Mensajero 290

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Año 11 / No. 290

Domingo 27 de octubre de 2019

OREMOS POR NUESTROS FIELES DIFUNTOS Pag. 7 “Sin transformación no hay evangelización”

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Entre la prudencia audaz y la mesura desmedida P. 11

Día internacional de la Erradicación de la Pobreza P. 9


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Caminando como discípulos para ser misioneros

Una de las realidades que en la Diócesis ha de ocupar un especial lugar en el corazón del Obispo es el Seminario. Compartimos a todos esto que ya ha pasado de proyecto a realización del Programa Integral de Formación. A nuestro Seminario Diocesano Guadalupano de Cuautitlán se han incorporado 70 discípulos del Señor: 7 al menor, 10 al Curso Introductorio (Iniciación Cristiana), 23 a filosofía (discipulado) y 22 a teología (configuración). La convicción de formar pastores, después de un largo discernimiento en la oración, la meditación sobre la Ratio, el contacto con la realidad, nos ha llevado a optar por un proceso en el que cada discípulo del Señor, según su etapa, viva el encuentro con Cristo, dé testimonio de Él, conozca la diócesis y aprenda a ser servidor. El curso inicia con el envío de los discípulos del Señor con el Sacerdote que los acompañará a lo largo del mismo a su comunidad parroquial. La Dimensión Pastoral entra, junto con la Humana, Espiritual e Intelectual, en el programa integral. Tanto en los presbíteros, sobre todo la co-

munidad de formadores, como en los laicos y consagrados, había una visión de la formación a la que nos habituamos, al ver necesario separar de la familia y de la realidad social, al candidato. Este modelo se fue transformando desde el Vaticano II. En nuestra diócesis de Cuautitlán, por esto, participan directamente miembros del presbiterio para acoger, acompañar, capacitar y, paulatinamente, involucrar a los futuros pastores en la vida diocesana integralmente. Este reto lo hemos vivido todo el Pueblo de Dios: Obispo, presbíteros, laicos, consagrados. La columna vertebral es el Proceso de Evangelización. En el Seminario Menor el candidato es acogido y acompañado en la fe inicial. El Curso Introductorio es crucial, pues vive de manera profunda, cuestionadora de su religiosidad y existencia toda, un encuentro personal con Cristo Como discípulo, (Filosofía) el candidato aprende a dar catequesis, primer testimonio directo de fe, tener la visión de esta etapa inmediata al catecumenado en su organización parroquial; vive su fe con laicos que buscan al Señor, por el contacto con Movimiento y Asociaciones en la Diócesis. En su configuración con Cristo, (Teología) el discípulo se convierte en testigo de la fe en Cristo Vivo anunciándolo a los jóvenes en la promoción de la Pastoral Juvenil Vocacional y Misionera. Crece en su identidad y opción por el celibato, participando en la pastoral familiar; se abre a la realidad social para despertar su sensibilidad y atender a enfermos, reclusos, pobres, migrantes… desde la reflexión y la acción especifica. Su punto de llegada en la formación inicial, es tener una visión de la estructura diocesana desde la Parroquia, centro de administración y planeación del ministerio pastoral. El caminar como Seminario Diocesano Guadalupano se va consolidando cada día. La importancia del diálogo de los candidatos con su obispo permite a todos discernir lo que necesita para continuar en el seguimiento de Cristo y su configuración con Él, presentando su experiencia, logros y dificultades. Se trata de un escrutinio individual y comunitario. Nos seguimos encomendando al cuidado de María y la intercesión de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin para realizar este camino que hemos discernido delante del Señor.

+ Guillermo Ortiz Mondragón Obispo de Cuautitlán

Directorio Excmo. Sr. D. José António Fernández Hurtado Arzobispo de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Guillermo Ortíz Mondragón Obispo de Cuautitlán Excmo. Sr. D. Francisco González Ramos Obispo de Izcalli Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G Obispo de Ecatepec Excmo. Sr. D. Onésimo Cepeda Silva Obispo Emérito de Ecatepec Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar Galicia Obispo de Teotihuacán Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla Sánchez Obispo de Texcoco Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales Sánchez Obispo de Nezahualcóyotl Excmo. Sr. D. Víctor René Rodríguez Gómez Obispo de Valle de Chalco Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza Cruz Obispo Auxiliar de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Jorge Cuapio Bautista Obispo Auxiliar de Tlalnepantla DIRECTOR GENERAL Mons. Víctor René Rodríguez Gómez Presidente de la Comisión Provincial para la Pastoral de la Comunicación DIRECTORA EN TURNO Abril Villanueva COLABORADORES Equipo de la Pastoral de la Comunicación de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla Los artículos y opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan necesariamente la posición oficial de la Iglesia ni de este medio de comunicación. Registro en trámite.

Es una publicación catorcenal de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla. Se distribuye en la Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de Cuautitlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco, Teotihuacán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

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El llamado a la santidad en el mundo actual Por: Judith Salazar / Codipacs Ecatepec

En este mundo tan inmerso en la tecnología e información a través de internet y los medios de comunicación tradicionales y digitales, en una sociedad distraída con sus miles de problemáticas sociales, culturales y económicas, nos encontramos en una era donde esforzarse para llegar hacia la “santidad” ya no es tan bien visto y mucho menos reconocido. Pero, ¿qué es la santidad? El catecismo de la Iglesia católica dice que: “Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad… Para alcanzar esta perfección, los creyentes han de emplear sus fuerzas, según la medida del don de Cristo, para entregarse totalmente a la gloria de Dios y al servicio del prójimo.” (CIC 2013) Los ejemplos de los santos –dice San Jerónimonos enseñan lo que debemos de hacer y lo que debemos evitar. ¿Será imposible alcanzar la santidad en esta actualidad? El Papa Francisco nos hace este llamado en su exhortación apostólica “Gaudete et Exsultate”: “Muchas veces tenemos la tentación de pensar que la santidad está reservada solo a quienes tienen la posibilidad de tomar distancia de las ocupaciones ordinarias, para dedicar mucho tiempo a la oración. No es así.” La santidad es obra de la gracia y obra nuestra, porque depende de que nosotros queramos ser santos. El inicio es la humildad. Se puede ser santo viviendo con la alegría en nuestra entrega diaria, en cada una de nuestras actividades. Siendo padres, madres, hijos, hermanos, esposos, vecinos, trabajadores, consagrados, religiosas, viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, en una actitud de servicio y entrega dejando que la gracia de nuestro bautismo fructifique en un camino hacia la santidad.

Pueblos Originarios, Ecología, Evangelización Indudablemente existe una fuerte relación entre estos tres elementos que nos presenta el panorama del Sínodo Panamazónico que se está realizando con la participación de obispos y peritos, hombres y mujeres. Este acontecimiento nos hace pensar en nuestra realidad. Hemos alcanzado muchas cosas como país respecto a la incorporación de los pueblos originarios, del respeto a su cultura, y valoramos la enseñanza que nos transmiten. Quedan algunas preguntas. ¿Conocemos qué elementos pide nuestra Constitución para reconocer cuándo un pueblo sea reconocido como originario y, por lo tanto, se le otorguen derechos y deberes para respetar sus usos y costumbres? ¿Está claro para todos cuáles de esos usos y costumbres sí son reconocidos desde los derechos humanos, los derechos de la mujer, los derechos de los niños, niñas y los adolescentes? ¿Es posible que a los pueblos originarios se les respete de manera absoluta sus acervo de tradiciones tal cual las mantienen desde sus orígenes? ¿Realmente este acervo es original en sentido puro? No es tan simple el asunto. Como país tenemos la responsabilidad de atender el desarrollo integral de las personas, las familias, los núcleos sociales. Esto está claro para todos. Salud, educación, civilización, cultura… Un elemento común es el cuidado de la tierra, lo que llamamos “casa común”, con el Papa Francisco. Con procesos de urbanización, mercado agropecuario y otros elementos, cada vez es más difícil controlar esta tarea de todos. Realmente el binomio “cuidado de la casa común” y “respeto a pueblos originarios” tiene muchos aspectos que lo unen

