Mensajero 293

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Año 11 / No. 293

Domingo 8 de diciembre de 2019

Nuestra Señora de Guadalupe,

Coatlaxopeuh: La que aplasta a la serpiente Pag. 7

Amar a la Virgen de Guadalupe es amar a su Hijo

María en la Historia de la Salvación

P. 13

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¿Conoces el Nican Mopohua? P. 8


No. 293

Santa María de Guadalupe nos lleva al compromiso con Jesucristo

Directorio Excmo. Sr. D. José António Fernández Hurtado Arzobispo de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Guillermo Ortíz Mondragón Obispo de Cuautitlán Excmo. Sr. D. Francisco González Ramos Obispo de Izcalli Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G Obispo de Ecatepec Excmo. Sr. D. Onésimo Cepeda Silva Obispo Emérito de Ecatepec Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar Galicia Obispo de Teotihuacán Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla Sánchez Obispo de Texcoco Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales Sánchez Obispo de Nezahualcóyotl

Estos días estamos viviendo el tiempo litúrgico llamado Adviento que como sabemos significa venida, es la venida del Señor. En donde se nos habla de un pasado, de un presente y de un futuro; hablamos de su venida histórica, cuando el Verbo de Dios “se hizo hombre y habitó entre nosotros11 (Jn 1, 14) esta venida la recordamos cada Navidad; hablamos también de su continua venida en nuestras vidas y, especialmente en la Eucaristía; hablamos de su venida final al final de los tiempos. En estos 4 domingos de adviento, la liturgia de la Palabra en la eucaristía dominical quiere preparar nuestro corazón para que recibamos dignamente al Niño Dios; ciertamente tenemos guías seguros que nos ayudarán a lograr este cometido y en los cuáles debemos estar atentos, en especial; Isaías, Juan el Bautista y María Santísima. También en estos días de adviento, celebramos la Fiesta de la Virgen de Guadalupe que nos llena de alegría y que ha de prepararnos a encontrarnos con el Niño Dios. Ahora estamos celebrando los 488 años del acontecimiento de las apariciones de la Guadalupana a San Juan Diego; es la visita que hace a nuestra tierra, una mujer vestida con el sol, con la luna bajo sus pies y cubierta con un manto de doce estrellas y que va a dar a luz, así la contemplamos en su

imagen original; una imagen que nos produce una gran alegría. María de Guadalupe siempre está presente en todos nuestros hogares, en nuestras celebraciones litúrgicas y en la vida de los mexicanos. La llegada de María Santísima, su persona y su palabra han sido expresión del inmenso amor que Dios nos tiene. Ella es la intérprete cercana de la revelación divina. Es nuestra catequista. Nos dice cómo educar al pueblo a partir de su cultura y hace de san Juan Diego su evangelizador. En estos días tenemos tantas manifestaciones, expresiones de amor a la Morenita del Tepeyac a los largo y ancho de nuestra Patria y en otras partes del mundo: peregrinaciones, danzas, música, flores, cantos, plegarias ... pero no solo debe quedar en lo afectivo, sino también en un mayor compromiso como discípulos misioneros de Jesucristo; soñar y buscar hacer vida, como nos dice el Papa Francisco en la Evangelii Gaudium en el no. 27, “una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda la estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la auto preservación”(…). Sigamos en la dirección de una Iglesia en salida, una Iglesia cercana, una Iglesia de puertas abiertas. Con mi bendición y aprecio

+ José Antonio Fernández Hurtado Arzobispo de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Víctor René Rodríguez Gómez Obispo de Valle de Chalco Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza Cruz Obispo Auxiliar de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Jorge Cuapio Bautista Obispo Auxiliar de Tlalnepantla DIRECTOR GENERAL Mons. Víctor René Rodríguez Gómez Presidente de la Comisión Provincial para la Pastoral de la Comunicación DIRECTORA EN TURNO Abril Villanueva COLABORADORES Equipo de la Pastoral de la Comunicación de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla Los artículos y opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan necesariamente la posición oficial de la Iglesia ni de este medio de comunicación. Registro en trámite.

Es una publicación catorcenal de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla. Se distribuye en la Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de Cuautitlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco, Teotihuacán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

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Peregrinar: “manifestación de nuestra fe” Por: Fernando Santoyo / Codipacs Ecatepec

En próximos días contemplaremos un signo especial para el pueblo de México, miles de personas caminando por carreteras, avenidas y calles, solo con una finalidad: poder visitar a la Santísima Madre de Dios en la Basílica de Guadalupe o en algún santuario dedicado. De ahí que viene a mi mente el ¿por qué de este fervor? y solo puedo contemplar a la luz de la revelación cómo es que las peregrinaciones son una expresión impactante y transformadora de nuestra fe, ya que el peregrinar nos recuerda que nuestra vida es un caminar al encuentro con Dios, puesto que aspiramos a la salvación. Contemplar cómo con gozo, fe y entrega el Pueblo de Dios expresa su devoción, enriqueciendo su fe y fortaleciéndola, mediante las peregrinaciones el Pueblo de Dios manifiesta su camino hacia la vida eterna. Esta puesta en marcha debe fortalecer el camino en el Espíritu Santo, en donde animados como Pueblo de Dios, peregrinamos juntos en nuestra vida personal y en la historia colectiva del pueblo, este acontecimiento debe revitalizar la religiosidad popular como un acercamiento a las raíces de nuestra fe. Caminamos con fe de la mano de María, junto a ella debemos ir construyendo un camino de justicia, amor y esperanza, en donde podamos contribuir a mitigar el dolor que en nuestra nación se manifiesta de día en día, en donde peregrinamos como discípulos misioneros que vemos el sufrir de los demás, ayudándoles de acuerdo a nuestras posibilidades, haciendo presente el Reino de Dios con los más pobres y necesitados. Esto me lleva a poder contemplar que somos peregrinos en nuestra patria mirando las necesidades de nuestros hermanos y agradeciendo a Dios porque mientras caminamos podemos hacer el bien para llegar a la vida eterna.

Vivid alegres, el Señor está cerca «Vivid alegres», es la invitación que hace la Iglesia a todos los fieles, porque el Señor vendrá pronto. El tiempo de adviento habla de un pasado, de un presente y de un futuro, y en todos estos tiempo Dios quiere reinar en tu vida, quiere dar vida nueva a todos los momentos de la vida del hombre. El adviento es un tiempo de preparación para poder dejar el pasado, el presente y el futuro en sus manos, para su gloria. Es un tiempo para poder comprender el pasado, los sufrimientos y la historia que Dios ha dado a cada hombre, saber que todo lo que Dios hace está bien y de es forma alabar a Dios por la historia de cada uno, para dejar que él cure las heridas y tener un pasado para gloria de Dios. También, las oración en este tiempo ayuda a poder poner los pies en la tierra, saber que Dios ha creado al hombre para el amor y para que sea feliz en este mundo. Finalmente, es importante en este tiempo tener los pies bien fijos en la tierra pero la mirada puesta en el cielo, es decir, pedir la fe y la espe-

ranza para tener la certeza de que la Vida eterna, que Dios nos ha prometido, vale mucho más que lo que el mundo nos pueda ofrecer. El adviento es un tiempo de preparación, un tiempo distinto. A veces se puede perder fácilmente el sentido del adviento porque el mundo ofrece muchas ideas erróneas de lo que es la navidad. El mundo ofrece miles de productos que supuestamente dan la felicidad, pero la verdadera felicidad está en la intimidad con Jesús, nacido en un humilde pesebre. En este tiempo las empresas presentan la idea de unión y armonía en las familias, como una forma disfrazada de consumismo, pero la unión y la alegría se encuentran en la oración en familia. Es fácil perderse en este tiempo, perder el sentido del nacimiento del Niño Jesús, por eso es necesario ir a lo más simple, a lo más sencillo, tal como lo hizo el Niño Jesús, porque en la humildad y en la sencillez se manifiestan los regalos más grandes de Dios.


