Mensajero 291

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Domingo 10 de noviembre de 2019

Portadores de esperanza Pag. 7 El Reino de los Cielos le pertenece a los pobres P. 15

La esperanza de los pobres nunca se frustrarĂĄ P. 10

Caridad que se transforma en vida P. 8


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El paso de Dios en la Historia de la Iglesia en México

Directorio Excmo. Sr. D. José António Fernández Hurtado Arzobispo de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Guillermo Ortíz Mondragón Obispo de Cuautitlán Excmo. Sr. D. Francisco González Ramos Obispo de Izcalli Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G Obispo de Ecatepec Excmo. Sr. D. Onésimo Cepeda Silva Obispo Emérito de Ecatepec Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar Galicia Obispo de Teotihuacán Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla Sánchez Obispo de Texcoco

El 28 de septiembre de 2019, el Papa Francisco ha elevado a la Diócesis de Toluca como Arquidiócesis, teniendo como diócesis sufragáneas las diócesis de Atlacomulco, Cuernavaca y Tenancingo. Su primer arzobispo es Mons. Francisco Javier Chavolla Ramos y el inicio solemne de su ministerio será el 18 de noviembre del presente. Por otra parte también se erigieron las diócesis de Iztapalapa, Xochimilco y Azcapotzalco, las cuales han tenido sus ceremonias solemnes de inicio los días 4, 5 y 7 de noviembre del presente. Estas diócesis forman ahora la Provincia Eclesiástica de México. El Santo Padre ha nombrado a Mons. Jesús Antonio Lerma Nolasco como Obispo de Iztapalapa, a Mons. Andrés Vargas Peña como Obispo de Xochimilco y Mons. Adolfo Miguel Castaño Fonseca como Obispo de Azcapotzalco. Este momento de la historia de la Iglesia en México es una manifestación de Dios que guía a su Pueblo, las comunidades tendrán un mejor servicio pastoral, ya que habrá más cercanía del Obispo con su presbiterio y de los pastores con sus fieles. La Arquidiócesis de Toluca es una Provincia Eclesiástica, que tiene estas características: “Para promover una acción pastoral común en varias diócesis vecinas, según las circunstancias de las personas y de los lugares, y para que se fomenten de manera más adecuada las recíprocas relaciones entre los Obispos diocesanos, las Iglesias particulares se agruparán en provincias eclesiásticas delimitadas territorialmente.

Como norma general, no habrá en adelante diócesis exentas; por tanto, todas las diócesis y demás Iglesias particulares que se encuentran dentro del territorio de una provincia eclesiástica, deben adscribirse a esa provincia. (CIC c. 431 § 1 y 2). La Arquidiócesis de Toluca, tiene sus propios retos y problemáticas que hicieron que se desprendiera de la Arquidiócesis de México y como nueva Provincia Eclesiástica se podrá servir mejor al Pueblo de Dios. Las nuevas diócesis de Iztapalapa, Xochimilco y Azcapotzalco, deben entenderse de acuerdo a la normativa de la Iglesia, donde se habla de lo que es una diócesis: “… es una porción del pueblo de Dios, cuyo cuidado pastoral se encomienda al Obispo con la cooperación del presbiterio, de manera que, unida a su pastor y congregada por él en el Espíritu Santo mediante el Evangelio y la Eucaristía, constituya una Iglesia particular, en la cual verdaderamente está presente y actúa la Iglesia de Cristo una santa, católica y apostólica”. (CIC c. 369) La creación de las nuevas diócesis facilitarán la presencia de la Iglesia que es Una, Santa, Católica y Apostólica en las comunidades que forman estas nuevas iglesias particulares. Pidamos a Dios que siga guiando e iluminando a su Pueblo y encomendemos a la intercesión de la Virgen María de Guadalupe su intercesión para que la nueva Provincia Eclesiástica y las nuevas diócesis, florezcan en santidad. A todos les aseguro en Cristo Misionero, mi oración, amistad y bendición.

+ Oscar Roberto Domínguez Couttolenc. M.G. Obispo de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales Sánchez Obispo de Nezahualcóyotl Excmo. Sr. D. Víctor René Rodríguez Gómez Obispo de Valle de Chalco Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza Cruz Obispo Auxiliar de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Jorge Cuapio Bautista Obispo Auxiliar de Tlalnepantla DIRECTOR GENERAL Mons. Víctor René Rodríguez Gómez Presidente de la Comisión Provincial para la Pastoral de la Comunicación DIRECTORA EN TURNO Abril Villanueva COLABORADORES Equipo de la Pastoral de la Comunicación de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla Los artículos y opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan necesariamente la posición oficial de la Iglesia ni de este medio de comunicación. Registro en trámite.

Es una publicación catorcenal de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla. Se distribuye en la Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de Cuautitlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco, Teotihuacán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

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Conecta con la Iglesia Por: Codipacs Texcoco

A partir del 2015, con el desarrollo de la telefonía celular y la televisión que dio origen a la tecnología “smart phone” y “smart tv” (teléfonos y pantallas “inteligentes”), la era tecnológica, digital o de la conectividad, gracias al uso de Internet, es indiscutible en nuestra actual sociedad. Son millones de personas que desde sus hogares, en la calle, sus lugares de trabajo o de estudio, incluso en plazas públicas, gozan de la experiencia de estar y sentirse conectados. Veamos algunos datos. El Instituto Federal de Telecomunicaciones informó en el año 2018 que en México se registraron 71.3 millones de usuarios de Internet, cifra que corresponde al 63.9% de la población, de 6 años o más. Reportó que de estos usuarios, el 50.8% son mujeres y el 49.2% son hombres. El grupo de población con mayor proporción de usuarios de internet es el de los hombres de 18 a 34 años de edad, mientras que el grupo de edad con menor uso son las mujeres de 55 años y más. Dio a conocer que desde el 2017, las principales actividades de los usuarios de Internet son: obtener información (96.9%), entretenimiento (91.4%), comunicación (90.0%), acceso a contenidos audiovisuales (78.1%) y acceso a redes sociales (76.6%). Destacó también que 17.4 millones de hogares disponen de Internet, ya sea mediante conexión fija o móvil (50.9% del total nacional), que se concentran en zonas urbanas. Este considerable porcentaje de personas que utilizan todos los días internet, en un país como México del que se dice es el segundo en número de católicos en todo el mundo, nos debe llamar la atención y cuestionarnos, ¿qué buscamos los católicos en Internet? ¿Cuáles son sus intereses en cuanto a la vida parroquial? ¿Cuáles son los contenidos que les ofrecen sus diócesis? ¿A qué tipo de necesidades pastorales, de sus fieles en Internet, debe responder la Iglesia? ¿Cuáles son las ventajas de promover, acompañar y comunicar los procesos de Evangelización en la red? Como seguidores de Cristo, no olvidemos tomar en cuenta los servicios que ponen en común cada una de las diócesis de nuestra Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla, a través de sus sitios web y de las redes sociales: en Facebook, Twitter, Instagram. Les invitamos a seguirlas y ser parte de la comunidad digital de fieles católicos y agentes de pastoral que dan testimonio de la experiencia de la fe y del trabajo colaborativo de la Iglesia, que también se hace presente, comunica e interactúa en la red.