y al que hay que atender y promover. Es necesario descubrir qué tanto y en qué elementos se da. El otro aspecto, la evangelización, significa el enfoque que la Iglesia quiere tener para la comprensión de este binomio, la valoración de su riqueza y sus limitaciones en vista al desarrollo integral de la persona, la familia, el núcleo social. La Iglesia tiene que hacerlo en un discernimiento desde el Misterio de Cristo. ¿Cómo, en qué sentido, encarnarse en esa realidad para descubrirla desde dentro y caminar así hacia la plenitud de la persona en Cristo? ¿Cómo dialogar con las culturas de estas regiones para rescatar lo que está en consonancia con la verdad del hombre y la familia? ¿Qué caminos tomar para que la verdad de Jesucristo potencie el desarrollo de las personas? Entran aquí la petición de perdón por parte de la misma Iglesia y otros grupos religiosos, construir en la justicia y la reconciliación todo un proyecto nuevo que lleve a todos a descubrir la dignidad de la persona, el valor del cuidado de la casa común. María, la Madre del Señor, está pendiente del caminar de los discípulos misioneros de su Hijo por todo el mundo. Se ha dejado vestir con los rasgos propios de la cultura de cada país, región. Su presencia es significativa. A nosotros se presentó vestida la Madre del Cielo de nuestra cultura y habló nuestra lengua, transmitiendo el lenguaje del evangelio, anunciando que quiere “mostrar y dar todo su amor”, que estamos en “el hueco de su manto, en el cruce de sus brazos, en su regazo”. Encomendemos a Ella y a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin este Sínodo.


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Dialogando y orando juntos: Asambleas Vicariales 2019 Por: María del Carmen Máximo Lozada / Diócesis de Valle de Chalco

La Asamblea Vicarial es una estructura propia de la comunión eclesial, coordinada por el Vicario Episcopal de la zona, quien apoyado por los Decanos, cada tres años convoca a los agentes de pastoral para participar en el análisis de las necesidades y exigencias evangelizadoras, porque dialogando y orando juntos, testimoniamos el misterio comunión dentro de nuestra Iglesia Diocesana. Los integrantes de los Equipos Parroquiales de Animación Pasto-

al que siguió la presentación del objetivo de la Asamblea y la exposición del tema “Niveles de Acción Pastoral”. Al recuento del trabajo pastoral del trienio mostrado en video, continuó el diálogo por grupos, en el que los asistentes expresaron los resultados de sus Asambleas Parroquiales, efectuadas en agosto y septiembre. En el Plenario se escucharon las inquietudes y las propuestas de nuevas acciones, que tras identificar ral (EPAP) y de los Consejos Pa- los puntos en común dentro de la rroquiales de Pastoral (CPP), de acción pastoral, en los que toda la la Vicaría de Nuestra Señora de la Asunción de la Diócesis de Valle de Chalco, se reunieron en la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, en Juchitepec, Méx., el pasado lunes 14 de octubre, para conocer las realidades de las 22 parroquias que conforman la Vicaría. Durante este encuentro, los presentes, acompañados por Mons. Víctor René Rodríguez Gómez, tuvieron un momento de oración,

Vicaría converge, permitirán fortalecer nuestro caminar diocesano. Este trabajo de discernimiento comunitario, continuará en las otras dos Vicarías, en preparación para la VII Asamblea Diocesana que se celebrará en diciembre. La Santa Misa fue presidida por el Sr. Obispo y concelebrada por los presbíteros de la vicaría. La convivencia fraterna de las comunidades parroquiales de los tres decanatos que conforman la Vicaría de la Zona Volcanes, fue el punto final de la Asamblea.

Aniversario de la dedicación de la Capilla de San Juan Pablo II Por: Sem. Javier Rubio / Codipacs Ecatepec Dentro del marco del jubileo por el XXV Aniversario de nuestra Diócesis de Ecatepec, la comunidad del seminario junto con el presbiterio se reunió el pasado jueves 17 de octubre para celebrar el aniversario de la dedicación de la capilla del seminario menor en honor a san Juan Pablo II. Para todos los congregados representa una gran alegría volver a las raíces de la formación en la casa que vio nacer las vocaciones de muchos, tanto sacerdotes como seminaristas, que iniciaron su proceso de discernimiento en la etapa de Curso introductorio y algunos desde la preparatoria en

el seminario menor. No es suficiente el hecho de reunirse en el nombre de Cristo y recordar los inicios del caminar formativo, sino que también es vital para la vida

espiritual la vivencia del sacrificio de Cristo en la Eucaristía, esta vez, presidida por nuestro padre rector Juan Carlos Trejo Martínez, cuyas palabras en la homilía resonaron

en la consciencia de toda la asamblea al recordarnos que posiblemente hemos caído en una actitud farisaica y llegamos a creer que por poseer cierta predilección en la

elección que Dios nos ha hecho, podemos manejar sus enseñanzas a nuestro antojo, y correr el riesgo de caer en superficialidad, banalidad, y una pérdida de un valor cristiano por excelencia: la humildad. Que éste sea hoy nuestro motivo al momento de hacer comunidad de seminario y presbiterio en una sola formación evangélica, y fortalezca la unidad en una verdadera integridad apostólica al celebrar los sucesos históricos que atañen a nuestra diócesis. Dios bendiga a Ecatepec, su seminario y las vocaciones que en él se preparan para anunciar la Buena Nueva de Cristo.


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IX Asamblea Diocesana

Adiós al padre Rafael Tovar

Por: Codipacs Cuautitlán

Por: CODIPCAS Izcalli

El pasado 19 de octubre se llevó a cabo en la Diócesis de Cuautitlán la IX Asamblea Diocesana. Esta comenzó con una Hora Santa en la cual se vivió un ambiente de fraternidad y espíritu de comunión para encomendar los trabajos de esta asamblea a Jesús Eucaristía. Posteriormente se integraron mesas con equipos de trabajo y se realizó una consulta. El Pbro. José Guadalupe, Vicario de Pastoral, nos explicó que el objetivo de esta dinámica es impulsar el papel del laico y hacerlos conscientes de la responsabilidad que tienen en el anuncio del evangelio. Se continuó con la etapa de conferencias y al término de las mismas el Señor Obispo don Guillermo Ortiz Mondragón, compartió su reflexión a los asambleístas expresando que, el resultado de la consulta no es para asustarse, “Estamos en un momento de discernimiento, estamos en camino de fe y vamos descubriendo nuestra identidad de manera precisa en un apostolado… el Espíritu Santo está actuando en nosotros”. Además el señor obispo dijo en relación con las vocaciones: “Se necesita hoy, la presencia de la mujer consagrada que vive de

su trabajo, que vive en medio de la sociedad, que participa en la problemática social y que no está respaldada por una comunidad, sino por toda la Iglesia”. En la hora de la comida se proyectó un video que narró la reseña histórica de la Diócesis en el marco de la celebración de los 40 años de su fundación, con la finalidad de proporcionar a los asambleístas información para conocer mejor el entorno y contexto de la diócesis. El desarrollo de la asamblea se basó en tres temas fundamentales 1) La espiritualidad de comunión, 2) la identidad de cada uno de los agentes evangelizadores: el laico, el consagrado, el sacerdote, 3) las mediaciones eclesiales, mismas que ayudan a la santificación del pueblo de Dios. Estos temas llevan un eje conductor que es, volver a tomar un aire fresco que revitalice lo que el Señor ha puesto en cada una de las vocaciones. La asamblea concluyó pero, a partir de ella se continuará con los procesos que cada parroquia seguirá trabajando para la construcción del modelo ideal, utilizando como herramienta la metodología prospectiva.