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Kermés del Seminario Diocesano de Izcalli Por: CODIPCAS Izcalli

El pasado domingo 1 de diciembre, la Diócesis de Izcalli festejó el inicio del Adviento con la tradicional kermés del Seminario Diocesano, ésta se realiza cada año el primer domingo de diciembre, esta vez coincidió con el nuevo año litúrgico. La kermés del seminario es una gran oportunidad para la eclesialidad, pues reúne en la casa del seminario, el corazón de la

Diócesis, a fieles de todas las comunidades, a miembros de la vida religiosa que tienen casa dentro de la diócesis y al clero diocesano. Como muestra de solidaridad e interés por el seminario, cada parroquia de la diócesis apoya con un puesto, así como los movimientos diocesanos, las casas religiosas y la familia de los seminaristas. Además de con-

tar con el alimento que fortalece al cuerpo, también se celebra la Eucaristía, alimento espiritual, en distintos horarios; el Señor Obispo Francisco presidió dos celebraciones, la del medio día y la de las 6 de la tarde. De esta forma la kermés cuenta con todo lo necesario para vivir un domingo en familia apoyando al seminario. Todo comenzó a las 8:00 am con una carrera de 5 km, el banderazo de salida lo dio el Señor Obispo, inaugurando, además, el «kilómetro de plata en favor de las vocaciones sacerdotales» siendo él, el primero en colocar su aportación para la Pastoral Vocacional. La kermés estuvo amenizada por grupos musicales en vivo, bailables y eventos culturales varios; además la Pastoral Vocacional realizó una expo-vocacional en la cual, los asistentes pudieron conocer la riqueza del llamado de Dios a su Pueblo. Los seminaristas presentaron, como cada año, la tradicional pastorela, escrita e interpretada por ellos mismos. Todo el trabajo que se hace en la kermés tiene un fin común: mostrar la riqueza de la vocación sacerdotal, así como apoyar a la formación de los futuros sacerdotes.

Peregrinación anual de la Diócesis de Cuautitlán a la Basílica de Guadalupe Por: Victoria de la Cruz / Cuautitlán “Nuestra meta: ser mejores discípulos y misioneros como San Juan Diego” El pasado 28 de noviembre, Don Guillermo Ortiz Mondragón, Obispo de la Diócesis de Cuautitlán, se reunió un año más con sus feligreses en la Glorieta de Peralvillo, para iniciar su peregrinación a la casa de Nuestra Señora de Guadalupe. Acompañado de fieles entusiastas provenientes de las 4 Vicarías y las correspondientes parroquias que conforman esta diócesis; coincidieron en su mayoría, que iban a dar gracias por un año más de vida, por los favores recibidos de nuestro Señor Jesucristo a través de su intercesión, y por la ayuda experimentada por su fe en momentos de necesidad,

enfermedad o en casos difíciles; en una palabra iban a platicar, a besar la mano y mejilla de su Madre, como lo comentó el Sr. Obispo don Guillermo Ortiz en la homilía de la Santa Misa. Así mismo, el Sr. Obispo, agradeció y puso en las manos de la

Santísima Virgen María de Guadalupe, el proyecto que Dios Padre ha puesto en sus manos para servirle: La preparación del 8° Congreso Eucarístico Nacional. Convocó a los fieles a ser como María “pobres de Yahveh” acogidos incondicionalmente a Cristo,

“juntos sigamos edificando la casita que nos pide en el cielo”. Terminó la celebración con una bella oración dirigida a Nuestra Madre del Cielo y encabezada por todos los sacerdotes presentes y feligreses acompañantes. Comentó que la Virgen María también nos comunica la Buena Nueva de la Salvación de su hijo como misionera que es. “Ella y que ella misma, llena del Espiritu Santo sabe que con la fuerza del Espiritu Santo se puede transformar todo y así lo hizo deteniendo Su visita fue para agradecer y poner en sus manos el proyecto que el Padre Dios le ha encomendado: La preparación del congreso Eucarístico Nacional. Pues por medio de su fe habían experimentado su compañía


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En camino hacia la VII Asamblea Diocesana de Pastoral Por: VicarÍa de Pastoral, Diócesis de Valle de Chalco

La Asamblea Diocesana es un espacio donde fieles de las 68 parroquias que conforman la Diócesis de Valle de Chalco, se reúnen para conocer los resultados del trabajo realizado durante los últimos tres años y contemplar juntos nuestros avances y también nuestros obstáculos. Como parte del caminar de esta Diócesis, en este año, durante agosto y septiembre se realizaron las Asambleas Parroquiales y en octubre y noviembre las de cada Vicaría Episcopal, en preparación para la VII Asamblea Diocesana de Pastoral, con este objetivo: “Los Agentes de Pastoral de la Diócesis de Valle de Chalco, participan en la VII Asamblea Diocesana, de forma cordial, cercana y generosa, para evaluar el caminar diocesano, experimentando su dignidad de personas y su vocación de hijos de Dios”. A seis años de que entró en vigor el Plan Diocesano de Pastoral, podemos decir con gran alegría que los avances logrados en las parroquias ya son palpables,

los agentes de pastoral ya están más conectados con el Plan y la metodología. La Metodología Prospectiva nos permite mirar los pequeños y firmes pasos, también nos permite retomar lo que aún nos falta y reorientar lo que no ha funcionado. En esta próxima Asamblea Diocesana se decidirá si se da el paso a la siguiente fase, que sería la Tercera Fase de la Primera Etapa, para seguir impulsando la Etapa Kerigmática, de convocación, en la que todos se sienten parte de la comunidad que forma la Iglesia. Con cada actividad parroquial y diocesana que se realiza, trabajamos juntos por cambiar la situación y alcanzar poco a poco el ideal, no es algo fácil, pues se requiere de trabajo, esfuerzo, constancia y perseverancia, para no desistir en el camino, pero con la guía de nuestros Pastores y la iluminación del Espíritu Santo, caminamos en sinodalidad hacia nuestro gran ideal.

Un nuevo Andrés, para la Diócesis de Texcoco Por: Sofía L. Godínez Atenco, Estado de México a 30 de noviembre de 2019. En el marco de la fiesta de san Andrés Apóstol, se llevó a cabo la ordenación diaconal de Juan José López Bernal en la capilla de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, en la comunidad del Saladito, municipio de Atenco. La Celebración Eucarística fue presidida por Mons. Juan Manuel Mancilla Sánchez, Obispo de Texcoco y concelebrada por Mons. Jorge Cuapio Bautista, Obispo Auxiliar de Tlalnepantla, Pbro. Francisco Santaella, párroco de El Divino Niño en Atenco y los presbíteros Simón Buendía Valverde, David Reina y José Guadalupe Aguado, del Equipo Formador del Seminario de Cristo Rey para las Vocaciones en Edad Adulta.

que les dirija la palabra, él va a poner mucho cuidado de evitar palabras feas, incorrectas, que produzcan dolor, heridas, angustias; él va a decir una palabra de verdad, cierta, segura porque es de Dios, él va a decir una palabra amable “buenas noticias”, él va a decir una palabra consoladora porque todos llevamos muchas heridas, y esa palabra es como un bálsamo suave, y es como una medicina efectiva, es la Palabra de Dios. La Palabra de Jesús en el santo Evangelio siempre se llamará “buena noticia”, excelente noticia, y Dios en su propósito solo tiene eso para sus hijos –díganme qué mamá o qué papá ha andado buscando -por decir- cosas que le hagan daño a su hijo, a su hija. ¡Jamás! La mamá y el papá viven para