El trabajo: una tarea para todos El trabajo es una dimensión fundamental de la existencia humana, y es un derecho y una obligación para todos, es necesario poner el máximo esfuerzo para que todos los hombres sin distinciones tengan la posibilidad de cumplir este deber y los medios para ejercer este derecho. Quienes garantizan ese derecho al trabajo, son los patrones y obreros, pero también es deber del Estado intervenir en el campo del trabajo, y en su distribución y división, según la forma y medida que lo requiera el bien común. Los efectos del desempleo se dan desde la perspectiva social: la desigualdad, la pérdida del poder adquisitivo, el bajo crecimiento económico de un país, y motiva problemas familiares, como son la violencia, la ausencia de los padres respecto a la educación de los hijos, la opresión y desigualdad en la mujer. También afecta en la asistencia social de los ancianos y enfermos, los cuales no tienen la posibilidad de tener pensiones que puedan satisfacer sus necesidades fundamentales y orillan a elevar la edad de la jubilación. En muchos países, incluido México, hay subcontratación, donde al haber mayor flexibilidad en la contratación de los obreros, los pagos de las jornadas laborales y prestaciones son muy escasas. Desde una perspectiva individual, afecta a la identidad de la persona humana el no poder desarrollar sus capacidades, también afecta en la baja importante de la autoestima, y debilita sus relaciones con los demás, empezando por la familia. La Iglesia siempre ha expuesto que el hombre debe de ser el centro de la economía y ésta no se debe ver solo bajo el

perfil del beneficio sino que tiene que ser en interés del hombre. Debemos ser conscientes de nuestra participación en el mundo laboral, aprovechar las oportunidades de quienes tienen empleo, el cuidar los recursos y las inversiones. No olvidemos que México se dirige a una recesión al haber registrado en este año 2019 una fuerte caída en la inversión productiva y en la inversión del sector público. La fase recesiva en la economía mexicana se manifiesta directamente en la pérdida o cancelación de empleos; así como en una consecuente pérdida de ingresos y poder de compra para las familias. Las cifras oficiales muestran que México está muy lejos de cumplir con la meta de crecimiento anual de 2%, planteada por el gobierno federal. En 2019, la economía ha tenido una tasa anual negativa de 0.1%; y eso traerá la pérdida de hasta 350 mil puestos de trabajo. Los obispos de México siendo conscientes de los retos de México han afirmado: “Nos sigue preocupando la situación de inseguridad, desempleo y pobreza en nuestro país, así como las causas que originan estos males. Hoy refrendamos el compromiso y colaboración por la construcción del bien común y la atención especial a los más necesitados, siendo fieles y coherentes a las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo”. (Carta al Pueblo de Dios CVI Asamblea General, el episcopado mexicano). Encomendemos a la Virgen de Guadalupe a todos los actores del mundo laboral para que luchen por el bien común y para que el derecho al trabajo sea una realidad en México.


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Diócesis de Cuautitlán, encuentro del Obispo con los seminaristas Por: Pbro. Didier Munsiensi Mawete

El ministerio sacerdotal que la Iglesia confiere a sus miembros es el fruto de una labor permanente de la pastoral vocacional. La Iglesia siendo sacramento de la presencia y acción de Jesucristo en medio del mundo, necesita, para su misión salvadora, la llamada al sacerdocio y también, el acompañamiento de los que se sienten llamados, de manera

que puedan responder amorosamente y con libertad al Señor. Cabe confirmar que es el Espíritu de Jesucristo quien ilumina y fortalece el discernimiento en el camino de la vocación al sacerdocio. Por eso todo formador humano debe ser consciente de que la auténtica labor formativa para el sacerdocio tiene éxito por el influjo del Espíritu de Cristo.

Aun así, esta llamada interior del Espíritu Santo tiene necesidad de ser reconocida por el obispo como auténtica llamada. (Cfr. PO 7)Porque él es el primer representante de Cristo, además es el pastor y padre de todos. (Cfr. pastores dabo vobis es 65). Por eso, el ordinario diocesano vela con solicitud pastoral al proceso de cada seminarista, para preparar buenos pastores capaces de llevar la salvación de Jesús al mundo. Consiente de esta encomienda eclesial, el Señor Obispo Don Guillermo Ortiz Mondragón tuvo a bien recibir, en espacio de las dos primeras semanas del mes de octubre, a todos los seminaristas de la diócesis, iniciando con el seminario menor, el curso introductorio y el seminario mayor que componen las secciones de filosofía y teología. El objetivo de estos encuentros fue favorecer la cercanía de los formados con el Obispo,

creando un espacio de escucha, para brindar orientaciones necesarias que puedan agilizar el proceso de discernimiento vocacional de cada uno de los futuros pastores de la Iglesia. En el último encuentro con los seminaristas de teología, el Señor Obispo, después de escuchar sus experiencias, decía: “No un dios espectacular que esperaban los judíos en el tiempo de Jesús, Él sale siendo un Dios humilde, servidor, crucificado e identificado con los más pobres. Es el mismo Jesús que tenemos que hacer presente con nuestra existencia y también con nuestra palabra y nuestro modo de ser. Asimilamos nuestras clases de sagrada escritura, para saber ¿quién es Jesucristo en mi vida? ¿Ya me está salvando o lo tengo ahí fuera? Ya me estoy identificando con Él o me afano de ser su admirador?”

En tu nombre echaré las redes… Por: Pastoral Vocacional / Diócesis de Ecatepec El discernimiento vocacional en una Diócesis no se da por arte de magia, es parte importante que el equipo responsable de la promoción vocacional, tenga siempre un acercamiento con los jóvenes para ayudarles en su discernimiento, motivando para que los jóvenes puedan responder a Dios en el llamado que Él les hace, es por ello que los promotores vocacionales de nuestra Diócesis se hacen presentes en las distintas Zonas Pastorales y Decanatos para poder hacer esta labor. En pasados días se han reunido los grupos juveniles del decanato 13 “Mártires Mexicanos”, en el Seminario Menor, en donde a través de las dinámicas, juegos, charlas, meditaciones y encuentro

personal con Jesús Eucaristía, los jóvenes van abriendo su corazón a la acción de Dios, para poder ser promotores de vocaciones partiendo de

su discernimiento, dando respuesta a través de un acompañamiento espiritual. Por medio de estas visitas vocacionales, se tiene un re-

corrido por la vida de Jesús, y mediante la reflexión se motiva a que los jóvenes, con madurez y libertad, puedan optar por una forma especí-

fica de seguimiento a Cristo, descubriendo la voluntad de Dios en su vida. Invitamos a todos los jóvenes a aventurarse y dejarse encontrar por Cristo para que de esta manera comiencen también un discernimiento vocacional, una experiencia donde Cristo tocará sus vidas y no las dejará igual. Pidamos a Dios que siga enviando jóvenes valientes dispuestos a seguirlo y así encontrar la voluntad de Dios, a través de la comunidad que es la presencia del pueblo de Dios que requiere de hombres y mujeres comprometidos con el anuncio del evangelio. Anímate, Cristo te espera, no lo dejes para mañana, la invitación es hoy…


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Admisión a las Órdenes Sagradas y Ministerios Laicales

Se concluyó la Visita Pastoral en la III Vicaría, Santo Domingo

Por: CODIPACS Izcalli

Por: Pbro. Alejandro Valencia

El pasado 27 de octubre se celebró en el Seminario Diocesano de Izcalli la Eucaristía en la cual los seminaristas José Antonio, Diego Armando, Diego y Fabián, de 1º año de Teología fueron admitidos como Candidatos a las Órdenes Sagradas. La celebración se llevó a cabo a la 1:00 pm y fue presidida por el Obispo Francisco González Ramos, participando el Seminario, las familias de los candidatos y los bienhechores del seminario. La admisión a las Órdenes representa un gran paso en la formación sacerdotal, en la cual, el admitido hace pública su decisión de seguir a Cristo en la vocación sacerdotal. El mismo día por la tarde, a las 7:00 pm, en la Misión Pastoral «Nuestra Señora del Carmen» dos seminaristas fueron instituidos como ministros laicos: Esteban Hernández fue instituido ministro lector y ministro acólito; y Ángel Peña fue instituido ministro acólito. Ambos seminaristas han terminado su tiempo de formación en la casa del

Seminario y se encuentran en su año de síntesis vocacional, ejerciendo su servicio en la misma comunidad donde se realizó la celebración, con la cual también terminó el Santo Jubileo. La comunidad entera se alegró por ambos eventos. Los ministerios laicales son servicios que se conceden a varones laicos mediante una bendición especial por parte del Obispo. Éstos son de gran importancia en el camino de la formación sacerdotal y son necesarios para acceder al orden del Diaconado, su finalidad es servir al pueblo de Dios en la mesa de la Palabra (lectorado) y en el altar, además de ser ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión (acolitado). La Iglesia particular de Izcalli se alegra por la gracia de Dios que ha sido derramada en estos seis jóvenes seminaristas, pues cada uno de ellos se ha convertido en una opción real y próxima para el sacerdocio ministerial.

