jóvenes de la región. A su vez, plantea desafíos para el fortalecimiento de la “nueva educación pública”, la calidad docente, la equidad territorial en la distribución de recursos y la pertinencia de las estrategias pedagógicas en contextos con alta heterogeneidad social.
Más allá de la educación escolar, la Región de Valparaíso enfrenta también desafíos significativos en el ámbito de la educación media técnico-profesional y la educación superior. A pesar de contar con una amplia oferta de instituciones de formación técnica y universitaria, persisten brechas en términos de calidad, equidad y articulación con el entorno productivo y social.
En la educación media técnico-profesional, si bien existe una alta matrícula en comparación con otras regiones, se observa una limitada vinculación con sectores estratégicos del desarrollo regional, lo que reduce las oportunidades de empleabilidad efectiva y especialización pertinente. Las trayectorias formativas muchas veces se interrumpen o no logran articularse con estudios superiores, lo que afecta las posibilidades de movilidad social de los y las estudiantes.
En cuanto a la educación superior, las instituciones presentes en la región han realizado avances importantes en cobertura y diversidad de programas, pero aún se presentan desafíos en términos de equidad territorial en el acceso, retención y titulación. Comunas rurales o periféricas mantienen menores tasas de ingreso a la educación superior, y las brechas socioeconómicas siguen influyendo de manera significativa en los resultados académicos.
Desde una perspectiva de política pública, resulta urgente avanzar hacia estrategias educativas con enfoque territorial, que reconozcan las desigualdades de origen, el rezago persistente en aprendizajes y la desconexión entre formación y mundo del trabajo. Esto implica, entre otras medidas, fortalecer los sistemas locales de apoyo escolar, mejorar la formación y condiciones de los equipos docentes, impulsar programas de orientación y continuidad educativa para estudiantes técnico-profesionales, y promover una educación superior más inclusiva, vinculada a los desafíos del desarrollo regional.
Garantizar trayectorias educativas completas, pertinentes y de calidad es una condición indispensable para el bienestar presente y futuro de la población de la Región de Valparaíso, y para su desarrollo social, económico y humano en el mediano y largo plazo.
Diferencia del puntaje promedio regional respecto al puntajepromedio nacional en la prueba Lenguaje y Comunicación: Lectura 4º básico entre 2018 y 2023
Diferencia del puntaje promedio regional respacto al puntaje promedio nacional en la prueba Matemática 4° básico entre 2028 y 2023.
Notas: (1) Las casillas sin dagtos pueden deberse a que la región no cuenta con matrícula suficiente en el nivel evaluado. (2) El símbolo que acompaña al lado indica que el puntaje respecto al promedio nacional es:
: significativamente más bajo
: similar
: significativamente más alto https://s3amazonaws.com/archivos.agenciaeducacional.cl/Regi%C3%B3n+de+Valpara%C3%ADso.pdf
Fuente: Subsecretaría de Educación Superior.
Estos resultados en educación invitan a una reflexión profunda sobre el papel que pueden y deben desempeñar las capacidades institucionales ya instaladas en la región —especialmente en el ámbito de la educación superior— en la mejora del sistema escolar. ¿Hasta qué punto estas capacidades debieran contribuir directamente al fortalecimiento de los aprendizajes escolares? ¿A través de qué mecanismos concretos podría articularse una colaboración efectiva entre universidades, centros de formación técnica y las comunidades escolares? Este tipo de preguntas —más que respuestas cerradas— es precisamente lo que este ejercicio busca provocar: un debate informado sobre cómo movilizar los recursos y talentos del territorio en función del bien común.
En materia de empleo e ingresos, la región vuelve a mostrar los rasgos que este análisis ha venido subrayando: niveles de logro por debajo del promedio nacional y en desventaja frente a regiones de características comparables. En efecto, el mercado laboral regional ha mostrado un rezago persistente durante al menos una década. El desempleo en la Región de Valparaíso ha sido sistemáticamente superior al promedio nacional, configurando una tendencia estructural que limita las oportunidades de desarrollo para amplios sectores de la población.
A este fenómeno se suma una alta incidencia del empleo informal, que afecta a cerca del 30% de las personas ocupadas en la región. Aunque no es el peor indicador a nivel nacional, sí es superior al observado en varias regiones comparables. Especial preocupación genera el hecho de que la informalidad laboral afecta de forma desproporcionada a las mujeres, lo que refleja la persistencia de brechas de género en el acceso a empleo formal, estable y protegido.