Juan José realizó su promesa de fidelidad a Cristo y a la Iglesia Diocesana de Texcoco y recibió el Sacramento del Orden en el grado de Diaconado de manos de Mons. Juan Manuel Mancilla, quién le dirigió un mensaje que le ayudará en su nuevo estado de vida, le aconsejó que su palabra sea constructiva y certera para curar los corazones y para rescatarlos para gloria de Dios: “Qué regalo tan bonito para la Iglesia el día de hoy, cuando Nuestro Señor nos regala a Juan José como un mensajero de Dios. Él a partir de hoy se convierte en un portador, en un mensajero cualificado de la enseñanza divina. A partir de hoy su servicio a ustedes se perfecciona, en los momentos en

darle de beber, para darle de comer, para asistir, para apoyar, para sanar, fortalecer a sus hijos– pues así son los mensajeros del Señor, así pasa con todos los que son enviados en nombre de Cristo… Juan José, que tú seas un Andrés que detectes los carismas de los niños, que te fijes en las cualidades de los pequeñitos y que los promuevas, y que les siembres ilusiones acerca de Dios, de la mano de Cristo, porque Él es el único que puede ayudarnos a cumplir satisfactoriamente los proyectos de Dios”, expresó el Obispo. Después de la celebración eucarística, Juan José agradeció a los asistentes con una convivencia en el Seminario de santa Rosa.


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Encuentro Diocesano de Movimientos Laicales Por: Francisco Hernández / Codipacs Ecatepec El sábado 23 de noviembre, participamos en el Encuentro Diocesano de Movimientos Laicales que se llevó a cabo en la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús, participamos de la animación con cantos dinámicos; la bienvenida estuvo a cargo del Padre Antonio Zárate Rosales, encargado de Movimientos Laicales en la Diócesis. Con gran entusiasmo y devoción se hizo la entronización de la Palabra y las oraciones de inicio consagrando la reunión, participando hermanos y hermanas de Movimiento Cursillos de Cristiandad y de ANSPAC. Una de las actividades centrales en este encuentro fue la Conferencia: “La Eucaristía, Pan de Esperanza, unidad y caridad” por el Padre José Guadalupe Granados, quien destaco que: “La Eucaristía es la cumbre de las manifestaciones del Amor de Jesucristo”. Al término de la conferencia se integraron equipos de trabajo para reflexionar. A las 13:00 horas se llevó a cabo la Celebración Solemne de la Misa, presidida por nuestro Pastor el Sr. Obispo Mons. Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, quien nos motivó a ser miembros activos de la caridad. Al término de la misa el Padre Antonio

se dirigió al Sr. Obispo para presentarle los Movimientos Laicales presentes, mencionando a los siguientes: Renovación Carismática Católica en el Espíritu Santo, Escuela de San Andrés, Sine, Adoración Nocturna, ANSPAC, Cursillos de cristiandad, Equipo Laico al Servicio de la Pastoral, Escuela de la Cruz, Orden Franciscana

Seglar, Marías de los Sagrarios y Discípulos de San Juan, Taller de Vida y Oración, Legión de María, Guardias de Honor del Sagrado Corazón de Jesús, Juventud Franciscana, Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana, Movimiento Familiar Cristiano Juvenil, Renovación Carismática Juvenil y Movimiento Familiar Cristiano.

La donación de órganos como acto de humanidad y de fe Por: Pbro. Roberto Delgado Suárez / Diócesis de Nezahualcóyotl Los laicos que siguen con especialidad pastoral de cesano de Formación para acompañamiento psicoelos estudios de educación acompañamiento psicoes- Agentes Pastorales (ID- mocional y espiritualidad continua posteriores a la piritual, en el Instituto Dio- FAP), prestan el servicio de en algunas parroquias y en el Hospital General la Perla Nezahualcóyotl, por invitación de las enfermeras de cuidados paliativos Santa Muñoz Olmeda, Verónica Martínez Losoyo y Martha Isabel Saucedo Padilla. La pastoral hospitalaria es una rama de atención de la pastoral de la salud. Uno de los temas que se ha abordado en el trabajo de acompañamiento, ha sido la donación de órganos que el médico tratante propone a los padres de quien ha concluido la vida por muerte encefálica. La decisión de donar órganos es un acto de generosidad, es un acto altruista, es un acto de humanidad que permite que las personas que se encuentran en lista de espera de un ór-

gano, puedan tener mejor calidad de vida al recibirlo. La decisión de donación de órganos también es un acto de fe en la resurrección que como afirma San Pablo: “Sembramos un cuerpo corruptible y resucita un cuerpo incorruptible” (1Cor 15, 42-43. 54), además, es una forma de crecer en las otras dos virtudes teologales que son la esperanza (Rm 8, 11. 18) y la caridad (Jn 15, 13). Instituto, teléfono 5538898082


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Celebremos la Fe

Nuestra Señora de Guadalupe, Coatlaxopeuh: La que aplasta a la serpiente Por: CODIPACS / Valle de Chalco

Un sábado de 1531 a principios de diciembre, un indio llamado Juan Diego, iba muy de madrugada del pueblo en que residía a la ciudad de México a asistir a sus clases de catecismo y a oír la Santa Misa. Al pie de un cerro pequeño llamado Tepeyac vio una nube blanca y resplandeciente y oyó que lo llamaban

por su nombre. Subió a la cumbre y vio a una Señora de sobrehumana belleza, cuyo vestido era brillante como el sol, la cual con palabras muy amables y atentas, le dijo: “Juanito: el más pequeño de mis hijos, yo soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios, por quien se vive. Deseo vivamente

volviese al día siguiente al mismo lugar pues allí le daría la señal. Al día siguiente Juan Diego no pudo volver al cerro pues su tío Juan Bernardino estaba muy enfermo y marchó a toda prisa para conseguir un sacerdote. La madrugada del 12 de diciembre Juan Diego al pasar por el lugar donde debía encontrarse con la Señora prefirió tomar otro camino para evitarla. De pronto María salió a su encuentro y le preguntó a dónde iba. El indio avergonzado le explicó lo que ocurría. que se me construya aquí un templo, para en él mostrar y prodigar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa a todos los moradores de esta tierra y a todos los que me invoquen y en Mí confíen. Ve donde el Señor Obispo y dile que deseo un templo en este llano. Anda y pon en ello todo tu esfuerzo”. Juan Diego se dirigió a la casa del obispo Fray Juan de Zumárraga y le contó todo lo que había La Virgen dijo a Juan sucedido. El obispo oyó Diego que no se preocucon admiración el relato para, que su tío no moridel indio y le hizo muchas ría y que ya estaba sano. preguntas, pero al final Entonces el indio le pidió la señal que debía lleno le creyó. De regresó a su pueblo var al Obispo. María Juan Diego se encontró le dijo que subiera a la de nuevo con la Virgen cumbre del cerro donMaría y le explicó lo ocu- de halló rosas de Castirrido. La Virgen le pidió lla frescas y poniéndose que al día siguiente fuera la tilma, cortó cuantas nuevamente a hablar con pudo y se las llevó. Una vez ante Monseel obispo y le repitiera el mensaje. Esta vez el obis- ñor Zumárraga Juan Diepo, luego de oír a Juan Diego le dijo que debía ir y decirle a la Señora que le diese alguna señal que probara lo que decía. De regreso, Juan Diego halló a María y le narró los hechos. La Virgen le mandó que

go desplegó su manta, cayeron al suelo las rosas y la tilma estaba pintada con lo que hoy se conoce como la imagen de la Virgen de Guadalupe. Viendo esto, el obispo llevó la imagen santa a la Iglesia Mayor y edificó una ermita en el lugar que había señalado el indio. Se cree que el origen del nombre Guadalupe es el resultado de la traducción del náhuatl al español de las palabras usadas por la Virgen durante su aparición a Juan Bernardino, el tío enfermo de Juan Diego. Nuestra Señora usó el término náhuatl de coatlaxopeuh,

el cual es pronunciado “quatlasupe” y suena extremadamente parecido a la palabra en español Guadalupe. Coa significando serpiente, tla el artículo “la”, mientras xopeuh significa aplastar. Así Nuestra Señora se debió haber referido a ella misma como “la que aplasta la serpiente.” Con información de: aciprensa.com y es.catholic.net