El pasado domingo 27 de octubre del presente año, se dio por concluida la Visita Pastoral en la III Vicaría Santo Domingo de Guzmán, en Chimalhuacán. En esta ocasión le tocó cerrar a la parroquia de San Agustín - Atlapulco. En punto de las doce del día, y con una buena participación de feligreses en la celebración dominical, llegó nuestro obispo don Juan Manuel Mancilla Sánchez. En su homilía, con en base en el evangelio del fariseo y el publicano, nos exhortó: “emprendemos juicios equivocados, nadie tiene derecho a menospreciar a ningún hermano, a hacer a un lado a las personas. Recojamos del corazón de Dios, su capacidad de amar, su capacidad de relacionarnos de forma noble, auténtica”. Unas palabras que deja nuestro Obispo Juan Manuel para pueblo de San Agustín, pero hacemos extensivas a toda nuestra diócesis es: “Sabor que no se acabe, aroma que el viento no arrebate, abrazo que nunca se separe, ¡Éste es Cristo, éste es Dios, nuestro amor infinito!”. Siguiendo el protocolo preparado para la visita pastoral, desde el viernes 25, a su llegada

a la parroquia de San Agustín hizo su visita ante el Santísimo, posteriormente se reunió de forma privada con el padre Alejandro, párroco de esta comunidad. Terminada la entrevista salieron a visitar algunos enfermos, acompañados por el padre Elmer Jacob, vicario de Pastoral, el padre Felipe González, vicario episcopal de esta zona y el padre Victorino, decano; y fueron acompañados por algunos ministros de la Sagrada Comunión. Por la tarde se reunió con los agentes de pastoral activos de esta parroquia, quienes presentaron los avances que se ha tenido en las diversas dimensiones pastorales, y también los retos que debemos enfrentar en este cambio de época. El padre Elmer, los exhortó a no descuidar la atención a los jóvenes, adolescentes y sobre todo a los matrimonios, “no cubramos dimensiones pastorales solo por llenar un requisito, se debe de dar una buena atención pastoral en todos los ámbitos”. Al concluir las actividades, el Obispo nos dijo: “la verdadera imagen de Dios es el hombre, donde quiera que ustedes vayan, lleven el sabor y el abrazo de CRISTO JESÚS que vino a salvarnos”.


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40 días por la vida. ¿A quién Beneficia? Por: Reyna Arias. Diócesis de Nezahualcóyotl. Desde el 2004, ya hace 15 años, que comenzó, no como una aventura fortuita, sino como fruto de la investigación, el estudio científico, sobre todo la profundización en la historia de la salvación, la sana teología, los fundamentos filosóficos y antropológicos y con una fundamentación en la experiencia del ayuno y la oración, una organización en favor de la protección de la vida desde la concepción; en toda organización humana, además religiosa, ha sido encabezada esta iniciativa por un grupo local Bryan-College Station, Texas, dirigido por David Bereit. Como una propuesta contundente en favor de la vida concebida, en Nezahualcóyotl, en una Capilla Urbana, un grupo de personas organizadas para realizar la oración en las inmediaciones del espacio público del Palacio Municipal de Ciudad Nezahualcóyotl,

con el único propósito de manifestar la alegría de la vida que comienza en la concepción y, por tanto, contundentemente ajeno al aborto que destruye la vida, asesina la persona concebida y denigra la dignidad de la mujer con las propias consecuencias irreversibles en su integridad. La participación tanto de las personas voluntarias, movidas por la convicción en favor de la vida, otras por la fe y confianza en Dios por el fin del aborto en nuestra sociedad, ha sido pacífica y valiente, respetuosa y propositiva, abierta y sugerente. Los gestos sencillos y contundentes de identidad reflejan la unidad que hay en otras ciudades en los 36 países donde ya se tienen testimonios claramente visibles se ofrece la convicción de la importancia de respetar la vida desde su concepción como

un acontecimiento vivido en primera persona. Por tanto, la iniciativa de “40 días por la vida” beneficia la conciencia del valor supremo de la vida desde la concepción, y con ello a la sociedad en sí misma, de aquí y de allá, de ayer, de hoy y de mañana. La película recientemente es-

trenada, “Inesperado”, es apenas una oportunidad de concientización en favor de la vida, ante los intereses comerciales que implica la industria de la muerte. El lema de la Diócesis de Nezahualcóyotl manifiesta la importancia de la vida: “La reconciliación con la Creación es nuestra misión”

Cielo Abierto, un encuentro con la Eucaristía y la Misión Por: Codipacs Valle de Chalco

Al recibir la gracia de adorar a Jesús Sacramentado durante cinco noches continuas de adoración, en esta Diócesis nos hemos sentido fortalecidos, animados, bendecidos y enviados a llevar ese mensaje del amor de Dios con nuestro testimonio, a contagiar a los que nos rodean y atrevernos a irradiar a otros. Han sido cinco momentos que nos permiten obtener la gracia de Dios y los elementos para encaminarnos como pueblo a ese gran acontecimiento que es

corazón. Renovando así a cada uno de los ahí presentes; estando entre muchos como uno solo, en comunión y personalmente. Necesariamente el encuentro con Cristo Eucaristía es una experiencia personal e íntima, y que supone el encuentro pleno de dos que se aman. Sólo Dios conoce los corazones de los hombres, el encuentro íntimo con el Amor. Quien recibe esta Gracia está en mayor capacidad de amar y de servir al hermano, y que además alimentado con el Pan de Vida debe estar más forel anuncio de la Buena Nueva, talecido para enfrentar las pruede la Comunión con Dios y con bas, para encarar el sufrimiento, nuestros Hermanos. Estas noches fueron un preámbulo para esa gran experiencia que fue el concierto de adoración, en donde por medio de la música, el talento, la alabanza y la unión de fe, hemos entregado nuestros corazones al Santísimo Sacramento, donde en medio del bullicio encontramos un momento para darle espacio en el silencio y la contemplación al dueño, al creador de nuestro

para contagiar su fe y su esperanza. En fin para llevar a feliz término la misión, la vocación, que el Señor le otorgue. Así, seguimos caminando en esta Diócesis de Valle de Chalco, sabiendo que Dios no solo es nuestra guía, es el camino a seguir cada día.


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Celebremos la Fe

Portadores de esperanza Por: CODIPACS / Arquidiócesis de Tlalnepantla Actualmente vivimos en un mundo más complejo y en rápido movimiento, un mundo cada vez más interconectado y global, un mundo lleno de injusticias y de olvido a la dignidad de la persona humana, un mundo lleno de dificultades cada vez más grandes para poder vivir, e incluso para poder profesar libremente la fe en Jesucristo y en la Iglesia Católica. A lo largo del día vivimos un montón de experiencias, algunas buenas y otras malas, la mayoría monótonas, que nos llevan a encerrarnos en nosotros mismos y olvidar todo a nuestro alrededor. El trabajo se ha vuelto monótono y quizá mecánico, las injusticias se están volviendo acciones de cada día, el sufrimiento se convierte en un padecer sin sentido y la precariedad de la vida nos orilla a

te el propio pensamiento o de profesar sin constricción la propia fe religiosa? ¿Qué dignidad es posible sin un marco jurídico claro, que limite el dominio de la fuerza y haga prevalecer la ley sobre la tiranía del poder? ¿Qué dignidad puede tener un hombre o una mujer cuando es objeto de todo tipo de discriminación? ¿Qué dignidad podrá encontrar una persona que no tiene qué comer o el mínimo necesario para vivir o, todavía peor, el trabajo que le otorga dignidad? Promover la dignidad de la persona significa reconocer que posee derechos inalienables, de los cuales no puede ser privada arbitrariamente por nadie y, menos aún, en beneficio de intereses económicos”. “Es necesario también ser conscientes de la propia iden-

refugiarnos en cosas vanas y efímeras. El hombre ha perdido de vista su valor real y ha perdido la confianza en Dios. Es importante recuperar la confianza en el hombre, no tanto como ciudadano o sujeto económico, sino en el hombre como persona dotada de una «dignidad trascendente». El Papa Francisco ha hablado sobre “el estrecho vínculo que existe entre estas dos palabras: «dignidad» y «trascendente»”. Hoy en día “persisten demasiadas situaciones en las que los seres humanos son tratados como objetos, de los cuales se puede programar la concepción, la configuración y la utilidad, y que después pueden ser desechados cuando ya no sirven, por ser débiles, enfermos o ancianos”. Ciertamente, “¿qué dignidad existe cuando falta la posibilidad de expresar libremen-