Este panorama demanda políticas laborales con enfoque regional, que reconozcan las especificidades del territorio y que articulen empleo, formación y protección social. Al mismo tiempo, plantea la necesidad de generar un ecosistema de desarrollo productivo que diversifique la matriz económica, fortalezca las capacidades emprendedoras locales y cree condiciones dignas para la inserción laboral de jóvenes, mujeres y personas mayores.

Desempleo promedio anual nacional y región de Valparaíso
Fuente: Elaboración propia a partir de INE (2023).
Número de personas ocupadas informales y tasa de ocupación informal según región (jun-ago. 2022; miles de personas y %, respectivamente)
https://biblio.hacienda.cl/la-informalidad-en-chile/5-caracterizacion-de-la-informalidad-en-chile
En materia de ingresos laborales, la Región de Valparaíso vuelve a situarse por debajo del promedio nacional. Los datos muestran que el ingreso promedio proveniente del trabajo principal es inferior no solo al del total país, sino también al de otras regiones con características socioeconómicas comparables, como Biobío y Coquimbo. Esta diferencia, persistente en el tiempo, da cuenta de un mercado laboral que no solo ofrece menos empleos formales y estables, sino que también remunera con menor equidad y suficiencia el trabajo realizado.
Este rezago en ingresos, sumado a las ya mencionadas tasas de desempleo e informalidad, configura un cuadro de vulnerabilidad económica que afecta la calidad de vida de amplios sectores de la población. Al mismo tiempo, limita las posibilidades de movilidad social y de acumulación de capital humano en el largo plazo.
Ingreso mediano del trabajo en la ocupación principal por regiones Ingreso mediano mensual de las personas ocupadas, según región, 2023
INE. En base a la Encuesta suplementaria de ingresos 2023.
En ese marco, resulta especialmente preocupante la situación de las mujeres en la Región de Valparaíso. Los datos muestran que la brecha de ingresos entre mujeres y hombres no solo persiste, sino que es significativamente mayor que la observada en otras regiones del país. Esta desigualdad salarial de género constituye una tendencia estructural documentada al menos desde hace una década.
Más allá de los promedios, este rezago refleja múltiples barreras que enfrentan las mujeres en el mercado laboral regional: menor acceso a empleos bien remunerados, sobrerrepresentación en sectores de baja productividad, menor estabilidad laboral y una distribución desigual de las responsabilidades de cuidado. Esta realidad exige políticas integradas que aborden la equidad de género no solo como un principio normativo, sino como una condición indispensable para el desarrollo humano y económico de la región.
Brecha de Género en salarios a nivel nacional y regional (%)
Fuente: Elaboración propia a partir de INE (2023).
Una mirada más profunda a las condiciones de vida de las personas con menores recursos en la Región de Valparaíso permite identificar dos grandes tendencias que merecen especial atención: por un lado, una ralentización en la reducción de la pobreza multidimensional; por otro, un aumento sostenido en la cantidad de campamentos.
En relación con la primera, los datos longitudinales muestran que la reducción de la pobreza multidimensional —aquella que considera no solo la insuficiencia de ingresos, sino también privaciones en ámbitos como educación, salud, vivienda y redes de apoyo— ha perdido dinamismo en la región. Mientras otras regiones han logrado avances más sostenidos en esta dimensión en los últimos años, Valparaíso muestra una desaceleración preocupante, lo que indica una mayor dificultad para transformar el crecimiento económico en mejoras integrales en la calidad de vida de la población.
Incidencia de la pobreza multidimensional en los hogares según región, 2015,2017 y 2022 (Porcentaje, hogares)
Fuente: Ministerio de Desarrollo Social y Familia. Encuesta Casen 2015, 2017 y 2022.
La instalación de campamentos en la Región de Valparaíso ha experimentado un aumento considerable en los últimos años, consolidando una tendencia preocupante en materia de hábitat y acceso a vivienda digna. Según el más reciente Catastro Nacional de Campamentos 2024–2025 de Techo-Chile, la región concentra actualmente 335 campamentos, en los que habitan 30.458 familias. En ambos indicadores, Valparaíso presenta las cifras más altas del país: no solo es la región con más campamentos registrados, sino que también supera incluso a la Región Metropolitana en número total de familias viviendo en ellos.
Este fenómeno no es nuevo. Ya en el catastro 2022–2023, la región registraba 30.976 familias habitando en campamentos, lo que evidencia una persistencia estructural del problema. Si bien en el último período se aprecia una leve reducción del número de familias (aproximadamente 500 menos, equivalente a un -1,6%).
Más aún, la cantidad de campamentos ha aumentado significativamente en Valparaíso, pasando de 280 a 335, lo que representa un crecimiento del 19%, muy por encima del promedio nacional (+10%).