Cultura

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El Acontecimiento Guadalupano Por: Hugo Marín / Diócesis de Ecatepec “Y luego extendió su blanca tilma… se apareció de repente la amada imagen de la Perfecta Virgen Santa María, Madre de Dios...” (Cfr. Nican Mopohua 181-183) Esta imagen que hoy veneramos en la Basílica de Guadalupe es la muestra tangible del acontecimiento guadalupano y cuya estampación en la burda y humilde tilma de San Juan Diego es todo un lenguaje de comunicación para los indígenas. Durante sus casi 488 años de preservación el ayate ha sido sometido a distintos estudios científicos e históricos que dan fe de la magnificencia de la misma; en ella podemos ver a una mujer de espera que manifiesta que el centro de ella es Cristo mismo, ¡Santa María de Guadalupe es Cristo céntrica! En la narrativa plasmada en el Nican Mopohua, la Señora expresa al indio su deseo de que se le construya una Casita Sagrada para ensalzar

a su Hijo Jesucristo que es su Amor Persona, denotando así que ella es cauce de luz, pues ella misma es Casita Sagrada ya que en su ser trae a Dios; los indígenas comprenden con claridad el mensaje pues en el centro de su túnica color salmón se encuentra la única flor de cuatro pétalos (Nahui Ollin) que significa el universo entero, el movimiento, la divinidad y Dios como dueño del cielo y de la tierra, “el arraigadísimo Dios por quien se vive”. La doncella que observa el humilde siervo es una noble y al mismo tiempo es emperatriz por el manto verde que simboliza la vida y el azul que denota el cielo; por otro lado, el sol, la luna y las estrellas, en la imagen se encuentran en unidad, juntando así lo bueno y verdadero de la cultura. Está posada de pie sobre una luna eclipsada, referenciando el eclipse de luna acontecido en el

1531, año de la aparición; la figura de María además se muestra delante del sol con la finalidad de descubrirnos al Verdadero Sol de justicia anunciándolo junto con el ángel que está en sus pies, ángel que, con alas de águila, rostro de

niño y cabello de anciano símbolos de pureza y sabiduría presenta el mensaje y deseo de la Tonantzin Guadalupe. Es su rostro mestizo e inclinado que cumple hasta nuestros días su promesa, enjugar nuestras lágrimas.

Juan Diego, quien murió en 1548. Este documento la narración de la evangelización de una cultura donde la ayuda de Dios y de la Virgen fue evidente. Por medio de un estilo correcto, digno y sólido uno se da cuenta que esta evangelización llegó hasta la más profunda raíz de la cultura pre-hispánica, llevándose a realizar la de dos pueblos irreconciliables. En la plenitud de los tiempos para América aparece María Santísima portadora de Cristo. Hay una identificación de lo esencial de la Biblia: -Cristo, centro de la Historia(Juan 3,14-16) con lo esencial del Nican Mopohua (vv.26-27) y con lo esencial del mensaje glífico de la Imagen de Nuestra Señora de Guadalupe: el Niño Sol que lleva en su vientre Santísimo. Finalmente, entre los protagonistas del relato están: · La Santísima Virgen que pide un templo para manifestar a su Hijo. · El Beato Juan Diego, vidente y

confidente de la Sma. Virgen. · El Obispo Fr. Juan de Zumárraga a cuya Autoridad se confía el asunto. · El Tío del Beato Juan Diego, sanado milagrosamente. · Los criados del Obispo que siguen al Beato Juan Diego. · La ciudad entera que reconoce lo sobrenatural de la imagen y entrega su corazón a Nuestra Señora de Guadalupe. Escanea el código QR y conoce este relato completo:

¿Conoces el Nican Mopohua? Por: CODIPACS / Arquidiócesis de Tlalnepantla

El Nican Mopohua es el documento histórico donde se relatan las Apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, indígena azteca, ocurridas del 9 al 12 de diciembre de 1531. Originalmente está escrito en náhuatl, “lingua franca” en Mesoamérica y todavía

en uso en varias regiones de nuestro país. A pesar de que muchos documentos indígenas comienzan con el Nican Mopohua, estas dos palabras iniciales han permanecido por antonomasia para identificar este relato. El título completo es: “Aquí se cuenta se ordena cómo hace poco milagrosamente se apareció la Perfecta Virgen Santa María, Madre de Dios, nuestra Reina; allá en el Tepeyac, de renombre Guadalupe”. Este relato es la principal fuente de lo que sabemos sobre el Mensaje de la Santísima Virgen a San Juan Diego, a México y al Mundo. La copia más antigua se halla en la Biblioteca Pública de Nueva York Rare Books and Manuscripts Department. The New York Public Library, Astor, Lenox and Tilden Foundation. El documento fue escrito por Don Antonio Valeriano (1520-1605), sabio indígena y aventajado discípulo de Fr. Bernardino de Sahún. Valeriano recibió la historia por el mismo


Cultura

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Día de la Inmaculada Concepción o Virgen María, ¿Cuál es el motivo de esta celebración? Por: Codipacs Izcalli Uno de los privilegios que Dios ha otorgado a la Virgen María, es su dignidad de Madre de Dios, y destacar su Inmaculada Concepción. Esto fue reconocido por la Iglesia desde sus inicios, y fue definido como dogma de fe el 8 de diciembre de 1854 por el Papa Pío IX en la Bula Ineffabilis Deus. Además que la festividad de su nacimiento es el 8 de septiembre; restando 9 meses, llegamos a la fecha del 8 de diciembre, día de su Inmaculada Concepción. «Declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María, en el primer instante de su concepción fue, por singular gracia y privilegio del Dios omnipotente, en previsión de los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano, preservada inmune de toda mancha de culpa original, ha sido revelada por Dios y, por tanto, debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles». Al decir: “inmune de toda mancha de culpa original”, la Iglesia confiesa que la Virgen María en ningún momento fue manchada por el pecado original. María lleva consigo la dignidad y santidad más grandes después de la de Cristo. Es tan pura y tan santa que no puede concebirse pureza mayor después de la de Dios. El Concilio Vaticano II nos enseña que Dios quiso preparar una morada digna para su hijo, por eso quiso que su Madre fuera Santísima, libre de toda culpa y pecado. Por ser la Madre del Salvador, María fue dotada de dones que Dios le dio, para que pudiera cumplir esa misión tan importante. En una de las apariciones de la Virgen María, a Santa Bernardita, en Lourdes, se presentó con éstas palabras: “Yo soy la Inmaculada Concepción”.