El martes 14 de octubre del presente año, fue llamado a la casa del Padre eterno, el querido padre Rafael Tovar Piña que a la fecha era párroco de la comunidad de san Felipe de Jesús en la colonia Colinas del Lago, en el municipio de Cuautitlán Izcalli. El padre Rafael vio nacer la Diócesis de Cuautitlán cuando siendo seminarista le tocó recibir al nuevo Obispo de la recién creada jurisdicción diocesana, Don Manuel Samaniego Barriga, de feliz memoria, y que años más tarde él mismo le ordenó sacerdote. El padre Rafael fue vicario parroquial en Barrón, Nicolás Romero, atendió como párroco las iglesias parroquiales de san Lorenzo en el municipio de Coacalco, Santa Bárbara en Izcalli, Los Morales en Cuautitlán, Santiago Cuautlalpan en Tepotzotlán y últimamente en san Felipe de Jesús en Izcalli. El padre Rafael fue conocido por su buen carácter, su amable forma de dirigirse a las personas, su

alegría y simpatía en el trato, pero sobre todo por su dinamicidad para anunciar a Cristo en cada una de las comunidades encomendadas en los diferentes momentos de su vida y de su ministerio. Al tiempo de la recién creada Diócesis de Izcalli permaneció como parte del clero de la misma y continuó con el cuidado pastoral de la feligresía en san Felipe, misma a la que pertenece el Seminario Diocesano. Sus restos mortales fueron velados en la misma parroquia donde fungía como párroco y luego fue incinerado para después depositar sus cenizas en la parroquia de la Virgen de los Dolores y la Divina Providencia en la colonia de los Morales, en el Municipio de Cuautitlán. Desde este lugar, agradecemos a todas las personas que durante estos días acompañaron a la familia del padre, tanto con su presencia como con sus oraciones. No dejamos de pedir a Dios por su eterno descanso.


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Permanente formación sacerdotal: “Perdón y Reconciliación” Por Pbro. Mariano I. Montiel A. / Diócesis de Nezahualcóyotl

La renovación de toda institución que pretende servir a la sociedad pasa por una formación permanente. Los sacerdotes dedican dos semanas en el año a una actualización en temas de teología que busca, además de un poner al día los conocimientos, compartir las experiencias ante los desafíos actuales y responder lo más adecuadamente posible a una renovación pasto-

ral desde la convivencia sacerdotal como una expresión de la espiritualidad de comunión entre sí y en torno al Obispo. Del 7 al 11 de octubre se realizó la segunda semana de formación permanente del clero en el seminario San José, ubicado en Ixtapaluca, donde la gran mayoría del presbiterio y los tres diáconos de esta Iglesia Particular asistieron puntualmente desde

las 10:00 a.m. a 2:00 p.m., cada día fue iluminado por la oración ante Jesús sacramentado. Momento seguido, los padres Edgar Joaquín Arauz, Enrique Juárez, Juan Martín Rodríguez, Jaime Hernández, Gerardo Sarabia, Rolando Saldaña, cada uno con algún grado académico de licenciatura y miembros del presbiterio desarrollaron con su propio estilo y dinámica el tema “el Perdón y la Reconciliación” con el lema de este año: “La Reconciliación como hermanos, nos hace mejores seres humanos”, y dentro de los festejos de los 40 años de la erección canónica de la diócesis de Nezahualcóyotl. Los cinco días de trabajo se vieron animados por el día del paseo a la Hacienda de Chiautla, Pue., donde compartieron el desayuno y las bromas, la vista al museo internacional del barroco

y la comida en las instalaciones turísticas de Valquirico, la Toscana en tierra tlaxcalteca. La semana fue organizada por la comisión de formación permanente del clero presidida por monseñor Jesús Zavala. Monseñor Héctor Luis Morales Sánchez participó y animó al presbiterio con el tema desarrollado por los padres ya mencionados e impartió su bendición apostólica al final de la semana.

Dimensión socio-caritativa, hacia una praxis parroquial Por: Abril Villanueva Los Equipos Parroquiales de Pastoral Social-Cáritas están integrados por agentes de pastoral que han vivido su proceso personal y comunitario de evangelización, formación y servicio apostólico. Son personas que se esfuerzan cada día en el crecimiento y desarrollo del llamado a ser discípulos de Jesús, y asumen alegre, libre y responsablemente el desafío de continuar en el camino de conversión, convicción y compromiso en la construcción del Reino de Dios. El Directorio para la Pastoral SoLa Comisión Diocesana de Pastoral Social-Cáritas Texcoco llevó a cabo en la Catedral de Texcoco, durante el mes de octubre, el Taller de proyectos para la Pastoral Social-Cáritas parroquial, con el objetivo de apoyar a los Equipos Parroquiales de Pastoral Social-Cáritas en la elaboración de sus proyectos parroquiales. Con la conducción de los agentes laicos del Equipo Diocesano de Pastoral Social-Cáritas Texcoco, José Samuel Nájera Mata y Claudia A.

Pérez Monzón, se brindó la orientación y acompañamiento para que antes de concluir este año, 18 equipos parroquiales entreguen a sus párrocos un proyecto parroquial de Pastoral Social-Cáritas a un año. A los agentes de la Pastoral Social-Cáritas se les capacitó para redactar los objetivos, metas a corto, mediano y largo plazo, definición, programación y calendarización de las acciones pastorales, evaluación y elaboración de informes.

cial en México señala en el número 403 que “La Pastoral Social diocesana tiene mucho qué hacer en la formación de la conciencia social de toda la comunidad eclesial y en la formación específica de los apóstoles de la Pastoral Social”; y en el número 468 exhorta a “tener un plan conjunto de formación y capacitación de agentes, que insista en la dimensión social de la fe y que ubique el quehacer de Cáritas en el conjunto de la Pastoral Social diocesana”.


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Celebremos la Fe

Orar por nuestros difuntos, una intercesión para que alcancen la Vida Eterna Por: Leandro Medina Cabrera

Una de las principales características de quienes somos cristianos es la fe en la resurrección, en la vida eterna; así lo confesamos en el credo, la oración que contiene nuestra profesión de fe y que entre

refiere en su carta a los Corintios: “Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe.” (1 Cor 15,14). En este sentido admitimos que la muerte no es más que un paso, un tránsito hacia la gloria, hacia

otros enunciados sostiene: “Espero la resurrección de los muertos y la Vida del mundo futuro. Amén.” Así es como ‘cerramos’ esta oración, con la esperanza de la Vida eterna, no por nosotros, más bien, conocedores del sacrificio de Cristo (y que la vida misma nos ha sido dada como un don desde la creación por el Padre Eterno). Sabemos, creemos, confiamos en la promesa de Jesús de ‘Vivir para siempre’. El mismo San Pablo lo

la plenitud. Refiriendo nuevamente a San Pablo recordamos lo que menciona en la carta a los Filipenses: “La vida para mí es Cristo, y la muerte una ganancia.” (Flp 1, 21). Así pues, el duelo, la pérdida de un ser querido, después del llanto y el dolor, puede ser motivo de alegría; y no me refiero a que deseemos el fallecimiento de nadie, por el contrario, sabemos que al morir esa persona al final encontrará el brillo de la Luz Perpetua. El mismo Jesucristo se lo dice a Marta a su encuentro después de la muerte de Lázaro: “Yo soy la resurrección, y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo el que esté vivo y crea en mí, jamás morirá”. Por esto es necesario que nuestro destino sea caminar ha-

cia la santidad, acercarnos a esa condición que, como bien lo ha mencionado el Papa Emérito Benedicto XVI: “Es el contacto profundo con Dios: es hacerse amigo de Dios, dejar obrar al Otro, el Único que puede hacer realmente que este mundo sea bueno y feliz.” (L’Osservatore Romano, 6 de octubre de 2002). Ahora bien, tal vez no somos merecedores de esta redención y no hemos hecho mucho para ganar el premio de gozar la presen-

es un ser a la vez corporal y espiritual… alma significa el principio espiritual en el hombre… animado por el alma espiritual”. Así entonces, es válido creer que nuestro cuerpo al morir tendrá un desprendimiento de lo corpóreo y lo inmaterial (el alma, o anima). El cuerpo regresará a su estado original (“porque eres polvo y al polvo volverás.” Gn 3,19), y el alma debe hacer lo mismo (CCE No. 366). Al celebrar los días de Todos los

cia infinita ante Dios, pero, por su Misericordia rogamos por nuestros difuntos, para que sean admitidos en el Reino de los Cielos. Aún después de haber fallecido, nuestros seres amados pueden recibir dos preciados regalos que podrán serles útiles y trascendentes, dos Obras de Misericordia con que podemos seguir demostrando nuestra gratitud, nuestra caridad por ellos: Enterrar a los difuntos (que es una honra a su cuerpo, a su dignidad de personas); y Orar por ellos (que es interceder, rogar para que alcancen la gracia plena). El Catecismo de la Iglesia Católica en sus números 362, 363 y 364 afirma que: “La persona humana, creada a imagen de Dios,