tidad para dialogar en modo propositivo con el futuro, la conciencia de la propia identidad es indispensable en las relaciones con los otros”. A nosotros los cristianos nos corresponde la tarea de custodiar y hacer crecer la identidad cristiana, de modo que las personas encuentren de nuevo la confianza en Dios y en su proyecto de salvación. Es de vital importancia profundizar hoy en una “cultura de los derechos humanos que pueda unir sabiamente la dimensión individual con la del bien común, con ese «todos nosotros» formado por individuos, familias y grupos intermedios que se unen en comunidad social. Si el derecho de cada uno no está armónicamente ordenado al bien más grande, termina por concebirse sin limitaciones y se transforma

en fuente de conflictos y de violencias. Así, hablar de la dignidad trascendente del hombre, significa apelarse a su naturaleza, a su innata capacidad de distinguir el bien del mal, a esa «brújula» inscrita en nuestros corazones y que Dios ha impreso en el universo creado; significa sobre todo mirar al hombre no como un absoluto, sino como un ser relacional”. Estamos llamados a una gran misión, aunque pueda parecer inútil: Preocuparnos de la fragilidad de las personas. “Cuidar la fragilidad quiere decir fuerza y ternura, lucha y fecundidad, en medio de un modelo funcionalista y privatista que conduce inexorablemente a la «cultura del descarte»; cuidar de la fragilidad de las personas significa proteger la memoria y la esperanza; significa hacerse cargo del presente en su situación más marginal y angustiante, y ser capaz de dotarlo de dignidad”. Dar esperanza no significa sólo reconocer la centralidad de la persona humana, sino que implica también favorecer

sus cualidades. Se trata por eso de invertir en ella y en todos los ámbitos en los que sus talentos se forman y dan fruto. Un autor anónimo del s. II escribió que «los cristianos representan en el mundo lo que el alma al cuerpo». Ha llegado la hora de construir juntos una sociedad que no gire en torno a la economía, sino a la sacralidad de la persona humana, de los valores inalienables. Ha llegado el momento de abandonar la idea de una sociedad atemorizada y replegada sobre sí misma, para suscitar y promover una esperanza protagonista, transmisora de fe, confianza y unidad para vencer todos los miedos que el mundo está atravesando; una esperanza en el Señor, que transforma el mal en bien y la muerte en vida. Ha llegado el momento de ser la persona que tiene puesta la mirada en el cielo y que persigue sus ideales; que mira, defiende y lucha por la dignidad humana; la persona que camina sobre la tierra segura y firme, pero que nunca pierde de vista la Morada Eterna.


Cultura

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Caridad que se transforma en vida Por: Pastoral Social / Diócesis de Ecatepec

La caridad es un don de Dios que nos permite en medida de nuestras posibilidades el poder amar a los demás, podemos decir que la caridad es poseer en nosotros el amor de Dios, el cual se va intensificando en medida que lo vayamos encarnando en nuestras acciones. Por lo tanto, como hijos de Dios amamos como Dios, no en la perfección con la que él lo hace, sino con el estilo que Él tiene, ya que

fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios, de acuerdo a ello, tenemos la capacidad de poder amar a semejanza de Él. El amor al prójimo es parte importante de la caridad, ya que nos hace buscar hacer el bien a los demás por amor a Dios, amamos a los demás en su condición de creaturas de Dios, incluso a los pecadores y a todos los que hacen el mal, ya Cristo lo mencionaba acerca del amor al

prójimo, es decir al que está más cerca a nosotros, a aquel que lo necesite más (al esposo, al hermano, al hijo, al vecino, etc.), para que de esta manera se vaya perfeccionando esta virtud en nosotros. Si la caridad no se encarna sería falsa, de nada serviría solo mencionarlo con la boca, la caridad debe concretizarse en la acción para con los demás de tal manera que vayamos colaborando en la

restauración de nuestra sociedad, la caridad no es solo una palabra, es más bien, el resumen de todas las obras de misericordia, las cuales no llevan a una intensificación de la vida de fraternidad, de apostolado y de oración. No debemos olvidar que la caridad no es solo amor a los hombres (filantropía), esta tiene que ser desinteresada, debe ser eficaz, no bastan solo los buenos deseos, debe ser sincera, lo contrario a ello nos llevaría en sí mismo a pecar contra el prójimo, aunque parezcan buenas acciones. No olvidemos que la caridad debe ser el eje motriz que nos haga hacer que la predicación del evangelio se encarne, sobre todo llevando el evangelio a los más pobres y necesitados, recuerda no solo de palabra sino a través de tus obras, hagamos lo mismo que el buen samaritano, miremos a nuestro prójimo y practiquemos la misericordia divina.

La esperanza es Jesús Por: Codipacs Texcoco En septiembre de 2013, el papa Francisco invitó a los fieles a reflexionar sobre la virtud de la esperanza, de la cual señaló que es “quizás menos conocida que la de la fe y la caridad”, pero que “nunca debe confundirse con el optimismo humano, que es una actitud más relacionada con el estado de ánimo”. El Papa fue contundente: “Para el cristiano, la esperanza es Jesús, su fuerza de liberar y volver a hacer nueva cada vida. La esperanza es un don de Jesús, la esperanza es Jesús mismo. Esperanza no es la de quien consigue ver el “vaso medio lleno”, eso es sencillamente “optimismo”, y “el optimismo es una actitud humana que depende

de muchas cosas”. Explicó el Papa que el punto de partida lo encontramos en la Carta que san Pablo escribe a los colosenses 1,27: “Es Cristo entre ustedes, la esperanza de la gloria”; y sin embargo, “la esperanza es una virtud de segunda clase”, la “virtud humilde” si se la compara con las más conocidas de la fe y de la caridad. Por esto, puede suceder que se la confunda con un sereno buen humor. La esperanza como don, es un regalo del Espíritu Santo que “nunca defrauda”, “la esperanza nunca defrauda”, ¿por qué? Porque es un don del Espíritu del Señor, “para Pablo la esperanza tiene un nombre, la esperanza es Jesús. Nuestra

única esperanza es Jesús, en Jesucristo”, persona viva, en la Palabra y en la Eucaristía. Jesús la esperanza que hace todo nuevo, “lo que hace en mi

vida, en tu vida, en nuestra vida, y esto que hace nuevo, Él, Jesús, es precisamente el motivo de nuestra esperanza”.


Cultura

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Las Indulgencias Por: Pbro. Pablo Cabrera Montiel

Hacer del trabajo una entrega generosa Por: CODIPACS Izcalli

La Iglesia invita a todos sus hijos a meditar y considerar el gran valor del uso de las indulgencias para la vida individual y para el fomento de la comunidad cristiana. La doctrina y la práctica de las indulgencias en la Iglesia están estrechamente ligadas a los efectos del Sacramento de la Penitencia: “La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal merecida por los pecados ya perdonados en cuanto a la culpa, que el fiel, cumpliendo determinadas condiciones, obtiene para sí mismo o para los difuntos, mediante el ministerio de la Iglesia, la cual, como dispensadora de la redención, distribuye el tesoro de los méritos de Cristo y de los santos” (Compendio Catecismo de la Iglesia Católica. n. 312). Las indulgencias son las ayudas y gracias que la Iglesia administra para el bien espiritual de los fieles, para poder beneficiarse de ellas es necesario estar bautizado, no excomulgado, tener la intención

clara y decidida, así como el estado de gracia. Esto es fundamental para no caer en la superstición o pensar que se trata de algo mágico y evitar caer en interpretaciones ambiguas para la vida de la Iglesia y la sana doctrina. El Papa Pablo VI, en su Constitución Apostólica “Indulgentiarum Doctrina”, enseña que las penas debidas por los pecados pueden cumplirse por medio de los sufrimientos propios de la vida terrena, vividos con paciencia y esperanza; o bien después de morir, en el purgatorio. Por eso solamente pueden conceder indulgencia los que participan plenamente del sacerdocio ministerial de Cristo: el Papa, los Obispos y los Presbíteros, sus colaboradores en el ministerio. Las indulgencias se obtienen por la Iglesia que, en virtud del poder de atar y desatar que le fue concedido por Cristo Jesús, interviene en favor del cristiano.