El estudio también destaca que un 18% de las familias que habitan campamentos en la región corresponde a población inmigrante, una proporción significativamente inferior al promedio nacional (39,3%) y menor que en otras regiones. Esto sugiere que la magnitud del fenómeno en Valparaíso no se explica exclusivamente por flujos migratorios recientes, sino que responde a causas estructurales de larga data en torno al acceso al suelo, déficit habitacional y segregación urbana.
A nivel comunal, el catastro identifica que cuatro comunas del país concentran el 28,5% de los campamentos a nivel nacional, de las cuales dos pertenecen a la Región de Valparaíso: Viña del Mar (8%) y Valparaíso (5,7%), reafirmando el peso desproporcionado que estas comunas tienen en la configuración del déficit habitacional nacional.
Estas tendencias no son producto de coyunturas recientes, sino de procesos acumulativos que reflejan un modelo urbano fragmentado, dificultades de acceso equitativo a servicios básicos, y una débil capacidad de integración socioespacial. Las cifras muestran con contundencia que una proporción significativa de las familias más vulnerables de la región —chilenas y migrantes— sigue enfrentando condiciones materiales de vida profundamente inadecuadas.

Frente a esta realidad, el desafío no solo es cuantitativo -reducir déficits y aumentar coberturas-, sino también cualitativo: avanzar hacia un desarrollo regional que sea territorialmente equitativo, sostenible y centrado en la dignidad de las personas. Ello requiere articular políticas públicas con enfoque territorial, fortalecer la gobernanza local y movilizar las capacidades institucionales, académicas y ciudadanas presentes en la región. Solo así será posible responder de manera efectiva a la pregunta que motiva esta sección: ¿cómo vivimos hoy en la Región de Valparaíso? Y más aún, ¿cómo queremos vivir?
Región de Valparaíso
Conurbación Valparaíso-Viña del Mar
Finalmente, un catastro anterior levantado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) permite observar que, incluso al interior de la Región de Valparaíso, el fenómeno de los campamentos presenta trayectorias históricas diferenciadas. En la provincia de Valparaíso, por ejemplo, la mayor parte de los campamentos se instaló hacia inicios de la década de 2010, mientras que en la provincia de San Antonio se trata de una dinámica más reciente.
Estas diferencias subrayan la urgencia de considerar con mayor profundidad las especificidades territoriales intra-regionales e incluso intra-comunales al momento de diseñar políticas públicas. Para ello, se vuelve indispensable fortalecer los sistemas de información territorial, avanzar en la desagregación de datos y fomentar la articulación entre niveles de gobierno y actores locales, de modo que las respuestas no solo sean oportunas, sino también pertinentes a las realidades diversas que coexisten en la región.
Frecuencia de campamentos por provincia en la región de Valparaíso, por catastro y provincia
Fuente: Elaboración propia en base a datos de MINVU (2023).
Entorno físico y social en que se despliega la vida en la región:
Los desafíos vinculados a la habitabilidad y al crecimiento de campamentos en la Región de Valparaíso llevan inevitablemente a reflexionar sobre el modo en que se está ocupando el territorio, así como sobre las condiciones materiales que permiten —o dificultan— una vida digna para sus habitantes. Estos temas no solo exigen abordar con urgencia el déficit habitacional, sino también proyectar una ocupación más eficiente, equitativa y sustentable del territorio regional.
En ese marco, resulta clave analizar las necesidades de la región en materia de infraestructura pública y privada, tanto para mejorar la conectividad interna y externa como para potenciar sus actividades económicas y elevar las condiciones de vida de su población. Con ese espíritu, se han desarrollado conversatorios entre diversos actores vinculados al desarrollo de infraestructura, en el contexto de la preparación del Plan Nacional de Infraestructura Pública 2025–2055, liderado por el Ministerio de Obras Públicas (MOP). Estos diálogos han permitido identificar una cartera prioritaria de proyectos estratégicos para la región, que incluyen:
• Mejoras sustantivas en infraestructura para la conectividad territorial y la movilidad urbana, rural e internacional.
• Desarrollo de infraestructura aeroportuaria y logística comercial.
• Fortalecimiento de infraestructura portuaria, clave para el desarrollo productivo regional.
Junto con lo anterior, se ha puesto énfasis en la infraestructura relacionada con la seguridad hídrica, dimensión que adquiere una urgencia creciente. La región enfrenta una presión significativa sobre la mayoría de sus cuencas hidrográficas, cuya vulnerabilidad compromete su capacidad de sostener en el mediano y largo plazo la demanda hídrica existente y proyectada. Esta situación plantea una alerta ineludible: sin una gestión integral, sostenible y equitativa del recurso hídrico, el desarrollo de la región se verá seriamente limitado.