Santos y los Fieles Difuntos, popularmente conocidos en nuestras tradiciones como ‘Día de Muertos’, recordemos que en realidad estamos celebrando la vida, esa vida eterna que nos es ofrecida gratuitamente como lo ha sido esta vida temporal; y que al recordar a nuestros preciados difuntos con una ofrenda en la que pongamos los platillos y bebidas que les gustaban, su música favorita, retratos y relatos del tiempo que pasamos con ellos, lo hacemos confiados en que han alcanzado la plenitud de la eternidad, la Gloria de Dios, quien por su Misericordia nos permite interceder y entregar nuestra mejor ofrenda: nuestro recuerdo y oración.


Cultura

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¿Qué hacemos con el tal Halloween? Por: Anwar Tapias Lakatt / Católicos Firmes en su Fe

¿Se imaginan que en las bolsas de dulces en vez de poner un fantasmita tierno pusieran realmente un espectro con aspecto demoníaco? ¿O que los productos alimenticios que para esta época decoran con lindas brujitas pusieran realmente el aspecto que tienen estos seres que trabajan para el Diablo? No lo hacen porque asustarían a los niños. La estrategia es mostrarles de forma agradable algo tenebroso, con el fin de que el niño se vaya acostumbrando y le pierda el miedo y rechazo. Si no hay una formación cristiana, cuando van creciendo, son los que toman a son

de burla ponerse una máscara de monstruo o decorar con calaveras, y como no disciernen, hasta juegan la ouija. La formación en familia es vital para entender el verdadero peligro que va más allá del dulce o el disfraz de súper héroe. Los fantasmas, brujas, y espantos son parte del imaginario del hombre, sí, claro, pero el uso que se le da traspasó las fronteras de la literatura de épocas anteriores. Entonces cuando en la casa se sienten manifestaciones raras por estar tomando como juego algunas prácticas el 31 de octubre, salen

corriendo a buscar un sacerdote que se las bendiga, pero no reparan en decorar con elementos macabros y tenebrosos, mostrando cercanía y empatía y llegando a tomar como juego de la fecha, invocaciones, rezos y prácticas contrarias. Ahí está el real peligro, en la línea que se diluye entre lo que es juego y lo que es real, para una familia sin formación cristiana. El peligro es “ambientarse”, con esa curiosidad propia de la fecha, en lo oculto que nos venden de forma directa hoy día, y sentirse cómodo justo el día en que el satanismo tiene más fuerza. ¿Espiritualmente se está fuerte ante esa influencia metido en todo el rollo del Halloween? Habiendo desvirtuado totalmente la Víspera de los Santos de su sentido católico, ¿qué nos han dejado? Un esperpento comercial para muchos, que no para el “espíritu americano” que lo disfruta, pero que en un día en que el satanismo está ofendiendo a Dios de manera especial, los católicos en vez de estar reparando el daño, están siguiendo el papel de tonto útil. Como cristianos lo que debemos

hacer es vivir esa fecha como la ha vivido siempre la Iglesia, en víspera a la fiesta de los Santos, la verdadera celebración. Debemos tomar conciencia y enseñar a nuestros hijos sobre ello. Un niño disfrazado será un niño propenso a crecer viendo de un modo cercano lo referente a brujas, vampiros, y calaveras, sino hay una formación cristiana en casa. Cuando sea adulto será más afín a las cosas del mal, es la realidad, porque es lo que el mundo hoy ofrece. Los tiempos han cambiado, el mal se disfraza más sutilmente y qué forma más fácil para iniciar el acercamiento que haciéndolo con dulces y disfraces sobre brujas y fantasmas de forma “tierna”. No es por el disfraz, sino la ambientación que sin bases cristianas empieza a permear la mente de un niño. Muchos hablan de transformar el Halloween con disfraces de santos, o darle dulces a los niños en la Parroquia, pero la solución no es competirle al Halloween secular el mismo día, la solución es vivir católicamente la fecha, como víspera.

Iglesia llama purgatorio. Por esta enseñanza es necesario que los fieles cristianos vivos oren por los difuntos, ofreciendo especialmente el sacrificio eucarístico, para que

puedan llegar a contemplar a Dios cara a cara. No dudemos, pues, en socorrer a los que han partido ofreciendo nuestras plegarias por ellos para su santificación.

El purgatorio es necesario Por: Seminarista Ricardo Alfredo Lorenzo Múgica / Diócesis de Izcalli El purgatorio es un concepto equívoco, algunos creen que es un lugar de purificación dolorosa por el cual algunas almas tienen que pasar a causa de sus pecados, por lo que es mejor esforzarse para no pasar por él buscando todos los auxilios necesarios. Otros han comenzado a creer que todos los creyentes muertos viven en el Señor y no necesitan del purgatorio. La primera concepción es errónea, la segunda es falsa. La Iglesia llama purgatorio a la purificación final que sufren los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados. La finalidad no es castigar temporalmente al alma por sus pecados, sino cancelar el pecado venial que obstaculiza la donación en el pleno amor y liberar de la pena

temporal debida por los pecados que no fueron suficientemente llorados por la penitencia y el amor. De esta forma, entendemos que, el purgatorio es necesario para llegar a la amistad plena y perfecta con Dios, cuyo origen sucede en la tierra –manifestándose en la vida sacramental y las obras de la fe- que muchos fieles cristianos pasaremos por el mismo, pero que no es un lugar de tormento. Jesús dijo que, si alguno ha pronunciado una blasfemia contra el Espíritu Santo, esto no le será perdonado ni en este siglo ni en el futuro (Mt 12, 32), por este pasaje entendemos que algunas faltas pueden ser perdonadas en el siglo futuro y algunas no; a este siglo futuro de perdón es lo que la


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Día internacional de la Erradicación de la Pobreza

La muerte para el cristiano es esperanza

Por: Codipacs Texcoco

Por: CODIPACS Izcalli

“Los pobres no nos piden renunciar a lo que hemos construido sino buscar con ellos la manera de cambiar el mundo para que formen parte de él al igual que todos.” P. Joseph Wresinski. El 17 de octubre de 1987, el padre Joseph Wresinski convocó a 100.000 defensores de los Derechos Humanos; ellos se reunieron en el atrio del Trocadero en París para rendir homenaje a las víctimas del hambre, de la violencia y de la ignorancia y manifestar su rechazo a la miseria y para hacer un llamado a la humanidad, para que unidos hagamos respetar los Derechos Humanos. En esa oportunidad se inauguró una Placa en la que se proclama el mensaje del Padre Joseph Wresinski, la cual está ubicada en el atrio de los Derechos Humanos y de las Libertades, allí donde en 1948 fue firmada la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Las 100.000 personas presentes eran de diversos orígenes, de diversos medios sociales y diferentes creencias. Estaban presentes altas autoridades públicas locales, nacionales e internacionales; había

familias y personas que sobrevivían resistiendo cotidianamente la extrema pobreza. Posterior a esta fecha, el 17 de octubre de cada año y el 17 de cada mes, los más pobres y todos aquellos que rechazan la miseria y la exclusión, se reúnen en el mundo entero a fin de testificar su solidaridad y su compromiso para que la dignidad y la libertad de todos los hombres sean respetadas; de esta manera nació la Jornada Mundial del Rechazo a la Miseria. El 17 de octubre de 1992, el ex Secretario General de la ONU, señor Javier Pérez de Cuellar, a nombre de personalidades internacionales reunidas en el Comité para la Jornada Mundial del Rechazo a la Miseria, solicitó a esta organización el reconocimiento del 17 de octubre. El 22 de diciembre de 1992, la Asamblea de las Naciones Unidas proclamó el 17 de Octubre como: DÍA INTERNACIONAL PARA LA ELIMINACIÓN DE LA POBREZA. Desde entonces las iniciativas para celebrar esta Jornada continuan multiplicándose.