El Papa Pío XII comentó: “No hay en verdad para los sagrados pastores y para los fieles todos, nada más dulce ni más grato que honrar, venerar, invocar y predicar con fervor y afecto en todas partes a la Virgen Madre de Dios, concebida sin pecado original”. Es decir se fija como dogma de fe que la Madre de Jesús fue preservada del pecado desde el momento de su concepción. Es decir, desde el instante de su vida humana. Actualmente en todo el mundo hay templos dedicadas a esta advocación, y se celebra de diferente manera, pero con la misma alegría y fe. ¡Oh Inmaculada Concepción! “Madre que nos conoces, permanece con tus hijos”. Amén.

María en la Historia de la Salvación Por: CODIPACS / Texcoco Dios mismo quiso que María estuviera presente en la historia de la salvación. Cuando decidió enviar a su Hijo al mundo, quiso que llegara a nosotros naciendo de una mujer (cf. Gálatas 4,4). De este modo, quiso que esta mujer, la primera que acogió a su Hijo, lo comunicara a toda la humanidad. Por tanto, María se encuentra en el camino que va desde el Padre a la humanidad como madre que nos da a todos al Hijo Salvador. Al mismo tiempo, se encuentra en el camino que tienen que recorrer los hombres para ir al Padre, por medio de Cristo en el Espíritu (cf. Efesios 2,18). San Juan Pablo II en su encíclica «Redemptoris Mater» expresó que la mediación materna de María: «es mediación en Cristo» (n. 38). El Concilio explica: «todo el influjo salvífico de la Bienaventurada Virgen en favor de los hombres no es exigido por ninguna ley, sino que nace del Divino beneplácito y de la superabundancia de los méritos de Cristo, se apoya en su mediación, de ella depende totalmente y de la misma saca toda su virtud; y lejos de impedirla, fomenta la unión inmediata de los creyentes con Cristo» («Lumen gentium», 60). Es más, María, quien también fue redimida por Cristo, es la primera de los creyentes, pues la gracia que le concedió Dios Padre al inicio de su existencia se debe a los «méritos de Jesucristo, Salvador del género humano», como afirma la bula «Ineffabilis Deus» de Pío IX (DS, 2803). Toda la cooperación de María en la salvación está fundada

en la mediación de Cristo y está orientada esencialmente a hacer nuestro encuentro con Él más íntimo y profundo. María quiere promover una mirada de fe y de esperanza en el Salvador que el Padre nos envió. Ella fue modelo de una mirada de fe y de esperanza sobre todo cuando, en la tempestad de la pasión del Hijo, conservó en su corazón una fe total en Él y en el Padre (…) Con esta mirada de fe y de esperanza, María alienta a la Iglesia y a los creyentes a cumplir siempre la voluntad del Padre, que Cristo nos ha manifestado. Cada generación de cristianos sigue escuchando el eco de las palabras dirigidas a los servidores durante el milagro de Caná: «Hagan lo que él les diga» (Juan, 2, 5). Su consejo fue seguido cuando los servidores llenaron las tinajas hasta los topes. La misma invitación nos dirige hoy María. Es una exhortación a entrar en el nuevo período de la historia con la decisión de hacer todo lo que Cristo dijo en el Evangelio en nombre del Padre y que nos es sugerida actualmente por el Espíritu que habita en nosotros. Aquí está el valor de la vida de María: el cumplimiento de la voluntad divina. Acompañados y sostenidos por María comprometámonos a corresponder a su gracia con humilde y generosa entrega. Extracto de la Catequesis Mariana de san Juan Pablo II: La Virgen María, cooperadora en la obra de la salvación. Durante la audiencia general del miércoles 9 de abril de 1997.


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Da un regalo de fe Por: Julieta Appendini / Directora de ACN-México

La inclusión determina el grado de civilización de una nación Por: Griselda Mutual

Muchos cristianos en el mundo pasan la Navidad con angustia por atentados, o porque sufren gran necesidad. Dar alegría es algo de gran importancia para todos nosotros, especialmente en Navidad. Y poder compartir esa alegría es uno de los grandes retos en estas fechas. Ayuda a la Iglesia Necesitada te ofrece una campaña especial de Navidad, donde te invitamos a dar un “regalo de fe”. El regalo de fe es exactamente lo que significa la Navidad: dar a Jesucristo el puesto de honor y compartir la alegría de su llegada con todos, ayudar a los pobres y oprimidos también en su nombre. ¿Cómo funciona? Puedes apoyar, en nombre de familiares y amigos, uno de los proyectos de ACN para los cristianos necesitados en todo el mundo. ACN apoya a través de proyectos pastorales y de emergencia a estos cristianos para que su fe florezca. Esto es posible gracias al trabajo de miles de sacerdotes, religiosas y laicos. En esta Navidad da “un regalo de fe” y tu generosidad hará posible responder a la necesidad de nuestros hermanos en Cristo donde la Iglesia sufre necesidad o es perseguida. Un “regalo de fe” puede ser el suministro de paquetes navideños para niños en Siria, devastada por la guerra; apoyo para obtener un transporte para las misiones y así llegar a zonas remotas en la Amazonia. También podemos solidarizarnos con nuestros hermanos venezolanos

proporcionando ayuda de emergencia; brindar la posibilidad de formación a los sacerdotes mexicanos para que sigan llevando la Alegría del Evangelio a comunidades de extrema pobreza; apoyar a laicos cubanos con material catequético o poniendo nuestro granito de arena para la reconstrucción de iglesias en Irak. La fe viva de muchos de esos cristianos necesitados o perseguidos es un auténtico regalo para nosotros. Allí, la Navidad no ha perdido su sentido primitivo. Es una fiesta de esperanza: Dios se hace hombre para salvarnos. Tu regalo de fe, permitirá sostener material y espiritualmente a los cristianos. El padre Thabet Habib, sacerdote diocesano de la llanura de Nínive, al norte de Irak, se muestra muy agradecido por la iniciativa y subraya la importancia de la ayuda para su región: “Cuando terminó la guerra y regresamos a nuestra patria, no teníamos nada. Nuestras casas habían sido destruidas. Gracias a su ayuda y al hecho de que los terroristas no consiguieron destruir nuestra fe, estamos reconstruyendo nuestras iglesias para poder volver lentamente a la normalidad. Para mí, lo más grande es siempre cuando veo aflorar una sonrisa en la cara de los miembros de mi parroquia”. Nuestros hermanos y hermanas necesitan de tu ayuda hoy más que nunca. Esta Navidad da un “regalo de fe”.

Es necesario desarrollar anticuerpos contra una cultura que considera algunas vidas de serie A y otras de serie B, porque esto es un “pecado social”, lo afirmó el papa Francisco en su mensaje con motivo de la Jornada Mundial de las Personas con Discapacidad, que este año tuvo como tema: “El futuro es accesible”. Para el Papa, la situación de exclusión de estas personas, exige “no sólo la protección de los derechos de las personas con discapacidad y de sus familias”, sino también “hacer el mundo más humano”. Esto se realiza “eliminando todo lo que impide tener una ciudadanía plena, los obstáculos de los prejuicios y promoviendo la accesibilidad de los lugares y la calidad de la vida”, teniendo en cuenta todas las dimensiones del ser humano. Por lo tanto, es necesario “cuidar y acompañar a las personas con discapacidad en todas las condiciones de vida, utilizando las tecnologías actuales pero sin absolutizarlas”. Se trata de un camino “exigente y fatigoso”, que, sin embargo “contribuirá cada vez más a la formación de conciencias capaces de reconocer a cada uno de nosotros como una persona única e irrepetible”, señaló. El Papa recurrió a la memoria de los numerosos “exiliados escondidos” que viven en nuestros hogares, familias y sociedades: personas de

todas las edades, en especial adultos mayores que, por su discapacidad, a veces “se sienten como una carga”, y que corren el riesgo de ser descartadas y que se les nieguen perspectivas de empleo para participar en la construcción de su propio futuro. Hizo una fuerte llamada a “reconocer en cada persona con discapacidad, también con discapacidades complejas y graves, una singular contribución al bien común a través de su original biografía”. Hay que “reconocer la dignidad de cada persona, sabiendo muy bien que no depende de la funcionalidad de los cinco sentidos”. El Papa aseguró que hacer buenas leyes y derribar las barreras físicas es importante, pero no es suficiente, puesto que hay que “superar” esa “cultura generalizada” que impide que las personas con discapacidad “participen activamente en la vida cotidiana”. Una persona con discapacidad, para construirse a sí misma, necesita no sólo existir sino también pertenecer a una comunidad. Para ello el papa Francisco anima a los que trabajan con personas con discapacidades a seguir en el compromiso “que determina el grado de civilización de una nación”, y reza para que cada uno “sienta la mirada paterna de Dios, que afirma su dignidad plena y el valor incondicional de su vida”.