“Lo hiciste dueño de un mundo portentoso para que en tu nombre dominara la creación entera y al contemplar las obras de tus manos en todo momento te alabara”. Así reza el prefacio III para los domingos del Tiempo Ordinario en la Misa, y en él podemos descubrir cómo en el plan maravilloso de la creación nos convertimos en cooperadores de Dios, cuando con nuestras propias manos y esfuerzos, vamos construyendo un mundo mejor para nosotros mismos y para los demás, pues el mandato y el deseo de Dios es que el hombre sea constructor de un mundo mejor. Es cierto que en muchas ocasiones el trabajo cotidiano se vuelve rutinario y casi enseguida se hace cansado, luego entonces, el trabajo diario no es causa de alegría sino de fastidio, sin embargo, cuando desde la fe descubrimos que con nuestro trabajo diario ayudamos a

Dios en la perfección de su creación, la experiencia del trabajo cobra otro sentido y acudimos a él con mayor entrega y alegría. El cristiano está llamado a transformar cada realidad en la que se desenvuelve, lo hace con la ayuda de su fe, pues esta no es solamente un conjunto de tradiciones y costumbres, sino una oportunidad para transformar y dar sentido a su experiencia en el mundo, así lo ha aprendido del mismo Señor Jesús, quien pasó en su vida haciendo el bien. Así que, cuando te sientas cansado o agobiado del día a día, y sientas que el trabajo se vuelve rutinario, piensa que eres cooperador de Dios en la perfección de su creación; procura entonces, hacer tu trabajo con entrega generosa, con honradez y con honestidad, pues de ahí comes, pero también con él te santificas, haciéndote cada vez más agradable a los ojos del Creador.


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La misión y el rosario Por: P. Martin Maria Barta / Asistente Eclesiástico ACN InternacionaL

La “misión permanente” solo puede realizarse a través de la oración permanente. Eso es lo que también nos enseña Santa Teresita, quien, pese a no abandonar nunca el convento, fue declarada Patrona de las Misiones. “La oración y el sacrificio constituyen toda mi fuerza y son las armas invencibles que Jesús me ha dado. Ellas pueden, mucho mejor que las palabras, mover los corazones”, escribió. Y junto a muchos otros santos, podemos afirmar que el Rosario es la oración que mejor nos puede encaminar hacia una entrega cada vez más profunda e inocente a Dios y la Virgen. El Rosario es la verdadera arma de los santos, y por eso, sin duda no es casualidad que el mes misionero de octubre sea, al mismo tiempo, el mes del Rosario. El “Papa de la sonrisa”, como se llamaba a Juan Pablo I, relató en una de sus catequesis: “Una vez vi en el tren a una mujer que había depositado a su

La esperanza de los pobres nunca se frustrará Por: Samuel Nájera

bebé en su sillita para dormir. Cuando el pequeño se despertó, vio desde la sillita frente a él a su mamá velándolo. ‘¡Mamá!’, exclamó. Y la madre: ‘Sí, tesoro mío’. Y durante un rato, el diálogo entre ambos no cambió: ‘¡Mamá!’ - ‘Sí, tesoro mío’. No hacían falta más palabras. El Rosario, también puede ser una oración plena de alegría y felicidad. Cuando se reza bien el Rosario, éste puede convertirse en una mirada a la Virgen y Jesús que se vuelve más intensa a medida que se reza. Es como un estribillo que brota del corazón y que, repetido, sosiega el alma como una canción. Queridos amigos, el objetivo de la misión es llevar el Reino de Dios a los corazones de todos los hombres. Y este Reino pertenece a los que, como nos dice Jesús, son como niños (cfr. Lc 18,16). Esperemos que, siempre, el rezo del Rosario nos inflame con renovada confianza en Dios y con amor misionero hacia todos los hombres.

El 17 de noviembre (Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario) de 2019 se celebrará en toda la Iglesia la III Jornada Mundial de los Pobres, promovida por el Papa Francisco. Para esta ocasión el tema del mensaje se basó en la cita del Salmo 9,19 “La esperanza de los pobres nunca se frustrará”, para devolverles “la esperanza perdida a causa de la injusticia, el sufrimiento y la precariedad de la vida. El salmista describe la condición del pobre y la arrogancia del que lo oprime; invoca el juicio de Dios para que se restablezca la justicia y se supere la iniquidad”. El Papa explicó que el “salmo se compuso en un momento de gran desarrollo económico que, como suele suceder, también produjo fuertes desequilibrios sociales. La inequidad generó un numeroso grupo de indigentes, cuya condición parecía aún más dramática cuando se comparaba con la riqueza alcanzada por unos pocos privilegiados. El autor sagrado, observando esta situación, dibuja un cuadro lleno de realismo y verdad”. Por lo que nos invita a reflexionar y “nombrar las numerosas formas de nuevas esclavitudes a las que están sometidos millones de hombres, mujeres, jóvenes y niños: Todos los días nos encontramos con familias que se ven obligadas a abandonar su tierra para buscar formas de subsistencia en otros lugares; huérfanos que han perdido a sus padres o que han sido separados violentamente de ellos a causa de una brutal explotación; jóvenes en busca de una realización profesional a los que se les impide el acceso al trabajo a causa de políticas económicas miopes; víctimas de tantas formas de violencia, desde la prostitución hasta las drogas, y humilladas en lo más profundo de su ser”. Ante esta denuncia, el Papa define al pobre como quien “confía en el Señor”, porque tiene la certeza de que nunca será

abandonado. “El pobre, en la Escritura, es el hombre de la confianza. El autor sagrado brinda también el motivo de esta confianza: él “conoce a su Señor”. Es precisamente esta confianza en el Señor, esta certeza de no ser abandonado, la que invita a la esperanza. El pobre sabe que Dios no puede abandonarlo. Afirma el Papa: “No hay forma de eludir la llamada apremiante que la Sagrada Escritura confía a los pobres. Dondequiera que se mire, la Palabra de Dios indica que los pobres son aquellos que no disponen de lo necesario para vivir porque dependen de los demás. Ellos son el oprimido, el humilde, el que está postrado en tierra. Aun así, ante esta multitud innumerable de indigentes, Jesús no tuvo miedo de identificarse con cada uno de ellos: ‘Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis’” (Mt 25,40). “La Iglesia, estando cercana a los pobres, se reconoce como un pueblo extendido entre tantas naciones cuya vocación es la de no permitir que nadie se sienta extraño o excluido, porque implica a todos en un camino común de salvación. La condición de los pobres obliga a no distanciarse de ninguna manera del Cuerpo del Señor que sufre en ellos. Más bien, estamos llamados a tocar su carne para comprometernos en primera persona en un servicio que constituye auténtica evangelización. La promoción de los pobres, también en lo social, no es un compromiso externo al anuncio del Evangelio, por el contrario, pone de manifiesto el realismo de la fe cristiana y su validez histórica. El amor que da vida a la fe en Jesús no permite que sus discípulos se encierren en un individualismo asfixiante, soterrado en segmentos de intimidad espiritual, sin ninguna influencia en la vida social”, señaló.