Vivimos en medio de un mundo supersticioso, y aunque desde hace ya muchos años, el hombre ha privilegiado la razón, no deja de creer en realidades que delante de lo que no comprende lo hacen desesperar y llenarse de miedo, tal es así como el tema de la muerte, sin embargo, para quienes creemos en Cristo, la muerte no representa una ocasión de miedo, sino de participación eterna en la vida de Cristo resucitado. Desde este punto de vista la fe católica está llena de esperanza y alegría delante de aquello que al resto de los hombres podría aterrar. El Catecismo de la Iglesia Católica lo refiere de esta manera en el número 1011: “En la muerte, Dios llama al hombre hacia sí. Por eso, el cristiano puede experimentar hacia la muerte un deseo semejante al de san Pablo: ‘Deseo partir y estar con Cristo’ (Flp 1, 23); y puede transformar su propia muerte en un acto de obediencia y de amor hacia el Padre, a ejemplo

de Cristo”. Así, la muerte no es vista como algo terrible sino como “el fin de la peregrinación terrena del hombre, del tiempo de gracia y de misericordia que Dios le ofrece para realizar su vida terrena según el designio divino y para decidir su último destino” (CIC n. 1013). Y es que, sólo tenemos esta vida y esta oportunidad para vivir y para decidir nuestro destino final y eterno, quien así ha aprendido a ver la vida, también ha aprendido a vivir durante esta travesía por el mundo; pues, quien sabe que sólo se vive una vez, no puede desaprovechar el tiempo y la vida. Y quien sabe que va a resucitar no puede vivir de manera disoluta sino queriendo ganar todo para la vida eterna. Todo en el hombre de fe, tendría que ser paz y tranquilidad si sabe que hace lo correcto y vive de manera correcta. Y si está unido a Cristo y vive según Cristo, él será nuestra paz.


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En Siria, una vez más, los cristianos en el ojo del huracán

En riesgo 41 millones de niños en el mundo: UNICEF

Por: Fundación de Ayuda a la Iglesia Necesitada

UNICEF anunció que solo ha podido recibir el 54% de los 4.16 mil millones de dólares que necesita para brindar la ayuda a las necesidades básicas de salud, educación, nutrición y protección a 41 millones de niños en 59 países. La mayor parte de los financiamientos solidarios son dirigidos a los lugares con mayor emergencia como Pakistán (83%), Camerún (80%), Burkina Faso (76%) y Venezuela (73%). Las emergencias a gran escala en Siria, Yemen, República Democrática del Congo y Bangladesh siguen siendo en gran medida insuficientemente financiadas. “Millones de niños vulnerables en el mundo sufren las terribles consecuencias de crisis humanitarias cada vez más complejas”, señaló Henrietta Fore, directora general de UNICEF, “sin recursos adicionales, estos

En Siria, una vez más, los cristianos en el ojo del huracán La orden del Presidente Trump de retirar las tropas estadounidenses del noreste de Siria dio luz verde a la invasión de la región por parte de Turquía. Con este cambio en la política de EE. UU., Turquía ha tenido la oportunidad de remodelar sus fronteras y comenzar a llevar a cabo una estrategia multifacética. A medida que se desarrolla la crisis, una cosa está clara: los cristianos y otras minorías vuelven a estar en el ojo del huracán, con oleadas masivas de refugiados de la misma magnitud que los alcanzados en el verano de 2014 después de la invasión de la llanura de Nínive, por ISIS. La Iglesia local aseguró a la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), que de acuerdo con el gobierno del Kurdistán iraquí al menos 130 mil personas han abandonado sus hogares en zonas sirias afectadas por el conflicto con Ankara. Se estima que más de 250 mil personas que huyen pueden refugiarse en la capital de la ciudad del Kurdistán iraquí de Erbil y Dohuk. La Iglesia en Kurdistán está preparada para dar cabida a los refugiados que pudieran llegar, pero prevé una afluencia de proporciones mayores mucho más allá de su capacidad.

“Es una situación dramática - dijo a ACN el arzobispo caldeo de Erbil, monseñor Bashar Warda- Si no somos capaces de dar cabida a los cristianos que huyen de la Siria noreste, existe el riesgo de que se vean obligados a abandonar para siempre Oriente Medio “. Sin la ayuda de las naciones occidentales será imposible manejar un escenario que promete ser el mismo o quizá peor que el del 2014, cuando en una noche arribaron al Kurdistán 125 mil cristianos huyendo del Estado Islámico. “No podemos hacerlo solos – dice Mons. Warda apelando a los gobiernos occidentales - y si no ayudamos a los cristianos sirios forzados a abandonar sus hogares es probable que ISIS esta vez tenga éxito en su intento de erradicar por completo el cristianismo de Oriente Medio.” ACN está en contacto permanente con los representantes de la Iglesia en las zonas kurdas de Siria, Irak y Turquía. Sigue de cerca estos momentos de gran tensión. Cualquiera que sea el futuro mantendremos nuestro apoyo a los refugiados cristianos y a las Iglesias locales. No podemos permitir que Oriente Medio dejé de tener presencia cristiana. Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada-México

Por: Samuel Nájera niños no irán a la escuela, no serán vacunados, no recibirán una nutrición adecuada o no estarán protegidos de la violencia y el abuso”. Así mismo, hizo un llamado a poner fin a los conflictos en los países en guerra o donde existe más violencia. UNICEF pidió apoyo para ayudar a los niños en República Democrática del Congo, Haití, Etiopía, Libia, Nigeria, Sudán, Siria y otros países vecinos como Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto; además de Venezuela y África Central y Occidental. De no recibir los suficientes fondos para fin de año, las consecuencias para los niños podrían ser terribles. La vida de millones de niños en todo el mundo pende de un hilo. La nutrición básica, instrucción escolar y oportunidades de desarrollo, en un ambiente de paz y seguro, les están siendo negados por sus propias naciones.


No. 290

El Sínodo de la Amazonia

Entre la prudencia audaz y la mesura desmedida Por: Jorge Cariilo Sánchez

Con la entrada del Papa Francisco al Sínodo, denominado de la Amazonia, el coro recitó el Veni Creator Spiritus seguido con hondura y emoción por todos los padres y obispos sinodales. El Papa les pidió valentía y coraje a los más de 300 obispos, sacerdotes, religiosos y laicos que participan en este Sínodo, para reflexionar sobre el compromiso y misión evangelizadora de la Iglesia en la región de América Latina, en la Amazonia, que abarca a nueve países e implica a 30 millones de personas. En la Eucaristía de inicio, en San Pedro, pidió reformas eclesiales que den respuesta a las personas, no a una pastoral de mantenimiento. El Papa plantea la necesidad de ser fieles a la novedad del Espíritu, culti-

vando, la prudencia, que es contraria a la cobardía, la timidez y el temor. Propuso a los padres sinodales poner en práctica una prudencia audaz que “inspire nuestro Sínodo para renovar los camino de la Iglesia en la Amazonia de modo que no se apague el fuego de la misión”. Los términos “prudencia” y “audacia” para poder enfrentar las dificultades para llevarlas a cabo no de forma brusca, por las resistencias de los grupos de católicos que están en camino de asimilar que la Iglesia es puente en una época de disrupción, descentralización y desintermediación. Se vive una crisis antropológica, y la Iglesia da su respuesta con este Sínodo, para esta porción del mundo. Centrado en la actualidad de la