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En el signo sencillo del pesebre se manifiesta el misterio de la fe Por: Fuente Vatican News El Papa Francisco se dirigió por segunda vez, tras la visita privada que realizó en 2016, al Santuario franciscano de Greccio, para recogerse frente al fresco medieval que conmemora la primera representación de la Natividad. Esta vez, además, el Santo Padre presentó y firmó la Carta Apostólica sobre el significado y el valor del pesebre, y realizó una breve reflexión Ciudad del Vaticano Un primer domingo de Adviento con gran actividad pública para el Obispo de Roma quien comenzó celebrando, por la mañana, la Santa Misa por la paz para los congoleños

residentes en Italia. A mediodía mantuvo su tradicional cita con los fieles y peregrinos de numerosos países congregados en la Plaza de San Pedro para escuchar su comentario al Evangelio antes del Ángelus dominical y rezar por sus intenciones de Pastor de la Iglesia Universal. En esta ocasión por Iraq, tal como el mismo Pontífice lo manifestó al comunicar que sigue con preocupación la situación en este país, donde tras las últimas protestas se cuentan diversas víctimas. Y finalmente, por la tarde, tras el anuncio que él mismo había hecho durante la última audiencia general de noviembre,

su visita al Santuario del Pesebre en Greccio. Aquí Francisco rezó en el lugar del primer belén que hizo San Francisco de Asís y firmó y presentó a todo el pueblo creyente una Carta Apostólica que permite comprender, precisamente, el significado del Pesebre. En la gruta del Santuario franciscano del Pesebre de Greccio, tras un momento de oración, el Papa colocó en el altar una estatua tallada en madera del Niño Dios y procedió a firmar su Carta apostólica. A continuación saludó a los franciscanos y a las religiosas de esta comunidad a quienes les dirigió unas palabras acerca del testimonio que

deben seguir dando. “Testimoniar el amor de Jesús”, les dijo. “En la pobreza y en la humildad”. Un breve momento íntimo que concluyó, antes de impartirles su Bendición apostólica, con el rezo del Padrenuestro. A la vez que les pidió que si tienen “algún minuto”, recen por él. Luego el Papa prosiguió fuera de

la gruta saludando personalmente a numerosas personas, entre las cuales a diversos jóvenes en compañía de algunos frailes, mientras se escuchaban los cantos y vítores de numerosos niños. Francisco recibió un pergamino regalo de los niños con un pensamiento dedicado para él.

La necesaria educación de los laicos Por: Pbro. Mtro. Gerardo Medrano González./Cuautitlán El Santo Concilio Ecuménico considera atentamente la importancia decisiva de la educación en la vida del hombre y su influjo cada vez mayor en el progreso social contemporáneo. En realidad la verdadera educación de la juventud, e incluso también una constante formación de los adultos, se hace más fácil y más urgente en las circunstancias actuales. Porque los hombres, mucho más conscientes de su propia dignidad y deber, desean participar cada vez más activamente en la vida social y, sobre todo, en la económica y en la política; los maravillosos progresos de la técnica y de la investigación científica, y los nuevos medios de comunicación social, ofrecen a los hombres, que, con frecuencia gozan de un mayor espacio de tiempo libre de otras ocupaciones, la oportunidad de acercarse con facilidad al patrimonio cultural del pensamiento y del espíritu, y de ayudarse mutuamente con una comunicación más estrecha que existe entre las distintas asociaciones y entre los pueblos. En consecuencia, por todas partes se realizan esfuerzos para promover más y más la obra de la educación; se declaran y se afirman en

documentos públicos los derechos primarios de los hombres, y sobre todo de los niños y de los padres con respecto a la educación. (Gravissimum educationis, Proemio) Con la cita anterior, tomada del Concilio Vaticano II en la declaración Gravissimum educationis, quiero iniciar una breve reflexión sobre la importancia y necesidad de la educación de los laicos. Estamos acudiendo, como nos lo sugieren las evidencias a nuestro alrededor, a un cambio de época en la que nuestra sociedad se aprecia des-humanizada, casi como si se hubiese des-sensibilizado frente a todo lo que ocurre en el interior de las personas, centrándose de modo casi exclusivo en lo exterior, en lo trivial y pasajero, descuidando lo trascendente. Por ello es necesario recordar que los seres humanos no somos solamente entes biológicos de naturaleza exclusivamente material, sino que somos seres compuestos, a la vez materia y espíritu, y, por lo tanto, con una vida interior que aspira al infinito. También es oportuno mencionar que los seres humanos estamos dotados de potencialidades que necesitan ser desarrolladas en el proceso edu-

cativo para que las personas alcancen su plenitud, y puedan interactuar de manera más rica y eficiente con su entorno social, y que, al mismo tiempo, le permitan descubrir su origen y su fin último, en comunión y armonía con sus semejantes y su Creador. En virtud de que nadie ama lo que no conoce, es preciso insistir, a tiempo y a destiempo, en que el estado de cosas actual parece estar adormeciendo nuestras conciencias, y nos hace permanecer mudos, sordos, ciegos y estáticos ante un mundo que involuciona y se vuelve hostil contra el hombre, y por ello se hace urgente señalar la necesidad de preparanos más y mejor para poder intervenir en el mundo actual y llevar las respuestas cristianas que la sociedad necesita y que no ha sabido buscar. Indudablemente esta es la hora de los laicos, esta es la hora en que todos los bautizados debemos asumir nuestro rol como agentes de pastoral, dispuestos a llevar el mensaje luminoso de la fe allí donde las tinieblas de la indiferencia o de la ignorancia han hecho creer a muchos que no hay esperanza. Pero esa luz no puede ser llevada sin el adecuado ropaje de una educación

continua que hoy es una verdadera urgencia en nuestra Iglesia. Urge que se abran cada vez más opciones de formación integral para los laicos, y urge que haya más conciencia entre los laicos de la necesidad de aprovechar los canales que ya están disponibles, a fin de seguir capacitándose para el anuncio del Evangelio. En el momento en que amenazan los nubarrones del materialismo, urge despertar la conciencia luminosa del cristiano que sabe que la fe es el apoyo necesario para dar a luz la esperanza trascendente, que puede cambiar el futuro de la humanidad con las respuestas precisas a las preguntas fundamentales que siembran duda y temor. ¡Eduquemos para la salvación!