Esta mirada al entorno físico y social reafirma la necesidad de que el desarrollo regional se proyecte de manera territorialmente consciente, ambientalmente sustentable y socialmente inclusiva. Las decisiones que se tomen hoy en materia de infraestructura, ordenamiento territorial y gestión ambiental serán determinantes para configurar el futuro de la región y el bienestar de las próximas generaciones.
Seguridad Hídrica en la región
Balance Hídrico Estructural actual de la Región de Valparaíso
Código
050
Costeras Quilimarí-Petorca Déficit hídrico estructural No Si Déficit hídrico estructural
051 Río Petorca Estrés hídrico No Si Déficit hídrico Estructural
052 Río Ligua Déficit hídrico estructural No Si Déficit hídrico estructural
053 Costeras Ligua-Aconcagua Estrés hídrico No Si Déficit hídrico Estructural
054 Río Aconcagua Estrés hídrico Si Si Déficit hídrico estructural
055
Costeras Entre Aconcagua y Maipo Con recursos No Si Estrés hídrico
057 Río Maipo Con recursos Si Si Déficit hídrico estructural
058
Costeras Entre Maipo y Rapel Déficit hídrico estructural No Si Déficit hídrico estructural
Fuente: Dirección General de Obras Públicas.
Finalmente, las preocupaciones en torno al uso del territorio y su sustentabilidad se hacen evidentes también en la conflictividad socioambiental que atraviesa a la región. De acuerdo con el Mapa de Conflictos Socioambientales elaborado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos, la Región de Valparaíso es la que presenta el mayor número de conflictos de este tipo a nivel nacional. A la fecha de esta revisión, se registran 21 conflictos en total, de los cuales 16 están vigentes, 3 se consideran latentes y 2 han sido cerrados.
Estos conflictos tienen múltiples causas, pero destacan especialmente aquellos vinculados a los sectores de energía (24%) y minería (20%), lo que evidencia tensiones persistentes entre actividades productivas y comunidades que buscan preservar su entorno natural, su salud y sus formas de vida. Esta realidad refleja que el desarrollo económico no puede seguir desligado de criterios de sustentabilidad, justicia ambiental y participación ciudadana.
Pensar el futuro de la Región de Valparaíso con perspectiva de largo plazo exige, por tanto, que la sustentabilidad se sitúe en el centro de la conversación pública y de las decisiones estratégicas.

INDH. Mapa de conflictos ambientales https://mapaconflictos.indh.cl/#/ Captura de pantalla tomada el 2/4/25.
Delincuencia en la región:
La delincuencia se ha instalado como la principal preocupación ciudadana en la actualidad. Por ello, y aunque este tema requiere un análisis más profundo en el futuro, resulta imprescindible incluir en esta caracterización regional una primera aproximación basada en datos básicos y comparativos, con foco específico en la Región de Valparaíso.
Desde una mirada de largo plazo y considerando la evolución reciente, se observa que, tras la pandemia, la tasa de victimización en la región se ha estabilizado en torno al 20%. Esta cifra es ligeramente inferior al promedio nacional y también menor que los niveles registrados en el período prepandemia. Según los datos correspondientes al año 2023, la Región de Valparaíso se ubica en el quinto lugar nacional en este indicador, lo que sugiere que, si bien la percepción de inseguridad es alta, los niveles objetivos de victimización no se encuentran entre los más críticos del país.
Esta constatación abre una línea importante de reflexión: ¿cómo se construyen las percepciones de seguridad y qué rol juegan los medios, el entorno urbano y la cohesión social en esa construcción? Al mismo tiempo, plantea el desafío de mejorar las respuestas institucionales frente al delito, pero también de avanzar en la comprensión integral de los factores estructurales que inciden en la violencia y la criminalidad en los distintos territorios de la región.
Ahora bien, los datos regionales agregados ocultan dinámicas locales que deben ser observadas con mayor detalle. Existen diferencias significativas en las tasas de victimización entre comunas de la región para las cuales se dispone de información. Por ejemplo, las comunas de Valparaíso y Viña del Mar presentan tasas de victimización superiores al promedio regional, lo que sugiere una concentración del fenómeno en ciertos territorios del Gran Valparaíso.
Junto a ello, diversas fuentes complementarias han comenzado a abordar estas problemáticas desde perspectivas más específicas. Un reciente estudio de la Cámara Nacional de Comercio (2025) evidenció una alta incidencia de victimización en locales comerciales del Gran Valparaíso, mientras que un informe de la Universidad San Sebastián (2025) ha documentado la presencia y expansión de delitos asociados al crimen organizado en distintas comunas de la región. Estos hallazgos advierten sobre nuevas formas de criminalidad que requieren atención urgente y estrategias diferenciadas.