realidad amazónica, el papa Francisco en su homilía denuncia que “el fuego aplicado por los intereses que destruyen, como el que recientemente ha devastado la Amazonía, no es el del Evangelio”. Una actitud del Papa que tiene exigencia pero lleno de ternura con lenguaje materno. Ese fuego devorador se extiende para quemar lo diferente para uniformar a todos y todo, como respuesta a los que señalan que la Iglesia solo tiene que salvar a los hombres no al planeta, sin repreguntarse a quién salvar, si no tienen donde vivir. Los padres sinodales de la Amazonia reflexionan sobre posibilidad de la ordenación de hombres casados para celebrar la Eucaristía en las zonas de difícil acceso en esa región, además de su preocupación ante la situación ambiental de la región, ya que un tercio de los católicos de las poblaciones indígenas no pueden celebrar la Eucaristía porque no hay sacerdotes. Se busca una Iglesia que no siga

marcada por el “siempre se ha hecho así” y por “la preocupación de defender el status, y usando las palabras de Benedicto XVI, de no continuar más con una pastoral de mantenimiento, de renovar el don en el fuego del espíritu, y no dejar que las cosas sigan su curso sin hacer nada. Sin duda que la falta de sacerdotes exige replantear la manera de evangelización en la Amazonía. Este Sínodo es muy muy importante a nivel de organización de Iglesia, tanto por los ministerios que se vayan a aprobar, como por el papel de la mujer y el laicado. Los signos de los tiempos apuntan a una Iglesia menos clerical y más participativa por parte del Pueblo de Dios, como lo plantea el Concilio Vaticano II. Y para que lo sea tiene que ser participativa por parte del pueblo que la compone y no solo con los sacerdotes, porque todos somos parte de la Iglesia y, sin duda, se necesitan nuevos caminos de evangelización.

Comunicado de la CEM ante los recientes hechos de violencia Por: Abril Villanueva El pasado 18 de octubre la Conferencia del Episcopado Mexicano lanzó un comunicado ante los recientes “…episodios violentos en Culiacán y otras comunidades de nuestro país, como Michoacán y Guerrero,…”, en el que ofrecieron su oración y expresaron su “solidaridad a las personas que resultaron heridas y a las familias de las víctimas.” Los Obispos de México expresaron que aunque es natural que estos acontecimientos provoquen temor, enojo y desesperanza, necesitamos reflexionar y responder de forma colaborativa en la construcción de la paz. El comunicado, que está firmado por +Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey y Presidente de la CEM; y +Alfonso G. Miranda Guardiola, Obispo Auxiliar de Monterrey y

Secretario General de la CEM, exhorta “a quienes provocan violencia, muerte y sufrimiento a recapacitar, arrepentirse y convertirse.” Y urgen a las autoridades “a realizar un sobre esfuerzo que reduzca los desbordados índices de violencia que sufre gran parte de nuestro pueblo a lo largo del territorio nacional.” En tanto que a todos los creyentes y personas de buena voluntad los in-

vitan a unirse “para trabajar por la paz, venciendo toda rivalidad, confrontación e intereses particulares.” Como Iglesia Católica se comprometieron a “fortalecer y ampliar aún más las acciones pastorales que contribuyen al respeto de la dignidad de toda persona, a fortalecer las familias, la educación para la paz, la justicia social y ayudar a sanar a las personas

y comunidades afectadas por la violencia.” En la parte final del comunicado invitan “a todos a ser sembradores de paz y esperanza, viviendo la justicia, el respeto, el diálogo, la colaboración y la reconciliación”, pidiendo a nuestro Señor Jesucristo y a María Santísima “nos asistan y fortalezcan en este compromiso.”


Dios te llama

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La Iglesia celebra a todos los santos y los fieles difuntos Por: Anabelle Pérez Sánchez / Diócesis de Ecatepec

Los días 1 y 2 de noviembre, desde mediados del siglo IX la Iglesia católica celebra la solemnidad de Todos los Santos y los monjes benedictinos desde el año 998 nos dieron la celebración del día siguiente

sobre los Fieles Difuntos, fechas llenas de significado escatológico dando las respuestas necesarias al sentido de la vida y la muerte en el dogma de la resurrección de los muertos. La celebración de todos los

santos es una fiesta litúrgica que nos lleva a recordar a quienes sintieron el llamado de Dios y gozan de estar en su presencia, mostrándonos a través de sus vidas el sentido cristocéntrico que decidieron vivir, dando día a día testimonio consciente de la actuación de la gracia para sus contemporáneos y siguientes generaciones. El Papa Benedicto XVI nos habla de la santidad: “El santo es aquel que está tan fascinado por la belleza de Dios y por su perfecta verdad que éstas lo irán progresivamente transformando. Por esta belleza y verdad está dispuesto a renunciar a todo, también a sí mismo. Le es suficiente el amor de Dios, que experimenta y transmite en el servicio humilde y desinteresado del prójimo”. Una afirmación existencialista

y real que acongoja al ser humano, es ver a la muerte como realidad dolorosa y misteriosa, pero que vista desde la fe cristiana se llena de sentido. Dios, al encarnarse en Jesucristo, no sólo ha asumido la muerte como etapa necesaria de la existencia humana, sino que la ha transcendido, la ha vencido. Con esto se nos da la respuesta esperada a nuestra condición pasajera y caduca. La muerte ya no es el final del camino. No vivimos para morir, de hecho, la muerte es la clave para la vida eterna, a imagen de Jesucristo, muerto y resucitado. Cuando celebramos a los fieles difuntos, ofrecemos a Dios lo que nos queda de vida, preparándonos a nuestra muerte, siendo conscientes de que se nos juzgará por el amor manifestado al prójimo a través de las buenas obras.

Sierva de Dios Sor Gloria María Elizondo García, Misionera Catequista de los Pobres Por: Sor Ma. Luisa García Martínez, MCP / Arquidiócesis de Tlalnepantla Gloria, esperanza para los pobres wGloria Esperanza Elizondo García, nació en la Cd. De Durango en el año de 1908 siendo la segunda hija de 9 hermanos, sus padres eran originarios de la Cd. de Monterrey, N.L. cuando Gloria contaba con cinco años de edad se regresa su familia a vivir en Monterrey. Gloria y a Rosita su hermana les gustaba jugar competencias para ver cuál de las dos amaba más a Jesús, y Rosa María decía: “Yo lo amo como de aquí al cielo” y Gloria se apresuraba a decir: “Yo lo amo con cada latido de mi corazón, cada uno es un acto de amor a Dios” y con eso no había forma de ganarle. Desde pequeña se fue viendo en ella algo especial y diferente a sus hermanos ya

que siempre buscaba ayudar a las personas humildes que trabajaban en su casa o a quienes se encontraba en la calle las invitaba a comer a su casa, así fue creciendo de una manera muy peculiar, en su casa la enseñaron a querer al Niño Jesús de Praga por la devoción que su madre tenía en él, cuando Gloria se refería a Dios le llamaba “el buen Dios”, recibió la Primera comunión siendo pequeña y así fue creciendo en una familia católica y finamente educada. Cursó sus estudios de contabilidad y trabajó en grandes empresas de Monterrey distinguiéndose siempre por su responsabilidad, sociabilidad y amor a trabajo, fue una persona muy aceptada y querida tanto por los dueños de la empresa como por sus compañeros. A los obreros

siempre los ayudó para que sus (primera parte de una vida de hijos estudiaran y recibieran los santidad basada en los pequeños Sacramentos, ella los preparaba y detalles de la vida diaria) les regalaba lo necesario para que recibieran los sacramentos. Cuentan que en una ocasión al ir a su trabajo escuchó gritos muy fuertes al pasar por el hospital para personas dementes, era una mujer que no dejaba de gritar de una forma muy desesperada y sin control en su persona se le consideraba agresiva, ella entró y pidió pasar a donde se encontraba, le dijeron que era peligrosa y que no eran responsables de lo que le pudiera pasar, entró con dicha mujer y poco a poco se fue calmando con la presencia de Gloria quien trataba de ayudarla y de entenderla, se dice que ya no volvió a ponerse mal y Gloria en muchas ocasiones seguía visitando.