Dios te llama

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6a Carrera por las Vocaciones del Seminario de Tlalnepantla Por: CODIPACS / Arquidiócesis de Tlalnepantla

Tlalnepantla de Corpus Christi a 24 de noviembre de 2019.Cerca de mil 500 corredores participaron en la 6a edición de la Carrera por las Vocaciones, ofrecida en esta ocasión por las familias, a favor del Seminario de Tlalnepantla en las distancias de 10 km, 5 km y en la caminata de 2.5 km encabezada por Mons. José Antonio Fernández Hurtado, Arzobispo de Tlalnepantla. Los corredores se congregaron

todos los que correrían las distintas distancias y a quienes participarían de la caminata recreativa diciendo: “Caminemos y corramos sabiendo que Cristo nos acompaña y quiere fortalecer nuestra familia”. Al finalizar la misa todos los participantes salieron a la explanada del Palacio Municipal de Tlalnepantla para calentar y a las 8:00 hrs punto se dio el disparo de salida para los corredores de 10k y 5k y posteriormente en la Catedral de Tlalnepantla salieron los participantes de la desde las 6:45 am para participar de la celebración eucarística donde estuvieron presentes los seminaristas, los padres del equipo formador y que fue presidida por el Sr. Arzobispo, quien al inicio de la celebración dijo que en estos tiempos “es un reto de nuestra sociedad fortalecer la familia y esta actividad deportiva lo hace”. Durante la homilía Mons. Fernández Hurtado motivó a

caminata recreativa de 2.5k que encabezó Mons. José Antonio Fernández Hurtado acompañado de seminaristas y familias que animaban la ruta. Por último se premiaron a los tres primeros lugares de las categorías 10 km y 5 km de las ramas varonil y femenil; el Pbro. Alejandro Valdez, Rector del Seminario agradeció a todos los presentes por su apoyo, alegría y generosidad e invitó a que participaran en la siguiente edición del año 2020.

Oración a la Virgen María ¡Oh Virgen Inmaculada, Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia! Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos y preséntala ante tu Hijo Jesús, único redentor nuestro.Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor. Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y madre nuestra. Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa.Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorga abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe, y celosos dispensadores de los misterios de Dios.


Familia

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Amar a la Virgen de Guadalupe es amar a su Hijo Por: Silvia del Valle @SilviaMdelValle @smflorycanto silviadelvalle5@gmail.com A los católicos muchas veces nos critican por amar a la Virgen María, y a los mexicanos en especial nos cuestionan mucho el amor y la veneración que le tenemos a la virgen Santísima de Guadalupe. Lo que ellos no se dan cuenta es que la amamos a ella porque amamos a su Hijo que está en sus entrañas. La virgen de Guadalupe es un códice toda ella, es decir, cada elemento de la imagen tiene un significado, tanto para los indígenas como para los españoles que la recibieron. Y ahora en nuestros días, estos símbolos siguen siendo significativos para nosotros y nos hacen amarla mucho y amar mucho a su Divino Hijo. Si nos damos cuenta, la Virgen de Guadalupe está embarazada y en el centro de la imagen está el Nahui Olin, es decir, la flor de cuatro pétalos que representa al verdaderísimo Dios por quien se vive, es así que ella misma nos dice que no es ella la importante sino el hijo que lleva dentro de ella. Si así lo discernimos y comprendemos, es necesario que eduquemos a nuestros hijos para que lo comprendan y lo hagan vida, por eso aquí te dejo mis 5Tips para amar mucho a Maria para amar mucho a su hijo, Jesús.

PRIMERO. Conoce a María de Guadalupe.

Nadie ama lo que no conoce, por

eso es muy importante que nos demos tiempo para conocer a la Virgen María en su advocación de Guadalupe. Debemos comprender que es la misma virgen sólo que se va apareciendo en diferentes lugares y va dando mensajes diferentes pero complementarios, todos encaminados a amar más a su hijo y a hacer Su Voluntad. Poco a poco comprenderemos, por el mensaje que nos da la Virgen de Guadalupe, que aquí en México ha querido hacer su casa y que las personas de todo pueblo y nación la vinieran a visitar para adorar a su Divino hijo.

SEGUNDO. Comprende los signos y disciérnelos.

Si estudiamos un poco el códice y el Nican Mopohua, podemos darnos cuenta de que la Virgen de Guadalupe vino a traer la Paz para nuestro pueblo y que fue ella quien forjó la nueva nación, basada en la fe y en el Amor a Jesús por medio de ella. Toda la Imagen Sagrada está llena de detalles que sería muy bueno conocer y comprender para tener el mensaje completo y lleno de Amor.

TERCERO. Habla con María para que ella le hable a su Hijo de ti.

Una vez que la conocemos, es necesario hablar con ella. Pero debemos hacerlo con confianza y con amor, como a una madre.

Ella está siempre atenta a lo que necesitamos y por lo mismo le ruega a su hijo que nos conceda lo que necesitamos, siempre que sea para nuestra salvación. A una madre le hablamos de todo lo que hay en nuestro corazón y lo hacemos con confianza, lo mismo debe pasar con la Santísima Virgen María de Guadalupe.

CUARTO. Cántale canciones.

Para que nuestros hijos la quieran cada vez más, es importante que la sientan cercana y una forma muy sencilla de hacerlo es cantarle canciones a María. Las canciones dirigidas a la virgen casi siempre son tiernas y llenas de amor por eso es muy sano y bueno que nuestros hijos las conozcan desde pequeños y se las aprendan para que las canten con mucho amor.

rio no deja de tener el lugar principal, y por lo mismo, es María quien nos acerca a Jesús. Ojalá que les inculquemos a nuestros hijos el Amor a nuestra madre Santísima y a Jesús, para que crezcan amando mucho a Jesús y buscando la protección y cuidado materno de María de Guadalupe. ¿No estoy yo aquí que soy tu madre? Vayamos al encuentro de nuestra madre para que por ella lleguemos a Jesús.

Y QUINTO. Visítala en su casa y visita a su Hijo en el Sagrario.

La petición principal que le hizo María a San Juan Diego fue precisamente que se le hiciera una casita, un santuario donde la podamos ir a ver y donde le llevemos nuestras peticiones, nuestras angustias y alegrías para que sea ella quien las lleve ante su Hijo. Lo más hermoso es que, aunque la figura más llamativa es la Santísima virgen María de Guadalupe, el Sagra-

Necesitamos una revolución Por: CODIPCAS Izcalli

Cuando pensamos en el cambio climático y en lo que estamos llamados a hacer para frenarlo, ordinariamente pensamos en las grandes industrias contaminantes y también en la responsabilidad de los gobiernos del mundo,

5 tips

sin embargo, esta vez, queremos hacer nuestras las palabras del Papa Francisco cuando dice que “para salvar la casa común necesitamos una revolución desde abajo”, sí, desde abajo, es decir, desde nosotros, desde cada individuo formado en la consciencia sobre la importancia y el papel que juega en el frenar el deterioro de la tierra, nuestra casa común. La realidad es que, todas nuestras decisiones, influyen en la creación, cada cosa que elegimos desde que despertamos a un nuevo día alteran la naturaleza, por ejemplo, con cuánta agua bañarnos, cerrar la llave del agua de la regadera mientras nos enjabonamos, ir en auto o en transporte público a trabajar o a la escuela, fumar o no un cigarro mientras vamos de camino, separar la basura, o bien, tirar la basura en cualquier lugar o en el lugar correcto. Y es que pareciera algo tan “sin

Cuidemos la casa común importancia”, sin embargo, estas pequeñas acciones son las que provocan grandes problemas en la naturaleza. De ahí que, todos tengamos grandes responsabilidades a la hora de pensar en frenar el cambio climático, quizá una manera de comenzar es informándonos y formándonos, aprendiendo a vivir de otra manera y a elegir en estas pequeñas cosas de otra manera; porque no son sólo los grandes los que deben pensar sobre cómo hacer para que no estemos en peligro junto con el medio ambiente, también nosotros, los particulares hemos de hacer lo que nos toca. Para lograr esto, el documento del Papa Francisco, Laudato si, nos ayuda a orientar nuestras decisiones, no estaría mal que interesados nos acercáramos a esta herramienta o a otras tantas que con buena iniciativa se hacen por el cuidado de nuestra casa común.