En vista de lo anterior, y reconociendo la complejidad creciente del fenómeno, se anticipa que la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso impulsará próximamente un proceso específico de análisis y diálogo orientado a profundizar en las múltiples dimensiones de la seguridad y la violencia en la región. Será una oportunidad valiosa para avanzar hacia una comprensión más fina, territorializada y multidisciplinaria de un problema que preocupa profundamente a la ciudadanía.
En síntesis, todo esto plantea la necesidad de profundizar en políticas públicas más territoriales, con mirada de largo plazo, que permitan diseñar respuestas interinstitucionales, articuladas y centradas en las personas. ¿Cómo lograr que las capacidades regionales se traduzcan en bienestar tangible? ¿Cómo hacer que el desarrollo alcance efectivamente a los territorios y comunidades más rezagadas? Son preguntas que este ejercicio busca poner en el centro del debate.
Datos tomados de estudio de Fundación Piensa 2024. Boletín de seguridad pública número 5.

Al observar cuál es la base productiva de la región y cómo ha evolucionado en el largo plazo, se reitera un diagnóstico que ya ha sido identificado en otras dimensiones de este informe: la Región de Valparaíso presenta un dinamismo económico relativamente rezagado, tanto en términos de crecimiento como de inversión, si se la compara con otras regiones del país. Esta situación plantea importantes desafíos estructurales para la sostenibilidad del bienestar y la generación de oportunidades laborales y sociales para su población. Desde una mirada agregada, Valparaíso es la tercera región del país en cuanto al tamaño de su Producto Interno Bruto (PIB), aportando aproximadamente un 7,7% del total nacional. Esta cifra revela una presencia económica relevante a nivel país, sin embargo, su ritmo de crecimiento ha sido más bien modesto durante las últimas décadas. El desempeño regional ha estado marcado por altibajos, dependencia de sectores tradicionales y una baja incorporación de nuevas actividades de alto valor agregado.
Un aspecto que resalta es que la participación de grandes inversiones privadas en el desarrollo económico regional ha sido sensiblemente menor que la observada en otras regiones, como Antofagasta o Bío Bío, lo que ha limitado la renovación de su matriz productiva y la generación de empleos de calidad. Esto resulta particularmente relevante si se considera la ubicación estratégica de Valparaíso, su infraestructura portuaria y su potencial en sectores clave como la logística, el turismo, la agroindustria, las industrias creativas, la economía azul o las energías renovables.
La pregunta sobre “de qué vivimos” en la región no puede responderse únicamente con estadísticas productivas. Es también una pregunta sobre qué modelo de desarrollo queremos impulsar para el futuro, qué tipo de inversión se busca atraer, cómo se integran los territorios más rezagados a esa estrategia y de qué modo se puede generar un crecimiento más inclusivo, sostenible y diversificado.
Distribución del Producto Interno Bruto-PIB-de Chile por región, año 2021
Fuente: CORFO 2022.
Entre 2013 y 2021, se observaron cambios relevantes en la estructura productiva regional, reflejados en las variaciones del peso relativo de distintos sectores económicos en el Producto Interno Bruto (PIB) de Valparaíso. Uno de los movimientos más significativos fue el aumento de la participación de los servicios personales, que pasaron de representar un 12,4% del PIB regional a un 15,2%. Esta actividad se consolidó como la principal fuente de valor económico en la región.
En esa misma línea, también aumentaron su participación sectores como los servicios de vivienda e inmobiliarios, los servicios financieros y empresariales y el comercio, lo que confirma una tendencia de terciarización de la economía regional, común a otros territorios, pero especialmente acentuada en Valparaíso.
Por otro lado, algunas actividades experimentaron una importante pérdida de peso relativo. El caso más marcado fue el del sector de transporte, información y comunicaciones, que cayó del 18,5% al 13,0%, desplazándose al segundo lugar entre las actividades económicas regionales. A ello se suma la disminución de la industria manufacturera, que pasó de representar un 10,3% del PIB regional en 2013 a tan solo un 6,4% en 2021. Estas cifras, reportadas por CORFO en 2022, reflejan no solo un cambio en la estructura productiva, sino también una posible pérdida de dinamismo en actividades estratégicas para la generación de empleo y valor agregado.
A nivel de crecimiento, la variación interanual del PIB regional ha sido consistentemente inferior al promedio nacional y por debajo de otras regiones comparables. Esta tendencia se ha mantenido en los años más recientes y refuerza la idea de que la economía regional enfrenta un estancamiento relativo en su capacidad de generar crecimiento sostenido y oportunidades económicas amplias.