Familia

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5 tips

Día de Muertos, ¡qué es y cómo vivirlo! Por: Silvia del Valle @SilviaMdelValle @smflorycanto silviadelvalle5@gmail.com En México tenemos una cultura muy rica y llena de tradiciones. Una de ellas es el Día de Muertos, y fíjate bien que no dije Halloween. El Día de Muertos es un día especial en el que dedicamos un tiempo particular para recordar a nuestros seres queridos que ya están gozando de la presencia de Dios. Esta tradición viene de muchos años atrás y tiene características particulares que pueden variar dependiendo del lugar o la región del país; pero lo que todos tienen en común es ese deseo de hacer oración y recordar a las personas que ya fueron llamadas a regresar a la casa del Padre. Hay diferentes elementos que forman parte de esta tradición. Una de ellas es ir a visitar a nuestros familiares difuntos al panteón y rezar por ellos. Otra es mandar a decir una misa por ellos. Y la más conocida es el altar de muertos, que consiste en poner una foto del difunto y adornarla con papel picado de colores, poner flores, objetos y comida que le gustaba al difunto para recordarle. A veces se confunde el significado de todo esto y se pierde el sentido Católico pero es necesario conservar nuestras tradiciones y procurar que nuestros hijos las conozcan y las vivan bien, al estilo católico. Por eso hoy te dejo mis 5Tips para

transmitir las tradiciones a nuestros hijos y vivirlas en familia.

PRIMERO. Explícales en qué consiste.

Es básico que nuestros hijos comprendan en qué consiste la verdadera tradición y entiendan por qué se lleva a cabo. En el caso del Día de Muertos es importante que sepan distinguir lo que es el recuerdo de los fieles difuntos y lo que ya se vuelve un culto a la muerte, lo cual pierde todo el sentido católico. También es importante tener claro que tampoco es lo mismo Día de Muertos que Halloween. Podemos usar algún libro para que iluminen y comprendan en qué consiste, o alguna película didáctica donde se explique con claridad.

SEGUNDO. Que participen adornando.

Siempre es mejor involucrar a nuestros hijos de forma activa para que les quede el recuerdo y la impronta de esta tradición. Claro que su participación debe ser de acuerdo a la edad y madurez, pero siempre habrá oportunidad para que nos ayuden.

TERCERO. Que hagan manualidades sobre esta tradición.

Una bellísima forma de adornar es hacer manualidades que podemos preparar con tiempo y donde los niños y

los jóvenes expresen su sentir sobre la tradición, de esta forma la harán suya y la adoptarán para toda su vida. ¿Qué manualidades pueden hacer? Siempre deben ir de acuerdo a su edad pero hay infinidad de cosas que pueden hacer. Especialmente para el día de nuestros difuntos pueden comenzar por hacer papel picado de diferentes colores, pueden hacer algún dibujo de lo que le gustaba al difunto, pueden hacer esculturas con plastilina de la comida y bebida que le gustaba o también, los más grandes, pueden hacer un retrato del difunto. Otra forma de colaborar puede ser ayudando a cocinar los platillos que se van a poner en el altar.

CUARTO. Que vigilen que la tradición no sufra influencia de otras tradiciones.

Un punto importante es que estemos atentos a que nuestras tradiciones no se contaminen con influencia extranjera. En este caso, el Halloween ha venido a contaminar nuestra tradición y le ha dado un giro poco agradable por lo que podemos decirles a nuestros hijos que seamos inspectores y guardianes de las tradiciones, de tal forma que ellos mismos puedan detectar cuando algo esté fuera de lugar y sean capaces de dar una pequeña explicación del

Cuidemos de la casa común Por: CODIPACS Izcalli

Hace algunos días, en la ciudad de Roma, comenzó el Sínodo Panamazónico, y aunque ya hay muchas cosas que podemos comentar acerca de él, queremos dar continuidad a lo que hemos estado comentando en las ediciones anteriores en esta sección. La edición pasada hablamos acerca de los riesgos y amenazas sobre este Sínodo, ahora queremos hablar de las oportunidades que este Sínodo pudiera traer como fruto, tanto para la Iglesia en esta región del mundo como para la Iglesia universal, y para todo el mundo.

Es evidente que la primera gran oportunidad es el hecho de que el mundo ponga su mirada en la Amazonia y de esta manera, los hombres de todo el orbe de la tierra sepan que existe este territorio tan importante para la vida del planeta y de que en él viven muchas personas que son olvidadas, y por consecuencia, sus raíces, su cultura, sus valores y su riqueza, están en riesgo de desaparecer. También consideramos que una oportunidad que este Sínodo le regala al mundo es el hecho de poder ampliar el tema de la ecología desde el punto de vista de la fe, y lo ayuda a concretar muchas ideas y pensamientos que no sólo son parte de la Iglesia católica, sino que compartimos con toda la población mundial, en relación, al cuidado de la tierra y del medio ambiente. Sin duda, también, es una oportunidad para que la Iglesia haga resonar su voz profética en medio de nuestro tiempo, denunciando no sólo los ecosidios, sino también los comportamientos humanos respecto de la tierra y de los seres humanos. Pero también como profeta, la Iglesia tiene la oportunidad de levantar la voz profética en sentido de esperanza, sien-

por qué está mal eso. Estoy segura que a muchos de nuestros hijos les emocionará esta actividad y les hará amar más nuestras tradiciones porque ellos mismos las estarán resguardando.

Y QUINTO. Que lo vivan en familia. La familia es muy importante.

Sí, es muy bello que nuestras tradiciones nos permitan pasar tiempo de calidad en familia y que nos den la oportunidad de crear y vivir juntos estas fechas importantes para nosotros. A veces pensamos que nuestros hijos no son aptos para comprender lo qué pasa, pero no nos damos cuenta que los chicos de ahora cada día son más despiertos y participativos, así que podemos dejarles vivir a su nivel nuestras tradiciones. En cuanto al Día de Muertos, mientras más pequeños sean nuestros hijos, menos comprenden el sentido trascendente de la tradición pero sí pueden ir aprendiendo que la vida tiene un término en este mundo y que después continua en la vida eterna, y que nosotros recordamos a nuestros seres queridos que ya se nos adelantaron, con cariño y respeto y que, por lo menos una vez al año, dedicamos un tiempo para rezar por ellos y recordarlos. Todo lo que se vive en familia deja una huella profunda y muy especial en cada uno de nuestros hijos.

Cuidemos la casa común do ella misma propositiva en temas de ecología y de derechos humanos. Porque la Iglesia no puede sólo estar encerrada en su doctrina, sino que está llamada a ser luz para todos los pueblos. También es una oportunidad para saberse Iglesia en salida y seguir anunciando en nuevos rincones y desde diferentes plataformas. Además, es una excelente oportunidad para repensar su manera de ser y estar en el mundo, como lo proyectó el Concilio Vaticano II hace más de 50 años. Cierto que no es una forma de implementar ideologías en la Iglesia a partir de temas ajenos a ella como mucho se ha criticado en estos días, sino una oportunidad para preguntarse una vez más, cómo debe ser y cómo actuar delante de los problemas imperantes que la acucian en estos tiempos. Y así, el Sínodo Panamazónico se convierte, entre otras muchas oportunidades, en la manera concreta de cumplir con la misión que el mismo Cristo le encomendó a la Iglesia en Marcos 16, 15-18: “vayan por todo el mundo y anuncien el evangelio”.