Secciรณn Infantil

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Virgen de Guadalupe


Laicos

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San Juan Diego Cuauhtlatoatzin Hoy Por: Mons. Guillermo Ortiz Mondragón/ Obispo de Cuautitlán La historia no es conjunto de trozos, como eslabones de tren, separados entre sí; es una continuidad. No se corta, se enlaza una etapa con otra. Es más bien como un río, cuyo cauce no siempre respeta, hay momentos en que desborda los límites señalados, dejando huella, afectando el entorno. Hablamos así para mirar a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Al inicio era sólo Cuauhtlatoatzin, ‘el águila que habla’ o ‘el que habla como águila’. Su papel en la sociedad de su tiempo era significativo por su madurez integral. Su relación con dios es clara, seria, era ejemplo para los jóvenes, según lo

afirman algunos que intervinieron como testigos en las informaciones canónicas y jurídicas del 1666, basados en tradición oral. En el pensamiento religioso de su tiempo, en su fe, la forma de entrar en contacto con dios era a través de dos modos fundamentales: los sacrificios, que poco a poco fueron siendo una especia de suicidio religioso. El otro era la oración vespertina, en la que los piadosos se punzaban con puntas de maguey y ofrecían su sangre para dar vida a Tonatiuh que da vida, el Sol. Era un intercambio de igual a igual, en el que el hombre perdía.

Juan Diego, ya bautizado, al encontrarse con Jesucristo, al descubrirlo en la Palabra, la Doctrina y, sobre todo en la Eucaristía, junto con el testimonio de los misioneros, sabe que Dios es gratuito, que no pide nuestra muerte, sino que nos da la vida. La Eucaristía lleva a este indio bueno a su madurez de indio santo. Su camino de conversión es su actualidad. Muchas personas buscan a Dios, creen en Él, pero no lo conocen. Juan Diego escucha la Palabra, ora, vive la Eucaristía, sirve, es el camino que necesitamos quienes decimos conocer y seguir a Cristo.

más bellos símbolos y metáforas para exaltar el papel de la Virgen María como poderosa intercesora y mediadora en nuestra salvación. Sea pues, este tiempo una inmejorable oportunidad para volver nuestra mirada

a María, como intercesora y, particularmente, como la primera en contemplar al Salvador y que puede guiarnos para llegar a Jesús. María: regazo del Dios que se encarna, [y por quien] la creación se renueva.

El Akáthistos a la Virgen María Por: Codipacs Izcalli Especialmente el Adviento y la Navidad nos hacen volver la mirada hacia Jesús niño, como Dios que se encarna y nos muestra el modelo de hombre que debemos de seguir. Como cristianos, contemplamos el misterio de la grandeza de Dios en lo oculto, lo pequeño y frágil de un recién nacido. En efecto, en estas fechas recorreremos y nos preparamos en grande, para contemplar el misterio del nacimiento de Jesús nuestro Señor. Sin embargo, es de destacar que, curiosamente, para San Lucas Evangelista este acontecimiento tan grande, se concreta en apenas dos versículos (Lc 2, 6-7). En efecto, por una parte la Buena Nueva de Lucas es el texto de la Misericordia y por otra, es el anuncio de lo pe-

queño, lo sencillo y lo simple. Sin embargo, también es de destacar que el Evangelio de San Lucas es especialmente el Evangelio de María: la puerta que dio paso a la Luz de manera concreta en la Anunciación (Lc 1, 26-38). No debemos de perder de vista que también, el Adviento y Navidad son magníficas oportunidades para mirar a María como Madre de Dios y la primera en contemplar perfecta y plenamente a Jesús el Cristo. Así, tanto el Evangelio de Lucas, como diferentes actos de piedad popular se convierten en un medio para que de la mano de María santísima centremos nuestra vida en Jesús. María tiene un lugar privilegiado no sólo en los Evangelios, también en la liturgia; siendo que, se tiene

noticia que desde hace más de mil quinientos años se le rinde veneración. El Akáthistos es un himno cantado o recitado por la Iglesia Oriental, precisamente, desde hace más de mil quinientos años, para reconocer a María como la Madre de Dios y para agradecer su intercesión en favor de la Ciudad de Constantinopla, ciudad antigua que consagrada a la protección de María Santísima soportó el asedio de los bárbaros. La palabra Akáthistos—de origen griego—literalmente significa “no sentado”, ya que, como el Evangelio, es entonado de pie. Desde la perspectiva literaria, se conforma por veinticuatro estrofas a manera de acróstico empleando las veinticuatro letras del alfabeto griego y reúne los


Provincial

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Un proyecto nacional de la Iglesia en México para celebrar los 500 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe y 2000 años de la Redención de nuestro Señor Jesucristo Por: Codipacs Texcoco de Guadalupe, “Madre del verdadero Dios por quien se vive”, los cuales estamos muy próximos a celebrar en la Iglesia en México para alentar la esperanza y la identidad de un solo pueblo, reconocido y asumido como Pueblo de Dios. En Guadalupe, el Padre eterno, nos hace una constante invitación a contemplar, creer, vivir y anunciar el Misterio de la Redención realizado por Jesús. Celebrar como Iglesia 2 mil años (año 2033) la obra redentora de nuestro Señor Jesús, es iluminar e interpelar nuestro contexto personal, comunitario y social en torno a la experiencia de liberación y salvación, para ani-

Con una mirada de esperanza, los obispos mexicanos aprobaron el Proyecto Global de Pastoral (PGP) 2031+2033, como una necesidad pastoral que permita aportar un mayor dinamismo al actuar de todos los agentes de pastoral y de los fieles católicos que con su presencia y testimonio participan de una sola fe, de encuentro personal con Jesús resucitado y con las personas y realidades sociales, que en la diversidad de situaciones de vida, es-

tén más necesitadas del amor de Dios y de la asamblea eclesial, que con su esfuerzo y dedicación, van humanizando y transformando la sociedad, en justicia, solidaridad, bien común y paz. Creer, celebrar y vivir la fe en México (año 2031), es reconocer y asumir el camino que desde la presencia del Padre de amor y misericordia, escogió para los mexicanos desde hace 500 años, mediante las apariciones y mensajes de Nuestra Señora

mar a todo el Pueblo de Dios y personas de buena voluntad a permanecer activos ante una feliz espera y de confianza plena en Dios, en la instauración de su Reino de justicia, paz y amor, revelado por Jesús, el cual hizo presente con su vida, obra, misión y testimonio. La reflexión de los obispos tiene también, a favor de toda la Iglesia, una actitud de agradecimiento a Dios por la fe recibida, presente y extendida en todo este tiempo, y por la gracia del Espíritu Santo los condujo a comprometerse en seis opciones fundamentales: Opción por una Iglesia que anuncia y construye la dignidad humana. Opción por una Iglesia

comprometida con la paz y las causas sociales. Opción por una Iglesia Pueblo. Opción por una Iglesia misionera y evangelizadora. Opción por una Iglesia compasiva y testigo de la Redención. Opción por una Iglesia que comparte con los adolescentes y jóvenes, la tarea de hacer un país lleno de esperanza, alegría y vida plena. Les invitamos a conocer el PGP, profundizar en sus propuestas y llevar a otros la alegría y esperanza de este Gran Acontecimiento que revitalizará, fortalecerá y renovará la fe de la comunidad cristiana.


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