Estos antecedentes no solo muestran una transformación sectorial, sino que interpelan directamente las estrategias de desarrollo regional: ¿cuáles son las nuevas vocaciones productivas que deben impulsarse?, ¿cómo revertir la caída de sectores intensivos en empleo como la industria?, ¿qué tipo de inversión se requiere para reconectar la región con una senda de crecimiento más robusta y sostenible?
Entre 2013 y 2021, la Región de Valparaíso se ubicó en los últimos lugares del país en cuanto a dinamismo económico. Fue la penúltima región en crecimiento total de su PIB en ese período, y se posicionó como la región con el menor crecimiento promedio de PIB per cápita del país. Estos datos no solo confirman una tendencia de rezago estructural sostenido, sino que también plantean interrogantes estratégicos sobre las condiciones que han limitado la expansión de la economía regional, la atracción de inversiones de escala y la generación de oportunidades equitativas en los distintos territorios que la componen.
Distribución del Producto Interno Bruto-PIB-de Chile por región, periodo 2013 - 2021
CORFO 2022.
Tasa de crecimiento promedio PIB per cápita 2013 – 2021 diferenciada por regiones.
Fuente: Elaboración propia a partir de Banco Central de Chile (2023).
Una dimensión clave para formular hipótesis sobre las causas del bajo dinamismo económico de la región es el perfil de su inversión. Según datos de la Corporación de Bienes de Capital, la inversión total proyectada en la Región de Valparaíso para el período 2022–2026 se sitúa por debajo de la registrada en regiones comparables, como Coquimbo o Biobío. Esta diferencia cuantitativa sugiere un menor impulso relativo de grandes iniciativas de inversión, tanto públicas como privadas, lo que podría estar incidiendo en la débil expansión del PIB regional y en la baja creación de empleos de calidad. Resulta pertinente, por tanto, indagar no sólo en los montos de inversión, sino también en la naturaleza de los proyectos impulsados y en los actores —estatales o privados— que los protagonizan, para comprender de mejor forma el alcance y las limitaciones del modelo de desarrollo regional vigente.
Inversión regional proyectada 2022 – 2026 (en miles de millones de dólares) CBC 2023
Https://www.cbc.cl/archivos/noticias/inversion_privada_y_estatal_2026_sube_y_esperan_desembolsos_por_usd57_mil millones.pdf
Adicionalmente, la composición de la inversión en la región revela una baja participación relativa del sector privado. Mientras que en once de las dieciséis regiones del país, el monto de inversión proyectada proveniente de fuentes privadas supera al de origen público, en la Región de Valparaíso ocurre lo contrario: la inversión proyectada pública es mayor que la inversión privada. Esta tendencia, lejos de ser coyuntural, ya se evidenciaba en el informe anterior de la Corporación de Bienes de Capital para el período 2018–2022. La persistencia de este patrón invita a una reflexión necesaria: ¿cuáles son los factores que condicionan la menor presencia relativa del esfuerzo privado en la inversión regional?. Se trata de una pregunta legítima y abierta, que interpela al conjunto de actores públicos, privados y sociales de la región, y que resulta clave para pensar de forma estratégica el desarrollo económico de Valparaíso.
Entre los posibles caminos a explorar se encuentran el fortalecimiento de los instrumentos de fomento productivo con enfoque territorial, el desarrollo de alianzas público-privadas para proyectos estratégicos de infraestructura, y la generación de condiciones de certeza jurídica, regulatoria y ambiental que favorezcan la inversión de largo plazo. También resulta clave avanzar en estrategias de especialización inteligente que promuevan sectores con alto potencial regional, así como fortalecer el capital humano, la conectividad y el entorno institucional para el emprendimiento y la innovación. Todo ello debe formar parte de una agenda compartida, orientada a activar las capacidades endógenas del territorio y a dinamizar un desarrollo económico para la Región de Valparaíso.
Inversión regional proyectada 2022 – 2026 (en miles de millones de dólares) CBC. 2023
Https://www.cl/archivos/noticias/inversionprivadayestatal2026subeyesperandesembolsospor57milmillones.pdf
Las tendencias económicas revisadas en este ejercicio responden a características estructurales de larga data en la Región de Valparaíso. Son fenómenos persistentes, que atraviesan distintos ciclos económicos, gobiernos y contextos nacionales e internacionales. En ese sentido, no pueden atribuirse exclusivamente a factores coyunturales, sino que remiten a cuestiones de fondo que es necesario enfrentar con una mirada estratégica y de largo plazo.