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Exposición la Fe por Guadalupe Fuente: Desde la Fe

El jueves 31 de octubre, en la Basílica de Sant’Andrea della Valle en Roma, inició la exposición La Fe por Guadalupe, compuesta por 38 imágenes que cinco

jóvenes fotógrafos mexicanos captaron durante las fiestas guadalupanas de 2018 y que son una muestra de la devoción que existe en México por

la Morenita del Tepeyac. Para el padre Carlos Gómez Ruiz, sacerdote mexicano de la Orden de los Teatinos y rector de esta Basílica, el obje-

tivo de esta exposición es contribuir a la expansión de la devoción a la Virgen de Guadalupe. “El culto en este país es muy reciente –señala en entrevista–, considerando los 2,000 años de historia de la Iglesia en Roma. La primera imagen de la guadalupana llegó aquí en el siglo XIX y se expuso a los fieles en la Iglesia de San Nicola in Carcere. Desde entonces la devoción ha crecido con un gran potencial”. El sacerdote considera que la exposición es una excelente iniciativa, “principalmente porque representa una mirada joven sobre las fiestas guadalupanas, captada por cinco lentes que sintetizan el fervor de los millones de devotos” que año con año asisten a la Villa. La muestra está compuesta en su totalidad por imágenes de fotó-

grafos de Desde la fe y algunas de las imágenes for maron parte de la exposición Rostros Desde la fe, que estuvo de marzo a mayo de 2019 en el atrio de la Basílica de Guadalupe. “Esperamos que asista mucha gente –dice el padre Carlos Gómez –, que más y más gente conozca la devoción; estamos seguros de que los mexicanos que viven en Roma vendrán a verla apenas sepan de la exposición. Quiero agradecer a quienes la hicieron posible: la Embajada de México ante la Santa Sede, la revista Desde la fe, y especialmente a los fotógrafos, que son la sustancia de esta muestra”. Por su belleza artística y arquitectónica, centenares de personas visitan diariamente esta Basílica.

“Experiencia transformadora” en el encuentro mundial de Scholas en México Por: Vatican News Del 28 al 31 de octubre tuvo lugar en Ciudad de México, la cuarta edición del encuentro internacional de jóvenes organizado por Scholas Occurrentes y World ORT, fundación no gubernamental judía que se ocupa de educación y formación profesional. Tal y como lo definen los propios participantes, se trata de una “experiencia transformadora” que ofrece a cientos de jóvenes y voluntarios de todo el mundo la oportunidad de “compartir culturas, pensamientos, tradiciones y formas de entender la vida”. Uno de los objetivos principales de esta iniciativa es promover la cultura del encuentro impulsada por el Papa Francisco, que busca “construir puentes entre las personas y no muros”, a la vez que

fomenta la conexión de “aquellos puntos que tenemos en común y que por tanto nos unen”, en lugar de concentrarse en las diferencias que nos separan. En esta ocasión, México fue el país anfitrión de este encuentro mundial que ya se ha celebrado en el Vaticano en 2016, en Jerusalén en 2017 y en Argentina en 2018. Scholas permite establecer una inmensa plataforma cultural donde la fuerza de las futuras generaciones se encauza en el diálogo, la tolerancia y la fraternidad con el fin de romper todo tipo de barreras empezando por las lingüísticas, sociales y geográficas. El Santo Padre estuvo presente en este encuentro a través de un video mensaje que fue proyectado a los participantes durante la

clausura. Sobre el final de la vida y el sentido de la muerte, una cuestión que los jóvenes habían debatido en las charlas y planteado al Papa; cuestionó “¿qué sería de este encuentro si no tuviera un final?” y “¿qué sería de esta vida sino tu-

viera también su final? El Papa los invitó a “pensar bien en ello” y a “prestar atención a cada pequeño fin de lo cotidiano”, porque “solo una vida consciente de este instante se acaba, logra que este instante sea eterno”.


Dios te llama

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SIERVA DE DIOS SOR GLORIA MARÍA ELIZONDO GARCÍA, MCP Por: Sor Ma. Luisa García Martínez MCP / Arquidiócesis de Tlalnepantla

Se perfila una pionera de Mujeres Empresarias. En Cd. Victoria, Tamps. En el año de 1940 cuando, en un anuncio del periódico, Gloria se enteró de que en la Hacienda de Tamatán, situada muy cerca de Cd. Victoria, Tamps., “La Escuela Normal Rural Lauro Aguirre”, ofrecía en renta un local de una empacadora de mariscos que tenía abandonada. Gloria consideró que era una buena oportunidad para

establecerse por su cuenta y abrir ahí su propio negocio con el fin de de tener recursos para dar a su apostolado misionero firmeza y continuidad. Llama la atención la lealtad al querer independizarse, ya que eligió una plaza comercial diferente y un producto distinto al que manejaba en el negocio donde laboró por tantos años. Claro que en aquel tiempo, eso que se proponía no era tarea fácil ni tampoco común para una mujer joven y sola, pero logró el consentimiento de su mamá, pues su papá ya había fallecido. Gracias a la favorable intervención de su hermano mayor, quien confiaba en que Gloria poseía las condiciones personales de formación, madurez y experiencia suficientes para llevar a cabo su propósito con éxito. Gran tristeza le causó descubrir la frialdad e indiferencia de la mayoría de las personas del lugar hacia el aspecto religioso y eso avivó en ella el espíritu misionero. Sabía que, al final, la esperanza sólo va a dar respuesta a lo que se deposita en ella, por eso no escatimó en forjarse así misma

grandes ideales y metas altas, teniendo un solo objetivo: “El buen Dios”. Tamatán, era un ejido de campesinos pobres a donde periódicamente llegaban pescadores a ofrecer sus productos rescatados del mar. El realizar el nuevo proyecto fue para Gloria como un acicate. Todo estaba por hacerse y a ella le urgía comunicar a los demás el fuego de Dios que llevaba dentro. Después de organizarlo todo, en 1941 inauguró las instalaciones de la empacadora de mariscos “Productos Cruz de Oro”, con paciencia supo afrontar las circunstancias difíciles que se le fueron presentando. Contó con un grupo de 25 pescadores bajo sus órdenes y un capitán de pesca trabajando en las aguas del mar tamaulipeco que ofrece varios recursos pesqueros: camarón, ostión, robalo, huachinango, bagre, truchas etc. Sin perder el tiempo inició una gran actividad apostólica y misionera entre los trabajadores de la empacadora que en ese tiempo eran más o menos setenta, impulsándolos con entusiasmo a una superación integral,

¿Qué es la esperanza? Por: Hna. Eloína Tlaltenco En la actualidad parece que todo fuera más noticias malas que buenas, generalmente hay una tendencia, un instinto de autodestrucción en quienes se deleitan en transmitir, con falsa tristeza, las malas noticias. Muchos falsos profetas alimentan la incertidumbre, las dudas, la falta de amor y de perdón, la desesperación del hombre en general. Esta gente no está bien espiritualmente porque no tiene esperanza y tampoco quiere que nadie la tenga. La esperanza, según la Iglesia Católica, es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos no en nuestras fuerzas, sino en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo. “El Espíritu Santo que Él

derramó sobre nosotros por medio de Jesucristo nuestro Salvador para que, justificados por su gracia, fuésemos constituidos herederos, en esperanza, de vida eterna” (Tt 3, 6-7). La esperanza corresponde al anhelo de felicidad puesto por Dios en el corazón de todas las personas; asume las expectativas que inspiran las actividades de los hombres; las purifica para ordenarlas al Reino de los cielos; protege del desaliento; sostiene en todo desfallecimiento; dilata el corazón en la espera de la bienaventuranza eterna. El impulso de la esperanza preserva del egoísmo y conduce a la dicha de la caridad. La esperanza se manifiesta desde el comienzo de la predicación de Jesús en la proclamación de las Bienaventuranzas, que elevan nuestra esperanza hacia el

cielo como hacia la nueva tierra prometida; trazan el camino hacia ella a través de las pruebas que esperan a los discípulos de Jesús. Pero por los méritos de Jesucristo y de su pasión, Dios nos guarda en “la esperanza que no falla” (Rm 5, 5). La esperanza es “el ancla del alma”, segura y firme, que penetra “a donde entró por nosotros como precursor Jesús” (Hb 6, 19-20). Es también un arma que nos protege en el combate de la salvación: “Revistamos la coraza de la fe y de la caridad, con el yelmo de la esperanza de salvación” (1 Ts 5, 8). Nos procura el gozo en la prueba misma: “Con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación” (Rm 12, 12). Se expresa y se alimenta en la oración, particularmente en la del Padre Nuestro, resumen de todo lo que la esperanza nos hace desear.

la promoción de los valores cristianos y el respeto a su dignidad. Los miércoles por la tarde dedicaba un tiempo para darles charlas de formación humana y religiosa, por lo que cerraba un poco antes la empacadora. Solía decir si para todo hay tiempo, “debe haber tiempo para Dios”. Para ella era de suma importancia consolidarlos en el deseo de una vida cristiana mejor. Cada enseñanza que les daba la subrayaba con un ejemplo para que la recordaran con más facilidad y la pudieran aplicar a su vida. Les decía “Si usted ve a una persona que no puede pasar la calle pásela en nombre de Nuestro Señor”, y también “Nunca se enfaden porque no encuentran algo que buscan, no ganan nada con enojarse o querer culpar a otras personas, verán que así nunca ofenden a Dios. Su vida fue dar lo mejor de ella para las personas llevándolas a amar a Dios y a sentirse muy amados por Él. (La vida de esta mujer empresaria, misionera y santa continuará).