Secciรณn Infantil

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Obras de Misericordia Espirituales


Laicos

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Acciones parroquiales para combatir la pobreza: “Sin transformación no hay evangelización” Por: Pbro. Mtro. Raúl Martínez Arreortúa El Banco Mundial afirma que la pobreza extrema sigue disminuyendo en el mundo a pesar de la difícil situación económica. Sin embargo, para alcanzar el objetivo de poner fin a la pobreza extrema es necesario incluir medidas orientadas a reducir el elevado nivel de desigualdad. En el caso de nuestras comunidades parroquiales tenemos

que realizar acciones muy concretas que favorezcan a los más pobres. Estas son cinco experiencias parroquiales que pueden iluminar sus acciones evangelizadoras, aumentar el acceso a servicios esenciales, y mejorar las perspectivas de desarrollo de los más desfavorecidos: Salud Bancos de medicamen-

tos: Esta es una estrategia, que favorece el acceso a los medicamentos, sobre todo a aquellos que no cuentan con un seguro social. Se pueden realizar colectas de medicamentos, y en colaboración con ‘Caritas’ de diferentes diócesis intercambiar y compartir medicamentos. Centros de escucha: Las situaciones de violencia, inseguridad, y el alto indice de estrés ocasionados por la movilidad y el crecimiento de las grandes ciudades, han generado una necesidad en la gente de ser escuchadas; más allá de una buena confesión requieren una atención más especializada. La propuesta es buscar sicólogos que estén dispuestos a prestar su servicios, y organizar con ellos un pequeño

consultorio. Centros de atención a la salud integrativa: Aliarse con profesionales de la salud y ofrecer consulta médica general, acupuntura, auriculoterapia, moxibustión, electroacupuntura, masaje terapéutico, terapia física y rehabilitación. Educación y cultura Talleres de Regularización: Igualmente entre los agentes de pastoral buscar aquellos profesionistas de las diferentes áreas y niveles que quieran prestar sus servicios para elevar el nivel educativo. Ofrecer regularización a niños y niñas que por falta de atención y situaciones de pobreza tienen un bajo rendimiento escolar. Proponer días y horarios de servicio para la comunidad,

en los salones parroquiales. Talleres de danza, guitarra, manualidades y otros: Ofrecer espacios culturales y de esparcimiento para el buen desarrollo de las personas, especialmente los niños y jóvenes, pero también considerar a las amas de casa y personas de la tercera edad. Buscar en la misma comunidad a quienes se puedan sumar a prestar estos servicios, e iniciar un proceso donde los que aprendan compartan talleres. Nuestras parroquias tienen que crecer de ser centros de evangelización, a ser también centros de formación y de servicios sociales que ayuden a la transformación y construcción del Reino de Dios.

Fe, Esperanza y Caridad ante la misera Por: CODIPACS / Arquidiócesis de Tlalnepantla En una homilía en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco habló sobre las virtudes teologales de una forma entendible para los cristianos. El Pontífice explicó que fe, esperanza y caridad son un mismo regalo. Al mismo tiempo, puso el acento en que tanto la fe como la caridad son fáciles de comprender, “pero la esperanza, ¿qué es?”, preguntó. “Vivir en esperanza es caminar hacia un premio, hacia la felicidad que no tenemos aquí pero que la tendremos allí, en el cielo. Es una virtud difícil de entender. Es una virtud humilde, muy humilde. Es una virtud que nunca

decepciona: si tú esperas, nunca serás decepcionado. Nunca, nunca”. El secreto para una esperanza firme, y por consiguiente una fe y una caridad firmes, nunca dejar de caminar, siempre caminar hacia adelante, aunque el camino sea difícil. La esperanza “también es una virtud concreta”, señaló. Pero, “¿cómo puede ser concreta si yo no conozco el cielo o aquello que me espera?”, planteó el Santo Padre. La esperanza es concreta, es de todos los días porque es un encuentro. Y cada vez que encontramos a Jesús en la Eucaristía, en la oración, en el Evangelio, en los pobres, en la vida comunitaria,

damos un paso hacia ese luchemos contra la miseria esperanza y la caridad con humana y compartamos nuestro prójimo. encuentro definitivo”. Por ser hijos de Dios, y acrecentemos la fe, la compartimos una herencia, “esa herencia nuestra que es la esperanza hacia algo…, es un encuentro. Jesús siempre subraya esta parte de la esperanza, ese mantenerse en espera…, encontrar”. Se trata de “la sabiduría de saber disfrutar de los pequeños encuentros de la vida con Jesús, preparando ese encuentro definitivo”, concluyó el Papa. Recordemos también las palabras del Santo Padre, en los primeros años de su pontificado, “la miseria más peligrosa es la lejanía de Dios”. De esta forma,


Provincial

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El Papa: la Iglesia es “en salida”, o no es Iglesia Por: Griselda Mutual - Ciudad del Vaticano / Vatican News

La Iglesia no es una fortaleza cerrada, sino una tienda de campaña Siguiendo con sus catequesis sobre los Hechos de los Apóstoles, el Papa reflexionó este miércoles 23 de octubre, sobre “la naturaleza de la Iglesia”, que no es “una fortaleza cerrada”, sino “una tienda de campaña” capaz de “agrandarse para recibir a todos”: es una Iglesia en salida, “una Iglesia con las puertas siempre abiertas”. En Antioquía de Siria, donde por primera vez los creyentes fueron llamados cristianos, Pablo y Bernabé inician el primer viaje misionero. En las diferentes comunidades, de la predicación del Evangelio en las Sinagogas de la diáspora se pasó al anuncio a los paganos, que Dios también llama a la fe. Esta novedad de apertura a otros que no eran judíos, desencadenó una controversia: algunos judíos afirmaban la necesidad de la circuncisión para la salvación. Para resolver esta cuestión, recurrieron a la

“Asamblea de los Apóstoles y de los Ancianos”, y tuvo lugar el así llamado “Concilio de Jerusalén”, en el que se afrontó la relación entre la fe en Cristo y la observancia de la ley de Moisés. Pedro y Santiago, columnas de la Iglesia Madre, invitaron a no imponer la circuncisión a los paganos que se convertían a la fe, sino sólo a que rechazasen la idolatría y todas sus expresiones, pues sólo la gracia del Señor Jesús es causa de salvación. Los cristianos no se asustan El Papa recordó también que el viaje de los

la casa abierta del Padre”. De modo que, “si alguien quiere seguir una moción del Espíritu y se acerca buscando a Dios, no se encontrará con la frialdad de unas puertas cerradas”. La sinodalidad es el método eclesial para reflexionar y confrontarse Explayándose sobre la Iglesia de “puertas abiertas”, en su catequesis pronunciada en italiano el Santo Padre se detuvo en la controversia sobre la necesidad de circuncisión a los paganos para la salApóstoles comienza como vación, resuelta luego por resultado de una fuerte el concilio de Jerusalén: persecución, la cual, en lugar de “detener” la evangelización, se convierte en una “oportunidad” para ensanchar el campo donde sembrar la buena semilla de la Palabra. Esto porque “los cristianos no se asustan”: debieron huir, sí, pero “con la Palabra”, propagándola “un poco por todos lados”. La Iglesia es en salida, o no es Iglesia Francisco aseveró que la Iglesia es “en salida” o “no es Iglesia”, remarcando asimismo que la Iglesia “está llamada a ser siempre la posición de entonces era que “primero” se debía proceder con “el rito judío”, es decir, con “la circuncisión”. Y luego se procedía con el bautismo. Pero Pedro y Santiago, “columnas” de la Iglesia Madre, dijo el Papa, “invitaron a no imponer la circuncisión a los paganos, sino a pedirles sólo que rechacen la idolatría y todas sus expresiones”: una invitación que fue acogida por el Concilio

de Jerusalén. La Asamblea de Jerusalén nos enseña cómo enfrentar las divergencias y buscar «la verdad en la caridad» (Ef 4,5), nos ayuda a entender que la Sinodalidad es el método eclesial para reflexionar y confrontarse, basado en el diálogo y en el discernimiento a la luz del Espíritu Santo. El Espíritu Santo ayuda a superar las cerrazones y tensiones Es el Espíritu, añadió Francisco, quien de hecho “ayuda a superar las cerrazones y las tensiones, y trabaja en los corazones para

que logren la unidad en la verdad y en el bien, para que alcancen la unidad”: Pido al Señor que refuerce en nosotros y en todos los cristianos, especialmente en los obispos y en los presbíteros, el deseo y la responsabilidad por la comunión, el diálogo y el encuentro con todos los hermanos, sin excepción, para manifestar la fecundidad de la Iglesia, llamada a ser Madre feliz de muchos hijos.


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