El hecho de contar con una región cuyo desempeño económico ha mostrado un magro desempeño relativo —con resultados sistemáticamente inferiores al promedio nacional y por debajo de los observados en regiones comparables— plantea interrogantes esenciales sobre las estrategias de desarrollo territorial. A esto se suma una elevada participación del sector público en la inversión regional, lo que refuerza la necesidad de preguntarse por el rol que debiera jugar el sector privado y, especialmente, por el tipo de alianzas público-privadas que es posible y necesario construir para dinamizar el desarrollo económico con un sentido de equidad territorial y bienestar humano.
Estas reflexiones no sólo invitan a repensar los instrumentos de fomento y planificación económica, sino también a promover espacios de articulación entre actores públicos, privados, sociales y académicos, capaces de generar una visión compartida de futuro para la región. Una visión que reconozca sus desafíos estructurales, pero que también se funde en sus capacidades, vocaciones y oportunidades.

El ejercicio de caracterización aquí expuesto ha arrojado importantes pistas sobre desafíos estructurales que la Región de Valparaíso debe asumir con urgencia si desea proyectar un desarrollo humano sostenible para las próximas décadas.
Entre los aspectos más acuciantes que emergen de este análisis, destacan los siguientes:
• El envejecimiento acelerado de la población plantea implicancias que van mucho más allá de lo demográfico. Supone la necesidad de repensar los sistemas de cuidados, salud, seguridad social, habitabilidad y vida urbana. Este fenómeno exige respuestas integrales, sensibles al territorio y con visión de largo plazo.
• Las persistentes brechas de género nos interpelan como región. Una proporción significativa de mujeres lidera sus hogares en condiciones de alta vulnerabilidad, enfrentando mercados laborales precarizados y con brechas estructurales que persisten pese a los esfuerzos institucionales.
• El impacto del fenómeno migratorio reciente, con un ritmo de crecimiento que superó la capacidad de respuesta institucional, nos enfrenta a tensiones reales de integración, cohesión social y convivencia. Este fenómeno debe ser abordado con realismo, empatía y políticas intersectoriales coordinadas.
• Las dinámicas territoriales desiguales, expresadas tanto en procesos de despoblamiento como en la proliferación de asentamientos precarios sin planificación, muestran con claridad la necesidad de una política territorial integral, que armonice crecimiento, equidad y sustentabilidad.
• Las desigualdades persistentes en resultados sociales claves —como educación, salud e ingresos— revelan brechas entre comunas y territorios que condicionan fuertemente las trayectorias de vida de las personas. Esto obliga a pensar el desarrollo regional desde una lógica de complementariedad, coordinación y corresponsabilidad entre actores públicos y privados.
• La condición actual de la comuna de Valparaíso, sede del Gobierno Regional, debe preocuparnos especialmente. Muchos de los problemas diagnosticados se expresan con mayor crudeza en esta comuna. La tendencia de deterioro en indicadores clave afecta no solo a quienes allí viven, sino también a toda la región, por el peso simbólico, institucional y funcional de su capital. No es posible construir un relato de futuro para la Región de Valparaíso si su ciudad capital arrastra un presente marcado por la fragilidad.
• El magro desempeño de la economía regional y su baja capacidad para generar encadenamientos productivos o dinamismo sostenido, evidencia la urgencia de revisar las condiciones que hoy limitan la inversión privada. Sin una estrategia que promueva activamente alianzas público-privadas, difícilmente se podrá revertir el bajo desempeño económico que arrastra la región hace décadas.
Todos estos desafíos demandan acciones decididas, basadas en evidencia, con visión territorial, perspectiva de largo plazo y espíritu colaborativo. El sentido profundo de este ejercicio es precisamente abrir una conversación informada, rigurosa y amplia sobre el futuro de la región. Una conversación que no se agote en una caracterización, sino que convoque a todos los actores regionales a la acción: autoridades, sector privado, mundo académico, organizaciones sociales y comunidades locales.
La Región de Valparaíso tiene historia, capacidades y vocaciones que deben ser puestas al servicio de una agenda de desarrollo humano integral. Ese es el desafío y también la oportunidad. La invitación queda hecha.
Actuar sobre el futuro, actuar ahora:
Frente a los desafíos que surgen de esta caracterización de la Región de Valparaíso, es necesario plantearse con urgencia dos preguntas fundamentales: ¿Qué hacer? Es decir, ¿cuáles son las estrategias de largo plazo capaces de revertir positivamente estas tendencias? Y también, ¿quién debe y puede llevar a cabo esas estrategias? ¿Cuáles son los actores del desarrollo regional y qué rol les corresponde asumir?