Familia

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5 tips

Todos somos migrantes Por: Silvia del Valle @SilviaMdelValle @smflorycanto silviadelvalle5@gmail.com Ahora que asistí al encuentro de comunicación en Ciudad Juárez pude palpar la realidad que se vive en cuanto a los migrantes. Es muy triste darse cuenta que en verdad hay familias enteras que por diferentes razones, algunas por la inseguridad, otras por tratar de vivir mejor y otras por una falsa esperanza, se lanzan a la aventura de moverse y tratar de lograr cruzar la frontera. Es importante que nuestros hijos hagan conciencia de que todos podemos llegar a tener este tipo de necesidades y que en nuestras manos esta ayudarles, aunque sea, en una pequeña medida. Por eso aquí te dejo mis 5Tips para educar a nuestros hijos en la caridad y en la empatía.

PRIMERO. Que se den cuenta de hay otros que tienen más necesidad.

Es muy bueno, que aunque sean pequeños, les platiquemos, a su nivel, la realidad de muchas familias que pasan necesidades y tiene que salir de su casa para salvar la vida. No te digo que los hagas ver las imágenes crudas que algunos medios de comunicación nos presentan, pero sí, que les platiques que los niños que están en la calle pidiendo en las esquinas, no tiene lo mismo que nosotros tenemos.

Es así que, dependiendo de la edad de nuestros hijos, puedan ir haciendo conciencia y haciendo empatía con los que más sufren. Además de que aprendan a valorar lo que tienen y que sepan que es gracia de Dios.

SEGUNDO. Que se den cuenta que podemos ayudarles.

También es bueno que desde pequeños los enseñemos a tratar de ayudar a los más necesitados. Podemos hacer algunas bolsitas con cacahuates para regalar en las esquinas a los niños que se acerquen a pedir dinero. Podemos traer fruta para compartir. La idea es que nuestros hijos puedan aprender a desprenderse de algo que tienen para que otros puedan vivir mejor.

TERCERO. Que aprendan a cuidar lo que tienen.

Otro punto importante es que nuestros hijos, sin importar la edad que tengan, aprendan a cuidar sus cosas. Primero que nada para que duren el mayor tiempo posible, y en segundo lugar, para que haya la posibilidad de que otros las puedan usar. Puede ser desde un hermano hasta algún necesitado o persona sin recursos que seguramente, lo valorará muchísimo.

Que aprendan a cuidar sus cosas, ademas, les acrecienta el valor del orden y la virtud de la caridad.

CUARTO. Que separen ropa y juguetes para donar, por lo menos dos veces al año.

Siempre tenemos cosas que ya no usamos y que están en buenas condiciones. Es muy importante que enseñemos a nuestros hijos a compartir lo que nos es útil, porque si sólo comparten lo que ya no sirve ¿qué de bueno tiene eso? Es necesario que compartan lo que está en buen estado y que ya no les queda, lo que está a punto de no quedarles, también podríamos regalarlo porque seguramente habrá niños que lo necesitarán más. En cuanto a los juguetes, también es bueno que nuestros hijos aprendan a ser generosos y se desprendan de lo que está en buen estado y que ya no usan tanto.

¿Qué esperar del Sínodo Panamazónico? Por: CODIPACS Izcalli

Después de poco más de un año de preparación, 22 días de trabajos intensos y un sin fin de críticas positivas y negativas, el domingo 17 de octubre, concluyó el Sínodo para la región Panamazónica que convocó y presidió el Papa Francisco. El verdadero trabajo comienza ahora, concretar los puntos de esfuerzo y llevarlos a la realidad en medio de una fuerte tensión

sobre todo al interno de la Iglesia católica, sin embargo, creemos firmemente que el Santo Espíritu de Dios guía y conduce a su Iglesia, y él mismo la llevará a buen puerto junto con todos los trabajos sinodales. Pero, hacia el final de este sínodo, ¿qué esperamos los cristianos y los no cristianos? En primer lugar, después de la revisión exhaustiva del trabajo final, el Santo Padre haga una valoración de las conclusiones y nos regale un documento oficial, firmado y sellado por él mismo, para que entonces se comiencen a buscar los modos prácticos de la ejecución del Sínodo. Luego, esperamos que los trabajos que alientan a la conversión en diversas direcciones tengan efecto en todas las realidades sin que esto se quede en papel y buenos deseos. Que abra la mentalidad de la Iglesia en general sobre la necesidad de ocuparnos de temas tan importantes como el cuidado de la tierra y el aprecio de los menos favorecidos en el orbe de la tierra; el respeto de la tierra pero sobre todo de las culturas y etnias que habitan este rincón de la tierra. Un nuevo modo de concebir la tarea evangelizadora de la Iglesia, con un nuevo impulso, sobre todo de los

Y QUINTO. Que vayan a compartir lo que separaron con quienes lo necesitan más.

Lo mejor de todo es que se den cuenta de qué hay personas que valoran mucho lo que quizá para nuestros hijos ya no es importante. Al llevarlo a donar a alguna casa hogar o regalarlo en alguna esquina, nuestros hijos pueden ver que personas reales, niños de su misma edad, están siendo felices con aquello que a ellos ya no les gusta, no les queda o ya no les sirve. Así serán más conscientes y sabrán valorar lo que tienen. Y por último, hay que hablar con ellos y decirles que gracias a Dios, ahora nosotros estamos en buenas condiciones, pero que en algún momento, podría pasar que seamos nosotros los que estemos necesitados de esa ayuda y que por eso debemos tratar a los demás como queremos que nos traten a nosotros. Con Amor de Dios siempre.

Cuidemos la casa común laicos, y nuevas maneras de hacer presente a Cristo, sin el deseo de acabar con la riqueza cultural de cada grupo humano. Sin duda, el sínodo ha sido una muestra de lo diverso que es el mundo católico en su forma de pensar, sentir y vivir la fe; al mismo tiempo, se han echado de ver las resistencias humanas que podrían ser causa de poco crecimiento en el anuncio del evangelio. Es también loable cómo en estos días la Iglesia sigue mostrando su grande influencia positiva en el mundo moderno con temas como la ecología y el cuidado de la tierra. Y de la misma manera, el Sínodo abre nuevas puertas en credibilidad ante el mundo. La diversidad de culturas, personas y de ideas, no han de ser motivo de división sino de riqueza, incluso al interno de la Iglesia católica; en ellas, reconocemos cómo el Espíritu sigue soplando y conduciendo, ello nos llena de alegría y nos permite invocarlo con más fuerza para que siga esparciendo la semilla del Verbo a lo largo y ancho del mundo que nos ha sido dado como un regalo del Creador y que por ello requiere de mucho cuidado.


Secciรณn Infantil

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Obras de Misericordia Corporales


Laicos

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El Reino de los Cielos le pertenece a los pobres Por: CODIPACS / Arquidiócesis de Tlalnepantla En los Evangelios se puede ver cómo Jesús enseña el camino de la vida, el camino que Él mismo recorre, que es Él mismo, y lo propone como el camino para llegar a la verdadera felicidad. Las Bienaventuranzas son enseñanzas que Jesús mismo encarnó durante su vida, porque todas las promesas del Reino de Dios ya se han cumplido en Él. Jesús invita a seguirle, a asumir la condición humana y recorrer con Él el camino del amor, el que lleva a la vida eterna. Puede que no sea un camino fácil, pero el Señor promete acompañar y promete su gracia. Durante el camino a la santidad pueden presentarse dificultades para responder y vivir la llamada a la santidad, pobreza, aflicciones, humillaciones, lucha por el bien y la justicia, cansancios en la conversión cotidiana, persecuciones y otros muchos desafíos que se presentan en la vida. El dejar que Él entre en la vida del hombre, abrir la puerta a Jesús, hace que la persona experimente una paz y una alegría, un amor infinito. “Las bienaventuranzas de Jesús son portadoras de una novedad revolucionaria, de un modo de felicidad opuesto al que habitualmente nos comunican los medios de comunicación, la opinión dominante. Para la men-

talidad mundana, es un escándalo que Dios dición y vive en su realidad, en la humildad, haya venido para hacerse unos de nosotros, cuando deja que Dios reine en su corazón. que haya muerto en la cruz”, expresó S.S. Francisco en el Mensaje para la XXIX Jornada Mundial de la Juventud. Para el pensamiento actual del mundo, aquellos que Jesús proclama bienaventurados son considerados perdedores, fracasados, débiles, inferiores a las demás personas. En cambio, se exalta el éxito a toda costa, el bienestar, el dinero, la fama, la arrogancia de poder, la afirmación de sí mismo en prejuicio de los demás. Bienaventurados quiere decir felices. Si se dejan emerger las aspiraciones más profundas del corazón del hombre, se podrá ver que en todos los hombres hay un deseo inextinguible de felicidad. Si el propósito de la vida es encontrar la verdadera felicidad, debemos ir a lo grande, a la felicidad plena, que reina a pesar de la pobreza y las dificultades de la vida. Resulta difícil pensar en felicidad y pobreza al mismo tiempo, pero es verdad que las personas felices son aquellas que viven agradecidas por lo que tienen, y las personas tristes son las que viven anhelando lo que no tienen. Jesús invita a abandonarse a su promesa. La verdadera felicidad llega cuando uno reconoce su con-

Cuando el pecado ya no es pecado Por: CODIPACS Izcalli En el evangelio del domingo XXX del tiempo ordinario, Jesús hablaba de una parábola, acerca del fariseo y el publicano; hablando del fariseo, hay una frase digna de tener en cuenta: “no soy como los demás hombres”. De ella los cristianos deberíamos aprender a vivir en medio del mundo de la normalidad, y en donde, bajo el eslogan de “todo el mundo lo hace” pensábamos que todos, también nosotros los cristianos, lo podemos hacer, no importando que esté mal o que vaya en contra de nuestras costumbres, o bien, en

contra de lo que Dios nos pide. El cristiano no puede vivir como los demás hombres que no conocen a Dios, el que conoce a Dios no puede vivir como borrego del mundo contemporáneo sino como verdadera oveja del Señor, es decir, escuchando su voz y siguiéndolo a él. Y es que hoy, en el mundo contemporáneo y secularizado, el mal dejó de ser un problema para convertirse en algo tan normal, y el pecado ya no es pescado para algunos o para muchos, y esta manera de vivir nos come como sociedad,

sin darnos cuenta que nuestra forma de vivir se deteriora, y con ello también las relaciones humanas entre nosotros, y peor aún, les dejamos a los más pequeños un modus vivendi de vacíos y desorientación. Si crees en Cristo,

si sigues a Cristo, no puedes despreciar a los demás por su forma y elección de vida, porque Jesús nos enseñó a amar al prójimo, pero tampoco puedes vivir como aquellos cuya norma de vida no es el amor; el amor te lleva al bien

común, al crecimiento y a la santificación de la persona, a la búsqueda del bien de los más pequeños y a la extensión del Reino de los cielos. Así que, vivamos como Dios manda.


Provincial

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Jornada Mundial de los Pobres Por: CODIPACS Valle de Chalco

La Jornada Mundial de los Pobres se celebrará por tercera ocasión el próximo 17 de noviembre, y pretende ser la respuesta que la Iglesia entera dirige a los pobres de todo el mundo para que no piensen que su grito se ha perdido en el vacío. En esta Jornada Mundial estamos invitados a concretar las palabras: “La esperanza de los pobres nunca se frus-

trará” basadas en el Salmo 9, que dice “No será olvidado el pobre para siempre ni será en vano su esperanza”, que expresan una verdad profunda que la fe logra imprimir sobre todo en el corazón de los más pobres: devolver la esperanza perdida a causa de la injusticia, el sufrimiento y la precariedad de la vida. El Papa nos recuerda que los pobres nos evangelizan,

ayudándonos a descubrir cada día la belleza del Evangelio. “No echemos en saco roto esta oportunidad de gracia. Sintámonos todos, en este día, deudores con ellos, para que tendiendo recíprocamente las manos unos a otros, se realice el encuentro salvífico que sostiene la fe, vuelve operosa la caridad y permite que la esperanza prosiga segura en su camino hacia el Señor que llega”.

El llamado que nos hace el Santo Padre es ser evangelizadores coherentes, sembrar signos tangibles de esperanza. A todas las comunidades cristianas y a cuantos sienten la necesidad de llevar esperanza y consuelo a los pobres, pide que se comprometan para que esta Jornada Mundial pueda reforzar en muchos la voluntad de colaborar activamente para que nadie se sienta privado de cercanía y solidaridad. Nosotros hablamos de los pobres normalmente como un destinatario que tiene que ser evangelizado, y que nuestra acción de caridad la sostiene con su vida. El Papa nos dice: “Es verdad, pero también los pobres nos provocan vivir la esencia del Evangelio. Los pobres nos evangelizan. Los pobres nos provocan para descubrir en una manera más

profunda el Amor de Dios y en qué manera se expresa con su misericordia. Los pobres necesitan nuestras manos para reincorporarse, nuestros corazones para sentir de nuevo el calor del afecto, nuestra presencia para superar la soledad. Sencillamente, ellos necesitan amor. A veces se requiere poco para devolver la esperanza: basta con detenerse, sonreír, escuchar. Los pobres son personas a las que hay que ir a encontrar: son jóvenes y ancianos solos a los que se puede invitar a entrar en casa para compartir una comida; hombres, mujeres y niños que esperan una palabra amistosa. Los pobres nos salvan porque nos permiten encontrar el rostro de Jesucristo”.

Desde luego, la praxis del sentido cristiano del trabajo significa que el convertido en Cristo, debe tener consciencia clara que por su quehacer está cumpliendo con la voluntad de Dios de dominar y perfeccionar la tierra (Cf. Gen 1). Por lo tanto, el trabajador cristiano renunciará a la corrupción, denunciará las injusticias y carencias en el mundo del trabajo. Es así también, que se incrementa su capacidad de amar a Dios y a su próximo en la medida

que su actividad laboral lo ennoblece y lo santifica, hace posible dar gloria a Dios el creador y favorece la convivencia familiar del trabajador. Como dijo San Ireneo de León: “la gloria de Dios es el hombre vivo”. Por último, es necesario mencionar el vínculo intrínseco que hay entre el trabajo y la familia que se basa en glorificar a Dios quien asegura la sobrevivencia y el bienestar del trabajador.

El Sentido Cristiano del Trabajo Por: Codipacs Cuautitlán / Fuente: Aciprens Abordar el tema de dar sentido cristiano al trabajo, nos pide, sobre todo, aclarar los conceptos claves que componen este planteamiento. En primer lugar consideramos el concepto de trabajo, y luego el de sentido cristiano. Refiriéndonos a la encíclica laborem exercens del Papa Juan Pablo II, el trabajo es, ante todo, una actividad humana, cuyo sujeto y protagonista es el mismo ser humano, cada hombre y mujer participa de la capacidad creadora

de Dios, no sólo transformando la naturaleza, sino también a sí mismo (LE 9), y creando así solidaridad (LE 8), sociedad y cultura. De esta forma el Papa Juan Pablo II percibió la dimensión subjetiva del trabajo, en la que reluce su índole intrínsecamente ética y esencialmente humanizadora (cf. LE 6). Así pues, cabe afirmar que el trabajo es el medio por el cual el ser humano participa en la obra de la creación de Dios.

Por otra parte, el sentido cristiano implica adherirse a la manera de ver la realidad desde Jesucristo, y como Él, meternos al servicio de la instauración de su reino. Esta misión, el cristiano, siendo miembro visible de la presencia de Cristo, la tiene que llevar a cabo en su ambiente laboral, porque para el cristiano el trabajo es inherente a su vocación como ser humano, y le permite humanizar a los demás al mismo tiempo que a sí mismo.


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