Responder estas preguntas exige un compromiso transversal y sostenido en el tiempo. Por ello, todos los actores de la región están interpelados: el mundo político —Gobernador, alcaldes, consejeros regionales, concejales, seremis, jefaturas de servicios—; el ámbito parlamentario —senadores y diputados—; el poder judicial y la Contraloría; las Fuerzas Armadas y de orden; las universidades, centros de formación técnica y profesionales; las empresas de todos los tamaños y sus gremios; los medios de comunicación, el mundo de la cultura, las iglesias, los sindicatos, las organizaciones sociales, las juntas de vecinos, entre muchos otros. Todos ellos —y otros que puedan emerger— deben contribuir a una conversación estratégica sobre el futuro de la región.
En este proceso, la ciudadanía regional también debe ser parte activa. Ello implica generar condiciones que favorezcan la participación informada, el seguimiento público de los debates y la comprensión de las decisiones que se tomen. Los actores territoriales comunican no sólo con palabras, sino con hechos. Sus acciones —o su inacción— son observadas atentamente por la ciudadanía. Por eso, la capacidad de construir acuerdos y comprometerse con estrategias de largo plazo no solo es clave para el desarrollo, sino también para recuperar y fortalecer la confianza ciudadana.
Para avanzar, se requiere construir o fortalecer espacios públicos regionales y locales que posibiliten la interacción, la coordinación entre actores y una comunicación fluida con la sociedad. Solo así será posible movilizar capacidades internas, promover sinergias y enfrentar eficazmente uno de los obstáculos más persistentes: la concentración del poder en el nivel central.
Actuar de forma coordinada, con sentido de conjunto, es una condición indispensable para fortalecer la región. Una región más fuerte es también una región que se conoce a sí misma, que dispone de datos propios y de capacidades para analizarlos. Solo a partir del conocimiento riguroso de sus realidades es posible construir visiones de futuro y plantear exigencias al nivel central desde una posición de legitimidad y evidencia.
Por eso, se vuelve imprescindible profundizar la caracterización regional: sistematizar información en nuevos ámbitos, explorar escalas territoriales más pertinentes y avanzar hacia un diagnóstico cada vez más fino. Esto no es sencillo, porque no siempre se dispone de datos suficientes o desagregados. En ese sentido, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso pone a disposición de la región sus capacidades técnicas para contribuir a generar los análisis y datos que aún hacen falta.
El conjunto de los datos revisados en este primer ejercicio da cuenta de cuestiones estructurales que desafían a la región desde hace décadas. Desde la PUCV, afirmamos que es necesario y urgente hacerse cargo
de ellas con seriedad, sistematicidad y voluntad de colaboración intersectorial. Solo así será posible revertir la inercia de largo plazo y abrir una nueva trayectoria de desarrollo.
El momento para iniciar esta conversación es estratégico. A las puertas de un nuevo proceso electoral, resulta clave que quienes aspiran a representar a la región o a ejercer el poder ejecutivo conozcan estos desafíos, y estén disponibles a construir junto a los actores regionales una agenda común de largo plazo.
Actuar sobre el futuro exige actuar ahora. El futuro de la región se construye hoy.
Fuentes públicas revisadas:
• Banco Central de Chile
• CORFO. Chile y sus regiones en datos económicos: Informe económico para la descentralización. Unidad de Análisis Territorial, Gerencia de Redes y Territorios. Agosto de 2022.
• División de Planificación y Desarrollo Regional. Informe de análisis regional. Estrategia de desarrollo regional de Valparaíso. Agosto de 2023.
• Fundación PIENSA
• Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH). Mapa de conflictos socioambientales.
• Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Censo 2024.
• Ministerio de Desarrollo Social y Familia. Encuesta CASEN (varios años).
• Ministerio de Hacienda
• Ministerio del Interior y Seguridad Pública, Subsecretaría de Prevención del Delito. Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC) 2023.
• PNUD. El desarrollo humano de las comunas de Chile. Edición 2024.
• Superintendencia de Educación Superior
• Superintendencia de Salud, Departamento de Estudios y Desarrollo. Caracterización de las especialidades médicas en Chile en 2022. Julio de 2023.
• Un Techo para Chile. Catastro nacional de campamentos 2024–2025.
Colaboraciones:
• Dr. Carlos Valdebenito. Escuela de Trabajo Social PUCV.
• Profesor Jorge Negrete. Instituto de Geografía PUCV.
• Profesor Boris Olguín. Director General, Ministerio de Obras Públicas, Gobierno de Chile.
• Drago Radović. Director Observatorio Laboral PUCV.
Caracterización demográfica y socioeconómica de la Región de Valparaíso Algunas tendencias de largo plazo